Ejemplos de testimonios de Víctimas de la Trata

Anuncio
Ejemplo de Testimonios de Víctimas de la Trata*
Historias compartidas por víctimas sobrevivientes de
la trata
Una nueva esperanza
Patricia es una chica altiva, segura en la expresión de sus ideas, se preocupa por su apariencia
física, siempre está bien peinada, con su ropa bien puestecita, utiliza un maquillaje suave y
natural, sus ademanes son delicados, camina esbelto, con movimientos suaves que ondulan su
cuerpo, ríe cuando está nerviosa, utiliza como muletilla la expresión "hay no mami"; tiene el
cabello largo y liso, se lo recoge con frecuencia.
Patricia tiene hoy 21 años y desde los 12 fue víctima de explotación sexual; la niña es
vendida, trasladada con engaños a Bogotá y negociada por un grupo de traficantes quienes la
llevan a un apartamento lujoso donde hay otras tres niñas, una de diez años vestida de
colegiala, y unos hombres quienes realizan la compra de las niñas.
"Recuerdo que no había una noche en la que mi mamá no llorara apretando su rostro contra la
almohada y diciendo en voz baja "fue un castigo Dios mío", mientras me miraba. Yo me
sentía culpable. Vivíamos en un pueblo y nos mudamos a otro, allí vivía un tío quien me
cuidaba y abusaba todo el tiempo de mi, me decía que lo que el hacía era rico y que si
contaba me hacía pegar de mi mamá; yo no me atrevía a decir nada pues estaba segura que
mi mamá no me creería y me culparía a mi de lo que pasaba. En ese pueblo montamos una
tienda donde llegaban muchos señores. Los tipos muchas veces me decían cosas horribles:
'venga yo miro si ya le salieron los pelitos...Venga y yo le doy besitos en ese 'bizcochito' mire
que eso es muy rico'. Yo me escondía avergonzada. Una vez mi papá le pegó a mi mamá y
ella llorando empacó mis cosas, me dijo que no me soportaba más y me llevó a la casa de mi
abuela. Cuando llegamos allí y ella se fue, yo me prendí de sus faldas y le decía que no me
separara de ella, me fui corriendo tras ella llamándola lo más fuerte que podía, llorando y
corriendo en esa oscuridad, aunque yo le tenia miedo a la noche, esa vez no me importó.
Pero todo fue en vano. Mi abuela me envió a trabajar en una casa de familia como niñera; los
patrones me trataron siempre muy bien y por primera vez me sentí querida. Cuando mi
patrón me ofreció llevarme a trabajar a Bogotá en una casa de familia porque me iba a ir
mejor e iba poder estudiar, yo me ilusioné. Confiaba en él. Al llegar a la ciudad él me entregó
a un señor y me llevaron a una casa lujosa donde había otras niñas. Cuando entramos, este
señor comenzó a decir 'aquí esta la presa nueva' y yo me agarré a llorar pensando que me
iban a matar. Alguien preguntó: '¿y cuánto piden por ésta? De esta manera comencé a ser
explotada y abusada sexualmente. Yo era muy niña tenia 12 años y pensaba que me estaban
castigando por algo malo que había hecho. Todos los días llegaban niñas nuevas, pero todos
los días se perdía una de ellas y no sabíamos por qué ni a dónde se las llevaban".
A Patricia sus explotadores la llevaron a Yopal a una casa campestre donde las niñas eran
promocionadas como 'los virgos más finos están donde Gómez'; a las niñas las mantenían
encerradas con llave y las forzaban a tener relaciones sexuales con los hombres que iban al
lugar; a cambio recibían ropa, comida y muchos maltratos.
"... nos golpeaban si protestábamos, nos gritaban 'perras' gánense la comida por lo menos'.
Permanecí durante varios años en este lugar; intenté huir tres veces, en la primera me
pegaron, en la segunda los mismos clientes me denunciaron y me obligaron a regresar y en
la tercera logré escapar con ayuda de un cliente quien me trajo a Bogotá y una vez más me
dejó en un 'negocio'."
