En la ciudad de San Nicolás de los Arroyos, a los 29 días del mes de septiembre de 2008, la Cámara de Apelación en lo Contencioso Administrativo con asiento en San Nicolás, integrada por los Dres. Cristina Yolanda Valdez, Damián Nicolás Cebey y Marcelo José Schreginger, se reúne en Acuerdo Extraordinario para dictar sentencia interlocutoria en los autos "CLUB DE PESCA, CAZA Y BALNEARIO CHACABUCO C/ AUTORIDAD DEL AGUA DE LA PCIA. DE BUENOS AIRES - MUNICIPALIDAD DE JUNIN S/ AMPARO", expediente nº 580-2008. De acuerdo con el sorteo efectuado se estableció el siguiente orden de votación: Dres. Marcelo José Schreginer, Damián Nicolás Cebey y Cristina Yolanda Valdez. El Tribunal estableció la siguiente CUESTIÓN: ¿Es justa la sentencia apelada? VOTACIÓN: A la cuestión, el Dr. Schreginger dijo: I. Se iniciaron las presentes con la acción de amparo incoada por el Club de Pesca, Caza y Balneario Chacabuco contra la Municipalidad de Junín y la Autoridad Provincial del Agua, con el fin de que se ordenen las acciones necesarias que conduzcan al inmediato cese de la actividad contaminante y la recomposición del daño ambiental colectivo producido en el Río Salado y la Laguna de Rocha. Asimismo, solicitó la actora se otorgue un serie de medidas cautelares urgentes, conminándose a: 1) la Municipalidad de Junín a abstenerse en forma inmediata de continuar con el arrojo de efluentes cloacales a las aguas del Río Salado; en caso de no ser ello posible, requiere que se ordene a la Comuna la realización de un plan concreto para poner en funcionamiento la planta depuradora de líquidos cloacales; 2) la referida Municipalidad, implemente un plan de cese inmediato de actividad contaminante, saneamiento y recomposición y ordenamiento ambiental del territorio afectado del Río Salado; 3) la Autoridad del Agua de la Provincia de Buenos Aires a tomar inmediata intervención y presentar un plan de saneamiento y recomposición de la zona afectada; y 4) ambas demandadas a publicitar y alertar a la población en riesgo, a efectos de que se abstenga de realizar actividades en las zonas contaminadas por esterichia coli. II. A fs. 137, y con fecha 15 de septiembre de 2008, el titular del Juzgado de Ejecución del Departamento Judicial Junín dictó resolución en autos, admitiendo la tramitación de la acción por el carril procesal de la Ley nº 7166 y rechazando la medida cautelar peticionada por el actor. Para resolver el rechazo de las medidas urgentes solicitadas, consideró el a quo que "lo que pretende el demandante es una medida autosatisfactiva" y teniendo en cuenta que "Los requisitos a tener en cuenta para la admisión de la pretensión autosatisfactiva, atento su naturaleza, resultan, obviamente, más rígidos que los que prevé la ley para el proceso cautelar" evaluó que la pretensión de la actora y su prueba "no resultan suficientes para acreditar la fuerte probabilidad de existencia del derecho invocado". III. A fs. 143/145 se presenta en legal tiempo la actora e interpone recurso de apelación contra la resolución judicial dictada en autos, por considerar que el rechazo de la cautelar solicitada desnaturalizó su pretensión urgente. El primer argumento de su agravio consiste en destacar que la acción por su parte intentada no es una medida autosatisfactiva, sino un amparo ambiental el cual "es una especie dentro de su género, la que se delinea a partir de elementos propios y característicos que se desprenden de la naturaleza del derecho en protección." Como segundo argumento, sostiene el apelante que la coincidencia entre el objeto de la pretensión principal y el de la cautelar no implica que la pretensión fondal se extinga anticipadamente si se hace lugar a la cautelar. Así, sostiene que tanto la cautelar como la acción principal gozan de autonomía suficiente, responden a diferentes estandares probatorios y, persiguen de diferente modo la protección de los derechos ambientales en cuestión. Por último, destaca la diferencia conceptual entre una medida cautelar y una medida autosatifactiva, afirmando que ésta última no es compatible con un proceso de amparo ambiental como el intentado. En su petitorio, la actora solicita a esta Cámara que "reencause la pretensión articulada, por aplicación del mismo principio (iura novit curiae), dentro del ropaje adjudicado por esta parte, no por un prurito formal, sino porque la misma