Seminario Multimedia Performance Deleuze Hospitalidad del Enigma Tècnicas de antOicipación . Clase 7. Vector VII ἑπτὰ πόλεις διερίζουσιν περὶ ῥίζαν Ὁμήρου, Σμύρνα, Χίος, Κολοφών, Σαλαμίς, Ῥόδος, Ἄργος, Ἀθῆναι. siete ciudades dierizousin Perry rehenes raíz Esmirna, Quíos, Colofón, Salamina, Rodas, Argos, Atenas. Odisea. Homero Funciones de la hospitalidad. Homero mèdico- poeta del siglo VIII a.c Las nociones de Don, hospitalidad y enigma serán analizadas en la Clase 7. Vector VII. Las dos primeras desde la Odisea de Homero. En griego: Ὀδύσσεια, Odýsseia) Compuesto por 24 cantos escritos en dialecto jonio. La tercera desde De la visión y del enigma. Asì Hablò Zaratustra. Also sprach Zarathustra. Ein Buch für Alle und Keinen. (idioma alemán) Imagen imagen de un orden imagen dialéctica imagen orientadora imagen de inquietud imagen rectora imagen onírica imagen intemporal imagen del mundo imagen del siglo imagen que nos transporta imagen es aquello en donde lo que ha sido se une como un relámpago al ahora en una constelación. Walter Benjamin. El Libro de los Pasajes Heterònimos del programa El programa como laberinto o rizoma. ¿ Còmo leer el programa de performance deleuze?. , Por capas. Una primera lectura distribuida en tres partes conceptuales , vector 1, vector 2, vector 3, la 2 capa o segunda lectura. Es un zoom en evaluación poética performatica, el zoom es técnicas de anticipación y la imagen f, imagen b, imagen e, técnicas pertenece al vector 3 y es la lupa de performance deleuze o el grupo de performer en acción. La numeración funciona como heterónimos. Heterònimos del programa DON La lejanía que me habita la sustracción que me funda. Mismidad que no se agota en mí. Su no agotarse en don. DON- DONAR- DONACION El sinsentido opera una donación de sentido, tanto como una determinación de significación. Pero no lo hace en absoluto de la misma manera. Porque, desde el punto de vista del sentido, la ley regresiva no remite ya los nombres de grados diferentes a clases o a propiedades, sino que los reparte en series heterogéneas de acontecimientos. Y sin duda estas series están determinadas, una como significante y la otra como significada, pero la distribución del sentido en una y otra es completamente independiente de la relación precisa de significación. Por ello hemos visto que un término desprovisto de significación, no por ello dejaba de tener un sentido, y que el sentido mismo o el acontecimiento eran independientes de todas las modalidades que pudieran afectar a las clases y las propiedades, neutras en relación con todos estos caracteres. El acontecimiento difiere por naturaleza de las propiedades y las clases. Lo que tiene un sentido tiene también una significación, pero por razones completamente distintas de aquellas por las que tiene un sentido. El sentido no es, pues, separable de un nuevo género de paradojas, que señalan la presencia del sinsentido en el sentido, como las paradojas precedentes señalaban la presencia del sinsentido en la significación. Se trata ahora de las paradojas de la subdivisión al infinito por una parte, y por otra de la distribución de singularidades. En las series, cada término no tiene sentido sino por su posición relativa a todos los otros términos; pero esta posición relativa depende a su vez de la posición absoluta de cada término en función de la instancia = x determinada como sinsentido, y que circula sin cesar a través de las series. El sentido resulta efectivamente producido por esta circulación, como sentido que remite al significante, pero también sentido que remite a lo significado. En una palabra, el sentido es siempre un efecto. No solamente un efecto en el sentido causal; sino un efecto en el sentido de «efecto óptico», «efecto sonoro» o, mejor aún, efecto de superficie, efecto de posición, efecto de lenguaje. Un efecto semejante no es en absoluto una apariencia o una ilusión; es un producto que se extiende o se alarga en la superficie, y que es estrictamente copresente, coextensivo a su propia causa, y que determina esta causa como causa inmanente, inseparable de sus efectos, puro nihil o x fuera de los efectos mismos. Efectos semejantes, un producto semejante, se designan