Actas – II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – Universidad La Laguna, diciembre de 2010 La regulación profesional ante los nuevos retos y modelos periodísticos: estudio comparativo entre España y Austria Professional regulation facing new journalistic challenges: a comparative study between Spain and Austria Dr. José Luis González Esteban © [C.V.] Profesor del Departamento de Estudios Económicos (Periodismo) Universidad Miguel Hernández, UMH, España [email protected] Dr. Andy Kaltenbrunner © [C.V.] Director de la sociedad de formación e investigación Medienhaus Wien, Austria [email protected] Dr. Matthias Karmasin © [C.V.] Catedrático de la Facultad de Ciencias de la Comunicación Universidad de Klagenfurt, Austria [email protected] Dr. José Alberto García Avilés © [C.V.] Profesor Titular del Departamento de Estudios Económicos (Periodismo) Universidad Miguel Hernández, UMH, España [email protected] Resumen: El objetivo principal del presente trabajo de investigación es comparar los sistemas de regulación de la profesión periodística en Austria y España. Dicho análisis se enmarca en el proyecto europeo de investigación de Acciones Integradas en el que participan la Universidad de Klagenfurt (Austria) y la Universidad Miguel Hernández (España). A partir de la observación participante de distintos casos y del estudio del estado de la cuestión en ambos países, se ha procedido a comparar unos resultados que determinan carencias en ambos sistemas, pero que denotan, en el caso austriaco, mayores avances en la implantación de herramientas de control o autocontrol que sirven para regular la profesión, fundamentalmente en el ámbito de la prensa escrita. El trabajo demuestra que tanto en España como en Austria todavía queda mucho por hacer en lo que se refiere al vasto campo del periodismo online. Palabras clave: Regulación, autorregulación, defensor del lector, códigos, estatutos, comités, ética Abstract: The main objective of this article is to compare the systems of regulation of the journalistic profession both in Austria and Spain. Such an analysis is carried ISBN: 978-84-938428-0-2 Página 1 Actas – II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – Universidad La Laguna, diciembre de 2010 out as a result of a research project of Integrated Actions between the University of Klagenfurt (Austria) and the Miguel Hernández University (Spain). From the study of the various institutions and both regulation and self-regulation mechanisms, and also of the state of the question in both countries, there is a comparison of the results which show deficiencies in both systems. The conclusions show, in the Austrian case, greater advances in the implementation of tools of control or selfcontrol which enable to regulate the profession, mainly in the field of the press. In the Spanish case, there are some initiatives which have consolidated in specific instances (such as some media ombudsmen and Audiovisual Councils), while the corporate framework of professional practice still has serious problems. The results also show that both in Spain and Austria, there is still a lot to be done in the field of online journalism. Keywords: Regulation, self-regulation, ombudsmen, codes, professional statutes, committees, ethics. Sumario: 1. Introducción. 2 Método. 3. Mecanismos de autorregulación periodística en España. 3.1. Los códigos éticos. 3.2. El Defensor del Lector/Espectador. 3.3. Los Consejos Audiovisuales. 3.4. El Estatuto del Periodista Profesional. 3.4.1. Los Comités de Redacción. 3.4.2. El Consejo Estatal de la Información. 4. Organización de la profesión en España. 4.1. Sindicatos para periodistas. 4.2. Asociaciones de periodistas. 4.3. Colegios profesionales de periodistas. 4.4. La singularidad de la Associaciò de Mitjans Digitals de Comunicaciò de la Comunitat Valenciana. 5. Mecanismos de autorregulación periodística en Austria. 5.1. El marco legal. 5.2. Niveles de reflexión ética. 6. El modelo de la autorregulación de la prensa austriaca. 6.1. El „Presserat‟. 6.2. El defensor del lector de „Der Standard‟. 7. Regulación de los medios audiovisuales en Austria. 8. Discusión y conclusiones. 9. Referencias bibliográficas. 10. Notas. Summary: 1. Introduction. 2. Method. 3. Mechanisms of journalistic self-regulation in Spain. 3.1. Ethics codes. 3.2. The ombudsmen. 3.3. Audio-visual Councils. 3.4. Professional Journalist Estatute. 3.4.1. Newsroom‟s Committees. 3.4.2. State Council of the Information. 4. Organization of the profession in Spain. 4.1. Unions of Journalists. 4.2. Journalist‟s Associations. 4.3. Journalist‟s professional colleges. 4.4. The singularity of the Associaci ò of Comunicaci's Mitjans Digitals of the Comunitat Valenciana. 5. Mechanisms of journalistic self-control in Austria. 5.1. The legal frame. 5.2. Levels of ethical reflection. 6. The model of the self-regulation of the austrian press. 6.1. The 'Presserat'. 6.2. The ombudsmen of 'Der Standard'. 7. Regulation of the audio-visual mass media in Austria. 8. Discussion and conclusions. 9. Bibliographical references. 10. Notes. 1. Introducción El periodismo necesita transformarse a partir de planteamientos que apuesten por la credibilidad y la calidad. La rentabilidad económica no debe estar reñida con rentabilidad social, y en este contexto, las prácticas periodísticas adecuadas a la ISBN: 978-84-938428-0-2 Página 2 Actas – II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – Universidad La Laguna, diciembre de 2010 ética resultan rentables (Singer, 2006: 13). Esta investigación, fruto de la colaboración entre las universidades de Klagenfurt (Austria) y Miguel Hernández (España) pretende avanzar en dicha problemática, estudiando fórmulas y modelos como el „Presserat‟, en Austria, que pueden ayudar a lograr el objetivo del periodismo autorregulado, ético y rentable. De acuerdo con González (2009:151), “los modelos de negocio cambian y con ellos la organización de las empresas y el perfil de los trabajadores del periodismo”. La hipótesis inicial de la presente investigación apunta que el periodismo se transforma a gran velocidad, mientas que la regulación y la autorregulación profesional no avanzan siempre al ritmo que plantea el propio ejercicio del periodismo en el siglo XXI. Expertos como Manuel Parés i Maicas (2006: 84) aseguran que “el hecho que una profesión quiera autorregularse significa positivamente que es un cuerpo vivo y lleno de dinamismo”, y añade que “la autorregulación nada tiene que ver con la autocensura”. Compartiendo esta idea del profesor catalán, uno de los objetivos de este trabajo es demostrar si ciertamente existe ese dinamismo, mediante el análisis comparativo entre dos países de la Unión Europea, como España y Austria, e intentando superar la paradoja de que el periódico tradicional, el medio que más lectores está perdiendo y cuyo futuro queda más en entredicho, sea el más autorregulado. Los mayores problemas, en cambio, se hallan en los medios online, los más pujantes y con más futuro, pero, por ahora, los menos regulados. También resultan de enorme interés las aportaciones a este respecto del profesor Manuel Núñez Encabo (2006: 73), quien destaca que el Código Deontológico y el Consejo de Prensa creado hace unos años en España nos situaba en el entorno europeo, aunque matizaba que “todavía falta el apoyo de los editores para conseguir mayor eficacia en el autocontrol ético porque el periodismo no es solo asunto de los periodistas sino también de los editores”. También este trabajo profundiza en esta cuestión, con el objetivo de comparar los avances en la implicación en el proceso de los editores de ambos países. El punto de partida de este trabajo colectivo son las luces y sombras que han rodeado a esta discusión profesional durante los últimos 30 años, tanto en España como en Austria, con problemáticas muy similares en cuanto a la regulación, autorregulación y desregulación, y también en cuanto a la organización de la propia profesión periodística. El catedrático Luis Fernando Ramos, estudioso de este asunto, parafraseando a Miguel Delibes, viene denunciando desde hace mucho tiempo que “existe un contumaz sector de la doctrina que niega a los periodistas la condición de profesión propia y específica como cualquier otra, reduciéndola a una mera condición de oficio; pero de oficio abierto, al que en cualquier momento puede acceder cualquiera, sin otro equipaje que un bolígrafo y caradura” (1997: 27). Se trata, en definitiva, de argumentaciones que justifican la necesidad de seguir estudiando este fenómeno, en este caso a partir del conocimiento de dos realidades como la austriaca y la española. ISBN: 978-84-938428-0-2 Página 3 Actas – II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – Universidad La Laguna, diciembre de 2010 2. Método El artículo se basa en un análisis comparativo de los principales mecanismos de autorregulación y regulación periodística en Austria y en España. Para ello, los autores han consultado las fuentes y los textos originales en cada país y han llevado a cabo un estudio comparativo que permita identificar las conexiones y los puntos de encuentro entre los marcos regulatorios en ambos países, así como las principales diferencias y rasgos peculiares de cada cultura periodística. En la elección del objeto de estudio y del análisis comparativo se ha optado por contrastar el sistema español con el austríaco, por tratarse de un marco profesional menos conocido que el anglosajón, y con una especial relevancia en Centroeuropa. No se pretende hacer un elenco exhaustivo de todos los aspectos que afectan al marco regulador del periodismo en ambos países, sino que se han seleccionado aquellos más relevantes, sobre los que haya datos recientes y accesibles, que permitan la comparación. Se trata de establecer conclusiones y no quedarse sólo en declaraciones de los periodistas o responsables de los medios. No hemos abordado aspectos económicos o legales, que por su amplitud serían objeto de otro estudio. Con la finalidad de dar un enfoque actual al análisis comparativo, el periodo objeto de estudio comprende las dos últimas décadas. 