VII Congreso Centroamericano de Historia Tegucigalpa, Honduras 19-23 de julio, 2004 Mesa de Historia Cultural Tema: Escuela Nacional de Música “Rafael Olmedo”, su Evolución Histórica. José Alfredo Ramírez Fuentes. Col. La Floresta, Calle los Cipreses, casa #21-B. San Salvador, El Salvador Teléfono 273-0540 Correo-e: [email protected] Universidad de El Salvador. INTRODUCCIÓN El Salvador, país lleno de historias, pero en singular nos quedamos cortos, es que resulta que desde hace varias generaciones nos quejamos ya que carecemos de VII Congreso Centroamericano de Historia Tegucigalpa, Honduras 19-23 de julio, 2004 Mesa de Historia Cultural memoria histórica, es decir, de una historia, académica, confiable e incluso, me arriesgo a decir, científica. Como ya es conocido, en El Salvador la investigación histórica ha sido dejada a gente aficionada, o bien, a historiadores extranjeros. Para el primero de los casos, no quiere decir que estos aficionados carezcan de preparación en cuanto a la forma de investigar o de escribir, pero si es de resaltar que la investigación carece de una metodología científica especializada en historia, y que las interpretaciones de los procesos y hechos históricos adolecen de ese bagaje propio de la disciplina. Estos trabajos, con todos sus bemoles, son los que arrojan luz sobre los aspectos que interesan a nosotros como interesados en la investigación. En el segundo de los casos, los historiadores ajenos a nuestra patria, son de reconocer en su calidad pues estos si cuentan con una calidad académica muy grande, pero a veces, al ser ajenos a El Salvador, estos trabajos, no llevan impreso aquella identificación o “nacionalismo” – nacionalismo del bueno – que merecen ciertas investigaciones, además muchos de estos trabajos son por encargo, quiero decir, patrocinados por personas o instituciones con intereses específicos, historiadores a los cuales a veces se les indica por donde investigar, o que se les cortan las alas a la libre investigación, lo que hace imposible tender hacia la verdad. Sin embargo, estas quejas sobre la historia han sido escuchadas, esta reflexión es de vital importancia, ya que se dice que en territorio salvadoreño no hay historia y por tanto la historiografía nacional, es pobre. No es tan cierto, pues se puede observar que mucha gente ha estado interesada en escribir y dejar un legado a nosotros, los que desde el presente vemos hacia atrás buscando el ¿por que? de algunas cosas. Pero aquellos “aficionados” comparten con nosotros, los que estamos en preparación académica algo muy importante, la Pasión por la Historia. En este marco de reflexiones, donde se puede discutir una infinidad de opiniones, me interesa resaltar el ¿por qué? de este trabajo. VII Congreso Centroamericano de Historia Tegucigalpa, Honduras 19-23 de julio, 2004 Mesa de Historia Cultural En la vida de este “pulgarcito” de América, donde tantas cosas emocionan a quienes disfrutamos de su historia, hay hechos muy importantes y un interés particular me lleva a fijarme en uno en especial, las artes, mas específicamente, la música. Talvez por estar un poco aburrido de escuchar tanto sobre aspectos como la Economía o la Política, o por una mera afición a esta bella expresión humana. Pero hay que llamar la atención sobre algo muy importante de la disciplina histórica, y esto es que, como todos sabemos, los aspectos que integran a las sociedades no se pueden ver aislados, siempre están relacionados. Es por eso que las artes son, en mi humilde opinión, un reflejo de las sociedades, debido a que los artistas son de las personas mas sensibles a los sucesos sociales que se hacen presentes en una época. Pero muchos dirán que la música no puede representar esa compleja red de relaciones que se desarrollan en la sociedad. Pero si son un aspecto importante de la identidad, ese termino complejo que nos lleva a plantearnos quienes somos, ¿somos capaces de respondernos?, si bien es difícil responder a semejante pregunta resulta aun mas difícil si no recordamos lo que hemos hecho en nuestra vida, pero si como país no recordamos lo que se ha hecho, entones ¿cómo sabemos lo que somos? o ¿hacia adonde se va?, preguntas difíciles, pero para eso esta el hecho histórico para jugar un papel importante en cuanto a la memoria. Esta relación de música e identidad, es una de las razones de este trabajo, ya que en El Salvador, hay muchos músicos “de