REPORTAJE HISTORICO DESARROLLO DE LA GUERRA

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REPORTAJE HISTORICO
DESARROLLO DE LA GUERRA SUBMARINA Y A/S.
Durante la Primera Guerra Mundial.
Luis Domínguez Hidalgo
Alfonso Kaiser Mendia
Tenientes 2º
Introducción.
Este trabajo pretende ilustrar a los lectores respecto al proceso del desarrollo de la guerra
submarina y A/S de la Primera Guerra Mundial y específicamente los avances técnicos y tácticas
desarrollados durante este período. Es importante hacer notar que este desarrollo en gran medida,
sobre todo en el ámbito submarino, se efectuó antes del inicio del conflicto y por otro lado, en la
guerra A/S, todos estos desarrollos fueron llevados a cabo como una natural respuesta de los aliados
ante el inmenso poderío submarino alemán.
Como alumnos del 6º año Politécnico de la especialidad de Guerra Submarina, inmersos en el
profundo cambio educacional que lleva a cabo la Institución, quisimos buscar en la historia un
ejemplo de como utilizando la tecnología y la ciencia disponibles y combinándola con hombres
preparados moral, mental e intelectualmente, se puede obtener el éxito no importando cuán difícil o
imposible parezca la tarea encomendada. Es así como escogimos la Guerra Submarina y
Antisubmarina en la Primera Guerra Mundial, que llevó a los beligerantes a utilizar el máximo de sus
capacidades en pos de la victoria.
Avances tecnológicos previos al conflicto.
Submarinos.
Aunque ya a mediados de 1600 se habían construido submarinos no fue hasta mediados del Siglo
XIX que el submarino fue confiable.
En 1855 William Bauer construyó el primer submarino moderno y lo vendió al gobierno del Zar de
Rusia, el cual fue bautizado como Diablo Marino. Paralelamente en Chile se había experimentado con
el cigarro de Flachs en 1866 y con el ingenio de José Huber en 1895. La reafirmación del submarino
como arma vino en 1900 con la orden de compra del gobierno de los EE.UU. de los submarinos tipo
Holland. Desde ese momento, se inició una fiebre de construcción de submarinos en la que tomaron
parte todas las grandes marinas del mundo. El desarrollo de estos submarinos se materializó en
variados aspectos, de los cuales los más importantes fueron:
a. Diseño del casco.
Principalmente se utilizaron diseños de uno o dos cascos. En general estos diseños utilizaban
lastres de agua en la parte inferior del submarino como un doble fondo; en el doble casco, por las
bandas, a proa y a popa para el caso de los monocascos. En cuanto a su forma se utilizaron las
pisciformas y los tubulares, con forma de cigarro.
La disposición de los timones e hidroplanos eran ubicados más a popa de las hélices.
b. Torpedos.
El arma del submarino por excelencia es el torpedo y recibió su nombre de Robert Fulton. En un
comienzo, eran minas flotantes remolcadas por los submarinos por medio de un cable que
interceptaban el rumbo de los buques y luego caían violentamente sobre ellos para hacer chocar la
mina contra el casco del buque. En 1866, Robert Whithehead, quien era superintendente de un
astillero austríaco, inventó el torpedo auto-propulsado que en su interior era un submarino a escala.
Este torpedo tenía una máquina propulsora de 4 caballos de fuerza, accionada por aire comprimido y
tenía una carga explosiva de 8 kilos de TNT; contaba con un alcance de 100 yardas solamente en
carrera recta. Cuando estuvieron listos los submarinos Holland y perfeccionado el torpedo, éste podía
desarrollar una velocidad de 16 nudos y portar una carga explosiva aproximadamente de 16 kilos.
Manteniendo el alcance primitivo, la marina de los EE.UU equipó sus submarinos con los nuevos
torpedos. Después de esta venta todos los científicos e ingenieros del mundo trabajaron para hacer al
torpedo más rápido y mortífero, es así como se introdujo la llama de alcohol para calentar el aire
comprimido, la turbina a gas para reemplazar el aire comprimido y a su vez las máquinas recíprocas
de novísimo diseño para propulsarlo. Todos estos avances finalmente dieron como resultado la más
letal e impensable arma de ataque jamás conocida.
