Párrafos introductorios - Universidad Católica de Córdoba

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BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA:
Trabajos generales sobre Rawls:
(*) HERNÁNDEZ-PACHECO, JAVIER: “Corrientes Actuales de filosofía (II): Filosofía
social” –Editorial Tecnos (Madrid), 1997.
[capítulo 2: John Rawls: neocontractualismo y justicia social (I. Una teoría de la justicia), págs. 73 a
113]
1 (091) ‘17/19’ H 557 C
RAWLS, JOHN: “La justicia como equidad: política, no metafísica” en ‘Ágora
(cuadernos de estudios políticos)’ (Buenos Aires), verano de 1996 [edición original
de 1985].
[el mismo Rawls resume muy brevemente su teoría aquí, aunque el principal objetivo de este
artículo es contestar las más duras críticas formuladas a su Una teoría de la justicia]
GARGARELLA, ROBERTO: “Las teorías de la justicia después de Rawls -un breve
manual de filosofía política” –Editorial Paidós Estado y Sociedad (Buenos
aires), 1999.
321. 01 (035) G 231
RAWLS, JOHN: “Teoría de la justicia” –Editorial Fondo de Cultura Económica
(Madrid), 1993.
[en la Introducción de la obra, el mismo Rawls recomienda una pauta de lectura abreviada con
la que se reduce su extensión a un tercio aproximadamente; el principal problema es que la
traducción al castellano no es buena en lo terminológico, si se comprende sería óptimo recurrir
a la versión original en inglés]
340. 114 R 261
BIDET, JACQUES: “John Rawls y la teoría de la justicia” –Edicions Bellaterra
(Barcelona), 2000.
[es uno de los comentarios más largos a Una teoría de justicia; el autor asume una perspectiva
explicativa muy didáctica, de muy fácil acceso]
340. 114 R 261 B
Filosofía práctica y filosofía del derecho:
(*) GARZÓN VALDÉS, ERNESTO: “¿Puede la razonabilidad ser un criterio de corrección
moral?”, en ‘Instituciones Suicidas. Estudios de ética y política’ –Editorial Paidós /
Facultad de Filosofía y Letras UNAM (México), 2000.
[págs. 241 a 250 (hasta apartado 6 inclusive)].
GARZÓN VALDÉS, ERNESTO: “¿Puede la razonabilidad [...]”, (el resto del artículo).
[después de exponer la importancia del criterio de corrección para las ciencias de la moral,
Garzón Valdés comenta brevemente y critica las teorías de Rawls y Barry, para luego efectuar
una nueva propuesta sobre los defectos de las anteriores].
PATTARO, ENRICO: “Filosofía del derecho (derecho y ciencia jurídica)” –Editorial Reus
(Madrid), 1980.
[ver apartado sobre La ciencia del derecho según Alf Ross, donde se exponen los planteos de Ross
sobre la verificabilidad de los enunciados de las ciencias de la moral, págs. 257 a 277]
HERNÁNDEZ-PACHECO, JAVIER: “Corrientes Actuales de filosofía (II): Filosofía
social” –Editorial Tecnos (Madrid), 1997.
[capítulo 2: John Rawls: neocontractualismo y justicia social (II. Liberalismo político), págs. 113 a
134]
1 (091) ‘17/19’ H 557 C
RAWLS, JOHN: “Liberalismo político” –Editorial Fondo de Cultura Económica
(México), 1995.
[la segunda gran contribución de Rawls, aquí se receptan modificaciones importantes a su
teoría y se sientan las bases para una nueva discusión: la del liberalismo; no es necesario haber
leído Una teoría de justicia para abordar este libro]
BARRY, BRIAN: “La justicia como imparcialidad” –Editorial Paidós (Barcelona), 1997.
[Barry es, después de Rawls, uno de los más importantes teóricos del liberalismo: su
orientación es muy similar a la de aquél, pero más depurada e ideológicamente más liberal]
Economía / Economía del sector público / Distribución del ingreso:
(*) MUSGRAVE, RICHARD A. y MUSGRAVE, PEGGY B.: “Hacienda Pública teórica y
aplicada” –Editorial McGraw-Hill (Madrid), 1992.
[capítulo 6: Equidad en la distribución, págs. 89 a 101 (no va Costes de eficiencia)]
(*) GARCÍA VIÑUELA, ENRIQUE: “Teoría del gasto público” –Minerva Ediciones
(Madrid), 1999.
[capítulo 7: La redistribución de la renta (sólo va El criterio de equidad de Rawls), págs. 175 a 180]
STIGLITZ, JOSEPH: “La economía del sector público” –Antoni Bosch editor (Barcelona),
1995.
[capítulo 4: Economía del bienestar: eficiencia frente a equidad, págs. 97 a 129 –se efectúa un
análisis general y teórico más extenso que el de Musgrave y bastante más circunscripto a la
dicotomía utilitarismo / rawlsianismo; su abordaje es muy sencillo]
BULA ESCOBAR, JORGE I.: “Fundamentos económicos de una teoría de la justicia: de
Rawls a Sen”, en DI MARCO, LUIS EUGENIO (dir.): ‘En la búsqueda del hombre’ –
CIEC / Editorial Atenea (Córdoba), 1995.
