DIDÁCTICA DE LA EDUCOMUNICACIÓN Primera tarea optativa

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DIDÁCTICA DE LA EDUCOMUNICACIÓN
Primera tarea optativa: definiciones y elección de un modelo comunicativo.
1. Definiciones.
A. Comunicación, información, difusión y transmisión.
Comunicación.
1. Salvat editores (2003): La enciclopedia. Salvat, Madrid.
Acción y efecto de comunicar o comunicarse. Trato, correspondencia, reciprocidad
amistosa entre dos o más personas. Transmisión de señales mediante un código común
al emisor y al receptor. Unión que se establece entre mares, pueblos casas, habitaciones,
etc., mediante pasos, crujías, escaleras, vías, canales, cables y otros recursos. Cada uno
de estos medios de unión. Sonido característico que emite un aparato telefónico y que
indica que puede marcarse el número deseado. Papel escrito en que se comunica alguna
cosa. Escrito o exposición oral sobre un tema determinado que el autor presenta a un
congreso o reunión de especialistas para su conocimiento y discusión. Psicol.
Interacción recíproca entre individuos en el marco de un proceso de transmisión de
información a través de signos. Ret. Figura que consiste en consultar la persona que
habla el parecer de aquella o aquellas a quienes se dirige, amigas o contrarias,
manifestándose convencida de que no puede ser distinto del suyo propio. Correos,
telégrafos, teléfonos, etc.
2. Martínez de Sousa, José (1991): Diccionario de información, comunicación y
periodismo. Paraninfo, Madrid.
Transmisión de un mensaje (información) entre un emisor (fuente) y un receptor
(destinatario) mediante un código común y a través de un canal. Antidialógica; es la
que se establece en un solo sentido, de arriba abajo, en la que el receptor tiene un papel
pasivo. (Por ejemplo, el político que arrastra a las masas, el sacerdote que predica desde
su púlpito, el militar que arenga a sus soldados). Audiovisual; la que utilizada medios
visuales y sonoros. Bidireccional; la establecida entre fuente y destinatario cuando este
puede reenviar a aquel su respuesta al mensaje recibido de forma inmediata; por
ejemplo, la conversación (en presencia o telefónica) entre dos personas. Colectiva; tipo
de comunicación indirecta en la que emisor y receptor no son individuos, sino grupos,
cuyos mensajes, múltiples y numerosos, se transmiten a través de un medio, periódica o
permanentemente. Comunitaria; la que se establece a través de los medios de
comunicación social. De difusión; la que se establece entre un emisor y varios
receptores, por ejemplo, la conferencia. Directa; la que se establece entre dos personas
(emisor y receptor) o entre una persona (emisor) y un grupo (receptor). Escrita; la que
se establece entre personas o grupos a través de un medio de comunicación escrito.
Puede ser directa (la correspondencia) o indirecta (la prensa). Horizontal; aquella que
incorpora al receptor en las intenciones del emisor, es decir, cuando este, a la hora de
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emitir sus mensajes, tiene en cuenta las necesidades de aquel. Icónica; la que se sirve de
imágenes (fijas o en movimiento) para la emisión de mensajes. Indirecta; la que se
establece a través de los medios de comunicación: prensa, radio, televisión, cine, cartel,
libro, disco, etc., en la que el receptor es pasivo. (Este tipo de comunicación supone un
destinatario indiferenciado, constituido por personas desconocidas entre sí, amplio,
anónimo, extendido, disperso). Individual; comunicación directa. Interindividual;
comunicación directa entre emisor y receptor, a veces unidireccional (carta) o
bidireccional (conversación, en presencia o telefónica). Interna; flujo de información
desde la dirección de una empresa hacia sus empleados, de manera que estos se hallen al
corriente de las actividades de esta y se sientan integrados en los proyectos y objetivos
que emanen de la dirección. Jerárquica; comunicación antidialógica. Lejana;
establecida a través de canales artificiales (telecomunicación). De masas; proceso de
producción y transmisión social de información. Interacción social resultante de ese
proceso. Multidireccional; la establecida entre una fuente y varios destinatarios cuando
estos pueden reenviar su respuesta al mensaje recibido de forma inmediata, por ejemplo,
un coloquio. Múltiple; tipo de comunicación directa que se dirige, por escrito, a una
pluralidad de receptores indiferenciados. Recíproca; la que se establece entre dos
comunicantes con posibilidad de respuesta inmediata: conversación personal (en
presencia o telefónica). Social; forma de relación social en que existe participación
consciente de los individuos o grupos.
3. Moles, Abraham (dir.) (1985): La comunicación y los mass media. Mensajero,
Bilbao.
Acción por la que se hace participar a un individuo –o a un organismo- situado en
una época, en un punto R dado, en las experiencias y estímulos del entorno de otro
individuo –de otro sistema- situado en otra época, en otro lugar E, utilizando los
elementos de conocimiento que tienen en común (experiencia vicaria).
El hombre se distingue de los demás sistemas biológicos por la amplitud de su
facultad de comunicación. Existe una multitud de modos de comunicación. La
comunicación constituye una ciencia autónoma con sus reglas propias.
Nuestra sociedad se transforma cada vez más en un sistema social, en un conjunto
de partes diversas, cada una de las cuales se define por sus funciones o sus objetivos y
se une con las demás a través de interacciones. Estas interacciones constituyen el objeto
de las ciencias de las comunicaciones.
4. Perrone, Graciela y Propper, Flavia (2007): Diccionario de educación. Alfagrama
Ediciones, Buenos Aires.