El avance de los torpedos determinó que no sólo fueran usados en submarinos, sino que también
desde buques de superficie como cruceros, acorazados y destructores.
c. Máquinas propulsoras.
Inicialmente los submarinos eran propulsados por poder humano, y posteriormente con vapor,
con las dificultades que ello representaba; alimentar una caldera dentro de un submarino con espacio
limitado para carbón u otro combustible no era una tarea fácil. Si a esto sumamos el tamaño de la
caldera, el consumo de CO2 y el calor interno generado, se hacía prácticamente imposible su
utilización operacional. La respuesta para estos problemas vendría pronto, pues el mundo entraba en
un dinámico período de invenciones en los campos de la mecánica y electricidad. Thomas Edison y
Elihue Thomson desarrollaron los motores eléctricos con valor comercial. Fauré y Plante en Francia
inventaron la batería de plomo-ácido. La combustión interna no tardaría en aparecer con su máximo
exponente: el motor diesel. Para unir todos estos descubrimientos y utilizarlos en los submarinos sólo
se requería un ingeniero brillante. Fue así como aparecieron Holland y Labe en EE.UU., De Lorma en
Francia, Nordenfeldt en Suecia y Garret en Inglaterra, que construyeron un gran número de
submarinos para diferentes países probando distintos sistemas de propulsión. Al principio de la
Primera Guerra Mundial primaban los submarinos propulsados a vapor aunque los submarinos con
acumuladores y con máquinas de combustión interna aumentaban su número rápidamente.
d. Periscopio.
A Simon Labe y Sir Hommerd Grubb se les atribuye la invención del periscopio, en el año de 1902,
el que estaba constituido por 2 prismas dentro de un tubo, para poder mirar desde el interior del
submarino. Este rudimentario artefacto se perfeccionó rápidamente hasta hacerlo un instrumento
óptico de precisión que permitió mejorar la puntería de los torpedos. Aunque su disponibilidad fue
tardío, para la explosiva demanda de submarinos, se les fueron integrando a éstos con posterioridad,
y los nuevos diseños no los dejaban de incorporar, puesto que el periscopio se convirtió en el
complemento ideal para mejorar la seguridad de la navegación sumergido así como para el
lanzamiento de los torpedos.
Con esta explosión de desarrollos tecnológicos e inventos no es de extrañar que los tonelajes de
los submarinos, que eran en un principio de 100 toneladas, saltaran rápidamente a las 1.000
toneladas y sus velocidades que bordeaban los 4 nudos se duplicaran y triplicaran.
Todos estos avances produjeron una adversa reacción ante la opinión pública y a los submarinos
se les tildó de "armas infames" puesto que atacaban sin el debido aviso a buques de superficie que no
podían detectar la presencia del submarino atacante, y aun más, después del ataque, éstos no
socorrían a los náufragos, hecho nunca antes visto por los caballerosos e hidalgos guerreros del mar
de la época.
Buques de Superficie.
Hasta este momento, aunque parezca increíble, no se había avanzado prácticamente nada en la
guerra A/S, principalmente por la nula participación submarina en la guerra Ruso-Japonesa de
1904/1905 que fue el conflicto más importante que antecedió a la Primera Guerra Mundial.
Los progresos de los buques de superficie sólo se limitaron a la red antitorpedos para buques
fondeados, campos minados defensivos y protección con redes para la entrada a los puertos o
canales.
Desarrollo de la Guerra Submarina y Antisubmarina durante
la Primera Guerra Mundial.
Al comienzo de la guerra, los submarinos se demostraron bastante efectivos en el hundimiento
de tráfico mercante, tanto por parte de los alemanes en el Atlántico como de ingleses principalmente
en el Mediterráneo y en las costas de Turquía.
En 1914, los alemanes llegaron a hundir en los meses de mayor actividad 100.000 toneladas.
Estas cifras se fueron incrementando durante 1915 y 1916, llegando en algunos meses a ser de hasta
190.000 toneladas hundidas. Si se compara el tonelaje hundido en los años posteriores, bastante
pobre, esto se debió a que el 18 de febrero de 1915 Alemania declaró "zona de guerra" todas las
costas inglesas. El incremento de los hundimientos no se vio reflejado mayormente hasta mediados
de 1915, teniendo posteriormente un crecimiento explosivo, hasta llegar a un máximo mensual, en
1917, de 885.000 toneladas. Esto se debió principalmente a que en 1915 muchos buques que
navegaban esa área con bandera neutral, dejaron de hacerlo debido a la zona de guerra establecida
por Alemania, por temor a ser hundidos por sus propios submarinos, provocando el
desabastecimiento de Inglaterra, la que llegó al borde del colapso económico a fines de 1916.