oído” y muy pocos que son profesionales. Se pude ver que también, al igual que en la historia, muchos músicos salvadoreños son aficionados. Por el momento, mi pequeña contribución a la historia de mi país es el presente trabajo, donde se tratará de exponer la evolución histórica de La Escuela Rafael Olmedo, una institución que en la primera mitad del siglo XX ayudó al pueblo salvadoreño, alimentando ese espíritu artista de las personas que demandaron sus servicios. Además VII Congreso Centroamericano de Historia Tegucigalpa, Honduras 19-23 de julio, 2004 Mesa de Historia Cultural de rescatar la memoria de un hombre, Rafael Olmedo, este personaje que es altamente sobresaliente en la historia de la música salvadoreña. BREVE RESEÑA HISTORICA DE LA MÚSICA EN EL SALVADOR Las música es la expresión que acompaña a todo ser humano sensible, alegre o incluso triste. Parece que la música tiene algo que no se ha podido descifrar por las ciencias, será quizá esa inspiración que el artista deja plasmada en su obra, es ese “no se que” que va mas allá del instrumento, mas allá del cuerpo humano e incluso, mas allá de las ondas que propagan el sonido. Es ese “algo” yo llamo el espíritu de la obra, la intención de dejar un sentimiento impregnado en una pieza o canción, en una melodía. Es importante dejar planteado que la música siempre se ha utilizado como un instrumento que identifica a una época, quiero decir, se usa como la identidad de cierto grupo de personas, de un momento histórico. Así por ejemplo, a lo largo de la historia la música se puede clasificar en 3 estratos básicos: el primero de ellos es la música artística o clásica, que es la impartida por escuelas, conservatorios y centros especializados, este tipo de música requiere de un estudio y preparación profesional; el segundo sería la música folklórica, que es la transmitida por tradición oral, y que por lo general carece de notación musical y se aprende de oído, una característica de este tipo de música es que sus autores son anónimos; por último, estaría la música de tipo popular, que es desarrollada por personas aficionadas a la música que tienen o no preparación, este tipo de música es normalmente difundida por los medios de comunicación, como ejemplo de estos tipos esta, en El Salvador, la Cumbia, el Merengue, la Salsa, el Pop, el Rock, el Metal, Death Metal, etc. VII Congreso Centroamericano de Historia Tegucigalpa, Honduras 19-23 de julio, 2004 Mesa de Historia Cultural Hay que recordar que la historia de El Salvador nos lleva a afirmar que nuestra música es la de origen autóctono, que la identidad salvadoreña se encuentra en bailes que provienen de nuestro pasado indígena, es aquí donde yo discrepo pues me parece que al revisar nuestro pasado no podemos dejar afuera el periodo colonial, ni el siglo XIX salvadoreño, que son los periodos que conforman nuestra identidad moderna y que no se pueden negar. Es en estos periodos donde dos mundos se unen, y las culturas americanas surgen. Es hasta después de la independencias donde podemos observar los primeros rasgos de identidad nacional, también podemos ver como el siglo decimonono nos configura como países, y es este periodo el primero a tratar, Rafael Olmedo Artiga es el nombre del personaje que nos interesa destacar, para lograr vislumbrar su herencia, ya en el siglo XX, al bautizar a la Escuela Nacional de Música con su nombre. Pero dando paso a la evolución histórica de la Escuela Nacional de Música “Rafael Olmedo” conviene adentrarse en la pregunta de ¿como surge esta institución? Y ¿ cual es su pasado?, esto nos llevará hasta el siglo XIX, donde los primeros indicios de música Salvadoreña se hacen presentes. Es importante detenernos un poco y decir que el tema que interesa es la Escuela “Rafael Olmedo”, es imposible hablar de ella sin establecer que la música en el Salvador es impulsada por pocos profesores y aun por menos instituciones dedicadas a semejante labor pedagógica en materia del arte. Como punto de partida en la historia musical salvadoreña, nos podemos remontar específicamente a 1845, cuando el maestro guatemalteco Escolástico Andrino llega a El Salvador procedente de Cuba y funda la primera escuela de música. Sobre la vida de este importante personaje nos detendremos un poco, nació en Guatemala en el año de 1817, sus estudios los realizo con su hermano Máximo Andrino, quien era conocido como el mejor violinista en