Proceso de interacción social establecido entre dos o más personas, a través de
símbolos, señales y sistemas de mensajes. El intercambio puede ser intencional o
inconsciente, ya que todos los comportamientos humanos indican algún tipo de
comunicación, incluso el silencio o la comunicación gestual.
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Desde el paradigma funcionalista se sostiene que en la comunicación se encuentran
involucrados diferentes componentes:
a) Emisor: quien inicia la comunicación a través de la transmisión de un mensaje.
Cuando la comunicación es intencional, selecciona los signos adecuados para que
resulte inteligible el mensaje al receptor. Realiza un proceso de codificación.
b) Receptor o decodificador: destinatario del mensaje, debe interpretar o descifrar
aquello que el emisor transmite. Realiza un proceso de decodificación de la
información.
c) Código: conjunto de reglas propias de cada sistema de signos y símbolos que el
emisor utiliza para transmitir su mensaje (por ejemplo: código morse, letras del alfabeto,
lenguaje de señas utilizadas por las personas sordomudas, etc.)
d) Mensaje: contenido de la información transmitida. Algunos de los aspectos que
intervienen en el mensaje están presentes en los procesos de codificación (a cargo del
emisor) y de la decodificación (a cargo del receptor): nivel sociocultural, intereses,
valores, actitudes, ideología, etc.
e) Canal: medio a través del cual se establece la comunicación estableciendo una
conexión entre el emisor y el receptor. Es el soporte por el que circula el mensaje, puede
ser material o espacial. Por ejemplo: aire, hilo telefónico, fibra óptica, etc.
f) Circunstancial: ubicación temporal y física en la que se lleva a cabo la
comunicación.
g) Barrera o ruido: interferencia en el proceso comunicacional. Puede referirse a
cualquiera de sus elementos (ruidos, afonía, distracción del receptor, fallas en la imagen
televisiva, etc.).
h) Retroalimentación o feedback: interactividad en el proceso comunicacional.
Ocurre en aquellos casos en los que el emisor recibe una respuesta del receptor. La
retroalimentación es positiva cuando fomenta la continuidad en la comunicación y
negativa cuando evita la comunicación (le pone fin, cambia de tema, etc.).
5. Wikipedia.
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Información.
1. Salvat editores (2003): La enciclopedia. Salvat, Madrid.
Acción y efecto de informar o informarse. Oficina donde se informa. Averiguación
jurídica y legal de un hecho o delito. En la prensa, noticia detallada sobre determinados
sucesos, acompañada muchas veces de ilustración gráfica. Biol. Propiedad intrínseca de
ciertos biopolímeros, como los ácidos nucleicos, originados por la secuencia de las
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unidades componentes. Psicol. y Sociol. Comunicación o adquisición de conocimientos
que permiten ampliar o precisar los que se poseen sobre una materia determinada.
Conocimientos así comunicados o adquiridos.
2. Martínez de Sousa, José (1991): Diccionario de información, comunicación y
periodismo. Paraninfo, Madrid.
Acción o efecto de informar o informarse. Conjunto de noticias, comunicados,
informes o datos necesarios para algo o que interesan a alguien. Anuncio y primer relato
de un acontecimiento social, nuevo, circunstanciado y de naturaleza tal, que interesa al
público. Informe que permite establecer este relato. En sentido genérico, todas y cada
una de las noticias, notas, crónicas, reportajes, artículos, etc., de una publicación
periódica, por oposición a sus restantes contenidos: publicidad, anuncios,
entretenimientos, etc. En sentido abstracto y colectivo, noticia. Contenido de una
noticia, crónica o reportaje. Conjunto de noticias de un solo tema o categoría que suele
publicarse en una sola página o, en cualquier caso, agrupadas: información
meteorológica, bursátil, deportiva, etc. Conjunto de actividades que tienen por objeto
recoger, transformar, transmitir y difundir las noticias de interés general. Función social
que asegura la explicación, circulación y divulgación de los hechos, ideas u opiniones.
3. Moles, Abraham (dir.) (1985): La comunicación y los mass media. Mensajero,
Bilbao.
En el sentido corriente del término, “información” es sinónimo de noticia o de
mensaje, por lo que se halla vinculado al contenido de una cosa significativa a un
individuo receptor. Shannon dio a este término un sentido preciso expresando
matemáticamente la “cantidad de información” transmitida por el mensaje.
La información es la medida de la reducción de la incertidumbre que puede haber a
propósito del estado de una parte del universo (lo que ocurre en el lugar emisor) por
medio de un mensaje. En esta acepción la había tomado Ralph W. L. Hartley, quien
puso los primeros cimientos de una ciencia matemática de la información. “Informare”
significa en latín más o menos poner la forma, y el mensaje es lo que permite construir
una forma para el receptor mediante el ensamblaje de los signos que se le ofrecen.
4. Sánchez Cerezo, Sergio (dir.) (1991): Tecnología de la educación. Madrid,
Santillana.
En sentido amplio, supone la adquisición de nuevos conocimientos. Se habla de
sociedad de la información para denotar el fenómeno del rápido incremento de
conocimientos que caracteriza a la sociedad actual, estrechamente vinculado con los
avances científicos y el desarrollo de nuevas tecnologías de la comunicación. De este
incremento se derivan problemas (individuales y colectivos) para el almacenamiento,
intercambio y manejo de la información, que requieren para su solución el empleo de
nuevas técnicas y tecnologías.
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Mensaje, contenido que llega a un receptor a través de un canal o soporte; en otras
palabras, la información es el “objeto” de comunicación, cuyo estudio se realiza en un
doble plano: semántico (relativo a su significación) y sintáctico (relativo a su
estructura). La cantidad de información transmitida por un canal es un indicador de su
capacidad. Las informaciones no esenciales o repetidas en una comunicación se
denominan redundantes.
