CIEN AÑOS DEL PRIMER VUELO SOLO DE BERISSO FUERZA AÉREA URUGUAYA COMANDO GENERAL DE LA FUERZA AÉREA - DIRECCIÓN DE RELACIONES PÚBLICAS Avda. Don. Pedro de Mendoza 5553 - Tel. Fax. (598) 2222.41.28 - E-mail: [email protected] Sitio Web: http://fau.mil.uy 19 de junio de 2013 CELEBRACIÓN DE LOS CIEN AÑOS DEL PRIMER VUELO SOLO DEL ALFÉREZ BERISSO Dentro del marco de la celebración de los cien años del nacimiento de la aeronáutica militar en nuestro país, la Fuerza Aérea Uruguaya informa que el próximo sábado 22 de junio a las 11:30 horas, se realizará en la Rambla O’Higgins y Rimac (Playa Malvín), la “Ceremonia de conmemoración de los 100 años del primer vuelo solo del Alférez Cesáreo L. Berisso”. La Dirección de Relaciones Públicas de la Fuerza Aérea Uruguaya, tiene el agrado de invitar a ese prestigioso medio de comunicación, a acompañarnos en esta fecha de tan hondo significado para nuestra Institución. DESARROLLO DEL ACTO - Recepción de autoridades. - Ejecución del Himno Nacional. - Lectura de la Orden del Comando General. - Palabras alusivas al hecho conmemorado. - Descubrimiento de la placa conmemorativa. 17/13 - Sobrevuelo de aeronaves. - Finalización del acto. RESEÑA HISTÓRICA El 17 de Marzo de 1913, por Orden General del Estado Mayor del Ejército, emanada del entonces Ministerio de Guerra y Marina, se creaba la Escuela de Aviación Militar, en un potrero de la Estancia Santo Domingo en la localidad de “Los Cerrillos” (Departamento de Canelones), contratándose al aviador francés Marcel Paillette como su piloto instructor. En ese entonces, diez intrépidos jóvenes Oficiales del Ejército se dieron cita en la mencionada estancia convocados por la referida Orden, con el fin de “aprender a volar”…ellos eran el Capitán José San Martín, el Teniente Primero Ramón Arambillete, los Tenientes Primeros graduados Gregorio Alvarez Lezama, Pedro Mazzoni y Juan Manuel Boiso Lanza, los Tenientes Segundos Braulio Duarte y Juan Bértiz, los Alféreces Enrique Prado y Césareo Berisso y el Alférez graduado Santiago Guido. La Escuela comenzó a funcionar inmediatamente, luego de que sus alumnos recibieran su bautismo de vuelo. Con el sueño de convertirse en los aviadores de nuestra Patria, comenzaron el curso de adaptación y entrenamiento en un enorme y primitivo aparato biplano tipo “Farman”, con un gran velamen de 50 metros cuadrados de superficie, fabricado en madera, tela y alambres, de maniobrabilidad muy precaria y lenta, por lo que la turbulencia y los vientos fuertes hacían de cada vuelo, un verdadero desafío. Este aeroplano había recibido el pomposo denominativo de “El Águila”, pintado en su timón de profundidad, que para confundirnos más, iba adelante. Era la aventura misma, rodeada por ese halo místico de la pasión por el vuelo, que quién sabe adónde los transportaba cada vez que les tocaba subir en aquel desmesurado pájaro, sin siquiera un modesto parabrisas. 17/13 Apenas iniciados los cursos, una serie de inconvenientes fueron retrasando los mismos; primero un temporal de varios días hizo imposible las salidas; luego, durante una hora de instrucción, un aterrizaje forzoso daña el motor del Farman; y finalmente, durante un carreteo de entrenamiento sorpresivamente el biplano decola, embistiendo una máquina de cortar pasto, quedando el aparato destrozado. Ante esta eventualidad, Paillette viaja a Montevideo y mediante una entrevista con el Ministro de Guerra y Marina, General Bernassa y Jerez, lo convence para que el Estado adquiriese dos aparatos para la instrucción. A partir de ese momento, la Escuela tendría dos aviones para la instrucción de los alumnos: un “Farman” y un “Blériot”. Las jornadas de instrucción se tornaron más favorables, quedando prontos para su “vuelo solo” siete de los nueve alumnos que aún continuaban en la carrera por sus alas..