En Bogotá Patricia ya había perdido la confianza en ella misma y no conocía otra forma de
ganarse la vida, tenía quince años, cuarto de primaria, estaba sola sin familia, sin nadie a
*
Compilados por el Proyecto Contra la Trata de Personas Ecuador de la American Bar Association. Utilizados con permiso de la
Fundación Renacer, Colombia. Ejemplos disponibles en la página web: http://www.fundacionrenacer.org
Ejemplo de Testimonios de Víctimas de la Trata
quien recurrir, sólo sabía hacer lo que la habían obligado a hacer, además ya había perdido la
esperanza. Sus sueños de niña se convirtieron en dolor y sexo, sus muñecas eran labiales y
pestañinas, aprendió que con algo de dinero se podía comer y pagar una pieza, su primer
novio fue un hombre viejo, borracho y su abusador. Patricia aprendió que para sobrevivir
había que pelear, que mentir, y para no recordar y no sentir, había que tomar trago hasta
perder el sentido.
El 'negocio' era una casa vieja adaptada con dos espacios definidos, en la primera instancia
estaba el prostíbulo, oscuro, con luces tenues, un armazón en madera que hacía las veces de
cabina de sonido, bar, caja, y que además servía de control y vigilancia para el ingreso con
ficha a un cuarto adaptado solamente para atención a clientes. En la parte de atrás,
separados por una puerta, había dos cuartos sin ventanas, con camas dobles de colchón en
mota, sin sabanas, en donde dormían hasta cuatro personas y que lo utilizaban en la atención
a clientes. Había un sobretecho falso con rendijas en las que las niñas guardaban en bolsas
de basura sus escasas pertenencias y que además servía de escondite para cuando la policía
ingresaba al lugar pidiendo documentación.
"... en ese negocio un mes después, como un ángel enviado por Dios, me contactan y me
cuentan sobre lo que hace la Fundación Renacer".
Un día llegó la policía, sacó a Patricia del negocio y la trasladó a la Fundación Renacer; allí
comienza una nueva etapa a la que ella al comienzo se resiste, en la que no cree, conoce
gente que le parece hipócrita, no puede recibir cariño, eso es algo nuevo para ella por eso le
teme; pero sigue allí porque le ha devuelto la esperanza y la confianza en ella misma.
Historias de niños y niñas en situación de explotación sexual
Ana María, Fernando, Luisa y Mario comparten un fragmento de su historia de vida y
especialmente de la manera cómo fueron vinculados a la explotación sexual con fines
comerciales.
"Recuerdo que a los cinco años mi padre me secuestró y me llevó a vivir con sus amiga; él me
dijo que no iba a dejar que mi mamá me regalara al igual que a mis hermanas; me llevó a una
casa vieja en el barrio la Perseverancia, teníamos dos cuartos, en uno dormía mi papá con sus
amigas y en el otro yo; recuerdo que ellos jugaban conmigo, sobre una mesa me desnudaban
me tocaban y me besaban. Recuerdo sus caras y sus risas sobre mi, luego me sacaban a un
patio, yo me montaba en el triciclo y daba vueltas y vueltas, lloraba y pedaleaba con tanto
dolor que los vecinos se percataron que algo pasaba. Un día llegó mi mamá con la policía y
me sacaron, mi papá fue a la cárcel; luego mi mamá empezó a tener comportamientos raros,
se vestía de muchos colores y regaba papel higiénico por el piso diciendo cosas sin sentido.
Yo fui llevada a un centro de Bienestar Familiar; por esos días la gente preguntaba mucho por
mi, salí en los periódicos.
Posteriormente fui a vivir con mi madrina; la hija de mi madrina me llevó a casa de un amigo,
para ese entonces yo tenía 11 años. Ese señor me engañó ofreciéndome un puesto como
actriz, me maquillaron , me pusieron una ropa de mujer grande, me pidieron que me acostara
en una cama; luego apareció un hombre mayor desnudo, me manoseó y me violó; todo esto
fue grabado por alguien que estaba en el mismo escenario; luego me dieron doscientos mil
pesos y a mi prima le dieron $30.000; los hombres me felicitaron por mi 'actuación', además
me invitaron a volver. Al salir, mi prima me dice que está bien, que hicimos mucha plata,
que ella esto lo hace ya hace un tiempo y que no le ha pasado nada, me dice que no llore, que
podemos comprar ropa y me da una bolsa de pegante para que se me pase el dolor".
2
Ejemplo de Testimonios de Víctimas de la Trata
Ana María
"Recuerdo que salimos corriendo con mi mamá, huyendo de mi padrastro porque me pegó una
bofetada y mi mamá me defendió. Todavía tengo el recuerdo fresco de esa bofetada.