Desde el punto de vista psicológico, la comprensión de una información implica su
procesamiento.
En un sentido estricto, referido al campo de la informática, colección de datos
(símbolos o signos) que contienen un significado y cuya unidad básica de medida es del
bit.
5. Perrone, Graciela y Propper, Flavia (2007): Diccionario de educación. Alfagrama
Ediciones, Buenos Aires.
Conjunto de datos e insumos informacionales que son relacionados, estructurados,
recolectados o asociados con el motivo de generar significado, es decir, explicar,
difundir, enseñar, comprender, discutir, proyectar, algún aspecto del mundo que nos
rodea. La información es el insumo básico para construir conocimiento. Nuestro cerebro
acumula información desde el nacimiento, ya sea de manera natural a través de los
sentidos, o producto de la actividad consciente, el aprendizaje formal, la lecto-escritura.
La memoria guarda la información y esta se procesa de acuerdo con las necesidades de
acción y pensamiento de cada individuo. Las bibliotecas y los centros de información,
los centros de cómputos y otras unidades de información son los espacios donde se
recolecta y almacena la información en distintos soportes para preservarla en el tiempo
como memoria viva colectiva lista para el acceso de quienes lo requieran. Para que la
información presentada sea comprensible por el receptor, es necesario que se compartan
los significados de los códigos semánticos y físicos para su transmisión, recepción y
utilización.
6. Wikipedia.
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Difusión.
1. Salvat editores (2003): La enciclopedia. Salvat, Madrid.
Acción o efecto de difundir o difundirse. Extensión innecesaria o viciosa en lo
hablado o escrito. Fís. Distribución aleatoria de la dirección de propagación de una
propiedad física o radiación (luz, calor, sonido) durante su propagación. Antrop.
Cultural. Transmisión de elementos culturales de una sociedad a otra o de un grupo
social a otro en el seno de una misma sociedad. Tomando como base la caloración de
este fenómeno se define la corriente antropológica del difusionismo.
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2. Martínez de Sousa, José (1991): Diccionario de información, comunicación y
periodismo. Paraninfo, Madrid.
Acción y efecto de difundir. Alcance del medio informativo. Penetración de una
publicación en la zona geográfica en la que se vende y se lee. Acción de poner una
publicación periódica a disposición del público, por un método cualquiera. Número de
ejemplares resultante de sumar las cifras de suscripciones, venta al número y servicios
regulares. Cantidad de ejemplares de un número o de una edición de una publicación
distribuidos entre el público. En radio y televisión, audiencia.
3. Sánchez Cerezo, Sergio (dir.) (1991): Tecnología de la educación. Madrid,
Santillana.
En general, se refiere al envío de algún material o información a múltiples
receptores.
En telecomunicaciones, es el nombre que recibe el hecho de enviar señales a un
gran número de receptores, utilizando algún medio tecnológico. La información se
transmite de forma unidireccional y es susceptible de ser captada por cualquier receptor
físicamente capaz de hacerlo, sin que el emisor pueda establecer una selección de
aparatos receptores dentro del área de cobertura.
Transmisión.
1. Salvat editores (2003): La enciclopedia. Salvat, Madrid.
Acción y efecto de transmitir. Automov. Conjunto de mecanismos que comunican el
esuferzo del motor a las ruedas motrices de un automóvil. Electrón. Envío de energía,
generalmente en forma de señales eléctricas o electromagnéticas, entre un punto y otro.
Fisiol. Conductibilidad nerviosa. Genét. Comunicación de los caracteres hereditarios a
la descendencia. Med. Transferencia o contagio de las enfermedades. Pl. Mil. Nombre
que se da a las oficinas, centros de experiencia e instrucción y tropas destinados a las
comunicaciones telefónicas y telegráficas del ejército.
2. Martínez de Sousa, José (1991): Diccionario de información, comunicación y
periodismo. Paraninfo, Madrid.
Acción y efecto de transmitir.
3. Sánchez Cerezo, Sergio (dir.) (1991): Tecnología de la educación. Madrid,
Santillana.
Transferencia de un mensaje, fotografía, señal u otro tipo de información a través de
una línea (telegráfica, telefónica, etc.) u otro medio, como radio, haces luminosos o
redes de datos. Los elementos que toman parte en una transmisión son: el emisor (por
ejemplo, una emisora de radio), el receptor (un oyente), y el medio (las ondas de radio).
Se distinguen diversos tipos de transmisión: a) Asíncrona: los datos son enviados por el
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emisor en el momento en que los tiene disponibles, sin ningún acuerdo entre emisor y
receptor en cuanto al ritmo de envío. b) Síncrona: el emisor y el receptor se hallan
sincronizados por un reloj, y el envío de los datos se realiza a intervalos regulares
marcados por el mismo. c) En paralelo: todos los bits que componen un carácter son
enviados de forma simultánea, a través de líneas compuestas, por varias vías paralelas.
d) En serie: los bits que componen un carácter son enviados uno a uno a través de una
sola vía, de forma sucesiva. e) Digital: los datos se envían codificados en forma de
claves binarias. f) Analógica: los datos no se envían como claves binarias, sino como
una señal oscilante, pudiendo tomar una amplitud y frecuencia cualquiera dentro de un
intervalo continuo de valores.
B. Educación, pedagogía y didáctica.
Educación.
1. Salvat editores (2003): La enciclopedia. Salvat, Madrid.
Acción y efecto de educar. Proceso para transmitir el bagaje cultural de una
comunidad o grupo social a fin de perpetuar su propia existencia y su continuo
desarrollo. Conjunto de reglas, costumbres y modelos que rigen la sociedad. Cortesía,
urbanidad, buenos modales.
