Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 La Importancia de la Comunicación para la Implementación de Prácticas Educativas Innovadoras Francisco Gerardo Valdez Rincón, Verónica Guajardo del Bosque. Universidad Autónoma de Nuevo León. [email protected] [email protected] Resumen: Las instituciones de educación superior en México viven casi cotidianamente procesos de cambio, que inciden en la interacción con los diferentes públicos de la sociedad. Estos cambios tienen distintas causas, fines y orígenes. En ocasiones provienen del interior de la propia institución, impulsados a su vez por los diferentes niveles de autoridad. Muy probablemente estos cambios obedecen también, al diseño e implementación de políticas públicas sobre planes y programas estandarizados local, regional o nacionalmente. Pero los cambios más significativos, en nuestra percepción, son los que se originaron de la investigación científica y por consiguiente, del desarrollo de las llamadas tecnologías de la información y comunicación incorporadas al proceso enseñanza-aprendizaje, con ello se modificó estructuralmente el “viejo” modelo de enseñanza, obligando a redefinir los roles que deberían de desempeñar los profesores y alumnos en el marco de estas nuevas sociedades de interacción académica. Con el propósito de comprender adecuadamente estos procesos de cambio, es necesario empezar a pensar, que las TIC son los iniciadores más representativos de los conceptos de innovación educativa. Los procesos de mejora están orientados a mejorar la práctica del profesor a través de la innovación y la investigación. Los alumnos dejan de ser receptores pasivos para convertirse en constructores activos de su propio aprendizaje; y la organización escolar, en todos sus niveles, lucha incansablemente para transformarse y convertirse en un centro educativo innovador. La incorporación eficaz de estos cambios y la comprensión por parte de los actores involucrados, necesariamente deberá de contar con canales efectivos de comunicación. Palabras clave: Comunicación, educación, generación de ideas, innovación, comunicación organizacional, solución de problemas. ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 1 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 1. Marco referencial A lo largo de la historia del ser humano y su presencia en la tierra, siempre ha estado presente el sentido analítico y creativo que la raza humana posee, mismos que le han permitido crecer y desarrollar modelos, en primera instancia buscando satisfacer sus necesidades básicas de supervivencia y más tarde incorporando elementos e ideas nuevas, con las cuáles pudo transformar su entorno y asegurar su liderazgo en el planeta, por encima del resto de la especies. De manera natural, el ser humano tiene la necesidad de comunicarse, el hecho de relacionarse con los demás es tan importante que significo la supervivencia misma de la especie. Los estudios antropológicos y la evolución del hombre de la prehistoria, nos muestran claramente la presencia de signos o elementos comunicacionales, mismos que definen la capacidad de organización y crecimiento de estas pequeñas sociedades, enmarcadas por los grandes esfuerzos de mantenerse comunicados por códigos simples, pero lo suficientemente comprensibles para tener objetivos y metas comunes. Esa incipiente comunicación representa un importante factor de progreso social para la humanidad. Se instaura humanidad cuando se instaura sociedad y se instaura sociedad cuando hay comunicación entre los hablantes. (Eco, 1978). La comunicación clara y precisa de esas ideas nuevas, es la que hace posible entender que el hombre ha mantenido una búsqueda permanente para atender sus necesidades y solucionar los problemas con los que se enfrenta día a día. Estas dos premisas lo obligaron a desarrollar su creatividad e ingenio. La aplicación práctica de esas ideas es lo que se conoce como innovación, otros le llaman cambios o mejoras. Una innovación está relacionada con los términos anteriores, pero hay que entender que no son sinónimos. Los cambios comprenden a la innovación, esto quiere decir que la innovación es un cambio con intención de mejora. Existen cambios accidentales o no intencionados que pueden provocar resultados positivos, pero si no están contemplados dentro de un plan de acción, sus alcances serán de corta duración. También hay cambios que en primera instancia pueden considerarse como positivos, pero en realidad solo generan el empeoramiento generalizado de un sistema. ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 2 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 El proceso de INNOVACIÓN incluye: Actividades de RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS Actividades de INVENCIÓN, que son: Todo lo que ocasiona Actividades de GENERACIÓN DE IDEAS, DISEÑO que implica: CREATIVIDAD Figura 1. Cuadro Innovación y términos afines (Smith, 2003) El concepto de innovación tiene muchos significados, diversos autores lo han interpretado de diferentes maneras, Rogers (1995) entiende la innovación como los pensamientos, ideas, o prácticas que se perciben como nuevas por la audiencia en la que se introducen. Esta definición presupone que esos pensamientos e ideas no son necesariamente nuevos en un contexto general, pero si los son para la persona o sistema que lo desconoce. La innovación es la introducción exitosa, en una situación aplicada, de medios y fines que son nuevos a esa situación (Mohr, 2003). En la interpretación de este autor vemos que la incorporación de cambios o mejoras al sistema trae consigo resultados favorables. Para Moreno (1995) la innovación es la introducción de algo nuevo que produce mejora, una definición simple en la que se destaca la intencionalidad de mejorar lo ya establecido. Zaltman, Duncan y Holbek (1973) refieren a la “innovación como el proceso inventivo a través del cual se crean nuevas cosas e ideas. Aquí destacamos la generación de ideas nuevas, que a su vez generan cosas nuevas como resultado de la capacidad de inventiva que posee el ser humano”. ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 3 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 Para Rivas (2000) la innovación es la incorporación de algo nuevo dentro de una realidad existente, en cuya virtud esta resulta modificada. En suma, si analizamos a detalle cada una de las definiciones aquí vertidas, podemos encontrar algunos elementos que se repiten continuamente, desde la concepción de ideas, pasando por la necesidad de mejorar un sistema, hasta la incorporación de cosas nuevas. La innovación, entendemos, no son hechos aislados o inesperados, su incorporación exitosa es más bien la implementación de un proceso, o una serie de procesos planificados, la implementación de ellos produce efectos en el sistema, que pueden traducirse a la vista de todos como la modificación, mejora o cambio de algo. En términos generales, la innovación es una acción que implica el proceso de incorporación de algo nuevo en una realidad existente, modificando su ser y su operar, de modo que sus efectos resulten mejorados. La comunicación es un proceso que cumple múltiples fines. A través de los diferentes medios de comunicación no solamente se informa y se divierte a la audiencia, sino que también se educa. Primero en forma oral y presencial, el saber se transmitió de generación en generación mediante el contacto directo con el maestro. Después, con la invención de la escritura, la imprenta, la radio, la televisión y la llegada de la era digital, se generó una nueva forma de transmitir y conservar el conocimiento. El objeto de estudio de esta reflexión tiene que ver con el uso correcto del lenguaje y la importancia que tiene como herramienta comunicativa para la interacción del ser humano en el trabajo diario de una institución escolar, siendo este el punto de partida para entender, asimilar e incorporar los cambios, que propone la directiva, con la intención de mejorar, actualizar o modernizar la estructura administrativa, por citar solo un ejemplo: facilitar las tareas de enseñanza, utilizando los adelantos tecnológicos. La principal tarea consiste en transformar las acciones de trabajo diario en prácticas innovadoras que renueven el entusiasmo colectivo, profesores, alumnos y directivos, y por consecuencia, mejoren las relaciones interpersonales. Por lo tanto: “La innovación educativa es la acción consistente en el proceso de incorporación de algo nuevo en el sistema de la institución escolar, cuyo resultado es la modificación de su estructura y operaciones, de tal modo que mejoren sus efectos en orden al logro de los objetivos educativos”. (Rivas, 2000) . Por su parte, Bonami (1998) nos dice que por “innovación pedagógica entendemos el proceso de introducción voluntaria y duradera de una nueva práctica en el seno de la institución escolar, con la intención de responder con más eficacia a un problema del entorno”. ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 4 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 Eckel y Kezar (2003) definen “innovación como un nuevo producto, proceso, servicio o procedimiento, tangible y específico que ha sido introducido intencionalmente y del que se espera obtener beneficios para la institución”. Finalmente, Ross, Hannay y Brydges, (1998) se refieren a las innovaciones en la educación afirmando que “todos los reformadores comparten un fin común; el fin es mejorar la extensión y profundidad de los logros del estudiante, desarrollando la comprensión de conceptos, principios y hábitos”. En síntesis, es pertinente señalar que los conceptos de innovación educativa incorporan elementos como centro, institución o estudiantes, remarcando con ello que se hace referencia a la incorporación de cambios en un