desnaturalización a la cual ha sido sometida la medida cautelar pretendida, se ha extendido a la acción principal de amparo". IV. En este estado de cosas, corresponde analizar los planteos efectuados en el recurso de apelación incoado contra la decisión del 15 de septiembre resuelta en autos por el a quo. Cabe señalar que el estado procesal de la presente acción (no habiéndose aún corrido traslado de la demanda) posibilita al accionante ampliar o modificar su pretensión inicial. Entiendo, adelantando la propuesta para la resolución del recurso, que le asiste razón al apelante en cuanto a la naturaleza especial del proceso que fuera iniciado como amparo, atento su contenido ambiental, lo que transforma sus contornos, adaptando las formas jurídicas al especial bien a proteger. Entre sus argumentos el apelante sostuvo que "la presente acción es un amparo ambiental" que tiene características especiales que la diferencian de la contextura física del amparo ordinario. Afirmó que, debido a la naturaleza del derecho en protección, se aplican normas que regulan la disciplina ambiental, dispuestas tanto en tratados internacionales como en normativa interna. En virtud de estos argumentos, solicitó el apelante que esta cámara reencause la pretensión articulada, por aplicación del principio iura novit curia, dentro del ropaje adjudicado por la actora en su apelación. Advierto que efectivamente la acción intentada, como insistentemente lo afirmó el apelante, reúne las características de un amparo ambiental, correspondiendo también destacar una cuestión no planteada por el actor ni considerada por el a quo, esto es, que, en el régimen provincial bonaerense, este especial carril procesal cuenta con una normativa legal regulatoria, integrante del órden público local, que define su procedimiento y su juez competente. Si bien el actor no atacó en su escrito recursivo la competencia del juez interviniente, de sus argumentos se deriva la necesidad de adecuar su pretensión al ordenamiento jurídico provincial, deviniendo inevitable revisar la competencia material a la luz de la normativa especial aplicable al presente. Siendo esto así, resulta imprescindible recordar la vigencia en la Provincia de la ley que reglamentó el artículo 28 de la Constitución Bonaerense (derecho a un ambiente sano) y que tiene por objeto la protección, conservación, mejoramiento y restauración de los recursos naturales y del ambiente en general en el ámbito bonaerense. La Ley nº 11723, en su capítulo dedicado a la defensa jurisdiccional de los derechos ambientales, establece que cuando (a consecuencia de acciones del Estado) se produzcan daños o pudiera derivarse una situación de peligro al ambiente y/o los recursos naturales ubicados en territorio provincial, cualquier habitante de la Provincia podrá acudir ante la dependencia que hubiere actuado u omitido actuar, a fin de solicitar se deje sin efecto el acto y/o activar los mecanismos fiscalizadores pertinentes (artículo 34). Continúa disponiendo la norma que, cuando la decisión administrativa definitiva resulte contraria a lo peticionado el afectado, el Defensor del Pueblo y/o las asociaciones que propendan a la protección del ambiente, quedarán habilitados para acudir ante el Poder Judicial con competencia en lo Contencioso Administrativo, quien dictaminará sobre la legalidad de la acción u omisión cuestionada (artículo 35). En su artículo 37 regula el trámite procesal de esta acción específica para la materia ambiental, al decir que. "El trámite que se imprimirá a las actuaciones será el correspondiente al juicio sumarísimo. El accionante podrá instrumentar toda la prueba que asista a sus derechos, solicitar medidas cautelares, e interponer todos los recursos correspondientes". La resolución apelada, de fecha 15 de septiembre de 2008, que aún no se encuentra firme, dispuso tramitar la acción interpuesta por el actor como un amparo regido por la ley 7166, declarándose implícitamente competente para su conocimiento. En el estado actual del proceso, donde el apelante solicita la readecuación de la vía procesal a la naturaleza ambiental del amparo no consintiendo el proceso por el cual encarriló el a quo su pretensión, corresponde el tratamiento, tanto de la vía procesal como del juez competente. Este abordaje conjunto del carril procedimental y del juez competente se