IslaRasa

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Isla Rasa
Lugar para la conservación de recursos naturales
Texto por: Idali Añorve
Fotografías por: Rodrigo A. Cruz
Isla Rasa se encuentra en la Región de las
Grandes Islas, en el Golfo de California y
forma parte de una cadena de islas al Este
del Canal de Salsipuedes. Esta isla formada
principalmente de basalto, es de origen
volcánico y alcanza en su punto más alto
una altura de 30 metros sobre el nivel del
mar. Está constituida por zonas rocosas y
valles cubiertos de guano, dos lagunas y un
estero; su superficie no alcanza el kilómetro
cuadrado. El grosor de las capas de guano
sugiere que la influencia de las aves en la
isla se remonta aproximadamente al final
del pleistoceno y principios del reciente,
hace aproximadamente 10 mil años. La
vegetación es escasa encontrándose
principalmente chollas y cardones entre
otras plantas xerofitas y halofitas que están
muy bien adaptadas al clima seco y cálido
que predomina en la región. Los meses de
marzo a junio son completamente secos el
resto del año hay precipitaciones
principalmente en septiembre.
En 1964 Isla Rasa fue declarada zona de
reserva natural y refugio de aves y en 1978
fue incluida en el decreto que designa a
todas las islas del Golfo de California como
áreas naturales protegidas, que a la fecha se
consideran dentro del tipo de áreas de
protección de flora y fauna. Estas medidas
han contribuido a la recuperación de las
poblaciones de dos especies de aves marinas
migratorias: la gaviota ploma o parda
(Larus heermanni) que migra desde el sur de
Canadá y el charran elegante o golondrina
marina, (Sterna elegans) que vuela desde las
costas de Chile y Perú. Año con año llegan a
anidar a esta isla el 95 % de sus
poblaciones mundiales entre los meses de
marzo a julio, sin embargo ambas especies
siguen consideradas en la categoría de
amenazadas en la norma oficial mexicana
NOM-059-ECOL-92 debido a que el área en
la que anidan es muy reducida y a la
vulnerabilidad que esto representa.
Actualmente se estima que cerca de 300 mil
gaviotas pardas y 200 mil charranes
elegantes establecen sus nidos a densidades
de hasta uno y diez nidos por metro
cuadrado respectivamente en los valles de la
isla, a las cuáles se suman unos 17 mil
charranes reales (Sterna maxima) que se
mezclan en las colonias de charranes
elegantes. Las altas densidades y la gran
sincronía con la que anidan estas especies
han resultado una estrategia de defensa
contra varios depredadores dentro de los
cuales se pueden mencionar la gaviota de
patas amarillas (Larus livens) depredador de
huevos y polluelos, el halcón peregrino
(Falco peregrinus) que depreda aves adultas
y polluelos volantones y más aún, la misma
gaviota parda puede depredar huevos de
charrán.
Originalmente la gaviota ploma y el charrán
elegante anidaban en varias islas y litorales
del mar de Cortés, pero debido al disturbio
producido por el hombre sobre sus
poblaciones, el número de individuos se fue
reduciendo de manera tan drástica que
llegaron a la extinción en lugares donde
solían ser abundantes quedando una
población de 5 mil individuos en Isla Rasa;
así, el saqueo de huevos que llevaban a cabo
pescadores, habitantes y visitantes de los
pueblos costeros cercanos llegó a ser de
hasta 500 mil huevos en una sola temporada
de reproducción. Dentro de los factores que
afectaron a las poblaciones de aves en esta
isla también se suman el hecho de que a
mediados del siglo XVII y hasta el XVIII
llegaban barcos en los que se cargaban
toneladas de guano que eran utilizadas como
materia prima para producir fertilizantes y
pólvora. Gran parte de la tripulación
permanecía en la isla removiendo piedras
para explotar el guano provocando caos en
las zonas de anidamiento. Junto con los
barcos se introdujeron también ratas
noruegas (Rattus norvegicus) y ratones
europeos (Mus musculus) que habitaron la
isla alimentándose de huevos y polluelos
hasta el año de 1995, año en que culminó un
exitoso proyecto de erradicación de roedores
que llevaron a cabo los biólogos Jesús
Ramírez y José Juan Flores del Instituto de
Ecología
de
la
UNAM.
Dentro del bullicio en los valles se pueden
apreciar varias escenas de la vida y conducta
de las aves. Charranes y gaviotas llegan a la
isla en marzo estableciendo sitios de
anidamiento y parejas, son aves monógamas
y sin dimorfismo sexual, aunque en las
gaviotas el macho es un poco más grande
que la hembra. Durante la temporada
exhiben sus plumajes de reproducción, las
gaviotas lucen una cabeza blanca con pico
rojo y cuerpo gris que contrasta con el
plumaje de los juveniles que aún no
alcanzan la madurez sexual, sus cabezas son
pecosas y el cuerpo pardo. Los charranes
portan una hermosa cresta negra en la
cabeza que se extiende alrededor de los ojos,
el pico puede variar desde un naranja rojizo
al amarillo, haciendo contraste con las
plumas blancas del cuerpo. En las gaviotas
este periodo es muy interesante, ya que
frecuentemente tanto parejas como sitios de
anidamiento son los mismos año tras año.
