Frecuencias Sagradas - Solfeggio Las frecuencias Solfeggio son sonidos antiguamente utilizados en cantos gregorianos, al cantarlos se impartía una bendición y una gracia especial. Se ha podido comprobar como estas frecuencias pueden alterar y modificar la vibración espiritual de las personas, ayudándoles en su crecimiento interior. Luego de muchos siglos de haber sido eliminadas del sistema musical tonal, han vuelto a salir a la luz. LA FRECUENCIAS SON: UT (396 Hz) para liberar el miedo y la culpabilidad. RE (417 Hz) para deshacer las situaciones y facilitar el cambio. MI (528 Hz) para la transformación y los milagros. Reparación del ADN. FA (639 Hz) para la conexión y las relaciones. SOL (741 Hz) para el despertar de la intuición. LA (852 Hz) para volver al orden espiritual. 396 Hz - FRECUENCIA PARA LIBERAR EL MIEDO Y LA CULPA NOTA UT (DO) Con esta frecuencia podemos eliminar de nuestro campo cuántico aquellas vibraciones como el miedo y la culpa. Su sonido refleja en nosotros una vibración elevada y equilibrada. 417 - FRECUENCIA DE LA TRASMUTACIÓN NOTA RE Esta facilita el cambio y deshace aquellas situaciones que nos provocan estancamiento. Accediendo igualmente a nuestro campo cuántico, libera cualquier falta de armonía, nos permite transformarnos y evolucionar. Provoca un estado en el que nosotros volvemos a elegir nuestro rumbo pudiendo promover los cambios en nuestro día a día. 528 Hz - FRECUENCIA MILAGRO NOTA MI Esta frecuencia resuena en el corazón, es la frecuencia del AMOR. Tiene un color verde- amarillo. Este sonido repara el ADN. 639 Hz - FRECUENCIA PARA LA INTEGRACIÓN DE ESTRUCTURAS NOTA FA Esta frecuencia nos favorece en cuanto facilita la conexión entre las personas y las relaciones. 741 Hz - FRECUENCIA PARA DESPERTAR LA INTUICIÓN NOTA SOL Con este sonido podremos poco a poco despertar la intuición dormida en nosotros, despertando así a un nuevo nivel de consciencia. Es la frecuencia de la expansión de la conciencia 852 Hz - FRECUENCIA PARA VOLVER AL ORDEN ESPIRITUAL NOTA LA Esta vibración puede elevar nuestra conciencia hacia un despertar más espiritual. VIOLINES STRADIVARIUS Los violines Stradivarius son los más preciados instrumentos musicales del mundo. Entre los cerca de 600 ejemplares que aún se conservan hay algunos valorados en más de un millón y medio de euros, es decir, más de cien veces de lo que costaría el más perfecto ejemplar artesano moderno y más de diez mil veces que los procedentes de fabricaciones industrializadas. STRADIVARIUS. El violín, que en el pasado no gozó de una gran reputación, surgió en el Norte de Italia hacia 1550 y se utilizaba para acompañar danzas o para doblar a las voces en la música polifónica. No fue hasta el siglo XVII y comienzos del XVIII cuando el arte de la construcción del violín alcanzó sus cotas más altas en los talleres familiares de los italianos Stradivarius, Amati y Guarneri, y del austriaco Stainer. Comparado con los modelos modernos, el violín antiguo poseía un mango más grueso, menos inclinado hacia atrás, un diapasón más corto, un puente más bajo y cuerdas hechas solo de tripa. Esas características constructivas fueron modificadas en los siglos XVIII y XIX para producir un sonido más fuerte y brillante, aunque diversos violinistas del siglo XX han restaurado y empleado instrumentos del siglo XVIII por considerarlos más adecuados para interpretar la música antigua. En cualquier caso, fue Antonio Stradivarius (1644-1737), nacido en Cremona, quien llevó su oficio de constructor de instrumentos, en especial de violines, a su máxima perfección, siendo sus mejores obras los ejemplares construidos entre 1700 y 1725. La creencia popular piensa que existía un secreto cuya transmisión familiar se quebró a comienzos del siglo XIX. Podemos considerar que cada violín, desde el más preciado Stradivarius al más plebeyo producto industrial, posee una "voz" propia. Una persona cultivada musicalmente es capaz de distinguir entre Plácido Domingo y Pavarotti cuando cantan la misma pieza operística. Algo semejante es aplicable a los diferentes violines. En los últimos 150 años numerosos científicos, entre ellos físicos tan