Estuvimos caminando por muchas horas hasta que llegamos a la casa de mi tía, quien se hizo
cargo de mi. Ella me curó hasta los condilomas que me habían dejado los trabajadores de la
finca donde vivíamos con mi mamá, quienes me abusaban cada vez que querían y nunca los
pude denunciar porque me amenazaban. Recuerdo que el tío que vivía con nosotros me
pagaba monedas de 50 y de 100 pesos para tener relaciones conmigo y yo lo aceptaba,
porque ya me había acostumbrado. Una vez le intenté contar a mi abuela, pero ella me dijo
que todo eso era mentira y me pegó.
En el colegio me molestaban porque era afeminado, entonces dejé de ir, empecé a volverme
rebelde en la casa y a quedarme más tiempo en la calle. Allí conocí a unas travestis, con
quienes fumaba marihuana y me prostituía. Con ellas me sentía bien, no me criticaban y así
podía escapar de mis frustraciones ....."
Fernando
"Yo recuerdo que vivía con mi abuela y con cinco tíos en una habitación. Eramos muy pobres
pero todos nos rebuscábamos, robando, pidiendo o haciendo lo que fuera. Yo tenía como ocho
años y me iba con mis dos tías a la playa a conseguir dinero, porque mi 'abue' nos decía que
teníamos que ayudar con lo de la comida. Mis tías tenían 12 y 9 años. Yo y mi tía menor
bailábamos 'champeta' para los turistas y nos daban buena plata. Mi tía la mayor se iba con
unos señores, generalmente extranjeros que eran los que le daban más plata, a dormir con
ellos. Nosotras la esperábamos o a veces nos metíamos debajo de la cama mientras ella
terminaba. Algunos le ofrecían más si dejaba que nos tocara, pero ella se enojaba y decía que
con nosotras no. Pero como nosotras también queríamos ganar plata comenzamos a aceptar,
además la 'abue' sabía y no le importaba. Cuando algunos de estos señores nos iban a buscar
en carro, la abuela aprovechaba para sacarles más dinero porque decía que nosotras nos
dejábamos 'tumbar' ".
Luisa
"Yo vivía en la comuna de Medellín y la 'nota' allá era estar con los 'duros' y ser como ellos.
Aunque mi mamá se preocupaba por mí y trataba de prohibirme salir con mis amigos, yo me
volaba a consumir marihuana o 'pepas'. Nos metíamos en tremendas peleas con las pandillas
de otros barrios y cuando estábamos cortos de dinero nos íbamos al centro a atracar. Yo
estaba tan 'bandera' con lo de la droga que empecé a robar también en el barrio con otros
'parces'. En esa época comenzó lo de la limpieza social que llaman y mataron a algunos de
mis amigos. Yo me asusté un resto. Mi mamá decidió mandarme a Bogotá donde una tía. Yo
no quería estudiar sino ganar buena plata, así que me conecté con unos 'pelaos' en el centro
de la ciudad, que robaban y se prostituían. Ellos le sacaban plata a las travestis. Eso era
nuevo para mi, pero como aquí nadie me conocía, ni a mi familia, no me importó, además uno
se acostumbra a vivir en ese ambiente. Una de las travestis se enamoró de mí y empezó a
mantenerme, así que terminé viviendo con ella. Al comienzo me daba asco, pero ella parecía
una mujer de verdad".
Mario
3
Ejemplo de Testimonios de Víctimas de la Trata
"Hoy es un Día para Compartir mi Experiencia"
Me llamo Karim, trabajo en la Fundación Renacer1 como Educadora de niños y
niñas en situación de explotación sexual, niños y niñas que son prostituidos y
que además son vinculados a pornografía, tráfico y turismo con fines sexuales.
Dentro de los procesos educativos en los que he participado siempre me ha
parecido que se nos prepara para una vida productiva más allá del valor de la
vida misma; poco a poco hemos recibido instrucción para enfrentar el aquí y el
ahora y para abastecer nuestras necesidades fundamentales; de ahí en adelante
todo lo que se logre es progreso, un progreso al margen de la realidad que en
cada individuo es única y depende de su entorno.
Desde hace varios años hago parte del equipo de la Fundación Renacer,
personas con las que día a día se entreteje el afecto fortaleciendo el núcleo de
esta familia extensa.