…….pero los días fueron pasando y el contrato con el instructor de vuelo Marcel Paillette expiraba, siendo el 19 de junio su último vuelo en el avión “Blériot” y el último vuelo oficial para la Escuela………….. Al no llegarse a un entendimiento entre el Ministerio de Guerra y Marina y el aviador francés, los días de nuestra Aviación estaban contados………. Pero en dos de los jóvenes Oficiales, en los cuales el ansia de volar y su vocación por el vuelo estaba bien arraigados, esta decisión provocó un sentimiento de frustración que los llevó a idear un gesto que conmocionara a la opinión pública y al gobierno: volar sin autorización en los dos aviones de la Escuela sobre Montevideo, aterrizando en el Regimiento de Caballería Nº1, lugar donde los esperarían sus compañeros, con el fin de llevarlos ante el Ministro de Guerra y Marina para explicarle su disconformidad y actitud. Así, el día 22 de junio de 1913, en horas de una fría madrugada, Boiso Lanza y Berisso mandaron sacar los aviones del hangar; primero el “Farman”, al que subió Berisso, dando inmediatamente la orden de puesta en marcha, mientras que Boiso Lanza hacía lo mismo en el “Blériot”, pero sin conseguir que éste arrancara. 17/13 De esta manera, Berisso despegaba con las primeras luces del alba, …..solo. Por primera vez un compatriota realizaba un vuelo sin instructor. Sobrevuela primero “Los Cerrillos” y de ahí se dirige a la bahía de Montevideo, donde una niebla opaca le obliga a ascender. Allí los primeros destellos del alba y la casi una hora de vuelo, le hacen suponer que ya se encontraba sobre la ciudad de Montevideo. Un claro entre las nubes le permite localizar un grupo de casas, sobre lo que logra distinguir como la Facultad de Agronomía de Sayago, por lo que comienza un viraje, ya que su objetivo era aterrizar en la zona de Carrasco. De pronto, con la certeza de que se encontraba sobre el mar, desciende virando dentro de la niebla, pero la aeronave se rasga…………..hacia un lado, el mar………y hacia el otro, la costa!!. El aparato debía ser llevado a tierra de manera inminente; y en forma exitosa, luego de una hora y cuarenta y cinco minutos de vuelo, lo consigue……..y el “Farman” aterriza en la hoy conocida Playa Malvín. Este gesto de rebeldía, que tenía como fin impresionar a la opinión pública y a las autoridades, deseando evidenciar lo avanzado del adiestramiento, terminó marcando un hecho histórico, que se transformaría en un hito fundamental de la historia de nuestra Aviación Militar, demostrando con valentía que la corta vida de aquella Escuela de Aviación Militar de “Los Cerrillos” no había sido en vano, sino el primer escalón de una Aviación naciente para nuestro país. Es por esta razón, que al conmemorarse cien años de aquel acto de audacia, intrepidez, pasión por el vuelo y sueños en los que el único límite era el cielo, sentimos que el espíritu aeronáutico de esos grandes pioneros se apodera de todos nosotros, quienes hemos elegido esta noble profesión, por lo que, a partir del presente año, celebraremos cada 22 de junio como el “Día del Espíritu de Vuelo”, reconociendo en el mismo, la labor de pilotos y profesionales, que desde sus distintas áreas han seguido el camino marcado por quienes iniciaran nuestra Aviación 17/13 EL DIRECTOR DE RELACIONES PÚBLICAS CNEL. (AV.) ALVARO LOUREIRO 17/13