Algunas precisiones sobre lo vertido en el proyecto de derogación de la ordenanza que contempla el funcionamiento de la Banda Sinfónica de la Ciudad de Buenos Aires Cuando se mencionan los nombres de maestros relevantes como Juan José Castro, Pascual Grisolia y Reinaldo Zamboni se está faltando a la verdad y haciendo una mala utilización de la información vertida por los musicógrafos de la Banda en la página web (información, musicógrafos y página web de la “Era de la ordenanza”): por una parte, se menciona a Juan José Castro como director del organismo cuando en realidad se trata de su hermano, José María Castro. Si bien importante para la música argentina, el nombre de José María Castro tiene otra relevancia que la de Juan José, nombre utilizado falsa y demagógicamente para compensar el desconocimiento público de Grisolia y Zamboni (nuevamente: se trata de queridos maestros de la Banda, pero cuya relevancia debe medirse nuevamente. Baste a estos efectos tomar muchos de los arreglos y transcripciones realizados por Grisolia que hoy suenan desactualizados pero que cumplieron una función determinada cuando no existía la amplificación y la Banda no competía con un oyente que tuviese acceso alguno a la comparación con otros organismos argentinos o internacionales). Si comparamos con el repertorio y calidad de muchos de los arreglos actuales y con los nombres que han dirigido a la Banda a partir de la ordenanza, no se puede hacer más que reconocer el crecimiento y la exigencia artística que dichos nombres obligan: Mario Perusso, Gerardo Gandini, Mario De Rose, Carlos Calleja, Carlos Vieu, Javier Logioia (nombres que hoy están presentes en organismos que no se suponen ‘infectados’ por la ordenanza) en el ámbito nacional, y Dennis Johnson (presidente de la WASBE), Antonia Joy Wilson (Estados Unidos), Antoine Duhamel (Francia), Roberto Farias (Brasil), en el ámbito internacional. Debe considerarse también la actuación de muchos de los miembros de la Banda como solistas y como miembros de agrupaciones de cámara, a la vez que ocupando cátedras en las más importantes instituciones musicales de Buenos Aires y como docentes invitados en distintas partes del país. Durante el período 1910-1992, la Banda Sinfónica fue invitada únicamente a tocar en Festival, el mencionado Festival de Kerkraade, Holanda. Sólo desde 1992, es decir, luego de la sanción de la Ordenanza, la Banda fue invitada a tres festivales internacionales (Japón, España y Venezuela), sin poder concurrir por no contar con apoyo oficial alguno. Por otra parte, cabe una pequeña mención respecto de la actuación de la Banda en 1974: la prensa internacional no hizo más que menciones apenas informativas cuando trató bien al organismo y lo llamó “paquidermo sonoro” cuando quiso describir la calidad de aquellas legendarias performances. No se trata aquí de hablar mal de la Banda de entonces: sólo de des-idealizar lo que está ayudado por el vago recuerdo y el curso del tiempo. La Banda del pasado no realizaba actividades de divulgación específicas ni desarrolló los conciertos didácticos que hoy el organismo realiza, dándole a la actualidad una diversidad y amplitud que la vieja Banda no tenía. Invitamos a leer detenidamente el documento sobre este particular que adjuntamos. La Banda del pasado centraba su actividad en la actuación al aire libre casi con exclusividad. Hoy la Banda continúa con esa tradición, pero le ha agregado espacios y ciclos de mayor exigencia, tales como el Teatro Colón, el Auditorio de Belgrano, el ciclo en el Auditorio de la Facultad de Derecho, el ciclo en el Auditorio de la Facultad de Ingeniería y Universidad Tecnológica Nacional, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y demás. Sobre la formación de los musicógrafos Tanto la Lic. Laura Campardo como el Lic. Gustavo Costantini tienen una larga trayectoria en el medio musical argentino y una sólida formación. Para mencionar sólo algunas cosas: Laura Campardo tiene una doble titulación en la Universidad Católica Argentina (una Licenciatura en Composición y una Dirección Coral), institución en la cual se ha desempeñado como docente y como directora de una cantoría gregoriana. Entre sus maestros se cuentan a figuras tales como Roberto Caamaño, Virtú Maragno, Gerardo Gandini, Antonio Russo y Marta Lambertini. Como compositora ha obtenido menciones en concursos de composición, entre ellos una otorgada por el Fondo