2. Sánchez Cerezo, Sergio (dir.) (1991): Tecnología de la educación. Madrid,
Santillana.
Se denomina genéricamente educación al proceso por el cual todo humano se
incorpora al patrimonio cultural de la comunidad en la que va desarrollándose su
existencia, al tiempo que se integra en el grupo y se especifica como individuo singular.
Fenomenológicamente, en el proceso educativo pueden distinguirse: a)
acciones/intervenciones externas y, b) acción del potencial de educabilidad del sujeto.
Con respecto al proceso externo, cabe señalar las siguientes caracterizaciones: exigencia
de “contacto humano”, presencia de un objetivo, finalidad, pattern o ideal, tenido por
plausible y valioso; secuencia de acciones/intervenciones propositivas o intencionales
que posibiliten la consecución del pattern; valoración/evaluación/estimación de los
resultados obtenidos, que permitan “graduar” las sucesivas acciones (optimación de
variables); y multidimensionalidad (afectación de todas las funciones, dimensiones
cognitiva, afectiva, social, moral, psicomotriz, etc.) o integralidad (es el sujeto el que se
educa en su totalidad).
Los medios o modalidades (vías de acceso al sujeto que utiliza la acción educativa)
son: a) Propuestas de lenguajes, códigos y conocimientos; exposición de modelos que
suscitan la imitación (aprendizaje vicario) y la emulación; facilitación de repertorios de
“normativa” que le simplifican las acciones y garantizan calidad de respuesta; oferta de
“modos de pensar”, “modos de decidir", “modos de procesar” (software) a través de los
“modos de enseñar”. b) Uso de reforzadores (premios/castigos); imposición de normas
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(disciplina); facilitación de puestas en acción de lo aprendido, y selección/elaboración
de situaciones, contextos, climas o variables situacionales que favorecen la acción e
inhiben conductas no deseadas.
Desde la perspectiva del sujeto (proceso interno), la educación se sustenta y
posibilita en la educabilidad del sujeto, siendo decisivo el “potencial educable” que se
genera en la hipercomplejidad y plasticidad neurológica del hombre. La clave de la
acción educativa (desde el punto de vista del proceso interno) reside en la capacidad de
procesar del propio sujeto (autoestructuración). Los efectos del procesamiento suponen
integrar los nuevos datos, funciones, etc., en las estructuras previas a esta concreta
actividad, modificándolas, en un proceso de continua reequilibración.
3. Medina Rubio, Rogelio; García Aretio, Lorenzo y Ruiz Corbella, Marta (2001):
Teoría de la educación. Madrid, UNED.
El término educación proviene de dos términos latinos: educare, que significa
conducir, guiar… y educere, que hace referencia a “sacar fuera”. Cada una de ellas
aporta una dimensión diferente de la actuación educativa. Si nos fijamos en el
significado de educare estamos sosteniendo una actuación externa al sujeto que se
educa. Le estamos proporcionando lo necesario (criar, nutrir, guiar) para salir adelante
en su proceso de constituirse como hombre o como mujer. En este sentido, educación se
centra en la transmisión de la información necesaria para integrar al educando en un
contexto concreto. Estaríamos defendiendo una acción llevada a cabo por otra persona,
que bien se puede identificar con la figura del educador.
En cambio, educere también exige una actuación del educador que debe guiar ese
proceso, pero se exige también necesariamente la participación del propio sujeto sobre
el que se ejerce esa actuación. Encauzar las potencialidades ya existentes en el propio
sujeto. Desde esta perspectiva entendemos la educación como un proceso de desarrollo
de las capacidades de cada individuo.
En consecuencia, entendemos como educación “todo proceso permanente dirigido a
la optimización de la persona en el ser, el conocer, el hacer y el convivir”.
4. Perrone, Graciela y Propper, Flavia (2007): Diccionario de educación. Alfagrama
Ediciones, Buenos Aires.
Etimológicamente proviene del latín educare significa criar, alimentar, nutrir y
educere que alude a sacar, conducir de adentro hacia afuera. Esta doble vertiente ha
generado dos posturas teóricas que conllevan implicancias en la práctica educativa. En
el primer caso se trata de un proceso que se ejerce a través de una acción externa al
individuo y que tiene como finalidad su crecimiento. En el segundo caso, se refiere a
encaminar, encauzar o desarrollar la naturaleza de aquel que se educa, y por ello muchas
veces se hacía alusión a que no debía perturbarse esta naturaleza con actividades
artificiales sino ayudar a que se desarrolle. Estas dos acepciones han disputado el
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sentido de la educación y han tratado de imponerse. Así es como se han plasmado en: la
educación tradicional, centrada en la figura del docente –en el primer caso- y en la
Escuela Nueva que procuraba el despliegue de la actividad del niño, en el segundo.
Existe una tercera postura que sostiene que una de ellas puede predominar sin que eso
signifique la eliminación de la otra.
5. Wikipedia
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Pedagogía.
1. Salvat editores (2003): La enciclopedia. Salvat, Madrid.
Arte o ciencia de enseñar y educar a los niños. Principios y métodos para la
formación completa del niño (física, intelectual, ética, social, etc.). Por extensión y en
general cualquier teoría educativa.
2. López-Barajas Zayas, Emilio; Vidaurreta Campillo, María; Albert Gómez, María
José y Ruiz Corbella, Marta (2000): Introducción a las ciencias de la educación.
Madrid, UNED.