famosos como Helmholtz, Savart, o el Nobel hindú Chandrasekhara Raman han intentado conocer las bases científicas de esas diferencias en las cualidades y características de los sonidos. EL SONIDO El sonido solo se produce sonido cuando un cuerpo vibra muy rápidamente. La vibración del elástico produce un sonido La frecuencia es el número de vibraciones u oscilaciones completas que se efectúan en 1 segundo. Se producen sonidos audibles cuando un cuerpo vibra con una frecuencia comprendida entre 20 y 20000 Hz (Hercio, unidad de medida para la frecuencia). Una guitarra produce sonido si vibra con una frecuencia comprendida entre 20 y 20000 Hz El sonido se transmite a través de medios materiales, sólidos, líquidos o gaseosos pero nunca a través del vacío. El sonido se produce cuando un cuerpo vibra con una frecuencia comprendida entre 20 y 20000 Hz y existe un medio material en el que pueda propagarse. El sonido es una onda. Una onda es una perturbación que se propaga por el espacio. En una onda se propaga energía, no materia. El sonido se propaga en el aire a una velocidad de 340 m/s a temperatura normal (aproximadamente a 20º). Para que el sonido pueda llegar a nuestros oídos necesita un espacio o medio de propagación, este normalmente suele ser elaire la velocidad de propagación del sonido en el aire es de unos 334 m/s y a 0º es de 331,6 m/s. La velocidad de propagación es proporcional a la raíz cuadrada de la temperatura absoluta y es alrededor de 12 m/s mayor a 20º. La velocidad es siempre independiente de la presión atmosférica. Como hemos visto cuando mayor sea la temperatura del ambiente menos rápido llegara el sonido a nuestros oídos, es por eso que algunas personas dicen que "en invierno se suele escuchar mejor" es decir, a mayor temperatura menor respuesta del sonido en el aire. El sonido se propaga a diferentes velocidades en medios de distinta densidad. En general, se propaga a mayor velocidad en líquidos y sólidos que en gases (como el aire). La velocidad de propagación del sonido es, por ejemplo, de unos 1.509,7 m/s en el agua y de unos 5.930 m/s en el acero Un cuerpo en oscilación pone en movimiento a las moléculas de aire (del medio) que lo rodean. Éstas, a su vez, transmiten ese movimiento a las moléculas vecinas y así sucesivamente. Cada molécula de aire entra en oscilación en torno a su punto de reposo. Es decir, el desplazamiento que sufre cada molécula es pequeño. Pero el movimiento se propaga a través del medio. Entre la fuente sonora (el cuerpo en oscilación) y el receptor (el ser humano) tenemos entonces una transmisión de energía pero no un traslado de materia. No son las moléculas de aire que rodean al cuerpo en oscilación las que hacen entrar en movimiento al tímpano, sino las que están junto al mismo, que fueron puestas en movimiento a medida que la onda se fue propagando en el medio. El (pequeño) desplazamiento (oscilatorio) que sufren las distintas moléculas de aire genera zonas en las que hay una mayor concentración de moléculas (mayor densidad), zonas de condensación, y zonas en las que hay una menor concentración de moléculas (menor densidad), zonas de rarefacción. Esas zonas de mayor o menor densidad generan una variación alterna en la presión estática del aire (la presión del aire en ausencia de sonido). Es lo que se conoce como presión sonora. El sonido es una onda mecánica longitudinal que se propaga a través de un medio elástico. El sonido no se propaga en el vacío. Cualidades sonoras En todos los sonidos que percibimos se pueden distinguir tres cualidades: sonoridad, tono y timbre. La sonoridad está relacionada con la intensidad del sonido. La intensidad de un sonido viene determinada por la amplitud del movimiento oscilatorio, subjetivamente, la intensidad de un sonido corresponde a nuestra percepción del mismo como más o menos fuerte. Cuando elevamos el volumen de la cadena de música o del televisor, lo que hacemos es aumentar la intensidad del sonido. El tono está relacionado con la frecuencia. El tono de un sonido depende únicamente de su frecuencia, es decir, del número de oscilaciones por segundo. La altura de un sonido corresponde a