Nacional de las Artes en el marco del Premio Juan Carlos Paz. Ha participado de diversos encuentros y simposios académicos y ha seguido numerosos cursos de especialización y actualización. Gustavo Costantini es Lic. En Artes especializado en Música de la Unversidad de Buenos Aires. Entre sus maestros se cuentan Ernesto Epstein, Francisco Kröpfl, Mariano Etkin, Julio Rizzo y Salvador Ranieri. Actualmente es doctorando de la UBA trabajando bajo la dirección nada menos que del teórico y compositor Michel Chion. Ha obtenido tres becas de investigación en el país y dos becas en el extranjero. Es profesor titular en la UBA y en la Universidad del Cine (a cargo de las materias relativas a música de cine y banda sonora). Es miembro del Consejo Académico de The School of Sound (Londres) y del Consejo Editorial de la Revista The Soundtrack (Reino Unido), junto a figuras tales como Walter Murch (tres veces ganador del Oscar de la Academia de Hollywood), Randy Thom (también tres veces ganador del premio). Es autor de diversas publicaciones en el país y en el Reino Unido, Brasil, México, Italia y Alemania. Es profesor invitado de universidades del Reino Unido y de Alemania. Sobre el repertorio que abarca la Banda Sinfónica y cubren los musicógrafos En principio, los musicógrafos de la Banda se ven obligados a cubrir un repertorio que no sólo no se limita a la mal denominada música culta sino que atraviesa todo tipo de géneros y estilos que van desde un coral para vientos del Barroco temprano hasta una canción de un grupo de Rock, música de cine u obras compuestas específicamente para el orgánico de la Banda Sinfónica (muchas veces siendo estas obras estrenadas por nuestra agrupación). A su vez, esta diversidad de repertorio se ve incrementada por la diversidad y especificidad del tipo de público al que se dirigen los comentarios (leídos por la locutora, presentados en programa de mano o difundidos a través de la página web del organismo) y el tipo de evento en el cual la Banda debe presentarse, ya que no es lo mismo dirigirse al público de una plaza de Mataderos que al de la Bolsa de Comercio (habitué de ciclos de música clásica), o para el caso al del Festival de Cine Independiente en el patio del Abasto que al de una escuela primaria o secundaria. Lo mismo ocurre con la extensión de los comentarios, ya que de contar con un programa de mano extenso, la versión del mismo será extensa y detallada, o parte de un tema general sobre el que el repertorio está elegido (por ejemplo, un concierto dedicado completamente a oberturas o a obras dedicadas al día del niño). Por lo tanto, aún cuando la Banda pueda llegar a repetir parte del repertorio durante la temporada, las mismas obras recibirán un tratamiento diferente según la eventualidad que se presente. Por otra parte, cuando las obras que toca la Banda son estrenos nacionales o mundiales –sean de compositores argentinos o extranjeros- a la necesaria recopilación de datos (título, autor, opus, fechas, etc.), se le suma la audición de los ensayos de las obras, el análisis de la partitura (muchas veces necesario para conocer incluso cosas elementales como las secciones que la obra presenta o el tipo de estilo o género al que evoca o representa) y la traducción de títulos y subtítulos y otras especificaciones, así como información curricular de los compositores extranjeros. En el caso de los argentinos o latinoamericanos, están obligados a reescribir y pautar la mencionada información en función de unificar el estilo de todo el programa impreso (siguiendo a su vez un estilo propio que manifiesta el organismo en función de lo relatado más arriba en cuanto a tipos de evento y públicos). Lo mencionado hasta aquí comprende todo lo referido a los comentarios de programa o información a difundir (ora por locución y presentación, ora por información de prensa o páginas web), pero las actividades han siempre excedido esta cuestión. Se pueden enumerar algunas de ellas y a modo de resumen lo mencionado en los párrafos anteriores: Redacción de las notas y comentarios musicales destinados a su lectura por la locutora y presentadora de la Banda. Redacción de los comentarios musicales destinados a los programas de mano. Redacción o provisión de la información de prensa cuando ésta es requerida por el Departamento de Prensa de la Dirección General (resúmenes de trayectoria del organismo, información curricular de un solista