3. Mecanismos de autorregulación periodística en España Los mecanismos de autorregulación periodística se traducen en modos de ejercer la responsabilidad social de los medios para asegurar que ni periodistas ni empresarios vulneren el derecho a la información de la sociedad, teniendo en cuenta que la principal justificación social de su existencia, de la cual se derivan una serie de privilegios, consiste en fiscalizar a los poderes públicos y fácticos en beneficio de la sociedad. De acuerdo con Aznar (1999a: 19), la autorregulación persigue “el objetivo de hacer efectiva la deontología de una determinada actividad o contribuir a ello; quienes le dan continuidad son los mismos agentes que llevan a cabo dicha actividad”. En este planteamiento subyace una cierta ambigüedad entre el objetivo de asegurar que el medio cumple su responsabilidad ante el público y el de proteger su imagen, y por tanto los intereses corporativos. La autorregulación se sitúa entre el derecho y la práctica profesional para “cubrir la distancia entre el mínimo regulador del derecho y el ideal ético flexible en una esfera de la actividad social, propiciando que cada uno asuma su parte correspondiente de corresponsabilidad” (Aznar, 1999a: 57). Según Villanueva (2001:178), el concepto de autorregulación informativa presenta varios elementos constitutivos. En primer lugar, un sistema de conducta que deben observar personas físicas y jurídicas en relación con el fenómeno comunicativo. Dicho sistema se basa en la adopción de un conjunto de normas ISBN: 978-84-938428-0-2 Página 4 Actas – II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – Universidad La Laguna, diciembre de 2010 para fortalecer las libertades informativas con responsabilidad social. También se establece algún organismo encargado de ejecutar dichas normas. La definición de un modelo de autorregulación profesional se deriva de las exigencias que entraña la protección de los bienes, con amplia repercusión social, que tutela dicha profesión (en el caso del periodismo, el derecho universal a la información). Sin embargo, no siempre es así. Como señala Bonete (VV. AA, 1999:43), los mecanismos de autorregulación “en muchas ocasiones están más para salvaguardar los intereses del propio medio que para tomar nota de las críticas de los usuarios e impulsar modificaciones sustanciales en el comportamiento de los profesionales”. Los periodistas se encuentran atrapados entre condicionamientos políticos (concesiones administrativas, subvenciones, ayudas) y económicos (inversión publicitaria, presiones de los anunciantes) que dificultan el cumplimiento de los códigos de conducta. A continuación, analizamos brevemente los principales autorregulación existentes en los medios españoles. mecanismos de 3.1. Los códigos éticos Los medios de comunicación españoles no han sido partidarios de adoptar códigos que coartaran su libertad e independencia ante el Estado, por lo que han preferido promover el concepto de autorregulación y la creación de códigos éticos. El primer código deontológico colectivo en España, el Código Deontológico de Periodistas de Cataluña, fue aprobado el 1 de noviembre de 1992. Explica Coca (1997: 112) que este código contribuyó al surgimiento de otros códigos deontológicos. A partir de este momento, crece la aprobación de códigos internos de diferentes colectivos, como el de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) en 1993, y el del Sindicato de Periodistas de Madrid, que en 2000 aprobó su propio código deontológico. En el ámbito audiovisual, la implantación de códigos éticos en los medios se desarrolló notablemente en la década de los noventa. En la actualidad, sólo tres televisiones cuentan con un código ético de sus servicios informativos aunque, en realidad, se trata de documentos muy diversos. Canal Sur fue la primera televisión en publicar una serie de normas éticas en su libro de estilo en 1991. Fue un paso importante: dar a conocer al público los principios básicos que intervienen en el proceso informativo, para que pueda comprender y juzgar mejor la actividad profesional. La primera parte del manual se ocupa de describir el estilo de los informativos que, en esas fechas, comenzaban a emitirse en la Radiotelevisión de Andalucía. Resulta de especial interés el apartado 5, que versa sobre la elaboración de la información y contiene normas sobre el tratamiento de las fuentes informativas, la imparcialidad, el lenguaje obsceno y el uso de recreaciones. ISBN: 978-84-938428-0-2 Página 5 Actas – II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – Universidad La Laguna, diciembre de 2010 Por su parte, Telemadrid recogió los principios de deontología profesional en su libro de estilo, publicado en 1993. Abarcan cuestiones como la precisión en las informaciones, el derecho de réplica, la intromisión en la intimidad de las personas, la identificación de las víctimas de delitos o las informaciones sobre menores. CNN+, la cadena de información continua, cuenta con un código de veinte principios éticos. Se trata de estándares que regulan la independencia en el tratamiento de los acontecimientos noticiosos, los conflictos de interés que puedan plantear los periodistas, la prohibición expresa de comprar informaciones y los principios de equidad y veracidad. Dicho código fue una de las condiciones que la CNN estipuló necesaria para llegar al acuerdo de participación conjunta en este canal. Los códigos deontológicos aprobados en los últimos años en España presentan dos novedades importantes. De una parte, se ocupan de aspectos más concretos de la información, tales como el terrorismo, la violencia doméstica, la inmigración, etc. De otra, su elaboración ha contado en muchos casos con la participación activa de colectivos y entidades de la sociedad civil que no están directamente relacionadas con los medios de comunicación. Entre los valores que se defienden con mayor frecuencia, destaca el relacionado con el respeto a la verdad y el compromiso para encontrarla (contrastar las fuentes, investigar los hechos, diferenciar entre información y opinión, etc.). Sin embargo, como observa Aznar (1997: 142), los códigos “no resuelven ni pueden resolver por sí solos todos los problemas éticos y deontológicos del mundo de la comunicación” y a menudo se han convertido en “papel mojado”. 3.2. El defensor del lector/espectador Esta figura, vigente en cuatro diarios (El País, desde 1985; La Vanguardia desde 1993, La Voz de Galicia, desde 2001 y El Correo Gallego, desde 2005) y en dos televisiones (RTVA y RTVE), se conforma como un mediador que posibilita el intercambio de ideas entre las diferentes instancias de la empresa informativa. El caso pionero del diario El País marcó un nivel de calidad exportable a otros países (Kaltenbrunner, 2006: 186). Según Maciá (2006: 49), la creación del defensor persigue los objetivos de lograr la excelencia profesional y servir con eficacia al ciudadano. Su poder emana de su capacidad para llamar la atención sobre las injusticias periodísticas. También sirve de vía de comunicación con el público y, a través del espacio del que suele disponer, el defensor puede explicar cuáles han sido los pasos y criterios seguidos al elaborar una información. Así, el público puede obtener no sólo un conocimiento más preciso del proceder del medio, sino también del mundo periodístico en general. ISBN: 978-84-938428-0-2 Página 6 Actas – II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – Universidad La Laguna, diciembre de 2010 Además, el defensor del lector resulta útil para conocer los intereses del público, los temas que más despiertan su sensibilidad o que más le motivan a participar y pronunciarse. Permite por tanto conocer aspectos que no se recogen en los índices de audiencia ni en las cifras de difusión. La radiotelevisión pública andaluza (RTVA) puso en marcha la figura del defensor del espectador y radioyente en 1995 con un marcado carácter de mediador con la audiencia y con la pretensión de formar al público sobre las normas de programación, publicidad y los derechos de los ciudadanos en materia audiovisual (Sánchez-Apellániz, 1996: 68). El 2 de febrero de 2006 se creó la Oficina del Defensor del Telespectador y del Radioyente de RTVE. El Defensor ha elaborado pautas de actuación sobre la mejora de la calidad de los contenidos, al respeto a la dignidad de las personas, el derecho a la intimidad, honor y propia imagen, la protección de la infancia y la promoción de la igualdad y no discriminación. Como resultado de su trabajo, en 2006 se realizaron 102 acciones explicativas, 84 operativas y 24 recomendaciones de mejora del servicio en la cadena pública (RTVE 2006). Cuenta con su propio estatuto (RTVE, 2007) y una sección específica en la web (http://www.rtve.es/defensora/). En los diarios, el defensor del lector varía el tiempo de ejercicio, si bien predomina la convicción de que no debe ejercerse demasiado tiempo seguido. En El País se ejerce por un año, prorrogable por otro. En La Vanguardia abarca dos años, prorrogables otros dos. En RTVA comprende la legislatura del Consejo de Administración que lo nombra. Las reglas de funcionamiento de los defensores de El País y La Vanguardia están recogidas en sus respectivos estatutos y preservan el derecho de los profesionales afectados por una investigación a ser escuchados y a comprobar que se recoge su versión en la respuesta a los lectores (Aznar, 1999:b). Además de asegurar la confidencialidad de las investigaciones y preservar el derecho al secreto profesional de los periodistas, así como sus otros derechos individuales o colectivos, dichas normas de funcionamiento en El País y La Vanguardia procuran que el defensor del lector no se extralimite en sus funciones y plantean la intervención de la Dirección para solucionar los posibles conflictos. 