ROSTROS Y VOCES DEL REASENTAMIENTO INVOLUNTARIO

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ROSTROS Y VOCES DEL REASENTAMIENTO INVOLUNTARIO.
Proyecto Fondecyt 1000540
Los programas de desarrollo y modernización, especialmente los
de
infraestructura, tales como la construcción de carreteras, centrales hidroeléctricas, etc,
tienen como consecuencia, en el aspecto social, el desplazamiento forzoso de personas o
reasentamiento involuntario. Este proceso de reasentamiento involuntario no solo es
privativo de los proyectos de desarrollo, sino además de otros fenómenos tales como los
desplazamientos por catástrofes naturales o tecnológicas como por ejemplo terremotos,
inundaciones, derrame de elementos tóxicos, o por conflictos armados a nivel interno,
como en Colombia, o internacionales como en medio oriente.
El proceso de reasentamiento involuntario consiste en dos procesos distintos, pero
estrechamente relacionados, por un lado el desplazamiento de personas de un lugar a
otro, dejando atrás el lugar de residencia y por otro el establecimiento de estas
personas en un lugar distinto, con la consecuente reconstrucción de los medios de
vida.
El reasentamiento involuntario como producto de la implementación de programas
de desarrollo, importa el desplazamiento que implica la expropiación de la tierra y otros
activos mayores y la mudanza propiamente tal de los habitantes para permitir que el
proyecto prosiga. Desde el punto de vista sociológico “ es un proceso de deshilvanar
patrones funcionales de organización social, sistemas de producción y asentamientos
existentes. El desplazamiento forzoso de la población siempre crea una crisis social, y
algunas veces una crisis política también”.1
La reconstrucción por su parte se refiere “a la reintegración de las personas
desplazadas y al restablecimiento de sus patrones de organización socioeconómica. En
teoría los dos procesos son segmentos de un sólo segmento continuo, y en la práctica, el
Cernea Michael,”Practica Sociológica e Investigación-Acción Sobre Reasentamientos de Población: Parte Y.
En revista de Sociología Aplicada, vol 13,nª2,1996.
1
segundo no sucede automáticamente al primero y muchas personas permanecen
dislocadas”.2
Por sus efectos adversos el reasentamiento involuntario en la actualidad se ha
convertido en foco de atención de un
amplio debate internacional, involucrando y
polarizando a gobiernos, ONGs, parlamentarios, agencias de desarrollo, y medios de
comunicación. Las críticas al reasentamiento involuntario van dirigidas, algunas veces en
un rechazo a las metas y la legitimidad del programa que ocasiona el reasentamiento y a
veces al desarrollo mismo. Se pueden distinguir dos posiciones principales en estos
argumentos, uno niega, en
principio que cualquier reasentamiento involuntario sea
aceptable, tales como los fundamentos teóricos de los grupos indígenas latinoamericanos
radicales. El otro, critica la baja calidad de las operaciones específicas de reasentamiento
como por ejemplo el antropólogo Theodoro Downing, consultor externo del Banco
Mundial, respecto de sus críticas a la construcción de las centrales hidroeléctricas Pangue y
Ralco y sus sendas consecuencias negativas en El Alto Bio Bio, en nuestro país.
Solo en los últimos treinta años se ha tomado en consideración de que el
desplazamiento y el reasentamiento son mucho más que un simple traslado de una
población de un sitio a otro. En efecto, ya sea por voluntad de un gobierno, por un
proyecto de desarrollo, por un disturbio civil, por persecución étnica, o por amenaza de
un desastre, se produce el traslado forzoso de población, el cual involucra un proceso de
recomposición de la comunidad, no como lo hubieran hecho sus miembros, sino de acuerdo
a fines y valores ajenos. En este sentido, el reasentamiento es un acto político, ante todo,
basado en el poder desigual entre los participantes. En la gran mayoría de los casos, para la
población afectada, el desplazamiento y el reasentamiento constituyen un desastre auténtico
y concreto3.
Cuando las personas son desplazadas se desmantelan los sistemas de producción, se
desorganizan los reasentamientos de larga tradición y se desperdigan los grupos de
afinidad. La vida cotidiana de las personas se afecta de manera muy dolorosa, muchos
2
Ibid.
empleos y activos desaparecen, los niveles de salud tienden a deteriorarse, las conexiones
entre los productores y sus clientes se rompen y los mercados locales de empleos se
interrumpen. Se disuelven las redes sociales informales que son parte de los sistemas de
sostenibilidad diaria, como por ejemplo ayuda mutua en el cuidado de los hijos, seguridad
alimentaria, transferencia de ingresos, prestamos a corto plazo, intercambio de tareas y
trabajos y otras fuentes básicas de apoyo socioeconómico. Las organizaciones locales y
asociaciones formales e informales desaparecen por la dispersión de sus miembros.
La comunidad tradicional y los sistemas d autoridad pueden perder sus líderes. Las
marcas simbólicas tales como monumentos ancestrales y cementerios deben ser
abandonados, rompiendo así los nexos con el pasado y con la identidad cultural de las
personas. El potencial de que se violen los derechos individuales y grupales hacen que el
reasentamiento involuntario sea distinto a cualquier otro proceso de desarrollo.
El principal riesgo es en último término el empobrecimiento, ya sea por la falta de
tierra, trabajo, por el deterioro de la salud o por la pérdida de acceso a los servicios y
activos tradicionales de la comunidad.4
El reasentamiento, según Scudder es "un insulto multidimensional con componentes
psicológicos, fisiológicos, y socioculturales”5. Cuando la persona es desplazada contra su
voluntad de su terreno, sufre un estrés enorme debido al trauma del traslado, al sentido de
culpabilidad frente a su impotencia de resistir, a la sensación de luto y de pérdida del hogar
y a la ansiedad por el futuro. El estrés sociocultural nace de la falla por parte de las
autoridades de tomar en cuenta a la necesidad de los miembros de una comunidad de
mantenerse juntos, de la falta de sostenibilidad económica después del reasentamiento y la
ruptura de actividades culturales como consecuencia del desplazamiento. El resultado
3
Ibid.
