Salud por la cara Gimnasia facial para mejorar nuestro estado físico y mental Hace más de 25 años un médico vietnamita llamado Bui Quoc Cahu creó la facioterapia, una nueva disciplina multireflexológica sencilla, indolora y sin pinchazos con la que el paciente puede obtener resultados casi inmediatos. ¿Cómo?. Moviendo los músculos de la cara y el cuello. En la reducida superficie que es nuestro rostro se concentra docenas de músculos, que son los que permiten dotar de expresividad a nuestras facciones y trasmitir nuestro estado de ánimo. Alrededor de los ojos hay un músculo anular, cuando se contrae los párpados se cierran, pero es otra serie de músculos la que los eleva y otros más los que fruncen el entrecejo. Los movimientos del globo ocular, los producen y controlan seis pares de músculos. La Acupuntura y la Homeopatía ya trabajaban sobre estos músculos para resolver problemas de salud, estados de ánimo y estética. Terapia Cibernética Pero la propuesta del profesor Bui Quoc Chau va más allá. En 1980 este acupuntor vietnamita, fusionó las bases de varias corrientes filosóficas orientales como el YiKing, el confucionismo y el taoísmo, con sus conocimientos de otras disciplinas reflexológicas como la iriscopia, la auriculoterapia y la reflexología endonasal para crear una terapia nueva: la Facioterapia. También se la conoce como Multireflexlogía BCQ, Dien Chan y Terapia Cibernética. Este nombre se debe a que su autor logró “pulsar” las 600 teclas que componen nuestra cara para controlar la Unidad central, el cerebro, y así propiciar la autocuración o autorregulación de numerosas patologías físicas y mentales. La Facioterapia ha erradicado las clásicas agujas de la Acupuntura y emplea elementos epidérmicos específicos, aunque también se puede ejercer sólo con la ayuda de los dedos y las manos. Bui Quoc Chau descubrió que cada órgano en particular refleja el cuerpo en general y que cada punto facioterapéutico refleja una o varias zonas del cuerpo en un orden que sigue la ubicación natural de los órganos y que se pueden representar en esquemas terapéuticos de reflexión. BQC localizó más de 300 de estos puntos en el rostro que se representan en 20 esquemas terapéuticos de reflexión. Capacidad de autocuración y autorregulación del paciente Así, los signos psicológicos, fisiológicos y clínicos del cuerpo se manifiestan al menos en uno de estos esquemas de reflexión. El profesor se dio cuenta de que cuando una persona sufre un trastorno, físico o emocional, aparecen en su epidermis (cuerpo o cara) puntos anormalmente sensibles a excitaciones mecánicas o térmicas. Estos puntos exhiben a veces coloración, huecos, protuberancias, etc... y pertenecen a redes de reflejos, internas y externas, fijas en el cuerpo y en la cara. BCQ descubrió que, activando estos mismos puntos de forma adecuada, se despierta la capacidad de autocuración y de autoregulación funcional en el paciente. Con la estimulación facioterapéutica se envían impulsos a través del sistema nervioso a los órganos, se puede regular la circulación sanguínea y la tensión arterial, y relajar o reactivar el sistema muscular, entre otros. Como muestra, un botón. Desde la facioterapia nos recomiendan una serie de ejercicios que deben repetirse entre 10 y 30 veces según el estado del paciente. Para que los masajes sean efectivos lo importante no es el número de veces que se realicen o el tiempo que se les dedique, sino el hecho de generar y sentir calor. Masajes que curan Si queremos recalentar el cuerpo y mejorar el cutis, masajearemos la cara con movimientos circulares desde el mentón hasta la frente, evitando la nariz. Para disminuir las antiestéticas arrugas, relajar el sistema nervioso, estimular el cerebro y la memoria, daremos un masaje en sentido horizontal en la frente con la mano derecha y luego con la izquierda. Para despejar un catarro, abriremos ampliamente la mano y, con el pulgar y el índice, masajearemos el cuello de arriba a abajo. Un buen método para luchar contra la alopecia, la caspa, los dolores de cabeza y el insomnio es masajear el cuero cabelludo desde la frente hasta la nuca con la yema de los dedos. Si lo que queremos es levantar el ánimo y relajar la nuca y las cervicales, realizar un enérgico masaje en la nuca con la palma horizontal primero de la mano derecha, y luego de la izquierda. Y si cerramos la boca y giramos la lengua hasta tocar las encías se produce una saliva que es altamente antiséptica, muy recomendable para los problemas de encías, garganta y estómago. No en vano en la facioterapia la llaman “fluido de jade”. Esta es la apuesta de una técnica que presume de ser indolora, sin contraindicaciones, ni medicamentos, ni agujas y breves intervenciones que van desde un minuto hasta el cuarto de hora.