HISTORIA DE ESPAÑA Introducción

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HISTORIA DE ESPAÑA
Introducción
Uno de los aspectos más característicos de la historia antigua de España es la sucesión de oleadas de
diferentes pueblos que se extendieron por toda la península. Los primeros en llegar fueron los Iberos, un
pueblo del norte de África. Después llegaron los celtas, un pueblo típicamente ario, y de la fusión de los dos
surgió una nueva etnia, los celtíberos, que se agruparon en varias tribus (cántabros, astures, lusitanos) que
dieron nombre a sus respectivos territorios. Los siguientes en llegar, atraídos por la riqueza minera, fueron los
fenicios, que fundaron varias plazas comerciales a lo largo de la costa, la más importante de las cuales fue
Cádiz.
que fundaron varias ciudades, entre las que se encontraban Rosas, Ampurias y Sagunto. En su lucha contra los
griegos, los fenicios llamaron a los cartagineses, quienes a las órdenes de Amílcar Barca, se apoderaron de la
mayor parte de España. Fue en esta época cuando Roma inició una disputa fronteriza en defensa de las zonas
de influencia griega: Y así comenzó en la península la segunda guerra púnica, que decidió el destino del
mundo de entonces. Tras la victoria de Roma, Publio Escipión, "El Africano", comenzó la conquista de
España, que iba a estar bajo dominio de Roma durante seis siglos.
Una vez que la península fue completamente sometida, hubo una romanización de tal magnitud, que produjo
escritores de la estatura de Séneca y Lucano y emperadores tan eminentes como Trajano y Adriano.
Roma legó a España cuatro grandes instituciones sociales: la lengua latina, el Derecho romano, los municipios
y la religión cristiana.
Tras la caída del Imperio Romano los suevos, los vándalos y los alanos entraron en España, pero fueron
derrotados por los visigodos, que a finales del siglo VI ocuparon prácticamente toda la península.
A comienzos del siglo VIII los árabes se introdujeron por el sur. Conquistaron el país rápidamente excepto un
pequeño baluarte del norte que se convertiría en el trampolín para el inicio de la Reconquista, que no culminó
hasta ocho siglos más tarde. La época de dominación musulmana se divide en tres periodos: el Emirato (del
711 al 756), el Califato (756−1031) y los Reinos de Taifas (pequeños reinos independientes) (1031−1492). En
1492 el matrimonio de los Reyes Católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, preparó el camino para
la unión de los dos reinos y marcó el comienzo de un período de creciente éxito para España, ya que durante
su reinado Granada, la última fortaleza de los árabes en España, fue conquistada y a la vez, en el mismo año
histórico de 1492, las carabelas enviadas por la Corona de Castilla bajo el mando de Cristóbal Colón
descubrieron América. Las Islas Canarias se convirtieron en territorio español (1495), se afirmó la hegemonía
de España en el Mediterráneo en detrimento de Francia con la Conquista del Reino del Nápoles, y Navarra se
incorporó a la Corona. Los dos siglos siguientes, el XVI y el XVII, fueron testigos de la construcción y el
apogeo del Imperio Español, a resultas de lo cual, el país se convirtió en la primera potencia del mundo bajo la
égida de los austrias y la política europea giró en torno a él.
La Guerra de Sucesión a la Corona de España (1701−1714) marcó el fin de la dinastía de los Habsburgo y el
comienzo de los Borbones. El Tratado de Utrecht de 1713 formalizó la ocupación británica del Peñón de
Gibraltar, dando lugar a una situación colonial anacrónica que todavía persiste hoy y constituye la única
disputa entre España y el Reino Unido.
En 1808 José Bonaparte se instaló en el trono de España tras la invasión napoleónica, aunque la fiera
resistencia del pueblo culminó con la restauración de los Borbones en la persona de Fernando VII.