Ibid.
5
Citado por : Oliver -Smith Anthony, “ Desastre sobre Desastre?. La vulnerabilidad Urbana y el
Reasentamiento de Poblaciones: Un Bosquejo del Problema y un Esquema para la Investigación”, ponencia
presentada al Seminario Internacional sobre Reasentamiento de Población. Colombia 1998.
4
frecuente es la pérdida de la lógica de la vida, de una razón de ser que presta un sentido de
significado a la existencia.6
Con el reasentamiento involuntario pueden florecer la violencia interpersonal, el
abuso entre miembros de la familia, el alcoholismo y la drogadicción, y a nivel de la
comunidad, el abandono del asentamiento nuevo, la pérdida completa de la inversión, el
crecimiento del desempleo, pérdidas económicas, patología social, y el crecimiento de
costos sociales en general7.
Uno de los procesos que combate la pérdida de la orientación de la vida que
muchas veces acompaña el reasentamiento es la resistencia. “La resistencia al
reasentamiento es un fenómeno cada vez mas frecuente, sobre todo en los proyectos de
reasentamiento provocados por proyectos de desarrollo o por desastres. Es importante
entender que la resistencia no es solo la protección de intereses materiales sino también una
defensa de una cultura y de una comunidad con todo lo que significan estos elementos para
la identidad individual y comunitaria. La resistencia es una lucha para defender la vida, y
frente a una autoridad poderosa, puede galvanizar a una comunidad y definir su identidad
en términos muy concretos. La resistencia al reasentamiento constituye una afirmación de
control sobre la vida que combate la amenaza a la lógica de la vida que representa el
reasentamiento . Al fin y al cabo, para muchas personas la casa que ocupan ha sido un
resultado importante de una lucha continua para establecerse en el mundo urbano y
simbólicamente encarna su esfuerzo para mejorar la vida”8.
De acuerdo a lo expuesto por Jorge Eastman, Viceministro del Interior del Estado de
Colombia, en el Seminario Internacional sobre Reasentamientos Involuntarios de Población
realizado en Colombia el año 1998, la situación del desplazamiento forzado puede terminar
6
Ibid.
Ibid.
8
Oliver -Smith Anthony, “ Desastre sobre Desastre?. La vulnerabilidad Urbana y el Reasentamiento de
Poblaciones: Un Bosquejo del Problema y un Esquema para la Investigación”, ponencia presentada al
Seminario Internacional sobre Reasentamiento de Población. Colombia 1998.
7
en condiciones infrahumanas, hacinados en zonas subnormales de las ciudades intermedias
o capitales, donde la insatisfacción de las necesidades básicas es habitual y su arribo influye
decididamente en el empeoramiento de las condiciones generales de vida de la comunidad
allí asentada.
Esta situación crea problemas de vivienda, educación, salud, servicios
públicos y recreación, fomenta la inseguridad y constituye un traumatismo para las
personas obligadas a subsistir en un entorno extraño en condiciones de desarraigo,
discriminación y marginalidad.
El desplazamiento forzado es más, conlleva traumatismos en el tejido social que se
manifiestan en los cambios de las estructuras familiares. La consecuencia más visible es el
incremento de hogares con jefatura femenina, en los cuales las mujeres deben sobrellevar
el subsistencia del grupo familiar y su reconstrucción en entornos extraños y hostiles.
Además, a nivel comunitario, se destruyen procesos de organización y participación
propios de las zonas rurales a través de los cuales se han posibilitado históricamente la
solución de las necesidades básicas.
Los efectos psicológicos y culturales del desplazamiento forzado son graves, el
desplazamiento afecta de una manera vital al individuo, que se ve expuesto a grandes
traumas, como el desarraigo y los sentimientos de pérdida en todas sus dimensiones.
Especialmente la población rural, sufre graves procesos de desarraigo al pasar de una
cultura rural a una urbana o semiurbana, lo cual es considerado como una de las más graves
violaciones a los derechos humanos. De hecho allí se afectan., entre otros, derechos
civiles, políticos, económicos y sociales, el derecho a la vida, a la integridad física, la
seguridad personal, la libertad, la residencia, la unidad familiar.
Los principales efectos del desplazamiento, de acuerdo a Eastman son:

Desquebrajamiento del tejido social y la unión familiar.

Incremento de la miseria social y pérdida de la calidad de vida, con severas
repercusiones económicas como: desempleo, disminución de la producción agraria y
aumento de la carga fiscal.

Aumento del vandalismo y los cinturones de miseria en las ciudades receptoras de la
población desplazada.

Perdida de la credibilidad del Estado en la salvaguarda del orden público.

Deterioro de la imagen internacional, a partir de la violación del derecho internacional
humanitario, los derechos humanos y los derechos de los desplazados externos.

Despoblamiento de la zona rural.

Fraccionamiento de facto del territorio Nacional

Incremento del poder de los actores armados.

Afecta el desarrollo de las ciudades influenciadas por el flujo demográfico no
planificado e incide en la efectividad de la planeación y ordenamiento territorial.
Michael
Cernea,
sociólogo
del
Banco
Mundial
ha
realizado
múltiples
investigaciones sobre reasentamientos involuntarios producto de proyectos de desarrollo
financiados por el Banco Mundial y otras instituciones financieras. El sostiene que los
programas de desarrollo mejoran la vida de muchas personas y desarrollan tanto la
economía local como nacional, sin embargo el desarrollo pueden también causar
reasentamientos forzosos de ciertos segmentos de la población local. Las poblaciones
reasentadas son en general pobres y terminan en peor situación con este proceso.
