acceso e integración de una persona sorda profunda en la

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ACCESO E INTEGRACIÓN DE UNA PERSONA SORDA PROFUNDA EN
LA UNIVERSIDAD.
Olga Domínguez Sánchez
Licenciada en Pedagogía
Escuela Universitaria de Informática. Universidad Politécnica de Madrid
Campus Sur, Ctra. de Valencia Km. 7, 28031 Madrid, España
[email protected]
RESUMEN
Muchas de las personas sordas comparten una experiencia común: la no integración en la
universidad y el abandono de la facultad. Entre las dificultades percibidas desde la experiencia
personal encontramos: barreras de comunicación y carencias en las infraestructuras, problemas
relacionados con la organización docente (atención dividida), dificultades para el acceso y
utilización del material de trabajo, dificultades de acceso a la metodología docente y a la
información, actitudes negativas del entorno, depender de terceras personas, etc.
Entre las demandas del colectivo sordo que accede a la universidad se destaca la presencia de
intérpretes de LSE, disponer de apuntes adaptados o esquemas de los temas a tratar en el aula
con antelación, “tomadores de apuntes” y profesores de apoyo. Estos recursos y otras
dificultades intentamos aminorarlas con dos propuestas prácticas.
Palabras Clave: sordos, educación, integración, universidad, carencias, abandono, facultad,
comunicación, barreras, dificultades, acceso, educación superior, enseñanza superior, sordos
prelocutivos, atención dividid,a actitudes negativa,s demandas, intérpretes, LSE, lengua de
signos, lengua de signos española, adaptación, apoyo, propuestas prácticas.
Campo Temático: Formación y servicios públicos (Bloque IV).
INTRODUCCIÓN
Muchas de las personas sordas entre 18 y 30 años comparten una experiencia común: la no
integración en la universidad y el abandono de la facultad. Las causas son varias aunque las más
comunes entre las respuestas de las personas sordas son las siguientes: se sienten solos,
incomprendidos, sin apoyo, sin intérpretes, sin la base de la educación primaria o/y secundaria, y
tienen necesidades educativas especiales.
En España actualmente existen 3.528.221 personas con discapacidad. De ellos, 295.869 son
personas con discapacidad auditiva entre 6 y 65 años.
De estas 295.869 personas con discapacidad auditiva, 24.070 son sordos prelocutivos y de
estos, 7.698 tienen entre 17 y 34 años.
El caso que nos ocupa no es representativo del colectivo sordo, ya que son pocos los sordos que
acceden a la universidad (sólo cuatro de cada cien personas con alguna discapacidad posee un
título universitario), pero sí nos puede servir para comprender cuáles son los problemas con los
que se encuentra una persona sorda profunda prelocutiva para acceder e integrarse en la
universidad.
ANÁLISIS DE UN CASO
Antecedentes
F..J.S. (25 años). Sordo profundo prelocutivo. Estudiante de primer curso de Ingeniería Técnica
de Informática de Sistemas en la Escuela Universitaria de Informática de la Universidad
Politécnica de Madrid. Anteriormente estudió dos años de Ingeniería Técnica de
Telecomunicaciones, en la misma universidad, sin aprobar las asignaturas suficientes para poder
proseguir sus estudios.
El sujeto asistió a un colegio bilingüe (los maestros y profesores usaban tanto el lenguaje oral
como la LSE en el que cursó E.G.B., Bachillerato y C.O.U.) en el que la mayoría de los docentes
eran oyentes con la excepción de un profesor sordo. Durante la E.G.B. recibió una educación
basada en el método oralista. Con 13 años aprendió LSE lo que le permitió beneficiarse de
ambas lenguas.
La calificación media de Bachillerato obtenida por el sujeto fue de Bien, la
calificación media de C.O.U. fué de Bien y la nota obtenida en la prueba de acceso a la
universidad fue de 5.12.
EXPERIENCIA
RELACIONADA
CON
EL
ACCESO
A
LA
ENSEÑANZA
UNIVERSITARIA

Dificultades percibidas desde la experiencia personal
-Barreras arquitectónicas y de comunicación y carencias en las infraestructuras.
La
existencia de estas barreras no afecta en cuanto al acceso al campus pero sí influye en la
utilización de las instalaciones e infraestructuras. Entre ellas destacamos:
Los ascensores (tanto en su interior, como en el exterior) carecen de un sistema de vídeo o
pantalla que permita al usuario comunicarse con el exterior en caso de avería, accidente, etc.
