NUEVOS CONCEPTOS RESPECTO A LA FORMA SENSIBLE DE LA ARQUITECTURA

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NUEVOS CONCEPTOS RESPECTO A LA FORMA SENSIBLE DE LA ARQUITECTURA
Rolex Learning Center como caso de estudio.
ETSAB-UPC. DEPARTAMENTO DE PROYECTOS ARQUITECTONICOS.
Programa de Doctorado. Arq. Maria Isabel Hoz de Vila.
La experiencia de la arquitectura es un tema que ha intrigado al hombre por cientos de años, la
relación entre el lugar que habitamos, trabajamos, vivimos y como éste influencia como nos
sentimos y actuamos siempre ha existido, los espacios para la reflexión, la inspiración, la
interacción, la oración nos afectan a nivel emocional. Intuitivamente siempre hemos establecido
relaciones, en un principio entre la proporción y la escala con la armonía como una expresión de lo
divino, una manera de sublimar algo que iba más allá de nuestro entendimiento racional y cuya
máxima expresión culmina en el Renacimiento, sin embargo la apertura cultural, los avances en el
conocimiento proponen nuevas prácticas espaciales tanto en el arte como en la arquitectura, a
partir de cada avance tecnológico o cultural se nos proponen nuevas prácticas espaciales.
La reciente aparición de nuevas formas arquitectónicas cada vez más abstractas producto del uso
de nuevas tecnologías materiales y formales ha generado en la práctica una nueva tipología de
arquitectura experimental que empieza a ocupar espacios prominentes dentro de nuestra vida
cotidiana, estamos viviendo una época donde las ideas de Piranesi, Constant o incluso Kiesler son
mas una cuestión de presupuesto que de viabilidad.
La relación entre el hombre y la percepción de estos nuevos espacios necesita ser revisada y
estudiada. A cada momento se están generando nuevas maneras de relacionarse que antes no
eran posibles, hay nuevas prácticas sociales y el espacio físico ya no es el único soporte para las
relaciones sociales presenciales, por lo que la naturaleza de las interacciones sociales como hecho
cultural tienen que cambiar, para materializar situaciones espaciales más sensibles a los estados
perceptivos, interactivos y abstractos que se han convertido en la práctica cotidiana del habitar
cualquier lugar. Si antes un edifico se definía como una máquina de habitar, ahora que se puede
transformar en tiempo real y virtual, ¿entonces, cómo podríamos definirlo?
La relación entre el individuo y la arquitectura, más allá del hecho visual, canónico o neural, tiene
que pensarse también como un hecho cultural. Como generación de conocimiento, no es un
proceso aislado, es un proceso simultáneo cuerpo- mente-sociedad tanto en el espacio de la
experiencia (fisico y virtual) y el espacio de la arquitectura cuyos límites físicos se están
expandiendo. Lo que se está desarrollando en muchos casos más que una materialización de un
concepto abstracto es una nueva arquitectura sensible, es decir de un nuevo orden perceptivo, que
juega con nuevas maneras de entender el espacio, pero ¿más allá del hecho formal escenográfico,
estos artificios funcionan como modeladores de comportamiento? Con la experimentación formal y
material se están generando de hecho nuevos modelos.
Este fenómeno, sin embargo no ha sido estudiado como un hecho arquitectónico relacionando
aspectos formales y perceptivos en el uso y la práctica del espacio. Se le ha analizado casi siempre
desde la perspectiva formal, estilística o tecnológica. Pero dado que está penetrando el territorio
cotidiano del hombre contemporáneo tenemos que plantearnos qué nuevas situaciones se pueden
generar y como incorporar estos conocimientos a la praxis.
Este estudio pretende analizar si estas nuevas estrategias formales y organizacionales funcionan
como elemento amalgamador de las conductas de los individuos para los que está diseñado, y
evaluar el uso dinámico del espacio a través de condiciones cambiantes de tiempo y usuarios.
Esto mediante el uso de herramientas relacionadas con recientes avances en las ciencias del
comportamiento enriquecidas por los adelantos de la neurociencia y asociadas con nuevo
conocimiento aportado a través de hipótesis de trabajo que parten del análisis de la forma, la
configuración del espacio y las fluctuaciones de uso y encuentros.
Con la posibilidad de crear nuevas culturas perceptivas a través de la forma contemporánea,
partiendo de la abstracción, ¿qué relación podemos establecer entre las nuevas formas, las nuevas
sensibilidades y la tradición arquitectónica?
En el Barroco la noción de un espacio infinito empezó a desdibujar los límites espaciales, gracias al
uso de la perspectiva se buscaba generar la ilusión de la disolución del horizonte sin fin,
un cambio en la manera no de practicar el espacio sino de concebirlo, la conciencia el espacio es lo
que cambió. La noción de este espacio topológico contemporáneo (entendido aquí como una
condición de relaciones sin distancias) está cambiando al mundo en tiempo real y el acceso a la
información y la comunicación afecta las dinámicas y las prácticas sociales.
En estos momentos cada vez es más tangible el papel de los recursos digitales en alcanzar esta
aparente disolución material, o la excesiva complejidad, generando a veces espacios inconexos o
inmateriales que tienen necesidad de recurrir a estrategias secundarias de definición, como el color
o los materiales para poder establecer una conexión efectiva con sus usuarios (Gehry en Panama,
Oma en Seattle) .