o director, o datos relevantes para la confección eficaz de la información de prensa a difundir en los medios) Traducción y/o nueva redacción de la información curricular del organismo, de los solistas y de los directores musicales en funciones o directores invitados. Sugerir a los directores musicales, a la Comisión de Músicos o los departamentos pertinentes de la Dirección General (incluso a la Dirección General misma o la Dirección Artística si así lo requirieren) la temática y el repertorio a incluir en los conciertos según el calendario, tipo de evento o público u ocasión. Por ejemplo, conciertos de homenaje a compositores cuyo aniversario de nacimiento o muerte sea cercano a la fecha de su realización, conciertos de homenaje a figuras recientemente fallecidas, conciertos del Día del Niño, Día de la Primavera, Festival de Cine, etc. Redacción y actualización del texto de los Conciertos didácticos realizados en escuelas primarias y secundarias de la Ciudad, o escuelas o entidades que cuentan con alumnos o público de capacidades especiales o determinadas. Mantenimiento de un archivo histórico y de información (mucho de esto volcado y actualizado en la página web del organismo, página que, cabe decirlo, se sostiene con el aporte de los músicos y no con un espacio cedido o mantenido por el Gobierno de la Ciudad). En diversas oportunidades y a través de la página web de la Banda o de los departamentos de la Dirección General, particulares se han acercado a los musicógrafos con consultas referidas a los orgánicos de bandas y orquestas sinfónicas o para pedir ampliación sobre las obras de nuestro repertorio o algún comentario presentado en concierto. Invención o creación de ciclos o conciertos especiales: cuando los musicógrafos fueron convocados a tal fin (o se dio buena recepción a una iniciativa propia) se han realizado conciertos y ciclos por demás exitosos, siempre y cuando los mismos contaron con el apoyo de prensa y difusión necesarios. Sobre los aportes didácticos de la Banda Sinfónica (y el rol de los musicógrafos) Entre las actividades didácticas realizadas por la Banda Sinfónica se cuentan distintas modalidades de conciertos didácticos para alumnos de escuelas primarias, para alumnos de escuelas secundarias, conciertos extraordinarios en instituciones con finalidad didáctica para adultos, los seminarios de integración y práctica instrumental (destinado a alumnos de los conservatorios de música y ejecutantes avanzados de algún instrumento contemplado en la estructura de la Banda), y el ciclo de conciertos EscuchArte- El arte de escuchar (conciertos para todo público cubriendo diversos aspectos de la música a lo largo de un año, a razón de un concierto por mes, de marzo/ abril a noviembre). Asimismo, se han realizado diversas interpretaciones de obras didácticas reconocidas, como es el caso de la Guía orquestal para la juventud, de Benjamin Britten, y Pedro y el lobo, de Seguei Prokofiev. Menos conocida, pero igualmente didáctica y similar en espíritu a la obra de Prokofiev en cuanto a establecer una introducción a la música a partir de un relato, se han realizado interpretaciones de El hombre que inventó la música, de Don Gillis. También con la inclusión de un relato sobre el establecimiento de analogías e intentos de representaciones, se han ejecutado obras como El carnaval de los animales, de SaintSaëns, o la música incidental para Hamlet, compuesta por Alfred Reed, para la cual se prepararon textos que iban resumiendo la trama de Hamlet e intercalándose con la música incidental haciendo que el oyente pudiese reconstruir mentalmente e imaginar las situaciones a partir de la música. Estas últimas obras, claro está, fueron preparadas para ocasiones especiales en las cuales el oyente (mayormente adulto) tuviese las condiciones de escucha necesarias para tal aproximación al problema de la representación y a la particular forma de vincularse con la acción de la música incidental. Otra forma de integrar lo didáctico a los conciertos consistió en organizar programas temáticos, integrados en su totalidad o divididos en dos partes por obras pertenecientes al mismo género, estilo, nacionalidad, período, etc. Por ejemplo, se han realizado conciertos completamente integrados por oberturas, por música de películas, por música de España, por obras del siglo XX, etc. En estos cosas, muchas veces fue de ayuda el hecho de contar con programas de