Actas – III Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – III CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2011 Tomando el pulso a la credibilidad y la confianza en los medios en el año electorali Dr. Pedro Farias Batlle, Universidad de Málaga, [email protected] Dr. Sergio Roses Campos, Universidad de Málaga, [email protected] Dra. Marisol Gómez Aguilar, Universidad de Málaga, [email protected] Resumen: A los medios de comunicación se les ha atribuido, tradicionalmente, la función de erigirse como una fuente de confianza pública en la medida en la que aportan información fiable sobre el sistema. Esta función cobra especial interés en época electoral, donde los ciudadanos necesitan más que nunca una buena orientación en la toma de decisiones. Por ello, se hace necesario plantearse si en ésta época electoral, como es el año 2011, los medios españoles pueden considerarse una fuente de confianza pública. El presente trabajo intenta examinar la credibilidad de los medios de comunicación españoles a través de varios de sus predictores más elementales como la autonomía de la que disfrutan los periodistas a la hora de elaborar sus informaciones, así como la independencia con la que encaran la difícil tarea de narrar e interpretar la realidad social española. Del mismo modo, se hace necesario el análisis del escepticismo o desconfianza hacia los medios y, en especial, hacia su cobertura noticiosa sobre la política. El trabajo está basado en datos empíricos de 2011 sobre la credibilidad de los medios españoles y la desconfianza de la ciudadanía hacia éstos con especial hincapié en el grado de escepticismo en la información política y electoral. Se plantea un análisis preliminar a partir de las frecuencias y descriptivos de algunas de las variables recogidas en las dos encuestas realizadas en el Informe de la Profesión Periodística 2011. Se emplean las percepciones de los periodistas como indicadores de la credibilidad de los medios, y la opinión pública como medida para aproximar la confianza y escepticismo de la ciudadanía. Palabras clave: Confianza; credibilidad; medios; elecciones; información; periodismo. 1. Introducción La confianza se entiende como un bálsamo para la incertidumbre que reduce o anula el miedo al fracaso o al perjuicio. Tal y como establece Luhman (2005), la confianza prevalece como un mecanismo de reducción de la complejidad social, posibilitando y permitiendo la toma de decisiones de riesgo. La confianza se convierte, por tanto, en uno de los mecanismos sociales más importantes para la acertada toma de decisiones en variados e importantes ISBN: 978-84-939337-6-0 / D.L.: TF: 1.111-2011 Página 1 Actas – III Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – III CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2011 aspectos de la vida social, tales como la inversión económica o la orientación del voto entre los indecisos o votantes ‗pragmáticos‘. Pero, esa confianza no es posible sin una información previa. Tradicionalmente, a los medios de comunicación se les ha atribuido la función de erigirse como una fuente de confianza pública en la medida en que aporten información fiable sobre el sistema y, en consecuencia, seguridad ante la contingencia del mismo. ―Si la confianza ostenta un papel fundamental en las distintas relaciones sociales, no puede negarse que la confianza es un problema central del vínculo social entre el periodismo, los medios de comunicación, y el ciudadano‖ (Roses, 2010). En el caso de la ciudadanía y los medios, las personas entregan o delegan parcialmente sus funciones cognoscitivas a los medios en quienes depositan su confianza (Roses, 2009). A cambio los ciudadanos exigen a los medios y a los periodistas que no les engañen y que no tergiversen los datos en beneficio propio o de un tercero. Si lo hacen, los ciudadanos desconfiarán de los periodistas y de los medios, y la profesión periodística, en su conjunto, pasará por una crisis de credibilidad (Valentín, 2006: 50). Quien confía no sabe si su confianza está garantizada. Esto es, la ciudadanía sabe que los medios no son infalibles. De hecho, la confianza también implica que no hay garantías. Como advierte Seligman (1997), una vez que se confía, no hay un camino empírico para verificar las intenciones o el carácter de la persona o institución en quien se confía. Esta situación planteada cobra especial interés en momentos electorales, como en el que nos encontramos en 2011, donde es esencial plantearse si los medios españoles pueden considerarse una fuente de confianza pública. Para ello, es necesario analizar tanto la credibilidad de los medios de comunicación españoles a través de elementos como la autonomía de la que disfrutan los periodistas a la hora de elaborar sus informaciones, y la independencia con la que encaran la difícil tarea de narrar e interpretar la realidad social española. Como del mismo modo es necesario examinar el escepticismo o desconfianza de los ciudadanos hacia los medios y, en especial, hacia su cobertura noticiosa sobre la política. De hecho, entre 2005-2009 se encontraron signos de escepticismo de la ciudadanía hacia el tratamiento informativo de la política (Roses, 2010) que indicaban la existencia de una opinión pública negativa especialmente entre los grupos con alta formación académica. ―Si tenemos en cuenta la desconfianza en general de los españoles por las noticias políticas, resulta evidente que los efectos de la información electoral en la decisión del voto pueden resultar irrelevantes. La sensación de frustración y descontento respecto de la comunicación política se refleja ante todo en el bajo grado de confianza de la población en general ante las informaciones de carácter político‖ (Farias y Paniagua, 2007: 31). En el presente trabajo, se basa en datos empíricos de 2011 sobre la credibilidad de los medios españoles y la desconfianza de la ciudadanía hacia ISBN: 978-84-939337-6-0 / D.L.: TF: 1.111-2011 Página 2 Actas – III Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – III CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2011 éstos con especial hincapié en el grado de escepticismo en la información política y electoral. Se plantea un análisis preliminar a partir de las frecuencias y descriptivos de algunas de las variables recogidas en las dos encuestas realizadas en el Informe de la Profesión Periodística 2011. Como indicadores de la credibilidad de los medios se emplean las percepciones de los periodistas, y la opinión pública como medida para aproximar la confianza y escepticismo de la ciudadanía. A la hora de interpretar los datos, habrá que tener en cuenta los rasgos que describen el sistema de medios español y la cultura periodística de sus profesionales. España ha sido agrupada en los llamados sistemas mediterráneos de Pluralismo Polarizado, caracterizados por realizar un periodismo más opinativo, por el alto paralelismo entre la política de partidos y los medios, la instrumentalización política de los periodistas y su limitada autonomía profesional, el débil desarrollo de la prensa comercial, o el efectivo control del gobierno sobre los medios públicos (Hallin y Mancini, 2004). Aunque se encontraron signos de que los periodistas españoles estaban cambiando de un paradigma ideológico-partidista hacia otro tipo, no partidista y adversario del poder (Canel y Piqué, 1998: 299-319), recientemente, diversos estudios han hallado evidencias de que los periodistas españoles rechazan el concepto de objetividad y asumen la necesidad de tomar un punto de vista para informar (Berganza, Oller y Meier, 2010); y de que suelen sentirse más presionados políticamente que sus colegas europeos (Van Dalen, Albaek y Vreese, 2011: 147-162). Dado que el sistema mediático-político y la cultura periodística de los profesionales son las variables que más impactan en el ejercicio del periodismo y, en consecuencia, en los contenidos, estas advertencias no pueden obviarse en el análisis de datos que sigue. El estudio lo avala el presumible aumento entre la ciudadanía de la necesidad de fuentes de información dignas de confianza para enfrentarse a la incertidumbre generada por el devenir político y económico del país. 1.2 Objetivos Este trabajo se plantea como objetivo analizar el escepticismo o desconfianza de los ciudadanos hacia los medios y, en especial, hacia su cobertura noticiosa sobre la política. A partir de ahí, se pretende examinar si los medios españoles pueden considerarse una fuente de confianza pública en época electoral. 