La realidad del infierno

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LA VERDADERA REALIDAD DEL INFIERNO.
Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Lucas 16:23
INTRODUCCIÓN: El Señor Jesucristo, cuando hablaba y enseñaba a las multitudes utilizaba el método de parábolas.
Una parábola es una historia que usa situaciones de la vida real para dejar una enseñanza moral.
El Señor
hablaba parábolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden (Mateo 13:13). Sin embargo cuando
leemos el contexto de estos versículos, nos damos cuenta que más que una parábola es un suceso real. No es una
simple historia imaginaria de la vida real, encontramos personajes como Abraham, el rico, Lázaro, y también se
nombra a Moisés. Las anteriores parábolas por ejemplo: El trigo y la cizaña, el Buen Samaritano, los labradores
malvados, entre otras, jamás se mencionan nombres y enseñan directamente una doctrina en particular. Pero al
encontrarnos con este suceso, vemos que el Señor está revelando a sus discípulos la doctrina del infierno y la
salvación del alma. Cabe señalar que el Señor revelaba todo a sus discípulos, no así a las multitudes, dice la palabra:
Y sin parábolas no les hablaba; aunque a sus discípulos en particular les declaraba todo. (Marcos 4:34). Y el
comienzo de Lucas 16:1, nos dice que estaba con sus discípulos. Por lo tanto el Señor estaba hablando algo real,
lógico, concreto con respecto a la salvación.
En el Antiguo Testamento la Biblia habla del Seol como el lugar de los muertos, los hebreos lo conectaban
directamente con el sepulcro dice la biblia: Porque en la muerte no hay memoria de ti; En el Seol, ¿quién te
alabará? (Salmo 6:5). Los hebreos también indicaban el lugar de los muertos como el abismo, dice la biblia que el
Rey de Babilonia fue echado al abismo, Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo (Isaías 14:15).
También le llamaban Abadón que indica directamente la destrucción: ¿Será contada en el sepulcro tu misericordia,
O tu verdad en el Abadón? (Salmo 88:11). En el Nuevo Testamento encontramos la palabra Griega Hades que viene
de la Mitología griega, que habla de un lugar profundo. También hay otra palabra que es el Gehena que significa
lamentación, pero la palabra que más se hace referencia es el infierno.
I.- EL INFIERNO ES UN LUGAR REAL Y DE FUEGO
La biblia habla en reiteradas oportunidades sobre el infierno, hay más de 162 referencias solo en el Nuevo
Testamento que advierten del infierno y más de 70 de estas referencias fueron pronunciadas por el Señor Jesucristo.
El relato que leímos habla perfectamente sobre ese lugar y lo declara como un lugar donde hay llamas de fuego y
tormento. Dice la escritura: Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a
Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta
llama. (Lucas 16:24). Eso quiere decir que en este preciso momento hay fuego en el infierno. La biblia también dice:
Y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. Mateo 13:42. En este tiempo y en la
eternidad habrá fuego en el infierno.
Ahora en el relato que leímos hay que hacer una aclaración, muchos dicen, piensan o predican que entre el rico y
Lázaro había una cima alta que los separaba y eso no es así. La palabra que aparece en el texto es “sima” (Vs. 26). Y
esa palabra significa abertura u hoyo, dice la escritura: El que cavare sima, caerá en ella: Y el que revuelva la piedra,
á él volverá. (Proverbios 26:27 RV 1909). Por lo tanto entre el seno de Abraham y el infierno de fuego solo había una
abertura que los separaba, un gran abismo.
II.- EL INFIERNO ESTA EN EL CENTRO DE LA TIERRA
El Señor Jesucristo cuando murió descendió al Hades, a las partes profundas de la tierra donde se encuentra el
infierno, cabe señalar que el infierno significa “sepultura” dice la escritura: Porque como estuvo Jonás en el vientre
del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.
(Mateo 12:40). El Señor estuvo en el seno de Abraham en el paraíso, así Él le dijo al ladrón de la cruz (Lucas 23:43).
Pero eso quiere decir que El infierno está en el corazón de la tierra. Dice la biblia que los que se revelaron
descendieron directamente al infierno (Números 16:33). Y como el infierno está en el centro de la tierra los
científicos han descubierto que el núcleo interior de la tierra es más caliente que la superficie del sol que son 12.000
grados Fahrenheit. Cuando explota un volcán es el mismo infierno que comienza a salir a la superficie y comienza a
destruir todo.
