De visita en la Ciudad de las Ideas La tercera edición de la Ciudad de las Ideas se llevó a cabo en Puebla los pasados 11, 12 y 13 de noviembre. Dentro de las instalaciones del Complejo Cultural Universitario (CCU) de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla se dieron cita miles de personas para recibir ideas nuevas en un formato de presentación de poco menos de 21 minutos. La infraestructura sobre la que se desarrolla esta Ciudad es inmejorable: el CCU refleja una arquitectura minimalista con agradables espacios abiertos; diversas aulas destinadas al arte y la cultura; una librería y un auditorio para 3,500 personas. Al caminar por las instalaciones se pueden encontrar estudiantes planeando su siguiente puesta en escena; otros toman el micrófono y cantan a la sombra de los edificios; algunos instalan sus instrumentos al lado de una fuente para ofrecer su más reciente interpretación. Los habitantes de esta Ciudad han sabido recibir con amabilidad a dos tipos de visitantes: los que hemos venido a escuchar y aprender, y a los hombres y mujeres que hicieron uso del estrado y micrófono para exponer sus ideas. En los siguientes párrafos intentaré plasmar parte de lo que han expresado. Los convidados a esta Ciudad pertenecen a distintas disciplinas del conocimiento: física, química, biología y sicología. La Metrópoli recibió también la visita de emprendedores sociales, inventores, divulgadores, escritores y artistas. En esta diversidad de actividades parecería inútil buscar un elemento en común; pero me atrevo a decir que la mayoría proponen ideas que se salen de lo convencional y en no pocos casos son decididamente provocadoras. Empecemos pues este recorrido: Sir Ken Robinson Ken Robinson es un escritor que se ha dedicado a analizar el proceso educativo. Su principal mensaje es que las escuelas actuales limitan la creatividad; critica que estas instituciones son mecanicistas, lineales e inflexibles. Nos invita a pensar si la educación está generando buenos estudiantes y buenos trabajadores, consiguiéndolo a costa de limitar la innovación. Me recordó otra presentación en la cual se argumentaba que tenemos la pésima tendencia de calificar como inteligentes a los niños que tienen buen desempeño en matemáticas, física o idiomas; pero no nos parecen tan inteligentes los que se destacan en pintura o actuación. La Ciudad de las Ideas ha publicado en su página de internet los videos de las ediciones anteriores, pero a la fecha aún no todos los de 2010 están disponibles. Aquí se puede ver a Ken Robinson en una presentación similar. Hans Rosling Hans Rosling es un médico sueco que desarrolló el software trendalyzer y que explica la economía con enorme claridad. En una presentación llena de datos, pero muy divertida, nos hacer reflexionar sobre las asimetrías que existen en las economías de diferentes países. Comienza su presentación con una descripción que es un poco cómica y un mucho trágica: los habitantes de los países industrializados tienen vidas largas y familias pequeñas; en los países en vías de desarrollo hay familias grandes y vidas cortas. En los primeros viven mil millones de personas; en los segundos viven 6 mil millones. Vale la pena entrar a su página y jugar con el software. Malcolm Gladwell Malcolm es un escritor que ha trabajado para la revista The New Yorker y ha escrito libros muy exitosos como The Tipping Point (Clave del Éxito), Blink (Inteligencia Intuitiva) y Outliers (Valor atípico o excepcional). En su presentación habló del “problema de los expertos”, argumentando que no necesariamente más información nos lleva a tomar mejores decisiones. Hay una calibración inadecuada entre lo capaz que soy y lo capaz que creo que soy: no sabemos que no sabemos. Este exceso de confianza es muy peligroso, ya que quienes se consideran expertos y ocupan puestos de responsabilidad (gobierno o empresas) pueden cometer errores muy costosos. La crisis financiera reciente es para Gladwell una falla de los expertos, es decir, no eran personas incompetentes, simplemente fueron víctimas de un exceso de confianza. La idea central detrás del libro Blink –la inteligencia intuitiva– ha sido puesta en duda por un otro libro, The Invisible Gorilla (El gorila invisible) de Daniel Simons y Christopher Chabris, en el cual cuestionan que las mejores decisiones sean producto exclusivo de la intuición y nos alertan sobre cómo nuestras intuiciones nos engañan. Jerome Friedman El Sr. Friedman es un científico estadounidense que fue acreedor al Premio Nobel de Física en 