Formaci n universitaria integral para el desarrollo [ Comprenhensive University Education for Development ]

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Formación universitaria integral para el desarrollo
JOSÉ MARÍA GONZÁLEZ-LARA,1 FRANCISCO ANTONIO SERRANO-CAMARENA,2
ELVIA ESTELA ROMERO-DURÁN3
Resumen
El objetivo de este trabajo de investigación es analizar el nivel de las competencias de los jóvenes universitarios en relación a la comprensión de su realidad social, la importancia de la lectura como un medio de reflexión
y el ejercicio de la actividad política en la universidad como un medio de expresión de los valores y creencias. Lo
anterior bajo el amparo de los conceptos relacionados al desarrollo económico y social y a través de una entrevista con una muestra de estudiantes universitarios. Los resultados parecen sugerir que no hay una visión tangible de la importancia de la lectura como un mecanismo de atención a la realidad social y que tampoco están
preocupados por la actividad política, ni dentro ni fuera de la institución.
Descriptores: Realidad, Conciencia social, Desarrollo, Reflexión personal, Participación política.
Comprenhensive University Education for Development
Abstract
The aim of this paper is to analyze the university student´s capacities to understand their social reality, reading as a means of auto-reflection and the exercise of political activities, both inside and outside university boundaries, as a mechanism of expression of cultural beliefs and social values. The theoretical framework used to
analyze the problem is the one provided by economic and social development; also a representative sample of
students was interviewed using a statistical method. The results seem to suggest that there is no correlation between lecture and self-social awareness nor a single starting point for political participation in any political activities carried out by the university or any other organization.
Keywords: Reality, Social Awareness, Development, Personal Reflection, Political Participation.
[
Recibido: 8 de abril de 2014
Aceptado: 15 de junio de 2014
Declarado sin conflicto de interés
]
Los autores agradecen la orientación estadística y la asesoría técnica del M.C. Félix de Jesús Sánchez Pérez de la Facultad de Economía de la
Universidad Autónoma de Coahuila, así como a Julio César Torres Andrade, pasante de la misma institución, y a Héctor Ulises González
Rodríguez, pasante de la Facultad de Trabajo Social, por la aplicación de encuestas y el apoyo en la sistematización y tratamiento de los
datos de la muestra.
1
2
3
Profesor investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Coahuila. [email protected]
Profesor investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Coahuila. [email protected]. [email protected]
Profesora investigadora de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Coahuila. [email protected]
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Revista de Educación y Desarrollo, 30. Julio-septiembre de 2014.
González-Lara, Serrano-Camarena, Romero-Durán
ARTÍCULOS
de crecimiento económico más elevadas respecto sólo a la inversión en capital físico.
En el contexto de la importancia de la educación
en la acumulación de capital Canudas (1999) señala
que hasta antes de los años ochenta del siglo XX se
ubican tres corrientes en el sistema educativo mexicano: la culturalista, que pierde importancia a principios de los treinta del siglo pasado; la utilitarista, formación pasiva y sin iniciativa, diseñada para formar
la mano de obra que requiere la industria en concordancia con el proceso de trabajo Ford-taylorista; y la
populista “para formar ciudadanos responsables dentro de la democracia” (Canudas, 1999:53), pero esta
corriente pierde relativa importancia al aplicarse políticas económicas de ajuste estructural que privilegian la formación universitaria para el mercado.
El desarrollo económico es considerado por Rivera (2006) como la transformación de las estructuras
económicas y sociales de un país, que está basada en
el aprendizaje y la innovación tecnológica. Esto es lo
que sucedió con el llamado milagro asiático; igualmente en la actualidad con las economías emergentes del
grupo de países BRIC (Brasil, Rusia, India y China).
El concepto desarrollo no se completaría si sólo
se aborda la dimensión económica, ya que “el proceso de desarrollo económico podría detenerse si el desarrollo social, político e institucional de acompañamiento no siguiera el ritmo de aquél” (Arasa y Anderu, 1999:27). Con los resultados sociales negativos
del modelo económico neoliberal, “el pensamiento
sobre el desarrollo va colocando como centro los aspectos sociales, idea que se reitera a través de frases
como ‘ajuste con crecimiento y equidad’ o la ‘cara humana del desarrollo’” (González, 2006:74).
De esta forma el desarrollo integral alude al crecimiento, la productividad y el producto per capita; asimismo, al uso óptimo de recursos y tecnología para
la educación, salud, vivienda y servicios, derechos
humanos y la participación democrática (Reyes,
2002).
