Estilo machadiano

Es una tarde cenicienta y mustia,
destartalada,como el alma mía;
y es esta vieja angustia
que habita mi usual hipocondría.
La causa de esta angustia no consigo
ni vagamente comprender siquiera;
pero recuerdo,y,recordando,digo:
−Si,yo era niño,y tú, mi compañera.
Y no es verdad,dolor,yo te conozco,
tú no eres nostalgia de la vida buena
y soledad de corazón sombrío,
de barco sin naufrgio y sin estrella.
Como perro olvidado que no tiene
huella ni olfato y yerra
por los camino,sin camino,como
el niño que en la noche de una fiesta
se pierde entre el gentío
y el aire polvoriento y las candelas
chispenates,atónito,y sombra
su corazón de música y de pena,
así voy yo,borracho melancólico,
guitarrista lunático,poeta,
y pobre hombre en sueños,
siempre buscando a Dios entre la niebla.
En este maravilloso poema, Machado afirma primeramente que no acierta a comprender la causa de su
angustia; luego se contradice, y explica con muchísima precisión el dilema de un alma en duda que busca
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insatisfecha una razón de ser (Dios) en la vida.
El tema del poema es bastante claro: la angustia del poeta por su soledad ante la vida. Nos la presenta como
un dolor constante del que no conoce su causa ("la causa de esta angustia no consigo ni vagamente
comprender siquiera"), pero que es consciente de que le acompaña desde niño. Es esta angustia constante la
que le hace verse a sí mismo como una pobre alma perdida que vaga en busca de un algo capaz de apaciguar
su inquietud ("como perro olvidado que no tiene olfato y yerra"). Ese algo lo relaciona el autor con Dios, pero
podemos deducir que realmente no es a "Dios" en sí lo que busca, sino más bien el significado que tiene su
vida, marcada por la perdida del amor y su constante lucha interior a causa de su agnosticismo.
A lo largo d todo el poema se compara primero con un barco sin rumbo, sin guía (soledad ante el mundo); con
un perro sin dueño, como un niño desorientado entre el gentío en una fiesta (como hmbre perdido); como un
borracho melancólico,un guitarrista lunático,un poeta que busca a Dios (agnosticismo causa de su dolor.Busca
el sentido de su propia vida).
Machado toca en esta composición dos de sus temas preferidos: el agnosticismo y la angustia, perfectamente
superpuestas como una causa del otro. Su constante búsqueda del dios bueno y justo que todos afirman que
existe pero que él no consigue encontrar y el malestar que por ello conlleva. Este es un tema que atormenta al
autor a lo largo de toda la trayectoria de SGOP, y es también un tema ampiamente tratado por el Modernismo
y toda la Generación del 98.
El poema lo forman seis cuartetas. Tres estrofas en definitiva que podríamos estructurar en dos partes:
1. Abarca las dos primeras cuartetas, siendo una estrofa cada una de ellas. La primera, formada versos de 11 y
7 sílabas,de rima consonante ABaB; la segunda son cuatro versos endecasílabos que riman igualmente en
consonante ABAB.
2. Formado por las cuatro cuartetas siguientes que a su vez forman una sola estrofa: los primeros cuatro versos
son endecasílabos que riman en asonante, dejando libre los impares. Las tres cuartetas siguientes son una
silva−romance, una de las agrupaciones más utilizadas por Machado a lo largo de todo el libro de SGOP :
versos de 7 y 11 sílabas de rima asonante en los pares quedando los impares libres.
La estructura interna la inicia la ya comentada afirmación del conocimietno de su angustia; muestra la
existencia de esa angustia en un paisaje muy utilizado en toda la poética de Machado: la tarde. La tarde como
símbolo de la vida que se apaga ("Es una tarde cenicienta y mustia"), y, con ella, la esperanza de encontrar la
causa de su tormento, junto con la posterior reflexión interna que condiciona ("pero recuerdo"). La completa
el descubrimiento de la causa de tal inquietud, rompiendo de manera admirable la trayectoria que hasta ahora
había llevado el poema con un cuarteto perfecto que contradice todo lo expresado anteriormente sobre su
ignorancia hacia ese sentimiento doloroso ("así voy yo, borracho melancólico, guitarrista lunático, poeta, y
pobre hombre que en sueños, siempre buscando a Dios entre la niebla.").
La actitud lírica es claramente expresiva. Desde que empieza hasta que acaba, en todo momento se exhibe el
sentimiento de duda y tormento. El yo es en este poema escénico, ya que se muestra perfectamente en
distintos momentos del texto.
Como ya se ha dicho, es un poema formado unicamente por tres estrofas, a pesar de que este exuesto
aparentemente por seis. Juega con los versos de once y siete sílabas que tanto gustan al autor. Abundan los
encabalgamientos, que rompen siemrpe en el lugar y el mometo preciso pero sin que llegue a dar sensación de
corrido. Sin embargo, a pesar de estos encabalgamientos, las pausas versales coinciden muy bien con las
sintácticas, dotándo al poema de un tono melancólico y relfexivo y conservando así la usual solemnidad que
tanto caracteriza a la poesía machadiana.
