002-2014 - Estudio Torres y Torres Lara & Asociados

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Dirección Técnico Normativa
Opinión
T.D.: 3822659
3626900
OPINIÓN Nº 002-2014/DTN
Entidad:
Estudio Torres y Torres Lara & Asociados – Abogados S.C.R.L.
Asunto:
Traducción oficial de documentos
Referencia:
a) Comunicación S/N recibida el 25.SET.2013
b) Comunicación S/N recibida el 5.SET.2013
1.
ANTECEDENTES
Mediante los documentos de la referencia, la Gerente General del Estudio Torres y Torres Lara
& Asociados – Abogados S.C.R.L. formula diversas consultas sobre la traducción oficial
efectuada por traductor público juramentado que debe acompañar a los documentos
presentados en otro idioma, en el marco de la normativa de contrataciones del Estado.
Antes de iniciar el desarrollo del presente análisis, es necesario precisar que las consultas que
absuelve este Organismo Supervisor son aquellas referidas al sentido y alcance de la normativa
de contrataciones del Estado, planteadas sobre temas genéricos y vinculados entre sí, sin hacer
alusión a asuntos concretos o específicos, de conformidad con lo dispuesto por el literal j) del
artículo 58 de la Ley de Contrataciones del Estado, aprobada mediante Decreto Legislativo Nº
1017 (en adelante, la “Ley”), y la Segunda Disposición Complementaria Final de su
reglamento, aprobado mediante Decreto Supremo Nº 184-2008-EF (en adelante, el
“Reglamento”).
En ese sentido, las conclusiones de la presente opinión no se encuentran vinculadas
necesariamente a situación particular alguna.
2.
CONSULTAS Y ANÁLISIS
Las consultas formuladas son las siguientes:
2.1
“¿Existe contradicción entre lo exigido por la normativa de contrataciones del Estado
con lo normado en el artículo 25 del Decreto Supremo Nº 126-2003-RE, sobre las
traducciones realizadas por traductor público juramentado respecto a documentos
privados? (...)” (sic).
2.1.1 En primer lugar, debe señalarse que el artículo 62 del Reglamento, en su primer párrafo,
establece que: “Todos los documentos que contengan información referida a los
requisitos para la admisión de propuestas y factores de evaluación se presentarán en
idioma castellano o, en su defecto, acompañados de traducción oficial o certificada
efectuada por traductor público juramentado o traductor colegiado certificado, según
corresponda, salvo el caso de la información técnica complementaria contenida en
folletos, instructivos, catálogos o similares, que podrá ser presentada en el idioma
2
original. El postor será responsable de la exactitud y veracidad de dichos documentos.”
(El subrayado es agregado).
Sobre ello, es preciso señalar que, el artículo 1 del Reglamento de Traductores Públicos
Juramentados, aprobado mediante Decreto Supremo Nº 126-2003-RE, (en adelante, el
“Reglamento de TPJ”), establece que los traductores públicos juramentados cumplen la
función de “(…) efectuar traducciones oficiales escritas de documentos en dos
direcciones: de un idioma extranjero al idioma castellano (traducción directa) y del
idioma castellano a un idioma extranjero (traducción inversa). (…)”. Asimismo, el
artículo 2 del referido reglamento, precisa que “Las traducciones que realicen los
Traductores Públicos Juramentados en el ejercicio de sus funciones merecen fe pública1
y tienen plena validez legal. No obstante, la traducción no significa el reconocimiento de
la autenticidad del documento traducido.”
Como se aprecia, dada la importancia de los documentos que se presentan para acreditar
los requisitos para la admisión de las propuestas y los factores de evaluación –pues estos
determinan qué proveedores pueden seguir participando en el proceso de selección, así
como su calificación, respectivamente–, la normativa de contrataciones del Estado ha
previsto formalidades especiales cuando dichos documentos sean presentados en idioma
distinto al castellano, a efectos de salvaguardar no solo su validez, sino también la calidad
de la información que estos detallan2.
Así, del artículo 62 del Reglamento, se advierte que la normativa de contrataciones del
Estado ha dispuesto que los documentos para acreditar los requisitos para la admisión de
propuestas y los factores de evaluación, en principio, deben presentarse en idioma
castellano; de no ser así, deben presentarse acompañados de traducción oficial realizada
por un traductor público juramentado, o de traducción certificada realizada por traductor
colegiado certificado.
