Recordando diversos problemas de salud de las becerras El control y mantenimiento del estado de salud estable en las becerras, es de suma importancia en el proceso de la obtención de un hato (rebaño) de animales sanos en la edad adulta, y poseedores de una alta capacidad de producción de leche. Ello ha de permitir aprovechar al máximo el potencial genético existente en el animal. Una becerra descuidada nunca podrá ser una vaca sana, fértil, de alta producción y longeva. Por otra parte, las distintas enfermedades que afectan al ganado, tienen un alto costo económico. Por lo tanto, la salud de la cría en esta etapa de su vida debe comprender todos los aspectos necesarios para su correcto desarrollo corporal; de su buena fertilidad; de la obtención de un parto normal sin dificultades y asegurando las posibilidades de poder continuar produciendo en el rebaño en los próximos años. Son varias las enfermedades que pueden tener influencia en el período de los tres primeros meses de vida de la becerra. Si aceptamos el principio de que toda vida comienza en el momento de la concepción, podemos clasificar en este caso a las enfermedades de los neonatos en tres períodos básicos: 1. LAS ENFERMEDADES PRENATALES Son estas las enfermedades del feto en el período de vida intrauterina, es decir durante la etapa de la gestación. Las mismas se pueden manifestar al nacimiento con defectos congénitos, aborto, muerte fetal y momificación. En esta etapa la vacunación de la vaca preñada es de vital importancia. Por lo general estos tratamientos se efectúan al realizarse el secado de la misma, es decir, al finalizar el período de la lactancia, 60 días antes del próximo parto. En este período de seca, una ración alimenticia correcta es de vital importancia, a fin de evitar ciertos excesos de minerales que pueden causar problemas inmediatamente después del parto, como ser exceso de calcio, causante de la hipocalcemia. La carencia de otros minerales puede producir crías defectuosas. Si hay problemas de contaminación ambiental, por ser el rebaño (hato) numeroso, donde la promiscuidad crea problemas de difusión y proliferación de diversas enfermedades, es recomendado aplicar una vacuna de amplio espectro: Anti-coli K 99, Rotavirus, Coronavirus. También se puede recomendar una Vacuna contra Enterotoxemia Clostridial. Esas vacunas están destinadas básicamente a que por medio del calostro eviten especialmente las diarreas en el neonato (B.V.D.). Otro tipo de vacuna que puede utilizarse, es la destinada a evitar los problemas respiratorios en la cría (IBR.). Aplicando este sistema de vacunaciones en forma constante, durante un período de varios años consecutivos, puede llegarse finalmente a un alto nivel de inmunidad en el rebaño, sobre todo cuando el establo está «cerrado» es decir, no entran animales de otra procedencia. DEFECTOS CONGÉNITOS Las anomalías que se presentan en la cría al nacer son definidas como defectos congénitos. Las causas de los mismos pueden ser: de origen genético, heredados por la parte materna o paterna o por factores patológicos desarrollados durante el período de la preñez. En las pruebas de progenie que se realizan en los últimos años se da gran importancia al factor hereditario en los casos del nacimiento de crías defectuosas. Cuando el número de casos supera un porcentaje mínimo, la norma aplicada es entonces de descartar a los toros que se encuentran en proceso de prueba. En casos de vacas, la repetición de tales problemas en varios partos consecutivos es también un índice de que la vaca debe ser eliminada. Las necesidades de vacunaciones están explicadas en los párrafos anteriores. 2. LAS ENFERMEDADES POS-NATALES Son las que se producen durante el proceso del parto o una vez que el neonato ha salido a luz. También pueden dividirse en cuatro etapas: A) ENFERMEDADES O LESIONES DEL PARTO. Comúnmente están relacionadas a las diversas formas de partos distócicos: ubicación anormal de cría que requiere ayuda veterinaria; parto demorado por gran tamaño de la cría o por estado deprimido de la vaca parturienta que no se esfuerza por expulsar a la cría. En esos casos se pueden producir lesiones al esqueleto (fracturas) o a los tejidos blandos, anoxia cerebral, o asfixia en caso de presentación posterior causado por la compresión del cordón umbilical contra la pelvis, o por penetración de líquidos a las vías respiratorias. La anoxia puede estar relacionada en el caso de parto prolongado, a un corte del cordón umbilical