1990. Este galardón lo obtuvo al presentar evidencia de que los protones tienen una estructura interna (los quarks). En su intervención presentó datos y conceptos que desafían la intuición y el sentido común; me limitaré a enlistarlos: Hay 100 mil millones de estrellas en la galaxia. Hay 100 mil millones de galaxias. Hay 10,000,000,000,000,000,000,000 de estrellas (10 mil trillones). No entendemos la gran mayoría del universo ya que sólo el 4% está formado por materia, el resto es materia oscura y energía oscura (23 y 73% respectivamente) Prácticamente somos espacio vacío, ya que cada átomo está conformado en su mayoría por espacio vacío. Nuestro peso está generado en mayor medida por energía y no por masa. Sheena Iyengar Sheena es una investigadora que se ha especializado en el proceso de selección y toma de decisiones. Plantea una pregunta que parece tener respuesta obvia: ¿es mejor tener más opciones al momento de elegir? Su contestación es que para ciertas situaciones lo más conveniente es no tener alternativas. Comparte un ejemplo conmovedor y revelador: en el caso de un bebé que ha sufrido daño cerebral al nacer y que permanece vivo por medios artificiales, ¿quién debe tomar la decisión de cuando suspender el funcionamiento de los equipos? La primera opción es que los padres decidan; la segunda es que lo haga el médico. Después de entrevistar a personas que han pasado por estos dos escenarios, concluye que aquellos padres que no decidieron están mejor anímicamente que los que sí lo hicieron. Se puede ver una presentación similar aquí y al sicólogo Barry Schwartz abordando un tema relacionado. Terry Grossman Es un médico que se ha dedicado a investigar el proceso de envejecimiento y como minimizarlo. Al inicio de su presentación hace la distinción entre envejecer y tener más edad; podemos acumular años sin envejecer. Nos ofrece recomendaciones relacionadas con cambios en el estilo de vida, mismas que parecen muy obvias, pero es importante conocer las razones para algunos de nuestros comportamientos: Comer menos y reducir la ingesta de calorías. La tendencia a consumir la mayor cantidad de calorías está en nuestros genes; nuestros ancestros en el proceso evolutivo, no podían darse el lujo de desperdiciar ningún alimento, pero hoy ya no tenemos esa necesidad. Recomienda que hagamos ayuno diario de 12 horas, es decir, que si cenamos a las 8 p.m. nuestro siguiente alimento debe ser después de las 8 a.m. Ejercicio. Otra vez parece obvio, pero nuestros genes también nos llevan a minimizar el ejercicio: era imperativo para nuestros ancestros guardar la mayor cantidad de energía Henry Markram Henry es un investigador que está intentando desarrollar un modelo en computadora que simule el cerebro humano; una presentación similar se puede ver aquí. Propone que si podemos entender el cerebro es posible devolver la audición o la vista a personas que han estado privadas de ellas. En un video por demás conmovedor, un joven mujer a quien se la ha hecho un implante coclear, experimenta con los primeros sonidos. El Dr. Markram explica que el cerebro “aprende” poco a poco a distinguir e interpretar las señales en la cóclea o en la retina, de manera que primero ve una imagen difusa (o un sonido ininteligible) y poco a poco va definiéndose hasta ser clara e interpretable. Cuando la mujer escucha por primera vez, su emoción y asombro conmueven y contagian esperanza. Steven Pinker Pinker es un psicólogo experimental y lingüista, ha escrito libros muy importantes en su disciplina como The Blank Slate (La tabla rasa) y How The Mind Works (Como funciona la mente). En su presentación desafía un concepto especialmente sensible para la sociedad mexicana actualmente: nos dice que la violencia está disminuyendo. Por supuesto que no se refiere a un país o región en particular, si no al declive continuo en términos porcentuales desde la prehistoria, pasando por la edad media y hasta la actualidad. Argumenta que la creación de estados, la educación, el comercio, la democracia, las comunidades internacionales, los derechos de los niños, un sentido moral más universal y la conciencia sobre el maltrato a los animales, entre otros factores, han propiciado este descenso. Richard Dawkins Dawkins es un biólogo británico que saltó a la fama en 1976 con su libro The Selfish Gene (El gen egoísta). Ha defendido la teoría de la evolución de Darwin con libros como The Blind Watchmaker (El relojero ciego), Climbing Mount Improbable (Escalando la montaña improbable) y The Greatest Show on Earth: The evidence for evolution (El espectáculo más grande del mundo: la evidencia de la evolución). Fuera de lo estrictamente científico ha cobrado notoriedad por su ataque frontal a la religión y las supersticiones, con libros como The God Delusion (El espejismo de Dios) y documentales para televisión como The Enemies of Reason (Los enemigos de la razón) y Root of all Evil (La raíz del mal). En su presentación nos invita a reflexionar sobre lo que significa vivir en una época en que la ciencia ha sido capaz de enormes avances en comparación a las supersticiones y embustes como la astrología, la homeopatía y las medicinas alternativas. ¿Cómo saber que algo es real? Sólo con evidencias contesta Dawkins; la autoridad, la revelación, la tradición y la fe son malas fuentes de conocimiento. ¿Qué pasaría si únicamente una persona cree que él es Napoleón? Sin duda lo calificaríamos como demente, pero cuando millones de personas creen que Jesús nació de una virgen, sin ninguna evidencia que los respalde, lo llamamos religión. Podemos estar de acuerdo o no con Dawkins, pero sin duda provoca una reflexión y su presencia no pasó desapercibida por otros participantes en el evento. Mario Molina El Doctor Molina es un científico mexicano galardonado con el Premio Nobel de Química en 1995. Su trabajo, junto con otros dos investigadores, estuvo relacionado con el daño a la capa de ozono. La presentación del Dr. Molina se centró en el problema del cambio climático. Explico a grandes rasgos como se genera: la Tierra recibe energía del Sol en forma de radiación visible, dicha energía regresa al espacio en forma de radiación infrarroja. La atmósfera funciona como una pequeña cobija que absorbe parte de esta radiación infrarroja y mantiene al planeta con una temperatura promedio de 15°C (si no hubiera atmósfera la temperatura sería de -15°C, haciendo la vida imposible como la conocemos). Uno de los gases responsables de absorber esta radiación es el bióxido de carbono, mismo que mantenía un balance hasta que los humanos comenzamos a quemar combustibles fósiles. El incremento en el bióxido de carbono ha incrementado la temperatura de la Tierra. Para revertir este fenómeno es necesario cambiar a otras fuentes de energía, propiciar el almacenamiento de bióxido de carbono (plantas verdes) y destinar muchos recursos (2% del PIB mundial), entre otras medidas. Chris Anderson Anderson es un periodista, escritor y editor de la revista Wired. Introdujo el concepto de Long Tail (Cola larga) mediante el cual explica que la tecnología ha permitido que los contenidos informativos y de entretenimiento menos populares, estén accesibles para el público que los demanda. En su presentación habló de la democratización de la producción, mediante la cual, muchas personas con una buena idea y un software de diseño, pueden ver su producto terminado al tener acceso a fábricas flexibles en diferentes partes del mundo. Nancy Segal Nancy es una investigadora empeñada en explicar las diferencias y similitudes entre los gemelos. Existen dos tipos de gemelos: los idénticos son aquellos que provienen de un mismo óvulo fecundado que se separa en dos; y los fraternos, que nacen de dos óvulos independientes. Los estudios se centran en aquellos gemelos que fueron separados desde pequeños y que crecieron en ambientes diferentes. Los resultados son asombrosos: este tipo de gemelos presentan actitudes similares, creencias religiosas parecidas, carreras afines y hasta posturas en las fotos casi idénticas; lo que parece confirmar el componente genético en muchos factores del comportamiento. Daniel Kahneman Kahneman es un psicólogo estadounidense que se hizo acreedor al Premio Nobel de Economía en 2002. Su principal contribución fue la incorporación de aspectos psicológicos a la economía, cuestionando las ideas prevalecientes sobre el comportamiento racional de los seres humanos en términos económicos. Propone que somos susceptibles a tomar decisiones que no necesariamente van en línea con nuestro beneficio. Un elocuente defensor de estas ideas es Dan Ariely con un par de libros excelentes: Predictably Irrational (Predeciblemente irracional) y The Upside of Irrationality (El beneficio de la irracionalidad); se puede ver una presentación de Dan aquí. Daniel argumentó en su presentación que los finales son más importantes que las historias en nuestra evaluación de una experiencia; la memoria que construimos de las experiencias está más influenciada por la última parte de la historia. Jared Diamond Es un biólogo que ha