El resultado general es que algunas personas disfrutan las ganancias, mientras las
otras sufren solo los dolores del desarrollo. Durante la década de los 90, cerca de 10
millones de personas se desplazaron mundialmente, cada año como consecuencia de
programas de desarrollo de infraestructura. Esto significa cerca de 90 a 100 millones de
personas se desplazaron mundialmente durante la década pasada, lo cual es mucho mayor
que el número de total de refugiados ocasionados por la guerra y los desastres naturales 9.
Cernea diseña un modelo de riesgo y reconstrucción para el reasentamiento de
poblaciones. Este modelo se encuentra construido alrededor de un concepto central: los
riesgos de empobrecimiento. Estos riesgos son inherentes a todo desplazamiento. En
este
contexto, el concepto sociológico de riesgo se entiende como el potencial de que cierto
curso de acción genere efectos injuriosos10. Según el autor el hecho de que el riesgo debe
determinarse como un concepto opuesto al de seguridad es un axioma ampliamente
difundido.11
Cernea plantea ocho riesgo o peligros de empobrecimiento, los cuales resultan de
los procesos de deprivación social y económica y son las más importantes12:
A.- Perdida de la tierra: la expropiación de la tierra elimina los cimientos sobre los cuales
se construyen los sistemas productivos, las actividades comerciales y los medios de vida de
las personas. Esta es la principal forma de descapitalización y empobrecimiento de las
personas desplazadas, ya que pierde su capital natural, como el capital construido por las
personas. Un ejemplo de lo anterior es el proyecto hidroeléctrico Kiambere en Kenya, del
cual el estudio descubre daños psicológicos dolorosos y perdurables. Esto daños incluyen a
aquellos cuyo medio de vida depende de un empleo tales como jornaleros sin tierra en las
áreas de las represas, empleados locales de servicios u otros negocios, así como a pequeños
comerciantes y microempresarios. Al ser la creación de empleo una situación muy difícil, el
desempleo o sub-empleo perdura mucho tiempo después de la reubicación física. Aquellos
que anteriormente contaban con un empleo los pierden de tres maneras: en las áreas
urbanas, pierden sus trabajos en las industrias y empresas de servicios u otras
oportunidades de trabajo; en las áreas rurales, pierden el acceso al trabajo en las tierras
propiedad de otros, (arrendadas o en media y al uso de los activos bajo propiedad
comunera. Un ejemplo lo demuestra, una encuesta desarrollada entre las familias de las
tribus de cinco comunidades en Talcher, Orissa, encontró un incremento en el desempleo
desde el 9% hasta el 43,6%, acompañado por un elevado índice de cambio de ocupaciones
Cernea Michael, “El Modelo De Riesgos y Reconstrucción Para el Reasentamiento De Poblaciones
Desplazadas”. En: Reasentamiento y Estudios Sociales. Seminario Internacional Sobre Reasentamiento de
Población. Colombia, 1998.
10
En este concepto Cernea se basa en los establecido por Guiddens.
11
En este concepto Cernea se basa en Luhmann..
12 12
Cernea Michael, “El Modelo De Riesgos y Reconstrucción Para el Reasentamiento De Poblaciones
Desplazadas”. En: Reasentamiento y Estudios Sociales. Seminario Internacional Sobre Reasentamiento de
Población. Colombia, 1998.
9
primarias a ocupaciones terciarias (cuando estaban disponibles; reportó además una
reducción en los niveles de ingresos entre el 50 y 80%, entre las tribus y castas.)
B.- Pérdida del hogar: la pérdida de hogar y albergue puede ser temporal para
desplazados, pero para muchos, la falta de hogar se mantiene como una condición crónica.
En un sentido cultural amplio, la pérdida del hogar familiar está ligada con la pérdida del
espacio cultural de un grupo, resultando en una alienación y deprivación.
Cuando los reasentados no pueden pagar los costos financieros de la mano de obra y
de tiempo, requeridos para construir una vivienda, se les obliga a mudarse a albergues
temporales. Los centros de vivienda de emergencia y campamentos de reasentamiento
temporales utilizados como última salida en los casos de reasentamientos pobremente
planificados tienden a producir una falta de vivienda crónica, en lugar de temporal. Para
acelerar las salidas de sus viviendas, se llevan a cabo en algunos lugares destrucciones
violentas de las casas pertenecientes a personas denominadas “invasores de tierra, como es
el caso de Uganda en el área del parque Kibal. En los proyectos de irrigación de JukadiKrishna en Maharashtra, India, el 59: de las familias desplazadas se encontraban viviendo
en casos temporales o semi temporales diez y quince años después de su reubicación.
D.- Marginalización: Esta ocurre cuando las familias pierden el poder económico y se
deslindan por una ruta de movilidad del deterioro: las familias agrarias de ingresos medios
no pasan a ser agricultores sin tierra, sino que pasan a ser pequeños propietarios; los dueños
de pequeños negocios y artesanos reducen el nivel de actividad económica y traspasan el
umbral de la línea de pobreza. Muchos individuos no pueden utilizar las habilidades
previamente adquiridas en su nueva localidad y el capital humano se pierde o se convierte
en improductivo e inactivo.
El sistema coercitivo del desplazamiento, también deprecia el autoestima. La
marginación se materializa además en una caída del status social y en una pérdida
psicológica de la confianza de los afectados en la sociedad y en sí mismos, etapa previa a la
sensación de nulidad. La marginación económica relativa comienza mucho antes del
desplazamiento, como resultado de la falta de inversión o retiro de las inversiones, en
infraestructura y servicios, en las áreas afectadas.