Los charranes a su vez, forman núcleos en
las colonias de gaviota que van aumentando
en número de individuos y área, invadiendo
espacios ocupados por gaviotas. Las
colonias
de
charranes
se
forman
generalmente en dos de los valles más
grandes, mientras que las gaviotas
aprovechan todos los valles y zonas rocosas
de la isla, encontrándose densidades de
anidamiento 10 veces menores en las zonas
rocosas
que
en
los
valles.
Antes y durante el establecimiento del nido
se puede observar el cortejo entre las
parejas. Los machos de Larus heermanii
señalan el nido y llevan obsequios a las
hembras que consisten en alimento y
material para el nido, mientras que las
hembras emiten un sonido agudo y corto
como lo hacen los polluelos para estimular
la regurgitación en su pareja. Los charranes
no forman el nido antes de la puesta, el
cortejo se realiza fuera de la zona de
nidificación haciendo vuelos nupciales en
pareja a alturas de aproximadamente de 200
m realizando piruetas y espirales a gran
velocidad al tiempo que emiten llamadas
mutuas. Cuando la cópula se lleva a cabo el
macho se posa encima de la hembra y ambos
cooperan para no perder el equilibrio
mientras frotan sus cloacas; tanto el cortejo
como la cópula continúan hasta completarse
la nidada.
Las gaviotas guardan cierta distancia entre
nidos y son altamente territoriales, a menudo
tienen enfrentamientos agresivos para
ahuyentar a los invasores o ladrones de
alimento, los charranes a su vez anidan tan
cercanamente que se podría decir que se
colocan ala con ala, mostrando sólo el pico a
sus vecinos anunciando su territorio, el cuál
se circunscribe a la distancia alrededor del
nido que les permita realizar maniobras de
incubación. La construcción de los nidos es
muy sencilla en ambas especies, las patas
son la principal herramienta utilizada para
esta tarea, pues con ellas escarban huecos
cóncavos y pequeños en los cuales pueden
incluir o no materiales como ramas, plumas,
conchas y hasta restos de polluelos o aves
adultas.
La puesta de huevos inicia en abril y se
prolonga hasta junio. El tamaño de nidada
en las gaviotas es de 1 a 3 huevos y
ocasionalmente cuatro, los huevos miden en
promedio casi 6 cm de largo x 4 cm de
ancho; los charranes ponen de uno a dos
huevos, siendo sus huevos ligeramente más
pequeños que los de gaviota pues en
promedio miden 5 cm de largo por 3 cm de
ancho. En ambas especies los dos padres se
encargan de cuidar devotamente el nido
realizando relevos mientras incuban los
huevos de esta forma mientras uno de los
padres permanece en le nido el otro tiene
oportunidad de alimentare bañarse o
acicalarse, sin que los huevos queden a
merced de los depredadores.
Es durante el periodo de incubación cuando
el grupo de biólogos dirigidos por la Dra.
Enriqueta Velarde trabaja dentro de las
colonias de gaviota, aprovechando la alta
territorialidad y el instinto de incubación de
las aves se pesan y marcan huevos de
manera que los padres no abandonen el nido.
También se atrapan adultos anillados años
atrás, de los cuáles se obtienen datos como
el peso, la profundidad del pico, el número
de anillo entre otros. Los datos obtenidos
son muy valiosos, ya que analizándolos se
puede conocer a fondo la biología de las
gaviotas. Durante la temporada del 2002 se
tomaron muestras de sangre de los adultos
anillados que fueron capturados para ser un
estudio genético de la población.
El mar de Cortes no solo atrae a científicos,
turistas a bordo de cruceros y barcos de
pesca deportiva visitan Isla Rasa. Grupos de
hasta 70 personas reciben indicaciones para
caminar entre las aves por senderos
especialmente marcados para disminuir el
disturbio y el estrés que esto implica para las
aves. En su paso por la isla los turistas se
llevan la magnífica impresión de haber
estado en un santuario natural de aves
sumado al conocimiento generado por los
biólogos que aquí han trabajado.
A principios de mayo y después de un
periodo de incubación de 25 días en
charranes y 35 en gaviotas, finalmente miles
de huevos eclosionan de manera tan
sincrónica, que la isla se ve poblada de
pequeñas bolitas de plumón en cuestión de
un par de semanas. Ahora los padres tienen
la ardua tarea de criar y proteger a los
polluelos constantemente hambrientos, lo
cual no es nada fácil; ya que tienen que
superar varios obstáculos antes de lograr su
objetivo: alimentar a sus polluelos con
regurgitaciones de peces en el caso de las
gaviotas y con peces enteros que portan en
el pico los padres de los charranes recién
nacidos. Para esto, los adultos pasan varias
horas al día buscando cardúmenes de peces
pelágicos menores cada vez más escasos en
el área, pues varias especies que son o eran
la base de la dieta de las aves están siendo
sobre explotadas por una creciente industria
pesquera. También tienen que librar el
cleptoparasitismo Inter. E intraespecífico, es
decir, el robo de alimento que llevan a cabo
principalmente las gaviotas sobre sus
congéneres
ya
sea
esquivando
o
ahuyentando agresivamente a los ladrones.
© 2002 Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Todos los derechos reservados.
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