[el autor recoge las teorías igualitaristas vigentes sobre la redistribución del ingreso, tratando
de perfilarlas hacia el análisis concreto de la realidad latinoamericana]
FIGUEROA ARÉVALO, ADOLFO: “La cuestión distributiva en América Latina”, en DI
MARCO, LUIS EUGENIO (dir.): ‘En la búsqueda del hombre’ –CIEC / Editorial
Atenea (Córdoba), 1995.
[un análisis teórico-práctico del problema de la cuestión distributiva en Latinoamérica; el
enfoque es mucho más económico que en los anteriores y más bajado a tierra]
Ética:
STUMPF, SAMUEL E.: “De Sócrates a Sartre -Historia de la filosofía” –Editorial El
Ateneo (Buenos Aires), 1980.
[capítulo 17: El utilitarismo de Bentham y Mill, págs. 270 a 282 –un enfoque netamente filosófico
del utilitarismo]
Epistemología / Análisis formales de la disciplina:
(*) NAZARENO, PATRICIO: “La teoría política normativa: contribuciones de la
filosofía política a la ciencia política contemporánea (desde la publicación de Una
teoría de justicia de John Rawls)” –Trabajo inédito, Julio de 2002.
[capítulo 2: Una disciplina en movimiento: evolución reciente de la filosofía política, págs 14 a 23].
PAREKH, BHIKHU: “Algunas reflexiones sobre la filosofía política occidental
contemporánea” en ‘La Política (revista de estudios sobre el estado y la sociedad)’
número 1 –Editorial Paidós (Barcelona), primer semestre de 1996.
[da una visión general y muy lúcida de la nueva oleada de la filosofía política desencadenada
a partir de la publicación de Una teoría de la justicia de John Rawls, en 1971]
GLASER, DARYL: “La teoría normativa” en MARSH, DAVID y STOKER, JERRY (editores):
‘Teoría y métodos de la ciencia política’ –Editorial Alianza Universidad Textos
(Madrid), 1997.
[panorama general que proporciona una idea muy acabada de la teoría política normativa
actual: su valor epistemológico, los tópicos que atraen su atención y las principales obras; todo
estudiante de ciencia política debería conocer el libro de Marsh y Stoker, en esta asignatura, el
capítulo que aquí se recomienda]
(*) Bibliografía obligatoria para el estudio de la Parte III; unidad 1; punto 3; sección a.
GUÍAS DE LECTURA
(DE LOS TEXTOS OBLIGATORIOS)
J. Rawls: neocontractualismo y justicia social
por JAVIER HERNÁNDEZ-PACHECO
(Una teoría de la justicia)
Corrientes Actuales de filosofía (II):
Filosofía social (cap. 2, parte I)
Esta es uno de los mejores comentarios de la obra de Rawls, por dos cuestiones: por un lado es
sumamente respetuoso de la obra original y muy preciso tanto en su reproducción estructural
(respeta el orden en que Rawls plantea los problemas) cuanto en las citas; por el otro, pone un muy
adecuado énfasis en contextualizar el pensamiento del filósofo.
NOTA: esta guía se limita a indicar lo que resulta importante que el estudiante comprenda y asimile en el
tratamiento de los distintos problemas (el autor estudia cada problema distinto en un apartado nuevo). Las
citas se efectúan con número de líneas y de página (p ej: línea 29, pág. 74 = 29/74).
1. EL NEOCONTRACTUALISMO
Este apartado pretende ubicar la obra de Rawls histórica e ideológicamente. Comienza explicando su lugar
en la historia de las ideas, donde es importante comprender el lugar vacante (“hueco”) que vino a ocupar su
pensamiento. Después el autor repasa [29/74 hasta el fin] la tradición contractualista clásica que todos
conocemos, para explicar cuál es la intención de esta corriente de pensamiento (recordemos que los filósofos
que la plantearon pretenden reaccionar contra el absolutismo voluntarista, “poner la ley por encima de los
hombres”)*. Este pensamiento tiene como consecuencia una forma de ver a la justicia [26 a 34/75]. Frente a
esta filosofía dominante se alza otra, rival, que pretende dar respuesta a determinados conflictos que la
anterior no podía resolver [36 a 39/75 y 4 a 8/77] (conflictos que provocan “la quiebra de la teoría
contractualista”): he aquí el utilitarismo, que a su vez tiene otra idea de lo que es justo [40/75 a 38/76]. Es muy
importante entender las diferencias de concepción que median entre una y otra doctrina: ante qué
reaccionan (su ‘enemigo’); qué entienden por justicia y cuál es su ubicación histórica (el período durante el
cual ejercieron su influencia, el perfil del Estado que supieron modelar **). La teoría rawlsiana se levanta
sobre esta realidad, tomando una actitud clara respecto de los problemas del contractualismo clásico
(¿cuál?), y a su vez remarcando problemas del utilitarismo reinante (¿cuál?); pero pronunciándose a favor de
la aparatología conceptual del contractualismo (revisándola, por supuesto) para afrontar estos problemas
[39/76 hasta el fin].