La evidencia empírica demuestra que familias reasentadas, rara vez recuperan su
status social y la totalidad de su capacidad económica. Para las familias agrarias, la pérdida
parcial pero significativa de tierras cultivables puede hacer que su propiedad deje de ser
viable económicamente. Los campesinos y agricultores tienden a ser trasladados a tierras
menos fértiles e inferiores. En el proyecto hidroeléctrico Kulekhani en Nepal, un estudio
independiente encontró que la mayoría de las personas desplazadas pasaron a peores
condiciones de vida desde el punto de vista social y económico, debido a una productividad
inferior de sus nuevas tierras, y a una producción menos diversificada. En el proyecto
Kotmale en Sri Lanka, un estudio de campo reportó que la marginalización ocurrió porque
las oportunidades de generación de ingresos no relacionados con la propiedad agrícola se
perdieron o redujeron como resultado del desplazamiento, aumentando la diferenciación
económica entre los desplazados y los anfitriones. Para aquellos reubicados en las zonas
urbanas o rurales la marginalización a veces es gradual y ocurre después de transcurrido un
tiempo de ser reubicados, tal como sucede cuando los afectados reciben trabajos, en lugar
de tierra, que son temporales, lo que constituye una fuente de ingresos que a la larga no es
sostenible. Los gobiernos y agencias de los proyectos también aceptan tácitamente la
marginación permanente de los reasentados, cuando consideran como inevitable que los
desplazados no vuelvan a adquirir su standard de vida social anterior, lo cual desde mi
perspectiva constituye una explícita violación a los derechos humanos.
E.- Aumento de enfermedades y la mortalidad: los desplazamientos ocasionan estrés
social, inseguridad, trauma psicológico y el inicio de sufrimientos de enfermedades
relacionadas con la reubicación, particularmente enfermedades parasitarias y las
transmitidas a través de un vector, , todo lo cual produce serios deterioros de la salud.
Suministros deficientes de agua potable y sistemas inadecuados de drenaje aumentan la
vulnerabilidad a las epidemias y a la diarrea crónica y otos. Los segmentos más débiles de
la población son los más afectados, como los niños y ancianos. En Tailandia por ejemplo, el
monitoreo efectuado en el embalse de Nam Pong confirmó que las tasas locales de
enfermedad, desde afecciones al hígado hasta infecciones de anquilostoma, fueron más
altas que a nivel provincial, todo esto como resultado del deterioro de las condiciones de
vida y las prácticas inadecuadas de eliminación de basura. Se pudo determinar que la
exposición al stress social produjo consecuencias diferenciadas en la salud mental,
dependiendo de la edad, género, y status marital y ocupacional.
F.- Inseguridad alimentaria: el desplazamiento forzado aumenta el riesgo de que las
personas sufran desnutrición crónica, definida como una ingestión de calorías por debajo de
los niveles necesarios para el crecimiento y trabajo normal, así como inseguridad
alimenticia. La disminución abrupta de las disponibilidades de cosecha y /o ingreso pueden
provocar hambre y desnutrición y tienden a convertirse en efectos a largo plazo. Se puede
caer en el riesgo de una inseguridad alimenticia crónica, ya que el reestablecimiento de la
producción de alimentos en las zonas de reasentamientos puede durar años. Como resultado
de que el área cultivable percápita se había reducido de 1.3 mu a solamente 0.4 mu después
del reasentamiento, la producción local de alimentos en el embalse de Bailiambe en China,
se hizo insuficiente y fue necesario proveer 75.000 toneladas de alimentos anuales durante
varios años.
G.- Perdida de acceso a la propiedad comunera: para los pobres y particularmente a los
que no poseen tierras, ni activos, la pérdida del acceso a los activos de propiedad comunera,
no individual que pertenecía a las comunidades reubicadas, como ríos, tierras de veranadas
en el caso pehuenche, resultan en un deterioro significativo de su ingreso y de sus medios
de vida. Las pérdidas del acceso a varios servicios públicos básicos, ocurre también a
menudo y debe analizarse conjuntamente con este tipo de riesgos.
La evidencia empírica demuestra que las frutas y otros productos comestibles, así
como la leña y madera, área de pastizales que se encuentran en los lugares de acceso
comunal constituyen una porción importante del ingreso familiar, sobre todo en las familias
pobres. Por ejemplo, en regiones de India, del 91 al 100% de la leña, el 66% al 89% del
combustible doméstico y del 69 al 80 % de las necesidades de pastizales de las familias
pobres, se obtienen de terrenos comuneros o de propiedad común. Un estudio de siete
proyectos que ocasionaron desplazamientos durante 1950 al 1954 en Orissa, India, encontró
que no hubo ningún tipo de compensación por propiedades comunales en ninguno de estos
proyectos.
H.- Desarticulación Social : Los desplazamientos forzosos deshacen las vinculaciones
sociales: dispersan y fragmentan las comunidades, desmantelan los patrones de
organización social de los vínculos interpersonales. Los grupos de afinidad también se
dispersan, así como se desmantelan las redes informales de ayuda mutua, asociaciones
locales voluntarias y arreglos organizados de ayuda mutua que sostiene en la vida de las
familias. La desestabilización de la vida de la comunidad puede provocar un estado típico
de desánimo, inseguridad y pérdida del sentido de identidad cultural, lo cual tiende a
transformar las zonas de desplazamiento en lo que ha conocido como regiones de
inestabilidad social ocasionadas por la pérdida de valores y estándares. La destrucción de
los patrones de organización local basados en el entorno de la vecindad, la interacción y la
reciprocidad, son pérdidas de un valioso capital social, que se suma a la pérdida de capital
natural y el capital generado por el hombre. El capital social perdido como consecuencia de
este riesgo, permanece sin recompensarce por parte de los planificadores, y esta pérdida
real tiene efectos detrimentes. Según Downing es posible que las personas sean físicamente
preservadas, pero la comunidad ya no existe, porque sus determinantes espaciales,
temporales y culturales han desaparecido.