que provoca la suspensión del flujo sanguíneo de la madre a la cría afectando especialmente al cerebro de la misma. Al notarse esta situación debe tratarse a la cría en forma inmediata a fin de provocar el inicio del proceso respiratorio natural, colgándola de la pata trasera o por medio de excitante. Los principios de asfixia por el ingreso de líquidos a las vías respiratorias, son casos comunes en los partos. Los síntomas son similares a la anoxia y el tratamiento debe ser inmediato limpiando las fosas nasales de la cría. B) ENFERMEDADES POS-NATALES PREMATURAS Son las que tienen lugar en las primeras 24-48 horas posteriores al nacimiento. Entre las mismas podemos contar: ● Infección del ombligo, que se produce por falta de tratamiento del mismo inmediatamente después del nacimiento de la cría, ya sea con solución yodada a fin de secarlo y cerrarlo. Al penetrar los factores patógenos a través del cordón umbilical infectado, pueden llegar al aparato digestivo, allí proliferar y difundirse por todo el cuerpo de la cría en pocas horas, producir una infección general y la muerte. Manifestaciones de la misma: inflamación en la zona circundante del ombligo, fuerte dolor al presionar, alta temperatura, falta de apetito. Muchas veces tal inflamación del ombligo puede confundirse con una hernia umbilical.. ● Alimentación ineficiente e insuficiente, al no recibir el neonato las cantidades necesarias de calostro; mal comportamiento de la madre en las horas posteriores al parto. ● Hipotermia, que es la disminución profunda de la temperatura corporal como consecuencia de falta de masajes al nacer la cría por parte de la madre o la persona que atendió el parto. Otras causas: prolongada permanencia en lugar frío, mojado, lleno de barro. Puede ser causada también por la incapacidad de los órganos internos de regulación de la temperatura corporal. El descenso de la temperatura a 30-32°C, se considera una hipotermia leve. A más baja temperatura, el estado ya es más grave. Una forma práctica e inmediata de constatación del estado de hipotermia, es palpando el extremo de la oreja o la parte inferior de las extremidades. Al estar frías, ello significa una deficiencia en la corriente sanguínea. En esos casos debe someterse al animal a un tratamiento inmediato de calentamiento del cuerpo, ubicado en un lugar cálido, protegido y si es posible colocar sobre el mismo una lámpara de infrarrojo que le proporcione calor en forma permanente. C) ENFERMEDADES POS-NATALES INTERMEDIAS. Entre los 2 a 7 días de vida. Estas enfermedades son por lo general prolongación de los estados anteriores por una parte. En segundo lugar, una mala atención, falta de protección, alimentación inadecuada, producen un proceso de debilitamiento de la cría que permite la invasión de factores patógenos virales y bacteriales. D) ENFERMEDADES POS-NATALES TARDÍAS. De 1 a 4 semanas de edad, que ya son producto de las influencias del manejo general: alimentación deficiente en variados componentes de la ración; condiciones ambientales negativas que causan un debilitamiento general de la cría y finalmente incumplimiento de las normas preventivas (vacunaciones) destinadas a evitar contagios de las más variadas enfermedades que afectan por lo general a la cría en esta edad. LA BECERRA SANA La salud de una cría se aprecia por los siguientes signos: • Comportamiento general: el mismo debe ser característico de la edad de la cría. El animal debe estar despierto, de pie, inquieto con las orejas de punta, ojos abiertos y pelo brillante. Al mismo tiempo, debe tener una rápida reacción a todo lo que sucede a su alrededor. • Temperatura corporal: la misma puede variar de 38,5 a 39,5°C, dependiendo ello de las condiciones ambientales y del estado del tiempo y estación del año. En los días calurosos del verano y cuando la cría está expuesta al sol, la temperatura corporal aumenta. • Respiración: debe ser de un ritmo tranquilo, de 30 a 40 respiraciones por. minuto, por lo general de igual intensidad. Elasticidad de la piel: al pellizcar, la misma debe retornar a su estado normal en forma inmediata en el lapso de 1 a 2 segundos. • Orina: debe tener color amarillo claro, transparente. Diariamente debe orinar una cantidad de 500 g. • Defecaciones: las mismas deben ser de un color marrón claro, tendiendo a oscuro. Debe ser de composición más bien floja como grasosa, uniforme y sin materia dura en la misma. La primera defecación, al nacer o puede ser de un color verde negruzco, muy compacta