2. Metodología 2.1. Fuentes de información Para examinar las actitudes hacia los medios, se han analizado datos de las encuestas sobre autoestima e identidad profesionales y sobre credibilidad de los medios, realizadas para el Informe de la Profesión Periodística 2011 y suministradas por la empresa de demoscopia Demométrica para la Asociación de la Prensa de Madrid. ISBN: 978-84-939337-6-0 / D.L.: TF: 1.111-2011 Página 3 Actas – III Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – III CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2011 En el caso de la encuesta sobre autoestima e identidad profesionales se ha llevado a cabo entre periodistas en activo, miembros de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) y de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE), a partir de un listado facilitado por la FAPE. La población de referencia la componen 15.073 personas. La técnica de investigación utilizada ha sido la encuesta telefónica asistida por ordenador (CATI en sus siglas en inglés). Se han realizado un total de 1.001 entrevistas, lo que supone un error de muestreo absoluto para las estimaciones de porcentajes referidas al total de la muestra próximo al ±3,1 por ciento bajo un nivel de confianza del 95,5 por ciento. Igualmente, para la encuesta sobre credibilidad de los medios, la técnica que se empleó para la recolección de los datos fue la encuesta telefónica asistida por ordenador (CATI). En este caso, el universo de la encuesta lo compone la población mayor de 18 años residente en hogares con teléfono de España. Se han realizado un total de 1.203 entrevistas, con un error de muestreo absoluto para las estimaciones de porcentajes referidas al total de la muestra próximo al ±2,9 por ciento, bajo un nivel de confianza del 95,5 por ciento. La elección del hogar a entrevistar se ha realizado mediante muestreo aleatorio simple. La elección de las persona a entrevistar se ha realizado mediante el cumplimiento de cuotas de género, edad y zona geográfica proporcionales a las características de la población general. 2.2. Mediciones Variables relacionadas con la autonomía e independencia de los periodistas: Valoración de la autonomía profesional. Se emplearon dos indicadores del grado de libertad del que disfrutan los periodistas en su trabajo: Libertad para elegir el tema, donde se utiliza una escala de cinco puntos (de 1 ninguna libertad, a 5 completa libertad); Libertad para enfatizar los aspectos más relevantes de una noticia, para los que se utilizaba una escala de cinco puntos (de 1 ninguna libertad, a 5 completa libertad). Valoración de la independencia de los periodistas. Se establece a través de tres indicadores: consideración sobre si la independencia es uno de los tres problemas más importantes de la profesión; se pedía a los encuestados que valoraran la independencia de los periodistas mediante una escala de uno a diez (de 1 ninguna, a 10 mucha); se preguntaba a los periodistas sobre si la especialización en política, en su opinión, se ajusta a la ética profesional, por medio de una escala de 1 a 5 (1 muy poco, 5 mucho). Variables relacionadas con la confianza y el escepticismo de la ciudadanía hacia los medios: Percepción sobre los intereses que deciden qué es noticia. Se preguntaba a los encuestados los intereses de qué colectivo, políticos o ciudadanos, influyen en la selección de las noticias, mediante un escala de 1 ninguna a 5 mucha. ISBN: 978-84-939337-6-0 / D.L.: TF: 1.111-2011 Página 4 Actas – III Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – III CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2011 Valoración de la actividad de los medios. Se consultaba a los encuestados en qué grado (escala de 5 puntos, siendo 1 nada de acuerdo y 5 muy de acuerdo), los medios orientan su actividad hacia los intereses de los ciudadanos. Percepción sobre la labor informativa de TVE. Se pedía a los encuestados que indicaran su grado de acuerdo con la labor informativa de TVE, en aspectos como imparcialidad, inclusión de todos los puntos de vista y adecuado tratamiento de la información electoral. Se estableció una escala de uno a cinco, siendo 1, nada de acuerdo y 5, muy de acuerdo. Grado de confianza en la información política. Se solicitaba a los encuestados que expresaran si tenían ―Mucha confianza‖, ―Poca confianza‖ o ―Ninguna confianza‖ en la información política de carácter nacional y local. En este trabajo sólo se examina la confianza en las noticias sobre política nacional y política local, ya que son las áreas en las que la incertidumbre y la toma de decisiones tienen más relevancia. 