Foco en América latina – Seguro de riesgo político Vinício Alberto da Fonseca, Director de Garantías para Proyectos de Odebrecht, la mayor empresa de ingeniería y construcción de América latina, pregunta si se puede vencer la resistencia de los bancos en términos de cobertura de seguros de no cumplimiento de obligaciones de préstamos soberanos para proyectos de infraestructura en el continente. Ante la inestabilidad económica y política de América latina y de otras naciones emergentes que se observa, por ejemplo, en el default de Argentina de las obligaciones de la deuda en el 2001, muchos bancos temen asumir exposiciones en el largo plazo en esos países. Pese a que la agencia de crédito de exportación de Brasil, SBCE (sigla en portugués de Aseguradora Brasileña de Crédito a la Exportación) haya aceptado el riesgo de financiación de infraestructura de largo plazo para entidades de países en la región, la medida será adoptada dentro de ciertos límites. Un determinado tipo de cobertura PRI (Political Risk Insurance), que no cumple con las obligaciones del país (NH) fue aceptado por la mayoría de la banca internacional como atenuante de riesgo suficiente para esas exposiciones. Pero no todos los bancos están satisfechos con el producto. Por ejemplo, el BNDES, banco brasileño de desarrollo y uno de los mayores agentes financieros de infraestructura para los países de la región, nunca aceptó el PRI del mercado privado como garantía para sus préstamos internacionales. ¿Pero el valor de ese producto es suficiente para que el mismo sea aceptado por otros bancos? Desarrollo de mercado de PRI El PRI para inversiones de largo plazo surgió con el Plan Marshall en 1948, a partir de la protección de Inconvertibilidad y Transferencia de Moneda (CIT, Currency Inconvertibility and Transfer) para inversiones de EEUU en la Europa del pos guerra. Posteriormente, evolucionó para incluir el Confisco, la Expropiación y la Nacionalización (CEN, Confiscation, Expropriation and Nationalization) y coberturas de violencia política, dislocando el foco para la inversión en las naciones en desarrollo. El programa de EEUU, parte de Overseas Private Investment Corporation (Opic), fue autorizado a operar de forma autosostenida. Hubo otras 1 naciones que introdujeron programas semejantes, principalmente por medio de sus agencias de crédito a las exportaciones. Casi todas esas entidades públicas tuvieron éxito comercial, debido en parte a la posición oficial que les permitió evitar pérdidas que podrían haber ocurrido, desestimulando acciones que provocarían pérdidas de gobiernos o trabajando con esos gobiernos para realizar recuperaciones, o distribuyendo monedas bloqueadas a través de canales oficiales. Tras el éxito de esos programas públicos, las aseguradoras particulares se sintieron estimuladas para entrar en el mercado con los consorcios de la Lloyd, suscribiendo los riesgos de inversión desde 1979. Poco después se constituyeron la AIG Global Trade & Political Risk Insurance Company en 1982, la Zurich Emerging Markets Solutions y la Sovereign Risk Insurance en 1997. Dichas aseguradoras siguen ocupando posiciones de liderazgo en ese terreno. En el 2002, se asociaron a Berne Union. Con los demostrativos de Sovereign, que solo subscribe coberturas de PRI, se puede tener una idea del desempeño de esa clase de seguro. El 30 de junio del 2006, Sovereign llegó a una exposición agregada global de US$ 7.200 millones y desde 1997, cuando empezó a operar en esa área, pagó indemnizaciones que totalizaban un valor neto de US$ 29,7 millones (pagamentos brutos de US$ 44 millones, menos de US$ 14,3 millones en recuperaciones). En general, Sovereign, no reporta el ingreso premio, pero en agosto del 2003 anunció que sus ingresos durante el año fiscal totalizaban US$ 60,5 millones. La empresa indicó asimismo que ese año había logrado resultados financieros sólidos, sin mencionar las cifras. La aseguradoras de riesgo político parecen contar con un índice de pérdida de cerca de un 30% (pérdidas netas como porcentual de ingreso premio), lo que es excelente si se compara con la siniestralidad de los seguros de propiedades y responsabilidades. Surge la cobertura para el no cumplimiento En los años ´90, el crecimiento del mercado de PRI se vio