1- En posición final de palabra –m se perdió. Arietem > ariete. 2- Apócope de la –e final átona tras l, n, s, r, d, c. Antecedere > anteceder. Desde finales del siglo XIII se restableció en muchos casos, incluso en algunos en que nunca se había perdido quizá por influencia de la –e paragógica de la épica. 3- En posición final la vocal átona –u larga o breve pasó a –o. Atrium > atrio. 4- La grafía X pasó en castellano a J. Alexandriam > Alejandría. En los cultismos y en otras lenguas románicas se mantiene la grafía X como /ks/: exemple. 5- La grafía C ante e, i, pasa en castellano a //, grafía c, z. Calicem > caliz; en posición intervocálica. En otras posiciones, en castellano medieval pasó a ç y en actual c: cenam > çena > cena. 6- La S- inicial seguida de otra consonante desarrolló en castellano una vocal e- de apoyo o vocal protética. Scabrosum > escabroso. 7- El diptongo latino con grafía AE se monoptonga en e. Aedificare > edificar. 8- La grafía latina Y pasó como i. aegyptum > Egipto. La letra griega ipsilon (/ü/) se transcribió en latín con Y, por lo que pasó a castellano como i. 9- La grafía PH ha pasado como f. Asphaltum > asfalto. 10- La grafía TH ha pasado como t. aegisthum > Egisto. 11- La grafía CH ha pasado como c/qu. Acherontem > Aqueronte. 12- Las oclusivas sordas entre vocales, entre vocal y L o entre vocal y R se sonorizan. P > b; T > d; C > g. acutum > agudo. El gallego también sonoriza. Pero en nuestro caso, no variaron en posición final: caput > cap. 13- Las consonantes geminadas latinas se simplifican, excepto la RR. Abbatem > abad. 14- La grafía QU: a. Ca, que, qui b. Entre vocales sonoriza: g, gu c. También da c en quinque > cinco. d. En castellano, la grafía qu pasa a cu por una norma ortográfica: cuando; aunque la mayoría de las lenguas románicas la mantiene: quand, quando, quan, quant. 15- El grupo latino NS pasa a S. Ansam > asa. Se conserva en los cultismos: censor > censor. 16- Desaparecen las vocales latinas átonas postónicas internas (síncopa): aequiparabilem > equiparable. La que más se resiste a desaparecer es la vocal A. Se conservan en los cultismos. 17- Los grupos interiores TI, TE CI, CHI, CE, CHE ante vocal evolucionan a z, c. Acutiare > aguzar; brachium > brazo. En la Edad Media se escribían c, ç. 18- Las oclusivas sonoras B, D, G, entre vocales, entre vocal y L y entre vocal y R a veces desaparecen: alligare > aliar. 19- Los grupos PL, FL, CL iniciales palatalizan la l y pierden la primera consonante, dando ll. Se conservan en cultismos, dialectalismos y palabras vacilantes. Clamare > llamar. El gallego-portugués ofrece ch: clamare > chamar. Nosotros los mantenemos. 20- Pl, Fl, CL en posición interior precedidos de consonante dan ch: amplum > ancho. 21- A veces FL inicial pierde la f: flaccidum > lacio. 22- La U breve tónica pasó a o. Angustum > angosto. Se conserva en cultismos: mundum > mundo. 23- La I breve tónica pasó a e: bibere > beber. Se conserva en cultismos y semicultismos: librum > libro. 24- La O breve tónica diptongó en ue: absolotum > absuelto. Se conserva en cultismos: fossam > fosa. En castellano antiguo era uo, como el italiano actual. Nosotros y el gallegoportugués no diptonga: rotam > roda, roda. 25- Las geminadas latinas interiores LL y NN palatalizaron en ll y ñ. Annum > año; ballaenam > ballena. En cultismos la LL simplifica: vacillare > vacilar. En semicultismos LL pasa a ld: cellam > celda. Nosotros también palatalizamos: annum > any; el gallego-portugués simplifica: annum > ano. 26- La E breve tónica diptongó en ie. Bene > bien. En posición inicial se escribe ye-. A veces ie pasa a i: sellam > siella > silla. En cultismos no diptonga: templum > templo. El gallegoportugués tampoco: ferrum > ferro. Nosotros normalmente tampoco: pellem > pell. 27- Las consonantes finales se pierden, excepto la M que pasa a n en monosílabos (tam > tan); S y L se conservan; y R que pasa a posición interior. Las consonantes finales que tenemos hoy aparte de estas, o bien son cultismos o bien quedaron en final por pérdida de vocales. 