Centro América. Llegó a nuestro país por iniciativa del obispo Jorge Viteri y Ungo, para que le ayudara a fundar la primera escuela de música, VII Congreso Centroamericano de Historia Tegucigalpa, Honduras 19-23 de julio, 2004 Mesa de Historia Cultural la cual inicio actividades en el referido año de 1845 con 7 alumnos, a quienes se unieron en 1847 Rafael Olmedo y Ponciano Cruz. Al maestro Andrino se le atribuyen obras como “Sinfonía en D (Re mayor)”, la opera “La mora Generosa”, además de ser el autor del tratado Nociones Filarmónicas,. Su Sinfonía en RE mayor exhibe todas las características estructurales del clasicismo, y consta de cuatro movimientos. Esta escuela se encontraba ubicada en una casa privada, cerca dela iglesia de la Merced en San Salvador, sobre la décima avenida Sur, en estas instalaciones, según señala la historia nacional, fue donde se impartieron las primeras clases para el cultivo de este difícil arte, sin lugar a dudas debió ser un enorme esfuerzo por parte de este maestro, quien estaba interesado por dar a conocer los infinitos secretos que la música posee. Su muerte se fecha el 14 de Junio de 1862 en San Salvador. Este se podría tomar como el punto de despegue de la enseñanza profesional en el Salvador. A este profesor y a su escuela, se debe la formación de los primeros músicos salvadoreños, que después en el tiempo florecieron dentro del gremio de aquella época. Años después, durante el periodo presidencial del Dr. Francisco Dueñas, precisamente en 1864, se funda una institución muy importante en la historia nacional, la “Academia de Bellas Artes” dicha institución además de apoyar el arte, también fue la responsable de la creación de una sección musical, que se conoce como la primera Escuela Nacional de Música y que fue dirigida por el maestro Eusebio Castillo. Para 1879, llega al país un músico italiano conocido por todos los salvadoreños, pues es el compositor del himno nacional, el maestro Juan Aberle, entre sus obras encontramos “la marcha Morazán”, la ópera “Ivanhoe” y un “Tratado de Armonía, Contrapunto y Fuga”; fue este personaje quien meses antes había fundado el conservatorio nacional en Guatemala. Cabe señalar que no solamente fue en San salvador donde se dieron estos esfuerzos por impulsar el arte musical, pueblos y ciudades como Tonacatepeque, El Guayabal, san VII Congreso Centroamericano de Historia Tegucigalpa, Honduras 19-23 de julio, 2004 Mesa de Historia Cultural Martín, Huizúcar, Chalatenango, Suchitoto, Santa Ana, San Vicente también contaron, a finales del siglo XIX, con sus propias escuelas y academias de música, dirigidas y fundadas muchas de ellas por el maestro Mauricio Villacorta. Ya para el año de 1928, siendo presidente Don Pío Romero Bosque, que a iniciativa del Ministerio de Instrucción Pública, se le da un mayor apoyo a la Música Nacional, la cual en los primeros años del siglo XX había estado, se podría decir, un tanto olvidada, es de esta forma como surge el Conservatorio Nacional de Música, el cual dos años mas tarde pasa a ser de nuevo Escuela de Música. ESCUELA NACIONAL DE MÚSICA “RAFAEL OLMEDO” Como se ha expuesto anteriormente el sucesor directo de esta escuela, fue una institución surgida del conservatorio nacional de 1928, que pasa a ser escuela después de muy pocos años de funcionamiento. La escuela “Rafael Olmedo” ya estaba organizada, es decir que no surge de la nada, sino que es una institución que se desarrolla como Escuela Nacional de Música y es fundada en 1930, la decisión de nombrarla Rafael Olmedo fue por parte del gobierno, este personaje era un gran músico y compositor salvadoreño, y este nombramiento se hace oficial un 28 de enero de 1938. Meses antes de su nombramiento, en el mes de diciembre de 1937, se emiten los planes y programas de estudio de la Escuela Nacional de Música “Rafael Olmedo”, dejando claro que su organización era muy similar a la de cualquier escuela pública de la época. Dependía directamente del entonces Ministerio de Instrucción Pública, quien establecía a este centro de estudios bajo la denominación de Organismos especiales, esta institución tenia como cabeza a un director, quien para el año de 1938 era el maestro Don Domingo Santos, famoso músico salvadoreño, nacido en San Esteban Catarina, lugar conocido por ser cuna de artistas; es de hacer notar que para poder pertenecer a la nómina de profesores de esta escuela había que demostrar