y homogénea. Los síntomas de enfermedad en la cría tienen las siguientes características: • Aumento de temperatura, de 40 a 41 grados C. • Postración, con gran dificultad para ponerse de pie, pérdida de apetito. • Respiración muy intensa. • Muestras de diarrea en el ano y la cola. • Mucosidades saliendo de la nariz. • Saliva y líquidos de la boca. LAS ENFERMEDADES Hay distintos tipos de enfermedades que atacan a las crías en la primera edad de su desarrollo y se pueden clasificar de la siguiente manera: 1. Diarreas 2. Neumonías 3. Enfermedades oculares 4. Enfermedades de la piel 5. Deficiencias nutricionales 6. Enfermedades parasitarias 7. Intoxicaciones 8. Accidentes varios 1. LAS DIARREAS Los procesos diarreicos pueden comenzar pocas horas después del nacimiento de la cría por dos motivos: el primero de ellos, por no haber recibido en las primeras horas de vida la suficiente cantidad de calostro que la provea de la inmunidad necesaria. Segundo, por el hecho de que la cría, al estar expuesta a las condiciones ambientales entra inmediatamente en contacto con los factores patógenos bacteriales y virales, a través de las heces, barro, suciedad, etc. Los primeros síntomas que atestiguan un estado anormal en la cría aparecen en forma rápida, entre 12 a 14 horas del comienzo de la enfermedad. La misma se manifiesta en pérdida de apetito, debilidad y apatía. La cría no reacciona al recibir un golpe o alguna otra forma de incitación. Al estar postrada, se perciben ya las primeras manifestaciones de deshidratación. Las defecaciones por lo general son líquidas, acuosas. Muchas veces es posible ver en las mismas restos de mucosas intestinales acompañadas de coágulos sanguíneos. La salida de la defecación es en forma violenta, como un chorro y se pueden apreciar síntomas de dolor, como un encogimiento del cuerpo. Como consecuencia de esa diarrea, que es por lo general una gastroenteritis, se crea un círculo vicioso: disminuye el apetito, la cría deja de comer o come en menores cantidades. Disminuye la digestibilidad de los alimentos ingeridos y se produce la pérdida de líquidos y electrolitos. La manifestación más evidente de ese cuadro clínico es cuando se ven los ojos hundidos en la cavidad ojival y la piel ha perdido su elasticidad. Los factores causantes de este estado patológico en los primeros días de vida de la cría son: por una parte la acción del agente bacterial Escherichia coli, que comienza a actuar inmediatamente después del parto por encontrase la cría en contacto con el medio ambiente y que puede ser fatal si no hay tratamiento rápido, y por otra parte los agentes virales, ya sean Rota o Corona Virus. Cuando esa diarrea tiene color blanco, ello es una manifestación de que la cría no ha digerido la leche que le ha sido servida siendo la misma expulsada acidificada y con un fuerte olor repelente. LAS DlARREAS VIRALES Estos factores patógenos atacan a la cría en los primeros días de vida. Los más difundidos son el Rota y Corona Virus, ya citados anteriormente. EL ROTAVIRUS Fue descubierto en la década del 70 como factor causante de diarreas en la población humana. Su nombre Rota proviene de su forma circular. La sensibilidad de las crías a este virus es sumamente grande y la misma se manifiesta desde el momento del nacimiento, pues el mismo se encuentra diseminado en el medio ambiente. Junto con el Colibacilo son los primeros que pueden atacar al neonato. Actúa en el período de los 3 a 7 días de vida, disminuyendo su actividad al final de la semana. Esta diarrea es sumamente acuosa y es expelida en períodos cortos de tiempo. Por lo general, si la enfermedad se manifiesta en forma leve, la cría se mantiene despierta y activa, bebe la leche, no manifiesta síntomas depresivos y su recuperación comienza a las 48 horas. Pero en caso contrario, si la enfermedad se manifiesta en forma más agresiva, la cría comienza a perder líquidos, se produce la deshidratación y otros elementos patógenos comienzan a actuar, especialmente el Colibacilo, quienes se colonizan en las mucosas intestinales irritadas en su fase inicial por la acción del Rotavirus. Esas mucosas intestinales como consecuencia de la irritación pierden sangre, que comienza a aparecer en los líquidos de la diarrea. El diagnóstico exacto de la enfermedad se puede hacer solamente por medio de análisis de laboratorio y en ese caso es necesario enviar muestras del material diarreico, pero de todas maneras no se aconseja esperar los resultados del mismo, sino