CONCLUSIONES DEL DEBATE LÍNEA 3: ¿Qué aspectos tenemos que tener en cuenta para la formación de los alumnos en la sociedad de la información? Participantes: Carlos Riera, Estefanía Ortiz, Patricia Puerta, Manuel Pérez, Raquel Navarro, Rubén Mayans, María Magdalena Oliver, Montserrat Puigdemont, Celia Martínez. Portavoz: Nerea Olalla Todo el debate ha girado entorno a una idea principal como conclusión a qué aspectos debemos tener en cuenta para la formación de los alumnos y esta idea es; la importancia de la figura del docente. Por tanto, consideramos que la figura del docente es el aspecto más importante a tener en cuenta, entendido como mediador y figura principal del proceso de enseñanza y aprendizaje; constituye la base por la que se rige el acto educativo. El papel del profesorado en la actual realidad educativa, debería centrarse, sobre todo, en guiar y encaminar al alumnado a obtener los conocimientos y destrezas básicas de modo que éste (alumno) logre desarrollarse acorde a las nuevas demandas y cambios constantes en los que nos vemos inmersos continuamente; disponemos de un exceso de información en la red, y no toda ella verídica, motivo por lo que una de la labor del docente debe consistir en instruir en base a la distinción de documentos y direcciones beneficiosas para su enriquecimiento educativo. Uno de los problemas con los que se pueden encontrar los docentes con la incorporación de las nuevas tecnologías, es precisamente que el alumnado no sepa distinguir y buscar la información correcta. El docente debe mostrar, facilitar, guiar, acompañar e instruir para conseguir que el alumno se motive, muestre interés y por lo tanto, con los medios que dispone, pueda lograr un aprendizaje real y que pueda ir incorporando y relacionando nuevos conocimientos. Inicialmente los formadores tenían una función docente entendida como tradicional, pero esta función ha ido evolucionando a lo largo del tiempo, llegando a ser una figura más significativa y multidisciplinar, debido a las nuevas situaciones (sociedad de la información, uso generalizado de las TIC…) Estas nuevas situaciones provocan paralelamente un cambio en las competencias de estos formadores, por ejemplo: formación continua, educación informal, cambios en los objetivos y programas de los centros, nuevos modelos de escuela, etc. Esto se traduce en nuevos entornos formativos, administrándoles a los formadores nuevas competencias. El profesor evoluciona en la figura de “mediador” de conocimientos entre alumnos, entre iguales, entre administración, etc. El profesor tiene que aprender a gestionar el tiempo de forma diferente a como lo hace desde la perspectiva tradicional. Otros cambios que han provocado las nuevas situaciones son: -En el ciudadano. Pero no se trata de convertir a los ciudadanos en especialistas en comunicaciones, sino que la cultura de la comunicación esté en la formación básica para que la persona pueda desarrollar mejor sus posibilidades individuales y profesionales. El ciudadano, así como las TIC, están en constante cambio, por eso la formación del ciudadano ha de ser constante. -En los escenarios de aprendizaje. Nos referimos a los cambios en la forma de enseñanza. Se introducen recursos para profesores y alumnos para una mayor facilidad, pero sin que sea un cambio extravagante. Es una aportación positiva de las redes a la educación básica. Las redes informáticas se utilizan durante toda la vida, se empieza en la primaria y se acentúan en los estudios superiores. La utilización de internet se utiliza tanto en casa, como en escuelas, como en el trabajo. -En los modelos. Aquí destacaremos el aprendizaje constante o superior sobre las redes e internet. Es una educación basada en las tecnologías. Otros aspectos que también se han tenido en cuenta son: - Conocer las competencias de los alumnos, como por ejemplo: la creatividad y la innovación, la comunicación, la investigación y el manejo de la información, el pensamiento crítico, la solución de problemas y la toma de decisiones…; todo ello relacionado con el concepto y el funcionamiento de las TIC. - Tener en cuenta la diversidad de los estudiantes y de las situaciones educativas, para ello los formadores pueden aprovechar los múltiples recursos disponibles para personalizar la acción docente, manteniendo una actitud investigadora en las aulas y observando y reflexionando sobre la propia acción didáctica. - Para que las TIC puedan funcionar en el sistema educativo, es indispensable centrarnos más en el componente comunicativo y educativo de las TIC, en relación a las estrategias y metodologías didácticas que movilizamos con ellas, en lugar de centrarnos únicamente en los componentes tecnológicos.