Suite MIEL word

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Suite MIEL, es un sincero aporte, a la creciente preocupación
por el cuidado del medio ambiente de un hombre nostálgico del
oficio de apicultor: (api= abeja, cultor= cultivador) un profesor
que también cultiva el conocimiento y la docencia, un trabajador a
horario completo en su oficio de compositor y finalmente un
estudioso de las actuales técnicas computacionales aplicadas a la
sonoridad para la creación musical.
Su nombre OSVALDO LEIVA
Lo que Ud. escuchará es el fruto del trabajo, del amor y del
conocimiento por estos tres oficios, la apicultura, la docencia y la
composición musical.
Esta Obra está destinada para el deleite de los oídos por su finura,
y riqueza de contenido y por sobre todo para ser bailada a como
de lugar por los niños del mundo de hoy y del futuro y por el niño
que vive en cada adulto.
La Suite está compuesta siguiendo la manera formal de una
sinfonía es decir, con la exposición de un tema característico del
cual luego se hacen variaciones.
El tema está compuesto por las notas La-Si-Do las que aparecen
a lo largo de todas las 12 piezas que la componen, variando
según la tonalidad y conservando su orden en cuanto a sus
intervalos.
Su duración es de 25,21' minutos aproximadamente.
Fue compuesta en el año 1994.
Está dedicada a los niños del futuro y al maestro GUILLERMO
RIFO.
SUITE MIEL
(Música del ballet de las abejas)
1.- Danza de las Abejas:
El timbal anuncia la exposición del tema que será ejecutado por el
oboe.
En la coreografìa, las abejas entran a escena, luego la reina
acompañada por las ninfas, a continuación ingresan los zánganos,
finalmente intervienen varios apicultores y personas relacionadas
con labores apícolas vestidas con la indumentaria de los
apicultores y llevando ahumadores.
Es una danza alegre compuesta en la tonalidad de la menor,
modulando luego a la mayor. El colorido de la orquestación evoca
el sonido del vuelo, tan característico de las familias de abejas.
Durante el desarrollo de esta pieza se realiza una coreografía
basada en las labores que ejecutan cada uno de los personajes.
Termina esta danza con un gran final. Se retiran los bailarines de
escena quedando solamente la reina.
2.- Danza nupcial de la Reina.
Introducida por los contrabajos aparece la primera variación del
tema en forma de Adagio.
Se presenta en la tonalidad de Si menor caracterizando a la Reina
con la flauta.
En esta pieza, la más breve de todas, se retrata el comportamiento
de la abeja reina cuando realiza su vuelo nupcial buscando
aparearse con los zánganos.
A ellos canta esta deliciosa melodía como una manera de
invitarlos al apareamiento en su danza de amor.
La brevedad de esta pieza se debe precisamente al hecho de evitar
la sensación
de orfandad al resto de las abejas que
permanecen mientras en la colmena.
3.- Danza de los Zánganos.
Enérgica, como sorpresiva y llena de humor es esta pieza, donde
el ritmo se va desarrollando en forma progresiva al igual que la
tonalidad.
La reina, caracterizada por la flauta, es rodeada por un cortejo
alegre de zánganos, la cual, hacia el final cae en la melodía, presa
de los amorosos zánganos, para regresar luego a la colmena donde
realizará la postura de los huevos.
4.- Vals de la cera.
Se destaca aquí, en plenitud, la belleza del pizzicato de las
cuerdas y el colorido juego con las maderas.
Es un diálogo de preguntas y respuestas destinado a evocar el
trabajo laborioso de las abejas produciendo la cera con la cual
construirán las celdillas.
Seis bailarines llevan en sus espaldas uno de cada lado de las
líneas del hexágono el cual, al finalizar la pieza y en el último
acorde de las cuerdas tocando pizzicatos, señala el término de la
construcción del hexágono característico de la celdilla dando la
espalda al público quedando a la vista de todos la figura
geométrica.
5.- Ofertorio de las flores.
En esta danza se establece una lucha interior de la melodía contra
la marcialidad de la caja que evoca el milagro del ofertorio de las
flores en su explosión de perfume, néctar y polen.
La presencia del agua, representada por el arpa, pone de
manifiesto la unidad del ecosistema, luz, semilla, tierra, agua y
aire.
6.- Canción de cuna de las Ninfas.
En esta delicada pieza llena de ternura, el vibráfono invita al
cuidado de las ninfas por parte de las abejas nodrizas.
Las cuerdas se niegan a morir hacia el final en una cadencia rota
que se repite, emulando con ello las canciones de cuna que los
seres humanos cantan repetidamente a sus hijos para hacerles
dormir.
Finalmente el vibráfono dulcemente ejecuta el tema.
7.- Cueca del Néctar.
Dado el carácter de suite (conjunto de danzas) de esta obra y por
haber sido escrita en Chile, país del compositor, la cueca que aquí
se presenta no es la de las chinganas ni de las fondas o ramadas
donde se baila, sino más bien evoca el entorno de la primavera
donde ocurre el 18 de septiembre, fiesta nacional de este país ya
que es la explosión de las flores lo que se trasunta como emoción.
A cargo de la flauta una melodía ascendente encuentra su
continuidad resolviéndose graciosamente con las cuerdas.
8.- Tango del Polen.
El polen, semilla sexual de las flores, es representado aquí en la
forma de un tango.
Hacia el final la orquesta es presa del caos evocando con ello el
carácter de euforizante que posee el polen llamado también "pan
de abejas".
9.- Danza del Enjambre.
Esta pieza que comienza con una breve cita de la 9a. sinfonía de
Beethoven, consagra el vuelo de los enjambres errantes.
El tema expuesto a través de esta pieza es marcado por las
cuerdas para desarrollarse en una variación llena del ritmo y la
gracia de los enjambres vagabundos.
10.- Danza de la cosecha de miel.
En esta danza se representa el movimiento de la manivela de la
centrífuga donde se cosecha la miel.
A través del ritmo el tema se desarrolla jugando con las maderas
contribuyendo con ello a la unidad no sólo temática sino también
evocativa del trabajo de los hombres en armonía con las abejas.
11.- Danza del Apicultor.
El fagot da inicio a esta danza representando la total alegría del
apicultor.
Luego se hace presente un contrapunto de las cuerdas cantando la
alegría de cosechar el fruto de la miel.
Se puede intuir la presencia de la reina, representada por la flauta,
en una omnipresencia reflejando su reinado en la relación con el
apicultor.
Una campanada final testimonia el agradecimiento del hombre.
12.- El Ciclo.
En esta pieza se produce una suerte de síntesis de la totalidad
rítmica y temática de la suite caracterizando a través de la música
la renovación del sistema ecológico donde ocurre la relación de
las abejas con el hombre y la naturaleza.
Es una mirada nostálgica hacia el norte de Chile, otrora fecundo y
salvaje en su vegetación, en la actualidad desértico e infértil.
Es el canto alado puesto en las abejas a través de la música
legando en ellas la esperanza del planeta, concluyendo la obra con
un gran final.
Fin de la obra.
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