La arquitectura debe tener la capacidad de establecer una estructura de la experiencia desde un
modelo institucional o cualquier otro, no sólo construye elementos materiales dedicados a una
función específica, sirve de soporte a la interacción humana y tal condición tiene que ser tomada en
cuenta a la hora de hablar de proyecto, las decisiones que se tomen deben ser conscientes y con
propósito, y como tales deberían asumir una posición. La experiencia de la ciudad, del edificio y del
usuario son simultáneas y se entrelazan siempre con la historia del lugar y de sus habitantes .Es en
este tipo de experimentación espacial que se quiere concentrar este estudio, específicamente en
un edificio cuya configuración dependa casi exclusivamente de su contenido conceptual, un gran
espacio continuo contenedor de situaciones y soportes perceptivos, un espacio hodológico, que
conduce a experiencias contenidas, generando en este movimiento de caminos encuentros y
pausas definidas ya no por limites físicos sino por cambios en la forma contenida, en lo invisible de
la espacialidad, y lo visible de sus limites, es un espacio de pausas, alturas variaciones practicadas,
el objetivo es observar si realmente mas allá del efecto visual y cinematográfico las prácticas
espaciales generadas son realmente innovadoras o si el usuario adapta esta inmaterialidad a los
usos tradicionales del espacio imponiendo sus propias prácticas.
Por lo tanto se busca constatar si estas nuevas estrategias de desmaterialización y abstracción de la
forma buscando influir en el comportamiento son de hecho efectivas a través de esta experiencia.
Un ejemplo paradigmático de este uso de formas técnicamente complejas pero aparentemente
abstractas, lo constituye el Rolex Learning Center, de los arquitectos japoneses Kazuyo Sejima Ryue
Nishizawa, de la oficina japonesa SANAA (premio Pritzker 2010) para la École Polytechnique
Fédérale de Lausanne’s (EPFL) en Lausanne, Suiza.
La arquitectura de SANAA busca siempre la desmaterialización a favor de lo conceptual, un claro
precedente de esta estrategia es el Pabellón de Vidrio del Museo de Arte de Toledo, Ohio (USA)
donde utilizan las envolventes de vidrio para desmaterializar la vertical, formar recorridos entre los
espacios encapsulados resultantes, y como en nuestro caso de estudio, es casi diagramática la
estrategia de organización, dialogando con la naturaleza mediante la transparencia, utilizando ideas
del paisajismo para categorizar y diferenciar los espacios, los letreros están grabados en los vidrios
no hay color es un soporte neutro y continuo.
Se aborda la organización del espacio con estrategias de diseño especificas, entre dos cascaras
alabeadas de hormigón de un solo nivel y planta libre rectangular, la singularidad de esta,
contenida en la topografía artificial que genera a través de la disolución aparente de los límites, de
la manipulación espacial un espacio uniforme y fluido contenido. La definición de los limites
espaciales por pieles y contenedores transparentes, donde la opacidad está dada por su uso y no
por su materialidad, o el movimiento del suelo como elemento dinamizador y organizador del
espacio, generador de velocidades ritmos, recorridos y encuentros, todos estos elementos
confluyen en un espacio continuo y establecen una relación altamente dinámica de entre el edificio
y el usuario. Mas allá de la interpretación cinematográfica de la idea de continuidad, la única
manera de entender este lugar es practicando el espacio, viviéndolo, dibujando las trazas
necesarias para habitarlo.
Tomando la arquitectura como una disciplina que no solo estudia aspectos técnicos, constructivos
o hechos funcionales, sino que también influye en el comportamiento humano, se ha confirmado
en los últimos años, tanto en el campo de las ciencias físicas como de las cognitivas que hay una
íntima relación entre las estructuras sintácticas del espacio y su influencia en el comportamiento y
el bienestar del individuo. Estudios del Salk Instute of Neuroscience indican de hecho que los
ambientes favorables y estimulantes están asociados a procesos regenerativos a nivel neuronal
(Prof. “Rusty” Gage, 1996).
El problema no es ya la materialización de la forma sin límites, ya que como en todo objeto
arquitectónico existen límites físicos, sino como la reconfiguración y prefiguración de estos influyen
en el uso y las interacciones sociales que contiene.
Al plantearse unos objetivos sociales específicos, (busca ser un paradigma de la enseñanza
mejorada a través de la tecnología, favorecer los intercambios interdisciplinarios entre los usuarios)
dentro de las exigencias mismas del programa, el Rolex Learning Center se erige a sí mismo como
un paradigma en esta área lo que lo hace un caso ideal de estudio.
La configuración del espacio influye en el uso y comportamiento de los individuos a través de
sistemas (o culturas) perceptivos definidos y contenidos por la forma y la materialidad del objeto
arquitectónico.
Con el avance y desarrollo de la tecnología, se ha abierto la posibilidad de crear diferentes prácticas
espaciales asociadas a las nuevas posibilidades constructivas y materiales, las cuales podrían
generar nuevos interacciones cada vez más abstractas.
Se pueden establecer vínculos desde la tradición arquitectónica con las nuevas prácticas, porque el
mecanismo perceptivo-cognitivo del cerebro no ha cambiado.
Los nuevos avances en el campo de las ciencias del comportamiento conjuntamente con el de la
neurociencia nos pueden facilitar herramientas de comprensión de la influencia de la arquitectura
sobre el comportamiento.
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