mano, permitiendo una doble entrada para el oyente: por una parte, la audición en lenguaje más coloquial y con conceptos más simples a cargo de la locutora y presentadora, y por otra, textos más específicos para que el espectador pudiese ahondar el tema con la lectura a posteriori de la audición. Por último, se han realizado conciertos un tanto más complejos integrando complementos audiovisuales y la colaboración de entidades específicas, como un audiovisual de una hora para Canal 7, como el de música de cine realizado en simultáneo con el Festival de Cine independiente (BAFICI), la ejecución de música incidental para cine mudo –como ocurrió con la proyección de La pasión de Juana de Arco, de Carl Theodor Dreyer, en el Teatro Colón y al aire libre- y finalmente, el concierto sobre La música de los planetas, en colaboración con el Planetario de la Ciudad de Buenos Aires. En todos estos casos, los comentarios incluidos en programa y/o presentados por la locutora del organismo se centraron en aspectos también didácticos en lugar de hablar solamente de la especificidad de los compositores o de las obras de los conciertos generales. Por ejemplo, en el concierto de La música de los planetas, se contó con diversos elementos para una apreciación especial del fenómeno musical y audiovisual: el texto del programa impreso (impresión realizada por el planetario pero con textos de musicógrafos de la Banda) estableció un marco general para guiar la experiencia. Acompañando la llegada del público y durante los últimos preparativos del evento, se escuchó en CD (como fondo) la música compuesta por el reconocido Brian Eno para las filmaciones de las misiones Apollo comisionada por la NASA (esto fue señalado por la presentadora en el momento de comienzo del espectáculo). Luego se dio la palabra al por entonces director del Planetario, Leonardo Moledo, quien –en acuerdo con los musicógrafos- habló de la relación de la música con la astronomía y de las visiones de los antiguos respecto la música de las esferas. Siguiendo un sinóptico planteo histórico arribó a la figura del astrónomo Johannes Kepler, quien a partir de sus observaciones y mediciones y teniendo en cuenta la periodicidad de las alineaciones planetarias, compuso una melodía para cada planeta por entonces conocido. Fue en este momento que la Banda ejecutó dichas melodías en forma sucesiva y luego simultánea, para comprender mejor la lógica de Kepler (las transcripciones de estas melodías para la Banda fueron realizadas por los musicógrafos con la ayuda de los copistas del organismo). Una vez finalizado esto, se dio lugar a las distintas aproximaciones posibles a los planetas y al espacio a partir de la música y la imagen. El concierto incluyó entonces obras de Gustav Holst (Júpiter, Urano y Marte, de su obra Los planetas, únicos números transcriptos para Banda por el propio Holst); una Suite de 2001, odisea del espacio, compuesta por fragmentos de Así habló Zaratustra, de Strauss, el Danubio azul de Johann Strauss y fragmentos de Gayaneh, de Khatchaturian (esto fue acompañado por la proyección de los fragmentos correspondientes del film en pantalla gigante); completando el concierto –y también contando con proyección simultánea- se incluyó una Suite de La guerra de las galaxias, de John Williams, cubriendo de esta forma aproximaciones muy diversas a la temática del concierto (de lo místico a lo puramente imaginario; de lo astronómico a la pura ficción). En cuanto a los conciertos didácticos presentados en las escuelas primarias, cabe mencionar que la modalidad inicial fue presentada por los maestros en funciones de la Banda Sinfónica a mediados de la década de 1980. La base de este concierto era la presentación de los instrumentos que forman parte del organismo, organizados por familias. Este modelo fue adaptado y reformulado por los musicógrafos a principios de la década de 1990. El concierto original de alrededor de una hora fue extendido a más de una hora, aunque esta duración se adapta a diversos factores que tienen que ver con las escuelas así como con la cantidad de obras presentadas y arreglos que nuclean a diversos instrumentos. En este nuevo concierto se hacía más énfasis en los componentes de la música en sí, además de plantear las diferencias entre orquesta y banda y aquello que se encontraba contemplado en el concierto desarrollado al comienzo. Los contenidos de este nuevo concierto