Capítulo 4. Enfermedades de los bovinos Carbón sintomático Carbunco sintomático; Morriña negra. Definición Signos clínicos Enfermedad infectocontagiosa aguda, que afecta a bovinos y ovinos produciendo fiebre y tumefacción muscular enfisematosa. Si se observa al animal antes de la muerte, se comprueba cojera intensa con pronunciada inflamación de la parte superior de la extremidad afectada, depresión, anorexia, estasis del rúmen, temperatura elevada (41 °C). La zona tumefacta está caliente y dolorosa al tacto, que pronto se torna en masa indolora, al tiempo que aparecen edema y enfisema; la piel cambia de color, tornándose seca y agrietada. Por lo regular, las lesiones quedan limitadas a la parte superior de la extremidad. En algunos casos se observan lesiones situadas en otros puntos como: base de la lengua, músculo cardiaco, diafragma, pecho y ubre. La enfermedad evoluciona rápidamente, por lo que el animal muere en el transcurso de 12-36 horas después manifestarse los primeros síntomas y, en algunos casos, los animales afectados mueren sin presentar los signos. Etiología Es causada por una bacteria en forma de bastoncillo: Clostridium chauvoei o Clostridium feseri, esporulada y resistente a los cambios del medio. Epidemiología El carbunco sintomático es una infección que se transmite por suelo o pastos contaminados con Clostridium; la vía de entrada es el aparato digestivo a nivel de la mucosa oral después de ingerir alimentos contaminados. Pueden encontrarse bacterias en bazo, hígado y tubo digestivo de animales normales y sucede por contaminación del suelo y de los pastos a partir de heces fecales infectadas o animales muertos por esta enfermedad. En ocasiones, esta enfermedad afecta a individuos jóvenes entre 6 meses y 2 años de edad. El carbunco sintomático de los bovinos tiene frecuencia estacional y se observa una alta incidencia en los meses cálidos del año. Patogenia Se desconoce el estímulo que propicia el crecimiento de las esporas bacterianas latentes. La toxina elaborada por el microorganismo, localmente produce miositis necrosante grave, además de toxemia, con frecuencia mortal. Hallazgos de necropsia La evolución de la enfermedad es tan rápida, que resulta fácil obtener el material para la necropsia. Los animales muertos suelen encontrarse en una posición característica de decúbito lateral con la extremidad posterior afectada rígida. Pronto se observa meteorismo y putrefacción, así como salida de exudado sanguinolento por ano y nariz; la sangre huele rancio, el corte tiene brillo metálico en su superficie y exuda gran cantidad de líquido claro teñido, además de gran cantidad de burbujas de gas. A la necropsia se advierte un cuadro similar, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia-UNAM 109 Enciclopedia Bovina pero las lesiones musculares están más localizadas, son máss profundas y el edema subcutáneo no es tan manifiesto, salvo alrededor de la cabeza. En los músculos afectados siempre hay gas. Cuando ocurre invasión del aparato genital, se encuentran lesiones típicas en los tejidos perianales, las paredes de la vagina y, en ocasiones, también en el útero. En todos los casos sospechosos de morriña negra debe practicarse frotis del tejido afectado y colectarse material para los exámenes bacteriológico y de sangre. Diagnóstico En los casos típicos de carbunco sintomático puede formularse un diagnóstico definido basado en los signos clínicos y en los hallazgos de la necropsia, sin embargo, es difícil identificar a la bacteria con los hallazgos post mortem macroscópicos: el diagnóstico es difícil por no encontrarse lesiones típicas externas. Cuando se encuentran muertos varios animales de un grupo que no estuvo bajo rigurosa observación, es necesario revisar la frecuencia de la enfermedad en la zona, la estación de año, la edad del grupo afectado y las condiciones del pasto, además de inspeccionar minuciosamente el medio donde vivían. Se debe establecer un diagnóstico diferencial con edema maligno o con gangrena gaseosa, aislar al germen, identificarlo y reproducir las lesiones en animales de laboratorio. Tratamiento En caso de brotes, se requiere antibioterapia en forma masiva. La administración de penicilina debe hacerse en grandes dosis (10,000 a 22,000 UI/kg de peso) comenzando con penicilina cristalina IV para después administrar preparados de acción prolongada. Los animales moribundos no responden al tratamiento y el antisuero carece de valor terapéutico práctico. 110 Control En los lugares donde la enfermedad es enzoótica, debe realizarse vacunación anual de los animales entre 6 meses y 2 años de edad, antes de iniciar la etapa de peligro: primavera y verano. Se ha recomendado la vacunación de los becerros a las tres semanas de edad. Cuando la frecuencia del padecimiento es muy alta, se aconsejan las revacunaciones. El antígeno indicado es la bacterina muerta precipitada por alumbre. La inmunidad aparece después de 15 días. En caso de brotes, deben vacunarse todos los animales del rebaño y tratarse adicionalmente con penicilina (simple + benzatínica) a dosis de 10,000 UI/kg de peso. En zonas enzoóticas, se recomienda tener un plan de vacunación adecuado. Las vacunas, además, protegen a las crías contra la infección umbilical al nacimiento. La duración de la inmunidad en los animales vacunados es relativamente corta: llega a los seis meses. La constitución de la vacuna es importante, se prefiere una bacterina preparada de una cepa local de Clostridium chauvoei. Si las muertes continúan después de seguir un programa de vacunación aprobado, deberá revisarse la composición antigénica de la vacuna. En la preparación de vacunas para bovinos, se utilizan organismos atenuados y la misma cepa atenuada de origen bovino o una cepa ovina virulenta (recientemente aislada), se puede usar para la preparación de vacunas para ovinos. Es importante incinerar o enterrar profundamente a todos los animales que mueran de carbunco sintomático para evitar la contaminación del suelo. Salubridad pública La carne de los animales muertos por carbón sintomático debe retirarse del consumo por estar contaminada y por el desagradable aspecto de las áreas de necrosis. Al Clostridium chauvoei y otros clostridios se les ha aislado de la gangrena humana.