Un estudio sociológico sobre los efectos de un proyecto de represas en la India
encontró varias manifestaciones de desarticulación social, tales como la pérdida de lazos de
intimidad, alienación y desánimo. Además, se descubrió un proceso de debilitación del
control de la conducta interpersonal y disminución de la cohesión en las estructuras
familiares. Como resultado, disminuyó la actividad de los grupos, las comunitarias en
ocasión de las cosechas y los peregrinajes se descontinuaron y los cementerios se
desorganizaron y perdieron su forma.
En mayor escala los estudios de los historiadores de la migración dentro de los
costos más altos se encuentran los de cortar los lazos personales en su lugar regular de
residencia, enfrentar nuevas incertidumbre económicas y sociales en una tierra extraña. En
general la pobreza no es sólo la ausencia de medios materiales, sino también la pérdida de
poder, seguridad, provocando la dependencia, y la vulnerabilidad individual, grupal y
comunitaria.
I.- Impactos diferenciales: Estos ocho riesgos de empobrecimiento afectan a varias
categorías de personas vulnerables y de forma diferenciadas. La evidencia sugiere que
dependiendo del sector en el cual ocurre el desplazamiento o en las circunstancias locales,
los reasentados en diferentes localidades pueden experimentar algunos o todos estos
riesgos.
Así mismo algunas poblaciones pueden ser más perjudicadas que otras. Por ejemplo
un estudio reciente reveló que las mujeres sufren impactos más severos que los hombres, en
efecto han existido claras discriminaciones en contra de las mujeres en los criterios de
compensación. En Orissa los derechos de compensación por la tierra de personas solteras
se fijó en una edad de 18 años para los hombres y 30 para las mujeres. Por su lado los
grupos tribales son más vulnerables a los peligros de empobrecimiento discutidos con
antelación, que la población en general. Los niños, como una categoría de edad, están
sujetas a consecuencias particularmente perversas, de hecho la reubicación a menudo
interrumpe la asistencia a clases y algunos niños nunca regresan a la escuela., después del
desplazamiento. Como resultado de la disminución de los ingresos familiares, los niños
son reclutados al mercado laboral mucho más temprano, que si no hubiera ocurrido el
reasentamiento.
El Banco Mundial ha elaborado directrices y políticas operativas sobre
reasentamiento involuntario y pueblos indígenas OP 4.12 y DO 4.20, respectivamente, con
el objeto de proteger a las personas afectadas con proyectos de desarrollo y modernización,
financiadas por esta institución, normativa que es ley para los Estados o entidades privadas
que solicitan dichos financiamientos (un axioma jurídico es que los contratos son ley para
las partes). En estas políticas ha intervenido directamente Michael Cernea.
En la Política Operacional 4.12 se establece que los reasentimientos involuntarios
pueden causar graves aflicciones, empobrecimiento y daños ecológicos a largo plazo si no
se plantean y aplican cuidadosamente las medidas apropiadas.
Las consideraciones primordiales que es necesario tomar en cuenta al preparar todo
proyecto de desarrollo son:
a).- Debe evitarse o reducirse al mínimo, siempre que sea posible, el reasentamiento
involuntario, estudiando todas las alternativas viables en el diseño de los proyectos, por
ejemplo reorientación de las carreteras, reducción en las alturas de las represas, etc.
b).- Cuando el desplazamiento resulte inevitable, deben elaborarse planes de
reasentamiento. Toda relocalización involuntaria debe concebirse y ejecutarse en forma de
programa de desarrollo, y debe proporcionar recursos de inversión y oportunidades
suficientes a las personas reasentadas a fin de que participen de los beneficios del
proyectos. Las familias deben ser indemnizadas por sus pérdidas, recibir asistencia para
trasladarse así como apoyo durante el periodo de transición, y se les preste ayuda en sus
esfuerzos por mejorar sus antiguos niveles de vida o al menos, recobrarlos. Se debe
presentar especial atención a los grupos más pobres que serán reasentados.
c).- Debe alentarse la participación comunitaria en la planificación y ejecución del
reasentamiento. Debe establecerse pautas apropiadas de organización social, apoyando y
utilizando en lo posible las instituciones sociales y culturales existentes formadas por los
reasentados y sus huéspedes.
d).- Las personas reasentadas deben integrarse social y económicamente en las
comunidades huéspedes, de manera que se reduzcan al mínimo los efectos negativos sobre
estas comunidades. La mejor forma de conseguir la integración es planificar el
reasentamiento en zonas que benefician al proyecto mediante consultas con los futuros
anfitriones.
e).- Deben ofrecerse tierras , viviendas, servicios de estructuras y otras indemnizaciones a
las poblaciones que han sido afectadas, los grupos de indígenas , las minorías étnicas y los
pastores cuyos usufructos han debido ceder al proyecto., el hecho de que dichos grupos no
posean un título legal sobre las tierras no debe ser un obstáculo para la indemnización.
En particular, los siguientes elementos deben figurar en todos planes para los
proyectos de desarrollo que entrañen reasentamientos involuntarios: responsabilidad
organizacional, participación de la comunidad e integración en la población huésped,
estudios socioeconómico, marco jurídico, lugares de destino alternativos y
reubicación, evaluación e indemnización de los haberes perdidos, tenencia,
adquisición y transferencia de tierras., acceso a la formación, el empleo y el crédito,
alojamiento, infraestructura y servicios sociales, protección y gestión del medio
ambiente., ejecución, vigilancia y evaluación pertinente.
La directriz Operacional 4.20, sobre Pueblos Indígenas ofrece una Orientación para
: asegurar que los pueblos indígenas se beneficien de los proyectos de desarrollo y evitar o
mitigar efectos potenciales adversos en los pueblos indígenas, causados por actividades del
Banco.