estimulado por el surgimiento de proyectos de infraestructura financiados por el sector privado en América latina y en Asia. Los 2 bancos comerciales utilizaron la cobertura CIT para administrar restricciones de reglamentación y riesgo interno que los obligaban a mantener reservas para cubrir posibles defaults en sus préstamos internacionales pendientes. De ese modo, los bancos estaban dispuestos a pagar el costo de PRI, desde que ello pudiese evitar efectivamente la necesidad de realizar reservas de capital. Otro gran estímulo al desarrollo del PRI fue la competencia entre los bancos para conquistar negocios en los mercados emergentes y la falta de fuentes alternativas de disminución de crédito. En la mayoría de los casos, los productos de agencias nacionales cubren básicamente bienes y servicios prestados de sus propios países, y no hay garantías financieras emitidas por aseguradoras especialistas en la mayoría de los países de América latina debido a las bajas clasificaciones de crédito. La cobertura CEN prometió a los inversionistas y acreedores una protección contra la interferencia de los gobiernos en sus derechos en esos proyectos. Un dispositivo de cobertura CEN conocido como “quiebra de contrato” o “default de la decisión arbitral”, garantiza a los inversionistas el pago de indemnización si no se cumple una decisión arbitral favorable. Las crisis financieras en los países de Asia y América latina a fines de los años ´90 y comienzos de este siglo pusieron a prueba esas coberturas, particularmente porque la intensa devaluación de las monedas locales aumentó la exposición de los países que habían prometido a los inversionistas y acreedores de infraestructura que cumplirían con las obligaciones monetarias de sus proyectos en moneda extranjera, en su mayoría en dólares norteamericanos. Por diversos motivos, las expectativas de los titulares de las pólizas no fueron siempre atendidas, a veces porque se interpretaba que una póliza de CEN no cubría una quiebra de contrato o por qué el texto de la póliza de CIT no reconocía la cobertura si todavía hubiese medios de transferir divisas de forma legal, aunque fuese por medios no utilizados tradicionalmente. Esos eventos hicieron que los acreedores buscasen una forma de cobertura más abarcativa que la prometida por el NH. Las aseguradoras estaban dispuestas a pagar indemnización si el país fuese obligado a realizar un pago sin exigir primero que el acreedor recurriese a los tribunales para dar validez a su responsabilidad. 3 Por lo tanto, los titulares de las pólizas no tendrían que soportar largos plazos y las inseguridades provenientes de ello, asociadas a pleitos. Una póliza de NH emitida por la Zurich en el 2002 para un título hipotecario garantizado por el gobierno de Belice es uno de los primeros ejemplos. Hubo diversos ejemplos en la medida en que esa forma de cobertura fue aceptada por el mercado. Sin embargo, el valor de cobertura de NH fue cuestionado cuando el gobierno de la República Dominicana suspendió el pago de sus obligaciones en el 2003. Había distintas interpretaciones de una cláusula de póliza estándar que obligaba al asegurado a realizar esfuerzos para disminuir el riesgo, aunque ello significase renegociar la deuda para evitar pérdidas. Algunas aseguradoras opinaban que el acreedor tenía que concordar con un reescalonamiento de la deuda (cuyo nuevo cronograma de pago debía ser cubierto por la aseguradora), al tiempo que otras consideraban que si el acreedor no pagase de acuerdo con el cronograma original constituía una base válida para indemnizaciones, aunque se negociara un nuevo cronograma de pago. Aunque no todas las aseguradoras tuviesen el mismo punto de vista y la mayoría de las indemnizaciones de NH provenientes de su reagendamiento fuesen cumplidas, la percepción de la cobertura de las indemnizaciones resultó perjudicada. Los inversionistas y acreedores temían aún que las aseguradores explotasen las condiciones de la póliza para evitar las indemnizaciones. Además del lenguaje de la póliza que afecta la percepción del valor de cobertura de NH de los acreedores hay otras consideraciones a tomar en cuenta. La disposición de las aseguradoras de pagar indemnizaciones Una preocupación general de los acreedores ya mencionada es