Asimismo, cabe resaltar que, cuando el referido artículo establece “todos los
documentos” (el resaltado es agregado), no hace distinción entre documentos de origen
público o privado; en esa medida, la obligación de presentarlos en idioma castellano o, en
su defecto, acompañados de traducción oficial o certificada resulta aplicable en ambos
supuestos.
2.1.2 De otro lado, el artículo 25 del Reglamento de TPJ establece que: “Los Traductores
Públicos Juramentados podrán traducir documentos privados que no contengan las
Según el Diccionario de la Lengua Española, Vigésima Segunda Edición, “fe pública” es la “1. f. Autoridad
legítima atribuida a notarios, escribanos, agentes de cambio y bolsa, cónsules y secretarios de juzgados,
tribunales y otros institutos oficiales, para que los documentos que autorizan en debida forma sean considerados
como auténticos y lo contenido en ellos sea tenido por verdadero mientras no se haga prueba en contrario.” (El
subrayado es agregado). http://lema.rae.es/drae/?val=fe%20p%C3%BAblica.
1
2
Es preciso señalar que, en atención al Principio de Informalismo, previsto en el numeral 1.6) del artículo IV del
Título Preliminar de la Ley Nº 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General, “Las normas de
procedimiento deben ser interpretadas en forma favorable a la admisión y decisión final de las pretensiones de los
administrados, de modo que sus derechos e intereses no sean afectados por la exigencia de aspectos formales que
puedan ser subsanados dentro del procedimiento, siempre que dicha excusa no afecte derechos de terceros o el
interés público.” (El subrayado es agregado). De esta manera, la aplicación de dicho principio no puede entenderse
referido a la flexibilización de requisitos y/o formalidades que la normativa considera necesarios para el correcto
desarrollo de un procedimiento de contratación, como es el caso del indicado en el artículo 141 del Reglamento.
3
legalizaciones oficiales correspondientes, pero deberán estampar en el encabezamiento
de la primera página de las traducciones efectuadas un sello del siguiente tenor:
“TRADUCIDO SIN LEGALIZACIONES OFICIALES” y debajo otro sello que diga:
“TRADUCCIÓN SIMPLE SIN VALOR OFICIAL”; los cuales deben estamparse en cada
una de sus páginas. De igual modo, estampar sellos del mismo tenor en los idiomas
extranjeros pertinentes en las traducciones a tales idiomas. De estas traducciones
simples sólo será legalizada de requerirse, la firma del Traductor Público Juramentado.”
(El resaltado es agregado).
En relación con lo anterior, cabe señalar que, de acuerdo con el artículo 5083 del Decreto
Supremo Nº 076-2005-RE, Reglamento Consular del Perú, para que un documento
público o privado extendido en el exterior tenga validez en el Perú debe estar legalizado
por los funcionarios consulares peruanos competentes, cuyas firmas deben ser
autenticadas posteriormente por el área correspondiente de legalizaciones del Ministerio
de Relaciones Exteriores del Perú.
Así, dado que los documentos públicos y privados deben estar legalizados por los
funcionarios consulares peruanos competentes para que tengan validez en el Perú; el
artículo 25 del Reglamento de TPJ faculta a los traductores públicos juramentados para
traducir documentos privados que no contengan dicha legalización, con la condición que
consignen un sello precisando que tal traducción se realiza sin las legalizaciones oficiales,
y otro que indique “traducción simple sin valor oficial”. Ello, sin perjuicio de las
traducciones oficiales que puedan realizar a los documentos privados que sí contengan las
legalizaciones oficiales correspondientes.
2.1.3 De lo antes expuesto, se advierte que no existe contradicción entre el artículo 62 del
Reglamento y el artículo 25 del Decreto Supremo Nº 126-2003-RE; dado que, el primero,
establece que los documentos de origen privado que se presenten para acreditar los
requisitos para la admisión de propuestas y los factores de evaluación en idioma distinto
al castellano, deben estar acompañados de traducción oficial realizada por un traductor
público juramentado, o de traducción certificada realizada por traductor colegiado
certificado; mientras que, el segundo, establece la facultad de los traductores públicos
juramentados para traducir documentos privados que no contengan legalizaciones
oficiales.
