El Cuerpo en el Espacio por Andrea Spagarino * El Cuerpo es el medio obligado de expresión del Ser humano y a través de él que se comunica con sus semejantes. El conjunto de sus gestos trasciende las limitaciones de la lengua, comunica a todos los seres entre sí cualquiera sea su idioma original, siendo así el lenguaje universal del hombre. En la danza, como, en el teatro, ambas consideradas artes del movimiento, el ejecutante (bailarín/actor) escriben en el espacio escénico al modo en que el escritor lo hace sobre el papel. Cada uno enlaza formas y cadenas de significado de acuerdo con la especificidad de su arte, sin embargo, confluyen en tanto, a partir del movimiento, propician en el espectador un cambio en el ritmo de su respiración, para, de ese modo, unirse al tiempo-espacio del universo. Cada una de estas artes contempla el movimiento desde una perspectiva particular otorgándole un lugar determinado dentro de su desempeño. Por ello, tanto el bailarín como el actor, escriben en el espacio escénico, y en ese momento, el espectador, junto con el bailarín o actor, no sólo es un observador sino que se hace uno con el espectáculo. En el espacio escénico es el cuerpo en movimiento el que tendrá de transformarse en signos para la creación de una ficción que se desarrolla y se actualiza ante los ojos del espectador. El cuerpo deberá elaborarse y transformarse, él mismo, en signos para la escritura de una historia en la que participan el valor estético, las emociones, impresiones visuales y sonoras, incluso carente de palabras, como en el caso de la danza y en cierto tipo de teatro. Será el gesto el encargado de contarnos la historia, de crear los canales de comunicación con el espectador. Cuando un actor entra en el escenario va tejiendo el movimiento de manera imperceptible con su voz -aire en movimiento-, su cuerpo que se desplaza y las emociones que lanzan chispazos de energía. Y entonces todo esto es condensado por el actor en su esquizofrenia controlada para mover al espectador, sacarlo de su letargo, y al igual que la danza cambiar su ritmo de respiración. En el teatro, el actor se transfigura en el personaje, donde el cuerpo forma parte de una constelación de elementos sensoriales, emocionales, espaciales y temporales. De este modo, podemos describir el movimiento del actor; como un movimiento interno, que se manifiesta hacia el exterior en el desplazamiento físico, así como en el gesto y en su relación con los demás actores-personajes y elementos escénicos que pueblan su ficción dramática. El redescubrimiento del cuerpo en el teatro se puede situar dentro un fenómeno cultural más amplio conocido como Körperkultur (cultura del cuerpo) que se desarrolló en Europa a principios de siglo a través de la gimnástica, el naturismo, el higienismo y el nudismo. Dentro de las nuevas artes corporales, tanto a la danza libre y expresiva de Isadora Duncan, como al cuerpo energético de Rudolf Laban y la euritmia Jacques Dalcroze, todos ellos más allá de la danza clásica; y la Biomecánica y el Mimo Corpóreo, más allá de la estereotipada gestualidad de la pantomima tradicional, les corresponde un aspecto común: el cuerpo en movimiento dinámico en un espacio, es decir, la relación inseparable entre acción-espaciotiempo. Podemos hablar así de una concepción activa del espacio; el espacio no representa ya un mero contenedor neutro de la acción física sino que ahora es capaz de condicionarla y regularla. Entre los autores que analizan ese espacio corporal en acción encontramos: Rudolf Laban: (1879-1958) Coreógrafo, Filósofo, Arquitecto húngaro. Precursor de la Danza Moderna Alemana, creador de la Notación Laban y del Sistema Effort & Shape. Los principios de movimiento sostenidos por Laban, están relacionados con nuestra actitud para con: -Espacio: relacionado tanto como nos movemos, como en la dirección que lo hacemos. -Tiempo: rapidez-lentitud, aceleración-desaceleración. -Peso: Movimientos fuertes y ligeros. -Flujo: da la sensación de movimiento fluente o de ser detenido o sujetado. *El peso-tiempo, dan la cualidad dinámica al movimiento y lleva a nuestra percepción el ritmo de la acción o la frase. Pretende que el cuerpo se convierta en instrumento responsable y eficiente, vivo y consciente. “Siempre que el cuerpo se mueve o se detiene, lo rodea espacio” y “Todo movimiento tiene lugar trasladando el o algunas de sus partes de una posición a otra en el espacio” Laban creó El Icosaedro (Ver foto abajo), sólido de veinte caras, define la estructura del espacio tridimensional expresivo, que será utilizado como medida y “potencialidad del movimiento del cuerpo”, en el centro del cual se encuentra el ejecutante. Divide el espacio en tres niveles: -Horizontal: derecha-delante, derecha-detrás, izquierda-delante, izquierda-detrás. -Vertical: arriba-derecha, arriba-izquierda, abajo-derecha, abajo-izquierda. -Transversal: arriba-adelante, arriba-detrás, abajo-delante, abajo-detrás. Oskar Schlemmer (1888-1943) Pintor escultor Alemán. Establece una relación entre las leyes matemáticas del espacio tridimensional y aquellas leyes inscritas en el cuerpo humano: 1.