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En 1873 el breve reinado de Amadeo de Savoya terminó con su abdicación y se proclamó la I República. Sin
embargo, un pronunciamiento militar restauró la monarquía en 1875 y Alfonso XII fue proclamado rey de
España. Su hijo Alfonso XIII le sucedió en 1886, aunque su madre Reina María Cristina de Habsburgo actuó
como Regente hasta 1902, cuando fue coronado el Rey.
Antes de esto una breve guerra contra Estados Unidos concluyó con la pérdida de Cuba, Puerto Rico y
Filipinas en 1898, completando así la disolución del Imperio Español.
En las elecciones municipales de 12 de abril de 1931 quedó claro que en todas las grandes ciudades españolas,
los candidatos que apoyaban la monarquía habían sido derrotados. La magnitud del voto a los republicanos
fue enorme en ciudades como Madrid y Barcelona. En las circunscripciones rurales los monárquicos
obtuvieron suficiente poder como para asegurarse una mayoría en el conjunto de la nación. Pero, estaba claro
que en el campo los caciques tenían todavía suficiente poder para impedir unas votaciones limpias. En la
noche del día siguiente a las elecciones se congregaron en las calles de Madrid grandes multitudes. Los
amigos en los que el Rey confiaba más le aconsejaron que abandonara la capital sin demora para evitar un
baño de sangre. En consecuencia Alfonso XIII se marchó de España y se estableció la Segunda República el
14 de abril de 1931. A lo largo de sus cinco años de vida atravesó por todo tipo de conflictos políticos,
económicos, y sociales, inexorablemente dividieron a la opinión en dos partes irreconciliables. El clima de
violencia creciente culminó el 18 de julio de 1936 con un levantamiento militar que condujo a una trágica
guerra civil que no terminó hasta tres años más tarde.
El 1º de octubre de 1936 el general Franco se aupó al poder como Jefe del Estado y comandante supremo de
los ejércitos. El Estado Español se embarcó en un periodo de cuarenta años de dictadura, durante la cual la
vida política del país se caracterizó por la ilegalidad de todos los partidos políticos con la excepción del
Movimiento Nacional. Franco murió en 1975 poniendo fin a un periodo de la historia de España y abriendo
camino a la restauración de la monarquía con la subida al trono del actual Rey de España, Juan Carlos I de
Borbón y Borbón.
El joven monarca se estableció pronto como un resuelto motor del cambio hacia una democracia de estilo
occidental a través de un cuidadoso proceso de reforma política que derogó las estructuras legales del
franquismo. Aldolfo Suárez, Presidente del segundo gobierno de la monarquía (julio de 1976) condujo con
determinación y destreza con la ayuda, ciertamente, de un amplio consenso social−la llamada transición a la
democracia que, después de atravesar diversas etapas (reconocimiento de las libertades fundamentales,
partidos políticos, incluido el Partido Comunista, los sindicatos, una amnistía de los delitos políticos, etc.),
culminó con las primeras elecciones parlamentarias democráticas en 41 años el 15 de junio de1977. Las
Cortes elegidas decidieron comenzar un proceso constituyente que concluyó con la aprobación de una nueva
Constitución, ratificada en referéndum el 6 de diciembre de 1978.
Entre 1980 y 1982 las regiones de Cataluña, el País Vasco, Galicia y Andalucía aprobaron estatutos de
autonomía y eligieron sus respectivos parlamentos. En enero de1981 el presidente del Gobierno Aldolfo
Suárez dimitió y fue sustituido por Leopoldo Calvo−Sotelo.
El 27 de agosto de 1982 Calvo−Sotelo presentó al Rey el decreto de disolución del Parlamento y convocatoria
de elecciones generales para el 28 de octubre. La victoria en las urnas fue para el Partido Socialista Obrero
Español y su secretario general Felipe González. Los socialistas obtuvieron 202 escaños de los 350 que tiene
la Cámara Baja y aproximadamente el 48% del voto popular. Felipe González fue elegido Presidente del
Gobierno (2 de diciembre) por el voto de investidura parlamentario. Los grandes perdedores fueron la Unión
de Centro Democrático−que se dividió tras la marcha de varios de sus miembros−y el Partido Comunista de
España (PCE). Alianza Popular, cuyo presidente era Manuel Fraga Iribarne, consiguió un considerable
aumento (106 escaños y aproximadamente el 26% de los votos).