3. Resultados Una mermada credibilidad para informar sobre política Aunque el concepto de credibilidad es complejo, podemos considerar la autonomía e independencia de los periodistas como predictores bastante robustos de esta cualidad intangible de los medios. El análisis de los datos arroja resultados contradictorios respecto a la autonomía que disfrutan los periodistas especializados en política a la hora de realizar su trabajo periodístico. Sorprendentemente, los periodistas políticos encuestados (n=27) están bastante satisfechos con la autonomía de la que gozan en su medio. De hecho, se sienten más conformes que el conjunto del colectivo (n=1001) (Tabla 1). Quizás puede explicarse porque el 74,1% de ellos se siente identificado con la línea editorial del medio en que trabaja. Un porcentaje superior al del conjunto (Tabla 2). Encontramos indicios de correlaciones directas entre estas variables que requieren más atención en próximos análisis. Posiblemente, por esta sintonía política con el medio disfruten en mayor medida de bastante libertad para elegir los temas sobre los que informar y enfatizar aspectos concretos en las noticias que el conjunto de la profesión. Sin embargo, pese a la aparente conformidad con su grado de autonomía, los periodistas políticos reciben presiones con mayor frecuencia que el colectivo en su conjunto (Tabla 1) por lo que parece difícil que puedan desempeñar su trabajo en unas condiciones óptimas. Futuros análisis habrán de examinar con detenimiento si existen otros predictores de la satisfacción de los periodistas políticos con su autonomía que no se hayan observado aquí. Tabla 1. Autonomía de los periodistas Conjunto de ISBN: 978-84-939337-6-0 / D.L.: TF: 1.111-2011 Periodistas Página 5 Actas – III Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – III CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2011 Conforme con su autonomía* Bastante libertad para elegir temas** Bastante libertad para enfatizar aspectos de la noticia** Recibió presiones alguna vez*** la profesión (n=1001) 67,7% 61,1% 67,1% políticos (n=27) 77,7% 77,7% 77,7% 65,0% 77,8% *Suma de porcentajes de periodistas que indicaron estar ‗muy conformes‘ y ‗conformes‘ con su autonomía en una escala de cinco puntos, de 1 muy disconforme a 5 muy conforme. **Suma de porcentajes de periodistas que dijeron disfrutar de ‗completa libertad‘ y ‗bastante libertad‘ en una escala de cinco puntos, de 1 ninguna libertad a 5 completa libertad. ***Suma de los porcentajes de periodistas que indicaron que habían recibido presiones ‗pocas veces‘, ‗algunas veces‘ y ‗muchas veces‘. Tabla 2. Identificados con la línea editorial del medio* Conjunto de la profesión 60,5% (n=1001) Periodistas políticos 74,1% (n=27) Las tendencias son más claras en el análisis de la independencia de los periodistas. Para el conjunto de los encuestados, la falta de independencia y el servilismo se considera el problema más importante de la profesión (Tabla 3). Así, el 68% de los periodistas considera que la independencia del colectivo es baja y el 47% opina que la especialización en política, en su práctica, se ajusta poco a la ética profesional. Este es el segundo campo de especialización que recibió peor valoración, solo por detrás del periodismo del corazón. Por tanto, parece improbable que la información política en España goce de credibilidad al elaborarse desde posiciones partidistas tal y como reconocen los propios periodistas. Tabla 3. Independencia de los periodistas (n=1001) Consideran que es uno de los tres 43,6% problemas más importantes de la profesión en España* Valoran como baja la independencia 68,0% del