habitualmente mediante un nombre propio o singular. Un nombre propio no puede ser considerado plenamente como un signo sino en la medida en que remite a un efecto de este género: así, la física habla de «el efecto Kelvin», «efecto Seebeck», «efecto Zeemann», etcétera, o la medicina designa las enfermedades por el nombre de los médicos que supieron elaborar el cuadro de los síntomas. En esta dirección, el descubrimiento del sentido como efecto incorporal, producido siempre por la circulación del elemento = x en las series de términos que recorre, debe llamarse «efecto Crisipo» o «efecto Carroll». Deleuze. Logica del Sentido. cap Undécima Serie del Sinsentido pag 63 IMAGEN NI VERDADERA NI FALSA Cuando suponemos que el sinsentido dice su propio sentido, queremos indicar por el contrario que el sentido y el sinsentido tienen una relación específica que no puede calcarse sobre la relación de lo verdadero y lo falso, es decir, que no puede concebirse simplemente como una relación de exclusión. Este es precisamente el problema más general de la lógica del sentido: ¿para qué serviría elevarse de la esfera de lo verdadero a la del sentido si fuera para encontrar entre el sentido y el sinsentido una relación análoga a la de lo verdadero y lo falso? Hemos visto ya hasta qué punto era vano elevarse de lo condicionado a la condición, para concebir la condición a imagen de lo condicionado, como simple forma de posibilidad. La condición no puede tener una relación con su negativo del mismo tipo que lo condicionado con el suyo. La lógica del sentido está necesariamente determinada a plantear entre el sentido y el sinsentido un tipo original de relación intrínseca, un modo de copresencia, que por el momento sólo podemos sugerir tratando el sinsentido como una palabra que dice su propio sentido. IMAGEN INNOMBRABLE "Con los megáricos, los cínicos y los estoicos empiezan un nuevo filósofo(...) . La superficie, la cortina, la alfombra, el manto, ahí es donde el cínico y el estoico se instalan y con lo que se envuelven. El doble sentido de la superficie, la continuidad del derecho y el revés, sustituyen a la altura y la profundidad. Nada tras la cortina, sino mezclas innombrables. Nada sobre la alfombra, sino el cielo vacío. El sentido aparece y se juega en la superficie, por lo menos si se sabe batirla convenientemente, de modo que forme letras de polvo, o como un vapor sobre el cristal sobre el que el dedo pueda escribir. La filosofía a bastonazos de cínicos y estoicos sustituye a la filosofía a golpe de martillo. El filósofo ya no es el ser de las cavernas, ni el alma o el pájaro de Platón, sino el animal plano de las superficies, la garrapata, el piojo. El símbolo filosófico ya no es el ala de Platón, ni la sandalia de plomo de Empédocles, sino el manto doble de Antístenes y de Diógenes. El bastón y el manto, como Hércules con su maza y su piel de león. ¿Cómo denominar a la nueva operación filosófica en tanto que se opone, a la vez, a la conversión platónica y a la subversión presocrática? Quizá con la palabra perversión, que, cuanto menos, conviene al sistema de provocaciones de este nuevo tipo de filósofos, si es cierto que la perversión implica un extraño arte de las superficies. Décimo octava Serie, De las tres Imágenes de Filósofos pag 111 Hay que aguardar a veces años hasta que el minuto que nos marcó recobre su voz; entonces habla sin que podamos ya detener el curso de sus palabras. Las letras de tu nombre están tan distanciadas una de otra que eres una fogata de alegría en la noche estrellada. Una vez en posesión de tu nombre, el alfabeto te pertenece; pero, pronto, serás el esclavo de tus riquezas. Para existir se necesita primero ser nombrado. Edmond Jabès. IMAGEN SIN SEMEJANZA La copia es una imagen dotada de semejanza, el simulacro una imagen sin semejanza Simulacro y Filosofía Antigua, Platón y el Simulacro pag 212 IMAGEN DE MEZCLAS (…) El segundo género de fantasmas está constituido por los simulacros particularmente sutiles y menudos venidos de objetos diversos, aptos para mezclarse, condensarse y disiparse, demasiado rápidos y demasiado tenues para ofrecerse a la vista, pero capaces de procurar al animus visiones que le