comenzar el tratamiento inmediatamente con la aparición de los primeros síntomas. Uno de los consejos más prácticos es suspender la ración de leche durante 24 horas, sirviendo a la cría cuatro litros de electrolitos disueltos en agua tibia varias veces al día en pequeñas cantidades a fin de permitir su mejor asimilación. Aun cuando la cría esté despierta y activa, el servicio de los electrolitos en lugar de leche permitirá un descanso del aparato digestivo, la recuperación de las paredes intestinales y en ese caso evitar la colonización del Colibacilo. El Rotavirus está diseminado mundialmente. En caso de tratamientos médicos los mismos deben hacerse de acuerdo a las prescripciones del médico veterinario, especialmente después de recibir los resultados del biograma, donde se determina cuáles son los antibióticos más efectivos. EL CORONA VIRUS Como su nombre indica, su estructura es redonda en forma de corona. Su aparición es un poco más tardía que el Rota, entre los 5 y 21 días de edad de la cría. Su actividad en los intestinos puede ser más amplia, su difusión mayor y en ese caso los daños también más significativos que el Rota. La identificación de los signos clínicos de las diarreas causadas por el Corona son similares a los del Rota y por lo tanto los tratamientos también similares. Solo a través de los análisis de laboratorio pueden diferenciarse ambos tipos. LAS CLAMIDlAS Tienen ciertas características similares a los virus, pero en realidad es un tipo de parásito que se coloniza en las células de los animales y de los seres humanos. Aparece en las crías a los pocos días de edad de las mismas como consecuencia de contacto con heces o restos de placentas de vacas que han abortado, o cualquier otro residuo contaminado que se encuentre en el lugar. Penetra por vía digestiva y se ubica en las células de la mucosa del intestino delgado. Como consecuencia de ese estado, las células son dañadas, dejan de absorber alimento y se produce pérdida de electrolitos. Al no haber tratamiento inmediato, se produce la muerte. Todo este proceso se produce cuando el causante de la enfermedad es la Cepa 1 de la Clamidia. Cuando el factor actuante es la Cepa 2 de la Clamidia, una vez que la cría se ha recuperado de la diarrea, la enfermedad puede pasar a las articulaciones en distintas partes del cuerpo, especialmente en las extremidades. En este caso las crías no pueden ponerse de pie, lo cual las debilita aún más. Pueden presentarse otras complicaciones en las vías respiratorias. Las clamidias pueden causar diarreas o neumonías. N o existen vacunaciones para esta enfermedad y animales que la han sufrido pueden seguir siendo portadores de la misma por largo tiempo. A través del calostro las crías pueden recibir el anticuerpo s que les ayuden a evitar esta enfermedad. LAS DIARREAS BACTERIANAS En las crías, fundamentalmente son dos: los Coliformes y la Salmonella. LOS COLlFORMES Los Colibacilos se manifiestan ya en las primeras horas de vida de la cría al encontrarse dispersos en el medio ambiente. Todo parto en lugar inadecuado puede ser un factor de contaminación. El servicio demorado del primer calostro también puede ser otra causa de contaminación. Las cepas de esta bacteria son muy variadas y en realidad las más agresivas son las que causan mayor preocupación. La más conocida es la denominada Escherichia coli Enterotoxígenica K99 + que tiene la capacidad de adherirse a la mucosa intestinal y de allí comenzar su rápido proceso de proliferación, produciendo la propagación de las toxinas por todo el cuerpo del animal afectado. Las consecuencias son: diarrea, deshidratación y pérdida de electrolitos, desequilibrio ácido-básico, debilidad y finalmente la muerte. Si el animal atacado no ha recibido tratamiento a su debido tiempo ese proceso es sumamente rápido. . Su mayor peligro se manifiesta durante las primeras 24 horas de vida de la becerra y el mismo está latente hasta los cinco días de edad. La aparición de la enfermedad es súbita, las heces son abundantes y acuosas y la temperatura corporal puede estar normal o un poco alta. La mejor medida preventiva a fin de evitar la aparición de esta enfermedad reside en la vacunación de madres en el período de la seca y alimentación con ese «calostro-vacuna» en el primer servicio a la cría recién nacida. Por otra parte, al notarse los primeros síntomas de la enfermedad, debe darse un refuerzo de electrolitos vía subcutánea a fin de reintegrar los perdidos por la diarrea, aparte