2.2
“(...) ¿Qué tipo de traducción debe presentarse en el desarrollo del proceso de selección
respecto a documentos privados, dado que conforme al artículo 25 del Decreto
Supremo Nº 126-2003-RE para la traducción de documentos privados debe presentarse
traducción sin legalizaciones oficiales?” (sic).
Conforme se señaló al absolver la consulta anterior, de acuerdo con el primer párrafo del
artículo 62 del Reglamento, los documentos de origen privado que se presenten durante el
proceso de selección, a fin de acreditar los requisitos para la admisión de propuestas y los
factores de evaluación en idioma distinto al castellano –con excepción de folletos,
instructivos, catálogos o similares–, deben estar acompañados de traducción oficial
“Los documentos públicos y privados extendidos en el exterior, para surtir efectos legales en el Perú, deben
estar legalizados por los funcionarios consulares peruanos competentes para hacerlo, y cuyas firmas deben ser
autenticadas posteriormente por el área correspondiente de legalizaciones del Ministerio de Relaciones
Exteriores del Perú.”
3
4
realizada por un traductor público juramentado, o de traducción certificada realizada por
traductor colegiado certificado. Ello, sin perjuicio de la facultad conferida por el artículo
25 del Reglamento de TPJ, a los traductores públicos juramentados para traducir
documentos privados que no contengan las legalizaciones oficiales correspondientes, con
la condición que consignen los sellos que se indican en el mencionado artículo.
2.3
“¿Qué tratamiento debe darse a los documentos privados que no cuenten con firma
(catálogos, manuales, folletos, etc.) que contengan información referida a los
requisitos para la admisión de propuestas y factores de evaluación (a que se refiere el
artículo 62 del Reglamento de la Ley de Contrataciones del Estado) que sean
presentados en idioma distinto al castellano?, dado que por su naturaleza no pueden
ser legalizados oficialmente por funcionarios consulares peruanos del país de origen y
por el Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú.” (sic).
Conforme se señaló, al absolver la consulta 2.1 de la presente opinión, el primer párrafo
del artículo 62 del Reglamento establece, como regla general, que los documentos de
origen público o privado que contengan información referida a los requisitos para la
admisión de propuestas y factores de evaluación, que se presenten en idioma distinto al
castellano deben estar acompañados de traducción oficial realizada por un traductor
público juramentado, o de traducción certificada realizada por traductor colegiado
certificado.
No obstante, el referido artículo ha previsto una excepción a dicha regla: “(…) salvo el
caso de la información técnica complementaria contenida en folletos, instructivos,
catálogos o similares, que podrá ser presentada en el idioma original. El postor será
responsable de la exactitud y veracidad de dichos documentos.” (El resaltado es
agregado).
En esa medida, cuando se presenten folletos, instructivos, catálogos o similares que
contengan información técnica complementaria referida a los requisitos para la admisión
de propuestas y factores de evaluación en idioma distinto al castellano, no será
obligatorio acompañar la respectiva traducción oficial o traducción certificada.
2.4
“¿Cómo debe interpretarse la exigencia de presentar traducción oficial efectuada por
traductor público juramentado (indicada en el numeral 5 del artículo 141 del
Reglamento de la Ley de Contrataciones del Estado) en el caso que los documentos a
ser traducidos oficialmente provengan de países que no cuenten con Consulado
Peruano, ni con embajada en Lima? (...)” (sic).
2.4.1 De acuerdo con el numeral 5) del artículo 141 del Reglamento, para suscribir el contrato
el postor ganador de la Buena Pro debe presentar, además de los documentos previstos en
las Bases, lo siguiente: “Traducción oficial efectuada por traductor público
juramentado de todos los documentos de la propuesta presentados en idioma extranjero
que fueron acompañados de traducción certificada.” (El resaltado es agregado).
Así, la normativa de contrataciones del Estado establece que, cuando el postor ganador de
la Buena Pro hubiera presentado durante el proceso de selección documentación en
idioma distinto al castellano, acompañada de traducción certificada, para la suscripción
del contrato debe presentar la traducción oficial efectuada por traductor público
juramentado de dichos documentos.
5
Ello a efectos de brindar mayor certeza a la Entidad respecto de la información contenida
en estos, dado que aquellas traducciones que no provengan de traductor público
juramentado ni cumplan con las formalidades debidas, se entienden como traducciones
sin valor oficial, de conformidad con el Decreto Supremo Nº 126-2003-RE4.