la disposición de las aseguradoras de pagar indemnizaciones de PRI. Esa preocupación es válida, sobre todo si se considera especialmente la escasez de informaciones públicas sobre indemnizaciones de PRI y el histórico de procesos judiciales. La investigación en esa área depende de informaciones frecuentemente negativas porque los titulares de las pólizas no hablan en general sobre las indemnizaciones pagadas y de las noticias sobre los problemas, que pese a ocurrir proporcionalmente 4 con menor frecuencia, encuentran siempre una forma de llegar al mercado. Las agencias públicas tienden a ser más accesibles en lo que hace a las indemnizaciones, pero las aseguradoras privadas empezaron a comentar su experiencia recientemente. Por ejemplo, Zurich divulgó el pago de indemnizaciones sobre transacciones que abarcan Argentina, Venezuela y, más recientemente, la República Dominicana, informando que pagó cerca de US$ 20 millones de cobertura de pólizas de NH. Sovereign también anunció el pago de tres indemnizaciones a bancos europeos, provocadas por el mismo La AIG no tenía ninguna exposición en la República Dominicana. Sin embargo, su departamento de administración de indemnizaciones declaró que en su trayectoria en el mercado de PRI recibió 291 pedidos de indemnizaciones y pagó US$ 434 millones referentes a ellos. Hubo que entablar procesos judiciales para solucionar disputas en 21 casos. La AIG recuperó indemnizaciones pagadas de terceros por valor de US$ 194 millones. Parte de esas recuperaciones fue reembolsada a los clientes para compensar su participación (mediante franquicias) en la póliza de seguro. Potencial de valor de detención de pérdida Otro aspecto de valor de detención de la cobertura de PRI es el potencial de la aseguradora para detener una pérdida. Pese al default general en el 2001, Argentina concedió a los miembros privados de Beme Union, y de las otras agencias públicas, una excepción para el cambio de controles de sus transacciones de seguros. De esa forma, los titulares de las pólizas fueron protegidos contra pérdidas que afectaron a los acreedores no asegurados. Las aseguradoras de agencias públicas fueron bien sucedidas en el uso de su influencia para desestimular la posible conducta que provoca pérdidas por parte de los gobiernos. A veces, esa ventaja es compartida con las aseguradoras privadas mediante instituciones como Berne Union (o cuando la póliza emitida contempla la participación, a través del co-seguro o re-seguro, de agencias oficiales) Es difícil comprobar la evidencia directa de detención, pero en el caso de Miga, la emisión de más de 475 garantías en más de 70 países entre 1990 y 2000, y de apenas una indemnización, comprueba la detención, pues una buena suscripción por sí sola, no puede explicar ese récord. Además, la disposición de las aseguradoras privadas de asociarse a las transacciones de las agencias públicas por medio, refleja la evaluación del mercado en lo que hace a esa posible detención. 5 Cuestiones de reglamentación Una consideración final que afectará el uso de la cobertura de NH por los bancos es el impacto de las reglamentaciones referentes a la gestión y a la prestación de servicios de exposición bancaria. De acuerdo con un especialista en el sector, la cobertura de NH debidamente corregida puede y será reconocida como una herramienta atenuante al riesgo de crédito de acuerdo con Basel II, la nueva estructura de reglamentación bancaria, permitiendo que los bancos reciban reconocimiento oficial de reglamentación de liberación de capital Aunque esa investigación haya confirmada que el NH puede ser, de hecho, un atenuante al riesgo de crédito para fines de capital de reglamentación (como garantía condicional), la validez de ese beneficio siempre estará relacionada con el desempeño de NH en el transcurso de los años, en la medida en que los bancos (y sus reguladores) son obligados a monitorear e a examinar la capacidad y la disposición del avalista en cumplir continuamente con sus obligaciones ¿Es posible superar la resistencia del acreedor? Un análisis de desarrollo del mercado de PRI indica que las deudas sobre indemnizaciones de PRI afectaron negativamente su imagen en general y la cobertura de NH en particular. Cumple observar que, como una cobertura