SEÑORA PROCURADORA: PEDIMOS QUE SE REABRA EL CASO CEMIS Se ha esperado, más de dos meses, la respuesta de la Corte Suprema de Justicia a ésta carta, enviada por su despacho. Usted está facultada para reabrirlo. Hágalo. La ciudadanía la respalda. 2 de marzo de 2005 Licenciada Ana Matilde Gómez Ruiloba, Procuradora General de la Nación E. S. D. Señora Procuradora: Usted, Honorable Procuradora, se dirigió recientemente a la Nación, para informar sobre la situación de ciertos casos de notoria importancia cuya investigación y decisión cursan en diversos despachos. Al referirse usted al caso CEMIS, reflejó su frustración por la decisión de la Corte Suprema de Justicia mediante la cual anuló el proceso y ordenó el archivo del expediente. (Caso Carlos Agustín Afú Decerega. Pleno, 8 de marzo del 2004). Aunque compartimos su frustración, no coincidimos con su opinión en el sentido de que el Ministerio tiene las manos atadas, pues, según usted, no se puede reabrir la investigación por la expresada decisión del alto tribunal de justicia. Con el debido acatamiento exponemos las razones por nuestra opinión disidente: 1.En nuestra legislación, los casos terminan o se deciden mediante sobreseimiento definitivo o provisional (Artículos 2206 y 2210 del Código Judicial) o en virtud de sentencia absolutoria o condenatoria (Art. 2410, Ord. 1º. del Código Judicial). Este ha sido el criterio de la Corte Suprema de Justicia según se puede comprobar con los siguientes párrafos pertenecientes al fallo emitido por ella el 22 de diciembre de 1988 (caso KRISAJ). “Los artículos 32 de la Constitución Nacional y el 1945 (1969) del Código Judicial establecen la prohibición de doble juzgamiento. A la luz de nuestra legislación, la prohibición del doble juzgamiento es consecuencia jurídica o, dicho de otra forma, constituye uno de los efectos que produce la cosa juzgada. El proceso se inicia con el propósito de resolver una situación jurídica planteada. Por ello, para que exista seguridad jurídica se ha convenido en que la sentencia o cualquier otra resolución que tenga la virtud de ponerle fin al proceso adquiera firmeza, esto es, que sea inmutable. A esta inmutabilidad, que sólo cede ante eventuales acontecimientos susceptibles de invocarse a través de un recurso de revisión, se la denomina cosa juzgada. Esta Corporación de justicia en resolución de 22 de diciembre de 1998, al resolver incidente de nulidad presentado por BALDOMIR KRISAJ Y EDITH CALVERA DE KRISAJ, sindicados por delitos e falsedad, dejó consignado cuáles eran los requisitos que debían concurrir para que opere la figura DEL DOBLE JUZGAMIENTO, A SABER: “El primero consiste en la existencia de un proceso anterior. El segundo requisito consiste en que haya identidad de sujetos procesales. El tercer requisito se refiere a que se trata de los mismos hechos y el cuarto requisito requiere que el proceso anterior haya concluido mediante sentencia absolutoria condenatoria o mediante un sobreseimiento definitivo, en firme y ejecutoriados a favor de los mismos sujetos procesales.”. (énfasis suplido) Cuando la Corte expresó que el primer requisito consistía en la existencia de un proceso anterior, estaba haciendo referencia a la existencia de un proceso que hubiese culminado con sentencia ejecutoriada o sobreseimiento definitivo previo al proceso que se iniciara con posterioridad por los mismos hechos y contra la misma persona. Ello es así, porque al ser la prohibición de doble juzgamiento una consecuencia jurídica de la cosa juzgada, no queda la menor duda de que debió haber existido previamente un proceso que haya culminado.” 2.El artículo 2210 estatuye que “El sobreseimiento definitivo pone término al proceso respectivo…..y produce excepción de cosa juzgada.” 3.El artículo 2212 expresa que “El sobreseimiento definitivo no podrá decretarse sino cuando esté agotada la investigación…..” 4.- Es relevante tomar muy en cuenta lo que emana del artículo 2215, inciso 2º., del Código Judicial, a saber: “En el caso de que el sobreseimiento fuere provisional, el Juez mandará a archivar, junto con el expediente que contiene la investigación los efectos……..si se creyere conveniente conservarlos, para evitar que se frustre la investigación posteriormente.” De lo supratranscrito se desprende en forma concluyente, inequívocamente, que el archivo de un expediente no impide que se reabra una investigación si no ha habido un sobreseimiento definitivo o una absolución o condena. 5.- En el caso CEMIS, no ha habido decisión, pues, ni hay sobreseimiento ni absolución ni condena. La decisión de la Corte fue anular el proceso por vicios de forma. Y es obvio que si hubo una investigación sumarial con obvios defectos, la nulidad se imponía. Pero no ha habido una decisión en el fondo, es decir, la causa no ha concluido, que es el cuarto requisito que, según la Corte es necesario para que se genere la cosa juzgada. 6.