Este sorprendente resultado de la guerra submarina se debió principalmente al nuevo diseño de
los submarinos alemanes, torpedos con nuevas cargas de combate y mayor alcance, como asimismo, a
que normalmente se enfrentaron a blancos fáciles, desprotegidos y de poca velocidad. Con esta razón
de hundimientos, los astilleros británicos no daban abasto para la construcción de nuevos buques
mercantes y sólo después del hundimiento del Lusitania, y la decisión posterior de EE.UU. de entrar a
la guerra, se produjo algún alivio a esta situación.
EE.UU. aportó toda su capacidad económica, industrial y militar para tratar de revertir el proceso
de la guerra. En el ámbito de nuestro estudio, en la guerra submarina y antisubmarina, aportaron
buques escoltas, buques mercantes y plagaron de submarinos la zona del conflicto.
Por otra parte, los medios A/S de los aliados seguían siendo ineficaces para poder proteger el
creciente tráfico mercante hacia Inglaterra.
La situación se tornó tan caótica que el Almirantazgo inglés creó el "Departamento de Defensa
Submarina" y sólo en la primavera de 1917 se pudo organizar la guerra antisubmarina. De los estudios
realizados y encargados a ese departamento surgieron nuevas armas, sensores y técnicas para
combatir los submarinos alemanes. Indicamos los más destacables.
a. El convoy.
Sin duda fue la medida más efectiva dispuesta por los aliados contra los submarinos alemanes
durante la Primera Guerra Mundial. Aunque hay que destacar que por sí sólo no hubiera obtenido
ningún efecto si no se hubiese complementado con el resto de las acciones que se describen más
adelante.
En el Departamento de Guerra Submarina se impuso la idea de organizar los buques mercantes
en grandes grupos, con el objeto de protegerlos adecuadamente y concentrar los esfuerzos. Esta
tarea no fue fácil debido a que, por aquel tiempo, diferencias de algunos años en la fecha de
construcción de los buques se reflejaban en características tan importantes como disparidad en sus
sistemas de propulsión, a vela o vapor, las que producían gran variedad en las velocidades y tonelaje.
Además existía un desigual nivel de preparación y profesionalismo en las dotaciones de los buques
mercantes, por lo que hubo que reclutar tripulaciones idóneas para tripularlos. Aún así, muchos
capitanes aceptaron a "regañadientes" navegar a muy corta distancia de otros buques, sobre todo de
noche y obscurecidos.
b. El accionar de los escoltas.
Su acción no podía ser menos que feroz al detectar un submarino en la cercanía del convoy. Debía
actuar sin dudas y con la máxima cantidad de armas disponibles sobre el enemigo, y ordenar un
cambio de rumbo para el resto del convoy. En este tipo de ataque tuvieron sobresaliente actuación
los nuevos buques de escolta que fueron dotados de mejores máquinas, más confiables y que
desarrollaban mayores velocidades.
c. El zigzagueo de los convoyes.
Se estableció una muy buena medida para dificultar el ser alcanzados por los torpedos: fue el
zigzagueo o cambios de rumbo continuo lo que hacía que los torpedos, una vez lanzados, no dieran en
blanco o que los submarinos tuvieran que desarrollar grandes velocidades para quedar descolocados
con un cambio de rumbo. Esto ocasionaba que los submarinos sumergidos tuviesen que aflorar para
aumentar su velocidad, favoreciendo así su detección visual.
d. Cargas de profundidad.
Primitivamente fueron desarrolladas con mecanismos de relojería ajustando el tiempo de
explosión al caer al agua. Estaban cargadas con 54 y 134 kilos de TNT. Los buques escoltas fueron
equipados con 4 de estas bombas. En 1918 se decidió aumentar entre 30 a 40 el número de cargas
por unidad y suprimir las bombas de 54 kilos dejando sólo las de 134 kilos de TNT.
También bajo este mismo concepto, se instalaron algunos cañones lanzadores de cargas con un
alcance de 1.000 a 2.400 metros. Estas consistían en una granada que contenía 45 kilos de TNT.
e. El precursor del sonar.