las habilidades musicales y VII Congreso Centroamericano de Historia Tegucigalpa, Honduras 19-23 de julio, 2004 Mesa de Historia Cultural los estudios realizados por parte de los artistas, en este campo el señor Santos se había preparado en Italia, y es el compositor de oberturas, valses y muchas otras obras entre ellas, la patriótica marcha “Dios Unión y Libertad”. Dentro de la organización de la escuela también se contaba con la ayuda de un subdirector, quien era la segunda autoridad en la escuela, además de ser el encargado inmediato de la disciplina y representaba al director en su ausencia, además de estas dos autoridades se encontraba un secretario, que entre sus funciones debía llevar la correspondencia, los libros de actas, las planillas y recibos, todo de acuerdo a la ley. Aunque en los estatutos de la escuela no quedaba especificado, en la practica los directores, subdirectores y secretarios, en su debido momento también impartían clases, según fuera necesario, esto se podía deber a que los profesores para la escuela eran pocos, o como se ha señalado, muchos músicos lo eran empíricos y por tanto carecían de la preparación adecuada para impartir clases, es decir, que no tenían conocimientos de teoría, solfeo o pedagogía. Los profesores eran reconocidos por sus habilidades musicales y debían tener comunicación constante con el director en cuanto a los asuntos de enseñanza, cada profesor impartía con libertad su cátedra, y debía ser puntual, conservando siempre la distancia con los alumnos, con quienes tenía un trato serio pero a la vez afable. En esta institución queda claro que era labor de las autoridades a cargo conservar el orden y la disciplina. Además, esta escuela al ser nacional, tenía un carácter público, es decir que la escuela estaba creada para personas de escasos recursos los cuales no podía pagar por este tipo de enseñanza, se exigía a los alumnos saber leer y escribir y tener nociones básicas de aritmética, geografía y otros estudios. Aunque esta fuera una escuela pública, cabe indicar, que no tenía una gran demanda de alumnos, tampoco era accesible para cualquier persona, hay que recordar que se debía tener aptitud para la música, contar al menos con un nivel de escolaridad acorde a las exigencias de la escuela, que en la practica se traduce en que muchas personas de las capas bajas de la VII Congreso Centroamericano de Historia Tegucigalpa, Honduras 19-23 de julio, 2004 Mesa de Historia Cultural sociedad no podían llegar a hacer uso de esta institución, no olvidemos que es El Salvador de la década de los 40, al que estamos haciendo referencia y que, solo por citar un ejemplo, los niveles de analfabetismo eran altos. Para ingresar a esta escuela, además de los requisitos ya mencionados, los aspirantes debían ser mayores de 8 años y menores de 18; los aspirantes menores de 20 años que tenían conocimientos de algún instrumento, constituían una excepción, a estos se les permitiría ingresar a la escuela previo examen de admisión. Parte del reglamento ordenaba que los instrumentos no podían ser prestados a los alumnos para llevarlos a casa, y que solo podían prestar libros, para hacer uso de estos fuera de la escuela.. Todos los alumnos con talento para el canto debían pertenecer al Orfeón o coro de voces, los alumnos pertenecientes a este debían asistir a los ensayos y conciertos obligatoriamente. Los estudios se hacían sobre los instrumentos que constituyen la orquesta sinfónica, entre los principales instrumentos que se impartían al inicio estaban el piano, violín, viola, violoncello, contrabajo, flauta, oboe, clarinete y otros (ver cuadro 1), queda estipulado que en los siguientes años se establecerían otras materias, lo que se hizo en la practica con la clase de guitarra; a lo largo de la educación musical de los alumnos era obligatorio, que paralelamente realizarán los estudios de teoría, solfeo y dictado. Como ya se menciono también se impartían clases de canto, donde los alumnos debían pertenecer al coro de voces de la escuela. Se exigía a los alumnos de la Escuela “Rafael Olmedo” que tuvieran “sólidos conocimientos de Aritmética práctica, Gramática Castellana, Geografía e Historia de El Salvador y C.A., Nociones de Instrucción Cívica, Higiene, Cultura Física, e Historia de la Música”.1 Como se puede ver en esta cita, con estos requerimientos la institución abogaba por tener alumnos respetables y