3.3. Los Consejos Audiovisuales Los Consejos Audiovisuales son autoridades independientes que regulan la actividad de los medios audiovisuales en el marco legal, con el fin de velar por el cumplimiento de la normativa audiovisual y por el respeto de los derechos y libertades de los ciudadanos en materia audiovisual, de regular y apoyar el desarrollo de la industria audiovisual y de observar la adecuada relación de la Administración con los medios audiovisuales. ISBN: 978-84-938428-0-2 Página 7 Actas – II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – Universidad La Laguna, diciembre de 2010 En enero de 2010, el Congreso comenzó los trámites de la nueva Ley Audiovisual. Dicha ley pretende articular una regulación homogénea del sector, unificando en un solo cuerpo legal toda la regulación de la radiotelevisión, eliminando las diferencias reguladoras entre los distintos operadores en función de sus ámbitos de cobertura o las tecnologías de transmisión, adaptando la normativa comunitaria (Directiva de Servicios de Comunicación Audiovisual) e incorporando las nuevas realidades tecnológicas. Además, la ley contempla la creación de un Consejo Estatal de Medios Audiovisuales. En España operan consejos audiovisuales en tres comunidades autónomas. El Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC) es una autoridad independiente, con personalidad jurídica propia, que emana de la Ley 2/2000 del Parlamento de Cataluña. Se encarga de velar por el cumplimiento de la legislación y las directivas de las administraciones que tienen competencia en ello, desde las europeas hasta la catalana, así como de velar por el pluralismo interno y externo de los medios, la honestidad informativa, el cumplimiento de la misión de servicio público y la diversidad accionarial de los medios privados. Según se afirma en sus estatutos, la finalidad del CAC se centra en garantizar el cumplimiento de la normativa relativa al audiovisual, especialmente la que regula la programación y la publicidad, y asegurar el cumplimiento de las condiciones de las concesiones y la observancia de la normativa europea. El Consejo también busca garantizar el pluralismo político, religioso, social, lingüístico y cultural en el conjunto del sistema audiovisual en Cataluña; velar por la neutralidad y honestidad informativas y preservar el cumplimiento de las normas relativas al uso, a la preservación y normalización de la lengua y cultura catalanas y el impulso del aranés. También informa sobre adjudicación de concesiones para la gestión de emisoras y posee potestad sancionadora en el ámbito de la Generalitat en las infracciones del marco regulador del audiovisual por parte de los operadores. El Consejo Audiovisual de Navarra (CoAN) se creó el 5 de julio de 2001 por la Ley Foral 18/2001, que regula la actividad audiovisual en Navarra y pone al frente a una autoridad audiovisual independiente. La actividad del Consejo comenzó en febrero de 2002, con la toma de posesión de los siete consejeros. El CoAN lleva a cabo un seguimiento de la programación de los medios radiofónicos y televisivos y de los contenidos publicitarios de los medios audiovisuales navarros para garantizar que respetan los principios constitucionales. También estudia las propuestas de concesión o renovación de las licencias de radio y televisión e informa preceptivamente al Gobierno de Navarra al respecto. El Consejo Audiovisual de Andalucía regula la actividad de los medios audiovisuales en esa comunidad autónoma, según las funciones atribuidas en su Ley de Creación 1/2004. Su cometido es velar por el respeto de los derechos y libertades reconocidos en la Constitución y el Estatuto de Andalucía, así como por el cumplimiento de la normativa vigente en materia audiovisual y de publicidad. Está integrado por once miembros, elegidos por el Parlamento andaluz. Cuenta ISBN: 978-84-938428-0-2 Página 8 Actas – II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – Universidad La Laguna, diciembre de 2010 con una Oficina de Defensa de la Audiencia, que recibe y tramita las quejas y peticiones sobre los contenidos de la programación, de la publicidad y la televenta en radio y televisión. Como señala Butti (2005:149), la filosofía de estos consejos se basa en tratar de prevenir los litigios a través de la búsqueda de acuerdos amplios. En el caso del CAC, obtiene su reconocimiento por el hecho de que “sus decisiones se adoptan prácticamente por unanimidad entre sus miembros”. 3.4. El Estatuto del Periodista Profesional La principal herramienta jurídica de regulación externa de la que la profesión periodística ha pretendido dotarse en España ha sido el Estatuto del Periodista Profesional. El texto fue presentado en el Congreso de los Diputados como una proposición de Ley, por el grupo parlamentario de Izquierda Unida el 23 de abril de 2004. Durante esa Legislatura se produjeron una serie de comparecencias de periodistas, editores, responsables de organizaciones profesionales, etc. Sin embargo, la oposición frontal de los editores españoles frenó en seco una iniciativa parlamentaria que era demandada por la profesión desde hace años. El primer rechazo al texto, por parte de colectivos profesionales, tuvo que ver con el artículo 1 del capítulo 1 del Estatuto donde se hablaba sobre la titularidad, acreditación y titulación del periodista profesional [1]. La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) que es el mayor colectivo profesional del país, con más de 11.000 periodistas asociados, comenzó apoyando el proceso, pero muy pronto mostró su oposición al texto. Para la FAPE, el primer capítulo del articulado no ponía en valor la Licenciatura de Periodismo como vía de acceso a la profesión. 3.4.1. Los Comités de Redacción El Estatuto del Periodista Profesional, además de establecer de la mejor manera posible el perfil del periodista, también intentaba regular sus deberes y derechos, dedicando un breve, pero adecuado capítulo, al perfil de los directores de los medios, e introduciendo un quinto capítulo, con tres artículos, sobre los comités de redacción. El comité de redacción es un órgano de control interno muy poco utilizado en el periodismo español. Básicamente se trata de un cauce de participación de los periodistas en la orientación editorial. El Estatuto matizaba que “son órganos de mediación entre las empresas y las periodistas, en lo que afecta a los derechos conferidos por este Estatuto y a cualquier profesional que pueda suscitarse” [2]. Los Comités de Redacción no asumían la representación laboral de los periodistas y se planteaban para redacciones con más de ocho periodistas en plantilla. Dichos Comités debían estar informados con carácter previo sobre cualquier cambio sustancial de la línea editorial, sobre los planes de organización de la Redacción y sobre la destitución y nombramiento del director y otros responsables editoriales. ISBN: 978-84-938428-0-2 Página 9 Actas – II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – Universidad La Laguna, diciembre de 2010 3.4.2. El Consejo Estatal de la Información Sin lugar a dudas, el articulado que puso en pie de guerra a los editores y a distintos colectivos profesionales, incluida la propia FAPE, fue el correspondiente al capítulo sexto y que se ocupaba de los Consejos de Información, proponiendo la creación del Consejo Estatal de la Información. El Estatuto preveía constituir, en un plazo de seis meses tras su aprobación, un Consejo Estatal de la Información con la función general de promover los derechos a la libertad de expresión e información y de modo específico el derecho del público a recibir información. El Consejo, en la línea del Consejo Audiovisual de Cataluña, debía ser un organismo público independiente del poder ejecutivo, que rindiera cuentas de su actuación al legislativo y con dotación a cargo de los Presupuestos Generales del Estado. El Consejo se diseñó con una estructura en varias comisiones, como la de Acreditaciones, la Deontológica o la de Estudios que rendirían cuentas ante un plenario. La Comisión de Acreditaciones debía ser la encargada de expedir el carné