La Salud Laboral en los músicos de las Orquestas Sinfónicas Poder hacer de la música una profesión es para los ojos del gran público un sueño. Pero la verdad es que los que estamos aquí sabemos que muchos músicos, demasiados decimos en CCOO, padecen enfermedades crónicas como consecuencia de su trabajo. Muchos seguros privados consideran que hay una gran posibilidad de que la carrera de un músico, al igual que la de un piloto, termine antes de tiempo: ambos pertenecen a un grupo de alto riesgo. Al fin y al cabo, la vida laboral de un músico es bastante dura. La patronal Asociación de Orquestas Británicas asegura en un estudio que han realizado, que más del 15% de sus músicos está de baja un mes al año, debido a trastornos relacionados con su profesión. En las orquestas alemanas, uno de cada ocho músicos termina su carrera prematuramente por razones de salud, tres veces más que la media general de los trabajadores en ese país. Diferentes estudios realizados, tanto en Europa como en Estados Unidos, afirman que casi un 50% de los músicos sufren problemas en el sistema músculoesquelético en algún momento de su vida y, casi siempre, en las extremidades superiores. Para conseguir 20 o 30 notas se precisan de 400 a 600 actos motores y una tarea difícil de cuantificar en las áreas cerebrales. El ruido en una fosa orquestal puede alcanzar los 120 Decibelios, que equivale al de una avioneta al arrancar, lo que produce en el músico, un impacto doloroso en su sistema auditivo con la correspondiente pérdida de audición y otras patologías graves. He aquí algunas de las causas que motivan el desgaste físico y psíquico de los trabajadores y trabajadoras de la música. En Estados Unidos, una encuesta efectuada entre 22.000 miembros de la Asociación Nacional de Profesores de Música concluye que el 29% de los encuestados ha sufrido una lesión como consecuencia de su actividad. El Grupo de Estudios Médico-Musical (GEMM) realizó otra encuesta con una muestra de 302 músicos pertenecientes a bandas de jazz, salsa, bandas municipales o de rock (excluyendo las orquestas sinfónicas). El resultado obtenido fue que el 34,6% se vio afectado por problemas relacionados con esta actividad. La música, como cualquier actividad artística, compromete a la totalidad de la persona, y el verdadero instrumento no es el violín, la batería o la guitarra, sino su cuerpo, que se debe controlar y preparar para una tarea que exige muchas horas de trabajo y dedicación. Los movimientos que provocan daños se acumulan durante tanto tiempo 1 en la mente y cuerpo del músico que la enfermedad puede dar lugar al fin de una carrera musical llena de esperanza. Sin embargo, para el gran público los músicos parecen la encarnación de un sueño. Una persona descubre su talento, y además para uno de los trabajos más bonitos del mundo: la música. En el inconsciente colectivo está la idea de que el músico se puede pasar la vida tocando, o sea, haciendo eso que mas le gusta y que más ilusión le hace. Además, viaja por todo el mundo, pudiendo actuar y ser aclamado. Pero pocos de los que les admiran y les aplauden saben que hasta el 80% de los músicos terminan con enfermedades producidas por su trabajo. Con estos datos sobre la mesa, en la reunión que celebramos en el Área de Orquestas Sinfónicas de FSC CCOO el pasado 30 de junio, acordamos desarrollar un estudio sobre los riesgos laborales de los músicos de las orquestas sinfónicas, de acuerdo con la Secretaría de Salud Laboral. Las relaciones de CCOO con la Asociación de Músicos Profesionales de Orquestas Sinfónicas (AMPOS), presente también en esta reunión, nos está permitiendo acceder incluso a las orquestas donde hoy por hoy no tenemos representación sindical. La coincidencia de ambas organizaciones en cuanto a los objetivos a conseguir y el trabajo a desarrollar son totales. Juntos podremos conseguir el objetivo de mejorar las condiciones de trabajo de los músicos. Tenemos prevista la publicación y presentación de este estudio en este año en un acto central y posteriormente en las distintas orquestas. De igual forma, les daremos traslado a la FIM y lo pondremos a disposición del Comité de Diálogo Social Europeo de Live Performance. Quiero aprovechar esta Reunión del Grupo Europeo de la FIM que estamos celebrando en Madrid para proponeros una iniciativa similar europea. En ese sentido desde CCOO lo planteamos en la reciente Conferencia Regional celebrada en Dubrovnik, los pasados 26 y 27 de febrero de 2010, dentro del proyecto de Diálogo Social en el Sector de Artes Escénicas en el Sur de Europa. Hoy volvemos a plantear que se adopte una iniciativa coordinada en toda Europa que haga visible lo que hasta ahora viene siendo invisible. Trabajar en este mundo de la música es bello y vocacional… pero al tener un alto grado de exigencia física y psíquica, conlleva unos riesgos laborales que afectan directamente a la salud de los intérpretes y que pasa caras facturas a lo largo de la vida de un artista. 