cultos, aspiraciones muy naturales en esta 1 Esta cita textual es tomada del plan y Programas de estudios de la citada escuela, se pueden encontrar en: Diario Oficial de la Republica de El Salvador, Tomo 124, Nº 16, enero 21 de 1938, pp. 144- 149. VII Congreso Centroamericano de Historia Tegucigalpa, Honduras 19-23 de julio, 2004 Mesa de Historia Cultural época de la historia nacional, donde los valores cívicos y morales eran inculcados tanto en la casa como en todos los centros de estudios públicos y privados. A los mejores alumnos y mas adelantados de la escuela en cuanto al manejo de su instrumento, así como en disciplina, se les incentivaba por medio de una un certificado, que funcionaba como licencia para impartir clases de dichos estudios en los que eran sobresalientes, a estos alumnos se les conocía como “maestrinos” y ayudaban a los profesores en la enseñanza, como parte de su capacitación. Entre los estudios realizados, a los que se les daba principal importancia eran aquellos de teoría musical, solfeo, división (cantada y leída) y dictado, en la que se impartían clases basadas en textos especializados en el área, por ejemplo para estos estudios se utilizaban: “Teoría de la música”, de Danhauser; “Método Completo de Solfeo”, de Eslava y “Dictado musical” de Lavignac, traducido al español por Pedrell, además se utilizaban otros textos ocasionalmente. Estos estudios eran esenciales, pues constituyen las bases de todo músico profesional. En la enseñanza de los instrumentos, era necesario haber cursado la materia de teoría, solfeo, división y dictado para poder empezar con la correcta asimilación de la técnica en el instrumento a ser estudiado, era requisito indispensable el haber aprobado el primer año y cursar en los siguientes 3 años la referida materia. Las clases de los diferentes instrumentos eran impartidos por los profesores, basados en los textos señalados y en su criterio personal, las diferencias entre los distintos instrumentos eran lógicos, pues para cada instrumento la técnica requerida era distinta, pero además, habían otros criterios como la edad; cada materia, es decir instrumento, tenía un rango de edad apropiado para el inicio del estudio y textos de enseñanza distintos. (ver cuadro 2). Es obvio que los textos utilizados eran de autores europeos, y que la calidad de la enseñanza se veía favorecida por este material didáctico, pero hay que hacer una breve reflexión en cuanto a que los alumnos no contaban con lo necesario para una enseñanza VII Congreso Centroamericano de Historia Tegucigalpa, Honduras 19-23 de julio, 2004 Mesa de Historia Cultural de las mejores del área, solo por citar un ejemplo de los problemas que enfrentaban, nunca se contó con un edificio adecuado para la practica de los ejercicios musicales y el sonido no era favorecido con la acústica y el ambiente necesarios. Ya en la practica de la escuela y en la forma de impartir las clases, se pueden mencionar algunas diferencias y similitudes entre las distintas especialidades, en los instrumentos, por ejemplo, la diferencia que existía entre la enseñanza del Contrabajo de concierto y el de orquesta, radicaba en que el primero de ellos necesitaba una preparación de 7 años, y el segundo necesitaba solo 5 años, debido a que la exigencia de un instrumento de concierto es mayor, por ejemplo cuando se necesita que el ejecutante realice algún “solo” durante una pieza. Para el caso del violín y la viola, instrumentos muy similares, los primeros tres cursos en la enseñanza de estos dos instrumentos respondían al mismo programa de enseñanza, solo que los ejercicios eran transportados una quinta mas baja, es decir 5 tonos mas graves, debido al sonido propio de la viola. Por otra parte era obligación que durante el último año, o últimos dos años de estudio de cada instrumento, llamados de perfeccionamiento, se realizaran estudios de piano y armonía, transporte a diferentes claves y el estudio de los mejores autores para cada instrumento donde no podían faltar autores de la talla de Bach, Mozart, Beethoven, Haydn, Paganini y otros. Cabe destacar que en la enseñanza no se utilizaban obras de autores salvadoreños y que esto era debido, probablemente, al poco conocimiento de las obras nacionales o a la poca importancia en la enseñanza de la música. También se realizaban conciertos al final de cada año, durante el mes de noviembre, donde se interpretaban piezas según