nuestra percepción del mismo como más grave o más agudo. Cuando mayor sea la frecuencia, más agudo será el sonido. Esto puede comprobarse, por ejemplo, comparando el sonido obtenido al acercar un trozo de cartulina a una sierra de disco: cuando mayor sea la velocidad de rotación del disco más alto será el sonido producido. El timbre está relacionado con la forma o la gráfica de la onda. El timbre es la cualidad del sonido que nos permite distinguir entre dos sonidos de la misma intensidad y altura. Podemos así distinguir si una nota ha sido tocada por una trompeta o un violín. Esto se debe a que todo sonido musical es un sonido complejo que puede ser considerado como una superposición de sonidos simples. Disipando el misterio que rodea a los violines Stradivarius En la Mid Sweden University (Mittuniversitetet), de Suecia, un grupo de investigadores está utilizando tecnología moderna para descubrir los secretos de estos violines. El profesor adjunto Mats Tinnsten presenta los resultados que ha obtenido hasta el momento con el último estudio realizado en ese campo. "No es posible reproducir los violines Stradivarius de manera exacta, desde el momento en que la madera de que están hechos es un material vivo con grandes variaciones naturales. Los resultados de nuevas investigaciones indican, sin embargo, que lograremos superar dichas dificultades con la ayuda de equipamiento informático avanzado", ha comentado Mats Tinnsten. El italiano Antonius Stradivarius (1644-1737) introdujo una geometría y un diseño que se convirtieron en los modelos a seguir por todos los fabricantes de violines. De los 1.100 instrumentos que construyó, aún sobreviven unos 650. El extremadamente alto valor de estos instrumentos quedó demostrado en una subasta realizada en el mes de abril en Londres. El violín Stradivarius 'Lady Tennant' vendido en esa oportunidad, batió un récord en el mundo de las subastas de instrumentos musicales, con un precio astronómico de un millón y medio de euros. El trabajo de Antonius Stradivarius (Antonio Stradivari) no ha podido ser igualado todavía. Sólo unos pocos tras la muerte de Stradivarius han logrado producir violines que, con todo, apenas se acercan al grado de perfección que caracterizó a este genio de la acústica. Mats Tinnsten, junto al profesor adjunto Peter Carlsson, está investigando si es posible copiar los violines Stradivarius con la ayuda de tecnología moderna, incluyendo potentes ordenadores. Lo que los científicos de la Mittuniversitetet están intentando crear es un violín que posea las mismas propiedades acústicas que los Stradivarius. Este trabajo está avanzando por etapas, y se decidió que la primera se concentraría en cálculos relativos a la parte superior del violín. "Con la ayuda de los métodos de optimización matemáticos más avanzados, podemos determinar qué forma debería tener la parte superior de un violín para lograr las mismas propiedades que un Stradivarius genuino", explica Peter Carlsson. La razón de por qué no es posible simplemente copiar la forma exacta de esa parte del violín, o todo él por completo, es que no sólo se trata de una cuestión de forma, sino también del material de construcción, madera de un tipo particular, sin olvidar que tiene trescientos años de edad. Por ejemplo, se ha debatido mucho acerca de hasta qué punto la física subyacente en el proceso de envejecimiento de ciertas maderas dota de una sonoridad más cristalina a la caja de resonancia de determinados violines según transcurren los siglos, lo que apoyaría la teoría de que los Stradivarius suenan ahora mejor que en vida de su creador. CLEMENTI Muzio [Nacido en Roma. 23, o 24-1-1752. muerto en Evesham, Worcestershire, 10-3-1832.] Pianista y compositor italiano. Sus dotes para la música se revelaron muy pronto. Su padre, también apasionado por la música lo confió a un pariente, Antonio Boroni, músico y compositor de mérito, y al organista Cordicelli. Estudió órgano y teoría con ellos y contrapunto con Gaetano Carpani. A los doce años compuso una misa a cuatro voces que fue interpretada. En 1766 Peter Beckford primo del autor de Vathek, William Becleford. obtuvo permiso