del tratamiento farmacológico recomendado por el médico veterinario. Si el estado es más delicado el médico puede hacer un tratamiento combinado de electrolitos (suero glucosado) y antibiótico por vía endovenosa. LA SALMONELOSIS De todos aquellos factores patógenos diarreicos que estamos estudiando en las crías esta bacteria es tal vez la más peligrosa en su acción. En primer lugar es una enfermedad difundida a nivel mundial, que ataca también al hombre (zoonosis) causando la fiebre tifoidea. Por otra parte las afecciones de esta enfermedad no se reducen únicamente al período de la diarrea sino que sus consecuencias se pueden apreciar durante toda la vida del animal, que se convierte muchas veces en el portador de la misma, a pesar de estar aparentemente sano, difundiéndola y contagiando a otros animales. La difusión y contaminación se pueden producir en un amplio espectro: aguas, heces, leche, pastos, áreas húmedas y cálidas, galpones cerrados, aves, animales salvajes, roedores, etc. La infección por lo general se produce por vía bucal, al ingerir algún alimento o beber aguas contaminadas. El microorganismo se ubica y multiplica en el intestino causando en la primera etapa enteritis y al difundirse en los otros órganos la septicemia. Las cepas más comunes en el ganado bovino son la Dublín y la typhymurium. El ganado joven por lo general no es portador de la enfermedad, no así el ganado mayor que se convierte en ese caso en un difusor de la misma. La septicemia es la forma más violenta en que ataca esta enfermedad a los becerros. La misma se presenta en forma aguda, la depresión es muy evidente y la fiebre alta. La muerte puede ocurrir entre 24 a 48 horas de la aparición de los síntomas. Los tratamientos médicos a aplicarse serán los recomendados por el médico veterinario, de acuerdo a los tipos de medicinas más apropiadas para cada zona o región del país, ya que por el uso de determinados antibióticos en forma permanente puede aparecer una resistencia a los mismos. Desde el punto de vista del manejo, en esta enfermedad deben aislarse los animales enfermos a fin de evitar contagios; limpiar y desinfectar los lugares donde se han encontrado animales enfermos, alejando las heces, y desinfectar bebederos de agua. En caso de que la enfermedad aparezca en el período en que la cría recibe leche o lacto-reemplazante es recomendado que cada animal tenga su utensilio (balde o biberón) separado individual. Esto es recomendado para todas las enfermedades en esta edad. Esos utensilios, mal lavados o desinfectados, pueden ser los transmisores de las enfermedades. La mejor política es mantener el rebaño cerrado, es decir no introducir animales de otros lugares que pueden ser portadores de la enfermedad y de esa manera difundida entre el resto de los animales. El diagnóstico de la misma se puede verificar por medio de los análisis de laboratorio, de heces recogidas de animales jóvenes o maduros; muestras de diarreas y necropsias de crías muertas. LAS DIARREAS CAUSADAS POR PROTOZOOS La coccidiosis-cryptosporidiosis El problema y el peligro de esta enfermedad, que es zoonótica (se transmite al ser humano), reside en el hecho de que estos parásitos se encuentran en gran número en las células esporas. Este proceso de difusión de la enfermedad es sumamente complejo y se desarrolla especialmente en el intestino de la víctima afectando las mucosas y destruyendo las células. De esta manera la enfermedad tiene una amplia difusión. La enfermedad aparece por lo general entre los 5 a 7 primeros días de vida de la becerra. Por lo general la mayoría de las crías son atacadas por esta enfermedad. La diarrea es acuosa y por lo general acompañada por ascenso de temperatura y pérdida de apetito. En esta enfermedad no hay respuesta al tratamiento antibiótico. En un período de 12 a 20 días la enfermedad está superada. En los casos más graves se pueden encontrar en las heces restos de coágulos de sangre. El diagnóstico de la enfermedad se obtiene por medio del análisis de laboratorio de muestras de las defecaciones diarreicas. Los tratamientos en estos casos son por lo general utilizando las sulfanilamidas que disminuyen la intensidad de la enfermedad pero la diarrea continúa hasta la recuperación total de los intestinos afectados. No hay vacunación contra esta enfermedad y en realidad la mejor manera de evitada es por medio del manejo correcto de las condiciones ambientales: lugares de parto higiénicos, limpieza de jaulas, separación de animales