1426_la lirica y la elegia

Anuncio
La Lírica y la Elegía
LA LIRICA
La lírica latina comienza mucho más tarde que los otros géneros poéticos, épica
o teatro, concretamente en el siglo II a.C. Circunstancias políticas y sociales inclinan los
ánimos de los ciudadanos hacia lo privado y lo íntimo, que es el contenido propio de la
lírica.
Creado el gusto por la poesía griega de corte individual y centrada
en la
intimidad del poeta, surgen en Roma los primeros líricos agrupados en torno a la figura
de Lutacio Cátulo, un general que era a la vez orador, historiador, poeta u hombre de
gran cultura. El género que cultivan estos poetas es el epigrama erótico, imitado de los
poetas alejandrinos. Las principales figuras del círculo son el propio LUTACIO
CÁTULO, PORCIO LICINO y VALERIO EDITUO. Todos escriben sus epigramas en
dísticos elegíacos (hexámetro y pentámetro)
1. LOS NEOTERICOS:
Ya entrado el siglo I a.C. aparece en Roma un grupo de poetas que serán los
auténticos innovadores de la lírica latina, los poetae novi o “neotéricos”, sobrenombre
de tono despectivo porque renunciaban a la tradición lírica romana. En efecto, los
neotéricos revolucionaron la poesía latina, inspirándose ahora en los poetas alejandrinos
y deciden renunciar a la composición de largas obras y dedicarse a los poemas cortos,
pero de la máxima perfección formal.
Entre los poetas destacan LICINIO CALVO, HELVIO CINNA, FURIO
BIBACULO y, sobre todos ellos CATULO.
Nacido en Verona entre el año 90 y 80 a.C., de familia distinguida que gozaba
de la amistad de Julio Cesar. Pronto marchó a Roma, donde llevó una agitada vida
social y amorosa. Murió joven, hacia el 50 a.C.
Su obra lírica, tal y como nos ha llegado, consta de 116 poemas, ordenados en 3
partes desde el punto de vista métrico y del contenido:
- Las composiciones desde el número 1-60 son los que el mismo Catulo llamaba
nugae (“bagatelas”): están compuestos en metros diversos y se refieren a temas de la
vida cotidiana.
- Del 61 al 68 son los llamados “poemas doctos”, abundan en ellos los temas
mitológicos y son los más largos en producción.
1
La Lírica y la Elegía
- Del 69 al 116 son epigramas compuestos en dísticos elegíacos, su contenido
son temas de la vida cotidiana, principalmente amorosos.
Por su temática destacan los poemas amorosos, en los que la inspiración del
poeta es mayor. Catulo vivió unos amores tempestuosos con Clodia Pulcher, a la que él
denomina Lesbia; En sus poemas se puede seguir todo el cambio de su pasión amorosa,
desde la exaltación del comienzo, pasando por las múltiples rupturas a causa de las
infidelidades de ella, hasta la separación total con su amargura: todo esto queda
condensado en el nº 85 odi et amo.
Catulo también es un poeta pasional en la amistad y en el odio que generan en él
sus enemigos. Ataca ferozmente a Julio Cesar y a Mamurra, pero es capaz de expresar
toda su ternura en los elogios a sus amigos.
Dos poemas son dignos de mención: el nº 68, la primera elegía de la lengua
latina; y el nº 76, en el que el poeta vuelve a los dioses desde la amargura que le
provoca el engaño amoroso.
Catulo reelabora la lírica latina, le insufla frescura. Identifica poesía y
experiencia vital, en su poesía están presentes el deseo, la pasión, el amor entendido
como taeter morbus, capaz de provocar los sufrimientos más terribles.
La lengua de Catulo mezcla elementos cultos y populares, con abundancia de
diminutivos y una constante búsqueda de la perfección formal, que sin embargo no le
priva de espontaneidad u frescura; la variedad de tonos es otra de las virtudes de su
poesía.
2. VIRGILIO: LAS BUCOLICAS
Las Bucólicas, compuestas por Virgilio entre los años 42 a 39 a.C. son la
primera manifestación de la poesía augústea. Virgilio recoge la herencia de los
neotéricos en cuanto a la erudición y perfección formal, pero la reelabora y supera con
aportaciones personales.
