Reportaje a Beatriz en la revista Noticias

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10 de Marzo 2006
Con la respiración dominas la mente
Española y periodista, enseña la técnica a ejecutivos para combatir el estrés, y en
cárceles y grupos sociales de riesgo para reducir la violencia.
Descalza, vestida de blanco y envuelta en una pashmina hindú, Beatriz Goyoaga es
serena como un viaje por la campiña inglesa. No hay rastros de la madrileña turbulenta
e hiperactiva que necesitaba el gin tonic para relajarse y euforizarse. "Ahora siento
exactamente lo mismo, sin el alcohol. Y estoy escribiendo un libro: "Del gin tonic a la
meditación", acota la corresponsal del "Daily Mail" de Inglaterra.
La aventura del conocimiento llevó a esta periodista -experta en Ciencias Políticas y
Administración de empresas- por medio planeta. Conoció palacios y templos, tiendas
beduinas y monasterios. Atravesó Siberia y el Sahara, África y Mongolia. Estudió chino
en Taiwán y escaló dos veces el Everest. Entrevistó a políticos, mandatarios, premios
noveles y líderes religiosos. Pero el viaje más fascinante fue encontrarse a sí misma.
"Me impactó la falta de rencor de Nelson Mandela, un ser muy profundo y especial. Me
dijo que no sentía ningún odio hacia los que lo habían encarcelado injustamente más de
20 años. El Dalai Lama me pareció más intelectual. Ambos sufrieron mucho, pero
Mandela hablaba desde el corazón. A Diana de Gales la imaginaba frívola, y era
absolutamente humana. Le hubiera gustado que sus hijos trabajasen en la Cruz Roja y
conocieran otras culturas".
Beatriz manejaba catorce corresponsalías, a un ritmo frenético, cuando su marido -un
ingeniero italiano que estudiaba Filosofía- le propuso asistir a una charla del indio Sri
Sri Ravi Shankar. "Mi cuello era un rosario de nudos, no sabía cómo frenar. Se me caía
el pelo y saltaba por encima de las personas: no me daba cuenta de quién cruzaba en el
camino. En esa charla en el Teatro San Martín tuve mi primera experiencia de silencio
mental: fue un bálsamo. Ravi Shankar era para mí un señor barbudo con una túnica
larga…
Noticias: ¿Es el que tocaba la cítara con los Beatles en los 70?
Goyoaga: No, coincidieron en Berlín y los afiches con sus fotos decían: "el músico" y
"el santo". Luego de esa charla hice el curso para el manejo del estrés, y durante la
primera clase de respiración Sudarshan Kriya sentí que vaciaba la mochila. Lloré un
montón, sentí rechazo, y sensaciones muy feas, y luego serenidad. Hice mis técnicas a
diario, 20 minutos, y al año me sentía muy bien.
Noticias: ¿Cuales fueron los cambios más evidentes?
Goyoaga: Empecé a dormir bien, se me fueron las cefaleas y el HPV (un virus mutante
que puede formar un cáncer). Lo tuve 5 años, viajaba a España a ver a mi madre o algo
me producía estrés y me brotaba. Mi oncóloga no sabía más que hacer. Hoy, ella viene a
respirar a la Fundación "El Arte de Vivir" y manda a sus pacientes.
Coordinadora e instructora de esta ONG con estatus consultivo en la ONU, Beatriz
enseña la técnica de respiración Sudarshan Kriya, que transmite desde 1982 Ravi
Shankar (un licenciado en Física y el único oriental que integra el consejo asesor de la
Universidad de Yale, EE.UU.). Ejecutivos, jueces, profesionales y también chicos de la
calle, enfermos terminales, presos, carenciados y grupos de riesgo conocen los
beneficios de la técnica que oxigena el organismo y reconecta con el núcleo del propio
ser.
Con la parsimonia de un monje, Goyaga sirve un té de anís, canela y cardamomo en su
casa de Colegiales, y enuncia un principio básico: la respiración es el nexo entre mente,
cuerpo y emociones. "La práctica de S. K. eleva la energía y la lucidez, mejora el
humor. Y regulariza las funciones orgánicas: baja el azúcar en los diabéticos, la presión
en los hipertensos, mejora problemas de tiroides, baja el colesterol. También eleva el
sistema inmunológico. No es una técnica de rehabilitación, pero ayuda a dejar la droga,
el alcohol y los somníferos".
Noticias: ¿Con la respiración se puede dominar la mente?
Goyoaga: Si, a las parturientas y a los que temen volar los hacen respirar. A los niños
enfadados se les corta la respiración. Cada emoción tiene un ritmo de respiración: los
depresivos exhalan, los felices inhalan. Manejando los ritmos, mediante una respiración
organizada, afectas las emociones negativas (furia, angustia, depresión), eliminas
toxinas y estrés. Con una mente serena es difícil somatizar o enfermar.
Noticias: ¿El estrés deriva de una sobrecarga de trabajo o de la incertidumbre de
la mente?