El Partido Socialista Español ganó también las elecciones de 1986, 1989 y 1993 y se consolidó la posición del
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Partido Popular, encabezado por José María Aznar, como la segunda fuerza política del país, que
posteriormente ganaría las elecciones en 1996 y 2000.
GEOGRAFÍA FÍSICA DE ESPAÑA
España, limita al norte con el mar Cantábrico, Francia y Andorra; al este con el mar Mediterráneo; al sur con
el mar Mediterráneo y el océano Atlántico y al oeste con Portugal y el océano Atlántico. La dependencia
británica de Gibraltar está situada en el extremo meridional de España. Las islas Baleares en el Mediterráneo y
las islas Canarias en el océano Atlántico, frente a las costas del Sahara Occidental y Marruecos, constituyen
las dos comunidades autónomas insulares de España. También son parte integrante del Estado español,
aunque estén situadas en territorio africano, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, así como tres grupos
de islas cerca de África: el Peñón de Vélez de la Gomera y las islas Alhucemas y Chafarinas. La extensión de
España incluidos los territorios africano e insulares, es de 505.990 kmð.
Territorio
España ocupa el 85% de la península Ibérica y está rodeada de agua por casi el 88% de su perímetro; su costa
mediterránea mide unos 1.600 km de largo y la atlántica unos 710 km. La amplia y continua cadena
montañosa de los Pirineos, que se extiende a lo largo de 435 km desde el golfo de Vizcaya hasta el mar
Mediterráneo, forma frontera natural con Francia, al norte; en el extremo sur, el estrecho de Gibraltar que
mide 12 km separa la península y el norte de África.
La característica topográfica más importante de España es la gran planicie central, poco arbolada, llamada la
meseta Central, que tiene una inclinación general descendente de norte a sur y de este a oeste, con una altitud
media de unos 610 m. La Meseta se encuentra dividida en una sección septentrional (submeseta Norte) y otra
meridional (submeseta Sur) por una cadena montañosa, el sistema Central, del que forman parte las sierras de
Gredos y Guadarrama. Los montes de Toledo accidentan la submeseta Sur. Las cadenas montañosas, como la
cordillera Cantábrica, al norte, el sistema Ibérico, al este, y sierra Morena, al sur, constituyen los rebordes de
la Meseta y la separan de la orla cantábrica y Galicia, el valle del Ebro y la llanura levantina y del valle del
Guadalquivir, respectivamente. Entre muchas de estas montañas se abren valles estrechos drenados por ríos
rápidos, como Lozoya, Sil, Jerte o Jiloca.
La llanura costera es estrecha, salvo en la costa levantina y en el golfo de Cádiz, no suele medir más de 32 km
de anchura, y en muchas áreas está quebrada por montañas que descienden abruptamente hasta el mar
formando promontorios rocosos y calas, como en la Costa Brava. El área costera septentrional y noroccidental
tiene varios puertos destacados en el fondo de abrigadas rías, en particular a lo largo de la costa gallega. Las
cordilleras Costeras catalanas, en el noreste, y las sierras o sistemas Béticos, al sur, completan la serie de
cordilleras importantes de la península. En dos de estas cadenas montañosas principales, Pirineos y sierras
Béticas, existen elevaciones que superan los 3.000 m de altitud. Los picos más altos de la península son el
pico de Aneto (3.404m) en los Pirineos y el Mulhacén (3.477m) en sierra Nevada, en el sur de España. El
punto más elevado de todo el territorio español es el pico del Teide (3.718m) situado en la isla canaria de
Tenerife.