escrito sobre evolución, pero su fama vino acompañada de la publicación del libro Guns, Germs and Steel (Armas, gérmenes y acero), en el cual analiza las condiciones que permitieron a los europeos conquistar a los pueblos de América y no viceversa. La idea central de esta obra –en una síntesis que evidentemente no hace justicia al libro– es que los europeos tenían ciertas condiciones que les permitieron desarrollar una civilización más avanzada a diferencia de los indígenas del nuevo mundo: mejores condiciones para la agricultura (plantas y animales domesticables); Europa se benefició del intercambio de estas plantas, animales e incluso enfermedades –las que se hicieron parcialmente inmunes– en un eje oeste-este que llega hasta Asia; se desarrolló una mayor población, lo que permitió la división del trabajo; etc. En su presentación, Diamond habló de los beneficios que las personas tienen cuando hablan un segundo idioma: los niños bilingües tienen un mejor control ejecutivo; los ancianos bilingües tienen menor probabilidad de sufrir demencias (Alzheimer por ejemplo). Michio Kaku Michio es físico y uno de los divulgadores de ciencia más famosos e importantes del mundo. Su libro Physics of the Impossible (La física de lo imposible) es un verdadera delicia; en él, argumenta cómo lo que hoy consideramos imposible puede ser realidad en el futuro (levitación, telepatía, invisibilidad, armas y defensas tipo Star Wars, etc.) En su presentación habló sobre su siguiente libro Physics of the Future (La física del futuro) en el que recopila entrevistas con más de 300 científicos hablando de las tecnologías que estarán presentes en décadas y siglos por venir. Por ejemplo, será posible tener un lente de contacto con acceso a internet que nos provea de información relevante para diferentes situaciones de la vida diaria. Jonah Lehrer Jonah es un joven escritor que ha producido dos obras muy interesantes: Proust was a Neuroscientist (Proust y la neurociencia) y How We Decide (Cómo decidimos). En este último detalla la manera en que nuestras emociones influyen en la toma de decisiones. En su presentación relata el caso del teniente Michael Riley de la marina inglesa durante la Guerra del Golfo Pérsico. El teniente Riley observaba el radar una mañana cuando notó dos imágenes que le hicieron sentir algo extraño. Estas imágenes podían ser dos aviones A6 norteamericanos o dos misiles Silkworm destinados a destruir el barco USS Missouri. Riley decidió derribar a los objetos que en su radar eran indistinguibles: tomó la decisión correcta, eran misiles. ¿Cómo lo hizo? Su larga experiencia en observar el regreso de aviones en el radar fue la clave para que una casi imperceptible diferencia en el patrón de los misiles lo hiciera sentir angustia, sudor de manos y una sensación de inquietud. Carl Honoré Carl es un escritor canadiense autor de In Praise of Slowness (Elogio a la lentitud) y más recientemente de Under Pressure (Bajo presión), en el cual cuestiona la tendencia que tenemos los padres de exigir un desempeño sobresaliente a nuestros hijos; hacemos una microgestión de su vida; queremos que sean los mejores en todo. Si alguien nos dice que nuestro hijo tiene talento para la pintura, inmediatamente nos apresuramos a inscribirlo en el mejor instituto de arte de la ciudad; si el vecino está tomando clases especiales de matemáticas, corremos a la librería para buscar el método más avanzado de enseñanza al respecto; compramos música, juguetes y películas para hacerlos más inteligentes. Carl denomina este fenómeno hyperparenting (hiperpaternidad) y nos alerta sobre los riesgos de esta obsesión. En su Elogio a la Lentitud nos conmina a hacer las cosas bien y no rápido; ser lentos al comer, al amar, al hacer arte. El Debate (ver en inglés ver en español) ¿Tiene propósito el universo? Esta fue la pregunta que dio pie a una contienda entre seis participantes; tres de los cuales argumentaron por la negativa (Richard Dawkins, Michael Shermer y Matt Ridley) y tres por la afirmativa (William Lane Craig, David Wolpe y Douglas Geivett). El escenario simula un ring de box –configuración innecesaria y que sólo provocaba pérdida de tiempo– y formato presentaba una apretada, pero entendible restricción en las intervenciones (6, 3 y 1 minuto por polemista). El primero en tomar la palabra –y literalmente en subir al ring– fue Matt Ridley, un escritor y divulgador de la ciencia inglés. Inicio con una broma sobre el diseño el cuerpo humano: “¿a quién se le ocurre poner una zona de entretenimiento junto