Introducción
A
demás del impacto económico que genera la
ciencia y la tecnología desarrollada en las universidades y la capacitación técnica, no deben soslayarse
otras funciones y responsabilidades de estas instituciones, como la difusión de la cultura, la promoción
de los valores democráticos, la exigencia de una sociedad más justa y equitativa.
La presente investigación se inscribe en este contexto que aborda el concepto desarrollo económico y
social; la importancia y alcance del conocimiento y
comprensión de la realidad social y política en la formación universitaria; la lectura como práctica reflexiva; la propia actividad política universitaria y el papel
de la educación superior en el desarrollo social. Delval afirma (citado por Díaz y Alfonso, 2007:13) que
“una reflexión sobre los fines de la educación es una
reflexión sobre el destino del hombre, sobre el puesto que ocupa en la naturaleza, sobre las relaciones
entre los seres humanos”.
Desarrollo integral de la sociedad
Desarrollo económico y social
En ocasiones el concepto de desarrollo económico se confunde o se reduce al de crecimiento que alude básicamente a los incrementos sostenidos de la
productividad y, por ende, del ingreso per capita resultado de cambios en el capital físico y en la tecnología
(Arasa y Anderu, 1999). Por su parte, el desarrollo
económico también incorpora temas que atañen al
desarrollo integral de la sociedad.
Sobre el tema del crecimiento económico Arasa y
Anderu (1999) señalan que en los dos últimos siglos
hay una tendencia al incremento de ingresos del trabajador –medida de crecimiento económico– que se
explica por el progreso técnico, por rendimientos crecientes a escala y por la mejora del recurso humano
obtenido a partir de la inversión realizada en educación. Es necesario comentar que, en la década de los
noventa del siglo XX, se añaden a la discusión del tema, los modelos de crecimiento endógeno, que incorporan “al capital humano” como fuente de incremento de la productividad. Canudas (1999: 21), cita a
Schultz quien señala que “algunos incrementos importantes del producto nacional son consecuencia de
aumentos en el acervo de esta forma de capital”; la
misma autora agrega que, según estudios de 1988 en
60 países, al invertir en educación se obtienen tasas
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Política y desarrollo integral de la sociedad
Para Bobbio el término política “se emplea para
designar la esfera de las acciones que tienen alguna
relación directa o indirecta con la conquista y el ejercicio del poder último (supremo o soberano) sobre
una comunidad de individuos en un territorio”
(1996:135).
Si en la sociedad existen intereses diversos y en
ocasiones contrapuestos, de ahí entonces la construcción histórica del Estado como un ente abstracto
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ARTÍCULOS
Formación universitaria integral para el desarrollo
(2007:14). Señalan que la formación integral enfrenta
limitaciones: no existe precisión acerca del significado social del proceso educativo, no se le relaciona
con las características económicas, sociales y culturales del medio; existen modelos educativos caracterizados como academicistas, y en ocasiones los docentes no están capacitados o no han desarrollado
aptitudes para cumplir con su función. Sin duda, la
lista es aún más larga.
y a la vez concreto para la organización estructural y
conducción de la sociedad. Así la actividad política
sostiene al Estado y la forma generalmente aceptada
para acceder al poder político es la democracia en su
formas representativa –delegativa, gobierno– y participativa –social, gobernanza–.
La actividad política institucional –partidos políticos– o ciudadana –ONG, cámaras empresariales y organizaciones gremiales– es pues esencial en la organización de la sociedad, de ahí la necesidad de promoverla y fomentarla, incluyendo la educación y la
formación universitaria.
La realidad social y política en la formación universitaria
La educación superior pública es una inversión
del Estado que se respalda en las obligaciones impositivas de los contribuyentes. La condición de “estudiante universitario” implica en sí misma un privilegio ya que en México de 100 alumnos y alumnas que
ingresan a la educación primaria sólo dos concluyen
los estudios de nivel superior (UNAM-ANUIES, 2010).
Desde la perspectiva ética lo anterior implica un
compromiso de corresponsabilidad con la sociedad
(González L., 2007).
En cuanto a la formación profesional para el supuesto mercado laboral, Latapí (1979: 200) señala:
“Una profesión… es un conjunto de relaciones estables entre hombres con necesidades y hombres con
la capacidad para satisfacerlas. Por esto las profesiones adquieren modos de funcionamiento acordes
con la formación social en las que están insertas”. Por
tanto, los profesionales pueden aportar iniciativas
para la superación de problemáticas.