son semejantes en términos generales al primer concierto del ciclo EscuchArte. Actualmente, los conciertos didácticos presentan una estructura que oscila entre los dos modelos principales, pero existen nuevas propuestas a discutir (como un nuevo concierto didáctico completo reformulado por los musicógrafos y que intenta actualizar los planteos pedagógicos y considerar la interactividad con alumnos; este nuevo concierto será tratado por la Banda Sinfónica en el mediano plazo y se determinará su conveniencia para los objetivos didácticos trazados por el organismo en acuerdo con las autoridades pertinentes). Un elemento a considerar es la capacidad de la Banda Sinfónica de adaptarse a la abismal diferencia y desigualdad de recursos y medios que presentan las escuelas primarias de la Ciudad de Buenos Aires. En muchos colegios nos hemos encontrado con un auditorio especialmente preparado, con alumnos muy bien preparados musicalmente y con la posibilidad de realizar actividades musicales extracurriculares; en otros, y lamentablemente ésta es la realidad de la mayoría de las escuelas, con un patio central o espacio edilicio carente de tratamiento acústico y con diversas carencias infraestructurales y formativas (en muchos colegios se nos ha planteado por parte de los mismos maestros que la asistencia de los chicos era errática y mayormente debida a la alimentación que el comedor escolar podía proveer, de modo que la expectativa de respuesta de estos alumnos era absolutamente diferente a las demás). EscuchArte/ El arte de escuchar: descripción general del ciclo EscuchArte / El arte de escuchar es el título del ciclo de nueve conciertos anuales (a razón de un concierto por mes) destinados a la formación y apreciación musical del oyente. El orden de los mismos era el siguiente; o Parámetros del sonido: concierto inicial en el cual se hizo hincapié en la distinción de altura, intensidad y timbre, y su correspondencia o incidencia en las notas, los matices y las familias de instrumentos. o Melodía: reconocimiento y ejemplificación de todos los tipos de melodías (tonales, modales, folklóricas, etc.) y su evolución histórica según distintas periodizaciones. o Armonía y Contrapunto: reconocimiento y distinción de la organización de las notas en simultaneidad o sucesión según las diversas formas de concebir la polifonía. o Ritmo: reconocimiento y distinción de la articulación de los sonidos, su duración y su acentuación, deviniendo en ritmos libres y pulsados, pulsados uniformes o no uniformes, organizados según compases y subdivisiones, etc. o Música del Renacimiento y Barroco: recorrido explicado y ejemplificado de las características relevantes de dichos períodos (observando cómo se manifiestan las nociones aprendidas en los conciertos iniciales de formación general) o Música del Clasicismo: recorrido explicado y ejemplificado de las características relevantes de dicho período (observando cómo se manifiestan las nociones aprendidas en los conciertos iniciales de formación general). Explicación de la noción de música clásica y razones del porqué de su homologación con la música culta en su conjunto. o Música del Romanticismo: recorrido explicado y ejemplificado de las características relevantes de dicho período prestando atención también a la formación de los Estados nacionales y sus correspondientes escuelas compositivas. o Música del Impresionismo y Siglo XX: recorrido explicado y ejemplificado de las características relevantes de dichos períodos (observando cómo se manifiestan las nociones aprendidas en los conciertos iniciales de formación general) o Música popular y música de cine: recorrido por diversas manifestaciones de géneros y estilos de la música popular y de la música cinematográfica. Si bien el ciclo fue lanzado –como muchas de las actividades de la Banda- sin apoyo especial alguno (el Sr. Marcelo Arce, que no presenta más que grabaciones y cobra entrada, tiene más publicidad que nuestro organismo), hacia el tercero y cuarto concierto la Sala AB del Centro Cultural San Martín, ya se presentaba colmada (y en un horario poco conveniente como el sábado a las 17 Hs). Sin embargo, y a pesar del resultado y repercusión incipientes, la sala AB fue súbitamente destinada a otras actividades y los cambios de autoridades una vez más dejaron al organismo sin cumplir con los objetivos trazados (además de dejar al público sin la continuidad prometida).