Ríos
Los principales ríos de España fluyen hacia el oeste y suroeste para desembocar en el océano Atlántico; por lo
general, discurren por cursos profundos y rocosos a través de los valles de las montañas. Estos ríos son el
Duero, el Miño, el Tajo y el Guadiana que nacen en territorio español y fluyen a través de Portugal −o
constituyen la línea fronteriza con este país− hasta desembocar en el Atlántico. El Guadalquivir, que atraviesa
una fértil llanura en el sur, es el único río navegable de España, aunque sólo para barcos de poco calado, en
sus últimos 100 km, desde Sevilla hasta su desembocadura. El Ebro, el más caudaloso de España, lleva la
dirección contraria, noroeste−sureste, y pertenece a la vertiente mediterránea. La
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mayoría de los ríos españoles son poco caudalosos y por tanto no aptos para la navegación interior, aunque se
utilizan ampliamente para regadío y, en sus cursos alto y medio, tienen un importante aprovechamiento como
fuente de energía.
Clima
El clima de España es predominantemente mediterráneo, especialmente en la costa mediterránea y Baleares.
Se caracteriza por inviernos templados, salvo en el interior o las montañas, y veranos muy calurosos, con
precipitaciones por los general insuficientes, aunque las características físicas variadas del país determinan
diferencias climáticas pronunciadas. A lo largo de las costas del mar Cantábrico y del océano Atlántico el
clima es oceánico, por lo general húmedo y templado. La meseta Central tiene un clima mediterráneo
continentalizado o de interior, con unos veranos tan áridos que muchos riachuelos se secan, la tierra se agosta
y las sequías son frecuentes. La mayor parte de España recibe menos de 610 mm de precipitaciones anuales;
las regiones montañosas del norte y centro son más húmedas. En la zona centro, el invierno es muy frío,
mientras que las temperaturas durante el verano se pueden elevar hasta superar los 40º C. Como contraste, la
costa sur mediterránea goza de un clima subtropical; Málaga tiene el invierno más suave de Europa, con 12,5º
C de temperatura media mensual en enero. Las islas Canarias poseen un clima tropical, cálido y seco; Santa
Cruz de Tenerife tiene 17º C de temperatura media en enero.
GEOFRAFÍA HUMANA DE ESPAÑA
La población española
En España vivimos aproximadamente treinta y nueve millones de personas. La cantidad de habitantes de un
territorio es su población absoluta. En comparación con los países de la Unión Europea, España tiene menos
habitantes que Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido, y más que Finlandia, Grecia o Irlanda.
El pueblo español es una mezcla de los pueblos indígenas de la península Ibérica con otros que fueron
conquistando sucesivamente su territorio, ocupándolo durante diferentes periodos de tiempo. Estos elementos
etnológicos engloban a los celtas, un pueblo de la Europa atlántica, a los iberos, fenicios, griegos,
cartagineses, romanos, todos ellos pueblos mediterráneos, y a los suevos, vándalos y visigodos, pueblos
germánicos. También están presentes los elementos semíticos, en especial de origen árabe y judío. Hay varios
grupos lingüísticos en España que han mantenido una identidad cultural propia. Entre estos se encuentran los
vascos, cuyo número es de unos 2.7 millones, los gallegos, que son unos 2 millones, y los catalanes, que
ascienden a 6 millones. Los gitanos, esparcidos por toda la geografía española, forman un importante pequeño
grupo étnico con acusada personalidad.
Distribución de la población
Si todos los habitantes se repartieran por igual en el territorio español, habría unos 79 habitantes por kilómetro
cuadrado de superficie. Este número se llama densidad de población y es útil para saber si la población de un
territorio vive agrupada o muy dispersa.
La densidad de población se halla dividiendo el número de habitantes entre las superficies del territorio,
expresada en kilómetro cuadrado. La densidad de población de España es baja si se compara con la media
europea, que es de 115 habitantes por kilómetro cuadrado.