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Como en otros poemas de Machado, el dinamismo expresivo es positivo, dominan los sustantivos y los
verbos. La mayoría de oraciones son compuestas coordinadas ("Como perro olvidado que no tiene olfato y
yerra"), pero también se pueden encontrar oraciones simples ("La causa de esta angustia no consigo ni
vagamente comprender siquiera"), subordinadas ("sin camino,como el niño en la noche de una fiesta") y
yuxtapuestas ("−Si, yo era niño, y tú, mi compañera"). Dominan los modelos oracionales de enunciación
(oraciones enunciativas).
Debido a la situación que rodea al poeta, el poema se encuentra abundantemente cargado de adjetivos que
intentan describir cómo se siente el autor. Tal vez parezca que puede estar sobrecargado, pero no es así;
Machado ha sabido distribuir estos recursos (como ya ha hecho otras veces) de tal singular manera, que en
ningún momento da la impresión de pedantería que en un principio podía suscitar al lector. Adjetivos como
"borracho melancólico", "guitarrista lunático", "poeta", "perro sin olfato", etc. definen en un sentido grandioso
la situación interior de inquietud del castellano.
A nivel semántico, Machado utiliza en este poema varios recursos que resaltan el valor del escrito.
personificaciones, metáforas, antítesis, zeugmas y comparaciones.
Así pues, en los versos 8 y 19−20, podémos distinguir tres personificaciones que realiza el autor:
A) Verso 8. "−Si, yo era niño, y tú, mi compañera": refiriéndose a la angustia mediante el pronombre
personal tú.
B) Verso 19−20. "chispeante, atónito, y asombra su corazón de música y de pena": se le dota a la angustia la
capacidad de asombrar el corazón de alguien.
En el verso 12 encontramos una metáfora. "de barco sin naufragio y sin estrella": así define el poeta su vida
sin el conocimiento de la causa de su malestar.
En el verso 15 hay una antítesis: "por los caminos,sin camino,como". Sin embargo,recordar que todo el
poema resulta en sí una gran antitesis; primero de afirmación de ignorancia y luego confirmación de
conocimiento.
En el verso 3−4 hay un zeugma. "y es esta vieja angustia que habita mi usual hipocondría": se suprime el
articulo la tras el sustantivo angustia que determinaría que se hablaba de ella.
En los versos 13−14,15−16, 21, 22 y 23 se hallan las comparaciones.
A) Verso 13−14: "Como perro olvidado que no tiene huella ni olfato y yerra".
B) Verso 15−16: "como el niño que en la noche de una fiesta se pierde entre el gentío".
C) Verso 21: " así voy yo, borracho melancólico"
D) Verso 22: "guitarrista lunático, poeta"
E) Verso 23: "y pobre hombre en sueños"
El poema trata dos de los temas predilectos a lo largo de toda la obra: la angustia y el agnosticismo. Es, sin
duda, un poema dirigido a un público selecto, que tenga la cultura suficiente como para poder interpretar al
menos algo de lo que el autor nos intenta transmitir: su dolor por no tener claro el significado de su existencia.
A pesar de esto, sin miedo se puede afirmar que es un texto apliclable a casi cualquier tiempo, ya que en
cualquier tiempo han existido la duda del motivo de vivir y de la existencia de un Todopoderoso.
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Éste es el poema número LXXVII del libro de Galerías.Soledades.Otros poemas; una reedición de Soledades,
y un libro que, al fin y al cabo, es de los más importantes de toda la obra poética de Machado y en el que trata
como temas principales la soledad,la angustia,la obsesión por la muerte y el agnosticismo. Pertenece a un
momento en el autor ya a dejado atrás la mayor (por no decir la totalidad) de su ideología modernista, aquella
que tanto le influyó, pero que más tarde describiría como un "coro de grillos que cantan a la luna". ¿Por qué
dijo esto?, sin duda porque, como casi todos los intelectuales de su época, al final descubrió que ese adjetivo
que se le daba al movimiento de "revelión ambigua", de querer cambiar las cosas pero no hacer nada para
cambiarlas, era cierto; y, como todos los intelectuales de su época, acabó criticándolo.
Está escrito en 1907, reeditado y con poemas añadidos a los 42 iniciales que aparecieron en el Soledades de
1902. De lenta maduración, han desaparecido en él la mayoría de poemas modernistas que se podían encontrar
en su versión anterior en favor de una preferencia por el desnudo interior, el proceso de interiorización.
Como ya se ha mencionado antes, es uno de los libros más importantes de la poética machadiana, poética que
a lo largo de su vida ha ido cambiando y evolucionando; desde obras muy modernistas, en las que abunda el
color, las sensaciones y los paisajes extravagantes, hasta obras que se rinden al poder de la reflexión y
busqueda del yo interior; desde obras repletas de paisajes y alegrías hasta la más extrema interiorización de la
persona. Sin duda alguna, este poeta de la generación del 98, dejó una gran marca en la literatura de la España
de entonces y de ahora.
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