2. LA JUSTICIA COMO EQUIDAD
Con este apartado, el autor quiere exponer cuál es el punto de partida de la tesis de Rawls. Lo primero que
hay que identificar es el gran objeto de la teoría, a partir de lo que Rawls define como “sociedad” [líneas 22 a
25/78] hay dos tareas que va a encarar: una [27 y 28/78] que Hernández comentará en el apartado 6; y otra [29
a 34/78] que veremos en el apartado 5. Luego, ya en el estado de sociedad (que es el único que existe y –por
ende– nos interesa analizar), se dan dos fuerzas: una de comunidad y cooperación y otra de conflicto; es
importante comprender el origen de cada una [1 a 11/79]. Este conflicto existe en el “estado de sociedad”
debido al mismo cambio de estado: los principios vigentes en el estado de naturaleza no pueden regir el de
sociedad y por tanto son reemplazados: se da un cambio en el ‘principio motriz’ de la apropiación de los
beneficios [12 a 29/79] ¿cuál era y cuál es ahora este principio? Es muy importante saber diferenciar el
contractualismo clásico del rawlsiano (completando las nociones sobre la ubicación de la teoría del apart. 1):
el foco (la “tendencia”) de toda la teoría cambia radicalmente [toda pág. 80]. ¿Cuál es el objeto central al que
debe aplicarse la teoría de justicia que definamos? ¿En qué consiste [ver cita 13 en pág. 81]?
3. EL CONTRATO SOCIAL
En este apartado vamos a detenernos a analizar puntualmente la idea rawlsiana de contrato. El “contrato
social” no es más que una idea, un aparato teórico que sirve para explicar una posición filosófica
predeterminada y justificarla: ante determinada situación en que se encuentran los individuos antes de
contratar (el “estado de naturaleza”; la “posición original”), se seguirá un contrato de un contenido
determinado que regirá la situación postcontractual (el “estado de sociedad” ). Según cómo sea el primero,
será el segundo; aunque en realidad debemos decir: según cómo el filósofo crea que el primero sería (porque
nunca existirá ni jamás podrá ser demostrado), planteará cómo el segundo debe ser. ¿Por qué Hernández
*
Ver J-J. ROUSSEAU: Libro Primero, especialmente el Cap. VI ‘Del pacto social’, en El contrato social.
Ver D. GARCÍA DELGADO: ‘Del estado liberal al postsocial’ (y Cuadro 1), en Estado & sociedad (págs. 42 a 54).
**
dice que aquí, al igual que en los clásicos, “la teoría funciona al revés” [19/83]? Sin embargo, dado el cambio de
foco para con el contractualismo clásico ¿qué es, a diferencia de estos, lo que Rawls quiere justificar [2 a 18/83
y 1 a 13/84]? ¿Qué es, entonces, lo que Rawls pretende hacer con la posición original [8 a 18/85]?
4. EL UTILITARISMO CLÁSICO
Lo que se analiza aquí es al primer ‘enemigo’ de la teoría rawlsiana; a quien Rawls quiere destronar como
doctrina rectora de la justicia social. Completando lo visto en el apart. 3, queda claro que las ‘condiciones de
contratación’ rawlsianas jamás conducirían al utilitarismo [19 a 21/85 y cita 22]. Es muy importante tener en
claro cuál es el problema que Rawls ve en el utilitarismo [1/86 a 4/87 y citas 23 y 26] y cómo responde a este
problema en su teoría [5/87 a 14/88]. Con respecto al primer punto, su planteo es idéntico desde esta óptica
filosófica al que hace Musgrave desde la economía [ver sus análisis del utilitarismo e igualitarismo]; en este
sentido: compare el “artificio de un benevolente espectador imparcial” [27/86] con el supuesto 1 de Musgrave.
5. LOS DOS PRINCIPIOS DE LA JUSTICIA
Ya contextualizada la teoría, pasamos a estudiar su contenido: en este apartado el autor analiza ‘el producto’
de la teoría (las cláusulas del contrato), el fin, a dónde Rawls quiere llegar. Lo primero sería tener en claro las
diferencias entre un sistema teleológico, como el que esboza el utilitarismo, de un sistema deontológico,
como el contractualista [15/88 a 17/89. Cuidado: Hernández no está comparando al utilitarismo con el
contractualismo rawlsiano, lo está comparando con el contractualismo clásico]. En qué sistema se encuadraría la
famosísima afirmación siguiente:
Pues la fuerza es justa cuando es necesaria.
[NICOLÁS MAQUIAVELO: “El príncipe”, 1513]
Seguidamente, se comienza a analizar la posición rawlsiana: como primera medida, Rawls toma una
posición clara [18 a 29/89]; no obstante esto, el profesor de Harvard sintetiza los beneficios (políticos) de
ambos sistemas [29 a 37/89 y 27/90 a 3/91] ¿de qué forma, cuál es su idea? En este punto, Rawls efectúa una
distinción entre lo que sería justicia sustancial (enunciada mediante principios de justicia) y “justicia formal”
[37/89 a 26/90, sobre todo cita 31]. ¿Cuál es la importancia de esta distinción? Pasemos ahora al estudio de los
principios rawlsianos de la justicia (en el apart. 6 veremos cómo se llega a ellos): es muy importante
conocerlos; saber qué comprende cada uno [13 a 30/91]; y saber cómo funcionan (el “serial order”) [31/91 a
12/95]: ¿por qué Hernández dice que el primer principio (principio de igualdad-libertad) es una [primera]
salvaguarda contra los principios utilitaristas en 32 a 35/92? El segundo principio (principio de diferencia)
actuaría tanto contra el utilitarismo como contra otros igualitarismos ¿cómo funciona? [NOTA: el análisis que
efectúa el autor de 35/92 a 12/95 es el mismo que efectúan Musgrave y García Viñuela] (i) Está claro que, con
respecto a las instituciones, son inspiradores y no correctivos [ver 32/96 a 6/97 y cita 40]; pero entonces ¿en qué
sentido se puede hablar de “elementos correctores” de las diferencias [7/98]? Las consideraciones vertidas
desde 13/95 a 11/96 (ilustradas con la cita 39) son apreciaciones personales de Hernández; aunque resultan
útiles para contextualizar. (ii) ¿Qué quiere decir Hernández con “radical revisión de la tradición contractualista”
[3-4/99]? (iii) Lea las líneas 11 a 17/99, ¿qué significa que esos derechos no se encuentren tutelados por el
primer principio? ¿Existen o no existen para Rawls? (iv) Finalmente, ¿cómo entiende Rawls a la propiedad
material y a los dones o talentos? [mencionados en 28-29/99 y 25/100].