Las Bucólicas son 10 églogas de tema pastoril, inspiradas en las composiciones
del poeta alejandrino Teócrito sobre los idílicos paisajes sicilianos. De Teócrito toma
Virgilio el ambiente e incluso los nombres de algunos pastores. Pero todo está
trasplantado al paisaje italiano, todo es, por una parte, recuerdos de las vivencias del
poeta en su Mantua natal, y, por otra, idealización de la Arcadia feliz, donde los
pastores cantan su existencia. También hay alusiones a la actualidad política y a
2
La Lírica y la Elegía
personajes reales: Virgilio, simbolizado en el pastor Titiro, celebra a Augusto, que le ha
permitido conservar sus tierras.
Algunas églogas (III, VII y VIII) reflejan concursos poéticos entre los pastores.
Destaca sobre todas la égloga IV, donde se predica la vuelta a la edad de oro con el
nacimiento de un niño divino que desterrará la injusticia del mundo. Por su contenido ha
sido objeto de numerosas interpretaciones, entre ellas la cristiana, según la cual, el niño
sería Jesús; pero parece ser que Virgilio se refería al hijo de su amigo Asinio Polión.
En las Bucólicas ya están los mejores valores de la poesía virgiliana: la armonía
entre expresión y contenido, la sobriedad, el pathos que se deja ver en la expresión de
los sentimientos, su simpatía con la naturaleza.
3. HORACIO: EPODOS Y ODAS
Horacio (65 – 8 a.C.) nació en Venusa. Hijo de un liberto que procuró para su
hijo una esmerada educación. Después de la batalla de Filipos en la que participó,
volvió a Roma donde desempeñaba un cargo administrativo, hasta que por mediación de
Virgilio entra en el círculo de mecenas, lo que hará que pueda vivir dedicado
enteramente a la poesía. El se llamaba a sí mismo “cerdo de la piara de Epicuro”, por su
inclinación hacia el epicureismo. Fue sin duda el más grande de los líricos latinos.
Frente a los neotéricos, Horacio no imita a los poetas alejandrinos, sino a los
líricos clásicos. Siguiendo a Arquíloco escribe los “Epodos”, Iambi, 17 piezas escritas
en ritmo yámbico; pero a diferencia de Arquíloco, cuyos yambos iban cargados de
agresividad, los de Horacio son menos duros y más variados. El más famoso es el nº 2:
beatus ille, elogio del campo y de la vida campesina en boca de un usurero. Los epodos
no son una obra genial, pero en ellos Horacio se mide para emprender su obra mayor.
Con las “Odas” ,Carmina, Horacio pretendía trasladar a la lengua latina el
espíritu y la métrica de los líricos clásicos griegos: Safo, Alceo y Anacreonte. Son 4
libros, 104 odas, compuestas entre los años 30 a 23 a.C. Además de los clásicos griegos
se observan en ellas las influencias de Catulo, Virgilio y Calímaco.
Los temas de las odas son muy variados; en primer lugar destaca el elogio a sus
amigos y a Augusto: Virgilio, Mecenas y Asinio Polión; Horacio siempre celebra los
valores de la amistad.
Las llamadas “odas romanas” critican
la guerra y llaman a la vuelta a la
religiosidad nacional. La máxima expresión de estas odas es el canto secular, compuesto
3
La Lírica y la Elegía
para un coro de muchachos y muchachas en honor de Apolo y Diana, durante los juegos
seculares del año 17.
Otra fuente de inspiración es la filosofía, epicúrea cuando habla de la amistad
como fuente de placer, pero también estoica cuando aconseja retirarse de los placeres
mundanos, Aún así Horacio persigue la felicidad que proporciona la aurea mediocritas,
la dorada medianía, esto es, gozar de los bienes presentes sin ansiar más, porque el
tiempo pasa inexorablemente. Así la muerte supone para él el fin de los placeres, por lo
que lo mejor es aprovechar el momento, el carpe diem, en el que se concreta el sentir de
Horacio, que responde más a la sabiduría popular que a la filosofía epicúrea.
Las odas de tema amoroso no faltan en la obra de Horacio, pero en lugar de la
pasión de Catulo el amor es para Horacio más objetivo. Se centra en lo engañoso del
amor, en los celos. Es un amor que responde más bien a la ficción que a la realidad, las
amantes son más bien idealizaciones que mujeres de carne y hueso.
Otro tema es el vino, herencia de la poesía simposíaca griega de Alceo. Es la
concreción del carpe diem, disfrutar la vida presente con los amigos.
El paisaje no está ausente en las odas, pero visto desde el punto de vista del paso
del tiempo, la fugacidad de las estaciones, que renuevan continuamente el proceso vital.
El paisaje horaciano es el locus amoenus, idílico comparable a la Arcadia de Virgilio.