2.4.2 De otro lado, es importante señalar que, como consecuencia de la globalización de los
mercados, el crecimiento económico del país y los Tratados de Libre Comercio suscritos
por el Estado Peruano, empresas de diversas nacionalidades participan en los procesos de
selección que convocan las Entidades.
En este contexto, para efectos de formular sus propuestas, los proveedores extranjeros
pueden requerir la traducción de determinados documentos al idioma castellano; no
obstante, cabe la posibilidad de que los documentos a ser traducidos provengan de países
que no cuenten con Consulado Peruano, ni con embajada en el Perú; esto originaría que
algunos proveedores no puedan cumplir con presentar la documentación que acredita los
requisitos para la admisión de la propuesta y los factores de evaluación acompañada de la
traducción correspondiente y, en consecuencia, que se vean imposibilitados de participar
en las contrataciones del Estado, vulnerándose, de esta manera, el Principio de Trato
Justo e Igualitario5.
Al respecto, si bien el numeral 5) del artículo 141 del Reglamento no ha previsto
expresamente el procedimiento a seguir en caso los documentos a ser traducidos
provengan de países que no cuenten con Consulado Peruano, ni con embajada en el Perú,
en el último párrafo del artículo 142 del Reglamento se establece que “En lo no previsto
en la Ley y el presente Reglamento, son de aplicación supletoria las normas de derecho
público y, sólo en ausencia de éstas, las de derecho privado.” (El subrayado es
agregado).
Por tanto, a efectos de determinar el procedimiento a seguir en caso los documentos a ser
traducidos provengan de países que no cuenten con Consulado Peruano, ni con embajada
en el Perú, es necesario revisar la normativa general que regula esta materia.
Así, el artículo 510 del Decreto Supremo Nº 076-2005-RE, Reglamento Consular del
Perú, establece que “De no existir Oficinas Consulares ni representación diplomática
peruana en un Estado, el área de legalizaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores
podrá legalizar las firmas de los funcionarios consulares o diplomáticos extranjeros,
cuyas firmas se encuentren debidamente registradas.” (El resaltado es agregado).
Adicionalmente, el artículo 24 del Reglamento de TPJ establece que: “Cuando se trate de
documentos públicos emitidos en el exterior, para surtir efectos jurídicos en el Perú o en
el exterior, los Traductores Públicos Juramentados deberán exigir, bajo responsabilidad,
que dichos documentos estén debidamente legalizados por el Ministerio de Relaciones
Exteriores.” (El subrayado es agregado).
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Conforme se desprende del oficio OF.RE(DGC) Nº 2-5-E/211, de fecha 21.FEB.2013, del Subdirector de
Trámites Consulares del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Conforme al literal k) del artículo 4 de la Ley “Principio de Trato Justo e Igualitario: En Todo postor de bienes,
servicios o de obras debe tener participación y acceso para contratar con las Entidades en condiciones
semejantes, estando prohibida la existencia de privilegios, ventajas o prerrogativas.”
5
6
Como se advierte, la normativa especial sobre la materia ha establecido el procedimiento
para legalizar los documentos que provengan de países donde no existan Oficinas
Consulares ni representación diplomática peruana, los que serán legalizados por el área
de legalizaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores. Asimismo, para que los
documentos públicos o privados emitidos en el exterior tengan validez en el Perú, deben
estar debidamente legalizados, situación que debe ser exigida por los traductores públicos
juramentados, en el marco de sus funciones.
2.4.3 Teniendo en consideración lo expuesto, debe señalarse que, de acuerdo con el numeral 5)
del artículo 141 del Reglamento, cuando el postor ganador de la Buena Pro hubiera
presentado durante el proceso de selección documentación en idioma distinto al
castellano, acompañada de traducción certificada, para la suscripción del contrato debe
presentar la traducción oficial efectuada por traductor público juramentado, de dichos
documentos. Ello, sin perjuicio que los documentos a ser traducidos oficialmente
provengan de países que no cuenten con Oficinas Consulares ni representación
diplomática peruana, en cuyo caso debe recurrirse al procedimiento previsto en la
normativa sobre la materia, a efectos de legalizar dichos documentos para su posterior
traducción oficial efectuada por traductor público juramentado.