Por Pueblos Indígenas en esta directriz se entiende, a los grupos sociales con una
identidad social y cultural distinta a la sociedad dominante, que los hace vulnerables y los
pone en desventajas en los procesos de desarrollo. Las características principales de los
pueblos indígenas serían : el gran apego al territorio ancestral y recursos naturales de estas
áreas; identificación propia o por otros como miembros de un grupo cultural distinto; una
lengua indígena, comúnmente distinta a la nacional; presencia de instituciones políticas y
sociales y indígenas consuetudinarias; y la producción orientada principalmente a la
subsistencia.
El objetivo general del Banco es asegurar que el proceso de desarrollo promueva el
respeto hacia la dignidad los pueblos indígenas, derechos humanos y su singularidad
cultural. El objetivo central es asegurarse que los pueblos indígenas no sufran efectos
adversos durante el proceso de desarrollo y que reciban beneficios sociales y económicos
que sean culturalmente compatibles.
La política del Banco se basa en la participación informada de los pueblos
indígenas, por lo que se debe identificar las preferencias locales, a través de la consulta
directa, incorporar el conocimiento indígena en los enfoques del proyecto y utilizar
especialistas desde una etapa inicial. Cuando no se hayan desarrollado planes adecuados de
mitigación el Banco no evaluará proyectos hasta que el prestatario ofrezca planes
adecuados, es decir el prestatario debe asegurar que los pueblos indígenas se beneficien de
las inversiones para el desarrollo. Los prerrequisitos para un plan exitoso serían:
a) la preparación de un plan de desarrollo culturalmente apropiado, basado en las
consideraciones de las opciones preferidas por los pueblos indígenas involucrados.
b) los estudios deberán anticipar las tendencias adversas que podrían ser inducidas por el
proyecto y desarrollar los medios para evitar o mitigar los daños.
c) las instituciones responsables de la interacción del gobierno con los pueblos indígenas
deberán poseer la experiencia social, técnica y legal necesarias para llevar a cabo las
actividades de las propuestas.
d) los patrones locales de organización local, creencias religiosas y el uso de recursos deben
ser tomados en consideración en el diseño del plan. Se deberán apoyar los sistemas de
producción que estén bien adaptados a las necesidades y medioambiente de los pueblos
indígenas, y aquellos que se encuentren en dificultades ayudarlos para que alcancen niveles
sostenibles de productividad.
e) el plan deberá evitar crear dependencia de los pueblos indígenas en las entidades
ejecutoras del proyecto. La planificación deberá fomentar el temprano traspaso de la
dirección del proyecto a la población local. En caso de ser necesario se deberá contemplar
capacitación para los pueblos indígenas.
f) para la planificación exitosa se requiere un largo tiempo de conducción y un seguimiento
futuro.
g) en aquellos lugares donde estén en funcionamiento programas efectivos, el apoyo del
Banco puede tomar la forma de un incremento de financiamiento para reforzar dichos
programas.
El control y evaluación del proyecto debe estar a cargo tanto por organizaciones
indígenas como por profesionales científicos sociales experimentados. Los informes de
control y evaluación deberán ser revisados conjuntamente por los niveles ejecutivos de la
agencia de implementación y por el Banco, informes que estarán disponibles al público.
2. - HISTORIA DE LA PERMUTA
Difícil resultó el análisis y sistematización de las entrevistas en este tema, lo cual se
debe principalmente a dos motivos, en primer lugar las distintas versiones y
contradicciones que mostraron los sujetos entrevistados y en segundo lugar porque muchos
aspectos que se preguntaron habían sido olvidados por estas personas, lo cual podría llevar
a ciertas imprecisiones e incluso se podrían llegar a hacer aseveraciones infundadas o que
no tienen asidero en la realidad, lo cual se espera remediar con la realización de entrevistas
posteriores a representantes de la empresa Pangue y a la revisión de documentos oficiales o
no, que den cuenta sobre estos hechos.
ACTORES INVOLUCRADOS...
Diversos son los personajes involucrados en las negociaciones que se llevaron a
cabo para la construcción de la represa Pangue, sin embargo, se podrían clasificar en tres
grandes grupos, por un lado los sujetos que representaban los intereses del gobierno y de la
empresa que iba realizar la construcción de la Hidroeléctrica Pangue, Endesa, por otro lado
aquellos sujetos acaudalados que eran dueños de grandes extensiones de tierras, esos
fundos que contaban con más de cinco mil hectáreas y que fueron inundados parcialmente
por las aguas de la represa Pangue, y por otro los sujetos, que desde mi perspectiva, fueron
los más afectados por la construcción de esta represa, es decir, las siete familias que fueron
obligadas a abandonar los lugares que ocuparon por más de veinticinco año, y aquellos
campesinos sin tierras que vivían en tierras ajenas, pero que hacían de estos espacios no
solo su lugar de habitación, sino su lugar de trabajo, de sustento y recreación. Digo que
fueron los más afectados por que a diferencia de los grandes latifundistas que solo
vendieron sus terrenos, -terrenos que prácticamente los tenían abandonados, porque los
dueños no los habitaban con frecuencia y tampoco los explotaban-, estas familias, que no
tenían poder de negociación por las condiciones adversas en las que encontraban, vieron
afectados todos los aspectos de sus vidas, es decir, su vida cotidiana, su modus vivendi.
NEGOCIACIONES...
De acuerdo a lo que señalaron los entrevistados los primeros rumores que
aparecieron respecto de la construcción de una represa en la zona fue en los años sesenta,
aproximadamente, sin embargo, las conversaciones oficiales comenzarían al final de los
años ochenta.
Los representante del gobierno y de la empresa Endesa habrían comenzado las
negociaciones con los dueños de los terrenos que iban a ser inundados, las cuales, después
de una serie de conflictos y tensiones que se generaron por el precio de estas tierras,
llegaron a buen término, ya que se hizo efectiva la compraventa de estos terrenos, terrenos
que parcialmente eran ocupados por las siete familias que en definitiva fueron reasentadas.