6. LA POSICIÓN ORIGINAL Y EL VELO DE LA IGNORANCIA
Siguiendo con el análisis del contenido, este apartado está dedicado a otro gran objetivo de la teoría: los
medios, cómo Rawls pretende llegar a donde ha llegado arriba (cómo justifica aquel planteo de la justicia).
Lo primero que hay que identificar es lo que el filósofo quiere hacer con su teoría [10/102 a 3/103]: ¿por qué
divorcia la teoría moral de la teoría política? Luego, como Rawls se inscribe en el contractualismo, veremos
cómo pretende Rawls llegar a un contrato social que tenga por cláusulas sus dos principios de justicia [4 a
25/103 con citas 51 y 52], esta justificación ¿es lógico-racional o fáctica? ¿y la de los contractualistas clásicos?
Pasemos a estudiar la situación de contratación en la que, según Rawls, los individuos convendrían los dos
principios de justicia: la “posición original”: identificar las grandes condiciones en que las partes se
encuentran [10/104 a 6/105] (estas condiciones son básicamente reales y representan el elemento que queda
intacto después del paso que sigue). Después, al aplicarles el ingenioso “velo de la ignorancia” [desde 7/105 a
4/106], el profesor de Harvard quiere dejar afuera un bagaje que puede echar por tierra con el acuerdo ¿qué
es? Y a su vez pretende dotar al contratante de elementos que enriquezcan su juicio ¿cuáles son? Estos dos
aspectos, lo que se quita y lo que se agrega, tienen que ver con una sola idea sobre lo que hay que dejar
afuera ¿cuál? Entonces tenemos algo que queda intacto, algo que se quita y algo que se agrega: ¿cuál es el
resultado [5/106 a 30/107]? Es muy importante entender la deducción de los principios de justicia [31/170...],
la razón de la salvaguarda del “serial order” [27/108...] y lo que significa una “solución maximin” [26/109].
Un criterio de corrección moral
por ERNESTO GARZÓN VALDÉS
¿Puede la razonabilidad ser un criterio
de corrección moral? (§ 1 a 6)
Ciencias de la Naturaleza
SUPUESTO BÁSICO
[§ 1]
(implica alguna versión de la
realidad a la cual se aplica el
sistema de conocimiento
científico)
Ciencias de la Moral
Presuponen la existencia de cierta
realidad objetiva, externa al
observador, sujeta a mutaciones,
pero susceptible de conocimientos
seguros, es decir, verdaderos.
Si se es escéptico acerca de la
existencia de una realidad externa o
de la posibilidad de conocerla
científicamente, no se puede hacer
ciencias de la naturaleza.
Presupone alguna concepción del
ser humano como agente moral,
esto es, el hombre como ser libre
que elige y actúa moralmente*;
rechazando versiones fuertes del
determinismo (ej: el marxismo, el
fatalismo,...).
Quien sustente una posición
determinista extrema no podrá
formular reglas de comportamiento
(ni morales, ni jurídicas).
CRITERIO DE
[§ 2] Los físicos suelen postular el criterio El criterio de la moral es la
de falsabilidad de los enunciados.
imparcialidad: el postulado de
ADMISIBILIDAD
Quien
no
siendo
escéptico,
rechace
el
simetría.
(no se podría construir
criterio
de
falsabilidad
podrá,
en
el
Quien no siendo determinista se
ningún sistema científico si
mejor de los casos, practicar
niegue a aceptarlo, podrá formular
no se establecieran criterios
astrología, pero no astronomía.
leyes o normas de conducta, pero
de selección para los
éstas no podrían ser calificadas de
enunciados que puedan
morales (ej: los racismos, los
ingresar en él)
sexismos extremos,...).
CONDICIÓN DE
[§ 3] Tanto para las ciencias de la naturaleza como para las ciencias de la moral
rigen exigencias de racionalidad en dos sentidos:
ACCESIBILIDAD
 en la formulación de las leyes o normas científicas ha de respetarse la
(cientificidad: el carácter de
consistencia lógica (carácter formal).
racionalidad)
 los argumentos que se aduzcan deben ser racionalmente accesibles,
tienen que ofrecer ”razones puente” que permitan ser recorridas y
comprendidas por todos aquellos que deseen participar en la empresa
científica correspondiente. Esto excluye la apelación a las propias
creencias religiosas, metafísicas o ideológicas como base argumentativa.