2.5
“Considerando que la exigencia de presentar traducción oficial, indicada en el
numeral 5 del artículo 141 del Reglamento, constituye una medida que incrementa los
costos y alarga el trámite para la suscripción del contrato, ¿Es posible presentar como
requisito para la suscripción del contrato la copia legalizada notarialmente de la
traducción oficial obtenida? Ello en función a que la normativa de contrataciones no
ha especificado que tal documento debe ser presentado en original.” (sic).
2.5.1 El numeral 5) del artículo 141 del Reglamento, establece que para la suscripción del
contrato el postor ganador de la Buena Pro debe presentar lo siguiente: “Traducción
oficial efectuada por traductor público juramentado de todos los documentos de la
propuesta presentados en idioma extranjero que fueron acompañados de traducción
certificada.” (El resaltado es agregado).
Por su parte, el primer párrafo del artículo 62 del Reglamento establece que: “Todos los
documentos que contengan información referida a los requisitos para la admisión de
propuestas y factores de evaluación se presentarán en idioma castellano o, en su defecto,
acompañados de traducción oficial o certificada efectuada por traductor público
juramentado o traductor colegiado certificado, según corresponda, (…).” (El resaltado
es agregado).
De las disposiciones citadas, se advierte que la normativa de contrataciones del Estado no
ha precisado si la traducción oficial efectuada por traductor público juramentado debe ser
presentada en original o copia.
No obstante, el numeral 41.1.1) del artículo 41 de la Ley Nº 27444, Ley del
Procedimiento Administrativo General, de aplicación supletoria a la normativa de
contrataciones del Estado6, establece que las entidades están obligadas a recibir en vez de
De conformidad con el artículo 142 del Reglamento que establece lo siguiente: “(…) En lo no previsto en la Ley
y el presente Reglamento, son de aplicación supletoria las normas de derecho público y, sólo en ausencia de
éstas, las de derecho privado.” (El subrayado es agregado).
6
7
la documentación oficial, los siguientes documentos: “Copias simples o autenticadas por
los fedatarios institucionales, en reemplazo de documentos originales o copias
legalizadas notarialmente de tales documentos. (...) y tendrán el mismo valor que los
documentos originales para el cumplimiento de los requisitos correspondientes a la
tramitación de procedimientos administrativos seguidos ante cualquier entidad.” (El
resaltado es agregado).
Asimismo, el numeral 41.2 del referido artículo, precisa que: “La presentación y
admisión de los sucedáneos documentales, se hace al amparo del principio de presunción
de veracidad y conlleva la realización obligatoria de acciones de fiscalización posterior
a cargo de dichas entidades.” (El subrayado es agregado).
Sobre el particular, Morón Urbina7 señala que “Por su especial naturaleza, la doctrina
reconoce a estos documentos como “sucedáneos documentales” porque suceden o
reemplazan a determinados documentos que se reputan oficiales pero en función del
informalismo a favor del administrado resulta atendible recibirlos bajo el principio de
presunción de veracidad y con cargo a la fiscalización posterior.” (El subrayado es
agregado).
De lo expuesto se advierte que, de acuerdo con lo dispuesto por la Ley del Procedimiento
Administrativo General, las Entidades públicas deben aceptar “Copias simples o
autenticadas por los fedatarios institucionales, en reemplazo de documentos originales o
copias legalizadas notarialmente de tales documentos.”, las que tendrán el mismo valor a
efectos de cumplir con los requisitos exigidos en los procedimientos administrativos a su
cargo.
2.5.2 Adicionalmente, cabe señalar que, el artículo 4 de la Ley establece que los procesos de
contratación se rigen por los principios de Razonabilidad, Eficiencia, Economía, entre
otros; precisando que tales principios servirán de criterio interpretativo e integrador para
la aplicación de la normativa de contrataciones del Estado.
Así, de acuerdo con el literal i) del mencionado artículo, el Principio de Economía
implica que: “En toda contratación se aplicarán los criterios de simplicidad, austeridad,
concentración y ahorro en el uso de los recursos, en las etapas de los procesos de
selección y en los acuerdos y resoluciones recaídos sobre ellos, debiéndose evitar
exigencias y formalidades costosas e innecesarias en las Bases y en los contratos.” (El
subrayado es agregado).
Al respecto, el mismo Morón Urbina8 señala que: “El principio de economía se orienta a
evitar a los interesados, postores y contratistas incrementar sus costos y exigencias
administrativas y económicas para participar en estos procedimientos de selección.” (El
subrayado es agregado).