colectivo** Opinan que la especialización en 47,0% política se ajusta poco a la ética profesional*** *Proviene de una pregunta de respuesta múltiple, siendo este porcentaje el más alto de todas las categorías. **Proviene de la suma de quienes valoraron entre 1 y 5 la independencia en una escala de 1 ninguna a 10 mucha. ***Proviene de la suma de quienes valoraron su ajuste a la ética entre 1 y 2 en una escala de 1 muy poco a 5 mucho. Un público escéptico ISBN: 978-84-939337-6-0 / D.L.: TF: 1.111-2011 Página 6 Actas – III Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – III CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2011 La opinión pública española presenta tendencias claramente desfavorables hacia los medios, su papel en los debates públicos y el tratamiento noticioso de la política. Los ciudadanos son conscientes del sesgo político de los distintos medios de comunicación, tal y como muestra el Informe Anual de la Profesión Periodística 2011 dentro de su apartado sobre credibilidad de la información, donde los ciudadanos encuestados opinan con un alto grado de acuerdo, por ejemplo, que El País es un medio de centro-izquierda o Intereconomía un medio muy conservador. La opinión sobre la falta de independencia se concreta también en que los ciudadanos consideran que los intereses de los políticos son los que más pesan a la hora de decidir qué es noticia. Sólo un 4,2% de la opinión pública cree que los intereses de los ciudadanos tienen mucha importancia (Tabla 4). Este desequilibrio denota que el público piensa que los medios españoles están instrumentalizados por la política ya que—en la opinión de la mayoría— sirven fundamentalmente a los intereses de los políticos. De hecho, el 60,7% del público piensa que la actitud crítica de los medios ante los políticos no es demasiado alta (tabla 5). Tabla 4. Intereses que deciden qué es noticia* Políticos 42,6% Ciudadanos 4,2% *Porcentaje de ciudadanos que piensa que el colectivo señalado tiene mucha importancia en la selección de las noticias en una escala de 1 ninguna a 5 mucha. Siquiera la mitad de la población encuestada considera que los medios españoles orienten su actividad hacia la defensa del servicio público, visto el escaso grado de acuerdo con que los medios defienden los intereses de los ciudadanos (Tabla 5). La labor informativa de los medios tampoco resulta bien valorada. Cuestiones fundamentales en la cobertura noticiosa de la política como la imparcialidad o la pluralidad de las informaciones, esto es, la inclusión de varios puntos de vista en una misma noticia, no son reconocidos en los medios españoles (Tabla 5). Resulta difícil creer que la opinión pública pueda confiar en la información electoral difundida por medios a los que perciben parciales, interesados y poco plurales en su fuero interno. Además, mayoritariamente, los españolen creen que los medios no separan los hechos de las opiniones en las informaciones. El público percibe, por consiguiente, una finalidad persuasiva en las noticias en detrimento de una informativa. De esta forma, Andreu Casero (2009) establece cuatro mecanismos básicos a partir de los cuales los actores políticos ponen en práctica el control informativo: la adopción de la lógica mediática, la política de alianzas con los medios, la tutela de las noticias durante la campaña electoral y el ‗Going Public‘. Tabla 5. Opinión pública sobre los medios (Porcentaje de acuerdo)* Son demasiado críticos con los 60,7% ISBN: 978-84-939337-6-0 / D.L.: TF: 1.111-2011 Página 7 Actas – III Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – III CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2011 políticos Son imparciales Incluyen todos los puntos de vista Separan los hechos de las opiniones Protegen la democracia Defienden los intereses de los ciudadanos 16,0% 20,7% 29,2% 43,5% 20,0% *Porcentaje de ciudadanos que están de acuerdo o muy de acuerdo en una escala de 5 puntos desde 1, nada de acuerdo a 5, muy de acuerdo. Quizás, la noticia menos negativa sea que la opinión pública sobre Televisión Española es menos desfavorable que la de los medios en su conjunto (Tabla 6). Algo más de la mitad de la población del estudio considera que TVE