las habilidades desarrolladas por los distintos alumnos. Como quedaba estipulado en el reglamento todos los alumnos al final de sus cursos realizaban los mencionados conciertos donde se podían admirar los avances de los futuros músicos, estos eran realizados en varios lugares como el teatro nacional y también eran transmitidos en la radio nacional, prueba de ello es que el Ministerio de VII Congreso Centroamericano de Historia Tegucigalpa, Honduras 19-23 de julio, 2004 Mesa de Historia Cultural Instrucción Pública, bajo la rama de la radiodifusión escolar, informó para el año de 1939, que los conciertos eran transmitidos, como una nueva modalidad de manifestar la necesaria existencia de la escuela “Rafael Olmedo”, estas emisoras eran la Y.S.P. “La voz de Cuscatlán” y la Y.S.S., “Alma Cuscatleca”. Volviendo a las actividades de enseñanza de la escuela, se debe llamar la atención en cuanto a los alumnos de canto, quienes serian los próximos profesores tanto en la escuela “Rafael Olmedo” como de las escuelas públicas del país, los requisitos para estos últimos era estar entre las edades de 17 y 18 años y tener talento para el canto; el programa de enseñanza se basaba de nuevo, en las materias básicas de teoría, solfeo, dictado y división; las cuales se debían cursar por lo menos dos años, después un año de vocalización y el respectivo cuarto y último año de perfeccionamiento, además de realizar una practica de por lo menos seis meses en el lugar designado para ello. A diferencia del profesor de canto para escuela el profesor de canto especializado, era instruido según su tesitura, es decir se le enseñaba dentro de su rango de voz, para que se formara como barítono, bajo, voces medias, etc. Para el caso de director de orquesta, la enseñaza era mas compleja y amplia, debido a que este debe conocer además de la teoría, la mayoría de los instrumentos que componen la orquesta sinfónica. La edad para empezar este estudio era entre los 8 y los 12 años, el estudio completo se realizaba en 9 años o cursos. Las materias eran impartidas en la escuela bajo la guía del profesor, pero la realidad de la enseñanza llevaba a que los alumnos estudiaran en su casa, particularmente y sin presencia del profesor, recomendando que los alumnos que mas se aplicarán al estudio serian los de mas progreso (ver cuadro 3). Como parte de las disposiciones generales, se establecía en el reglamento, que las clases iniciarían en febrero de cada año y finalizarían en los primeros quince días del mes de noviembre, los horarios de clases eran de 8:30 A.M. a las 12:30 M.; y por las tardes de VII Congreso Centroamericano de Historia Tegucigalpa, Honduras 19-23 de julio, 2004 Mesa de Historia Cultural 2:30 P.M. a las 7:30 P.M.; los exámenes de final de año eran presenciados por los jurados, estos de reconocida trayectoria y conocedores del arte. En general esta era la forma de operar de la escuela, la cual tuvo una existencia de 13 años, durante este tiempo formó músicos muy importantes para la historia musical salvadoreña y también, permitió que varios músicos ya formados impartieran sus enseñanzas a las personas que lo solicitaran. A lo largo de su desarrollo como institución, fue dirigido por gran variedad de maestros en música, Don Domingo Santos fue el director de esta escuela en los años de 1938 y 1939, como ya se había mencionado, para 1940, su director paso a ser el profesor Raúl Paniagua, Bajo la guía de él la escuela había tenido un desarrollo normal, pero para este año la clase de guitarra clásica fue inaugurada, debido a que el guitarrista paraguayo Agustín Barrios “Mangore”, se había establecido en El Salvador, este virtuoso guitarrista se queda en el país e imparte clases hasta 1944, año de su muerte. Para este año la asistencia al plantel fue de 413 alumnos, de los cuales al final del año se extendieron 267 certificados. Para este año de 1940 la asistencia de alumnos de la Escuela Nacional de Música fue en número similar a la cantidad de alumnos que asistieron a la Universidad de El Salvador, en la cual los alumnos matriculados fue de 422 personas. Para los años siguientes las actividades de la escuela se desarrollaron normalmente, y en 1941 se compraron varios instrumentos, necesarios para el correcto funcionamiento de la institución, entre estos un piano marca “Lester” y un violín, estas adquisiciones llegaron a la cantidad de ¢ 6,370.00, inversión que era