a la salida de desechos?” Planteó el problema de la teodicea, es decir, la existencia del mal y la bondad de Dios (para un excelente libro al respecto véase God’s Problem [traducido como ¿Dónde está Dios?] de Bart D. Ehrman). Argumentó que en la vida hay patrones, funciones y una dirección, pero no hay destino ni propósito, en lo que sólo es un viaje maravilloso que no sabemos dónde terminará. En seguida fue el turno de William Lane Craig, un teólogo cristiano y brillante contendiente en los debates. Argumentó que si Dios no existe, el universo no tiene propósito; pero si Dios existe, entonces hay un propósito para el universo. Para Craig, el propósito es tener una relación personal con un creador amoroso y disfrutarlo eternamente. Contestó al problema del mal en el mundo arguyendo que el mal es sólo una desviación de la manera en que deberían ser las cosas; si esto es correcto, entonces quiere decir que hay una forma en que deberían ser las cosas y por ende un ser trascendente cuya voluntad es la base para esta manera en que las cosas deberían ser. Presentó cuatro argumentos a favor de la existencia de un Creador: Dios es la mejor explicación de que algo exista; Dios es la mejor explicación para el principio del universo; Dios es la mejor explicación para la existencia de las condiciones adecuadas en el universo; y Dios es la mejor explicación para la existencia de valores morales objetivos. Michael Shermer, el siguiente polemista, es editor de la revista Skeptic (Escéptico) y autor de varios libros como How We Believe (Cómo creemos), Why people believe weird things (Por qué la gente cree cosas extrañas) y Why Darwin Matters (Por qué Darwin importa). Criticó el actual movimiento de “Felicidad-Propósito” que tiene entre sus creencias la convicción de que simplemente deseando algo, esto se puede conseguir. Aceptó que estaría dispuesto a creer en Dios si rezando alguien recuperara una pierna amputada; “Parece que Dios no puede hacer lo que los anfibios sí”, dijo (hay una página dedicada a este tema). Expresó que hay varios propósitos que nos hacen felices: el compromiso con una pareja (en una relación heterosexual u homosexual) o con la familia; dedicación a un trabajo o actividad que pueda significar un diferencia; involucrarse en actividades socialmente relevantes; y la búsqueda de una trascendencia, sobre la cual la religión no tiene el monopolio. Nos conmina a vivir esta vida; la única que tendremos. El rabino David Wolpe tomó la palabra y argumentó igualmente sobre la base de la condiciones favorables del universo (fine tunning). Respondió a Shermer que la religión no opera igual que la ciencia, por lo que no es válido el cuestionamiento de Dios en base a la imposibilidad de recuperar un miembro amputado; “la ciencia no es la única forma de entender el mundo”, dijo. Tomando el lema del evento (No creas todo lo que piensas), el rabino nos invita a “creer lo que creemos”. El turno fue entonces para Richard Dawkins, quien cuestionó la validez de preguntas tipo “por qué” y dio ejemplos de cómo tendemos a dar propósito a los objetos: los niños creen que las piedras puntiagudas son para que los animales se rasquen; en el medievo se pensaba que el caparazón de las langostas tenía el propósito de que los humanos ejercitarán las manos. Darwin, dijo Dawkins, demostró que en los seres vivos no hay propósito, la vida tiene una explicación sin necesidad de un diseñador. Las religiones han dejado de utilizar el argumento de la complejidad de los seres vivos y hoy se refugian en el origen del universo. Los científicos están trabajando en entender estos temas y no se conforman con decir: “cómo no lo entendemos, entonces Dios lo hizo”. Para cerrar la primera parte del debate, tomó la palabra Douglas Geivett, un teólogo cristiano que inicialmente argumentó de manera similar a William Lane Craig, para continuar diciendo que Dios hizo el universo, a los hombres, nos dio raciocinio, conciencia, capacidad de relaciones interpersonales, responsabilidad moral y libre albedrío. La obediencia a la voluntad de Dios es la mejor manera de tener una vida con propósito y significativa. La segunda parte del debate comenzó con la intervención de William L. Craig, quien dio más argumentos para la existencia de Dios: el hecho de que el universo sea comprensible y tenga leyes; la capacidad de decidir en nuestra existencia y la capacidad de los humanos de hacer preguntas sobre nuestro propósito. Criticó a Dawkins por negar la validez de preguntas tipo “por qué”, ya que si Dios existe, estas