- Los favorecidos por el vicio procesal que aceptó la Corte no poseen escudo que los proteja ante la reapertura de la causa alegando la protección de los artículos 32 de la Constitución y 1945 del Código Judicial, pues, ellos no se enfrentarían a una segunda causa penal, ya que se repite, no ha habido decisión en el fondo por parte de la Corte. No habría un desconocimiento del derecho humano ni de la protección constitucional de no ser juzgados dos veces por la misma causa (non bis in ídem). Entre las razones que expuso la Corte en el caso Afú Decerega, para anular las sumarias y ordenar el archivo del expediente, está la de que el Procurador inició la investigación, según la Corte, mientras el expresado legislador gozaba de inmunidad parlamentaria (tesis que no compartimos). Pero el artículo 149 de la Constitución en que se basó la Corte para su malhadado fallo, norma que establecía la inmunidad parlamentaria, fue derogado. Ahora rige el artículo 155, el cual manda: “Artículo 155: Los miembros de la Asamblea Nacional podrán ser investigados y procesados por el Pleno de la Corte Suprema de Justicia, por la presunta comisión de algún acto delictivo o policivo, sin que para estos efectos se requiera autorización de la Asamblea Nacional. La detención preventiva o cualquier medida cautelar será determinada por el Pleno de la Corte Suprema de Justicia….” Ante esta nueva situación y por razón del clamor popular para que el caso CEMIS sea reabierto, con el debido acatamiento, impetramos de la Honorable Procuradora que solicite a la Corte Suprema de Justicia que INVESTIGUE Y PROCESE al Legislador CARLOS AGUSTIN AFU DECEREGA y a todos los implicados en el lamentable caso CEMIS. El procedimiento a seguir lo marca el artículo 206, numeral 3, de la Constitución Política de Panamá, dispone: “Artículo 206: La Corte Suprema de Justicia tendrá, entre sus atribuciones constitucionales y legales, las siguientes: ….3) Investigar y procesar a los Diputados. Para efectos de la investigación, el Pleno de la Corte Suprema de Justicia comisionará a un agente de instrucción. Las decisiones de la Corte en el ejercicio de las atribuciones señaladas en este artículo son finales, definitivas, obligatorias y deben publicarse en la Gaceta Oficial.” La ciudadanía reclama que el agente de instrucción que señala la norma constitucional supratranscrito sea usted, Honorable Procuradora, como máxima representante del Ministerio Público, a quien la Constitución, en su artículo 220, numeral 4, le confiere la atribución de: “Artículo 220. Son atribuciones del Ministerio Público: 4. Perseguir los delitos y contravenciones disposiciones constitucionales o legales.” de El día 23 de los corrientes, el Panamá América publicó en primera plana, la fotografía del ahora Diputado AFU. Allí se le ven los dólares que confesó recibió por su voto favorable al contrato sobre el proyecto CEMIS. La foto muestra la satisfacción con que exhibe las 30 monedas en presencia de sus familiares. La confesión y satisfacción reiteradas constituyen un delito para él y un bochorno para la República y por ello no debe quedar impune. El pie de foto lo dice todo: “El 16 de enero de 2002, el entonces legislador del PRD, Carlos Afú, denunció, plata en mano, que recibió soborno de seis mil dólares por la aprobación del contrato CEMIS”. La impunidad socava la democracia y destruye el basamento de la República, pues, conduce a la desobediencia civil. Por ello la instamos a que mueva los resortes de la justicia para que el delito cometido apareje el condigno castigo a su autor. En cuanto a los demás implicados en el caso CEMIS, no existe el valladar de los artículos 155 y 206, numeral 3 de la Constitución y debe acatarse lo ordenado en el artículo 1996 del Código Judicial, o sea, que usted, como funcionaria pública, está constreñida a proceder de oficio a reabrir la investigación. Por ello su despacho puede reanudar la investigación con nuevas pruebas y las que públicamente aparecieron como hongos en los medios de comunicación en la fecha de autos. A la Corte Suprema corresponderá decidir si las sumarias de los otros incriminados se acumulan al expediente que ella abra o se conduzcan en otra instancia. Como ciudadanos comprometidos con el respeto a las instituciones republicanas, nos ponemos a sus órdenes para cooperar al máximo en la investigación que le adscriba la Corte Suprema de Justicia. Atentamente FUNDACION PANAMEÑA DE ÉTICA Y CIVISMO COLEGIO NACIONAL DE ABOGADOS DE PANAMÁ COMISIÓN NACIONAL PRO VALORES CÍVICOS Y MORALES CLUB KIWANIS DE PANAMÁ ASOCIACIÓN PANAMEÑA DE EJECUTIVOS DE EMPRESA COMITÉ ECUMÉNICO DE PANAMÁ ALIANZA CIUDADANA PRO JUSTICIA FUNDACIÓN PARA EL DESARROLLO DE LA LIBERTAD CIUDADANA COMISIÓN DE JUSTICIA Y PAZ CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE DERECHOS HUMANOS Y SOCORRO JURÍDICO FEDERACIÓN DE ASOCIACIONES DE PROFESIONALES DE PANAMÁ MOVIMIENTO DE CONTADORES PÚBLICOS INDEPENDIENTES COLEGIO DE CONTADORES PÚBLICOS AUTORIZADOS