realizada por parte del estado para mantener una buena enseñanza de este arte. Los instrumentos que mas demanda tenían eran violín, Clarinete y Guitarra a pesar de solo tener 1 año de haber sido creada como clase. Para 1944, Esteban Servellón, músico salvadoreño quien fue formado en esta escuela y que luego realizaría estudios en Italia, aparece como profesor impartiendo clases de VII Congreso Centroamericano de Historia Tegucigalpa, Honduras 19-23 de julio, 2004 Mesa de Historia Cultural Teoría y solfeo, devolviendo de esta forma parte de la enseñanza que le había sido dada a él, este artista cuenta entre sus obras mas famosas “Rhina”, “Faetón” y “Suite Retrospectiva”. Para este mismo año la escuela sufre dificultades en cuanto a su organización y su director es cambiado, toma el cargo Don Rubén Aráuz, salvadoreño nacido en Ahuachapan y formado en el conservatorio de Paris, donde realizó estudios de violín, que era su instrumento principal, y piano. Con esta nueva reorganización en el año 44, se emite un nuevo reglamento, los métodos de enseñanza fueron reformados totalmente, esto se impuso contra el choque de la rutina, que a la vez acortaba el tiempo necesario para la practica en el aprendizaje. Además de estos cambios se acordó comenzar actividades el 2 de enero de cada año, iniciando las clases el 1 de febrero para terminar en los primeros días del mes de noviembre. Una de las mas importantes innovaciones fue que se introdujeron las materias de instrumentación y declamación, también se propuso que la escuela debía cumplir con los objetivos de impartir clases que iban desde nociones básicas, adorno, esparcimiento hasta la formación de profesionales. Como parte de los requisitos de ingreso se fijó que los alumnos debían estar entre los 8 y los 20 años, aprobar, todos los aspirantes examen vocacional, de visión, oído y ritmo; también se debía presentar una solicitud, el boleto de sanidad, partida de nacimiento o cedula de vecindad y certificados de buena conducta de al menos dos personas. Como lema y propósito de este centro de estudios, en este reglamento dice literalmente: “La Escuela Nacional de Música Rafael Olmedo será el centro orientador de la cultura musical en el país con el apoyo decidido y a través del Ministerio de Instrucción Pública.”2 Para mediados de la década del 40, las labores de la escuela se desarrollaban de la mejor manera, habiéndose resuelto los problemas de años anteriores, aunque la cátedra de 2 Este reglamento esta publicado en: Alvarado, Hermogenes y Méndez, Andrés I. Reglamento de la Escuela “Rafael Olmedo”. Diario Oficial de la República de El Salvador, tomo 137, Nº 180, agosto 17 de 1944 p. 2486-2489. VII Congreso Centroamericano de Historia Tegucigalpa, Honduras 19-23 de julio, 2004 Mesa de Historia Cultural guitarra ya no era impartida a causa de la muerte de Agustín Barrios, las demás clases se siguieron impartiendo de forma normal.(ver cuadro 4) En los años siguientes las actividades de la escuela no tuvieron mayor sobresalto, se introdujeron mas materias entre las que se pueden mencionar, composición, armonía, e historia de la música que para 1946 fue introducida y siendo de las mas concurridas; una nueva clase de piano se le designo a Natalia Ramos, siendo interesante resaltar que en El Salvador una buena parte de las artistas sobresalientes en este instrumento son mujeres y que en esta escuela se incluían para 1947 al menos tres profesoras en la enseñanza. La escuela termina su recorrido en la historia nacional, con el nombramiento de esta como conservatorio de Música en 1951, llegando hasta ese año su legado bajo el nombre de aquel gran violinista y compositor Rafael Olmedo. Rafael Olmedo Artiga, el Hombre. Tantas veces mencionado en este trabajo pero todavía no nos hemos acercado a este personaje, fue honrado casi 40 años después de su muerte denominado a la escuela Nacional de Música con su nombre. Nacido en San José Guayabal, que para el siglo XIX no era mas que un pueblo bajo la jurisdicción de Tonacatepeque, en la recién formada República de El Salvador, dicho pueblo es el lugar donde hoy Rafael Olmedo es considerado uno de sus “hijos notables”, un 12 de marzo de 1837 fue el día de su nacimiento, a la corta edad de diez años el joven Olmedo, mostraba grandes dotes artísticos y fue matriculado en la primera escuela de música del país, en San Salvador, la cual estaba al mando del maestro