Moreno y Ruiz señala que “la contribución de las
universidades públicas al desarrollo en América Latina engloba una amplia gama de funciones de carácter social, cultural y político que no puede ser evaluada exclusivamente en términos de su impacto económico” (2009:9).
La universidad pública debe generar la capacidad
de expresar las posiciones ideológicas sustentadas
en la argumentación racional (Rodríguez, 2004; y
González L., 2007). Es “hacer conscientes a los estudiantes de que las acciones que realizamos en el aquí
y el ahora afectan las generaciones y el medio ambiente futuro” (Rodríguez, 2004:67-68).
Ante la dinámica de competencia económica, según Latapí (1979: 200) “[…] la universidad, al formar
profesionales, no puede considerar las profesiones
[…] como diseños meramente académicos”. Lo anterior implica la formación integral en los aspectos académico, profesional, cultural y democrático. De ahí
que Vargas (2004:20) señale el deber ser de la educación: “[…] la escuela no sólo instruye sino que forma
Formación integral universitaria
Formación universitaria y sociedad
La importancia entre educación y desarrollo social se muestra en la “Declaración Mundial sobre la
Educación Superior en el siglo XXI” de la ONU, en octubre de 1998, que define la misión de la educación
superior como: “…contribuir al desarrollo sostenible
y al progreso de la sociedad”, así como “…contribuir
a proteger y consolidar los valores de la sociedad, velando por inculcar en los jóvenes los valores en que
reposa la ciudadanía democrática y proporcionando
perspectivas críticas y objetivas a fin de propiciar el
debate sobre las opciones estratégicas y el fortalecimiento de enfoques humanistas” (UNESCO, 1998:2122). Sobre la orientación a largo plazo fundada en la pertinencia, señala que la educación debe reforzar “sus funciones de servicio a la sociedad, y más concretamente sus actividades encaminadas a erradicar la pobreza, la intolerancia, la violencia, el analfabetismo, el
hambre, el deterioro del medio ambiente y las enfermedades…” (UNESCO, 1998:24). Respecto a los métodos educativos innovadores: pensamiento crítico y creatividad
indica que “las instituciones de educación superior
deben formar a los estudiantes para que se conviertan en ciudadanos bien informados y profundamente
motivados, provistos de un sentido crítico y capaces
de analizar los problemas de la sociedad, buscar soluciones para los que se planteen a la sociedad, aplicar éstas y asumir responsabilidades sociales”
(UNESCO, 1998:25).
Díaz y Alonso (2007), argumentan que la sociedad
debe ofrecer educación renovadora de valores, innovadora de estructuras sociales, políticas y económicas; estos autores afirman que “…la educación es un
proceso que presupone avance y progreso social […]
función social que permite capacitar a las personas
para comprender su realidad y transformarla”
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González-Lara, Serrano-Camarena, Romero-Durán
ARTÍCULOS
se realizan de forma complementaria o suplementaria de los programas de estudio, las que pueden favorecer la formación en valores, actitudes y aptitudes,
donde las y los estudiantes obtienen experiencia para un mejor desempeño profesional, para resolver situaciones inesperadas o complejas y para tomar decisiones individuales y grupales (Rivero, 2009).
Una de estas actividades es la política universitaria, cuya base conceptual y teórica debe ser su propia
naturaleza académica y de impacto positivo en la sociedad, con actos éticos universales que aluden al respeto a la libertad, a la diversidad y a la pluralidad de
ideas, a la justicia y al respeto pleno de los derechos
humanos (González L., 2007). La perspectiva universitaria respecto al impacto que su actividad tiene sobre la realidad no debe ser única o unilateral; de ahí
que se generen diversos puntos de vista, de acuerdo
a posiciones ideológicas sustentadas en determinadas filosofías (González L., 2007).
Sustentada en principios éticos, la participación
de los y las estudiantes en la política universitaria les
desarrolla capacidades profesionales: adecuada expresión de ideas; la propuesta argumentada y ejecutiva; el seguimiento de las propuestas y su evaluación; la negociación; solución de situaciones complejas. Como actividad extracurricular esta actividad es
parte de la formación integral.
ciudadanos. La educación tiende a reforzar la individualidad, pero eso no significa aislamiento… sino
una forma de afrontar responsablemente nuestra vida en común con los otros [… con] capacidad de acción, de intervención, de innovación, de responsabilidad en el conjunto de los demás”. Es decir, la educación superior también para formar la capacidad de
análisis, síntesis e interpretación de la realidad social
y política.