Un tema fundamental es la reflexión sobre el propio hecho literario, el poder de
la poesía para inmortalizar al hombre, esa es la aspiración última de Horacio, cuando
dice exegi monumentum aere perennius.
Horacio adapta definitivamente al latín los metros eolios. Su forma de componer
continuamente perfeccionando la obra, puliéndola, lo que se conoce como labor limae
hacen de sus composiciones modelos de arquitectura formal.
LA ELEGIA
En Grecia se llamaba elegía a toda composición escrita en metro elegíaco ,esto
es en dísticos formados por un hexámetro y un pentámetro, fuese cual fuese su
contenido. Al principio estaba muy ligada al epigrama de tema doloroso; pero los poetas
alejandrinos empezaron a componer elegías de tema amoroso, pero no personal, sino de
contenido mitológico. Este es el tipo de elegía que se cultiva primero en Roma.
En la época de Augusto es cuando surge un nuevo tipo de elegía en Roma con
un contenido novedoso: la elegía de tema amoroso personal; con su último gran
4
La Lírica y la Elegía
representante, Ovidio, surgirá la elegía dolorosa, de la que parte el concepto moderno de
elegía.
TIBULO nació entre el 60 y el 50 a.. y murió en el 19 a.C. Tibulo no se integró
en el círculo augusteo de Mecenas debido a sus ideas republicanas. Se denomina Corpus
Tibullianum a un grupo de tres libros de elegías, que la tradición atribuye a Tibulo,
pero sin duda sólo son de Tibulo el 1º y 2º libro. El primer libro está dedicado a su
amada Delia; el segundo está dedicado a otra mujer, Némesis, ambiciosa amante que
hizo sufrir al poeta. Los temas favoritos de Tibulo son los ya mencionados: el amor y la
naturaleza; pero frente a la visión idílica de la vida rural está la guerra, fuente de todo
horror y desdicha.
PROPERCIO, natural de la región de Umbría, nació el 50 a.., de familia no muy
acomodada, logró entrar en el círculo de Mecenas y murió el 15 a.C. escribió 4 libros de
elegías dedicados a Cintia, cuyo verdadero nombre era Hostia; era ella de carácter
frívolo y caprichoso, además de bastante liberal de costumbres. Por ello los amores de
Propercio pasaron por parecidos sinsabores a los de Catulo, hasta llegar a la ruptura
final, aunque Propercio nunca la olvidó. En el libro IV, muerta ya Cintia, Propercio
inclina su inspiración hacia la poesía patriótica y escribe las llamadas “elegías
romanas”, en las que canta a Roma, sus humildes orígenes comparándolos con la
grandeza de su época.
OVIDIO nació en Sulmona el 43 a.C. en una familia muy acomodada del orden
ecuestre. En Roma en lugar de estudiar oratoria se impuso su pasión por la poesía.
Gracias a su facilidad para escribir, pronto gozó de enorme fama, hasta que, sin que
sepamos exactamente por qué motivo, fue desterrado por Augusto a la isla de Tomes,
donde murió en el destierro el año 17 d.C.
La producción poética de Ovidio abarca varios géneros literarios. Sus
composiciones elegíacas se pueden dividir por su temática en:
A) Elegías amorosas: son las primeras que compone y las que le reportaron
enorme fama, comprende las obras tituladas Amores, 3 libros dedicados a Corina, que
más que una mujer parece una ficción inventada por el poeta. Lejos de la profundidad
de Tibulo, Ovidio es brillante en su expresión, pero superficial en los sentimientos.
Las Heroidas son cartas de amor de mujeres mitológicas a sus amantes. El Ars
amandi son 3 libros que componen un autentico tratado amoroso: en los dos primeros da
consejos a los hombres sobre cómo conquistar a las mujeres; en el tercero advierte a las
mujeres sobre cómo conservar el amor de los hombres. Los remedia amoris suponen un
5
La Lírica y la Elegía
antídoto contra el veneno de la pasión amorosa. Medicamina faciei feminae es un
tratado sobre cosmética.
B) Elegias dolorosas: estos son los desgarradores poemas que Ovidio compuso
en el destierro. Están recogidos en dos obras: Trisita en 5 libros, y Epistulas ex Ponto.
La superficialidad de sus composiciones amorosas deja paso aquí al profundo dolor
que le causa su lamentable situación. Su amargura se interrumpe para hacer elogios
desmedidos a Augusto para que le perdone.
El estilo de Ovidio está configurado por su facilidad para la poesía, su brillantez
e ingenio le llevan al retoricismo que se impondrá entre sus imitadores.
6
Descargar