Escolástico Andrino, es aquí donde su formación como músico y violinista empezó. Fue músico destacado en música pagana y música sacra, muestra de ello es que este artista fue músico de la catedral hasta 1859, también era un excelente guitarrista; Se dice que él es el único violinista del siglo XIX salvadoreño que puede considerarse un VII Congreso Centroamericano de Historia Tegucigalpa, Honduras 19-23 de julio, 2004 Mesa de Historia Cultural violín concertino propiamente dicho, sus composiciones y ejecuciones poseen un gran merito melódico, que llego a ser para su tempo una gran gloria nacional. Entre sus obras podemos mencionar, debido a su importancia social en materia religiosa, 12 misas compuestas, probablemente, durante los años que estuvo al servicio de la catedral, algunas de ellas: Misa del Carmen, Misa de San José, Misa de San Antonio, Misa del Corazón de Jesús y Misa del Divino Salvador. Sin embrago sus obras mas conocidas son algunas de tipo pagano, entre estas podemos mencionar, “Quejas al Viento”, “Capricho”, Las Hadas”, “Una Corona”, y otras mas como “un Juguete Melódico”, “Soconusco” y “Viejo Verde”. Algunas de sus obras sacras han sido tan sobresalientes que han sido interpretadas en la catedral de San Pedro en Roma. Sobre su vida y su formación artística no se sabe mucho, y estas obras no son tan recordadas, mucho menos por la juventud salvadoreña, pero sin lugar a dudas es parte de nuestro pasado, de la historia de la música salvadoreña, Rafael Olmedo Artiga deja su legado y muere un 14 de Junio de 1899, a la edad de 62 años. Como parte de su legado se puede mencionar que entre sus descendientes están Rafael Olmedo hijo, quien fue también un gran músico salvadoreño, el cual sobresalió en el Violoncello; y su hija, Joaquina Olmedo de Álvarez, quien se graduó en el año de 1891 como maestra. ANEXOS VII Congreso Centroamericano de Historia Tegucigalpa, Honduras 19-23 de julio, 2004 Mesa de Historia Cultural CUADRO 1 Materias impartidas en 1938, con sus respectivos años de preparación. Materia Años o Cursos Teoría, solfeo, división y dictado 4 Piano Principal 5 Piano Complementario 2 Violín 8 Viola 6 Violoncello 7 Contrabajo de orquesta 5 Contrabajo de Concierto 7 Flauta 5 Oboe 5 Clarinete 5 Fagote 5 Corno (Trompa) 5 Armonium 5 Profesor de cantos escolares en las escuelas oficiales de 4 la Republica Profesor de canto propiamente dicho 4 Director de orquesta 9 VII Congreso Centroamericano de Historia Tegucigalpa, Honduras 19-23 de julio, 2004 Mesa de Historia Cultural CUADRO 2 Materia Años o Edades para iniciar el Textos (solo se citan los Cursos estudio principales autores) Teoría, solfeo, 4 De 7 u 8 años en Danhauser, Eslava y Lavignac división y adelante dictado Piano 5 A partir de los 8 años Czerny, B. Cesi y Lebert. Violín 8 De 9 a 14 años O. Sevcik, D. Alard y Han Sitt Viola 6 De 14 a 17 años E. Polo, B. Bruni y Cavallini Violoncello 7 De 12 a 15 años C. Liegeois, O. Sevcik y S. Lee Contrabajo de 5 De 14 a 18 años I. Billé orquesta Contrabajo de 7 De 14 a 18 años I. Billé Concierto Flauta 5 De 12 a 15 años Tulou, Devienne (se usaba el método Boehm) Oboe 5 De 12 a 15 años Salviani y E. Marzo Clarinete 5 De 12 a 15 años H. Klosé y Krakamp Fagote 5 De 14 a 16 años Krakamp Corno 5 De 12 a 16 años Ceccarelli y Fontana Armonium 5 De 12 a 16 años Bottazo-Ravanello y Braun Canto 4 De 17 a18 años Concone, Guercia y Nava CUADRO 3 Programa de Tiempo Practica particular en casa, sin presencia del profesor Instrumento Teoría, Solfeo y División Piano Principal Violín Viola Violoncello Contrabajo Horas de practica diarias 1 hora 5 horas 5 horas 3 horas 4 horas 4 horas VII Congreso Centroamericano de Historia Tegucigalpa, Honduras 19-23 de julio, 2004 Mesa de Historia Cultural Flauta Oboe Clarinete Fagote Corno Armonium y Piano Complementario 3 horas 3 horas 3 horas 3 horas 3 horas 3 horas CUADRO 4 Alumnos Matriculados en las distintas materias para 1945 Materia Teoría y Solfeo Violín Piano Violoncello Flauta Clarinete Fagote Oboe Armonía Cobres Canto Declamación Total Alumnos Matriculados 75 14 16 3 1 6 2 3 8 6 8 8 150 VII Congreso Centroamericano de Historia Tegucigalpa, Honduras 19-23 de julio, 2004 Mesa de Historia Cultural Rafael Olmedo Artiga, violinista y guitarrista salvadoreño BIBLIOGRAFÍA Libros González Sol, Rafael, Dr. Historia del arte de la música en El Salvador. 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