CRITERIO DE
[§ 5 y 6] Debemos aceptar el postulado normativo de prohibición del imperialismo
de los criterios de corrección: “prohibición del fundamentalismo
CORRECCIÓN
científico” [según Georg H. von Wright].
(dilucida si los enunciados
Mientras las ciencias naturales
Pretender aplicar el criterio de
que son científicos en su
recurren a la experimentación, las
corrección de la verdad empírica a
apariencia –a priori–, lo son
matemáticas recurren a la pura
la moral significa negarle toda
en realidad: si en verdad son
coherencia lógica.
pretensión de cientificidad (pues
certeros o no lo son)
Ambas son inmunes a las opiniones ésta sólo podría invocar opiniones
subjetivas de los individuos.
subjetivas incontrolables).
Debemos recurrir a un criterio
particular: la razonabilidad.
[§ 19] La razonabilidad funcionaría de manera similar a la experimentación en las ciencias naturales, como
límite a lo “meramente racional”:
“Tal como yo lo veo, la racionalidad, cuando se contrasta con la razonabilidad, tiene que ver
básicamente con la corrección formal del razonamiento [...]. Lo razonable es, por supuesto,
también racional, pero lo ’meramente racional’ no es siempre razonable.” [von Wright]
*
Ver F. MARTÍNEZ PAZ: ‘La naturaleza ético-social del hombre’, en Introducción al derecho (págs. 299 a 304).
Equidad en la distribución
por RICHARD A. y PEGGY B. MUSGRAVE
Hacienda pública teórica y aplicada (cap. 6)
Este libro representa un clásico en su disciplina, escrito por uno de los mayores especialistas
mundiales (profesor en Harvard). Presenta una introducción al problema de la redistribución del
ingreso en las sociedades contemporáneas.
Párrafos introductorios
El propósito de la economía es promover la utilización óptima de los recursos. El autor expone las 2
cuestiones básicas que esto implica: ¿cuáles son? ¿cuál está asociada a la palabra equidad y cuál a eficiencia? Se
da a entender que una cuestión comienza a considerarse cuando la otra ya ha sido definida ¿cuál es cuál, y
porqué? ¿En cuál de estas cuestiones comienza a ser imprescindible recurrir a la filosofía [ver nota al pie *]?
A. ¿FORMA PARTE LA EQUIDAD DE LA ECONOMÍA?
[planteo del problema]
Musgrave expone que los economistas tendieron históricamente a relegar el estudio de la distribución justa.
Inclusive plantea que se entendía otra cosa por “teoría de la distribución” ¿qué exactamente? Según lo que
el autor define como el “interés último de la justicia en la distribución” [línea 19], ¿cuál es el problema de
analizar la distribución como los economistas lo hacían anteriormente?
Determinantes de la distribución
Situémonos en una economía de mercado como la nuestra, ¿qué es lo que determina la distribución de la
renta (el ingreso)? Ahora bien, esto quiere decir que hay 2 variables que determinarán la distribución de la
renta: ¿cuáles son? [Musgrave enuncia una en el párrafo 1 y la otra en el 2, diciendo de qué depende cada una]. El
autor [en párr. 3], apoyándose en la curva de Lorenz, comenta cómo se da en la realidad la distribución del
ingreso determinada por estas 2 variables (en los países desarrollados!); también comenta cuál es la
distribución de la riqueza: ¿cuál es la diferencia entre ingreso (o renta) y riqueza? ¿Qué explica que la
distribución de una sea tanto más desigual que la de la otra?
La distribución como una cuestión política
Si en el título anterior estudiamos a la distribución como se da en el mercado, en éste vamos plantearla según
la influya la intervención (accidental o deliberada) del estado [párr. 1]: ¿cuál es supuesto de cuál? Según
Musgrave [párr. 2], ¿cuáles de las políticas que ejerce el estado tiene implicaciones distributivas (o sea: afecta
a la distribución de la renta)? De la respuesta a esta pregunta se extrae una conclusión inexorable acerca de
lo que implica el diseño de una política [enunciada al principio del párr. 3]: ¿cuál es? Y ¿cuál es la implicancia
práctica (en cuanto al análisis económico) de esta conclusión?
B. ENFOQUES DE LA JUSTICIA DISTRIBUTIVA
[las distintas posiciones respecto de la distribución]
Como respuesta al planteo del problema de la justicia en la distribución del ingreso se han elaborado varios
criterios que pretenden orientar las políticas del estado (según sus implicancias distributivas), dependientes
de la concepción que cada autor sostiene de lo que a su parecer sería justo. Antes de pasar a analizarlos en
particular, Musgrave resalta que plantear el problema de la distribución de la renta en términos de criterios
tiene sus implicancias, que no pueden dejar de ser tenidas en cuenta, a saber: Supuesto 1: Ante todo, el
análisis se realizará sobre la utilidad que los individuos derivan de su renta, ¿por qué sobre ésta y no
directamente sobre la renta de los individuos? Luego, si se lo plantea como supuesto quiere decir que es
difícil de conocer y comparar, ¿por qué? Supuesto 2: ¿Por qué no se puede considerar que la renta
disponible para la distribución es variable?