La pedagogía tiene como objeto la educación, considera las categorías humanas
universales, pero también presta idéntica atención a los aspectos emocionales y
afectivos, biológicos, contextuales, ecológicos y psicológicos de los diferentes grupos e
individualidades. La pedagogía es la ciencia y filosofía de la educación que implica el
conocimiento antropológico para adecuar los medios a los fines que pretenden alcanzar.
3. Medina Rubio, Rogelio; García Aretio, Lorenzo y Ruiz Corbella, Marta (2001):
Teoría de la educación. Madrid, UNED.
La pedagogía es una ciencia teórica y práctica a la vez., especulativa y normativa.
Teórica en cuanto consiste en un conocimiento especulativo de la educación que
reflexiona sobre la naturaleza y problemas de la educación, tratando de describirla,
explicarla, comprenderla (qué es la educación, por qué y cómo los hombres por ella se
perfeccionan). Pero es también ciencia práctica en la medida que esas reflexiones y
conocimientos se refieren y dirigen a la práctica, a la aplicación efectiva en la vida
individual y social. Si la Pedagogía teórica es el fundamento que describe y da razón del
porqué de la actividad educacional, la Pedagogía práctica considera la educación como
tarea a realizar y se propone averiguar cómo debe llevarse a cabo.
4. Perrone, Graciela y Propper, Flavia (2007): Diccionario de educación. Alfagrama
Ediciones, Buenos Aires.
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Etimológicamente proviene de griego: pais o paidos (niño) y ago (conducir, guiar).
En la antigua Grecia se llamaba pedagogo a la persona, generalmente en situación de
esclavitud, encargada de acompañar a los niños a la casa del maestro y llevar sus
pertenencias. Luego de la nodriza, el pedagogo se ocupaba de la crianza de los niños. En
la actualidad se define a la pedagogía como la ciencia, la disciplina o el arte que tiene
por objetivo el estudio de la educación. Es decir, que no es la acción de enseñar sino un
cuerpo de saberes sobre la educación y la enseñanza, que permiten conocer y regular el
proceso educativo. Es de carácter interdisciplinario, ya que se nutre de la biología, la
sociología, la psicología, la filosofía, entre otras.
5. Wikipedia.
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Didáctica.
1. Salvat editores (2003): La enciclopedia. Salvat, Madrid.
Parte de la pedagogía que se ocupa de los sistemas y métodos prácticos de
enseñanza destinados a plasmar en la realidad las directrices de la teoría pedagógica.
Muy vinculada a otras ciencias pedagógicas como la organización escolar y la
orientación educativa, la didáctica estudia los procesos de enseñanza y aprendizaje. Los
componentes que interactúan en el acto didáctico son: el docente o profesor, el discente
o alumno, el contenido o materia, el contexto de aprendizaje y las estrategias
metodológicas o didácticas. La didáctica se puede entender como pura técnica o ciencia
aplicada y como teoría o ciencia básica de la instrucción, educación o formación. Los
diferentes modelos didácticos pueden ser modelos teóricos (descriptivos, explicativos,
predictivos) o modelos tecnológicos (prescriptivos, normativos). La historia de la
educación nos muestra la enorme variedad de modelos didácticos que han existido. La
mayoría de los modelos didácticos tradicionales se centraban en el profesorado y en los
contenidos; los aspectos metodológicos, el contexto y, especialmente, el alumnado
quedaban en un segundo término. Como respuesta al verbalismo y al abuso de la
memorización típica de los modelos didácticos tradicionales, los modelos activos (que
caracterizan la escuela nueva) buscan la comprensión y la creatividad mediante el
descubrimiento y la experimentación. Estos modelos suelen tener un planteamiento más
científico y democrático, y pretenden desarrollar las capacidades de autoformación. Hoy
día la aplicación de las ciencias cognitivas a la didáctica ha determinado que los nuevos
modelos didácticos sean flexibles, abiertos y muestren la enorme complejidad y el
dinamismo de los procesos de enseñanza-aprendizaje. Cabe distinguir entre didáctica
general, aplicable a cualquier individuo; didáctica diferencial, que tiene en cuenta la
evolución y características del individuo y su entorno, y didáctica especial, que estudia
los métodos específicos de cada materia o asignatura.
2. Sepúlveda, Félix y Rajadell, Nuria (coord.) (2001): Didáctica general para
psicopedagogos. Madrid, UNED.
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La Didáctica es la ciencia de la educación que estudia e interviene en el proceso de
enseñanza-aprendizaje con el fin de conseguir la formación del educando.
3. Perrone, Graciela y Propper, Flavia (2007): Diccionario de educación. Alfagrama
Ediciones, Buenos Aires.
Disciplina teórica, histórica y política que responde a concepciones amplias sobre la
educación y el sujeto que aprende. Tanto la didáctica como el currículum modernos
surgen a partir de la diferenciación entre la actividad de la enseñanza y lo que se enseña.
Hasta el siglo XVI las prácticas de la enseñanza y el conocimiento transmitido eran
sinónimos. Con la aparición del currículum las preguntas sobre ¿qué pueden aprender?
y ¿qué deben aprender? se trasladan a ¿en qué orden deben hacerlo? Algunos autores la
definen como aquella parte de la pedagogía que se ocupa de describir, explicar y
fundamentar cuáles son los métodos más eficaces para conducir al educando a la
adquisición de conocimientos, técnicas y hábitos. Otros autores la consideran como el
resultado de una investigación específica sobre la enseñanza y que responde mejor a su
papel cuando propone herramientas abiertas que permitan al actor una responsable toma
de decisiones.
4. Wikipedia.
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C. Comunicación educativa, tecnología educativa y educación para los medios.
Comunicación educativa.
