Petición al Parlamento Europeo sobre la vulneración del derecho de la Unión en la prohibición de las emisiones de la televisión pública catalana (TV3) en el País Valencià Ejerciendo el derecho de petición al Parlamento Europeo garantizado en el artículo 44 de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE (la Carta de DDFF) exponemos y pedimos lo siguiente: Hechos 1. En el seno del Estado español, el dominio lingüístico de la lengua catalana se extiende por las comunidades autónomas de Catalunya, País Valencià (Comunidad Valenciana), Illes Balears y en una parte de Aragón llamada Franja de Ponent. 2. Acció Cultural del País Valencià (ACPV) es una organización valenciana sin ánimo de lucro que, entre otras actividades de promoción de la lengua y la cultura catalana, se dedica a emitir la señal de TV3 en el País Valencià. 3. El pasado 17 de febrero de 2011 y ante las renovadas amenazas de multas 1 por parte del Gobierno de la Generalitat Valenciana, Acció Cultural del País Valencià (ACPV) dejó de emitir la señal de TV3 (la televisión pública catalana) en el País Valencià, territorio donde al menos el 40% de la población tiene el catalán como lengua materna. 4. La persecución de las emisiones de TV3 en el País Valencià es un hecho que empezó hace ya 26 años, pero hasta ahora siempre se habían encontrado soluciones para seguir emitiendo la señal (muchas veces aceptando y pagando canónicamente las multas coercitivas impuestas por el Gobierno valenciano y no anuladas por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana2). Sin embargo, frente las amenazas de mayores multas impuestas por el Gobierno valenciano, la entidad cultural se ha visto obligada a cerrar los repetidores. 5. El Gobierno español ha eludido responsabilidades arguyendo que debían ser las mismas comunidades autónomas las que debían entenderse. 3 6. El Parlamento de Catalunya, por unanimidad (incluido el PP, que es la fuerza política que gobierna en el País Valencià), y el Gobierno de las Illes Balears han mostrado su preocupación por lo que se acontece en el País Valencià y muestran su solidaridad con ACPV.4 1 Según el comunicado de 18/02/2011 de ACPV la entidad ya ha pagado una primera multa de 126.943,9€. Ahora debe abonar dos multas más que suman 600.000€ y tiene de límite hasta el 20 de Marzo. Además están en pie amenazas de nuevas multas de 120.000€ al mes si no se deja de emitir. 2 Sentencia 1912 de 2008 del TSJCV (Sala Contenciosa-Administrativa). 3 El Ministro de la Presidencia R. Jáuregui, respondiendo a una pregunta parlamentaria de Joan Ridao en el Congreso de los Diputados el día 23/02/2011. 4 Declaraciones del Parlamento de Cataluña y del Gobierno Balear (del Consejero de la Presidencia) ambas de 23/02/2011. 1 Derecho 1. El Tratado de la Unión Europea (TUE) reza: ‘La Unión respetará la riqueza de su diversidad cultural y lingüística y velará por la conservación y el desarrollo del patrimonio cultural europeo’ (artículo 3.3 in fine). El Tratado de Funcionamiento de la Unión (TFUE) en su artículo 167.4 obliga a la Unión ‘a respetar y fomentar la diversidad de sus culturas’. Una interpretación que debe hacerse en conjunción con el reconocimiento a las regiones y, concretamente, tal como dice el 167.1 el respeto a la ‘diversidad nacional y regional’. 2. El Parlamento europeo apoya la Convención de la UNESCO sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales. La Convención entró en vigor en 2007 después de la Decisión 2006/515/CE del Consejo que aprobó la Convención en nombre de la Unión. La Comisión Europea afirmó en la respuesta a la pregunta E-9813/2010 que ‘la Comisión apoya la diversidad lingüística y considera que los medios de comunicación pueden vencer las barreras lingüísticas y acercar a los ciudadanos la cada vez mayor variedad de lenguas y culturas de la UE’. 3. Según el art. 6 del TUE, la Carta de DDFF adquiere valor jurídico vinculante. Su artículo 11 garantiza el derecho de libertad de información y expresión. En el estado actual de tecnología de la comunicación, las tradicionales teorías de la limitación de la libertad de información y expresión debido a la escasez de frecuencias han dejado de tener buena parte de razón (sin perder su total virtualidad). En este sentido es conveniente observar dos cosas: (1) las normas valencianas impedían a TV3 presentarse al concurso para obtener la licencia de emitir legalmente, (2) existen otros canales de TDT que emiten legalmente en la Comunidad Valenciana los cuales gozan de una menor demanda, audiencia, calidad y contenidos que TV3. 4. Según el artículo 40.3 de la Ley española General de la Comunicación Audiovisual (legislación que transpone la Directiva 2007/65/CE de Televisión sin Fronteras), limita la emisión del servicio público de comunicación audiovisual por ondas hertzianas terrestres de una Comunidad Autónoma a otra de limítrofe a la existencia de un convenio de las partes y la existencia de reciprocidad. En este sentido la Comunidad Autónoma valenciana siempre ha encontrado alguna excusa para impedir la llegada a buen puerto de dicho convenio de reciprocidad. La falta de voluntad política de llegar a un acuerdo se ha hecho incuestionable. Así las cosas, la declaración del Ministro de la Presidencia español, Ramon Jáuregui, de dejar la cuestión en manos de las partes es, de facto, una negativa a resolver la disputa y la perduración de la agresión a la lengua catalana y sus manifestaciones en los medios de comunicación de masas. En conclusión, parece criticable vincular tan íntimamente la libertad de información y expresión con la voluntad política. 