Puntos de vista alternativos
Musgrave recopila tres grandes ramas de criterios (los agrupa en ramas según la inspiración común que
reconozcan) y agrega la posibilidad de combinaciones [NOTA: 2b) y 3c) no son criterios de distribución, no hace
falta verlos]. Supongamos que este es el espectro de posibilidades entre las que podemos optar para regir
nuestra sociedad (aplicación moral) o la labor del estado en ella (aplicación política) y tuviésemos que
decidirnos por una: ¿cuál es la diferencia entre elegir inspirados por nuestro propio interés y en hacerlo bajo
en punto de vista de un hipotético contrato social [ver párr. 2]? ¿Cuál sería, entonces, la importancia teórica de
la teoría contrato social ante el hito de efectuar la opción del criterio de redistribución? Ahora bien, según lo
plantea Rawls, la hipótesis del contrato social terminaría decidiéndose por el criterio 3b). ¿Qué cree usted:
que tan sólo la formulación rawlsiana del contrato terminaría aquí, o que –por el contrario– todas las
formulaciones de la hipótesis del contrato social darían con el mismo criterio de redistribución?
1. Criterios basados en la dotación
Para comprender a la dotación debemos desdoblar el concepto en dos: respecto de todos los bienes que una
persona posee ya sean materiales (capital, tierras) o inmateriales (educación); y respecto de las capacidades
que le son propias (inteligencia, talento). El criterio 1a) propone básicamente algo que podría ser
económicamente caratulado como “la ley de la selva”, ¿por qué? El criterio 1b) es el seguido por los liberales
clásicos (Smith y Ricardo) y actualmente, por ejemplo, por los neoliberales norteamericanos (Friedman) y
afines: ¿en qué innova frente al anterior? Los criterios 1c) y 1d) no inspiran –por cierto– la totalidad de
accionar del estado hoy; pero sí determinadas medidas, ¿cuáles? El más moderno criterio 1d) (la llamada
meritocracia) legitima sólo a determinados factores como productores de desigualdad: compare lo planteado
por esta posición con lo que los utilitaristas y Rawls dicen de ellos en sus respectivas concepciones.
2. Criterios utilitaristas
Los utilitaristas reconocen la existencia de las desigualdades en la dotación, pero no les atribuyen
legitimidad para fundamentar la distribución, ¿por qué? Analice el siguiente texto relativo al tema:
La proporcionalidad entre la remuneración y el trabajo realizado es justa mientras la mayor o menor cantidad de
trabajo sea una cuestión voluntaria; cuando depende de las diferencias naturales de fuerza o capacidad, este principio
de remuneración es por sí mismo una injusticia: es dar más a los que han sido más favorecidos por la naturaleza.
[JOHN STUART MILL: “Principios de economía política”, 1871]
2a) Renta fija total: Si lo que Bentham plantea es que debemos conducir la redistribución
hacia los individuos que mejor puedan aprovechar las cuotas extras de renta, ¿qué es lo que busca que
aumente en la sociedad, o –lo que es lo mismo– qué es lo que busca maximizar? Y, entonces, para justificar
una distribución igual (a todos lo mismo), ¿qué es lo que debe ocurrir [párr. 1]? Ver el párr. 3, última oración,
el caso de la distribución motivada por curvas de utilidad marginal desiguales: Musgrave quiere subrayar el
exceso que se produciría de seguir el criterio utilitarista en este caso exponiendo cómo, a la mejor posición
final de A, coadyuvan dos razones: ¿cuáles son y cuál es el motivo de cada una?
3. Criterios igualitarios
La formulación igualitaria se erige sobre una crítica muy fuerte al utilitarismo, ¿cuál es? y ¿cuál vendría a ser
el problema esencial de la distribución para estos?
3a) La igualdad como objetivo: ¿Cuál es el criterio que rige a qué individuo debe
beneficiarse con la redistribución (en qué nos fijamos para beneficiarlo)[párr. 1 y 2]? ¿Cuál es el principal
problema de la aplicación de éste criterio distributivo? [ver párr. 3, apuntes de clase y este fragmento]:
Una de las críticas principales que se han hecho al análisis marxista es que niega el postulado central de la tesis de
Davis y Moore, según el cual es necesario algún grado de desigualdad a fin de incentivar a aquellos que se quieren
esforzar más y, así, garantizar el funcionamiento de la sociedad. Marx pensaba que los beneficios y las recompensas no
debían ir vinculados a las capacidades y los méritos de las personas. Por el contrario, defendía un sistema de reparto
basado en el principio “de cada uno según su capacidad, a cada uno según sus necesidades”. Los que han criticado a
Marx señalan que fue precisamente este principio de reparto (por supuesto nunca aplicado en forma pura) el que
explica por qué el rendimiento laboral fue tan bajo en las empresas soviéticas y, en última instancia, el que explica el
derrumbe del sistema soviético.
[JOHN J. MACIONIS y KEN PLUMMER: “Sociología”, Prentice Hall (2001), pág. 248]
3b) Maximización de la renta más baja: Ante esta realidad Rawls propone una solución
[no leer de Musgrave, recurrir directamente al texto de García Viñuela].