son preguntas muy importantes. Ridley dijo que no es correcto decir que si Dios no existe, entonces el universo no tiene propósito; argumenta que el universo no tiene propósito independientemente de la existencia de Dios y su alegato se basa en la observación del mundo. Reclama a los que sostienen que sólo en Dios se puede tener una vida plena, “cada persona configura sus propios propósitos”, expresó. Wolpe negó la explicación puramente materialista de nuestra existencia, es decir, no acepta que seamos un cúmulo de átomos que tras un larguísimo proceso se hayan configurado en seres humanos. Resume el problema en dos alternativas: o es un rompecabezas que algún día entenderemos o es, como él cree, un misterio que nunca entenderemos, ya que ese misterio es Dios. Dijo también que no puede probar que Dios exista, ni que haya propósito, pero que su intuición de propósito no está vacía ni es estúpida. Shermer dijo que el universo está conformado principalmente por estrellas y no están preocupadas por nuestro bienestar. Reclamó a los creyentes que cómo ellos no pueden pensar en un propósito sin Dios, entonces concluyen que hay un Dios. Nos exhorta a buscar un propósito que no esté ligado a la existencia de Dios. “¿No deberíamos hacer cosas buenas, buscar una carrera significativa, aunque Dios no exista?”. Nos invita a ser ateos por una hora y pensar si perderíamos nuestro propósito en la vida. Dawkins dijo que el argumento de los creyentes parece centrarse en las emociones: criticó a Craig por pensar que Dios se justifica ya que la idea de un universo que acabará es intolerable; y a Wolpe por pensar que los creyentes tienen un monopolio en el amor y otras emociones. Por el proceso de evolución se han desarrollado cerebros capaces de tener propósitos, cada uno de nosotros construye sus propósitos. Mantiene su posición de que preguntar por qué el universo es como es, constituye una pregunta sin sentido. Rebaté a Wolpe su dicho de que una parte de su creencia se basa en el consuelo que la fe en Dios les da a las personas que están por morir. Dice Dawkins que aunque una creencia sea reconfortante, no lo hace cierta. Geivett cerró con una frase de C.S. Lewis: “Si encuentro en mí un deseo que nada en este mundo puede satisfacer, entonces probablemente fui hecho para otro mundo.” Además de los seis participantes del debate, otros invitados al evento tomaron la palabra. Michio Kaku dijo que ninguno de los dos grupos tienen razón, ya que la existencia de Dios no se puede decidir; no se puede hacer ninguna prueba para confirmar o negar su existencia; no se puede refutar el argumento de que Dios existe o no existe; es un tema no científico; es como tratar de probar que los unicornios no existen. Explicó que para Einstein había dos tipos de dioses: el Dios personal, el de Abraham, Moisés y Jesús, el que escucha las oraciones; en ese Dios no se puede creer. Hay otros dioses, el de Baruch Spinoza, el de Leibniz. Kaku dice que no ve ninguna evidencia para Dios. Pronosticó que en 100 años habrá el mismo debate. Jerome Friedman dijo que el debate muestra la diferencia entre conocimiento adquirido por observación y el que se obtiene por revelación; el primero se puede verificar, el segundo no. No encuentra evidencia de que el universo tenga un creador y aunque habrá preguntas que la ciencia nunca podrá contestar, no deberíamos contestarlas con una narrativa para llenar esos misterios. Henry Markram dijo que sin el cerebro no hay color, no hay sonido, no hay dolor, no hay bien, no hay mal, no hay idea de Dios. El cerebro es parte del universo, el universo tiene una dirección, pero que haya un creador, es algo que ni la ciencia ni la religión podrán probar. Sin embargo, es claro que el universo puede dar origen a propósitos, aunque éste no tenga sentido. Daniel Schacter, un sicólogo, dijo que le gustaría estudiar a las personas cuando argumentan sobre Dios y el propósito del universo y explico que la zona del cerebro que se activa al pensar en Dios es la misma que se usa cuando pensamos en nosotros mismos. Adora Svitak, una escritora de 13 años, dijo que el hecho de que el universo tenga o no propósito, no debería afectar nuestro propósito en la vida. Sean Stephenson, un terapeuta, dijo que le parece arrogante que los ateos crean que ellos si tienen propósito, pero algo tan grande como el universo no lo tenga. Fueron tres días muy enriquecedores. Es un privilegio y un mérito de los organizadores poder escuchar a estar personalidades en nuestro país. Manuel Pérez del Castillo