deriva del propio ordenamiento jurídico que, como vimos, dispone un encadenamiento forzoso entre el proceso, la materia y el órgano judicial competente. Carecería de toda lógica la decisión que admitiera la existencia de un proceso especial como el amparo ambiental y no dispusiera la remisión de las actuaciones, recientemente iniciadas, al juez legalmente competente, cuando nos encontramos en la oportunidad y etapa procesal para ello. Como podemos observar, existe una competencia material dispuesta legislativamente en cabeza de los jueces contencioso administrativos. Por ello y en aplicación de la improrrogabilidad de la competencia atribuida a los tribunales provinciales (artículo 1 del CPCC) en razón de la materia (reconocida por el artículo 6 del CCA), resulta conducente remitir el trámite iniciado por el actor al juez provincial competente por expresa disposición normativa (artículos 35 y 37 de la Ley nº 11.723, artículos 6 del CCA y 1 del CPCC), a fin del tratamiento de la totalidad de las cuestiones articuladas en autos, resultando innecesario el ingreso en los restantes agravios del apelante. Por todo ello, y en virtud del principio iura curia novit, se hace lugar parcialmente al recurso interpuesto por la actor, admitiendo el pedido de reencauzamiento procesal efectuado en el petitorio de dicho recurso, y ordenando la remisión de las presentes actuaciones al Juzgado en lo Contencioso Administrativo del Departamento Judicial Junín. Propongo no imponer costas, por no haber mediado sustanciación. ASÍ VOTO. El Dr. Cebey dijo: Por similares consideraciones que las expresadas por el Dr. Schreginger , VOTO en igual sentido. . A la cuestión, la Dra. Valdez expresó: I.- En auto de fs. 137/138 el señor juez de Ejecución Penal de Junín resolvió en primer despacho, que una vez allegadas las copias para traslado de demanda y documentación acompañada en los juegos de rigor, se requiriese a las demandadas el informe previsto en el artículo 10 de la Ley 7166. Además, a los fines de resolver la medida cautelar peticionada en la demanda (consistente a la conminación al Municipio de Junín a abstenerse en forma inmediata de continuar con el arrojo de efluentes cloacales a las aguas del Río Salado y si ello fuere imposible, la presentación de un plan concreto en forma urgente y detalle de obras a realizar sobre la planta depuradora para ponerla en funcionamiento inmediato; la presentación e implementación de un plan de cese inmediato de actividad contaminante, saneamiento, recomposición y ordenamiento ambiental del territorio del Río Salado y la conminación a la Autoridad del Agua provincial como organismo de contralor, a tomar intervención inmediata y presentar en forma urgente un plan de saneamiento y recomposición de la zona afectada, con plazos de ejecución), el a-quo entendió que el requerimiento cautelar encuadraba en lo que se ha dado en llamar "medida autosatisfactiva" y analizando los presupuestos de la misma y su naturaleza, dijo no estar convencido en este estado del proceso, que el soporte probatorio le permitiera con grado de alta probabilidad, su otorgamiento y declaró así desestimarla. II.- Contra dicho resolutorio se alzó la actora y se agravió del encuadre efectuado por el judicante y enfatizó que su pretensión había sido planteada como amparo ambiental, indicándolo como especie dentro del género amparo y que la misma posee elementos y características que le son propios, que se desprenden de la naturaleza de los derechos en protección. Citó fallos. Además, diferenció lo que es una medida cautelar y una medida autosatisfactiva y destacó que ésta última no puede convivir con este tipo de amparo, el ambiental. Alegó no haber apartado el pedido de tutela cautelar de los presupuestos básicos de las medidas cautelares en general, y refirió a que la medida cautelar pedida no agotará en sustancia la pretensión principal. En definitiva, solicitó el reencausamiento de la pretensión principal como amparo ambiental. III.