Al comienzo sabía tanto a cerca de prostitución como de historia de la literatura
contemporánea en América Latina, es decir nada. Eran tantos mis vacíos e
imaginarios que éstos me limitaban para relacionarme con las personas que
para ese entonces yo veía distantes y raras. Era una sensación entre el querer
hacer las cosas, pero también una mezcla entre morbosidad y lástima.
Morbosidad que tocaba mi propia sexualidad y tabúes que tenía impregnados en
la palabra 'prostitución': lo intocable, lo pecaminoso. Una mezcla entre lo casto y
lo oculto; pero era eso, más la curiosidad de lo qué hacían, cómo lo hacían y no
el cuestionamiento del por qué. Cuestionamiento que se ha vuelto una bola de
nieve.
En medio del juego, del abrazo y de esa relación que se teje a partir de tener a
ese ser humano al frente y saberlo tan sensible, tan frágil y tan especial como se
ve al hijo, al amigo, al compañero de batallas o a la pareja. Cuando se
derrumba ese muro absurdo de los rótulos y de la exclusión y se ve a través de
los ojos de la igualdad se hace un verdadero trabajo donde se conjuga la
pedagogía y el afecto.
Nosotros estamos acostumbrados a mirar desde nuestro aquí con ojos de
señalamiento, desde nuestra actitud inquisidora y autoritaria ignorando o
prefiriendo no entrometernos o juzgando a quienes se encuentran en esta
situación; pensamos que eso sólo le pasa al de la casa del frente, o a la vecina
que tenía una hija "brincona", o la señora de la esquina que es pobre.
Descubrí el dolor de estas niñas y niños, un dolor que se carcome hasta los
huesos y que se remienda con la sabiduría de la juventud entre risas ficticias y
amigos de momento, amigos del ruedo con los que ellos fortalecen la
1
La Fundación Renacer trabaja con víctimas de la trata en Colombia.
4
Ejemplo de Testimonios de Víctimas de la Trata
justificación para mantenerse de alguna manera en esta situación de víctimas de
explotación sexual y todo lo que ello implica. No tienen la capacidad de medir el
riesgo y la consecuencia. A ellos y a ellas no les gusta lo que hacen y lo que
deben realizar si se tienen en cuenta las perversiones y aberraciones a las que
son expuestos.
He visto rostros llenos de lágrimas cuando un caso esporádicamente sale a la
luz pública a través de escandalosos avisos en los que prima más el
acontecimiento para la noticia que la situación y la vulneración de los derechos
del menor o la menor que ha sido víctima. Esto es degradante, como lo es la
manera en que son vistos estos jóvenes para quienes muchas veces resulta
más fácil decir que son consumidores o que infringen la ley a decir que están
siendo prostituidos. Por esto mismo, por ignorar los riesgos o por que les da
vergüenza, su salud se va deteriorando; cuando los síntomas han persistido y
las enfermedades han avanzado es que buscan ayuda. Para escapar de esa
realidad, olvidar o no querer recordar que pasó, los niños y niñas se van
sumergiendo en el consumo indiscriminado de sustancias psicoactivas,
deteriorando aún más su calidad y capacidad de vida. A pesar de todo esto, los
seguimos ignorando.
Mi labor día a día es contactar a estos jóvenes en sitios vulnerables y realizar
prevención y sensibilización sobre explotación sexual de niños y niñas, a líderes
comunitarios, docentes, estudiantes, entre otros. Con los jóvenes realizo talleres
a cerca de las Infecciones de Transmisión Sexual, ITS, uso adecuado del
preservativo, juegos de crecimiento personal, lúdicas, actividades que permitan
acercamiento y confianza necesarios para que ellos se puedan reconocer como
personas y sujetos, con derechos y deberes y con la capacidad extraordinaria de
cambiar la realidad de su propia vida.
Estas situaciones de vida no deberían existir y mucho menos que nuestras niñas
y niños sean víctimas de ellas. Mi trabajo ha hecho que todos los días tenga
contacto con la miseria, la pobreza, el hambre y la violencia. A veces puede ser
que por mi naturaleza humana no pueda comprender y sienta que mi espíritu se
revienta o simplemente ya no quiera seguir más.
Es difícil imaginar la cantidad de situaciones de alto riesgo y vulnerabilidad que
rodean a los niños y a los jóvenes y el desconocimiento total o la indiferencia
absoluta que se mantiene frente a su situación; ni siquiera nosotros estamos
exentos de vernos involucrados, ni reconocemos los alcances y las maneras en
qué nuestros jóvenes son enganchados para fines de explotación sexual.
