Un mal que se combate en equipo Esta enfermedad progresiva y de origen desconocido tiene en el paciente y su familia la mejor vía para el diagnóstico y la convivencia Por ANA MARGARITA GONZÁLEZ Foto CÉSAR A. RODRÍGUEZ Más que temerle a la enfermedad de Parkinson, lo aconsejable es conocerla y mantener una actitud positiva en la lucha por controlarla y convivir con ella. El paciente debe participar en la toma de decisiones relativas al tratamiento y a su modo de vida. En estos casos nunca debe perderse la esperanza. Las opiniones del doctor Enrique Michel Esteban Hernández, Director del Instituto de Neurología y Neurocirugía, refuerzan la idea de otros galenos, de que el tratamiento a esta enfermedad debe convertirse en un asunto familiar, pues en común pueden apoyar no sólo al paciente, sino que con sus aportes y observaciones, trasmitidos al especialista ayudan a un diagnóstico más certero. Los parkinsonianos deben tener un adecuado conocimiento de su enfermedad, para distinguir por ejemplo, entre un temblor y los movimientos Algunos síntomas del Parkinson involuntarios, que pueden producirse incluso, como consecuencia de algún mejoran —hasta un 70%— con ejercicios y medicina natural, entre medicamento. ellos los temblores, el habla, la Deben saber comunicarle al médico las incapacidades funcionales que lo ansiedad y la autoestima. aquejan, pues según especifica el doctor Michel Esteban, el diagnóstico del Parkinson es totalmente clínico, no lleva estudios complementarios. De ahí la importancia de la relación paciente-médico-familiares-amigos. ¿TEMBLORES, RIGIDEZ, DIFICULTAD EN LOS MOVIMIENTOS...? La enfermedad de Parkinson es un trastorno del movimiento, que se caracteriza por la lentitud en el accionar de su portador, rigidez muscular, temblor de reposo (más pronunciado de un lado que de otro) y falta de equilibrio, fundamentalmente. A estos se agregan síntomas secundarios, como letra pequeña, habla suave y amortiguada, reducción de la amplitud de movimiento del brazo en el lado afectado, pasos cortos, disminución del parpadeo y la frecuencia para tragar, baja presión sanguínea, estreñimiento, piel reseca y con caspa. Nuestro entrevistado asegura que el 30 por ciento de las personas que padecen este mal no desarrollan temblores. La naturaleza y severidad de los síntomas y la evolución que alcanzan con el tiempo varían enormemente de un individuo a otro, y difícilmente un paciente diagnosticado manifiesta o desarrolla todo el cuadro descrito, dice el doctor Michel. Se les presta mucha atención a los problemas motores de la enfermedad y se relegan los relacionados con la depresión, manifiesta entre el 25 y 30 por ciento de los pacientes, la ansiedad, la demencia, la lentitud al pensar, las alucinaciones, la psicosis, los trastornos del sueño y hasta ciertos dolores difusos. Es beneficioso que las personas con estos síntomas se los comuniquen al médico, para ayudar a un mejor diagnóstico. Según la misma fuente, la causa de la enfermedad es desconocida, pero tiene una patología muy bien definida: ocurre la degeneración de las células del cerebro, principalmente en la región central conocida como sustancia negra. Esta parte se comunica con otra, llamada cuerpo estriado, mediante un mediador químico denominado dopamina. Precisamente la falta de esta sustancia causa la mayoría de los síntomas de la enfermedad; y los medicamentos que se administran van encaminados a restituir temporalmente esa carencia, precisa el especialista. TRATAMIENTO INDIVIDUALIZADO El tratamiento para controlar el Parkinson es totalmente individualizado, tomando en cuenta las características de cada persona, su nivel de incapacidad, la relación entre beneficioriesgo y la evolución de cada uno. Además de la terapia farmacológica —aconseja el doctor Michel— deben tenerse en cuenta el conocimiento que tiene el paciente sobre su enfermedad, el apoyo psicológico, la orientación de ejercicios específicos y la nutrición. También pueden aplicarse fisioterapias, logopedia, terapia ocupacional y psicoterapia. La administración, bajo prescripción médica, de un medicamento conocido como Levodopa, es el agente más eficaz para controlar el Parkinson, aunque algunos síntomas no responden muy bien a él, como son la falta de equilibrio, el impedimento del habla, la disfunción sexual cuando existe, las sudoraciones excesivas, el estreñimiento, la depresión, la ansiedad o la demencia, puntualiza el especialista. Los medicamentos deben ingerirse alejados de las comidas, triturados, junto a un vaso lleno de agua o una infusión caliente, para mejorar su absorción. Pueden tener efectos secundarios pasajeros, que disminuyen con el tiempo, como son náuseas, vómitos o falta de apetito. Algunos consejos de este galeno a los pacientes con Parkinson, son los siguientes: si sienten mareos al realizar movimientos rápidos, cambiar de posición lentamente, aumentar los fluidos, la sal y la cafeína en la dieta, levantar las piernas de cuando en cuando durante el día. Para los problemas gastrointestinales, no administrar Metoclopramida; evitar los lavados y laxantes contra el estreñimiento, y aumentar las fibras vegetales en las comidas. El Parkinson es una enfermedad progresiva, que puede hasta incapacitar laboralmente al paciente —él mismo pide o no la exclusión de su vida profesional— pero el doctor Michel Esteban asegura que siguiendo una estrategia terapéutica adecuada es posible mantener la calidad de vida de los pacientes por mucho tiempo. No pierda la esperanza, aprenda a convivir con este padecimiento.