Estos representan un problema en caso de tener que desalojar el edificio por una urgencia o de
comunicarse con la persona sorda si se queda encerrada.
Determinadas aulas cuentan con un sistema de seguridad por el que sólo se puede acceder a ellas
mediante un código numérico que, en el caso de introducirse adecuadamente permite el acceso a
dicho aula tras el aviso positivo de una señal sonora. En caso de que el código introducido sea
erróneo también se avisa al usuario con otra señal sonora. Para nuestro sujeto, el acceso a estas
aulas, en un principio, supuso un inconveniente ya que dependía de una señal sonora.
-Dificultades relacionadas con la organización académica. En este punto, se destaca la
duración de las clases no presenta un inconveniente. En relación con este punto y teniendo en
cuenta que todo estudiante necesita concentrarse y conseguir un nivel de atención alto para
recibir y comprender la información, la única desventaja estriba en que si el alumno sordo no
cuenta con un apoyo adecuado en el aula (materiales adaptados, intérprete, tomador de apuntes,
etc.), la concentración que se le exige para captar la información y comprender su significado es
mayor.
Hablamos de la “atención dividida”, que se produce cuando el sujeto tiene que estar pendiente de
dos tareas, con dos elementos comunicativos, al mismo tiempo (por ejemplo, leer los labios al
profesor o atender al intérprete y tomar apuntes). Esto hace necesario contar con apoyo para la
recogida de apuntes y para su supervisión.
-Dificultades para el acceso y utilización del material de trabajo. En cuanto al acceso y uso
del sujeto de ordenadores no detectamos problemas importantes salvo que este material se base
en información acústica, en cuyo caso es conveniente complementarlo con información visual.
Un ejemplo de ello son los avisos acústicos de un ordenador.
En cuanto al acceso a libros y materiales didácticos escritos, hemos tenido en cuenta el acceso
desde el punto de vista físico y el acceso desde el punto de vista cognitivo. Desde el punto de
vista físico, el sujeto no presenta ninguna desventaja en relación con sus compañeros oyentes.
Sin embargo, desde el punto de vista cognitivo las personas sordas en general, y los sordos
prelocutivos en particular, tienen serios problemas para entender el contenido de la lengua
escrita debido a su sintaxis. Este hecho se expone en el punto siguiente.
-Dificultades de acceso a la metodología docente y a la información. Las personas con
deficiencias auditivas utilizan sistemas de comunicación AAC´S (Aumentativa and Alternative
Comunication System). Entendiéndose por aumentativos audífonos, implantes cocleares, etc. Y
por alternativos la lectura labial, sistemas de comunicación bimodal, LS etc. (Puig de la
Bellacasa; López, 81. Zato, 94).
Para que un sordo profundo acceda a la información es necesario el uso de determinados
recursos (presencia de un intérprete de LS, la utilización de videos subtitulados,…), o establecer
algún protocolo de entendimiento con independencia del sistema de comunicación que utilice
cada individuo (oyente y no oyente). Nuestro sujeto no se beneficia de la lectura labial, ya que,
le resulta bastante dificultosa (debido a la ausencia de restos auditivos con los que
complementarla), implica una significativa pérdida de información, y requiere condiciones de
orientación (profesor frente a alumno), iluminación y vocalización adecuadas, que muy
raramente pueden darse en la práctica habitual universitaria.
Para acceder y comprender la información que ofrece el profesor en el aula, no es suficiente el
apoyo de una persona que tenga conocimientos de LSE o sea intérprete de LSE, sino que debe
tener experiencia en el campo que va a traducir o/y interpretar ya que, en caso contrario, la
pérdida de información sería mayor. Esto representa un problema añadido ya que hoy en día no
hay intérpretes para personas sordas en la universidad.
Es importante la utilización de un léxico preciso, complementado en el discurso del docente en el
aula con sinónimos o paráfrasis, la construcción de frases cortas, sencillas y correctas y el
conocimiento previo del esquema de contenidos a tratar por el alumno. (Santos; Lara, 01). Esto
es aún más necesario en el caso de personas sordas profundas que cursan carreras técnicas como
la de nuestro sujeto.