Llevo grabadas miles de historias de vida que se vuelven como un velo en el aire
y se pierden, he visto degradarse al hombre, dañar y comerciar a su familia,
maltratar y ser el verdugo de su amor propio; me he relacionado con el ladrón,
con el sicario, con el proxeneta, con muchos más; he reventado en llanto y
5
Ejemplo de Testimonios de Víctimas de la Trata
"madreado" a grito entero de rabia e impotencia al ver revolcarse a cientos de
jóvenes entre el vicio, la enfermedad y el abandono; me he sentido abatida y se
que no cicatriza el recuerdo de tantos bebes que lloran desgarradoramente
sujetándose a la vida, mientras sus mamitas consumen pegante, o junto a ellos
"hacen un rato" por un billete que limpia la conciencia de quien las abusa.
Me asombra la capacidad repetitiva de estas chicas cuando en el ejercicio de la
prostitución quedan embarazadas y sin pensar en la responsabilidad por venir,
dicen que si hay para el pegante también hay para el "chino".
Sentí dolor y nostalgia cuando abracé a un joven con Sida y mi apretón quedó
marcado en su piel ajada por la enfermedad que a los pocos días lo dejó
irreconocible en un andén de la ciudad.
He conocido a jóvenes tanto mujeres y hombres que permanecen en el colegio y
con su familia, ellos y ellas se camuflan en la rumba para tener contacto con
clientes mientras intentan pasar desapercibidos.
Al reencontrarme con algunos jóvenes que conocí recién llegue a la Fundación
Renacer y ahora son ya adultos, padres de varios hijos, su reacción es de
vergüenza mientras mi respuesta es un abrazo.
Sí, soy afortunada porque en el reconocimiento de estos niños y niñas mi vida
ha sido grande, valoro lo que tengo y he sido un mejor ser humano porque
aprendí que lo poco que soy lo puedo dar en beneficio de otros. En el proceso
de acercamiento aprendí que no se debe dar limosna porque esto legitima la
cultura de la calle, no debemos generar el asistencialismo, debemos poner en
práctica lo que sabemos hacer y ser gestores con nuestras hijas e hijos para que
estén al tanto de lo que les puede suceder. Invito a los docentes y educadores a
amar a esos seres maravillosos que tienen bajo su responsabilidad y antes de
tratarlos como un cupo o una nota y antes de excluirlos, quisiera que recordaran
que sus dificultades son el resultado de la intolerancia y el maltrato recibido
desde niños, y que al excluirlos del sistema escolar se les está dejando en
situaciones de alta vulnerabilidad, al libre albedrío de la calle y de cualquier
problemática social tan degradante como la prostitución.
Todos los que tenemos la fortuna de una profesión o de una opción de vida más
privilegiada deberíamos dar un poco de nosotros mismos al servicio de los
demás; se trata tan solo de amar y no dejar que la vida se nos siga escurriendo
entre los dedos y dejarnos llevar con estos jóvenes que lentamente van
aprendiendo a despreciar la vida. Todos tenemos nuestros propios dolores,
dolores que me han fortalecido en lo personal y que si no fuera porque aprendí
a ver a través de otros el dolor, no hubiera tenido el valor de enfrentar los míos y
sobreponerme pensando que la vida es bella.
6
Ejemplo de Testimonios de Víctimas de la Trata
Aquí, en la Fundación Renacer descubrí que tengo una capacidad inmensa de
amar, de amar sin reparo, sin límites, sin miramientos. Agradezco a esos niños,
niñas, hombres y mujeres con los que he construido mi día a día a partir de mi
quehacer; también agradezco a mis compañeros, con quienes comparto un poco
de mi alegría, por habernos encontrado en este punto y espacio hacia la misma
causa.
Publicado por Karim Barrios, Educadora, Fundación Renacer el
01/febrero/2005, en la sección “Experiencias del Equipo.” Un grupo de
colabores de la Fundación renacer en Colombia se encuentra sistematizando su
experiencia como parte del equipo de Renacer. Periódicamente publican sus
vivencias en el trabajo de apoyo a los niños y niñas, ya sea en la calle (en
acercamiento), en el Hogar de Paso, el Hogar Ambulatorio o el Hogar
Permanente.
Materiales de la Fundación Renacer, disponibles en:
http://www.fundacionrenacer.org/hv.htm?x=46447
7
Descargar