Programa I Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) Trío en Mi bemol mayor K. 489, Kegelstat Andante – Minuetto – Rondeau Darius Milhaud (1892-1974) Suite Op. 157-b, para violín, clarinete y piano Obertura – Divertimento – Juego –Introducción y final II Igor Stravinsky (1882-1971) Suite para violín, clarinete y piano «La historia del soldado» Marcha del soldado – El violín del soldado – Pequeño concierto – TangoVals – Ragtime – Danza del Diablo Aram Ilich Khachaturian (1903-1978) Trío en Do menor, Op. 30, para violín, clarinete y piano Andante con dolore – Allegro – Moderato Notas al programa En las semanas que siguieron al estreno de Las bodas de Fígaro en Viena (1 de mayo de 1786), Mozart se refugió en la música instrumental: el Cuarteto para piano y cuerdas K. 493 y el primer gran Trío con piano K. 496, vieron la luz mientras Mozart afrontaba serias dificultades. Algunos amigos vinieron en su auxilio: Anton Stadler, el clarinetista al que más tarde dedicaría el Quinteto y el Concierto, y Michael Puchberg y sus amigos los Jacquin que le acogieron en su mansión; para ellos compuso algunos divertimentos, así como el Trío «de los bolos», que recibe esta denominación por haber sido escrito, según la tradición, durante una partida de bolos en el jardín de los Jacquin. El manuscrito está fechado el 5 de agosto de 1786. Algunos días antes Mozart había escrito una bella Sonata para piano a cuatro manos, K. 497, con destino a la niña de la casa, Franziska von Jacquin y sin duda sería ella quien tocaría por primera vez el Trío, con Mozart a la viola, según su costumbre, y probablemente el propio Stadler al clarinete. La amistad masónica y sus características habituales (presencia del clarinete, tonalidad de Mi bemol mayor) están presentes en esta obra concebida al margen de cualquier imposición, en la más completa libertad. Impregnada de ternura y poesía renuncia al brillo del virtuosismo, desarrollándose en tres movimientos muy próximos el uno al otro, donde los instrumentos evolucionan en una tesitura media. La primera edición apareció en septiembre de 1788 (Artaria, como Op. 14), con una instrumentación alternativa para violín y clarinete (correspondiéndole a este último la parte original de viola). Esta segunda versión, que contaba con toda probabilidad con el consentimiento de Mozart, será la que hoy escuchemos. La Suite para violín, clarinete y piano Op. 157- b de Darius Milhaud, tiene su origen en la música escénica que el propio Milhaud compuso en noviembre de 1936 para El viajero sin equipaje, obra de teatro en cinco actos, de Jean Anouilh. El encargo fue hecho por Georges Pitoëff, en cuya compañía trabajaba la esposa de Milhaud. El protagonista de la obra, Gastón, se encuentra amnésico al término de la Primera Guerra Mundial. Es recogido por el director de un asilo que lo emplea como jardinero durante casi 18 años. Pero Gastón es reclamado por varias familias, entre las que se encuentran los Renaud. De carácter amable, el protagonista descubre con horror la identidad y pasado que se le atribuye: un personaje violento y sin escrúpulos en el que él mismo no se reconoce, pero que confirma la cicatriz de una vieja herida, hecha por la aguja del sombrero de Valentine Renaud, su antigua amante y mujer de su supuesto hermano. Pese a que Gastón ya no tiene ninguna duda acerca de su origen, decide rechazarlo y declararse miembro de otra familia que lo reclama. La primera audición de la versión para trío de la suite se produjo el 19 de enero de 1937 en París, adelantándose en casi un mes al estreno de la obra de teatro, que tuvo lugar el 16 de febrero de ese mismo año. La historia del soldado de Stravinsky, estrenada el 28 de septiembre de 1918 en la localidad suiza de Lausana, podría considerarse como una ópera de cámara para tres personajes en la que las secciones de la orquesta quedan reducidas a su mínima expresión: clarinete y fagot como representantes del viento-madera, corneta y trombón como viento-metal, un violín y un contrabajo como los extremos agudo y grave de la familia de cuerda, y un conjunto de percusión próximo a las baterías de jazz. El argumento de la historia, escrita por Charles Ferdinand Ramuz, está basado en un cuento popular ruso. Un soldado, de regreso a su hogar, se encuentra con el diablo, que le engaña para cambiar su violín (su alma) por un libro que predice el futuro. El joven soldado se queda con él tres días para enseñarle a tocar el violín, pero al regresar a su pueblo observa desolado que han pasado realmente tres años. Su novia se ha casado con otro y su madre ya no le recuerda. Triste y abatido se marcha y amasa una gran fortuna gracias a los poderes del libro. Pero el dinero no le devuelve la felicidad, de manera que busca al diablo para ofrecerle jugarse su fortuna contra el violín en una partida de cartas. El soldado vuelve a perder, pero consigue robar el violín aprovechando el desmesurado regocijo del diablo. El protagonista ha oído que la hija del rey está enferma y que se casará con quien la cure. Lo logra por medio de su violín, pero no podrá salir del reino para evitar que el demonio se lo lleve al infierno. Sin embargo, la