En general se considera que falta apoyo técnico y humano. Se destacan como más importantes, la
presencia de intérpretes de LSE, disponer de apuntes elaborados o esquemas de los temas a tratar
en el aula con antelación, “tomadores de apuntes” y profesores de apoyo.
-Actitudes negativas del entorno. Generalmente, cuando un alumno sordo accede a la
universidad no encuentra un apoyo especial entre profesores y compañeros y este no es un caso
distinto. El sujeto considera que hay una carencia de conocimiento y sensibilización por parte de
los profesores y, en algunos casos, de los alumnos.
Destacamos dos problemas principales:
-Falta de apoyo por parte de los compañeros (alumnos) en cuanto a la consecución de
apuntes y formación de grupos de trabajo. En ocasiones la falta de información, o sensibilización
con las dificultades o desventajas de las personas sordas hace que los propios compañeros no se
impliquen en ofrecerle ayuda e incluso no lo elijan o lo rechacen como integrante de un grupo de
trabajo.
Este hecho varía en función del grado de sordera, siendo más agudo y frecuente en el caso de
personas sordas profundas (nuestro sujeto) que en el caso de personas hipoacúsicas. Esto se debe
principalmente a la calidad en la comunicación y comprensión oral, que es mejor en
hipoacúsicos (debido a que aprovechan los restos auditivos y los pueden complementar con el
uso de audífonos y la lectural labial). Los sordos hipoacúsicos no sólo entienden mejor a su
interlocutor, sino que ellos mismos también se hacen entender mejor. Nuestro sujeto no posee
restos auditivos ya que su sordera es de origen congénito. Esto provoca que la comunicación oral
de nuestro sujeto no sea eficaz y que sus compañeros oyentes tengan más dificultades para
relacionarse con él que con un sordo hipoacúsico (teniendo en cuenta solamente el grado de
sordera).
El trabajo en grupo puede resultar dificultoso para algunos estudiantes, lo que puede agudizarse
en el caso de personas sordas profundas.
- Falta de comprensión, por parte de los docentes, de las necesidades del alumno en
cuanto a las características de aprendizaje, materiales de estudio necesarios y a las condiciones
de realización de exámenes que precisan.
Las personas sordas normalmente tienen dificultades para comprender el lenguaje escrito,
fundamentalmente para captar sintaxis complejas y entender adecuadamente significados, esto se
debe a que la LS tiene una estructura sintáctica diferente a la de la lengua hablada. Esto provoca
que, en los casos en los de exámenes de enunciados enunciados largos y con exceso de lenguaje
técnico, aproximadamente la mitad del tiempo del examen se emplee en la comprensión del
enunciado del ejercicio, en los casos en los que el examen dura dos horas.
Los métodos de enseñanza del profesorado no varían ni se ven complementados mediante
apoyos visuales por el hecho de que a su clase asista un alumno sordo.
-Otras dificultades. Entre ellas se destaca, como más importante, el hecho de depender de
terceras personas. En el caso de depender de compañeros para acceder a apuntes sobre las
asignaturas, siempre se recibe información diferida y transformada de las explicaciones del
profesor, con lo cual esta información pierde, tanto en cantidad como en calidad, ya que los
apuntes y resúmenes que pueden ofrecerle representa lo más importante de lo explicado por el
docente (a juicio de quién los toma) y no posibles explicaciones complementarias o
suplementarias al respecto. Los apuntes son un método de recogida de datos individual y
subjetivo que el sujeto que los toma adapta a su forma de pensar y estudiar, por lo tanto sólo
podemos considerarlos un apoyo o complemento de la formación universitaria del sujeto que
tratamos, no como un recurso único de aprendizaje.
PROPUESTAS Y CONCLUSIONES
Tradicionalmente se ha culpado a la LS de los bajos niveles educativos conseguidos por
las personas sordas, sin saber que, como en el sujeto de estudio, han aprendido la lengua de
signos muy tarde, a partir de los 14 o 15 años.
En nuestro caso se ha constatado que las mayores dificultades del alumno sordo
profundo prelocutivo en el acceso a la universidad y su posterior integración en ella no se deben
tanto a barreras arquitectónicas, carencias en las infraestructuras o a la organización académica,
sino que se deben principalmente al uso del material didáctico, dificultades de acceso a la
información y actitudes negativas o a la falta de concienciación del entorno. En general se
considera que falta apoyo técnico y humano. Se señalan como ayudas más necesarias e
importantes la presencia de intérpretes de LSE, disponer de apuntes adaptados o esquemas de los
temas a tratar en el aula con antelación, “tomadores de apuntes” y profesores de apoyo.