1. Sánchez Cerezo, Sergio (dir.) (1991): Tecnología de la educación. Madrid,
Santillana.
Comunicar resulta equivalente a transmitir y en toda transmisión se da un contenido
(mensaje) y una intención. La comunicación educativa es, pues, un tipo de
comunicación humana que persigue logros educativos.
Según la perspectiva constructivista, la comunicación educativa constituye el
proceso mediante el cual se estructura la personalidad del educando, lo cual se logra a
través de las informaciones que este recibe, quien las reelabora en interacción con el
medio y con los propios conceptos construidos.
Según lo dicho, el proceso de aprendizaje humano no es reducible a un esquema
comunicativo de carácter mecánico, por cuanto el receptor no está pasivo, sino que
reelabora los mensajes según sus propios esquemas cognitivos. La comunicación
educativa, pues, ha de tener ciertas características tales como: a) Postura abierta en el
emisor y receptor para lograr un clima de mutuo entendimiento. b) Bidireccionalidad
del proceso, para que el flujo de los mensajes pueda circular en ambos sentidos, si bien
mayoritariamente lo haga de educador a educando. c) Interacción en el proceso, que
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suponga la posibilidad de modificación de los mensajes e intenciones según la dinámica
establecida. d) Moralidad en la tarea, para rechazar tentaciones de manipulación.
La teoría de la comunicación constituye –junto con la teoría de sistemas y las
teorías del aprendizaje- uno de los pilares fundamentales de la actual concepción de la
tecnología de la educación. El esquema: Emisor-Mensaje-Receptor, puede resumir el
conjunto de elementos que intervienen en el proceso, con la única salvedad que en
educación se contempla la simetría en la orientación del proceso para evitar la exclusiva
unidireccionalidad.
Aunque en el sistema escolar es el profesor quien ejerce mayormente las funciones
de emisor, actualmente hay que considerar que la configuración personal se logra a
través de múltiples fuentes personales e institucionales, con especial mención para los
medios de comunicación de masas, cuya influencia es tan controvertida como evidente.
Hoy se insiste en un nuevo rol del profesor, asignándole la responsabilidad de
actuar como mediador entre el educando y la compleja red informativa que sobre él
confluye.
Tecnología educativa.
1. Sánchez Cerezo, Sergio (dir.) (1991): Tecnología de la educación. Madrid,
Santillana.
En sentido amplio puede concebirse como el proceso de diseño, desarrollo,
aplicación y evaluación de sistemas, técnicas y medios para mejorar el aprendizaje
humano. Esta definición considera la tecnología como aplicación de la ciencia a la
práctica; en nuestro caso, aplicación de conocimiento organizado a la solución de
problemas educativos, concretamente al diseño de cursos de acción controlados para
producir aprendizajes.
Esta concepción de la tecnología de la educación implica cuatro componentes
interrelacionados: 1. Una base teórica de la que derivan principios y reglas de
intervención, y que incluiría, al menos, una teoría del aprendizaje, y los principios de
funcionamiento cognitivo y de procesamiento de la información. 2. Unas reglas o
principios de intervención para dirigir el contenido y la forma de los acontecimientos
educativos. 3. El estímulo o contenido de la educación (selección, organización, etc.) 4.
La forma de la intervención, una de cuyas características esenciales es el medio a través
del cual se presenta y estructura el estímulo.
En su origen, la tecnología educativa se identificó con el uso en el aula de
instrumentos, máquinas, aparatos y equipos mecánicos, eléctricos o electrónicos que
podían facilitar la tarea docente y discente y mejorar el rendimiento de los alumnos. Es
decir, la tecnología educativa hacía referencia a la introducción en el proceso educativo
de productos más o menos sofisticados de la moderna tecnología, como vehículos o
soportes de diversas funciones educativas, especialmente la presentación de estímulos y
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contenidos a los estudiantes. La base de esta tecnología estaba constituida por los
medios audiovisuales (cine, imagen fija, registro de sonido, radio) que se habían venido
desarrollando progresivamente desde el final de la Primera Guerra Mundial y que
irrumpieron en la enseñanza cargados de una ideología concreta, que consideraba a la
imagen como portadora del valor didáctico de la concreción, frente al predominio de la
abstracción, representado por el “verbalismo” y “memorismo libresco” de los antiguos
medios educativos. En realidad, más que tecnología de la educación se debería hablar,
en términos de Dieuzide, de tecnología en la educación.
El estudio de los efectos del uso de los medios forzó a una modificación del
concepto de tecnología educativa. La tecnología cambió de perspectiva centrando su
atención fundamentalmente en el estudio de los procesos y sistemas educativos a fin de
optimizarlos. Su objetivo sería pautar, racionalizar y sistematizar; en una palabra,
tecnificar la acción educativa para producir unos determinados efectos en el alumno,
cuya manifestación sería el logro de los objetivos previstos. Esta sistematización y
racionalización de la educación alcanzarán su máximo nivel tecnológico si se logra
objetivizar el proceso, siendo la única vía de objetivación del proceso su plasmación y
concreción en el material y recursos educativos, concebidos como sistemas, que llevan
implícitos un modelo de aprendizaje y unos métodos de intervención específicamente
dirigidos a la consecución de unos objetivos.
En el orden teórico se está perfilando un nuevo avance que supondría pasar de la
concepción de la tecnología educativa como un modo técnico de hacer la educación
(aplicación de la teoría de procesos y sistemas a la enseñanza) a conceptualizar la
educación como una técnica diversificada de intervención directamente derivada de las
características específicas del aprendizaje. Se trataría de una verdadera tecnología
intrínseca de la educación, centrada en unos objetivos (aprendizaje) que son procesos de
cambio de conducta determinantes de los modos de intervención. Nos hallamos ante la
perspectiva de una verdadera tecnología de la educación, cuyo objeto no sería el estudio
de los medios, recursos, procesos y técnicas en sí mismos, sino en función de cómo se
producen los cambios de comportamiento que constituyen los objetivos de la
intervención técnica.