profesional de periodista. La Deontológica sería competente, entre otras cosas, para imponer sanciones. Tampoco veían bien los editores la composición heterogénea de veintidós personas que se proponía en el Estatuto para dicho Consejo Estatal de la Información y que quedaba formada por ocho periodistas elegidos por mayoría cualificada, cuatro por el Congreso y cuatro por el Senado; cuatro representantes de las asociaciones empresariales de la comunicación elegidos por mayoría cualificada, dos por el Congreso y dos por el Senado; dos juristas de reconocido prestigio elegidos por mayoría cualificada, uno por el Congreso y el otro por el Senado, cuatro representantes de las centrales sindicales de ámbito estatal elegidos por mayoría cualificada, dos por el Congreso y dos por el Senado, y finalmente otros cuatro representantes de asociaciones de consumidores, radioyentes o telespectadores elegidos por mayoría cualificada, dos por el Congreso y dos por el Senado. El artículo 31 proponía descentralizar dicha estructura y que las Comunidades Autónomas, a través de sus parlamentos regionales, tuvieran la posibilidad de aprobar Consejos Autonómicos de la Información, con sus respectivas comisiones. Las empresas editoras, también la FAPE y otros colectivos profesionales, no así los sindicatos y los colectivos que impulsaron el Estatuto, frenaron desde un primer momento la tramitación parlamentaria del texto argumentando básicamente que el Consejo Estatal de la Información y los Consejos Autonómicos supondrían una merma a la libertad de expresión e información. Ante la falta de apoyos parlamentarios de los grupos mayoritarios, PSOE y PP, la proposición de Ley presentada por Izquierda Unida fue languideciendo y cayendo en el olvido durante los últimos años. 4. Organización de la profesión en España ISBN: 978-84-938428-0-2 Página 10 Actas – II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – Universidad La Laguna, diciembre de 2010 Las tres patas sobre las que sustenta la organización de la profesión periodística en España son las asociaciones de periodistas (especializadas y generales), los sindicatos (sectoriales y de clase) y los colegios profesionales. 4.1. Sindicatos para periodistas Su objetivo principal es la defensa de los derechos laborales de los trabajadores, con una labor de interlocución mediante los comités de empresa. Son pocas las empresas periodísticas españolas en las que trabajan de manera coordinada comités de redacción y de empresa, cada uno en su ámbito. Los sindicatos sectoriales periodísticos españoles se agrupan en la FeSP, mientras que los principales sindicatos de clase con secciones de prensa importantes son UGT y CC.OO. Todos apoyaron el Estatuto del Periodista Profesional, argumentando la necesidad de regular el sector de manera ordenada, de ejercer controles de contenidos y de licencias y, fundamentalmente, lo defendieron como herramienta para una mejor defensa de los derechos de los trabajadores del sector. La Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) se constituyó el 20 de mayo de 2001 con el fin de integrar a los sindicatos independientes de profesionales de la información que tienen como ámbito de actuación sus respectivas comunidades autónomas y poder representar de manera directa a los profesionales de comunidades donde no existan sindicatos adheridos a la FeSP. Las prioridades de la FeSP son la lucha contra las plantillas encubiertas, la indefensión de los periodistas a la pieza, la explotación de los estudiantes en prácticas y la reducción irracional de las plantillas. Desde la FeSP se considera que la falta de una legislación que regule los derechos de los periodistas es el motivo de la precariedad laboral y profesional en España. En la actualidad integran la FeSP: Sindicat de Periodistes de Catalunya, Sindicato de Periodistas de Madrid, Sindicato de Periodistas de Andalucía, Sindicat Periodistes Illes Balears, Sindicatos de Profesionales de la Información de La Rioja, Unión de Profesionales de la Comunicación de Canarias y el Sindicato de Xornalistas de Galicia. El motor de la FeSP es el Sindicat de Periodistes de Catalunya que funciona desde 1993 y trabaja de manera coordinada con el Collegi de Periodistes de Catalunya. La principal labor del sindicato catalán se centra en la formación laboral y organización de congresos profesionales, destacando en este sentido el Congrés del Sindicat de Periodistas de Catalunya. Dentro de la FeSP también destaca el caso del Sindicato de Periodistas de Madrid, segundo en afiliación, que edita la publicación sindical Luz y Taquígrafos. La organización sindical para periodistas en España se completa con la Agrupación de Periodistas de CC.OO y la Agrupación General de Periodistas de UGT, dentro de los sindicatos de clase. Ambos colectivos, junto con la FeSP y colegios profesionales de Cataluña y Galicia, integran lo que se ha dado en llamar el Foro de Periodistas. 4.2. Asociaciones de periodistas ISBN: 978-84-938428-0-2 Página 11 Actas – II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – Universidad La Laguna, diciembre de 2010 El objetivo principal de las asociaciones de periodistas en España es la defensa de la profesión en el sentido más amplio del término. Además se encargan de la organización de eventos, publicaciones, relaciones sociales, algunas de formación, y todas las integradas en FAPE de la tramitación del carné de periodista. Cabe distinguir dos tipos de asociaciones: generales y especializadas. Con mayor o menor incidencia, conviven más de cincuenta organizaciones profesionales especializadas. Entre las más importantes, figuran la Asociación de Periodistas Europeos o la Asociación de Periodistas Deportivos. Pero el colectivo profesional que más profesionales del periodismo aglutina en España es la FAPE (Federación de Asociaciones de Periodistas Españoles), integrada por más de 13.000 periodistas. Es el órgano encargado de tramitar los carnés de prensa nacionales e internacionales, ya que está integrada en la FIP (Federación Internacional de Prensa). Solamente pueden acceder al carné FAPE los licenciados en Periodismo. En el censo de esta federación estatal están inscritas 46 asociaciones de periodistas. Normalmente esta territorialidad se corresponde con las distintas provincias españolas, aunque hay asociaciones que representan a comunidades autónomas, ciudades e incluso comarcas, caso de la Asociación de Periodistas de Aragón, la Asociación de Periodistas de Vigo o la Asociación de Periodistas de Campo de Gibraltar. La centenaria Asociación de la Prensa de Madrid sigue siendo la que más afiliación y, por tanto, más representatividad adquiere dentro de FAPE. Del total de 13.137 periodistas afiliados a FAPE, Madrid cuenta con 6.941, más del 50%. Esto quiere decir que cualquier decisión federada debe tener el visto bueno de Madrid. En el plano cuantitativo, además del caso excepcional de Madrid destaca la afiliación en colectivos territoriales como Sevilla, más de setecientos afiliados, Aragón, con 543, y País Vasco, también por encima de los 500. En cuanto al perfil del afiliado, todavía son mayoría los hombres, 7.131, aunque la tendencia indica que en breve esto cambiará y las periodistas afiliadas a FAPE superarán a los hombres. Las principales demandas de los asociados a la FAPE son luchar por mejorar las condiciones económicas y laborales de los periodistas, y la defensa a ultranza de la profesión en un momento tan complejo como el actual. De igual modo, los asociados consideran que la Federación debe luchar contra el intrusismo laboral, defender los valores de la profesión y trabajar en pos de conseguir servicios profesionales de interés, ya sean médicos, jurídicos o de cualquier otra índole. Y en esta línea, la mayoría de las asociaciones de periodistas centran su actuación en servicios como bolsas de trabajo, convenios con entidades financieras, convocatorias de premios, publicaciones, servicios jurídicos, formación continua, convenios con las administraciones públicas, servicios médicos, formación para desempleados, etc. Según los últimos informes FAPE (2009, 56), a sus afiliados les preocupa fundamentalmente la precariedad laboral, la falta de independencia, la mala imagen de la profesión y el intrusismo profesional. ISBN: 978-84-938428-0-2 Página 12 Actas – II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – Universidad La Laguna, diciembre de 2010 4.3. Colegios profesionales de periodistas El tercer eje de la organización periodística en España lo conforman los colegios profesionales de periodistas, con objetivos similares a los de las asociaciones de periodistas, (la defensa de la profesión), pero con el refuerzo de ser una herramienta jurídica aprobada por los parlamentos autonómicos. En la actualidad existen tres colegios de periodistas: Col-legi de Periodistes de Catalunya, el Colegio de Xornalistas de Galicia y el Colegio de Periodistas de Murcia. El decano de este tipo de organizaciones profesionales es el Col-legi de Periodistes de Catalunya que funciona desde 1985 de manera coordinada con el Sindicat de Periodistes de Catalunya. Se trata del colectivo profesional más importante de Catalunya y uno de los más fuertes de España, manteniendo un estatus de colectivo asociado a la FAPE y participando, por ejemplo, en las asambleas anuales de la Federación estatal. Además de