abarcativa, el NH está menos susceptible a las ambigüedades y al potencial de interpretaciones variadas que caracterizan otras coberturas de PRI, que conducen con frecuencia a procesos judiciales. El problema se agrava debido a que la mayoría de las aseguradoras de PRI no ofrece informaciones significativas sobre sus operaciones, especialmente las vinculadas al pago de indemnizaciones, y esa falta de datos no ayuda a crear conciencia a los acreedores sobre el mercado de PRI. Es posible obtener informaciones sobre las indemnizaciones provenientes de pólizas de PRI de agencias públicas. Las aseguradoras privadas también están empezando a liberar dichas informaciones, en un esfuerzo por asegurar y concienciar el mercado. También hay evidencias de que con el pago de las indemnizaciones y la divulgación de esos datos deberá aumentar la confianza de los acreedores. 6 Berne Union elabora informes sobre las operaciones de PRI de sus miembros en una base agregada, pero si dichas informaciones fuesen analizadas por separado para mostrar las operaciones agregadas de las aseguradoras de PRI en el sector privado de la organización, el proceso de toma de conciencia del acreedor recibiría un importante incentivo, sin amenazar las preocupaciones con el sigilo por parte de cada aseguradora de PRI. Se espera en general que la tendencia creciente para el aumento de la disponibilidad de informaciones sobre indemnizaciones de PRI tenga un efecto favorable sobre las actitudes de los acreedores con respecto a la cobertura de PRI y de NH en particular. El valor de detención de pérdida en potencial también es importante. Muchos bancos lo han reconocido en su disposición de usar la cobertura de PRI de agencias públicas en situaciones de alto riesgo. También son evidentes los beneficios de la protección de agencia pública que las aseguradoras privadas pretenden, por medio de la suscripción cooperativa con agencias públicas y la asociación a Berne Union. En el frente contractual hay ciertos temas de lenguaje y condiciones de pólizas que pueden ser problemáticos para los acreedores, pero es posible resolverlos por medio de addendos. En la práctica, las aseguradoras se han mostrado dispuestas a aceptar un lenguaje esclarecedor que impone límites razonables para el tiempo en que debe pagarse una indemnización. El periodo de espera de 180 días dominante para la maduración de las indemnizaciones debe ser suficiente para que los acreedores presenten las evidencias para validar una indemnización. Aunque en circunstancias específicas tal vez sean necesarias evidencias adicionales para validar la indemnización. Es probable que las aseguradoras estén de acuerdo en estipular en la póliza los documentos y los procedimientos suficientes para comprobar el default. La ambigüedad en la garantía del titular de la póliza en minimizar pérdidas que complicó las indemnizaciones cuando se reagendó de la República Dominicana fue reconocida y los suscritores de PRI están totalmente dispuestos a simplificar el lenguaje para atender a los acreedores. El factor más elusivo es el impacto de los regímenes de reglamentación. La opinión de los acreedores y de los reguladores sobre la cobertura de NH también es importante. En esa área hay 7 indicativos promisorios, pues Basel II permite la liberación de capitales para préstamos desde que la misma se base en las garantías condicionales. Sin embargo, aunque ese nuevo régimen se vea implementado con el lenguaje actual, el grado de condicionante de la póliza que los reguladores aceptarán parece ser una cuestión en evolución, aunque los actuales indicadores se muestren favorables. Si se presupone que se consolide en la comunidad de reglamentación una visión definitivamente favorable de la cobertura NH, consideramos como positivos los pronósticos para superar eventuales resistencias de los bancos y, consecuentemente, una mayor aceptación de la cobertura de PRI ante la comunidad financiera internacional. * Este artículo fue extraído de un tratado para el programa Fellowship del Charter Insurence Institute (CII). Para obtener más informaciones sobre el CII, contactar a Esther Roche, Coordinadora de Operaciones para Asociados, + 44 (0207) 417-4412, e-mail: [email protected], o visite el sitio: www.cii.co.uk 8