centro escolar con la intención de mejorar los resultados obtenidos por o en los actores principales: la institución, el profesor y los alumnos. Dentro de un sistema, cualquier innovación que se incorpora, genera novedades que provocan cambios; esos cambios pueden ser drásticos (se deja de hacer las cosas como se hacían antes para hacerlas de otra forma) o progresivos (se hacen de forma parecida pero introduciendo alguna novedad); en cualquier caso el cambio siempre mejora lo cambiado; es decir, la innovación sirve para mejorar algo. La mejora puede ser para: - reducir el esfuerzo. - reducir los costos de operación - mejorar los tiempos de producción. - aumentar la calidad. Para que estas innovaciones tengan éxito, los costos de implementación deberán ser directamente proporcionales al tamaño o alcance de los cambios, se debe ser muy preciso si se trata de un departamento, una división o la institución completa. Cuando se pretende implementar un proceso de cambio planificado y sistematizado en un centro escolar, cuyos propósitos podrían ser mejorar el proceso formativo del estudiante o mejorar la calidad de la enseñanza en general, hablamos de innovación educativa, estos cambios, necesariamente vendrán acompañados de acciones concretas para mejorar los resultados preexistentes. La incorporación de nuevas tecnologías al proceso enseñanza aprendizaje, por parte de las universidades de todo el mundo, es una tendencia relativamente reciente, estas tecnologías son también llamadas tecnologías de la información y comunicación (TIC), el uso de ellas por parte de profesores y estudiantes, constituye la innovación educativa más representativa y de mayor impacto, al grado que cambiaron la forma en que se enseña y aprende (Carey, 1996). “Los avances en la comunicación tecnológica, la reducción de costos y los nuevos ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 5 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 paradigmas educativos, centrados en el concepto de universidad innovadora son algunas de las razones que justifican esta tendencia” (Allende, 1994; Thach y Murphy, 1995). Cuando se habla de la tecnología en el salón de clase o el uso de las TIC en la formación docente, nos referimos, indudablemente, a innovación educativa, estos aspectos, más que ser una tendencia modernizadora, son microlíneas de cambios mucho más profundos y complejos que involucran a culturas y sociedades de diferentes países, transformando radicalmente la vida política, cultural y económica de los individuos. Algunos analistas e historiadores llaman a estos cambios globalización. Una economía global en donde todos los procesos trabajan como una unidad en tiempo real, a lo largo y a lo ancho del planeta. Esto es, “una economía en la que el flujo del capital, mercado de trabajo, proceso de producción, la organización, la información y la tecnología operan simultáneamente a nivel mundial” (Castells, 1994). La globalización se caracteriza por la eliminación de fronteras; es decir el mejoramiento de las relaciones de los países entre si y la apertura de los mercados hacia el mundo exterior, esto incluye, entre muchos indicadores económicos, a procesos de producción, productos, el uso de las TIC y la prestación de servicios. La adaptación a estos factores trae por consecuencia, la modificación radical, de las competencias laborales, obligando con ello a que las universidades reorienten su papel y actualicen constantemente sus planes y programas de estudio. La nueva estructura económica demanda habilidades nuevas, el planteamiento filosófico que sustenta el quehacer de las universidades, una vez más se ha modificado, en muy poco tiempo metas y fines ya son otros, atrás quedo la sociedad de la información cuya principal virtud fue la de proveer grandes cantidades de información, esto facilito su intercambio, casi inmediato, sin barreras, los flujos de contenidos iban y venían saturando y confundiendo al individuo, que no era capaz de identificar y clasificar la información. El acceso a la información no es suficiente, se debe de avanzar hacia el conocimiento. La información no es lo mismo que conocimiento, el conocimiento es la reflexión sobre la información, es la capacidad para ordenar y jerarquizar la información. Este análisis nos permite comprender lo que representó transitar, casi fugazmente, de la sociedad de la información a la sociedad del conocimiento, en esta era se valora el conocimiento acumulado, así como la capacidad para clasificarlo y procesarlo, con el propósito de resolver problemas de los individuos o de las organizaciones. “El conocimiento humano constituye el recurso más eficaz para resolver de manera innovadora los problemas” (Diez, 2002). “El desarrollo de las naciones dependerá de la capacidad de generación y aplicación del conocimiento por parte de su sociedad” (ANUIES; 2000). En síntesis, los países que aspiren al liderazgo mundial, deberán entender que la educación es el centro de la sociedad del conocimiento, y la universidad su institución clave. ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 6 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 El desarrollo de prácticas innovadoras inicia con un proceso de autorreflexión diagnóstica que nos dé el perfil ideal de los tres elementos principales: La escuela, el profesor y los alumnos. 2. El centro educativo innovador La concepción original de universidad, adquiere un tono romántico, en sus inicios fueron el espacio de encuentro de conciencias libres buscando permanentemente la verdad. Años más tarde se dedicaron a adiestrar y capacitar al recurso humano que el sector industrial demandaba. En la era de la sociedad de la información, su papel se limitó a ser transmisora o repetidora de contenidos. Hoy día se requiere de instituciones y personas capaces de generar, dominar y transmitir el conocimiento. Los cambios sociales descritos anteriormente, obligaron a que las universidades intensificaran sus procesos de actualización y mejora, en nuestra opinión, por dos razones fundamentales: constituirse en centros educativos más flexibles, con la enorme posibilidad de formar capital humano, con libertad de pensamiento y de acción social. “A la universidad del futuro tendrá que asignársele un papel creador, flexibilizador y liberador” (Bonvalet, 1980). La flexibilidad de una institución permite la creación de ambientes de aprendizaje que son propicios para la concepción de ideas creativas e innovadoras. En suma, se debe de privilegiar la generación de conocimientos, de profesores y alumnos, con absoluta libertad. Las universidades están tratando de dejar atrás el modelo de dirección uniforme y rígida, sustituyéndolo por una organización y gestión más flexible. Para lograr esta transformación, Pérez, (2004) ha trazado algunas estrategias generales de progreso basadas en el conocimiento: - Formación. Preparar a más ciudadanos para asimilar nuevos conocimientos y capacidades, desarrollar aptitudes para participar en un proceso de cambio permanente, rápido y generalizado, superando las barreras del tiempo y el espacio, cambiando sus paradigmas de enseñar y aprender. - Investigación y vinculación. Reforzar la generación del conocimiento y su uso en la innovación. Fortalecer la relación con el entorno socioeconómico. - Participar en el cambio estructural de la economía. Fomentar la actitud emprendedora y apoyar la creación de empresas. - Cohesión social. Ampliar el acceso al conocimiento para evitar una nueva desigualdad, entre ricos y pobres en conocimiento, y contribuir al desarrollo de proyectos locales y regionales de uso de las TIC, en un ambiente democrático, justo e incluyente. En esencia, estas estrategias son innovaciones, ya que replantean los objetivos y las metas de la organización, representan cambios desde el enfoque ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 7 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 administrativo, pasando por aspectos cognitivos y de formación, hasta llegar a la presencia y participación social de la universidad. El centro educativo innovador provoca cambios en las formas de concebir el aprendizaje, en la utilización de teorías y métodos de estudio, en el uso de la tecnología en el salón de clase y sobre todo en la re-definición de los roles que desempeñan los protagonistas de la educación superior: “los profesores deberán de ser mucho más facilitadores del aprendizaje y tutores; los directivos escolares más académicos, profesionales y comprometidos con los objetivos de la institución; y los alumnos serán más activos y más responsables de su proceso formativo” (ANUIES, 2000). Una visión que aún conserva actualidad, ya que ayuda a las universidades a fijar acertadamente el rumbo que tomarán en los próximos años. La importancia de la innovación educativa se ve claramente delineada por parte de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) ya que desde hace algún tiempo ha venido resaltando la necesidad de generar procesos integrales de formación en las diversas áreas de conocimiento y disciplinas profesionales; favoreciendo la creación de programas en distintas modalidades y formatos educativos, que propicien la ampliación de oportunidades de formación y actualización en diversos grupos y sectores de la población. Para ello creó la Dirección de Innovación Educativa (DIE), cuyo principal propósito es el de impulsar la organización de grupos de trabajo inter e intrarregionales, que desarrollen proyectos vinculados con los siguientes ejes temáticos: - Modelos educativos - Innovación educativa y curriculum - Ambientes y modalidades Sus principales funciones son: • Generar mecanismos de cooperación entre las IES a través de una red nacional, para poner en marcha proyectos académicos comunes que propicien la consolidación de la innovación de la educación superior. • Promover la participación de académicos, gestores y especialistas en innovación, que interactúen en diversos grupos de trabajo en los ámbitos regional y nacional. • Impulsar programas y proyectos conjuntos de innovación educativa, mediante la colaboración y el intercambio, que contribuyan al desarrollo y fortalecimiento de la educación superior. • Divulgar los resultados generados por los diversos grupos de trabajo sobre la innovación en la Educación Superior. • Fomentar una cultura de innovación educativa en las instituciones de Educación Superior afiliadas a la ANUIES. ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 8 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 Para la ANUIES el diseño e implementación de políticas públicas en materia de innovación, se traduce en acciones concretas, ya que a iniciativa suya nace el Observatorio Mexicano de la Innovación en la Educación Superior (OMIES), cuya misión es identificar, analizar, difundir y promover las innovaciones educativas que se llevan a cabo en las Instituciones de Educación Superior en México. En el modelo educativo de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) la innovación académica constituye uno de los cinco ejes rectores en los que se sustentan los modelos académicos para toda la institución, tiene como función principal el de “promover un cambio favorable e intencional en el proceso educativo, que involucre contenidos, métodos, prácticas y medios de comunicación; transformando la gestión de la docencia, la formación docente y la organización institucional, con el propósito de atender con calidad y pertinencia a la población estudiantil” (visión UANL, 2012). En el contexto educativo nacional, la Universidad Autónoma de Nuevo León, es una de las instituciones de Educación Superior más dinámicas, la búsqueda de la excelencia es una tarea constante, principios y fines son actualizados periódicamente, una prueba de ello es la visión 2020 que promueve el Dr. Jesús Ancer Rodríguez, actual rector: “La Universidad Autónoma de Nuevo León es reconocida en el año 2020 como una institución socialmente responsable y de clase mundial por su calidad, relevancia y contribuciones al desarrollo científico y tecnológico, a la innovación, la construcción de escuelas de pensamiento y al desarrollo humano de la sociedad nuevoleonesa y del País”. Con el propósito de darle cuerpo y forma a esta visión realista e innovadora, el Dr. Ancer Rodríguez impulsa las tareas de la Dirección de Innovación, Investigación y Desarrollo en Ingeniería y Tecnología, que pretende ser un referente en el noreste de México en materia de innovación, investigación y desarrollo de tecnología. En síntesis, podemos afirmar categóricamente, que el fundamento y las recomendaciones para convertirse en un centro educativo innovador, depende de la verdadera convicción que posea el centro de mando o la máxima autoridad de una institución. El centro educativo innovador es el que le da más valor a los contenidos que a las formas, tiene una gran capacidad de creación y cambio; es decir, posee la habilidad para adelantarse al futuro. El centro educativo innovador vive en un estado de transformación permanente, es creativo y flexible. 3. El Profesor innovador Si los especialistas en educación consideran que el Centro Educativo Innovador debe de tener ciertas características o de cumplir ciertas funciones, es pertinente afirmar que también los otros dos protagonistas, profesores y alumnos, deberán poseer cualidades y desarrollar habilidades específicas que les permitan interactuar entre si de manera eficaz. ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 9 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 El modelo tradicional que las universidades utilizaron durante muchos años, consideraba que la calidad de la enseñanza se lograba a través de escuchar a un profesor-expositor dictando su clase, en este proceso el alumno asumía un rol de receptor pasivo, su mente era llenada de múltiples y variados contenidos. La única habilidad que se desarrollaba era la de la memoria, al alumno sólo se le pedía que guardara silencio y que escuchara. El profesor era dueño absoluto del proceso. Con la llegada de la tecnología al salón de clase, viviendo los efectos de la globalización y la transición de la sociedad de la información a la sociedad del conocimiento, el rol del profesor sufrió una de sus transformaciones más grandes en la historia de la educación, dejó de ser el centro del conocimiento, de ser un transmisor de contenidos, para convertirse en un facilitador del aprendizaje (Gisbert, 2000). En ese mismo sentido, Gómez (1994), señala que la innovación tecnológica exige modificar las funciones que hasta el momento desempeña el maestro en el salón de clase. Dunnet (1990) dice que los educadores deben aprender a usar eficientemente