Guevara (1998:58) comenta que “la educación
también influye en la ilustración democrática en la medida en que desarrolla en el ciudadano capacidades
cognitivas, sofisticación intelectual y compromiso
ético con las normas de la democracia”; esta práctica
educativa implicaría la necesidad de construir una
sociedad más justa y equitativa.
La lectura como práctica reflexiva
La práctica de la lectura, como práctica y herramienta en la educación superior, genera capacidad
reflexiva, habilidad discursiva, escritura congruente y
una amplia visión de la realidad. La lectura sobre la
realidad social y política implica entonces una toma
de conciencia sobre el entorno inmediato y mediato.
La lectura requiere un mínimo esfuerzo de aplicación
intelectual que implica la concentración y la comprensión para desarrollar, dependiendo del tipo de
lectura, el pensamiento crítico. En este sentido, la
presente investigación tuvo por objetivo encontrar
los temas principales leídos por los jóvenes en un
afán de determinar sus intereses y orientaciones políticas, valores y creencias, pues las teorías clásicas
del aprendizaje establecen que el gusto por la lectura está dado por cuestiones inherentes a la persona.
Gómez (2007:32) señala: “El fomento de la lectura
debe ser parte de un movimiento cultural, de ofrecer
textos que brinden información útil, oportuna y amena a los alumnos […] una nueva forma de valorar y
difundir la lectura de manera permanente”. Se trata
de que la lectura se transforme de imposición académica a una actividad cotidiana.
Método
Muestra
Para asegurar la representatividad por escuela o
facultad de la información derivada de las encuestas
en el medio universitario superior de la Unidad Saltillo de la UAdeC, se utilizó el muestreo aleatorio estratificado con el teorema de asignación óptima de
Neyman (véase Cochran, 1978). Cuando las varianzas
poblacionales son pequeñas se obtiene una información más precisa del total de la población, por tanto,
fue conveniente dividir la muestra en 19 estratos y tomar mediante muestreo aleatorio cierto número de
estudiantes, de modo que el tamaño de la muestra
en cada estrato minimice la suma de las varianzas.
En mayo-junio de 2010 la población estudiantil
constaba de 8,243 estudiantes en 19 estratos de subpoblaciones correspondientes a cada escuela o facultad, de esta manera se realizó en cada una de éstas
muestreos aleatorios sin reemplazo, con la consideración de 95% de confiabilidad y un error muestral
del 4.91% para efectos del tamaño de la muestra total, es decir representativa y aceptable. Se eligió esta
Política universitaria en la formación integral
Un mundo caracterizado por una gran competencia obliga a la formación no sólo académica y científica, sino además al desarrollo de las capacidades específicas y las habilidades profesionales que ello implica (Van-Der Hofstadt y Gómez, 2006).
Las actividades extracurriculares universitarias representan un sistema complejo de acciones, actividades u operaciones, se refieren a las ocupaciones que
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Formación universitaria integral para el desarrollo
ARTÍCULOS
Cuadro 1. Muestra por Escuela o Facultad
Sexo
Escuela o Facultad
Arquitectura
Artes Plásticas
Ciencias Químicas
Ciencias de la Comunicación
Economía
Ciencias de la Educación
Enfermería
FCA
Ingeniería
Jurisprudencia
Matemáticas
Medicina
Mercadotecnia
Música
Odontología
Psicología
Sistemas
Sociales
Trabajo Social
TOTAL
Total
Femenino
11
8
21
4
3
7
17
47
3
15
2
7
9
3
9
7
12
1
11
197
Masculino
13
6
19
4
2
3
9
27
31
10
2
6
8
3
8
5
26
1
0
183
24
14
40
8
5
10
26
74
34
25
4
13
17
6
17
12
38
2
11
380
Fuente: Elaboración propia.
técnica de muestreo al considerar que podría haber
una marcada diferencia en distintas partes de la población, por ejemplo, la percepción y/o perfil de un
estudiante de trabajo social difiere al de un estudiante de de mercadotecnia o de ingeniería. Es por esto
que la estratificación ayuda en precisión de estimadores de las características de la población, ya que es
posible dividir una población heterogénea en subpoblaciones, cada una de las cuales es internamente
homogénea. Además, como una medida de dispersión en la variedad de ideas de los estudiantes al
contestar la encuesta se utilizó (por simplicidad) la
desviación estándar de una variable aleatoria Bernoulli (Asorin Poch, 1972), ya que su distribución permite observar si cierto suceso ocurre o no en cada estrato. Para esto se consideró una probabilidad de
ocurrencia del 50% para maximizar la dispersión de
opiniones de los estudiantes. Esta medida de dispersión fue utilizada para el cálculo de la proporción de
estudiantes a encuestar en cada estrato, según se
muestra en el Cuadro 1.
tas de análisis político y social 10% las lee siempre y
casi siempre, 27% regular y 63% nunca (Cuadro 2).