enfermos. alejamiento de heces de animales infectados. La contaminación por lo general es por vía bucal. Las diarreas dietéticas Como su nombre lo indican las mismas están causadas por un exceso de consumo de leche o de lacto-remplazante. En estos casos, las heces son voluminosas, de consistencia pastosa a gelatinosa. Por lo general aparecen entre las dos a tres semanas de vida de la becerra, No hay ninguna manifestación clínica; la cría está despierta y se comporta normalmente. Como medida de precaución se suele suspender el alimento (la leche o ellacto-remplazante) por una o dos veces y se les sirve una dosis de electrolitos. La recuperación se produce entre las 24 y 48 horas. Algunos casos más agudos pueden presentarse con síntomas de deshidratación, distensión abdominal moderada y heces escasas como consecuencia de una momentánea obstrucción intestinal. En los casos de servirse a las becerras un lacto-remplazante de mala calidad o deficiente en sus componentes, especialmente proteína de mala calidad, pueden presentarse casos de diarreas crónicas. La muerte puede producirse en el lapso de 2 a 4 semanas sin haberse manifestado síntomas clínicos y también la necropsia en laboratorio no encuentra elementos patógenos. Esos casos se pueden curar sirviendo leche natural entera. Los primeros auxilios en los casos de diarreas El uso de electrolitos Ante ese cuadro, como primera medida, se debe aislar al animal afectado. En segundo lugar inyectar una infusión de electrolitos por vía sub-cutánea, a fin de que su acción sea más rápida. A veces los electrolitos por vía bucal ya no actúan pues hay un estado de parálisis estomacal: Una de las fórmulas comunes de electrolitos para ser usada por vía bucal, en una porción de 5 litros de agua servida varias veces durante el día, puede ser la siguiente: Composición de electrolitos. Contenido Cloruro de Sodio Bicarbonato de Sodio Cloruro de Potasio Glucosa Cantidad 19,0 g 14,5 g 2,2 g 72,0 g 2. LAS NEUMONÍAS . La neumonía, es una etapa adelantada del ingreso de un factor externo a las Vías respiratorias, el que realiza todo el camino hasta llegar a los alvéolos, pudiendo en ese trayecto afectar a otras partes de las vías respiratorias. En los neonatos, la penetración de líquidos a los pulmones durante el parto es una de los primeros factores en la posibilidad de la aparición de un estado patogénico. La permanencia de tales líquidos en los pulmones durante un tiempo prolongado al no haber sido extraídos inmediatamente después del nacimiento, sirve de caldo de cultivo para la proliferación de los distintos de virus o bacterias que pueden penetrar con el aire aspirado. Entre los distintos factores virales que actúan, podemos citar a: IBR y; BVD. El adenovirus ha sido reconocido como el causante de la «fiebre de transporte» muy común en los casos de transporte de animales, jóvenes. En esta enfermedad también está relacionada la Pasteurella. Los virus por lo general se ubican en la mucosa intestinal, allí proliferan en forma rápida y cuando este período finaliza los patógenos se dispersan por todo el cuerpo del animal llegando a los pulmones. Las causas fundamentales de la aparición de las distintas formas de neumonía están relacionadas con defectos en los sistemas de manejo de la cría. A la exposición a fuertes vientos, cuando la misma no tiene posibilidad de orientar su cuerpo en contra del mismo, especialmente cuando la jaula es pequeña o está mal ubicada. También el sistema de estacas donde la cría tiene poca posibilidad de movimiento, es un factor negativo. Los establos pequeños con mucho hacinamiento, sin suficiente cama caliente y el estar la cría acostada sobre lodo o a veces en charcos, influyen en la pérdida de calor, campo propicio para la propagación de las enfermedades pulmonares. Los síntomas de la aparición de la enfermedad son los siguientes: La temperatura corporal llega a los 41º C. Aparece mucosidad en la nariz. La respiración se vuelve intensa. Tos en forma intermitente. La respiración se hace difícil. Hay dificultades al ponerse de pie. Estado de depresión. Carencia de apetito. El éxito del tratamiento depende de la rapidez con que la enfermedad es detectada. El tipo de fármaco a ser utilizado debe ser determinado por el médico veterinario, quien al poseer el antibiograma de la efectividad de cada antibiótico en el establo determinado en el cual aparece la enfermedad puede con mayor seguridad determinar cuál es la medicina más apropiada. La primera recomendación es aislar a los animales enfermos para evitar contagios y en caso de aparecer la enfermedad en un número grande de crías debe efectuarse un tratamiento de grupo. Las vacunaciones son efectivas sólo en caso de que el factor de la enfermedad haya sido claramente identificado. Vacunaciones «generales» no identificadas pueden causar más daño que beneficios. 