EVANGELIZACIÓN Y PUEBLOS INDÍGENAS DE AMÉRICA LATINA ¿QUÉ DESAFÍOS? ¿QUÉ FUTURO? Quito Cumbayá ECUADOR dal 01 al 05 maggio 2006. Formación específica de misioneros/as Juan Botasso, sdb 1. Que para trabajar en un ambiente pluricultural o de cultura diferente a la propia se necesite una preparación específica, es algo tan evidente que no se requieren particulares argumentos demostrativos. 2. La presunción de que sea suficiente el entusiasmo, la buena voluntad y la recta intención puede ser peligrosa: en muchas cosas ha causado graves inconvenientes. 3. Se supone que quienes se consagran a la difícil misión de anunciar el Evangelio tienen una formación de base, tanto en el campo humanístico como en el campo teológico. 4. Esta preparación debe complementarse con cursos específicos que se articulan en tres fases: a. La fase inicial: Contempla una seria iniciación para afrontar el problema de la “diversidad” y adquirir las herramientas mínimas que permitan una actitud correcta frente a la misma. Esta etapa debe darse en el lugar de origen del misionero. Hablando de salesianos/as esta preparación puede darse a lo largo de su formación inicial, a través de cursos específicos, contemporáneos y paralelos a los que exige la “ratio” b. La fase de la preparación específica: No puede darse sino en el lugar de destino. Se refiere, en concreto, al estudio de la lengua, la religión, la historia, la cultura local. En todos los países existen instituciones de tipo universitario que ofrecen grandes facilidades en este sentido. En muchos casos, las iglesias locales son las que organizan cursos para recién llegados. Al faltar esta facilidad hay que llenar el vacío con lecturas y estudios personales serios. La urgencia de entregarse al trabajo no debe hacer considerar una, pérdida de tiempo la dedicación a esta tarea. c. La fase de la formación permanente: Con la rapidísima evolución de las situaciones, tanto a nivel local como mundial y el cambio continuo de escenarios, nadie puede estar convencido de haberse preparado una vez para todas. Como en todos los campos, desde la pedagogía a la medicina, desde la informática a la ingeniería civil, se necesita una permanente puesta al día. Propuestas para la formación de misioneros/as 1. La Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador ya ha puesto en marcha un plan de formación para animadores en contextos pluriculturales (religiosos o laicos). Este instrumento puede ponerse a disposición de todas las inspectorías de América y, eventualmente, de otras de toda la Congregación. Para las inspectorías de habla portuguesa el idioma no constituye un obstáculo insuparable, aunque sería oportuno proceder gradualmente no solo a la traducción, sino a la adaptación de los materiales. 1 Al momento los cursos que funcionan son 8, pero están completamente listos otros 7 que podrían ser ofrecidos en cualquier momento. Para cierto número de otros cursos, se está trabajando. Por ejemplo, hay que colmar el vacío existente en lo que se refiere a las culturas afroamericanas. El área teológica debería ser notablemente enriquecida, tal vez con la ayuda de docentes de Pontificia Universidad Salesiana de Roma o de la Facultad Auxilium. Estos cursos pueden resultar particularmente útiles en fases a (formación inicial) y c (formación permanente) Modalidad Los cursos que se ofrecen desde Quito son avalados por la UPS y pueden ser reconocidos en vista de la licenciatura, en el caso de que el estudiante tenga interés en adquirir este título universitario. De todas maneras, al terminar cada curso, el estudiante recibe un certificado que da fe de su participación. Los cursos se dictan a distancia. El estudiante recibe el material por Internet, juntamente con la guía de lectura y los cuestionarios. Por el mismo medio, envía sus trabajos y recibe las observaciones y las notas. Siempre por Internet, puede hacer preguntas al profesor, así como solicitarle la aclaración de dudas. A los estudiantes se le exigen bastantes trabajos prácticos (investigaciones de campo, elaboración de proyectos…), porque la finalidad del programa no es la de formar teóricos. Cuando existe cierto número de estudiantes ubicados en una misma zona, se pueden programar cursos presenciales, que serían un complemento excelente de los cursos virtuales. 2. Desde 10 años ha venido funcionando en Roma el curso para misioneros/as, de 3 meses de duración. Ha sido sin duda un magnífico instrumento de puesta al día. Por el han pasado más de 700 personas, mitad de las cuales salesianos y salesianas. Tal vez el problema más serio que se ha debido afrontar ha sido el del idioma. La limitada comprensión del italiano ha tenido como consecuencia que cierto número de participantes aprovechara solo en parte una experiencia que, por otro lado, resulta económicamente muy costosa. 3. En vista de la mayor facilidad lingüística y de cierta homogeneidad cultural, se podría pensar también en cursos por continentes, parecidas al de Roma, pero en una periodicidad bianual o trianual. 4. No se puede pensar solo en iniciativas salesianas. Otras congregaciones, iglesias locales, universidades, organizan también cursos de distinta naturaleza. Sería necesario elaborar un inventario de lo que se ofrece en los diferentes países y continentes, para que los interesantes lo pudieran aprovechar. 5. Hoy la tecnología ofrece posibilidades que eran inimaginables tiempos atrás. ¿No se podría hipotizar una revista electrónica de puesta al día de misioneros/as. Algo sencillo y sin mayores formalidades, una iniciativa en la que todos pueden participar, no solo como usuarios y lectores? 2 Quienes encuentran un artículo interesante, una noticia, una experiencia que merece ser conocida, la ponen a disposición de todos los demás por Internet. A través del mismo medio pueden también señalar nuevas publicaciones, libros o material audiovisual. Evidentemente esto no se debería dejar solo en manos de la espontaneidad de los individuos. Debería existir una coordinación que, de su parte, busque material, solicite colaboraciones, mantenga al día la lista de las direcciones electrónicas de posibles interesados. 3