4. Soluciones mixtas
Con una intención por mostrar las soluciones que se tratan de perseguir en la práctica, el autor muestra
algunas combinaciones posibles entre los criterios puros. Según el Informe económico del presidente (Estados
Unidos, 1974) citado, ¿qué combinación de criterios se está impulsando? ¿Qué criterio o combinación se
aplica en la Argentina contemporánea?
Equidad entre generaciones
Este es un tema muy discutido hoy por hoy. En los países desarrollados debido a los problemas ecológicos; y
en países como el nuestro, por el endeudamiento externo y su permanente renegociación.
C. LÍMITES A LA REDISTRIBUCIÓN
[noción más detallada sobre los problemas de la redistribución]
¿Qué ocurre cuando se pasa de considerar el problema de la distribución al de la redistribución?
El tamaño de la tarta
Habría dos tipos de costos que debemos considerar a la hora de encarar una política de redistribución: los de
instrumentación (costos que demanda la implementación de la política, según el tipo de política, y no suelen
ser bajos); y –principalmente– los problemas implícitos que traen aparejadas estas medidas respecto de la
disminución del tamaño de la tarta (la masa disponible para la redistribución: levantamiento del supuesto 2).
La redistribución de la renta
por ENRIQUE GARCÍA VIÑUELA
Teoría del gasto público (cap. 7)
Este texto pretende introducir un tratamiento más detallado del criterio redistributivo rawlsiano.
Representa un complemento del texto de Musgrave y debe ser leído con posterioridad a este.
NOTA: Los párrafos se refieren con el orden en que se encuentran en la página en la que empiezan.
EL CRITERIO DE EQUIDAD DE RAWLS
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El párr. 3/175, plantea el problema del interés particular en la elección del criterio de distribución;
problema al que Rawls pretende evitar... ¿de qué forma?
¿Qué es lo que conocen y qué lo que desconocen los individuos sujetos al velo de la ignorancia como
para que terminen optando por unanimidad por el segundo principio de justicia?
Teniendo en cuenta lo expuesto por Musgrave en cuanto al utilitarismo y al criterio de la igualdad
como objetivo, más lo enunciado en 3/177 para el criterio de maximización de la renta más baja...
¿qué diferencias habría entre la distribución inspirada por cada uno de estos tres criterios, entre
individuos con idénticas (y decrecientes) funciones de utilidad, siendo el nivel de renta
independiente de cómo se distribuya (supuesto 2 de Musgrave)?
¿A qué Rawls llama despectivamente “Lotería natural” en 1, 2, 3 y 4/178? Con esto, quiere impugnar
o desacreditar... ¿qué concepción en particular?
¿Qué se le critica a Rawls cuando se dice que da por supuesta una particular medida de aversión al
riesgo?
RAWLS ANTE EL OTRO IGUALITARISMO: Como el criterio de la igualdad como objetivo falla cuando se levanta el
supuesto 2 (porque el tamaño de la tarta de hecho varía con la distribución: a medida que más reparto, menos
tengo que repartir) [ver al respecto los puntos 3a) y C de Musgrave]; Rawls propone una forma de evitar que la
tarta disminuya demasiado en la distribución: estableciendo un límite a la redistribución igualitaria: le
damos al más pobre hasta que la tarta disminuya tanto como para comprometer la situación económica de
este. Analice el siguiente texto, donde se trata este tema:
Sin embargo, la postura de Rawls no es la más igualitarista. Pueden existir cambios que mejoren algo el bienestar de los
miembros peor situados de la sociedad y mucho el de los ricos. En este caso, según la mayoría de las medidas,
aumentaría la desigualdad. Sin embargo, Rawls –como los utilitaristas– diría que este cambio es deseable porque
mejora el bienestar de la persona más pobre –la única que le preocupa–, mientras que algunos igualitaristas
convencidos afirmarían que no es deseable porque aumenta la desigualdad. Rawls también se opondría a los cambios
que empeoraran el bienestar de la persona peor situada, independientemente de cómo afectara a las distintas medidas
de la desigualdad. Se opondría, pues, a un incremento de los impuestos de los ricos si, como consecuencia, éstos
trabajaran menos, reduciendo los ingresos del estado y, por tanto, disminuyeran los recursos a distribuir entre los
pobres, cualquiera que fuera el efecto que produjera aquel aumento de impuestos en la desigualdad.
[JOSEPH STIGLITZ: “La economía del sector público”, Antoni Bosch Editor (1995), pág. 119]
RAWLS CONTRA AL UTILITARISMO: Siendo el principal adversario de Rawls el utilitarismo, conviene intentar
una comparación entre ambos criterios, sobre la base de casos concretos. Analice ahora:
Supongamos que pudiéramos, o bien dar 100 pesetas a una persona que tuviera una renta de 1.000.000, o bien 105 a
una que tuviera una renta de 2.000.000. ¿Qué deberíamos hacer? Supongamos que todas las personas tuvieran la misma
función de utilidad. Un rawlsiano nos daría una sencilla respuesta: darle 100 pesetas a la persona que tuviera menos
renta. Un utilitarista preguntaría: ¿Valen 100 pesetas más para la persona que tiene una renta de 1.000.000 que 105 para
la que tiene una renta de 2.000.000? Debido a la utilidad marginal decreciente, es probable que diera 100 pesetas a la
persona que tiene una renta de 1.000.000. Pero supongamos ahora que pudiéramos elegir entre dar 100 pesetas a una
persona que tuviera una renta de 1.000.000 y 100 millones de pesetas a una que tuviera una renta de 2.000.000. La
respuesta rawlsiana seguiría siendo la misma. En otras palabras, según el criterio rawlsiano, no hay disyuntivas; según
el utilitarista, sí las hay. Este último sostiene que si las personas que ya están mejor situadas obtienen una ganancia
compensatoria suficientemente grande, merece la pena aumentar aún más su bienestar.
