Borrego Cimarr n (Ovis canadensis)

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BORREGO CIMARRÓN (Ovis canadensis)
Articulo preparado por:
Uribe Cortés Jonathan
Alumno primer semestre en tutoría
INTRODUCCIÓN
El borrego cimarrón (Ovis canadensis) es el mayor de las dos especies
nativas de borregos de Norteamérica. El borrego cimarrón de Baja
California, también llamado peninsular, pertenece a la subespecie Ovis
canadensis cremnobates, una de las siete que existen en Norteamérica.
Cimarrón, fue el nombre que los españoles le dieron al Borrego del
Desierto de América. Antes de la conquista de México, cimarrón era
solamente un adjetivo para calificar “al que ganaba la libertad”. Un
segmento de la gente interesada en este animal cree, sin embargo, que
nuestros borregos silvestres se llaman cimarrones, porque viven en las
cimas de los cerros.
CARACTERÍSTICAS FÍSICAS
Los machos miden de 150 a 170 cm. de largo, de la punta de la nariz a la
punta de la cola, 80 cm. de alzada a la cruz y pesan entre 70 y 80Kg. La
cabeza con los cuernos de un macho grande, puede representar un 10%
del peso corporal total. Los cuernos se enroscan en espiral hacia atrás, y
en los machos pueden tener un diámetro en la base de hasta 15 cm.
Las hembras son un 20-30% menor. Los cuernos de los machos están más
desarrollados que los de las hembras.
REPRODUCCIÓN
Las hembras típicamente copulan por primera vez a los dos años y medio
de edad. La gestación dura alrededor de 174 días; normalmente la
camada consta de una sola cría, pero hay reportes de gemelos, y las crías
son destetadas entre los 4 y los 6 meses de edad, pero la madurez sexual
no llega sino hasta el año y medio.
HÁBITAT
El hábitat del borrego cimarrón en México se caracteriza por climas
desérticos, relieves topográficos intrincados, vegetación escasa y de
afinidades desérticas. Esto restringe la distribución de esta especie a las
montañas de los desiertos del norte de México, por lo que su localización
es fragmentada de manera natural.
DEPREDACIÓN Y SUPERVIVENCIA
La mortalidad más alta ocurre en el primer año de vida. Los machos
viven hasta los 10-16 años de edad.
Se han identificado como causas de mortalidad de los borregos a algunos
parásitos, competencia con otros ungulados, depredación, accidentes
como caídas de acantilados o atropellamientos en las carreteras,
deficiencias en las dietas y condiciones climáticas anormales.
Los factores que causan mayor mortalidad varían con las poblaciones y
las condiciones de ellas, por ejemplo, en la parte norte de Canadá, un
nematodo que se aloja en los pulmones, causa una gran proporción de la
mortalidad. Algunas poblaciones californianas y sonorenses han sido
afectadas por sinusitis crónica causada por larvas de moscas (Oestrus
ovis). Las poblaciones del desierto son susceptibles a infecciones por
Escherichia Coli, Pasteurella sp y otras bacterias y protozoarios.
De doce muertes en cuarenta y nueve borregos equipados con radios en
Arizona, seis fueron causadas por atropellamiento cuando los animales
intentaron cruzar una carretera, dos fueron depredados por coyotes, otro
por un puma y dos fallecieron por causas desconocidas. En otras áreas la
mayor mortalidad es debida a la transmisión de enfermedades como
sinusitis, sarna, fiebre de pezuñas, fiebre de lengua azul y aftosa y la
competencia producida por ganado bovino o caprino.
Aunque la depredación no es frecuente dado el terreno de difícil acceso
que prefieren los borregos, esta misma característica hace que las
muertes por caídas sean relativamente comunes. Los principales
depredadores incluyen a lobos (Canis lupus; hoy extintos en gran parte de
su distribución original), coyotes (Canis latrans) y pumas (Puma
concolor), también se han reportado ataques de línces (Lynx rufus),
águila real (Aquila chysaetos), águila calva (aliaeetus leucocephalis),
zorra gris (Urocyon cinereoargenteus), ocelote (Leopardus pardalis) y
jaguar (Panthera onca). Los ataques ocasionales por otras especies son
dirigidos a crías o animales enfermos.
Una fuente muy importante de mortalidad, especialmente en las
poblaciones mexicanas, es la cacería furtiva.
Tal presencia del hombre moderno en el hábitat borreguero impactó a
tal grado al cimarrón, que en algunas regiones lo han puesto al borde de
la extinción. Hoy podemos reconocer distintas acciones del hombre , en
perjuicio del borrego, siendo en opinión propia las siguientes:
• Apropiación de fuentes de agua naturales
• Caza indiscriminada para el sustento del colono
• Caza deportiva clandestina
• Caza deportiva erróneamente calculada en sobrestimaciones
• Transmisión de enfermedades del ganado doméstico
• Apropiación del hábitat para uso habitacional, ganadero y minero
• Destrucción del hábitat
• Fragmentación del hábitat por caminos, acueductos, oleductos,
tendidos eléctricos o telegráficos y carreras fuera de camino, que
impiden migraciones
• Disturbio de paraderos
La cacería furtiva no se conforma con borregos viejos; por lo común, los
cazadores furtivos cazan hembras y crías. Debido a la gran demanda de
esta especie, existe un mercad negro, según algunos, avivado por la veda
declarada por el gobierno mexicano en 1990. A pesar de todo, la
prohibición es correcta y las autoridades vigilan las zonas con los recursos
a su alcance, el problema es que los organizadores de cacerías, a quienes
se les pagan hasta 5 mil dólares por borrego, han refinado sus estrategias
para burlar a la ley.