actuar como órgano colegiado que regula la profesión en Cataluña, el Col-legi de Periodistes también edita publicaciones como Capçalera o el Anuario de la Información en Cataluña. Además tienen un laboratorio de comunicación pública donde se hace investigación de los medios de comunicación en el ámbito catalán. Igualmente, desde hace varios años viene funcionando en Barcelona gracias al Col-legi de Periodistes de Catalunya, el Centro Internacional de Prensa. El siguiente en ponerse en marcha fue el Colegio de Xornalistas de Galicia, pero su organización y funcionamiento difiere bastante del caso catalán, no en vano en Galicia han seguido funcionando las asociaciones de la prensa, y la convivencia entre esos diferentes colectivos han sido bastante complicada. En abril de 2009, nació el tercer y último, por ahora, colegio profesional de periodistas en España, el de Murcia. En este caso colegio y Asociación de la Prensa de Murcia han ido de la mano para la culminación del proceso de colegiación (VV.AA: 2009, 20). El primer decano de este nuevo colegio profesional considera estos procesos de colegiación “un revulsivo necesario” para dar pasos importantes de cara a dignificar la profesión en los distintos territorios. En el artículo dos del nuevo estatuto del colegio murciano quedan perfectamente definidas las tareas de este colectivo que se centran en profundizar en la mejora de las condiciones en las que los periodistas llevan a cabo su trabajo, en la defensa profesional de sus miembros, en proporcionar servicios asistenciales, garantizar la independencia y la libertad informativas en beneficio de una sociedad libre y democrática, así como la defensa, de acuerdo con el artículo 20.1 de la Constitución Española, de los derechos a la libertad de información y de expresión garantizados a todos los ciudadanos. De igual modo, el colegio murciano, da gran valor en su nuevo estatuto a la necesidad de salvaguardar a la sociedad de aquellas informaciones que tienden a deformar voluntariamente la realidad de los hechos; poner especial interés en la defensa del secreto profesional y en la aplicación de la cláusula de conciencia, ISBN: 978-84-938428-0-2 Página 13 Actas – II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – Universidad La Laguna, diciembre de 2010 como también regula el anteriormente mencionado artículo de la Constitución Española; y en promover o apoyar iniciativas para la creación de empresas de comunicación encaminadas a potenciar y complementar la formación de los colegiados y de los miembros del colectivo periodístico en general. 4.4. La singularidad de la Associaciò de Mitjans Digitals de Comunicaciò de la Comunitat Valenciana La falta de regulación y de autorregulación se hace notoria en España en el sector de medios de comunicación online. Los colectivos profesionales, organismos y herramientas descritos anteriormente se ocupan básicamente de prensa, también de radio y televisión, pero existe un vacío importante en todo lo que se refiere a Internet. Por este motivo, llama positivamente la atención la aparición de organizaciones de ámbito local dispuestas a trabajar en pos de la regulación del sector, es el caso de la Associaciò de Mitjans Digitals de Comunicaciò. Este colectivo se constituyó en diciembre de 2009, sin ánimo de lucro, y con la finalidad de agrupar aquellos medios digitales de comunicación de la Comunidad Valenciana interesados en colaborar para fortalecer el sector y fomentar su viabilidad económica. La Associaciò quiere mejorar la oferta de contenidos informativos de calidad en la red y su visibilidad, constituyéndose como una herramienta para defender los intereses empresariales de los asociados y del conjunto de los medios digitales. Entre los principales objetivos de la AMDCV destaca la defensa de los intereses empresariales de los asociados, promover la creación de una estructura de soporte, representar a los asociados ante la Administración. fomentar la visibilidad pública, promover y facilitar auditar audiencias, dignificar el colectivo como medio profesional de comunicación, fomentar la formación especializada en periodismo digital, facilitar la planificación de la publicidad, intercambiar conocimientos y tecnología entre sus miembros, promover los contenidos originales y en valenciano en la Red, promover iniciativas en beneficio de los medios digitales, realizar estudios intersectoriales y fomentar la autorregulación ética de los medios digitales. 5. Mecanismos de autorregulación periodística en Austria En Austria, el periodismo es una profesión libre, tampoco hay formación obligatoria, no hay afiliación obligatoria en un sindicato ni en un colegio, ni tampoco es necesario aprobar estudios establecidos o conseguir una licencia oficial. Todo esto existe, pero solamente de una forma facultativa. Las facultades de periodismo se fundaron hace una década. Desde mediados del siglo XX, cualquiera puede inscribirse en la sección de periodistas del sindicato o solicitar un carné de prensa que será expedido por el Ministerio del Interior después de comprobar unos mínimos criterios. Por tanto, en Austria es periodista quien publica y cobra por ello. Este modo de entender el periodismo se basa en la tradición histórica. Durante el Austrofascismo y el Nacionalsocialismo, desde 1934 hasta 1945, el periodismo en ISBN: 978-84-938428-0-2 Página 14 Actas – II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – Universidad La Laguna, diciembre de 2010 Austria estuvo sometido a una censura y una reglamentación muy dura y autoritaria. Después de la liberación del país, desde 1945 hasta 1955, los aliados controlaron las empresas mediáticas, de forma más o menos intensa. Dada esta experiencia y tras la retirada de los aliados, todos los partidos estuvieron de acuerdo en que el periodismo debía ser un oficio libre, sin restricciones. 5.1. El marco legal Las actividades periodísticas han sido objeto de varias leyes en Austria. La más antigua y aún en vigor es la denomina „Journalistengesetz‟ (Ley de Periodistas) de 1920, que otorgaba protección contra el despido y otros derechos laborales a redactores y colaboradores. Durante la Primera República, esta ley debía garantizar la libertad de expresión después de siglos de monarquía y censura. La „Mediengesetz‟ (Ley General Austriaca de los Medios promulgada en 1981), fue modificada por última vez en 2005, y remite a los „Redaktionsstatuten‟ (estatutos de la redacción) que definen las posibilidades y los límites del trabajo periodístico en una empresa. Pero según la propia ley, tales estatutos no son obligatorios. En la Ley ORF-Gesetz, que fue modificada varias veces (la última en 2002), se determinan las condiciones para el trabajo periodístico en la radiotelevisión pública (ORF). Desde 1974, una ley constitucional garantiza explícitamente la independencia de la ORF. En las leyes más recientes sobre radio y televisión privada („Privatradio-Gesetz‟ y „Privatfernseh-Gesetz‟, ambas de 2001) se definen las condiciones para la admisión de empresas privadas de radio y televisión en Austria. Estas leyes mencionan el trabajo periodístico, pero no lo explican de forma exacta. La adjudicación de una licencia para empresas privadas audiovisuales no pone como condición una cierta calidad del trabajo periodístico. Tampoco hay condiciones ni sugerencias para la autorregulación. Las bases más importantes para la actividad profesional en la prensa son los „Journalisten-Kollektivverträge‟, convenios acordados anualmente entre representantes de trabajadores y empresarios. Estos convenios se refieren al „Ehrenkodex der österreichischen Presse‟ (código de honor de la prensa austriaca) que fue presentado en 1961 y modificado muchas veces desde entonces. A pesar de varias menciones en las leyes, no queda bien claro quién es periodista en Austria. Hoy en día, los límites entre periodismo y relaciones públicas, o también entre periodismo profesional y periodismo aficionado son imprecisos. Algunos propietarios de medios no contratan a periodistas profesionales, actuando al borde de la ilegalidad, con objeto de no pagar salarios elevados. Numerosas tareas y perfiles, tanto de periodistas „free-lance‟ como de colaboradores de agencias, de gabinetes de comunicación o de medios digitales. no aparecen en las definiciones de actividad periodística en los convenios colectivos. ISBN: 978-84-938428-0-2 Página 15 Actas – II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – Universidad La Laguna, diciembre de 2010 La investigación Journalisten-Report (Kaltenbrunner, 2009: 67) destaca que en Austria trabajan como periodistas un total de 7.100 personas. Más de la mitad lo hace en la prensa, poco más que una cuarta parte trabaja en radio o televisión, un 4% del total lo hace en el periodismo online y un 3% trabaja en agencias. 