Aunque no se contó con un sonar o ASDIC, como lo conocemos en nuestros días, se utilizaron una
serie de ingenios basados en la escucha, que permitía a través de hidrófonos hacer seguimiento de
submarinos sumergidos. La utilización de este método fue más por una corazonada que por una
revolución de la técnica, pero aún así se llegaron a entrenar en la técnica de seguimiento de
submarinos por escucha, alrededor de 1.000 oficiales y 2.000 gente de mar, tanto en EE.UU. como en
Inglaterra.
f. Guerra de minas.
Fue ampliamente utilizada por los países beligerantes, tanto con siembras de campos defensivos
como ofensivos. Fueron de gran utilidad tanto para blancos de superficie como submarinos. Los
submarinos alemanes tenían capacidades limitadas para fondeo de minas, que al principio de la
guerra no fueron utilizadas. A medida que se incrementaban las acciones, esta capacidad, que
inicialmente causó hilaridad al Almirantazgo inglés, fue utilizada sembrando campos minados
ofensivos propios, a continuación de los campos defensivos sembrados por los ingleses.
g. Paravanes.
Si éste no fue propiamente un avance en la guerra A/S, es de interés comentarlo. Antes del inicio
de la guerra se experimentó con tenazas para cortar el orinque de las minas. Sólo transcurrido el año
1917 se hicieron las primeras pruebas a paravanes que consistían en cuerpos cilíndricos metálicos
transportados por los buques y que mediante un sistema de timones se abrían formando un ángulo
con respecto a la popa del buque. Al alcanzar una mina, éste comenzaba a deslizarse por el cable de
remolque hasta llegar al cuerpo del paraván, el cual mediante un sistema dentado cortaba el orinque
de la mina dejándola flotar hacia la superficie para luego ser desactivada o destruida.
h. Redes.
Se utilizaron en forma ofensiva contra submarinos, remolcándolas por medio de dos buques y
atrapando al submarino como un pez, pero no dio los resultados esperados, debido a lo limitado de su
superficie, su gran peso y la poca maniobrabilidad y confiabilidad de sus remolcadores. En vista de los
pésimos resultados obtenidos, se siguió utilizándolo como una arma defensiva en la protección de
puertos y para la protección antitorpedos de buques fondeados.
i. Aviación.
Se emplearon principalmente hidroaviones lanzados con catapultas desde los grandes cruceros y
acorazados. Inicialmente eran sólo de observación, posteriormente se les dotó de cargas de
profundidad. Su efectividad fue limitada, debido a la poca confiabilidad de los aviones disponibles de
la época. Tanto al inicio como al término de su misión, los aviones estaban limitados por las
condiciones del estado del mar.
j. Buques cazasubmarinos.
A pesar de haber sido abordado tangencialmente, en los puntos anteriores, explicaremos ahora el
génesis de este nuevo tipo de buques aparecido en el contexto mundial, tan revolucionarios en su
diseño y armamento. Con la gran amenaza submarina surgida durante la guerra y la necesidad de
protección al tráfico mercante, se diseñaron buques de mediano tonelaje, muy rápidos, sin blindaje
especial, con capacidad de operar independiente del estado de mar, provistos de cañones de entre 3
a 5 pulgadas de calibre, dotados de cargas de profundidad, hidrófonos y tripulaciones entrenadas
para el combate antisubmarino. Su amplia participación en diferentes tipos de escenarios es
indicativo de su gran eficacia para impedir el ataque de los submarinos. Se utilizaron como escoltas de
convoyes patrullando velozmente sus flancos y acudiendo rápidamente en caso de detección, para
efectuar ataques. También se emplearon para patrullar las entradas de los puertos más importantes y
las rutas de tránsito desde sus puertos bases de los submarinos alemanes.
k. Mercantes armados.
A los buques mercantes que navegaban en convoy o independiente, se les dotó de cañones de
mediano calibre para repeler y destruir ocasionalmente submarinos que atacaban en superficie.
l. Armas de ingenio.