la tecnología. El profesor que pretenda ser innovador, está obligado a comprender, pero sobre todo, a implementar en su trabajo diario, estos cambios; de lo contrario se verá ampliamente rebasado, su esfuerzo no le será de utilidad a los estudiantes, no estará cumpliendo con las metas institucionales ni con los objetivos del programa de la asignatura. Para que el cambio suceda, es fundamental abandonar actitudes que retardan la aceptación de la tecnología, pues esta no se detiene. “Ser líder es renunciar a posturas obsoletas y aceptar el compromiso de ser aprendiz por toda la vida”. ( Longworth, 2003). Algunas características del profesor innovador: - No teme a los cambios, sino que se adapta a ellos. - Le atrae la tecnología, la incorpora poco a poco - Posee una imagen positiva de sí mismo - Busca la calidad en lo que hace - Acepta positivamente que sus colegas y alumnos tengan puntos de vista diferentes - Acepta y valora la capacidad de sus alumnos - Se enfrenta a los nuevos retos con autodeterminación y seguridad - Desarrolla un espíritu de colaboración y trabajo en equipo - Intercambia conocimientos y experiencias con compañeros - Posee una actitud para reconocer y aprender de sus errores ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 10 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 4. El estudiante innovador La característica principal de los alumnos del siglo XXI es la convivencia extrema que tienen con las nuevas tecnologías, ellos, prácticamente, nacieron “conectados” a las redes de comunicación. En este sentido aventajan a sus maestros, en el salón de clase se crea una brecha digital, invisible, pero que ahí esta y que los ubica en dimensiones, de tiempo y espacio, diferentes. Los alumnos que pretendan ser innovadores, también tendrán que modificar su rol y adaptarse, no sólo en el manejo y uso de la tecnología, sino en convertirse en: “gestores de su propio aprendizaje, participando responsablemente en la construcción de su proyecto educativo, desarrollando capacidades de reflexión crítica y de análisis de la realidad, generalizando sus conocimientos a otros contextos e interactuando en ambientes multidisciplinarios” (Visión UANL, 2012). Por su parte, Descalzo (2004) describe algunas características específicas del nuevo rol del estudiante: - Autodirigir su proceso de aprendizaje - Buscar y analizar la información a través de diferentes tecnologías - Desarrollar el pensamiento crítico y la creatividad - Ser sensible a las propuestas de sus compañeros - Ser proactivo y automotivarse De acuerdo con estas características, el alumno se convierte en parte activa del proceso enseñanza-aprendizaje. Establece nuevas relaciones, con la forma de construir el conocimiento, con sus compañeros, con sus profesores y con el centro escolar que lo está formando. Adquiere nuevos hábitos de aprendizaje, desarrolla el sentido de la cooperación, aprende a trabajar de manera individual y colectiva, en fin, aprende a vivir situaciones educativas en permanente cambio. Conclusiones La comunicación es una habilidad aprendida, inherente al ser humano, presente desde la prehistoria y herramienta esencial para el desarrollo del hombre en sociedad. El uso correcto del lenguaje, facilita la interacción de los miembros de una comunidad académica. La transformación de las acciones cotidianas de una organización en prácticas educativas innovadoras, inicia con una comunicación clara y precisa, que logre transmitir los alcances de los cambios. La innovación es un cambio con propósito; es decir, cambios para mejorar. ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 11 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 Todos los sistemas son perfectibles, en todos los sistemas se pueden mejorar el desempeño y los resultados obtenidos, a través de procesos, conceptos y teorías que nos ofrece la innovación educativa. El centro educativo que pretenda ser innovador deberá someterse a revisiones periódicas de sus procesos, deberá asumir una actitud analítica y reflexiva para actualizar, mejorar y corregir planes y acciones educativas. Los profesores debemos de mantener una actitud positiva y proactiva para aceptar las propuestas de cambio que el centro educativo considere pertinentes para mejorar el rendimiento escolar y la formación general de los estudiantes. La incorporación de la tecnología en los centros educativos y en el salón de clase, no representan lo más importante de una innovación. El uso psicopedagógico que le permita a los profesores facilitar y construir el aprendizaje es el centro de la innovación. Los estudiantes son los constructores de su propio aprendizaje. Todos los centros educativos deben de tener un plan de desarrollo institucional, basado en sistemas, modelos o teorías de la educación. Referencias bibliográficas Allende, J.J.(1994). 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