III.- EL INFIERNO ES UN LUGAR PARA SATANAS Y SUS ANGELES Y NO PARA EL HOMBRE
Dice la escritura: Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado
para el diablo y sus ángeles. (Mateo 25:41). El infierno ha sido preparado directamente para satanás, pero satanás
quiere llevarse a muchos, y a muchos se ha llevado, presidentes, cantantes, ingenieros, abogados, creyentes que han
apostatado, entre otros. Dios no quiere que el hombre valla al infierno pero Él es Santo y su santidad no comparte el
pecado y Dios mismo hizo un plan para salvar al hombre del mismo infierno. Nadie ha entrado al infierno y ha vuelto
a salir, dice la escritura: Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después
de esto el juicio. (Hebreos 9:27). Los hombres hoy han inventado que han subido al cielo y han bajado al infierno y
eso es mentira, el que muere sin cristo tiene un juicio terrible. El Señor dijo de esta manera: Por tanto, si tu ojo
derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que
todo tu cuerpo sea echado al infierno. Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues
mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. (Mateo 5:29-30).
De qué sirve estar sano sino hay salvación, de que sirve tener dinero, dijo Jesús: Porque ¿qué aprovechará al
hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? (Marcos 8:36). Es preferible hacer tesoros en los cielos.
Aquellos que no acepten a Cristo y su sacrificio ya están condenados (Marcos 16:15). Y si no quieren cambiar el
infierno los espera, olerán el infierno, se quemaran en el infierno, y saldrán llamas de fuego por sus ojos, narices,
orejas, y pedirán perdón y dirán, porque no aceptamos la palabra, porque no le hicimos caso al predicador, eso
mismo está pasando en el infierno, porque quien entra ahí no sale jamás.
ANTES DE CRISTO TODOS IBAN AL MISMO LUGAR.
De manos del Seol los redimiré, los libraré de la muerte. Muerte, yo seré tu muerte; yo seré tu destrucción, Seol.
La compasión se ocultará de mi vista. Oseas 13:14
Los Testigos de Jehová engañan a algunas personas preguntándoles si ellos creen que el padre Abraham y Jacob, y
otros se fueron al infierno. La pregunta siempre se la hacen a un evangélico que no conoce La Palabra; este
evangélico de inmediato les responde que no, entonces ellos le sacan los pasajes donde hablan del Seol.
Pero lo que ellos no le explican es que antes de la primera venida de Jesús, nadie podía ir al Cielo, hasta que no
viniera un salvador; esa fue siempre la esperanza del Mesías. De modo que los justos que morían, como el padre
Abraham y todos los demás justos del Antiguo Testamento, al morir no podían ir al Cielo, o paraíso celestial, y el
capítulo 11 de los Hebreo es bien claro sobre este tema.
Este pasaje del Profeta Oseas muestra esa clara esperanza: Todos los justos iban a un lugar que el judaísmo lo
llamaba “El Seno de Abraham”, y que estaba en el mismo lugar del Sheol, sólo que dividido por una cima. Los
justos estaban libres del terrible tormento donde sí estaban los que morían siendo malvados; estos justos
esperaban con ansias la llegada de esa promesa del Mesías.
El Apóstol Pablo muestra en su carta a los judíos de Éfeso, que Jesús, al morir, había bajado a las partes más baja
de la tierra, para rescatar toda esa cautividad de justos, y ser llevados como primicias a su nueva y eterna morada,
el paraíso celestial.
De hecho, el ladrón penitente se considera como el último de esos judíos que murieron y fueron al Seno de
Abraham, o Sheol, por última vez; sólo que este ladrón penitente tuvo el privilegio de ir con el glorioso Mesías,
vencedor en la cruz del calvario: Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso
(Lucas 23:43).
Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres. Y eso de que subió,
¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? El que descendió, es el
mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo. Efesios 4:8-10.
CONCLUSIÓN: Estimados amigos y hermanos, Dios no manda al infierno a nadie, es el mismo hombre cuando no
acepta el evangelio es que se pierde, dice la biblia: Porque de tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su hijo
unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda más tenga vida eterna (Juan 3:16). Por lo tanto el
consejo es cuidar nuestra salvación con temor y temblor, interceder por nuestra familia, tener temor a la palabra y
luchar para que no haya más personas perdidas.
Dios nos ayude y libre antes que sea demasiado tarde.
Diego Zenteno , Pastor Evangelista.
MINISTERIO IGLESIA APOSTOLICA INTERNACIONAL.
ENERO 2015.
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