pertenezcan como algo propio: centauros, cancerberos y fantasmas, o bien todas las imágenes que corresponden al deseo, o también y sobre todo las imágenes del sueño. IMAGEN MOVIL (…) El tiempo se dice en relación con el movimiento. Es por ello que hablamos de un tiempo de pensamiento en relación al movimiento del átomo en el vacío y de un tiempo sensible en relación a la imagen móvil que percibimos o que nos hace percibir las cualidades de los compuestos atómicos. Y hablamos de un tiempo más pequeño que el mínimo de tiempo pensable, en relación al clinamen como determinación del movimiento del átomo; y de un tiempo más pequeño que el mínimo de tiempo sensible, en relación a los simulacros como componentes de la imagen (hay incluso para estos compuestos órdenes diferenciales de rapidez, emanaciones profundas que son menos rápidas que los simulacros de superficie, y éstos menos rápidos que la tercera especie). Es posible que el movimiento en todos estos sentidos sea constitutivo de «acontecimientos» (eventa, lo que Epicuro llama síntomas) en oposición a los atributos o propiedades (conjuncta), hasta el punto de que el tiempo ha de ser llamado el acontecimiento de los acontecimientos, el «síntoma de los síntomas» que sigue del movimiento. Porque los atributos son las propiedades que no pueden ser abstraídas o separadas del cuerpo: así la forma, la dimensión o el peso del átomo; o bien las cualidades de un compuesto que expresan la disposición atómica sin la cual deja de ser lo que es (calor del fuego, fluidez del agua). Pero el acontecimiento expresa más bien lo que sucede o se va sin destruir la naturaleza de la cosa, por consiguiente un grado de movimiento compatible con su orden: así los movimientos de los compuestos y de sus simulacros, o los movimientos y colisiones de cada átomo; y si el nacimiento y la muerte, la composición y la descomposición son acontecimientos, es en función de los elementos de un orden inferior al de llos compuestos y cuya existencia es compatible con la variación de los movimientos en un paso al límite de los tiempos correspondientes. IMAGEN O TIEMPO SENSIBLE (…) Podemos entonces responder a la cuestión del falso infinito. Los simulacros no son percibidos en sí mismos, sino sólo su adición en un mínimo de tiempo sensible (imagen). Sin embargo, igual que el movimiento del átomo en un mínimo de tiempo continuo pensable da testimonio de la declinación, que se hace, empero, en un tiempo más pequeño que ese mínimo, la imagen testimonia la sucesión y la adición de los simulacros, que se forjan en un tiempo más pequeño que el mínimo de tiempo continuo sensible. Y por lo mismo que el clinamen inspira al pensamiento falsas concepciones de la libertad, los simulacros inspiran a la sensibilidad un falso sentimiento de voluntad y de deseo. En virtud de su rapidez que los hace ser y actuar por debajo del mínimo sensible, los simulacros producen la ilusión de un falso infinito en las imágenes que forman, y hacen surgir la doble ilusión de una capacidad infinita de placeres y de una posibilidad infinita de tormentos, esa mezcla de avidez y de angustia, de codicia y de culpabilidad tan característica del hombre religioso. Es particularmente en la tercera especie, la más rápida, la de los fantasmas, donde se asiste al desarrollo de la ilusión y de los mitos que la acompañan. En una .mezcla de teología, erotismo y onirismo, el deseo amoroso no posee sino simulacros que le hacen conocer la amargura y el tormento hasta en su placer que desea infinito; y nuestra creencia en los dioses reposa sobre simulacros que nos parecen danzar, modificar sus gestos, lanzar estallidos de voz que nos prometen penas eternas; en una palabra, representar el infinito. Simulacro y Filosofía Antigua, Lucrecio y el Simulacro IMAGEN DEL DOBLE El doble, al contrario, es la imagen enderezada donde los elementos se liberan y se recogen. Fantasma y Literatura Moderna, Michael Tournier y El Mundo Sin El Otro pag 256 Bibliografía Susan Buck-Morss. Pensar con imágenes Walter Benjamin. El Libro de los Pasajes Homero. Odisea Nietzsche. Asì Hablò Zaratustra. cap De la visión y del enigma Angel Villegas. Performance Deleuze Deleuze. Lògica del Sentido.