Respecto a las preguntas ¿Involucras la profesión
en la que te estás formando con la situación actual de
México? y ¿Te preocupas por tu fortalecimiento académico?: en la primera de éstas 82% responde que
siempre y casi siempre y en la segunda más de la mitad expresa preocupación al respecto. En relación
con el hábito de lectura (Cuadro 3) también más de
la mitad (54%) no le gusta y casi el 40 % de los encuestados señala que no le encargan lecturas.
Aunque inicialmente dos terceras partes de los
estudiantes encuestados dicen estar interesados y
preocupados en la realidad social y política, en su
mayoría no prefieren las lecturas que inducen al análisis y a la crítica, se asumen como receptores de coCuadro 2. Preocupación por la
problemática de la sociedad y lectura
de temas políticos y sociales
Pregunta
Siempre y Regular Casi nunca
casi siempre
y nunca
¿Te preocupas de
39%
46%
15%
la problemática
(11 y 28%)
de la sociedad?
¿Lees revistas de
10%
27%
63%
análisis político
y social?
Resultados
Conocimiento de la realidad social
Se observa que 39% de los encuestados refiere
preocupación por la problemática de la sociedad y
46% regularmente, pero en cuanto a lectura de revis-
Fuente: Elaboración propia.
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González-Lara, Serrano-Camarena, Romero-Durán
ARTÍCULOS
lectura de revistas de análisis político y social (Cuadro 2). Aunque no con la lectura, un mayor número
de estudiantes afirma que sí conoce y se interesa en
la situación política, económica y social de México y
América Latina (Cuadros 3 y 4); asimismo, afirman
que tanto el acceso a la información como su pertinencia es aceptable o muy positiva (Cuadro 5).
nocimiento, pero no con el pensamiento crítico. Por
otra parte, 93% de los y las estudiantes asumen el rol
estudiantil y 95% afirman estar apoyados por sus familias.
Cuadro 3. Hábito de lectura
No me gusta
54%
No me encargan No le encuentro
beneficio
39%
7%
Cuadro 6. Conocimiento de la situación actual
económica y política de Latinoamérica
Fuente: Elaboración propia.
Siempre y casi
siempre
21%
Acervo de información y percepción política
Respecto al conocimiento de los problemas económicos y sociales del país, 54% de los encuestados siempre y casi siempre conocen la situación social y económica del país y 35% de forma regular
(Cuadro 4).
Regular
36%
36%
Casi nunca
y nunca
23%
No contestó
10%
Fuente: Elaboración propia.
El Cuadro 7 muestra que casi el 40% de los encuestados casi nunca y nunca está interesado en la
política, a reserva de que el 54 por ciento (Cuadro 4)
se informa sobre los problemas económicos y sociales del país.
Cuadro 4. Información sobre los problemas
sociales y económicos del país
Siempre y
casi siempre
54%
(16 y 38%)
Regular
Casi nunca
y nunca
10%
Cuadro 7. Interés en la política
Siempre y
casi siempre
27%
(13 y 14%)
Fuente: Elaboración propia según datos de la muestra.
Resultado de la encuesta, 78% sintonizan los noticieros de Televisa y Tv Azteca; 90% de los y las estudiantes se consideran muy informados y regularmente informados; en el cuadro 5 se observa que regularmente los medios les proporcionan información pertinente para tener más aspectos de decisión (49%) y
consideran que dichos medios son imparciales casi
siempre, siempre y regular (69%).
En el Cuadro 6, el 36% (el más alto) refiere un conocimiento regular de la situación económica y política de Latinoamérica, dato cercano al 10% (siempre
y casi siempre) y 27% (regular) respectivamente de la
Regular
31%
Casi nunca
y nunca
39%
Fuente: Elaboración propia según datos de la muestra.