princesa desea ver la antigua casa de su marido, por lo que traspasan los límites del reino y el soldado acaba siendo atrapado. Stravinsky realizó la adaptación de la suite en cinco movimientos para violín, clarinete y piano a petición de Werner Reinhart, clarinetista aficionado y mecenas del músico ruso, quien financió su periodo suizo. Esta versión fue interpretada entre noviembre y diciembre de 1919 por José Porta, Edmond Allegra y José Iturbi en las localidades de Lausana, Zúrich y Ginebra. El Trío para clarinete, violín y piano de Aram Khachaturian fue escrito en 1932, durante los años de formación del compositor armenio en el Conservatorio de Moscú. El lenguaje de la obra es característico del autor de los ballets Espartaco y Gayaneh, por sus aires exóticos y sus referencias al folclore de Georgia y Armenia. Compuesto en tres movimientos, el trío se abre con un andante a modo de rapsodia, con aires zíngaros y pasajes de carácter improvisatorio. El tema principal lo expone el clarinete, pasando sucesivamente por el violín y el piano en un juego de repeticiones levemente desarrolladas, creando una atmósfera colorida y casi hipnótica. La obra prosigue con un allegro que, a modo de scherzo, utiliza una melodía del clarinete que recuerda al folclore ruso. Este segundo movimiento transcurre entre secciones relajadas, en las que el clarinete toma el protagonismo, y otras más agitadas que combinan varias ideas melódicas, hasta desencadenar en el presto previo a la repetición triunfal de la melodía inicial. El tercer y último movimiento es una sucesión de variaciones impregnadas del carácter popular de los dos movimientos anteriores. El clarinete vuelve a ser el encargado de exponer el tema de imitación, que va desarrollándose en una dinámica ascendente en tensión y riqueza hasta que, tras el clímax, cada línea instrumental se diluye al final de la obra. Intérpretes David Otero Aragoneses – violín Violinista segoviano, ganador de la prestigiosa beca Fulbright y de una Proyect Assistanship, como integrante del Graduate String Quartet de la Universidad de Madison (Estados Unidos), donde realizó un Máster en Interpretación de Violín con el maestro Manoogian. Título Superior de violín con las máximas calificaciones en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Ha sido concertino de la Orquesta de Juventudes Musicales de Suiza en 2008. Ha formado parte de otras agrupaciones, como la Joven Orquesta Sinfónica de Madrid, la Orquesta Sinfónica de UW y la Orquesta de Cámara del R.C.S.M.M. con G. Phelivanian. Ha recibido clases de cámara de Mª Teresa Berrueta y de miembros de los cuartetos Pro- Arte, Emerson, Juilliard y Brentano. Ha actuado como solista y como miembro de distintas formaciones en los EE.UU., en Europa, en Nicaragua y en Marruecos. Es profesor titular del Conservatorio «Rafael Frühbeck» de Burgos y colabora asiduamente con la Orquesta Sinfónica de dicha ciudad y en diversos grupos de cámara. Héctor Abella Martín – clarinete Nace en Burgos. Titulado Superior de Clarinete por el Real Conservatorio de Madrid con el catedrático Justo Sanz. Premio Extraordinario de Fin de Carrera en la especialidad de Educación Musical por la E.U. de Magisterio de Segovia (Universidad de Valladolid). En 2006 finaliza con Distinción el Máster en Interpretación de Clarinete en el Real Conservatorio de Bruselas con el maestro Hedwig Swimberghe y recibe el Diploma di merito en la Accademia Chigiana de Siena (Italia) con el maestro Antony Pay. Becado como ganador del Concurso Ibercaja, realiza un Postgrado de especialización en clarinete bajo con el profesor Henri Bok en el Conservatorio de Rotterdam (Holanda). Ha recibido clases de otros destacados clarinetistas, como Karl Leister o Harry Sparnaay. Ha colaborado con orquestas como la Jeune Philarmonie de Bruselas, la Orquesta de la Radio de Flandes, la Orquesta «Odón Alonso» de León o la Sinfónica de Burgos. Es profesor titular en el Conservatorio de Torrelavega y actúa habitualmente con SMASH Ensemble. Isis Pérez Villán – piano Nacida en León, comienza su formación pianística bajo la dirección de D. Manuel Carra. Obtiene Matrícula de Honor en todos los cursos, además de los Premios Extraordinarios al finalizar los Grados Elemental y Profesional. Profesora Superior de Piano, Música de Cámara, y Solfeo, así como Teoría de la Música, Transposición y Acompañamiento por el Real Conservatorio de Música de Madrid, donde recibe clases de los catedráticos Fernando Puchol, J. Vicente Cervera y Emilio Molina. Postgrado de Piano con la profesora Daniella Carapelli, en el Conservatorio Giuseppe Verdi de Turín (Italia). También recibe las enseñanzas de personalidades como A. Baciero, S. Yerokhin, A. Guijarro, B. Eidy, V. Gladkov o J. M. Colom. Como solista ha ofrecido recitales en diversos auditorios de la geografía española e italiana y ha actuado en directo para Radio Clásica de RNE. Interesada por la pedagogía, en la actualidad se encuentra realizando su tesis doctoral sobre el desarrollo de la creatividad en la iniciación al piano. Es profesora titular en el Conservatorio de Música de Torrelavega, compaginando su actividad pedagógica con la concertística.