Son expertos en el desierto y rastrean las sierras en busca de los trofeos
potenciales.
Cuando localizan algún cimarrón, llaman de inmediato a los cazadores
furtivos que están dispuestos a viajar enseguida a la zona. No es
necesario que lleven arma, lo cual podría requerir de explicaciones y
mostrar permisos, ni equipo de montaña, pues un campamento los
delataría. Los organizadores de la cacería lo han previsto todo, de
manera que la operación se haga en un solo día, para posteriormente
hacer llegar la cornamenta deseada.
ESTRATEGIAS PARA LA CONSERVACIÓN
La realidad es que hoy, el borrego cimarrón es una especie muy valiosa
que requiere de esfuerzos de protección especial. El gobierno mexicano
ha declarado a la especie bajo protección especial. Las poblaciones
mexicanas se encuentran en el apéndice de 2 del CITES, otorgándoseles
protección adicional al controlar la exportación de cualquier parte del
animal.
Además, existe la propuesta del U.S. Fish and Wildlife Service de los
Estados Unidos para declarar las poblaciones peninsulares de borrego
como en peligro. Las principales estrategias de manejo consisten en
cuatro técnicas:
1. Control y reducción del impacto humano
2. Delimitación y protección de áreas prioritarias para la conservación
del borrego
3. Manejo de algunos factores del hábitat
4. Reintroducción de borregos en zonas de donde han sido acabados
El control y reducción del impacto humano representa el reto más
importante y el más difícil por vencer. El impacto humano negativo sobre
el borrego incluye una serie de factores. La cacería ilegal ha sido
desastrosa en muchas poblaciones. La presencia de vehículos para todo
terreno y motocicletas han tenido un impacto negativo importante. Las
modificaciones drásticas de hábitat eliminan las condiciones adecuadas
para el borrego. La introducción del ganado representa una de las
amenazas más serias, por la competencia que representa y por el
potencial de transmisión de enfermedades. Es más fácil prevenir el daño
a los borregos que intentar repararlo. La delimitación y conservación de
áreas prioritarias casi ha dejado de ser una opción puesto que las áreas
donde existe el borrego son bien conocidas en términos generales. Es poco
probable que aún haya zonas con poblaciones importantes de borregos
que no sean conocidas por los científicos o autoridades gubernamentales.
Sin embargo, si se pueden llevar a cabo programas especiales de
protección a lagunas de las áreas que albergan borregos y que no son
zonas protegidas.
En los últimos 50 años se ha desarrollado un gran esfuerzo que ha
englobado millones de dólares, de horas hombre y de esfuerzo en el
campo, para incrementar la cantidad de agua disponible para el
borrego cimarrón, bajo la suposición de que los borregos en el desierto
están limitados por la disponibilidad de agua. En algunas áreas, la
densidad de aguajes se ha incrementado en un 33% y la cantidad
disponible en un 300%. Sin embargo, en repetidas ocasiones se ha
mostrado que el agua adicional no ha tenido ningún efecto sobre la
población de los borregos. Aún más, la mayor disponibilidad de agua
puede incrementar las densidades de competidores potenciales tanto
nativos como introducidos, que efectivamente puedan estar limitados
por la escasez del agua, como jabalíes, venados, vacas, cabras, burros y
hasta abejas domésticas. Otro riesgo de estos aguajes es que, dado a que
se mantienen con agua constantemente (por el propio manejo artificial)
sus dimensiones y diseño eviten una limpieza natural con la corriente de
las lluvias, también estos, son utilizados por animales de especies
diferentes, lo que los convierte en reservorios de una gran cantidad de
agentes patógenos; el que un animal enfermo beba de ahí, convierte a
los reservorios en vectores para el resto de la fauna que utilice el agua.
La reintroducción de borregos a zonas de donde ha sido eliminado se ha
llevado a cabo en varias regiones. En la isla del Carmen se introdujeron
tres animales en 1979, los que aparentemente murieron poco después. En
1975 se introdujeron 20 borregos con fines experimentales a la isla
Tiburón, Sonora, que han florecido y reproducido con éxito. Actualmente
existen esfuerzos del gobierno federal y los estatales, organizaciones no
gubernamentales, empresas privadas e instituciones académicas, que
parecen indicar que los días de peligro para esta especie en México han
quedado en el pasado. Las poblaciones de Sonora y Baja California
parecen esta floreciendo, y esto parece señalar claramente que el
borrego cimarrón formará parte de los ecosistemas desérticos de
montaña en el norte de México por mucho tiempo más
“Del borrego cimarrón hemos recibido sustento inmemorial.
Inspiración ancestral. Ejemplo de adaptación al más hostil de
los medios, a conformarnos con lo esencial. Pero quizá lo que
más admiramos de el, es el amor irrenunciable a vivir en
libertad… a la libertad que caracteriza, la realización plena
del hombre.”
BIBLIOGRAFÍA
1. www.ine.gob.mx/ueaje/publicaciones/gacetas/231/medellin.html/re
descolar.ilce.edu.mx/redescolar/biblioteca/borrego/index.htm
2. www.ens.uabc.mx/invpos/cimarron/cimarron 1.htm
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