Los Cuadros 8 y 9 muestran información interesante en el sentido de que la mayoría de los encuestados (62%) vota en las elecciones, pero casi nunca y
nunca considera que estos procesos políticos son
transparentes.
La percepción negativa respecto al ejercicio de la
política es lo que hace que la mayoría no se interese
en ella, sobre todo en la participación militante o discursiva y de debate, pero sí en el derecho y ejercicio
del voto porque la mayoría ejerce dicho derecho; sin
Cuadro 5. Acceso, pertinencia, imparcialidad e inclusión de los medios de información
Pregunta
Siempre y casi siempre
¿Consideras que los medios infor34%
mativos te proporcionan la infor(11 y 23%)
mación pertinente que necesitas
para tener mejores aspectos de decisión?
¿Consideras que los medios de co32%
municación son imparciales e in(8 y 24%)
cluyentes?
Fuente: Elaboración propia.
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Regular
49%
Casi nunca y nunca
17%
No contestó
0%
37%
21%
10%
Formación universitaria integral para el desarrollo
ARTÍCULOS
Cuadro 8. Ejercicio del derecho al voto
Siempre y casi
siempre
62%
(42 y 20%)
Regular
11%
Casi nunca
y nunca
22%
Cuadro 10. Identificación con un partido político
No contestó
PAN
17%
5%
PRI
24%
PRD
2%
Otro
3%
Ninguno
54%
Fuente: Elaboración propia.
Fuente: Elaboración propia.
Conclusiones
embargo se ratifica el relativo rechazo a la política
puesto que la mayoría no confía en los procesos electorales tanto a escala estatal como federal: tienen
sentido de responsabilidad política pero a las elecciones le adjudican poca certeza, al menos en el año
2010 en que se aplicó la encuesta.
La mayoría de los y las estudiantes encuestados
no se interesa en el debate de las ideologías políticas
(Cuadro 2) ni en la práctica política (Cuadro 6), es decir, que esta mayoría ni acude a la lectura y al análisis ideológico, ni participa políticamente de manera
abierta o explícita, esto induce a creer que sus criterios sobre política no son resultado de la reflexión y
la crítica, sino de acudir a los medios de comunicación electrónicos y cibernéticos (Cuadro 5), así sólo
reciben las opiniones desde una u otra perspectiva y
posición ideológicas.
El relativo desinterés de los estudiantes universitarios por la actividad política (Cuadro 7) se corrobora con la información del cuadro 10 que muestra que
más de la mitad (54%) de quienes respondieron a la
encuesta de junio del 2010 no se identifica con ningún partido político.
Al realizar una evaluación de Felipe Calderón,
Humberto Moreira, Enrique Peña, políticos mexicanos presentes en los medios de comunicación en ese
año 2010, estos son considerados como buenos o regulares, salvo Andrés Manuel López Obrador, a quien
67% de los encuestados lo consideran malo y muy
malo, lo que es congruente con el acceso a la información que tienen los y las estudiantes.
Lo señalado antes se repite con personajes políticos extranjeros: Obama 91% excelente y bueno 62%,
Lula da Silva 73% bueno y regular; Hugo Chávez, Evo
Morales, Fidel Castro con 66% promedio en malo y
muy malo.
En ausencia de lectura reflexiva y crítica, lo que se
observa es que la opinión estudiantil se construye
con base en la información televisiva, porque no poseen una ideología definida y mucho menos determinante. Los encuestados asumen su rol social estudiantil y en su mayoría no tienen interés efectivo en
la política y en la solución de la problemática social.
Para que la universidad contribuya a la transformación positiva de la sociedad, el artículo 3 del Estatuto Universitario de la UAdeC (aprobado por el Consejo Universitario el 27 de septiembre de 1975) señala: “Como medio para el cumplimiento de estos fines,
la universidad examinará con sentido crítico las condiciones de la sociedad y actuará de acuerdo con su
naturaleza hacia la conquista de la justicia social”
(UADEC, 2011); sin embargo, el pensamiento reflexivo y crítico no parece ser una característica de dos
terceras partes de los estudiantes encuestados.
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Cuadro 9. Confianza en los procesos electorales
Siempre y
casi siempre
16%
(4 y 12%)
Regular
37%
Casi nunca
y nunca
44%
Fuente: Elaboración propia.
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Revista de Educación y Desarrollo, 30. Julio-septiembre de 2014.
González-Lara, Serrano-Camarena, Romero-Durán
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