5.2. Niveles de la reflexión ética En la literatura científica se distinguen cuatro niveles de ética periodística para el análisis de los procesos de control y regulación (Karmasin, 2002; Funiok, 1996). En el caso de Austria, en todos estos niveles se advierte una disparidad entre el ideal y la práctica profesional. El primer nivel, el de la „Individualethik‟ (ética individual), de acuerdo con Funiok (1996: 98), resulta de la apropiación de las virtudes periodísticas y de la autocrítica y conlleva a esfuerzos para aumentar la calidad y profesionalidad. Esta conciencia periodística surge de la socialización primaria y secundaria, de la experiencia y de la motivación. Dicha moral individual está vinculada a la ética profesional. Ésta se expresa, por ejemplo, en códigos profesionales como el „Ehrenkodex der österreichischen Presse‟ (código de la prensa austriaca) que se desarrolló de manera sistemática desde 1961. La investigación de Karmasin (2005: 56) muestra que la mayor parte de los periodistas austriacos desconoce el contenido de estos códigos. Durante décadas, los periodistas de mayor edad enseñaron a las nuevas generaciones de periodistas los principios de la ética periodística individual. Dentro de los estrechos límites que plantea el sistema y la empresa, explica Kaltenbrunner que el “espíritu crítico, quizás por propio interés y en la propia empresa, es más bien un obstáculo en la carrera periodística” ( 2001:14). El segundo nivel, la „Institutionsethik‟ (ética institucional), incluye normas formales e informales para la organización periodística. Aquí influyen también tradiciones institucionales, jerarquías y sobre todo las demandas por parte del mercado y del público. Los códigos de conducta de los medios austriacos son más bien superficiales. La publicación anual de los „Blattlinien‟ (línea editorial del periódico) ofrece declaraciones muy genéricas sobre la democracia y el pluralismo, con connotaciones ideológicas demasiado evidentes. Pocos diarios y revistas disponen de „Redaktionsstatuten‟ (estatutos de la redacción) que definen la relación entre el propietario y los periodistas, y también la participación de ambos en el nombramiento de los redactores jefe. Ninguno de los 17 diarios austriacos cuenta con un libro de estilo. De igual modo, el „Ombudsman‟, comparable con los diferentes modelos españoles de Defensor del lector, caso de El País, solo existe en el diario Der Standard desde 2007. Algunos periódicos se han comprometido a publicar con regularidad sus propios errores, siendo todavía muy escasa esta práctica en la prensa austriaca. ISBN: 978-84-938428-0-2 Página 16 Actas – II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – Universidad La Laguna, diciembre de 2010 Stapf (2006: 194) señala que el objetivo de estos mecanismos se centra en conseguir paralelamente el autocontrol de los medios como discurso permanente, así como “una necesaria autocrítica”. En el seno de las asociaciones profesionales, los consejos de prensa o de medios, suelen ubicarse instrumentos de autocontrol que implementan, institucionalizan y desarrollan las normas que permiten medir el desarrollo y el cumplimiento de la ética periodística. En este sentido, hay que destacar el „Presserat‟ (Consejo de Prensa), fundado en 1961 y disuelto en 2001, que en 2010 se está reactivando. El tercer nivel corresponde a las asociaciones profesionales. Hace diez años unos periodistas de medios prestigiosos, junto a varios académicos, fundaron la asociación „Qualität im Journalismus‟ (calidad en el periodismo) que organiza debates públicos sobre este tema. Desde hace 150 años el club periodístico „Presseclub Concordia‟ se ha convertido en el principal foro profesional de periodistas. Este club exige a sus miembros la promesa de que se comprometen con “la libertad de expresión vinculada a la obligación de actuar de forma moral”, (Brandner-Radinger, 2009: 9). El „Kuratorium für Journalistenausbildung‟ es otra institución fundada por empresarios y sindicatos, que ofrece cursillos desde 1970. Cuenta con un Manual de Periodismo Práctico donde se discute la autorregulación, tal y como destaca Washietl (2004: 35). Los estudios de Periodismo en escuelas superiores no se implantaron en Austria hasta 2001 (las primeras en Graz y Viena), y han supuesto un claro signo de profesionalización. El cuarto nivel tiene que ver con la „Publikumsethik‟ (ética del público), que resulta poco habitual tanto en Austria como en otros países europeos, según Gottwald (2006, 81). Pocas empresas editoras trabajan este aspecto. Un ejemplo es el caso del diario Vorarlberger Nachrichten con el „Leserbeirat‟ (consejo de lectores), que cuenta con 20 miembros y organiza auténticos foros públicos con los lectores. En ORF, la radiotelevisión pública, existe un consejo llamado „Publikumsrat‟ cuyos miembros son nombrados por el propio canciller, como representante de los grupos sociales, y debaten sobre cuestiones relacionadas con la programación y la ética. Estos mecanismos aún se han desarrollado escasamente en Internet, donde empiezan a surgir colectivos que demandan regulación y autorregulación. Es el caso de weblogs como zib21.com donde se mantienen debates de altura, pero con poco público y ninguna influencia notable en el discurso público sobre cuestiones mediáticas. La mayoría de los foros con amplia repercusión se basa en periodistas o editores prominentes, como por ejemplo el editor de informativos de ORF, ZIB2. Casi 10.000 usuarios siguen el twitter de este presentador twitter.com/arminwolf que se muestra crítico frente a los medios y también frente a sí mismo. Otra iniciativa de estas características fue la de „SOS-ORF‟, iniciado por prominentes personajes de los medios, la política y la cultura, que exigieron más ISBN: 978-84-938428-0-2 Página 17 Actas – II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – Universidad La Laguna, diciembre de 2010 independencia del Gobierno para el director y los periodistas de la ORF. La sociedad civil austriaca, muy presente en la vida del país, posee en cambio escasa influencia como regulador ético en el sector de la comunicación. Así como el legislador distingue entre el mercado de prensa, el sector electrónico privado y público y la regulación para el sector general de las Tecnologías de Información y Comunicación, la actividad periodística y las rutinas profesionales dependen de cada medio, y en la autorregulación apenas existen estrategias convergentes e independientes. Para colmo, en 2001 desapareció un organismo tradicional, el consejo austriaco „Presserat‟, que durante cuatro décadas había servido como autorregulación de la prensa y orientación para todo tipo de medios. En la actualidad, el „Presserat‟ se está reinventando. 6. El modelo de la autorregulación de la prensa austriaca: el ‘Presserat’ 6.1. El ‘Presserat’ El modelo de la autorregulación de la prensa austriaca tuvo uno de sus momentos más importantes en 1961, con la puesta en marcha del „Presserat‟. Bernthaler explica la génesis y el auge de esta figura (2001: 23). En 2001, esta institución fue disuelta. Sin embargo, en diciembre de 2009, representantes del sindicato de periodistas y de los editores anunciaron que pretendían establecer un consejo de prensa para la primavera de 2010. Se trata de la resurrección del „Presserat‟. Ya para el primer „Presserat‟ hicieron falta largas negociaciones entre la patronal y los sindicatos de la federación de periódicos austriacos („Verband österreichischer Zeitungen‟, VÖZ) y el sindicato de los periodistas, como entidades responsables. Más tarde participó también la federación de las revistas austriacas („Österreichischer Zeitschriftenverband‟, ÖZV), y el „Presseclub Concordia”, una asociación de periodistas con mucha tradición. Durante cuatro décadas este „Presserat‟ trabajó aplicando el „Ehrenkodex der österreichischen Presse‟ (código de la prensa austriaca). Este código fue actualizado muchas veces por el „Presserat‟ y funcionó como un preámbulo sobre los principios éticos del periodismo. Dicho documento regula cuestiones como la precisión del periodismo de investigación, la defensa de la intimidad personal, la separación entre contenidos periodísticos y publicitarios, y la diferenciación entre hechos y opiniones. El „Presserat‟ lo componían 24 delegados: diez nombrados por los editores de periódicos, otros tantos por el Sindicato de Periodistas, siendo completado por dos representantes de los editores de revistas y otros dos del „Presseclub Concordia‟. Durante años funcionaron como un Senado que se reunía varias veces al año. Abordaban las quejas de los ciudadanos, intentando ser lo menos burocráticos posible. El „Presserat‟ examinó cada caso, se debatieron los asuntos en sesiones a las que se invitó a testigos y se escuchó a los periodistas y editores afectados. ISBN: 978-84-938428-0-2 Página 18 Actas – II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – Universidad La Laguna, diciembre de 2010 Cada año, el „Presserat‟ abordaba unas treinta causas, con limitadas posibilidades de sanción. Si el „Presserat‟ consideraba que se había infringido el código de honor de la prensa austriaca, se podían exigir rectificaciones públicas y obligar a los editores a publicar el resultado de los juicios en el propio medio. Sobre estos casos informaban también la Agencia de Noticias Austriaca y otros medios. Pero el „Presserat‟ no podía exigir otras consecuencias directas ni sanciones. Por eso, tanto periodistas como querellantes criticaron al „Presserat‟, y lo consideraban como “un tigre sin dientes”. A pesar de todo, el trabajo y la sanción de la condena moral tuvieron gran importancia simbólica. Más de cien medios austriacos incluyeron en primera página el siguiente aviso legal: „Dem Ehrenkodex der österreichischen Presse verpflichtet‟ (medio comprometido con el código de honor de la prensa austriaca). Los dictámenes del „Presserat‟, más