- De la lectura de los términos de la demanda, surge en forma inequívoca que el actor introdujo la pretensión como amparo ambiental, incluso de sus fundamentos se desprende tal cuestión y en particular, de la invocación de derecho, con cita de la ley 25.675, entre otras normas. La acción así propuesta resulta el marco dentro del cual también requirió medida cautelar, en los términos ya reseñados. Pero en ningún momento adujo peticionar en aquélla una "medida autosatisfactiva". Sin dejar de advertir que el magistrado de anterior instancia invocó el principio "iura novit curia" para entender que la pretensión del actor constituyera una medida autosatisfactiva, encuentro errada tal interpretación, no sólo porque dicho instituto pretoriano posee características especiales y que dan lugar a pronunciamientos para casos muy particulares en razón de los derechos que pretende tutelar, como también por el tipo de trámite que conlleva, sino porque los derechos aquí debatidos resultan tener una regulación especial en las leyes ambientales que citara el amparista. Por lo que corresponde dar la razón al apelante y acoger su queja, lo que aparejaría a su vez, el tratamiento de la petición del recurrente ahora como medida cautelar en el marco del amparo ambiental. Por su parte, y ya disintiendo con el colega preopinante, la competencia de este Tribunal no ha sido abierta por los agravios del recurrente para pronunciarnos sobre la competencia del juez interviniente. Ni el juez de primera instancia se inhibió de entender en las actuaciones, con lo cual aceptó la competencia, ni la actora se disconformó con ello. Por ende, encuentro vedado un pronunciamiento de nuestra parte en tal sentido. Así lo ha entendido nuestro Máximo Tribunal en causa B-69053 "M. G. I. C/ GOBERNACION (SECRETARIA DE POLITICA AMBIENTAL) Y OTS. S/ DAÑOS Y PERJUICIOS. --CONFLICTO DE COMPETENCIA ART. 7º INC. 1º LEY 12.008--", al decir: "La incompetencia del órgano judicial no puede ser decretada en cualquier momento, debiendo proponerse -por regla- en la etapa procesal oportuna y una vez precluida la misma, tanto las partes como el órgano jurisdiccional, se encuentran limitados para volver sobre la materia ya resuelta, porque lo contrario supone retrotraer el proceso con el consecuente dispendio jurisdiccional y agravio a los principios de seguridad jurídica y economía procesal (doctr. causas Ac. 58.714 "Gorostiaga", sent. del 7-III-2001; Ac. 84.444 "Remis Sur S.R.L.", sent. del 25-VI-2003; voto en minoría del doctor Negri en causa Ac. 47.355 "Celina Electromecánica de Joaquín F. Dominguez", sent. del 14-III-1995, entre otras, B. 68.077 "Arrua“, res. del 24-XI-04." Resalto a todo evento, que la presente causa se diferencia, al menos en lo que hace a la resolución del rechazo in liminis litis de la vía del amparo -cuando no de la plataforma fáctica-, de la causa en la que este Tribunal tuvo oportunidad de pronunciarse, ordenando la reconducción de la pretensión en el marco de la diversidad de posibilidades brindadas a la luz del Código de Procedimientos en lo Contencioso Administrativo Bonaerense, tal la causa caratulada "VECINOS DE LA ZONA DELIMITADA POR LAS CALLES 48 A 50 Y 18 A 19 DE LA CIUDAD DE LA PLATA S/ AMPARO", expte. nº 110 (RSI nº 6 año 2007). En efecto, en ésta el juez de grado rechazó en forma liminar la vía intentada. Mas en la presente causa, el magistrado interviniente aceptó la misma, con lo cual admitió también su competencia. Aceptada la competencia del órgano judicial, la oportunidad del mismo de inhibirse ha precluido, habiendo ocurrido lo propio con la del amparista, para cuestionar la competencia del magistrado, destacando que aún no se ha trabado la litis. En este sentido se ha dicho: "Como consecuencia de la preclusión adquieren firmeza los actos realizados dentro del período o sección pertinente y se extinguen las facultades procesales que no se ejercieron durante su transcurso." ("Gorostiaga" SCBA, Ac. 58714 sentencia del 7-III-01). Por lo expuesto, propugno acoger en forma total el recurso traído a esta instancia, sin costas por no existir contradicción. ASI VOTO. En virtud del resultado que instruye el Acuerdo que antecede, este Tribunal RESUELVE: 1º) Por mayoría, acoger parcialmente el recurso de apelación interpuesto por la demandada. 2º) Remitir las presentes actuaciones al Juzgado de origen para su toma de razón y a los efectos de la comunicación pertinente a la Receptoría General de Expedientes, encomendándole al mismo su envío al Juzgado en lo Contencioso Administrativo del Departamento Judicial Junín, con el alcance supra indicado. Regístrese y notifíquese por Secretaría. Fdo: MARCELO JOSÉ SCHREGINGER - DAMIÁN NICOLÁS CEBEY Por su voto: CRISTINA YOLANDA VALDEZ