Entre los representantes máximos y medios de Endesa e incluso representantes del
gobierno que comenzaron las primeras conversaciones y negociaciones con estas familias,
figuran Don Gonzalo Benavente, Don Nicolás Contreras y Don Gonzalo Figueroa. La
forma de negociación no fue de carácter colectiva sino individual, ya que nunca se
reunieron todas las familias afectadas con los representantes de Endesa , sino que por el
contrario, el modus operandi, la política de negociación por parte de Endesa fue negociar
con cada uno -y por separado- de los jefes de familia.
Las familias que iban a ser objeto de traslado involuntario prácticamente no
pusieron obstáculo para que se llevara a cabo la construcción de la represa Pangue y el
consecuente reasentamiento, lo cual se debe fundamentalmente a que ellos estaban
conscientes de que los terrenos en disputa, o sea aquellos terrenos que iban a ser inundados
y que ellos ocuparon durante décadas, no eran de su propiedad, lo que no significa que ellos
estuvieran de acuerdo o mostraran complacencia con el fenómeno que estaba ocurriendo,
sino más bien mostraron una actitud de humildad y resignación, pues estaban también
conscientes de que era muy difícil emprender acciones legales o de otro tipo en contra de
esta gran empresa , Endesa y el Estado Chileno, pues la falta de recursos económicos, su
escasa educación y la falta de apoyo de sectores poderosos, hacían casi imposible una lucha
en igualdad de condiciones.
Los representantes de estas entidades, el Estado y Endesa, en un primer momento
fueron muy amables en las negociaciones, les hicieron a estas familias un sin número de
promesas, se les dijo que los iban a trasladar
a donde estas familias estimaran
convenientes, es decir, si una familia quería su casa en Los Angeles, se les construiría una
casa en esta ciudad, si otra familia quería una parcela con una cierta cantidad de hectáreas
en las cercanías de Santa Barbara, allá se les comprarían los terrenos. Se les ofreció a
aquellos hijos de jefes de familia que habían constituido su propia familia y que habitaban
la misma casa que ocupaban sus padres, un terreno y casa propia . Además de lo anterior se
les ofertó dinero, asistencia técnica, leña y semillas.
Si bien hubo personas dentro de estas familias que fueron visionarias y quisieron
negociar colectivamente, esto no se pudo llevar a cabo por dos razones fundamentales, en
primer lugar porque nunca hubo buenas relaciones sociales entre las familias afectadas y en
segundo lugar porque se les hizo pensar por algunos representantes de Endesa que podrían
conseguir mayores beneficios negociando individualmente, lo cual indiscutiblemente
favorecía a Endesa, pues de esta manera atomizaba y debilitaba al grupo.
El gran problema de estas negociaciones y por que no decirlo “la gran trampa” que
puso Endesa a estas familias campesinas, es que nunca se formalizaron por escrito las
promesas y acuerdos preliminares entre esta empresa y los afectados. De acuerdo a lo que
señalaron los propios entrevistados ellos nunca exigieron un contrato por escrito, en primer
lugar por la falta de conocimiento, experiencia y apoyo de personas especializadas y en
segundo lugar porque como buenos campesinos jamás se imaginaron que los representantes
de Endesa actuarían de mala fe.
En la medida que fue pasando el tiempo y la construcción de la represa iba
avanzando, las ofertas y el tono de los representantes de Endesa fueron cambiando, ya las
propuestas originales se habían olvidado y directamente se les planteó a las familias que
iban a ser reasentadas involuntariamente que no les quedaba otra alternativa que aceptar lo
que Endesa tenía presupuestado entregarles, -lo cual distaba bastante de la propuestas
originales -, ya que si no aceptaban estas familias la propuesta final, de todas maneras
iban a ser desalojados por la fuerza de estas tierras, sin que recibieran ningún tipo de
compensación y beneficio. Frente a este tipo de amenazas, a los sujetos afectados no les
quedó otra alternativa que aceptar la propuesta que había sido fijada unilateralmente por
Endesa.
GRADO DE CONFORMIDAD DE LOS SUJETOS REASENTADOS...
Se debe señalar respecto a este punto, que las opiniones de las personas
entrevistadas se pueden clasificar en dos grandes tendencias, aquellas que manifiestan su
conformidad en ciertos aspectos del proceso de relocalización involuntaria y aquellas que
critican totalmente este proceso.
Las primeras consideran que este proceso de relocalización favoreció ciertos
aspectos de su vida, como por ejemplo, ellos valoran el hecho de que Endesa les haya
compensado con terrenos y casas y que se les haya entregado los respectivos títulos de
dominio. También, el hecho de que en la actualidad no se encuentren en condiciones tan
aisladas como antes, lo cual ha favorecido el acceso a los centros más poblados y a los
diversos servicios que estos ofrecen (comercio, centros médicos, colegios, etc.) y una
mayor comunicación e información. Lo que consideran como negativo entre otras cosas es
la repartición injusta que hizo Endesa de los terrenos y casas, la insuficiente cantidad de
tierras que les fueron entregadas, la mala calidad de los suelos, lo cual ha implicado de que
la mayor cantidad de productos que consumen estas familias tengan que ser adquiridos en
el comercio; el pago que deben hacer por el suministro de los servicios básicos., su
dependencia actual al mercado de trabajo y la subsecuente incertidumbre que significa para
ellos ponerse en manos de las exigencias e inclemencias del mercado y el capitalismo.