allá de cada caso, permitieron conocer cómo trabaja un medio de comunicación. Los límites del „Presserat‟ resultaron evidentes ante el caso del „Kronen-Zeitung‟, el periódico con más tirada y ventas del país. El „Kronen-Zeitung‟ se declaró de manera ostensiva como el único periódico que no se sometería ni al código de honor, ni a los juicios del‟ „Presserat‟. Este periódico sensacionalista, con una audiencia récord que supera el 40% de los austriacos que consumen prensa, fue objeto de numerosas quejas del público, y fue condenado repetidas veces por el „Presserat‟. El „Kronen-Zeitung‟ pasaba por alto estas sentencias y, ante las reacciones del resto de medios, criticaba duramente al „Presserat‟, calificándolo como una asociación superflua. En 1997, después de una condena del „Presserat‟, el diario sensacionalista entabló un pleito y denunció a todos los miembros del consejo por descrédito, exigiendo una indemnización millonaria. Finalmente, el „Kronen-Zeitung‟ y su editor perdieron este pleito y la justicia apoyó indirectamente al „Presserat‟ como órgano regulador de la profesión. Además del caso del „Kronen- Zaitung‟, otros editores empezaron a mostrar quejas hacia el „Presserat‟, destacando sobre todo la falta de recursos económicos, que impedía desarrollar un trabajo en condiciones. En 2001, los editores terminaron su colaboración con el „Presserat‟ y éste perdió todo su sentido como elemento regulador de editores y sindicatos. Hoy en día, la gran mayoría de los diarios y revistas todavía se declaran comprometidos con el código de honor, pero ya no se puede actuar contra una mala praxis dentro del sector. Además, el código no fue actualizado y ya no hay ninguna autoridad que canalice las quejas, solamente queda el recurso a los tribunales. Tras la desaparición del „Pressrat‟, surgieron otros intentos de poner en marcha herramientas similares. Uno de ellos partió de la Asociación de Redactores Jefe, que intentó crear, sin éxito, el „Leseranwaltschaft‟, una especie de Defensor del Lector para varias empresas periodísticas. ISBN: 978-84-938428-0-2 Página 19 Actas – II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – Universidad La Laguna, diciembre de 2010 En 2010, según han informado sindicatos y editores, se pretende establecer un „Presserat‟ nuevo y reformado. Se prevén cuatro cambios importantes respecto al anterior: solo la mitad de los delegados (12) podrá actuar y decidir con carácter urgente; dos juristas presidirán los dos consejos del nuevo „Pressrat‟; los querellantes deberán comprometerse a no ir a los tribunales con el mismo caso que presenten al „Presserat‟ [3]; y el Estado respaldará económicamente al „Pressrat‟, a través de la ley „Presseförderungsgesetz‟, con una subvención anual de 150.000 euros. Gottwald (2006, 17) define tres cuestiones fundamentales a partir de las experiencias austriacas. Por un lado, instituciones como el „Presserat‟ siempre adquieren más relevancia, atención pública y aceptación en el sector, si periodistas importantes, con prestigio y de una cierta autoridad moral se comprometen personalmente. El „Presserat‟ se caracterizó por ser un modelo de acuerdo, con una representatividad equilibrada entre directivos de medios y trabajadores, consecuencia de la propia estructura social del país tras la II Guerra Mundial. El proyectado „Presserat‟ pretende seguir con este modelo de los organismos responsables e incluso ofrecer una mayor apertura a la sociedad. Por último, la relevancia y aceptación de los órganos de control dependen esencialmente de la integración en el mercado. Por eso, la participación de los editores más importantes resulta fundamental, al igual que la integración de los medios gratuitos y digitales. 6.2. El Defensor del Lector del Standard „Der Standard‟ es el único diario austriaco que cuenta con la figura del „Leserbeauftragten‟ (Defensor del Lector). Ocupa este puesto un redactor veterano que se encarga de contactar con los lectores y ejercer como mediador de conflictos. La redactora jefa y el propio defensor del lector, Föderl Schmid y Otto Ranftl, han hecho balance de su trabajo (2007: 187), destacando que “se trata de una nueva forma de gestión de calidad”. Es cierto que había modelos para esta función, por ejemplo El País, en Madrid, pero en Austria no se contaban con experiencias previas. El „Leserbeauftragten‟ recibe quejas sobre errores y deficiencias y los comunica a la redacción, contacta con los lectores y publica columnas semanales en el diario. El propio Otto Ranftl explica que en enero de 2010 recibió alrededor de 50 correos electrónicos diarios de lectores con quejas, sugerencias o correcciones: “La mayoría corresponden a lo que eran antes las típicas cartas de lectores sobre temas de actualidad, pero algunas contribuciones son análisis profundos de cuestiones generales de la ética del periodismo y de la posición de Der Standard como periódico de calidad” (Ranftl, 2010). La introducción de una columna semanal para corregir los errores coincide con la puesta en marcha de la figura del defensor del lector. El diario carece de normas internas para el ejercicio de esta función periodística, aunque se están planteando elaborar algún código propio. El nombramiento del „Leserbeauftragten‟ se realiza ISBN: 978-84-938428-0-2 Página 20 Actas – II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – Universidad La Laguna, diciembre de 2010 por tiempo indefinido por parte de la dirección del periódico, sin consultar a los periodistas. No tiene ningún privilegio laboral respecto al resto de la plantilla. 7. Regulación en el sector de los medios audiovisuales Al contrario que la prensa, el sector audiovisual se halla muy regulado por el Estado. Es cierto que desde 1974 una ley constitucional garantiza la independencia y la autonomía formal de la radio y la televisión, pero mediante la Ley ORF-Gesetz, el gobierno ha dispuesto desde siempre de un instrumento para ejercer influencia de modo indirecto en la ORF (televisión pública). Un instrumento autorregulador importante en la ORF está determinado por la citada ley. Se trata del „Redakteursstatut‟ (estatuto de los redactores). Fue definido por primera vez en 1976 para garantizar la independencia de la radiotelevisión pública. Los comités de redactores, como representantes de los periodistas, eligen a los portavoces de los redactores, que a su vez nombran un „Redakteursrat‟ (consejo de redactores) de tres personas. Dicho „Redakteursrat‟ representa a los periodistas de los nueve centros que la televisión y la radio pública tiene en otros tantos „länder‟ (estados) de Austria. Este consejo tiene que ser consultado e informado de todas las cuestiones de programación y personal, pero posee muy pocos derechos en cuanto a participación en la toma de decisiones. De acuerdo con Steinmaurer (2002:31), el sistema electrónico dual con emisoras privadas y de derecho público se introdujo en Austria muy tarde en comparación con otros países. Los primeros intentos se produjeron en 1994, desarrollándose algo más en 1998. La ley que regulaba el sector público audiovisual se promulgó en 2001, y ese mismo año también quedó regulado por ley el sector privado. Para tener un instrumento de control acorde con la Ley „KommAustria-Gesetz‟ de 2001 se formó un órgano estatal del mismo nombre (Consejo de Comunicación Austriaco), con los siguientes objetivos: a) El apoyo para la entrada al mercado de nuevos proveedores. b) La garantía de la diversidad de opiniones y la promoción de la calidad de programas de radio y televisión. c) La garantía para el cumplimiento de estándares mínimos de ética profesional, por ejemplo, en cuanto a la protección de niños, jóvenes y consumidores. d) La optimización del espectro de todas las frecuencias para radio y televisión. e) La creación de infraestructuras de comunicación para mejorar la calidad de las existentes. Actualmente, no existen modelos de autorregulación en las nuevas emisoras de radio y TV que carecen de códigos similares para la definición y el desarrollo de esos estándares mínimos. La federación de emisoras privadas, el „Verband ISBN: 978-84-938428-0-2 Página 21 Actas – II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – Universidad La Laguna, diciembre de 2010 Österreichischer Privatsender‟ (VÖP), que surge como representante de los intereses de los empresarios, persigue, en primer lugar, el objetivo económico de la regulación del mercado dual y hasta ahora no ha definido normas comunes para las emisoras en cuanto a cuestiones de autorregulación ética. Pero también este sector atraviesa profundas transformaciones legales en Austria. La gran coalición gubernamental de socialdemócratas (SPÖ) y conservadores (ÖVP) trabaja en un acuerdo interno y una resolución que podría estar lista para mediados de 2010. Dicho acuerdo acabaría en una nueva versión del „Medienbehörde‟, como autoridad reguladora de medios de comunicación, con cinco juristas independientes que presidirían la actual „KommAustria‟. Este órgano de regulación superior será responsable del cumplimiento de los estándares mínimos de la Unión Europea. De momento, „KommAustria‟ vigila el cumplimiento de la objetividad en la radio y televisión pública y también controla el cumplimiento de las normas y restricciones legales en la publicidad que afectan a las emisoras privadas. Todavía se discute el proceder que debe garantizar la independencia de los cinco expertos que integrarán este consejo. Después de un procedimiento de licitación, los cinco deben ser nombrados por el canciller, pero luego podrán actuar independientemente. 