para llevarlo a Inglaterra y se instaló en su propiedad en Stapleton (Dorset) no en Fonthill Abbey, como se ha dicho a veces. En 1775 se presentó por primera vez en público, durante un recital en Londres. En 1776 se estableció en la capital. Al año siguiente, era "maestro di cembalo" en la ópera italiana del Minas chantre, Haymarket; permaneció en el puesto tres años. Durante el verano de 1780, salió para una gira de conciertos de dos años. Actuó en París, Estrasburgo, Munich, Viena (donde José II lo comparó con Mozart), Zurich, Lyón y regresó a Londres a finales de 1782. Durante unos quince años prosiguió una brillante carrera de virtuoso, profesor y compositor. En 1798 entró en la editorial musical Longman & Broderip que, desde hacía algún tiempo, se dedicaba también a fabricar pianos. Quebró en 1801. CI. se asoció entonces con Longman, posteriormente con otros entre ellos Collard fundó una nueva editorial y, sobre todo, una fábrica de pianos que, con distintos nombres, ha durado hasta nuestra época. En 1802 la Paz de Amiens le abrió las puertas del continente. Se embarcó, acompañado por su discípulo John Field y dejó Inglaterra durante un período de ocho años, desplazándose por Europa central, Rusia e Italia. Desde hacía algún tiempo ya no tocaba en público. La finalidad de sus viajes era, según parece, el recreo y, sobre todo, la difusión comercial de su mercancía. En San Petersburgo dejó a Field, que se estableció allí definitivamente. En septiembre de 1804 se casó en Berlín con Caroline Lehman joven de 19 años, que murió de parto al año siguiente. Por todos los lugares donde pasaba, le solicitaban lecciones. Encontró a Beethoven en Viena en 1807 y adquirió los derechos de publicación de varias obras, entre ellas del concierto para violín, que no quería ningún editor vienés. Regresó a Inglaterra en 1810. En julio de 1811 se casó con Emma Gisburne y tuvo cuatro hijos. En 1813 fue uno de los fundadores y primeros directores de la Royal Philharmonic Society; contribuyó a dar a conocer a Beethoven. Se negaba a interpretar en público, pero, entre 1815 y 1822, hizo interpretar varias sinfonías que fueron muy bien acogidas. De 1811 a 1815 había trabajado en su colección Practical Hermana: de 18 17 a 1825 apareció el Gradus ad Parnassum. Su octavo y último viaje al extranjero a Italia y Viena tuvo lugar en 1827. Tuvo una vejez célebre y venerada. A su muerte se le hicieron unos funerales nacionales en Westminster Abbey. CI. tuvo relaciones con los músicos más destacados de su tiempo: algunos de ellos eran amigos personales suyos. Era un hombre muy cultivado y sabía de la música de los tres siglos precedentes todo lo que se podía saber en su época. Es célebre por haber sido uno de los inventores del piano moderno y uno de los primeros creadores del estilo pianístico. A partir de su op. 2ª (1773), renueva la técnica de la escritura, creando un estilo instrumental que sustituirá al del clavecin. Pero ante todo, es autor de, por lo menos, veinte de las más bellas sonatas para piano después de las de Beethoven, compuestas entre 1780 y 1820. De sus mejores obras se desprende una acusada personalidad, un sentimiento sincero, frecuentemente apasionado, y una clara voluntad de unidad de estructura. Su pasión se expresa habitualmente bajo apariencias líricas. Su genio reúne el talento germánico para los movimientos muy estructurados y el don melódico italiano, Aunque muchos pasajes de sus sonatas de los años 1780 v 1790 anuncian a Beethoven, sería injusto considerarlo como un simple precursor. Es un artista auténtico que se expresa en un lenguaje muy personal. Desgraciadamente hay que buscar sus mejores producciones en medio de obras mediocres en las que sólo se reconoce su sello por la presencia de procedimientos y de manierismos, personales sin duda, pero utilizados mecánicamente. La única edición que ha desechado las obras más flojas es la de Th. de Wyzewa, de la editorial Salabert (Senart). Si se añaden el Capriccio, en do, op. 47/2, la sonata Didone abbandonata, op. 50/3, y las mejores piezas del Gradus- la mayor parte en el tercer vol.- se tendrá lo más selecto de su producción.