De lo expuesto, se advierte que, en virtud del Principio de Economía, en las
contrataciones del Estado deben aplicarse criterios de simplicidad, austeridad,
7
MORON URBINA, Juan Carlos. Comentarios a la Ley del Procedimiento Administrativo General. Lima: Gaceta
Jurídica S.A; Novena Edición, 2011, página 257.
8
MORON URBINA, Juan Carlos. Los Principios Inspiradores de la Contratación Administrativa y sus
Aplicaciones Prácticas, En: Revista de Derecho THEMIS 52. Lima: Asociación Civil THEMIS; página 198.
8
concentración y ahorro orientados a evitar exigencias administrativas y económicas que
incrementen los costos para participar en los procesos de contratación.
2.5.3 Finalmente, en virtud del numeral 41.1.1) del artículo 41 de la Ley del Procedimiento
Administrativo General, y del Principio de Economía que rige la contratación pública, es
posible que los postores presenten “Copias simples o autenticadas por los fedatarios
institucionales (…)” de la traducción oficial efectuada por traductor público juramentado
de aquellos documentos en idioma distinto al castellano, que contengan información
referida a los requisitos para la admisión de propuestas y factores de evaluación, durante
el desarrollo del proceso de selección o para la suscripción del contrato, en reemplazo del
original de dicha traducción “(…) o copias legalizadas notarialmente de tales
documentos.”
3.
CONCLUSIONES
3.1
No existe contradicción entre el artículo 62 del Reglamento y el artículo 25 del Decreto
Supremo Nº 126-2003-RE; dado que, el primero, establece que los documentos de origen
privado que se presenten para acreditar los requisitos para la admisión de propuestas y los
factores de evaluación en idioma distinto al castellano, deben estar acompañados de
traducción oficial realizada por un traductor público juramentado, o de traducción
certificada realizada por traductor colegiado certificado; mientras que, el segundo,
establece la facultad de los traductores públicos juramentados para traducir documentos
privados que no contengan legalizaciones oficiales.
3.2
Los documentos de origen privado que se presenten durante el proceso de selección, a fin
de acreditar los requisitos para la admisión de propuestas y los factores de evaluación en
idioma distinto al castellano –con excepción de folletos, instructivos, catálogos o
similares–, deben estar acompañados de traducción oficial realizada por un traductor
público juramentado, o de traducción certificada realizada por traductor colegiado
certificado. Ello, sin perjuicio de la facultad conferida por el artículo 25 del Reglamento
de TPJ, a los traductores públicos juramentados para traducir documentos privados que
no contengan las legalizaciones oficiales correspondientes, con la condición que
consignen los sellos que se indican en el mencionado artículo.
3.3
Cuando se presenten folletos, instructivos, catálogos o similares que contengan
información técnica complementaria referida a los requisitos para la admisión de
propuestas y factores de evaluación en idioma distinto al castellano, no será obligatorio
acompañar la respectiva traducción oficial o traducción certificada.
3.4
De acuerdo con el numeral 5) del artículo 141 del Reglamento, cuando el postor ganador
de la Buena Pro hubiera presentado durante el proceso de selección documentación en
idioma distinto al castellano, acompañada de traducción certificada, para la suscripción
del contrato debe presentar la traducción oficial efectuada por traductor público
juramentado, de dichos documentos. Ello, sin perjuicio que los documentos a ser
traducidos oficialmente provengan de países que no cuenten con Oficinas Consulares ni
representación diplomática peruana, en cuyo caso debe recurrirse al procedimiento
previsto en la normativa sobre la materia, a efectos de legalizar dichos documentos para
su posterior traducción oficial efectuada por traductor público juramentado.
9
3.5
En virtud del numeral 41.1.1) del artículo 41 de la Ley del Procedimiento Administrativo
General, y del Principio de Economía que rige la contratación pública, es posible que los
postores presenten “Copias simples o autenticadas por los fedatarios institucionales
(…)” de la traducción oficial efectuada por traductor público juramentado de aquellos
documentos en idioma distinto al castellano, que contengan información referida a los
requisitos para la admisión de propuestas y factores de evaluación, durante el desarrollo
del proceso de selección o para la suscripción del contrato, en reemplazo del original de
dicha traducción “(…) o copias legalizadas notarialmente de tales documentos.”
Jesús María, 2 de enero del 2014
MARY ANN ZAVALA POLO
Directora Técnico Normativa
JABR/.
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