2. Perrone, Graciela y Propper, Flavia (2007): Diccionario de educación. Alfagrama
Ediciones, Buenos Aires.
Término que se utiliza para describir el uso de distintos elementos de tecnología
para acompañar los procesos de aprendizaje. Todos los estudiantes se pueden beneficiar
cuando la tecnología es utilizada en forma inteligente y provee de contenidos
significativos y herramientas poderosas para aprender. Experiencias que utilizan
tecnologías en forma real o simulada ayudan a preparar al joven para insertarse en este
mundo laboral cambiante y altamente tecnologizado. Las tecnologías de información y
comunicación y la multimedia interactiva son elementos que mejoran la educación en
forma sorprendente, pero no por sí mismos, sino cuando están insertos en paquetes
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didácticos definidos curricularmente e inmersos en la cultura organizacional de la
escuela. La tecnología trae al aula una ventana para abordar los contenidos del universo
pasado, presente y futuro. Asimismo contribuye a desarrollar en forma conjunta
distintas áreas sensoriales y cognitivas, lo que no ocurre cuando se está trabajando
solamente con textos impresos. La tecnología también tiene la ventaja de darnos
opciones de tiempos de aprendizaje más cómodos, no sólo para que cada alumno trabaje
a su ritmo, sino para combinar el tiempo de aprendizaje de la totalidad de estudiantes
que componen una clase. Por último, la tecnología asiste el desarrollo de las destrezas
necesarias para el desempeño profesional de la vida adulta. Se puede agregar que las
tecnologías sirven también para dar autonomía de aprendizaje a los estudiantes que
tienen necesidades educativas especiales. La tecnología educativa no sólo incluye las
TIC´s sino todos los elementos y recursos didácticos que se utiliza en la enseñanza: la
tiza, el pizarrón, los libros, la televisión, la radio educativa, el video, el museo, etc.
Educación para los medios.
1. Sánchez Cerezo, Sergio (dir.) (1991): Tecnología de la educación. Madrid,
Santillana.
Conjunto de actividades educativas dirigidas a la formación del individuo en el uso
y comprensión de los diversos medios audiovisuales y de comunicación social presentes
en nuestra sociedad. Pretende que el individuo alcance una mayor comprensión de las
funciones y los roles que representan esos medios, de los efectos que producen en los
individuos y en los grupos, así como fomentar una actitud activa frente a los mensajes
que transmiten y los papeles que desempeñan. A diferencia de la educación a través de
los medios, que pretende aprovechar éstos para el logro de los objetivos de instrucción,
la educación para los medios se orienta a preparar al individuo para que sea capaz de
aprovechar las posibilidades educativas que ofrecen los medios de comunicación social
y las nuevas tecnologías de la imagen y el sonido, adoptando una posición activa y
crítica frente a informaciones recibidas. Las posibilidades de interacción con los medios
se amplían cada día en nuestra sociedad, que ha sido definida como sociedad de la
información y de la imagen. Esta interactividad del hombre con los medios es cada vez
mayor y se manifiesta en la figura del EMIREC (emisor-receptor), que es todo aquel
miembro de nuestra cultura que asume alternativamente e indistintamente el papel de
emisor o receptor de mensajes, de acuerdo con las circunstancias y las necesidades del
momento.
2. Elección de un modelo comunicativo: el modelo de Mario Kaplún.
Para poder elaborar el modelo comunicativo elegido, he partido del libro “Historia
de las teorías de la comunicación” de Armand y Michèle Mattelart. En él he tenido la
oportunidad de ver diferentes vínculos con la concepción comunicativa que pretendo
desarrollar, la del educador uruguayo de origen argentino Mario Kaplún. En efecto,
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diversas influencias desde corrientes sociológicas y comunicativas diferentes me han
ayudado a entender mejor este modelo comunicativo y, por este motivo, creo necesario
hacer mención a esas influencias y con ello también al proceso de aprendizaje que he
llevado a cabo en este sentido.
Comenzaremos así por considerar la importancia de las “sociologías interpretativas”
frente a las “sociologías estructurales” y pasaremos más adelante a comentar la
influencia que, bajo mi punto de vista, han tenido autores como Jürgen Habermas,
Umberto Eco o Roland Barthes, en el modelo comunicativo desarrollado por Mario
Kaplún.
Bajo la denominación de sociologías interpretativas se agrupan una serie de
corrientes (interaccionismo simbólico, fenomenología social, etnometodología) que se
han ido desarrollando a partir de los años sesenta del siglo XX, como reacción a las
sociologías llamadas estructurales (estructuralismo y funcionalismo). Estas últimas
hacen referencia a una concepción “macro-social” interesada por las “coacciones
sociales exteriores al individuo y que consagran la primacía de la sociedad sobre el
individuo, de la estructura sobre la práctica” (Mattelart, 1997: 90). Por el contrario, las
sociologías interpretativas hacen referencia a los microprocedimientos más centrados en
las prácticas comunicativas y las acciones concretas de los miembros de un grupo
social, es decir, supondrían de esta forma el “regreso de lo cotidiano”, en palabras del
autor anteriormente citado.