Dentro de España, la población no se encuentra repartida por igual: hay zonas mucho más pobladas que otras.
La distribución de la población nos informa del modo en que se reparten los habitantes en un territorio. En
España, las zonas más pobladas son las localidades costeras y la Comunidad de Madrid.
A principios del siglo XX, la mayoría de la población española era rural, pero a partir de 1960 se produjo una
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fuerte emigración desde el campo a las ciudades, y hoy 85 de cada 100 españoles viven en las ciudades.
El crecimiento de la población
Con el tiempo, la población va cambiando. El crecimiento de la población depende del número de personas
que nacen y del número de personas que mueren, y también del número de emigrantes e inmigrantes.
En España nacen y mueren casi el mismo número de personas, de manera que el crecimiento de la población
española es muy lento. Además, como nacen pocos niños y los ancianos viven más años que antes, la
población española va envejeciendo cada vez más.
Divisiones administrativa
España comprende 50 provincias integradas en 17 comunidades autónomas: Andalucía, Aragón, Principado
de Asturias, Islas Baleares, País Vasco, Canarias, Cantabria, Castilla−La Mancha, Castilla−y León, Cataluña,
Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, La Rioja, Comunidad de Madrid, Región de Murcia y la
Comunidad Foral de Navarra, así como dos ciudades autónomas, Ceuta y Melilla.
Ciudades principales
La capital y principal ciudad de España es Madrid (población en 1999, 2.879.052 habitantes), que también es
la capital de la comunidad autónoma de Madrid. La segunda ciudad en tamaño, mayor puerto y centro
comercial es Barcelona (1.5003.451 habitantes), capital de la provincia de Barcelona y de la comunidad
autónoma de Cataluña. Otras ciudades importantes son Valencia (739.412 habitantes), capital del la provincia
de Valencia y de la Comunidad Valenciana, un centro industrial y ferroviario; Sevilla (701.927 habitantes),
capital de la provincia de Sevilla y de la comunidad autónoma de Andalucía, un destacado destino turístico;
Zaragoza (603.370 habitantes) capital de la provincia de Zaragoza y de la comunidad autónoma de Aragón,
otro centro industrial y de comunicaciones; Málaga (528.079 habitantes), capital de la turística Costa del Sol;
y Bilbao (357.590 habitantes), puerto muy activo y capital de la provincia de Vizcaya.
Religión
La población española es mayoritariamente católica. El país se divide en 13 provincias eclesiásticas (sedes
metropolitanas) y 2 arzobispados autónomos que comprenden 67 diócesis territoriales y una personal
(castrense). Con anterioridad a la restauración democrática, el catolicismo era la religión oficial del Estado,
pero la Constitución de 1978 estableció la aconfesionalidad del mismo y la libertad religiosa. Hay pequeñas
comunidades de protestantes, judíos y musulmanes.
Lenguas oficiales
Según la Constitución española, el castellano es el idioma oficial para todo el país; además, son lenguas
cooficiales, en sus respectivas comunidades autónomas, el vasco (o euskera, una lengua preindoeuropea), en
el País Vasco, el gallego en Galicia, el catalán en Cataluña y en las Islas Baleares (donde presenta ligeras
variedades lingüísticas) y el valenciano en la Comunidad Valenciana.
Cultura
Cualquier consideración acerca de la cultura española debe recalcar la trascendencia e importancia de la
religión en la historia del país. Un reflejo de la influencia del catolicismo lo proporcionan los abundantes
elementos místicos en el arte y la literatura de España, la larga lista de sus santos y el gran número de
congregaciones y órdenes religiosas. No obstante, la Iglesia católica ha perdido influencia desde el
restablecimiento de la democracia.