- Leyes del espacio tridimensional: movimientos mecánicos, definidos por el intelecto. 2.- Leyes del hombre orgánico: basado en funciones no visibles como el latido del corazón, circulación de la sangre, respiración, actividad cerebral y nerviosa, definidos por el sentimiento. Mimo Corpóreo (Etienne decroux): “El actor debe cambiar su estatua dentro de su esfera transparente de vidrio tanto como el cielo cambia de forma y color” Para Decroux el espacio corpóreo tiene dos dimensiones: 1.- geometría corpórea o articulación del espacio intercorporal (la cabeza en relación al cuello, el cuello en relación al busto, el tronco en relación a las piernas,...) 2.- geometría móvil o articulación de la acción en un espacio tridimensional. El cuerpo responde a una concepción geométrica, y al mismo tiempo a una concepción dinámica donde el sujeto está en constante resistencia-lucha (teoría de los contrapesos): un cuerpo prometeico. Imágenes de L´Usine de E.Decroux. Conclusión: A modo de cierre de esta nota; concluiré explicando desde mi experiencia docente; como abordo en el aula, el trabajo del cuerpo-espacio en la formación del actor. Como primera etapa realizo en trabajo de preparación física (ejercicios de elongaciónflexibilidad, tonicidad muscular), que continúa a lo largo de su formación actoral. Luego continúo con el trabajo de la expresión corporal, para que el actor logre sensibilizarse con su cuerpo y el de sus pares. Sentir el cuerpo no es vivenciarlo como un objeto ajeno, como una cosa, sino como un ente vivo lleno de energía. Todos los movimientos tienen una cualidad de energía que se expresa y se exterioriza, energía que unas veces es violenta y agresiva y otras serena y reposada. Cada ser humano posee una energía propia, que le permite reconocer su movimiento entre los de otras personas. Energía que emana del mundo interno y se expresa permanentemente en él. Esto me lleva a que el actor vaya desarrollando las diferentes dinámicas de movimiento, como, el flotar, ondular, golpear, empujar, rozar, vibrar, torcer, apretar, fluir, romper, latigar, punzar; involucrando cada una de las partes del cuerpo o el cuerpo en su totalidad. Algunas veces, dado que el trabajo de la expresión corporal es más sensitiva, emocional que racional; llevó al actor a la exaltación emocional, inundándolo de tristeza, de angustia, otras veces de intensa alegría o de dolor y desesperación, producto de tocar los resortes ocultos de la emoción, de las vivencias intensas y en esa medida de hacerlo dueño de su identidad, de su fuerza, del sentir. Paralelamente comienzo a trabajar el diagrama espacial (niveles y direcciones, según Laban), dado que “el espacio vacío no existe, entonces no hay espacio sin movimiento, ni movimiento sin espacio”. Con respecto al desarrollo musical, voy haciendo que el actor conozca y logre vivenciar los diversos ritmos y estilos musicales; para el desarrollo de los distintos climas y dinámicas de trabajo por el que el cuerpo puede transitar. Los trabajos llevados a cabo en el aula, pueden desarrollarse con pautas preestablecidas o no, así como; según lo que quiera que explore corporalmente el actor, se trabaja con un modelo de movimiento- coreográfico a reproducir o con el desarrollo de la improvisación, incorporando o no elementos, para mayor desarrollo de la comprensión y sensibilidad del movimiento. En los niveles intermedios, continúo profundizando los contenidos anteriores y dirijo al actor a fusión de lo actoral con el movimiento, desarrollando un personaje o historia, desde lo meramente corporal. En los niveles avanzados desarrollamos escenas teatrales para que el actor/es vivencie/n desde una conciencia más profunda su destreza corporal en la escena. Dichos trabajos pueden ser individuales o en conexión de dos o más personas. * Docente del IUNA y de la Esc. de Danzas N°1 de Cap. Fed.