28- La F inicial y a veces la interior cuando se sentía la palabra como compuesta, por influjo del vasco, pasa a h aspirada y después se pierde. Fabam > haba. Se mantiene delante de ue, r y l y en menos ocasiones ante ie. Fontem > fuente; feram > fiera. Se conserva en cultismos y en las demás lenguas románicas. Filium > fill, gillo, filho, figlio, fils, fiu. 29- El diptongo OE se monoptongó en e. Amoenum > ameno. 30- La I breve átona pasó a e. Brevitatem > brevedad. 31- El grupo interior CT palataliza la t y pasa a ch. Cinctum > cincho. En cultismos se conserva o pierde la c. Delictum > delito. Nosotros y el gallego-portugués no palataliza la t: noctem > noite, nit. 32- Las vocales átonas protónicas internas, excepto la A, desaparecen (síncopa). Amaricare > amargar. Se conservan en cultismos. 33- Los grupos interiores MN, NG, GN, ND, NI, NE + vocal, palatalizan dando ñ (nh, ny). Hispaniam > España, Espanha, Espanya. Se conservan en cultismos. 34- El diptongo AU monoptongó en o, incluso cuando procedía del grupo AL + consonante. Audire > oír; alterum > otro. En cultismos se conserva: calicem > cauce. El gallegoportugués no llega tan lejos y da ou: aurum > ouro. 35- Metátesis. Simple si un sonido cambia de lugar. Recíproca si dos sonidos intercambian su lugar (interversión). Hacerme > arce. 36- La U breve átona pasó a o. Angustare > angostar. Se conserva en cultismos. 37- Producto de la síncopa, algunos grupos interiores romances evolucionan así: a. K’l, g’l, t’l > j. Acuculam > aguja. Las otras lenguas peninsulares se quedan en ll, lh. Coagulum > coalho, coall. b. Consonante + k’l, g’l, p’l > ch. Cingulum > cincho. c. El diptongo AI monoptonga en e. Laicum > lego. También cuando es producto de metátesis: -ARIUM/-ARIAM > -airo/-aira> -ero/-era. O cuando era secundario: ACT > -ait >-ech. Se conserva en cultismos: laicum > laico. 38- Disimilaciones: a. Parciales si un sonido o sílaba se transforma por proximidad de otro afín: n-m > l-m; m-m > n-m; m-n > m-l; l-l > l-r; r-r > l-r y r-l; ti-ti > ti-ci. Animam > alma. b. Totales si se suprime un sonido o sílaba por proximidad de otro afín: r-r > r-Ø y Ø-r. proprium > propio. 39- Los grupos interiores LI, LE + vocal palatalizan, dando ll y j. Alienum > ajeno; humiliare > humillar. Se conserva en cultismos. En las otras lenguas peninsulares da ll. Concilium > concello, consell; filium > filho, fill. 40- Los hiatos tienden a eliminarse. a. Por sinéresis (contracción de las dos vocales en una sola sílaba).ee > e (videre > veer > ver), ii > i, oo > u. b. Formando diptongos: reginam > reína > reina (cambio de acento); oi > ui, oa > ua, eu > io, ui > ue. c. Metátesis (alterar la estructura silábica): habui > hube; o combinándose alguna vocal con una consonante próxima: di –ur-na-le > dior-na-le > jornal. d. Perdiendo una de las vocales: duodecim > doce. e. Los hiatos se conservan raramente por presión culta: legere > leer. 41- La E pasó a i cuando: a. Era tónica ante S agrupada, en el sufijo –ellum, -ellam; por influjo de la yod (palatalización): vitreum > vidrio, en hiato (por ejemplo con los imperfectos: -eba > ea > ía). b. Era átona por influencia de yod , en los infinitivos de la tercera y de la segunda > ir, en final cuando queda en hiato > y: hodie > hoe > hoy 42- Epéntesis. Por influencia de la síncopa se produjeron grupos consonánticos inusitados que se resuelven con la inclusión de una consonante epéntetica. –M’N- > -mbr-, -M’R- > -mbr-, M’L- > -mbl-, ST- > estr- -N’R- > -ndr-, -ST+consonante- > -s+consonante, -PT- > -t-, -MT- > -nd-, -XS- > -x43- La I inicial consonántica se mantiene como consonante ante a, e tónicas > y, se pierde ante a, e átonas: ianuarium > enero, ante o, u da j. 44- Excepcionalmente una O da u: cognatum > cuñado.