2 Campaña para detectar la hipoacusia profesional Paralelamente a este estudio, CCOO viene realizando una campaña entre los músicos profesionales para detectar los casos de hipoacusia, causados por el trabajo. Se trata de descubrir posibles lesiones en el oído de carácter definitivo que, sin llegar a constituir una incapacidad permanente que les suponga seguir interpretando su instrumento, supongan una disminución o alteración de la integridad física del trabajador. En nuestro país, el artículo 150 del texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social, aprobado por Real Decreto Legislativo 1/1994, de 20 de junio, establece que estas lesiones serán indemnizadas, por una sola vez, con unas cantidades estipuladas, todo ello sin perjuicio del derecho del trabajador a continuar al servicio de la empresa. Pretendemos con esta campaña que se reconozca el problema de las lesiones en los oídos de muchos músicos profesionales, que sin afectarle necesariamente a su nivel conversacional, sabemos que son consecuencia del sometimiento a ruidos de manera continuada, y que produce una pérdida auditiva superior a los 40 dB en la frecuencia de los 4.000 Hz. Queremos hacer visible estas lesiones dentro de las estadísticas oficiales de nuestro país, pues solo así podremos seguir peleando por el reconocimiento de las enfermedades profesionales que sufren los músicos. Solo así, podremos hacer visible las enfermedades profesionales y buscar los factores que las condicionan y hacer políticas de prevención. Será posteriormente cuando hagamos un registro para ver la evolución y el efecto de las medidas de prevención que en su día se adopten. Podremos así comenzar a atajar los problemas de salud en nuestras orquestas. Si en determinadas empresas falla la vigilancia de la salud, es necesario corregirlo, porque los problemas de salud en el trabajo se han de considerar problemas de salud pública. Este ha de ser nuestro objetivo. Nos resistimos a que se vea normal que acabemos sordos, con problemas de espaldas o de cervicales, estresados…. por ser trabajadores de un sector supuestamente “de élite” como son los músicos profesionales de las Orquestas Sinfónicas, de las Bandas de Músicas o de las actuaciones en vivo en general. La propuesta que estamos haciendo a los músicos de nuestro país es buscar el abono de las indemnizaciones a las que tienen derecho, en el caso de que sufran lesión, para hacer aflorar las enfermedades en 3 nuestras empresas y hacer ver lo que ahora no aparece: nuestras enfermedades profesionales Esta campaña es similar a las realizadas por CCOO en otros sectores de la producción, que ha dado muy buenos resultados, haciendo visible ante el Gobierno, empresarios y los propios trabajadores lesiones que hasta entonces aparecían ocultas. El diagnóstico es sencillo, la detección es fácil y contamos con una normativa clara (RD.1316) y posterior RD 286/2.006 de 10 de marzo. Estamos recogiendo audiometrías de músicos y ya están apareciendo numerosos casos de lesiones en los oídos, con pérdidas superiores a los 40 dB en la frecuencia de 4.000 Hz. El problema que estamos encontrando es que al pedir las sonometrías de esos puestos de trabajo, que hay que adjuntar para realizar la solicitud de indemnización, las orquestas Sinfónicas, como muchas otras empresas no las tienen realizadas. Estas peticiones de indemnización las inicia el sindicato sin necesidad de abogados, juicios. Es un trámite, relativamente fácil que esperemos dé resultados antes de fin de año y se puedan cobrar las indemnizaciones por parte de los afectados y por tanto se visualice en las estadísticas oficiales de este 2010 las lesiones reconocidas. Como ven, lo que estamos haciendo es una actuación sindical: Aflorar para prevenir. Como decía antes, hacer visibles los problemas de las hipoacusias para forzar a que se considere un problema de la gravedad que tiene y que se adopten medidas preventivas. Porque ahora estamos ante un problema oculto y necesitamos unos protocolos de actuación, como en cualquier otro sector de la producción. Quizás estamos empezando, pero este es el camino que otros trabajadores por cuenta ajena han recorrido en otros sectores de la producción. Hace treinta años, en nuestro país se consideraba dentro de lo normal las muertes entre los trabajadores de la construcción o del transporte, por poner solo un par de ejemplos. Gracias al trabajo sindical de mis compañeros/as de CCOO en esos sectores, hoy contamos con protocolos de actuación para cuando un albañil se sube a un andamio, contamos con “líneas de vida” y con arneses homologados, o con tacógrafos que levantan acta del tiempo al volante de un conductor. Los músicos desconocen habitualmente estas dolencias, porque habitualmente no afectan a su nivel conversacional y lo que es más grave: en los reconocimientos, no se les informa por los médicos de las mutuas de cuáles son sus derechos. Muchas veces nos 4 encontramos con diagnósticos que hablan de normalidad en oídos que no lo están. Hasta ahora tenemos este problema. Pero como no lo hemos hecho aflorar, socialmente no se sabe, no se investiga… no se soluciona. Tenemos casi todo por hacer. Pero no partimos de cero. Nos apoyamos en el enorme caudal de experiencias de otros sectores sindicales de CCOO. Nos apoyamos en el equipo de Salud Laboral de nuestra Federación de Servicios a la Ciudadanía y su equipo de sindicalistas y técnicos. Ahora ya no es norma la inseguridad en la construcción, en la mina, en el transporte… Hagamos que afloren las enfermedades profesionales de los hombres y mujeres que se dedican profesionalmente a la música y así conseguir protocolos de actuación para trabajar seguros y con derechos. Si conseguimos estos objetivos, conseguiremos que al final, con unos protocolos de actuación, con unas medidas preventivas adecuadas, ser músico sea además de un placer y una bella profesión, un trabajo que no implique una precariedad en la salud similar a otras profesiones de alto riesgo. Muchas gracias por vuestra atención 5