Se desarrollaron buques mercantes modificados que estaban dotados de cañones de mediano y
gran calibre que no eran visibles para el submarino en su fase de aproximación. A estos buques se les
denominaba "Buques Q" y eran prácticamente un cazabobo para el submarino, porque navegaban
independientemente a bajas velocidades y esperaban que el submarino los detectara, iniciando su
ataque en superficie creyendo que era un buque mercante; rápidamente, con un sistema de portas,
dejaban expuesto su nutrido armamento y batían al submarino en superficie, antes que pudiera
efectuar su ataque.
En el lado alemán no hubo cambios sustanciales en cuanto a las armas de los submarinos. Sin
embargo, después de haber tenido un exitoso comienzo, la efectividad del arma submarina se vio
restringida debido a todas las medidas ya expuestas tomadas por los aliados. La estrategia de la
guerra submarina se limitó a la construcción de nuevas unidades sin progresos técnicos significativos
con respecto a los del comienzo de la guerra, pero con un punto en contra, que fue la creciente
dificultad para encontrar tripulaciones preparadas. Esto sumado al escaso tiempo disponible para la
instrucción durante el conflicto, llegó a ser un obstáculo casi insalvable para la guerra submarina
alemana.
Las continuas medidas de los aliados hicieron que los submarinos abandonaran cada vez más la
superficie para sus ataques y operaran sus armas al límite del alcance efectivo. Las nuevas armas de
los aliados afectaron psicológicamente a las tripulaciones de los submarinos.
Experiencia obtenida de los beligerantes.
Con el éxito obtenido por los ingleses y sus aliados en la guerra antisubmarina hubo algunos
"preclaros" analistas que vaticinaron la muerte del submarino como arma de guerra.
Inglaterra conoció o vivió en carne propia el desabastecimiento y el hambre y reforzó a conciencia
la convicción de su dependencia absoluta del tráfico marítimo mercante.
Alemania experimentó el auge y la caída del arma submarina, pero independiente de esto, en
todos los círculos navales se percibió la eficacia del arma submarina comparada con su bajo costo de
construcción y operación, lo que fortaleció la idea de desarrollar más esta nueva arma. Al terminar la
guerra el Alto Mando de la marina alemana se disponía a realizar otra ofensiva submarina, la que, si
se hubiese llevado a cabo, conociendo el estado de la economía inglesa en esos momentos, hubiese
cambiado el curso de la guerra. Este fue el modelo de los argumentos para que años después y con
anterioridad a la Segunda Guerra Mundial, hubiese un nuevo vertiginoso desarrollo de la Fuerza de
Submarinos alemana.
Conclusiones.
1. El gran éxito que tuvo Alemania en la Guerra Submarina se debió a:
a) El gran avance tecnológico del arma submarina antes del inicio de la guerra.
b) Al no ser el submarino un arma probada en combate no se dimensionó su real potencialidad, lo
que incidió en la nula preparación tecnológica y táctica de la guerra A/S de sus adversarios al inicio del
conflicto.
2. Al verse Inglaterra sometida al intenso bloqueo submarino alemán, reaccionó más por
necesidad imperiosa de subsistencia que como en la forma de un desarrollo tecnológico orgánico
sustentado de un proceso de estudio y preparación, para contrarrestar la amenaza.
3. La respuesta técnica cuando comenzó a ser dirigida por requerimientos tácticos específicos,
solucionó en un brevísimo plazo los problemas que habían sido postergados o no visualizados por
muchos años.
4. El convoy fue la más efectiva de todas las contramedidas tácticas A/S que aunque no destruía
a los submarinos enemigos, limitaba al mínimo el éxito de los ataques de éstos. Esta medida, fruto de
un análisis profundo de fortaleza y debilidades propias y del enemigo, sumado al desarrollo de nuevas
armas, lo convirtió en el éxito más rotundo del "Departamento de Defensa contra Submarinos" inglés
y fue decisivo para el éxito de la guerra A/S.
BIBLIOGRAFIA
- Woodbury, Davic O.: "Submarine Warfare", Editorial Vail-Ballob Pres Inc. 1942.
- Hurd, Archibald: "The Fleets at War", Hodder and Stoughton 1914.
- Commander Gilbert Hackfosth-Jones R.Nf Retired: "The True Bookc About Submarines", Frederic
Miller Ltda. 1957.
- Gray, Edwyn A.: "The Killing Time", Pan Book Ltda. 1972.
- Bagnasco, Erminio: "Submarines of War Two", 1991.
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