Goyoaga: El estrés es la fluctuación de la mente entre pasado y futuro, que lleva de la
ansiedad al enojo o la depresión. Hay que estar cien por ciento en el presente. Es inútil
hacerse mala sangre por cosas que ya ocurrieron: sólo puedes aprender de los errores,
para prevenirlos. Ravi Shankar dice: "Podéis hacer errores, pero haz errores frescos".
Noticias: ¿Qué otras pautas alivian la mente de cargas innecesarias?
Goyoaga: La mente queda aferrada al pasado, a lo negativo, y saca las cosas de
proporciones. Hay que aceptar las situaciones como son: estás en un embotellamiento
de tránsito, si te haces mala sangre ¡no va a cambiar! ¿Te echaron del trabajo?, pues ya
ocurrió. No significa ser pasivo y aguantarse: les haces un juicio o buscas otro trabajo,
pero no te quedes enrollada. Es la diferencia entre estar enojado y usar el enojo como
herramienta. Pon las cosas en su lugar y déjalo ir.
Noticias: ¿Otras pautas para bajar los decibeles?
Goyoaga: No convertirse en el eco de la opinión de los demás. Y aceptar al otro como
es, solo así podrás entablar un diálogo desde otro lugar. Muchísimas angustias parten de
querer cambiar al otro. Otra perla es no ver mala intención detrás de los errores ajenos.
Los errores ocurren, nadie quiere equivocarse a propósito.
Noticias: ¿Los 20 minutos diarios de respiración SK equivalen a un descanso
profundo?
Goyoaga: Sí, porque aumentan la capacidad de concentración, absorción y retención, y
además serenan. Yo perdí a mi marido en Alemania, de un día para el otro, y ese
proceso terrorífico… el volver con sus maletas y sin él, sólo pude atravesarlo por la
serenidad que me produce la respiración.
Los ejecutivos adoptan esta técnica para derrotar al estrés. Hay cursos para el mundo
corporativo, en la empresa. También niños y adolescentes asimilan estrés: el SK los
ayuda a relajarse y a protegerse cuando los padres se enojan. "Les enseñamos técnicas
para aislar la mente de la lluvia de broncas. Apuntamos a que no pierdan la inocencia",
puntualiza Goyoaga. Los jóvenes de 12 a 16 años aprenden a elevar la energía y la
agresividad se reduce. "Beber, hacer desarreglos y acostarse a las 5 de la mañana los
desequilibra. Dudas, rabias y malas contestaciones se relacionan con un bajo nivel
energético. Un 40 por ciento de menores de 25 años optaron por una alimentación sana
y han dejado el porro o el paco".
Noticias: Trabajas con grupos sociales en riesgo, delincuentes juveniles, en villas de
emergencia: ¿cómo cambian?
Goyoaga: Para chicos de la calle hay cursos de 15 días. Son gratuitos, igual que para
enfermos terminales, gente carenciada o ancianos en asilos. Matías (21) hizo el curso
para formar líderes y no sólo se rehabilitó de las costumbres de la calle: manifiesta una
increíble delicadeza y honradez. Trabaja en la Fundación y cobra un salario, los demás
somos voluntarios. De 70 chicos, 20 no se bancaron los límites. Los otros 50 -chicos
que estaban en la ranchada, tomando alcohol o esnifando poxi- terminaron el curso e
iniciaron trabajos en sus barrios: arreglaron la cancha de fútbol, abrieron una pizzería o
hacen tachos con hierros.
Noticias: ¿Cómo es la experiencia en las cárceles?
Goyoaga: Apunta a bajar la violencia en las prisiones y recuperar la autoestima de los
presos. Tengo más de 80 cartas que me dicen: "Gracias por haberme dado la libertad,
pese a estar acá". Algunos no tuvieron educación formal, han estado allí 25 años y
escriben con la delicadeza de un Neruda. Es que se conectan con el núcleo de su ser, el
mismo espacio de donde saca el poeta la poesía.
Nacida "en el real sitio de San Lorenzo de El Escorial", a los 17 años Goyoaga partió a
estudiar a Inglaterra. Vivió en Alemania, Francia y los Estados Unidos, hasta arraigarse
en Buenos Aires. Ya no peregrinaba, pero cambiaba de casas. "Me buscaba a mí misma
y la búsqueda terminó: encontré un Maestro, y él propone que la vida es una
celebración. El 19 de febrero estuve en el "Encuentro mundial por la paz", que organizó
en Bangalore, India. Hubo 1.000 líderes espirituales y 140.000 dignatarios".
Noticias: ¿En la vida se busca o se encuentra?
Goyoaga: Creo que la vida te busca a ti. Avanzamos, pero no somos los hacedores. Las
personas dicen "yo me hice médico", y para eso hicieron falta padres que le permitieron
estudiar, tener las neuronas suficientes, que no hubiese guerra y tantas circunstancias
más. Somos parte de un todo que desconocemos, como células dentro de un cosmos. l
Por: Liliana Morelli | Fotos: Norberto Melone
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