5. Se vulnera el espíritu de la Directiva 2010/13/UE de Servicios de Comunicación Audiovisual (que substituye la ahora derogada Directiva de Televisión sin Fronteras y incluye los principios que ya se formularon anteriormente en ésta). La voluntad de dichas directivas es la de crear una libre circulación de servicios de comunicación audiovisual dentro de la Unión, una interpretación coherente y sistemática de dicho objetivo, obliga a la Unión a velar para que dicha libertad de circulación también se produzca en el interior de sus Estados Miembros (EM). Concretamente, el Considerando 4º de la Directiva de 2010 obliga ‘al respeto a la diversidad cultural y lingüística’. Seguidamente, en el Considerando 5º la Directiva admite que ‘los servicios de comunicación audiovisual son tanto servicios culturales como 2 económicos’. El considerando 13º in fine reza: ‘La coexistencia de prestadores de servicios de comunicación audiovisual públicos y privados es un rasgo característico del mercado europeo de medios audiovisuales’. En este sentido, el hecho que TV3 sea una televisión pública de otra autonomía no puede impedir per se que pueda verse en otra Comunidad Autónoma. 6. El Tribunal Supremo español considera a nivel científico y técnico el catalán y el valenciano las mismas lenguas (inter alia, Sentencias 1625/2010 y 2373/2010, ambas de la Sala Contenciosa-Administrativa). 7. La Carta de las Lenguas Regionales o Minoritarias del Consejo Europeo de 1992 (ratificada en 2001 por España), que entró en vigor en 1998 (2001 en España), es un acuerdo jurídico para el respeto de dichas lenguas que podría considerarse materialmente constitucional. La Carta ha sido ratificada por una buena parte de los EM.5 En el caso español, dicha Carta puede considerarse un complemento al artículo 3.3 de la Constitución española que reza: ‘La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección’. Según el artículo 6 del TUE los derechos reconocidos en las tradiciones constitucionales comunes de los estados miembros formarán parte del derecho de la Unión en forma de principios generales del derecho. Los objetivos y principios de la Carta se encuentran en su artículo 7º y debemos destacar el principio de ‘respeto del área geográfica de cada lengua regional o minoritaria para asegurar que las nuevas divisiones administrativas existentes no constituyan ningún obstáculo a la promoción de la lengua regional o minoritaria’ (artículo 7.1.b). Consecuentemente, parece que la existencia de la división autonómica (división regional) del dominio lingüístico catalán está en nuestro caso perjudicando gravemente a la lengua catalana. Más concretamente, el artículo 11.2 de la carta dice: ‘Las partes se comprometen a garantizar la directa recepción de emisiones por radio y televisión provenientes de países vecinos en una lengua usada en idéntica o similar forma a una lengua regional o minoritaria, así como no oponerse a la retransmisión de emisiones por radio y televisión provenientes de países vecinos en tal lengua regional o minoritaria’. Parece sorprendente que dicho precepto no se aplique en la división regional interior del propio Estado español. La interpretación conjunta y sistemática del artículo 7.1.b) y 11.2 nos obliga a concluir que el Estado español no cumple adecuadamente con las obligaciones de esta Convención. Además, hay que tener muy especialmente en cuenta que la Unión exige a los estados la ratificación de dicha Carta para poder devenir un Estado Miembro de la Unión. 5 Para ver las signaturas y ratificaciones a la Carta de Lenguas Regionales y Minoritarias: http://conventions.coe.int/Treaty/Commun/ChercheSig.asp?NT=148&CM=8&DF=&CL=ENG. 3 Petición Por todo lo expuesto, los firmantes pedimos que se abra una investigación para dilucidar si el Gobierno valenciano ha vulnerado el derecho comunitario relativo a la libre circulación de bienes audiovisuales así como el relativo a las lenguas regionales y minoritarios. Asimismo, pedimos a las instituciones europeas que tomen las medidas políticas y legales que consideren oportunas para impedir que una administración pública actúe contra la lengua del 40% de los habitantes de su territorio y, en ese sentido, para que TV3 se pueda volver a ver en el País Valencià. En la era de la globalización, en la que los ciudadanos reciben por satélite canales de televisión de cualquier parte del mundo, es inexplicable que se intente censurar la televisión pública de un territorio europeo vecino que, además, emite en una lengua considerada regional o minoritaria. Barcelona, 1 de marzo de 2011 4