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GEOGRAFÍA ECONÓMICA
Economía
Tradicionalmente España ha sido un país agrícola y aún es uno de los mayores productores de Europa
occidental, pero desde mediados de la década de 1950 el crecimiento industrial fue rápido y pronto alcanzó un
mayor peso que la agricultura en la economía del país. Una serie de planes de desarrollo, que se iniciaron en
1964 comenzó un periodo de recesión económica a causa de la subida de los precios del petróleo y un
aumento de las importaciones. El 1 de enero de 1986 España ingresó como miembro de pleno derecho en la
Unión Europea.
Agricultura
La agricultura fue tradicionalmente el soporte principal de la economía española, que emplea actualmente
alrededor del 7% de la población activa. Los principales cultivos son trigo, cebada, remolacha azucarera,
maíz, patatas, centeno, avena, arroz, tomates y cebollas. El país tiene también extensos viñedos y huertos de
cítricos y olivos.
Las condiciones climáticas y topográficas hacen que la agricultura de secano sea obligatoria en una gran parte
de España. También son comunes las explotaciones de regadío de regadío de pequeño tamaño.
La ganadería, es especial la ovina y la caprina, tiene una importante trascendencia económica. Entre los
animales más famosos están los toros de lidia, que se crían en Andalucía.
Silvicultura y pesca
El corcho es el principal recurso forestal de España, la producción de pulpa de papel y madera de los bosques
españoles es insuficiente para cubrir las necesidades del país.
La industria pesquera es importante para la economía española. La captura está formada principalmente por
atún, calamares, pulpo, merluza, sardinas, anchoas, caballa, pescadilla y mejillones.
Minería
La riqueza mineral de España es considerable. Se produce, carbón, mineral de hierro, concentrados de cinc,
plomo, yeso y 7.305.000 barriles de petróleo crudo al año. Las principales minas de carbón están en el
noroeste, en la provincia de Asturias y en el norte de la provincia de León.
Industria
En España se producen, entre otros, textiles, hierro y acero, vehículos de motor, productos químicos,
confección, calzado, barcos, refino de petróleo y cemento. España es uno de los primeros productores
mundiales de vino. La industria siderúrgica, que está centrada en Bilbao.
Energía
Alrededor del 58% de la electricidad de España se genera en centrales térmicas convencionales que utilizan
principalmente carbón o petróleo refinado.
Moneda y banca
La unidad monetaria es el euro y se emite por el Banco de España. El país cuenta con un gran número de
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bancos comerciales. Las principales bolsas se encuentran en Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia.
Comercio exterior
Entre las principales importaciones se encontraban combustibles minerales y lubricantes, maquinarias y
equipos de transportes, etc. Los principales productos exportados son: textiles y artículos de confección.
Transporte
España tenía 663.795 km de carreteras y unos 472 vehículos por cada 1.000 habitantes en 1997. En ese mismo
año la red ferroviaria cubría unos 14.059 km de líneas. La principal compañía aérea es Iberia. En el 2001 la
flota mercante estaba formada por 1.345 buques.
Comunicaciones
En el año 2000 había unos 421 teléfonos en servicio por cada 1.000 habitantes. España cuenta con 87
periódicos diarios.
Trabajo
En el año 2000 la población activa española estaba formada por unos 17 millones de personas. Alrededor de
un 31% tenía empleo en la industria; un 7% en la agricultura, silvicultura y pesca; y un 62% en los servicios.
La tasa de desempleo registrada en 2000 era del 14%. En 1993. Alrededor del 11% de los trabajadores
españoles estaban sindicados.
POLÍTICA
Constitución
La Constitución, aprobada en 1978, determina los poderes del Rey y las funciones legislativas del
Parlamento.
La reforma constitucional está sujeta a un procedimiento estricto y no podrá iniciarse en tiempo de
guerra o de vigencia de los estados de excepción o de sitio.