informa adecuadamente en periodo electoralii; sin embargo, sólo algo más de un tercio opina que sea imparcial siguiendo la habitual crítica vertida sobre los medios públicos en los países del Mediterráneo. A pesar de que no alcanzan unas valoraciones meritorias, el porcentaje de españoles que están de acuerdo con que la televisión pública es imparcial y plural duplica al de los que piensan esto mismo sobre los medios en su conjunto. Estos datos dignifican a los medios públicos españoles. Tras las últimas reformas, parecen estar encontrando la senda del crédito social entre la población a pesar de que ciertos sectores de la política nacional intenten obtener réditos con el debate sobre su calidad informativa. Tabla 6. Labor informativa de TVE (Porcentaje de acuerdo)* Es imparcial Incluye todos los puntos de vista Informa adecuadamente en periodo electoral 38,8% 40,0% 51,0% *Porcentaje de ciudadanos que están de acuerdo o muy de acuerdo en una escala de 5 puntos desde 1, nada de acuerdo a 5, muy de acuerdo. Las opiniones examinadas hasta el momento han indicado un clima general de insatisfacción con los medios. Éste podría ser más agudo entre los ciudadanos de estatus socioeconómico alto que en los de estatus bajo. Es decir, la inspección de las medias de los anteriores indicadores sugieren la existencia de una correlación directa entre la valoración de los medios y el estatus socioeconómico. Podría explicarse por una posible mayor presencia de personas con una alta necesidad de cognición entre las cohortes de estatus alto. No obstante, dichas hipótesis habrán de ser examinadas con más detenimiento en futuros análisis. La opinión pública descrita sobre ‗cómo se construyen las noticias‘ y ‗los fines que se persiguen con ellas‘ habría de tener consecuencias negativas sobre la confianza depositada en los medios. Se midió el grado de acuerdo con la afirmación de que ‗los medios son dignos de confianza‘ a través de una escala de cinco puntos (1 nada de acuerdo, 5 muy de acuerdo). Aunque el promedio ISBN: 978-84-939337-6-0 / D.L.: TF: 1.111-2011 Página 8 Actas – III Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – III CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2011 de la población se inclina más hacia el escepticismo (M=2.9, Dt=1,01), no se encontró una tendencia clara. Un tercio de la población se mostró escéptico (36,7%) y otro tercio (33%), confiado. Probablemente, se deba a que el enunciado de la pregunta es genérico. Es decir, tal vez, los encuestados piensen que pueden confiar en los medios para algunas cosas (e.g.: informarse sobre asuntos cotidianos) y no tanto, para otras. La referencia cognitiva es por consiguiente relevante a la hora de emitir valoraciones. Así, las tendencias son más claras cuando se cuestiona acerca de la confianza en la información política de carácter nacional y local (tabla 7). Tabla 7. Confianza en la información política* Noticias sobre política nacional 8,4% Noticias sobre política local 15,0% *Porcentaje de ciudadanos que no tiene mucha confianza en una escala de tres puntos desde 1 ninguna confianza a 3 mucha confianza. Los niveles de escepticismo mediático referidos a la cobertura noticiosa de la política nacional son más que preocupantes. Frente al 8,4% de ciudadanos que tiene mucha confianza, un 38% de la población es completamente escéptico, esto es, no tiene ninguna confianza. Por otra parte, se encontraros indicios de la existencia de diferencias significativas en el escepticismo hacia las noticias políticas entre las personas que reconocen identificarse con la línea editorial de los medios que consultan. Esto es, los ciudadanos más ‗partidistas‘ e involucrados emocionalmente con la ideología de los medios que consumen (un 35,8% de la población) tenderían a depositar más confianza en la información política en general que el resto. En definitiva, se retrata un notorio divorcio entre ciudadanía y medios, y unas penosas expectativas respecto al valor real y utilidad que los ciudadanos otorgan a la orientación de los medios en la toma de decisiones durante periodos electorales. 