[JOSEPH STIGLITZ: “La economía del sector público”, Antoni Bosch Editor (1995), págs. 118 y 119]
RAWLS FRENTE AL SENTIDO COMÚN: ¿Es posible poner a Rawls contra las cuerdas (haciéndolo contradecirse)
con un caso concreto? ¿Cuál es su respuesta al siguiente caso?
Una sociedad [está] formada por un médico y dos pacientes, ambos seriamente enfermos de neumonía. Su única
oportunidad de curarse es ser tratados con un antibiótico, pero la cantidad disponible sólo alcanza para tratar a uno de
los pacientes. De éstos, uno es un enfermo terminal de cáncer, aunque el antibiótico puede prolongar su vida varios
meses. El otro es una persona saludable, exceptuada la neumonía. ¿Qué paciente debería ser tratado con el antibiótico
de acuerdo con el criterio de Rawls? ¿Está usted de acuerdo?
[J. C. HARSANYI (1975); citado por E. GARCÍA VIÑUELA]
Una disciplina en movimiento:
evolución reciente de la filosofía política
por PATRICIO NAZARENO
La teoría política normativa: contribuciones
de la filosofía política a la ciencia política
contemporánea (desde UTDJ de J. Rawls) (cap. 2)
Este capítulo plantea resumidamente el desenvolvimiento y los problemas abarcados por la
filosofía política durante los últimos tres decenios. Su objetivo es dar una idea general y en pocas
páginas de estos aspectos para cerrar la presentación de Rawls y dar introducción a parte del
movimiento crítico posterior (evitando recurrir a fuentes más extensas).
NOTA: Los párrafos se refieren con el orden en que se encuentran en la página en la que empiezan (no
importa si terminan ahí o no). Un párrafo nuevo comienza con una nueva sangría, los fragmentos citados no
dividen párrafos. Ejemplo: el párrafo 3/17 (núm. de párr./núm. de pág.) es el que empieza diciendo:
“Prosiguiendo con el razonamiento de un...”
a) Los párr. 1 y 2/14 expresan la existencia de dos sensaciones generalizadas entre quienes están
introducidos en el entorno de la filosofía política contemporánea. ¿Cuáles son?
b) Parr 3/14 1 y 2/15 ¿En la apreciación de cuáles (2) fenómenos históricos se sustenta la pretendida división
entre filosofía política clásica y filosofía política contemporánea? ¿Cuáles son sus fechas?
c) El parr. 2/15 menciona dos factores que influyen en la percepción de que la obra de Rawls ha sido
determinante en el renacer de la filosofía política. El 1/16 menciona un tercero. ¿Cuáles son?
d) En 2/16: ¿qué argumento usa Parekh para desacreditar al “factor ambiente” como determinante del boom?
Luego de valorar esta crítica y matizar este factor: ¿en qué puntos vale seguir considerándolo relevante?
e) Con respecto a la inexistencia de pensamiento filosófico político trascendente antes de Rawls: ¿qué planteo
tiene Parekh para hacer (3/16)? Ahora bien (1/17): ¿por qué resultaron estos trabajos olvidados luego del 71?
f) Frente al pimero de los fenómenos históricos vistos en b (1/15), sobre todo en cuanto a la corrientes
filosóficas hostiles... ¿qué les debería Rawls a sus antecesores? (ver 3/17). IMPORTANTE: Señale las 2
diferencias de enfoque mencionadas entre la filosofía política de Rawls y la de aquellos (cómo encaran la
democracia y a quién tienen en mente como lectores cuando escriben, también en 3/17).
g) IMPORTANTE: Leer detenidamente el párr. 1/18: a partir del hecho de que existan posiciones muy
variadas y hasta antagónicas acerca de las diversas cuestiones que se han planteado en la filosofía política
posrawlsiana, quiere recoger un dato importante (relativo a esta diversidad de posturas) ¿cuál es este dato,
esta situación? o bien ¿el debate ha calado tan hondo como para que se planteen divergencias de qué tipo?
Más adelante el autor plantea una posible explicación a esta realidad, a la vez que descarta otra. ¿cuáles son?
h) MUY IMPORTANTE: El párr. 3/18 (en sus cuatro apartados) expresa las distintas ideas sobre lo que debe
ser y hacer la filosofía política, que pueden encontrarse entre los distintos autores (desde los ´70). Complete:
Concepción
Primera
Segunda
Tercera
Cuarta
Posición a la que
aparece ligada
Liberalismo
(es dominante).
Autores e
influencias
Ubicación epistemológica y
metodología (debe ser)
Tarea asignada
(lo que debe hacer)
Comunitarismo.
Comunitarismo.
Extremista, anticientífica e irónica.
i) Leyendo los párr. 3/18 (cuarto apartado) y 1/20, ¿por qué cree que la posición de Rorty genera tanto
rechazo entre los demás autores?
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