El otro grupo de personas consideran que este proceso no les favoreció en ningún
aspecto, critican la forma como se llevaron a cabo las negociaciones, pues consideran que
los representantes actuaron de mala fe, se encuentran disconforme con la cantidad y calidad
de los terrenos que les fueron entregados, consideran que las casas que les otorgaron son de
mala calidad y muy pequeñas, que se han empobrecido económicamente, (opinión que no
es privativa de este grupo), lo cual ha afectado la tranquilidad y salud mental de estas
personas.
Otro aspecto que critican todos los sujetos entrevistados es el engaño a los que
fueron sometidos estos sujetos por parte de los representantes de Endesa. Estos consideran
que no debieron haberles prometido aquello que después no iban a cumplir, situación que
aún les aflige y les molesta profundamente, por que sienten que jugaron con sus ilusiones y
expectativas. Se sienten impotentes de no haber podido luchar en contra del poder de esta
gran empresa, por la condición social que ellos poseían y poseen, pues no debemos olvidar
que ellos eran campesinos sin tierra, con escasa educación y de una situación económica
deficiente. Este estado de angustia e impotencia persiste a través del tiempo debido a que
ellos están conscientes de la precarización de muchos aspectos de su vida cotidiana..
4. - RELACIONES COMUNITARIAS ACTUALES, A MODO DE CONCLUSIÓN.
RELACIONES ENTRE LOS SUJETOS RELOCALIZADOS...
Se debe señalar que las relaciones sociales, de convivencia, nunca fueron muy
buenas entre los sujetos reasentados, siempre hubo conflictos y antipatías entre ellos, sin
embargo, esta situación se agravó aún más cuando empezó el proceso de construcción de la
Represa Pangue y el consecuente reasentamiento de estas familias.
La forma de negociación que llevó a cabo Endesa con las familias que iban a ser
reasentadas perjudicó considerablemente las relaciones sociales entre las familias, pues
debemos recordar que las negociaciones fueron de carácter individual y no de carácter
colectivo. Esta forma de negociación permitió que muchos de los afectados buscaran su
propia conveniencia y tomaran una actitud egoísta y ambiciosa.
El hecho que afectó y empeoró definitivamente las relaciones sociales entre estos
sujetos fue la desigual repartición de bienes por parte de Endesa a estas familias
reasentadas, esto generó en ellas la agudización de las rivalidades, envidias, egoísmo y
malos tratos, así por ejemplo, cuando a los entrevistados se les preguntaba por cualquier
otro sujeto afectado, estos no hacían más que desprestigiarlos y descalificarlos.
Desde mi perspectiva la forma de actuar de Endesa es una estrategia que utilizó esta
empresa para atomizar más aún al grupo y de esta forma debilitarlo, pues lo más seguro es
que a esta empresa no le haya convenido que estas personas se organizaran e hicieran
mayores exigencias colectivas.
Actualmente las relaciones entre los sujetos reasentados se encuentran rotas, no
obstante lo anterior, estas familias están conscientes de que la manera de proceder de
Endesa, perjudicó más aún sus relaciones y que esta situación en definitiva afectó las
negociaciones.
RELACIONES ENTRE LOS SUJETOS REASENTADOS Y LOS SUJETOS
RECEPTORES...
Como el lugar donde fueron reasentadas estas familias es de carácter rural no existe
un contacto tan estrecho entre las familias vecinas. Las familias receptoras, es decir,
aquellas familias que vivían con anterioridad en ese sector o en los alrededores, no pusieron
ningún inconveniente cuando las familias afectadas fueron reasentadas, e incluso más, en
general se portaron en forma solidaria, especialmente cuando estas familias tuvieron
problemas con el agua, ya que fueron estos vecinos quienes les suministraron amablemente
este elemento vital.
ORGANIZACION DE LAS FAMILIAS RELOCALIZADAS...
Como se ha mencionado anteriormente las familias afectadas nunca se organizaron
para negociar colectivamente con Endesa, situación que actuó en desmedro de estas
familias ya que al encontrarse fragmentadas, no contaron con poder de negociación y de
presión, elementos que eran necesarios para conseguir mayores y mejores ofertas.
Las familias relocalizadas tomaron conciencia de la estrategia atomizante que utilizó
Endesa para desfavorecerlos, lo cual les ha llevado a concluir que si se organizaran podrían
conseguir ciertas mejoras económicas y de otro tipo por parte de Pangue, por que según
estos entrevistados todavía quedan ciertos compromisos que dicha empresa debe cumplir,
por lo que aún no puede eximirse totalmente de sus responsabilidades. Los entrevistados
mostraron mucho interés en olvidar viejas rencillas y dar paso a una orgánica que les
permita enfrentar de mejor forma el poder de esta empresa.
PARTICIPACION DE LOS SUJETOS RELOCALIZADOS EN ORGANIZACIONES
COMUNITARIAS...
Estas familias participan en general en organizaciones sociales tales como juntas de
vecinos, organizaciones pehuenches no institucionales, la Fundación Pehuen etc.
Importante es destacar la participación que tienen estas familias en la Fundación
Pehuen. Esta organización se creó a propósito de la construcción de la Represa Pangue y su
fin es beneficiar a las familias pehuenches afectadas directa o indirectamente por la
construcción de esta hidroeléctrica. De acuerdo a lo señalado anteriormente habría familias
directamente afectadas, es decir, aquellas que sufrieron la relocalización involuntaria, que
no podrían participar en esta institución por que no pertenecen a la etnia pehuenche. Si bien
estoy de acuerdo en que se haya creado una institución que favorezca a la comunidad
pehuenche, esta no debió haber excluido a otros sujetos afectados directa o indirectamente,
es decir, se debió haber creado una institución que permitiera el acceso a todas las personas
afectadas o bien haber creado paralelamente una institución que beneficiara a las personas
reasentadas a causa de la construcción de la represa, pues son ellos los que se han visto
más afectados, negativamente desde mi perspectiva, por la implementación de esta
hidroeléctrica.
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