Harold Garfinkel está considerado el fundador de la etnometodología. Este autor
rompe con las ideas estructuralistas-funcionalistas de Talcott Parsons, basándose en el
supuesto de que todos los seres humanos tienen un sentido práctico con el que ajustan
las normas de acuerdo con la racionalidad que utilizan en la vida cotidiana. Es decir, la
etnometodología analizaría los métodos que los seres humanos llevan a cabo en sus
actividades ordinarias de cada día.
Asimismo, la etnometodología comienza a considerar la relación entre acción y
contexto que se convierten, a partir de este momento, en elementos interdependientes.
Desde esta perspectiva el contexto influirá en el sentido de la acción, y ésta, a su vez
contribuirá a la construcción del contexto situacional. Esta nueva concepción será
especialmente relevante para el modelo comunicativo que hemos elegido, ya que “lo
social” no será ya algo meramente dado, sino el resultado de una actividad donde los
actores son protagonistas y creadores de significados. La conversación –y por extensión
la práctica comunicacional–, comienzan a verse como una actividad propia de la
interacción social, una actividad que considera al destinatario actor protagonista y
capacitado para producir sentido y para desarrollar procedimientos de interpretación y
creación.
Por su parte, Herbert Blumer inaugura el llamado “interaccionismo simbólico”.
Desde este enfoque se destaca la naturaleza simbólica de la vida social y de la
comunicación. Pretende estudiar la interpretación que hacen los actores de los símbolos
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originados en las interacciones sociales que han llevado a cabo. Es decir, al igual que en
el caso de la etnometodología, nos encontramos con una sociología interpretativa que se
centrará en las actividades comunicativas concretas, históricas y socioculturalmente
contextualizadas, pero considerará además los elementos simbólicos presentes en todo
proceso comunicativo.
La etnometodología y el interaccionismo simbólico influyen decisivamente en la
transformación de una “lingüística estructural” a una “lingüística de la comunicación”.
Desde la primera nunca se consideró la importancia del emisor y receptor como actores
del proceso, concediendo más importancia a la macro-estructura y relegando a un plano
secundario la acción práctica. Desde la segunda, sin embargo, se estudia las relaciones
que vinculan a los protagonistas de la acción comunicativa –emisor y receptor–, en un
enfoque “pragmático-enunciativo” donde se considera a los sujetos como determinantes
clave del lenguaje, superando así la concepción descriptiva-formal del mismo. En
palabras de Matellart “el lenguaje ya no está descrito en sus estructuras formales, sino
en el uso práctico que de él se hace en la vida cotidiana”.
Por otro lado, debo mencionar el enfoque del filósofo alemán Jürgen Habermas en
su “teoría de la acción comunicativa”, donde se estudian los intercambios simbólicos y
los contextos de lenguaje que tienen lugar en las interacciones y relaciones sociales.
Pero para llegar a comprender el modelo comunicativo propuesto por Mario Kaplún,
considero necesario señalar la importancia de Umberto Eco en su obra La obra abierta
y de Roland Barthes en su ensayo sobre “la muerte del autor”, por su influencia directa
en la concepción del receptor como protagonista del proceso comunicacional. En los
trabajos de los autores mencionados se da cuenta de la importancia del lector ante la
interpretación de una obra, es decir, se empieza a considerar al receptor del mensaje
como un protagonista activo que procesa la información que le llega e interpreta
significados de forma autónoma. Es decir, empieza a considerarse la bidireccionalidad
del proceso comunicativo en la construcción de significados. Esta conceptualización del
lector, entronca con la idea comunicativa de Kaplún cuando hace hincapié en el proceso
intersubjetivo de la comunicación.
En efecto, para Mario Kaplún la comunicación implica diálogo, intercambio,
relación de compartir. La comunicación es reciprocidad, es “grupalidad” y es
interacción social. Es ahí, por tanto, en esa relación que une emisión y recepción, donde
se produce el aprendizaje de los interlocutores (en contextos educativos, alumnos) y la
construcción colaborativa de conocimiento. La concepción comunicativa de Mario
Kaplún supera los esquemas tradicionales basados en la emisión unidireccional de
mensajes a receptores pasivos (modelo transmisor) y considera al receptor como un
sujeto activo que interpreta los mensajes que recibe y se convierte, al mismo tiempo, en
autor (co-autor, co-creador) de conocimiento, aprendizaje y significados.
Con Kaplún la unidireccionalidad se transforma en bidireccionalidad y la
comunicación pasa a ser un componente fundamental de la acción educativa. Parte
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desde el constructivismo interaccionista de Vigotsky y Bruner para basar su concepción
comunicativa-educativa en la necesidad de la interacción social, es decir, en la
comunicación, caracterizada por la horizontalidad y la bidireccionalidad. Considera que
el lenguaje desempeña una función imprescindible en el aprendizaje ya que es “materia
prima para la construcción de conocimiento e instrumento esencial del desarrollo
intelectual”. Por tanto, será necesaria la adquisición e incorporación, por parte del
educando, de los símbolos lingüísticos que le permitirán construir sus estructuras
cognitivas, algo que logrará únicamente mediante la interacción con su entorno, es
decir, mediante la comunicación.
Mario Kaplún relaciona así proceso educativo y proceso comunicativo, donde
aprendizaje es sinónimo de actividad y expresión por parte de los que antes eran solo
receptores: “cuando el sujeto educando logra expresar una idea de modo que los otros
puedan comprenderla, es cuando él mismo la comprende y la aprehende
verdaderamente”. Este autor se sitúa en el centro mismo del proceso comunicativo,
otorgando el mismo protagonismo a emisores y receptores en la construcción de
significados y en la producción de conocimiento social. Es la intersubjetividad la
columna vertebral de la comunicación y es la comunicación el núcleo fundamental del
proceso de aprendizaje.
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