En cuanto a las barreras arquitectónicas, carencias en las infraestructuras o en la organización
académica, proponemos la instalación de dispositivos visuales complementarios a los sonoros
utilizados para transmitir información (sistema de luces que informe de la necesidad de desalojar
el edificio, pantallas o cámaras en ascensores, etc.).
Nuestras propuestas en relación con las dificultades en el uso del material didáctico, acceso a la
información y falta de concienciación del entorno, son las siguientes:
Incluir módulos o asignaturas en los cursos de formación continua del profesorado que
traten de la adaptación curricular en la universidad, en los cuales se aprenda a la elaborar
esquemas, transparencias, apuntes e incluso libros adaptados
las necesidades educativas
especiales del alumno (en este caso sordo profundo prelocutivo) con frases cortas, sencillas y el
uso de un lenguaje sencillo con abundancia de ejemplos prácticos, comparaciones, etc. En la
elaboración de estos materiales puede usarse la signoescritura como un complemento a la lengua
escrita (actualmente, en la Escuela Universitaria de Informática de la Universidad Politécnica de
Madrid, se están elaborando materiales didácticos en signoescritura como: diccionarios de
lenguaje informático y nuevas tecnologías, generadores y/o editores de signoescritura,etc.)
Dado que continuamente se renuevan los planes de estudio, hecho que influye en la
actualización y creación de nuevas asignaturas (de libre elección, optativas, etc.), proponemos la
creación de asignaturas o módulos de las mismas cuya finalidad sea el aprendizaje de la didáctica
del contenido de la carrera en cuestión (en nuestro caso sería: metodología didáctica de la
informática).
Para que resulte más atractiva la elección de dichas asignaturas, se propone que éstas permitan
la convalidación, al alumno que las curse y apruebe, de cursos de adaptación pedagógica
conducente a la obtención del Certificado de Aptitud Pedagógica necesario para impartir clase en
centros de Educación Secundaria. Otra opción es que esta asignatura tenga un valor en créditos
superior al resto de las de su naturaleza.
En esta asignatura se tratarían sobre todo contenidos prácticos (en los que el alumno sordo
recibiría apoyo y ayuda del /los compañeros) orientados a una labor de apoyo didáctico y entre
las actividades posibles a realizar estarían: realización de esquemas o apuntes, apoyo explicativo
y elaboración de un grupo de estudio y trabajo.
Mediante este propuesta se conseguiría que tanto el alumno sordo pudiese beneficiarse de la
ayuda y contacto con los compañeros (a nivel cognoscitivo, comunicativo y emocional) y que, a
la vez, sus compañeros puedan conocerle, valorarle y, por qué no, aprender cosas de él (LSE,
signoescritura, cultura sorda, etc.).
Proponemos todo ello como parte de programas universitarios de atención e integración de
estudiantes con necesidades especiales.
Estas propuestas, de llevarse a la práctica, supondrían una mejora notable en las condiciones de
acceso e integración en la universidad del alumno sordo, aunque no serían una solución total a
sus necesidades. En un futuro hemos de mejorar aspectos como que el alumno siga dependiendo
de terceras personas
La primera propuesta supone una ventaja o apoyo al alumno sordo, aunque no elimina posibles
actitudes o percepciones negativas por parte de los docentes, al tener que emplear más tiempo y
esfuerzo para comunicarse y explicar a alumnos sordos que al resto.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
INE. Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud. Madrid. 1999.
(Puig de la Bellacasa; López, 81. Zato, 94). Zato, J.G y otros. Cuadernos de Tecnologías de
Rehabilitación. Escuela Universitaria de Informática. Universidad Politécnica de Madrid,
1994.
Asociación provincial de sordos de Córdoba (España). Departamento de Educación.
Conclusiones de las jornadas:” las niñas y los niños sordos en la escuela” del 14 al 17 de
noviembre 2002.
LISMI. Ley de Integración Social de los Minusválidos de 7 de abril de 1982 (BOE 30-4-82)
http://www.webespecial.com
http://www.universia.es
http://www.elpais.es
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