8. Discusión y conclusiones 1. Tras el análisis exhaustivo de los marcos autorreguladores de la profesión en España y Austria, se llega a la conclusión que las exigencias propias de la autorregulación van más allá de las exigencias jurídicas, y es siguiendo aquéllas como se dignifica una profesión, pues si las leyes sirven fundamentalmente para sancionar a posteriori conductas ilícitas, los códigos éticos pretenden motivar a priori los comportamientos dignos de una profesión. Por tanto, parece más adecuado establecer una autorregulación asumida desde las propias redacciones de los medios. Sin embargo, este mecanismo sólo resulta válido en la medida en que esos compromisos se asuman públicamente, de modo que la práctica profesional sea digna de la confianza y del enjuiciamiento de los ciudadanos. 2. De igual modo, más en España que en Austria, sigue faltando el compromiso de los editores. El periodismo en España atraviesa una coyuntura de gran confusión en que la apelación a la ética y a la autorregulación es, en la mayoría de las veces, un mero discurso retórico para causar buena imagen. 3. Numerosos periodistas españoles y austriacos se muestran críticos respecto a la adopción de códigos y dudan de su eficacia. Argumentan que los códigos formulan normas demasiado generales, con frecuencia subrayan lo obvio y ofrecen poca clarificación en la toma de decisiones sobre cuestiones complicadas. Consideran que la ética es demasiado compleja y personal como para ser reglamentada. Algunos profesionales reiteran el carácter negativo de muchas de estas normas, sobre lo que no debe hacerse y los límites de lo permitido. Y ISBN: 978-84-938428-0-2 Página 22 Actas – II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – Universidad La Laguna, diciembre de 2010 tampoco faltan quienes consideran que los códigos éticos suponen una restricción de la libertad de expresión, una forma indirecta de censura, de preservar determinados intereses y controlar a periodistas díscolos. 4. Durante la pasada década, Austria sufrió un debilitamiento en los instrumentos de autorregulación que se habían consolidado muchos años atrás. Las medidas de ahorro socavaron la investigación, aumentando el sensacionalismo especulativo y la reducción de instancias de control interno. La problemática, tanto en España como Austria, se agrava cuando nos referimos a los medios online, donde el proceso de regulación y autorregulación prácticamente está en sus inicios, aunque en España se empiezan a ver iniciativas locales de interés. 5. En el caso austriaco, destaca sobremanera el „Presserat‟, la herramienta de autorregulación que murió hace algunos años, pero que ahora sindicatos y editores están revitalizando. Medio siglo después de la fundación de un consejo de prensa para casi todos los periódicos, una década después de su disolución y bajo la presión de los cambios estructurales más drásticos del mercado de los medios de comunicación y del periodismo, el „Presserat‟ surge como una herramienta necesaria que será interesante seguir desde España en su nueva etapa y que sería deseable importar. 6. La responsabilidad de los medios de la que hablan Baldwin y Cave (1999) y Campbell (1999) es un concepto que no solo incluye a las instituciones estatales o vinculadas al sistema político, sino también la regulación colectiva de una sociedad civil en todas sus dimensiones. Austria y España todavía se encuentran muy lejos de modelos tan complejos. La autorregulación, según destaca Daniela Kraus, necesita apoyo por parte de la clase política (2008, 19). El Estado tiene que propiciar la regulación y los sectores y empresas afectadas tienen que aceptar las normas del juego de una manera profesional. En el caso del nuevo „Presserat‟, el Estado sí jugará ese papel, otorgando soporte legal, económico y administrativo. El principal cometido de los periodistas se centrará en elaborar y controlar los códigos éticos. Se trata de los primeros y prudentes pasos hacia una autorregulación regulada. 7. Tanto en el caso austriaco como en el español se observa una problemática similar con el sector audiovisual, donde prevalecen numerosas carencias y una situación específica sin resolver. Para una autorregulación de calidad y sin demasiados controles se necesita la madurez del sector, la aquiescencia de los operadores de las grandes cadenas y la voluntad de crear organismos nacionales de seguimiento de la programación que sean ajenos al control político o económico. 9. Referencia bibliográficas Aznar, H. (1997): “El debate en torno a la utilidad de los códigos deontológicos del periodismo”. Anàlisi, 20, Barcelona, mayo, pp. 125-144. ISBN: 978-84-938428-0-2 Página 23 Actas – II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – Universidad La Laguna, diciembre de 2010 ---- (1999a): Comunicación responsable. Deontología y autorregulación de los medios. Barcelona: Ariel. ---- (1999b): El ombudsman, como mecanismo de autorregulación. Revista Latina de Comunicación Social, 13. Recuperado el 30 de diciembre de 2009 de: http://www.ull.es/publicaciones/latina/a1999c/145hugo.htm. Baldwin, R. y Cave, M. (1999): Understanding Regulation. Theory, Strategy and Practice. 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Se considera como tal a todos aquel que tiene por ocupación principal y remunerada la obtención, elaboración, tratamiento y difusión por cualquier medio de información de actualidad, en formato literario, gráfico, audiovisual o multimedia, con independencia del tipo de relación contractual que pueda mantener con una o varias empresas”. (2006: Estatuto del Periodista Profesional, capítulo I, artículo 1) [2] “Los Comités de Redacción ejercerán la mediación entre la empresa y los periodistas sobre las cuestiones suscitadas por el ejercicio de los derechos reconocidos en este Estatuto o en relación a cualquier otro conflicto profesional”. (2006: Estatuto del Periodista Profesional, capítulo V, artículo 24) [3] Periodistas y juristas especializados en derecho constitucional critican ya con vehemencia este punto que respaldan los editores. El argumento principal de las críticas es que el autocontrol no puede ser un sucedáneo para la protección de derechos fundamentales. CV autores Dr. José Luis González Esteban [email protected] Avenida de la Universidad s/n Campus de Elche-Edificio Torreblanca 03202 Elche (Alicante) ISBN: 978-84-938428-0-2 Página 26 Actas – II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – Universidad La Laguna, diciembre de 2010 +34 966 658880 José Luis González es profesor de Periodismo en la Universidad Miguel Hernández de Elche, donde además es director del GICOV, Grupo de Investigación de la Comunicación en la Comunidad Valenciana cuya línea de investigación principal es el ciberperiodismo de proximidad. Ha ejercido la docencia en España el CEU-Cardenal Herrera, y en la Universidad de Castilla-La Mancha. Se doctoró en Periodismo en la Complutense, es Máster en Derecho Comunitario por la UCLM, y ha sido profesor invitado en NCSU (North Carolina State University) y en distintas universidades polacas. Dr. Andy Kaltenbrunner [email protected] Medienhaus Wien Alser Straße 22/8 A-1090 Wien +43 1 406 32 32 Andy Kaltenbrunner es asesor e investigador en el sector de medios de comunicación trabajando en proyectos en Austria, Alemania y España. A partir de 1981 trabajó como periodista, desde 1989 ha enseñado en varias universidades y ha iniciado nuevas posibilidades de formación para profesiones mediáticas, como es el caso de la carrera de periodismo en la Escuela Técnica Superior de Viena. Kaltenbrunner es el socio fundador de la sociedad de investigación Medienhaus, con sede en Viena. Dr. Matthias Karmasin [email protected] Institut für Medien-und Kommunikationswissenschaft Universitätsstraße 65-67 A-9020 Klagenfurt (Austria) 0463/2700-1802 Matthias Karmasin es catedrático de Ciencias de la Comunicación de la universidad Klagenfurt (Austria) y miembro de la comisión para investigación comparativa de medios de comunicación (Kommission für vergleichende Medienund Kommunikationsforschung) de la Academia de Ciencias de Austria. Ha sido profesor en distintas universidades en Austria, Alemania y Estados Unidos. Actualmente es miembro de la sociedad de formación e investigación Medienhaus, con sede en Viena. ISBN: 978-84-938428-0-2 Página 27 Actas – II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – Universidad La Laguna, diciembre de 2010 Dr. José Alberto García Avilés [email protected] Avenida de la Universidad s/n Campus de Elche-Edificio Torreblanca 03202 Elche (Alicante) +34 966 65 8867 José Alberto García Avilés es profesor titular de Teoría de la Comunicación e Información en los estudios de Periodismo de la Universidad Miguel Hernández de Elche. Es Bachelor of Arts por la Universidad de Irlanda, Licenciado en Periodismo y doctor en Comunicación por la Universidad de Navarra. Ha trabajado en varios canales de TV y en la productora Euroview. Desde 2002, estudia la convergencia periodística en Europa y participa en una investigación sobre la convergencia de medios en España. ISBN: 978-84-938428-0-2 Página 28