4. Discusión y conclusiones La pregunta sobre si los medios de comunicación españoles podían considerarse una fuente de confianza pública para la ciudadanía en el ―año electoral‖ fue el origen de este análisis. Los datos descritos nos llevan a pensar que no lo son sensu stricto. La reducción de la incertidumbre requiere información de calidad y fuentes creíbles. Aunque es innegable la alta calidad formal e intelectual del trabajo periodístico en España, especialmente, en la prensa como medio dirigido a las élites, la opinión pública es muy clara respecto a la credibilidad. Los españoles no confían en la información política porque perciben que sirve a los intereses de los políticos en vez de a los de los ciudadanos, porque creen que está sesgada, que carece de independencia y que no pretende informar sino persuadir. Tal y como indica Muñoz-Alonso (2008: 39) ―podría plantearse la cuestión de si esta desconfianza generalizada la provocan los actores políticos individuales o ISBN: 978-84-939337-6-0 / D.L.: TF: 1.111-2011 Página 9 Actas – III Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – III CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2011 colectivos (partidos) o si habría que atribuírsela a los mediadores, es decir, a los periodistas y los medios de comunicación. No sería difícil demostrar que, como muestran las series del CIS, la valoración que hacen los españoles de los periodistas y de los medios ha sufrido un proceso constante de deterioro desde aquel momento de oro para la profesión que fue la transición. Algo parecido ha ocurrido con […] la clase política. La imagen que tienen los ciudadanos de sus representantes políticos es muy negativa‖. Esta visión del público, además, ha sido ratificada por los propios periodistas. La mayoría reconoce la baja independencia de sus compañeros y admite recibir presiones cuando realiza su trabajo, especialmente, aquellos que se dedican a la cobertura noticiosa de la política. La alta autonomía de la que dicen disfrutar parece ser un espejismo. Hay indicios de que la alta libertad en la redacción está relacionada con que el periodista esté ‗involucrado emocionalmente‘ con la línea editorial del medio. Incluso, gran parte de los periodistas opina que, en la práctica, informar sobre política en España conlleva transgredir principios éticos del Periodismo. No se debatirá sobre los efectos de los medios en el voto. Esta tarea queda para los expertos en la materia. No obstante, los descubrimientos de este estudio evidencian que la información electoral de los medios españoles puede servir de poco para aquellos ciudadanos que persiguen gratificaciones cognitivas (argumentos) en vez de emocionales en las noticias políticas. Esto es, para quienes simplemente desean saber qué ocurre. El ciudadano que no está involucrado emocionalmente con ningún partido no encuentra en los medios una fuente de confianza, un marco de conocimiento público común para la toma de decisiones. Lazarsfeld apuntaba ya en los años cuarenta del siglo pasado, que los medios servían fundamentalmente para reforzar las opiniones previas de su audiencia mucho más que para cambiarlas (Muñoz-Alonso, 2008: 39). Más aún, si tenemos presente que los españoles muestran una desconfianza general por las noticias políticas resulta evidente que los efectos de la información electoral en la decisión del voto pueden resultar irrelevantes. Este hecho ya se puso de manifiesto en 2007 cuando, según los datos del Informe Anual de la Profesión Periodística 2007, donde a la mayoría de los ciudadanos no les parecía interesante la información ofrecida por los medios durante las campañas electorales (59,7 por ciento) frente a tan sólo el 35,3 por ciento a los que sí les parecía relevante (Farias y Paniagua, 2007: 31). Uno de los motivos que pueden explicar este hecho es que si bien los medios de comunicación se han convertido en la principal fuente de información de la que se nutren los electores; son los partidos quienes durante las campañas electorales marcan la agenda de temas de los que se debate. E incluso, algunos medios de comunicación se limitan exactamente al seguimiento de esta agenda, sin introducir otros temas distintos de debate (Paniagua, 2004). ISBN: 978-84-939337-6-0 / D.L.: TF: 1.111-2011 Página 10 Actas – III Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – III CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2011 Por tanto, si la información que los medios trasladan se encuentra politizada, la desorientación y el descrédito que produce en los ciudadanos anula a los medios para la toma de las decisiones de voto, lo que claramente afecta a la salud democrática. La reproducción en los medios de los puntos de vista partidistas de los hechos y de los acontecimientos más allá de los intereses generales influyen en la percepción que tienen los ciudadanos de la sociedad española, pues los medios desarrollan ―por delegación‖ parte de las funciones cognoscitivas de los ciudadanos. La imagen de una hidra con varias cabezas que luchan entre sí por imponer su punto de vista en lugar de atender a su verdadera función de observación y orientación puede servir como metáfora de lo que ocurre a la sociedad española. Esta hidra, que tiende a la bicefalia, seguirá en crisis de confianza mientras no pueda fijar su mirada en sus verdaderos problemas en vez de en la confrontación de sus cabezas. En este sentido explicaba Philip Maarek (1997), que a los políticos se les reprocha estar más atentos al adversario, a la agenda partidista y a las luchas internas que a los intereses de los ciudadanos. En cuanto a los medios de comunicación, el descrédito se produce por una excesiva polarización mediática, que genera en algunos cierta confusión entre la línea editorial y la información. Por otra parte, las opiniones negativas y la desconfianza hacia los medios observadas en este análisis no pueden utilizarse para pronosticar una reducción en el consumo de información política en periodos electorales ni respecto al consumo de medios en general. Cuando la necesidad de cognición, de información, es muy alta, dicha variable psicológica puede actuar como un agente moderador del escepticismo (Tsfati y Cappella, 2005: 251-271). Prevalece la necesidad de conocimiento sobre lo que ocurre al rechazo al consumo que genera el escepticismo. Así mismo, los españoles que tienen un dieta mediática noticiosa más enriquecida, es decir, quienes además de leer la prensa usan uno o dos más tipos medios para informarse habitualmente son quienes presentan un escepticismo mediático más elevado (Roses, 2010). Por tanto, las consecuencias del descrédito de la información electoral y política no la pagan los medios, ni los políticos, sino los ciudadanos—que no pueden satisfacer sus necesidades cognitivas—y los periodistas. En este caso, se perjudica la imagen de su profesión en la sociedad, y se obliga a gran parte del colectivo a vivir en un sin sabor de contradicciones entre el periodismo que está practicando y sus ideas normativas sobre lo que significa el Periodismo. Y es que, parece haber desaparecido esa independencia de los medios que les hizo acreedores del apelativo de ‗cuarto poder‘. E incluso, algunos medios dan la impresión de haberse adaptado al papel de correas de transmisión de otros intereses, tanto políticos como empresariales o de otro tipo (Muñoz-Alonso, 2008: 40) Y, lógicamente, la falta de confianza de los españoles se traduce en abstención. Ejemplo de ello son las elecciones municipales de mayo de 2007, ISBN: 978-84-939337-6-0 / D.L.: TF: 1.111-2011 Página 11 Actas – III Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – III CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2011 donde un 36,2 por ciento de los españoles con derecho a voto no acudió a las urnas, lo que pone de manifiesto el divorcio existente entre la sociedad y sus representantes políticos (Farias y Paniagua, 2007: 29). 5. Referencias bibliográficas Berganza Conde, M.R., Oller Alonso, M. y Meier, K. (2010): "Los roles periodísticos y la objetividad en el periodismo político escrito suizo y español. Un modelo de análisis de la cultura periodística aplicado", en Revista Latina de Comunicación Social, 65. La Laguna (Tenerife): Universidad de La Laguna, pp. 488-502, recuperado el 18 de octubre de 2011, de http://www.revistalatinacs.org/10/art3/914_Fuenlabrada/36_Berganza.html DOI: 10.4185/RLCS-65-2010-914-488-502 Canel, M.J. y A. 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