3. LAS ENFERMEDADES OCULARES A esta temprana edad de la cría existe una gran susceptibilidad en todos los aspectos referentes a las afecciones de la vista. Los ojos pueden ser atacados por dos factores: los ambientales y los patógenos. En la mayoría de los casos existe una interrelación entre ambos. Entre los factores ambientales que actúan, están los vientos acompañados de polvo, polen, hierbas y otros agentes irritantes: carencia de higiene en las jaulas o lugares de mantenimiento de las becerras. También la acción solar se cita como uno de los elementos que causa un efecto adicional, aumentando la sensibilidad de la vista. Adicionalmente a los factores infecciosos, la mosca de la cara (Musca autumnalis) denominada así por tener preferencia de actuación en esa parte del cuerpo del animal se la considera como el principal factor vector de la enfermedad conocida con el nombre de Queratitis Infecciosa de los Bovinos. Los síntomas de la enfermedad se manifiestan en primer lugar por un lagrimeo y en ese caso se puede confundir con el problema de la carencia de vitamina A en el cuerpo del animal. Luego aparece en la conjuntiva un punto infeccioso purulento y si no se actúa en forma inmediata se expande sobre el ojo llegando a producir en muchos casos ceguera en el ojo afectado. Esta enfermedad aparece especialmente en las épocas de calor, verano, donde se difunde con mayor intensidad. Desde el punto de vista del manejo, la primera medida a tomar debe ser la fumigación por lo menos la zona de la cabeza casi diariamente a fin de evitar la acción de las moscas. 4. LAS ENFERMEDADES DE LA PIEL La piel es el medio de contacto entre el animal y el medio ambiente. Representa el límite anatómico siendo a su vez el órgano más extenso del mismo. Su función fundamental es la de protección y, que le sirve al mismo tiempo como sistema aislante y filtrante. En el caso de las crías jóvenes la piel tiene un papel importante para la regulación térmica; para la defensa contra la excesiva irradiación solar y para la defensa contra la absorción de agentes extraños o lesivos. La piel es un órgano de estructura complicada y heterogénea que tiene un número limitado de reacciones, que pueden ser del tipo inflamatorio o degenerativo; funcional o proliferante. Las funciones que se cumplen en la piel son sumamente variadas: es el órgano sensorial cuando a través del mismo se transmiten los estados de presión, calor, frío, dolor, todo lo cual es conducido a los centros cerebrales por el sistema nervioso. Tiene también la función de mensajero inmunológico. Las enfermedades de la piel son sumamente variadas y pueden tener también como causas factores ambientales, nutricionales, externos, como ser parásitos, hongos y también factores mecánicos, golpes, accidentes, etc. Lo más recomendado en estos casos y más aún tratándose de crías jóvenes es no descuidar las más mínimas manifestaciones que puedan aparecer sobre la piel: golpes, heridas, picaduras, inflamaciones, etc. 5. DEFICIENCIAS NUTRICIONALES En esta primera edad de las becerras, hasta los tres-cuatro meses de edad, una gran parte de la alimentación está asegurada por el hecho de recibir hasta los dos meses mínimos, la leche natural o lacto-reemplazante. De todas maneras, pueden manifestarse carencias de ciertos componentes en la ración llegando a tener influencia negativa en el estado de salud de la cría. A grandes rasgos señalaremos los más importantes: • • • • • Carencia de energía Carencia de proteína Carencia de minerales Carencia de vitaminas (avitaminosis). Carencia de minerales Carencia de agua ENERGÍA. Es este un componente básico en la ración para asegurar el normal crecimiento de la cría. Un importante aporte de energía recibe el neonato por intermedio del calostro. La carencia de energía se manifiesta por lo general, cuando la cría está flaca y deprimida. Las causas pueden ser: que la cantidad de leche servida no sea suficiente y que esté por debajo de las normas recomendadas; mala calidad del lacto-reemplazante, en caso de pasarse al uso de este alimento; mala calidad del concentrado servido, preparado en forma inexperta