Gobierno
España es una monarquía parlamentaria, en la que el Rey es el Jefe del Estado. El Rey reina pero no
gobierna. Se trata de un cargo hereditario y posee inmunidad. De conformidad con la Constitución
española, le Rey es el representante del Estado, el símbolo de su unidad y permanencia y contribuye al
funcionamiento de las instituciones. Oficialmente, el Rey tiene poder para disolver las Cortes y
nombrar al Presidente del Gobierno, y su consentimiento es necesario para la aprobación de las leyes.
Sin embargo, la actuación del Rey entra dentro de la responsabilidad del Gobierno, mientras que el
Gobierno es responsable ante el Parlamento.
Estructura política:
El Parlamento español, denominado Cortes Generales, posee dos cámaras, el Congreso y el Senado. La
asamblea más importante es la cámara baja, el Congreso de Diputados.
El Congreso elabora los presupuestos del Estado y controla la actuación gubernamental, y está
compuesto por 350 diputados elegidos cada cuatro años por todos los mayores de 18 años que deseen
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ejercer su derecho de voto. El voto es libre, igualitario, directo y secreto.
El Senado, con competencias para modificar la legislación está compuesto pos 208 senadores de elección
directa y 49 representantes designados por las Comunidades Autónomas. Es la cámara de
representación territorial. Cada provincia elige generalmente a cuatro senadores (excepto Ceuta y
Melilla, que eligen a dos senadores cada una y las provincias insulares, que eligen tres para cada una de
las grandes islas y uno para las más pequeñas o los grupos de islas).
Las elecciones generales se celebran cada 4 años. Las más recientes tuvieron lugar en marzo de 2000.
En España existen numerosos partidos políticos que pueden ser llamados a formar Gobierno. El
Gobierno está compuesto por veinte ministros, dirigidos por el Presidente del Gobierno.
España está dividida en 17 Comunidades Autónomas, y dos ciudades autónomas, Ceuta y Melilla, cada
una de las cuales posee su propio Gobierno y Parlamento regionales, elegidos por un período de 4 años.
Tienen amplias competencias, especialmente las de Andalucía, el País Vasco, las islas Canarias,
Cataluña, Galicia, Navarra y Valencia.
Escudo de España
El Escudo de España se presenta dividido en cuatro cuartos: en el primer cuarto se halla un Castillo de
Oro con almenas; en el segundo, un león rampante en púrpura y coronado de oro. En el tercer cuarto,
sobre fondo de oro, cuatro bandas verticales rojas; y el cuarto en rojo, con una cadena dorada puesta
en cruz, aspa y orla, con un centro en verde. En el centro de la base, sobre plateado, una granada
partida, con dos hojas verdes.
A los laterales se ubican dos columnas plateadas, con base y capitel. Las cruzan unas cintas de oro, y en
la derecha se lee PLVS y en la izquierda VLTRA. Por sobre todo, se ubica una corona real, en oro y
piedras preciosas y forrado de rojo.
(Fue regulado por Ley 33−1981, de 5 de Octubre).
Bandera de España
La Constitución Nacional Española, en su Artículo 4, establece:
• La Bandera de España está formada por tres franjas horizontales, roja, amarilla y roja, siendo la
amarilla de doble anchura que cada una de las rojas.
• Los Estatutos podrán reconocer banderas y enseñas propias de las Comunidades Autónomas. Estas
se utilizarán junto con la bandera de España en sus edificios públicos y en sus actos oficiales.
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Himno Nacional de España
El himno nacional español es uno de los más antiguos de Europa. Su origen es desconocido. Se ha
encontrado su partitura en un documento del año 1971, el Libro de Ordenanza de los toques militares
de la Infantería Española, de Manuel Espinosa, en la que aparece con el nombre de la Marcha de
Granaderos.
Tras la Revolución Gloriosa de 1869, el general Prim convocó un concurso nacional para crear un
himno oficial, pero se declaró desierto, aconsejando el jurado que continuara considerándose como tal
la Marcha de Granaderos.
La versión actual fue encargada al maestro Francisco Grau tras la aprobación de la Constitución de
1978.
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