con fórmulas inadecuadas. Eso sucede en muchos países donde hay carencia de algunos componentes para preparar un concentrado adecuado en sus niveles requeridos. Pasturas o henos de mala calidad, con un alto contenido de lignina, en cuyo caso la cría invierte mucha energía en la combustión de ese alimento, a cuenta de sus reservas corporales. LA CARENCIA DE PROTEÍNA. En muchas oportunidades va acompañada junto con la carencia de energía. Tanto en el caso del servicio de bajas cantidades de leche o lacto-reemplazante, como del resto de los alimentos. LA CARENCIA DE VITAMINAS (AVITAMINOSIS). En las crías lactantes, en la leche natural o en el lacto-reemplazante se encuentran todas la vitaminas y la pro-vitaminas necesarias. Uno de los problemas puede surgir cuando se sirve leche natural descremada o lacto reemplazante no equilibrado en su componente graso, en cuyo caso se manifiesta la carencia de las vitaminas liposolubles. Por otra parte, como la alimentación en este período de la vida está basada en gran parte en el consumo de concentrados, la composición de los mismos también puede tener influencia en la carencia de un premix apropiado, con precursores de vitaminas hidrosolubles. Cuando se sirve heno almacenado durante largo período de tiempo, el mismo ha perdido el componente del caroteno que es el precursor de la vitamina A. Cuando las terneras salen a pastar a una edad muy temprana y lo hacen sobre pastos de gramíneas en alto estado de madurez (lignificación) puede producirse una escasez de vitamina A. El pastoreo de leguminosas: alfalfa, trébol, etc., asegura las fuentes de vitaminas. LA CARENCIA DE MINERALES. Sabemos perfectamente que existe una gran interacción entre los distintos minerales. La importancia de los mismos en la acción enzimática es muy grande. La carencia o el exceso de uno de ellos puede provocar a su vez un desequilibrio en la asimilación de otros minerales y así sucesivamente y afectar de esa manera la salud general de la cría. Igual que las vitaminas antes citadas, los componentes minerales deben encontrarse incluidos en la ración. En la leche natural existe una carencia de hierro que puede ser corregida por la suplementación de ese mineral, evitando especialmente los casos de anemia. En las crías recién nacidas, muchas deformaciones o monstruosidades de las mismas pueden ser una manifestación de carencia o exceso de ciertos minerales durante el período de la preñez, lo que ha influido en la vida uterina del feto, llegando en muchos casos a producir la muerte del mismo. LA CARENCIA DE AGUA: Si bien las becerras al beber la leche o su reemplazante reciben un porcentaje elevado de líquido, ello no es suficiente para la complementación de su proceso metabólico. Estas crías necesitan tener a su disposición agua en forma libre durante las 24 horas del día, a fin de poder realizar todo el proceso fisiológico de la digestión de los alimentos en forma correcta. Aquellos sistemas de trabajo que sirven el agua en forma controlada, dos o tres veces por día no son efectivos. Quienes mantienen a las crías a la intemperie, atadas a estacas durante todo el tiempo, sin poner a disposición de las mismas la suficiente cantidad de agua les provocan daño. Las causas de la deshidratación pueden ser: diarrea, vómitos, transpiración excesiva por larga permanencia en ambiente cálido bajo la influencia de los rayos solares. La carencia de agua se manifiesta en la pérdida de apetito, fuerte deshidratación, posibilidad de intoxicación por sal y finalmente la muerte si la carencia es prolongada. 6. LAS ENFERMEDADES PARASITARIAS A nivel general las enfermedades parasitarias se dividen en dos grandes grupos producidas por: . Los endoparásitos . Los ectoparásitos LOS ENDOPARÁSITOS. En la cría joven, todo el tiempo que son mantenidas en sistema de jaula, casucha o estabulación hasta la edad mínima de tres meses, los peligros de la aparición de endoparásitos es menos factible. De todas maneras, por medio de alimentos en estado de descomposición pueden introducirse determinados tipos de parásitos al aparato digestivo. La salida temprana de crías a pastoreo sin haber recibido anticipadamente los tratamientos antiparasitarios apropiados (anticoccidios) las expone al peligro de contaminación. LOS ECTOPARÁSITOS. Aquellos que pueden atacar a las crías pequeñas son más peligrosos y pueden ser, a grandes rasgos los siguientes: • • • • Moscas Piojos Pulgas Garrapatas Fuente: Bovinos, Enciclopedia temática. FMVZ. UNAM. 2007