LA RENTABILIDAD de los VALORES

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“LA RENTABILIDAD de los VALORES”
Una forma de gestión para empresas que perduran
La RSE – El desarrollo de las personas como
herramienta de transformación
Experiencia de empresas: Fundación Valores para Crecer
(Argentina)
Origen de la Fundación Valores para Crecer:
La Fundación tiene su origen en la grave crisis económica vivida en la
Argentina en los años 2001 y 2002, la más profunda de la historia reciente del
país.
Como consecuencia de ella, empezamos a reunirnos un grupo de empresarios,
a principios del 2003, buscando en primer lugar entender los motivos que la
causaron y a partir de ese diagnóstico aportar una solución.
Los sucesos que vivimos esos años nos impactaron de sobremanera, tanto por
los efectos económicos producidos a nuestras empresas, como por la
indignación e impotencia ante lo que le pasaba en nuestra gente; los jóvenes
con educación universitaria emigraban, la desocupación superaba el 25%, la
pobreza alcanzó al 60% de la población y la miseria a casi el 40%. La
desesperanza era el estado de ánimo que abatía a todas las familias.
Varios de nosotros somos socios de ACDE y habíamos asistido previamente a
un seminario para reflexionar sobre que aporte puede hacer el empresario y
repensar el rol que le corresponde asumir en la sociedad.
El seminario nos hizo ver la enorme contribución que podemos hacer a nuestra
sociedad por nuestra condición de empresarios, por nuestras habilidades,
conocimientos, recursos, ideas, etc.
Asimismo que tenemos privilegios que otros no tienen y que estos nos crean la
obligación, el deber de retribuir, de aportar a la sociedad lo que se nos ha dado.
Nos hizo pensar en la responsabilidad que tenemos como empresarios en
construir una sociedad mejor, más justa, más humana, más cristiana, con más
trabajo, más oportunidades, en definitiva con mayor bienestar para todos.
Concluimos en aquella oportunidad, que estábamos y estamos frente a un
problema cultural y que las causas de las crisis recurrentes de nuestro país se
deben a la crisis de valores y de falta de compromiso.
Veíamos con mucha claridad la falta de transmisión de los valores y como
empresarios nos preocupaba particularmente el deterioro sufrido en la cultura
de trabajo.
¿Qué hacemos?
En la búsqueda de una respuesta, solución o aporte que podíamos brindar
decidimos realizar en el año 2004 un estudio de opinión sobre la importancia y
el impacto de los valores en la sociedad.
Lo hicimos a través de una encuesta que se realizó en la cuidad de Buenos
Aires y en algunas localidades del interior de la provincia de Buenos Aires, con
un intervalo de confianza del 95%.
A través de ella vimos respecto de los valores que:
1) Existe un alto grado de interés por ellos.
2) Las personas los ven como origen de la prosperidad en sus distintos
ámbitos (personal, familiar, laboral y social)
3) Los consideran con distinto grado de importancia de acuerdo a los
distintos ámbitos.
4) Manifiestan que su transmisión es importante.
5) La falta de valores afecta significativamente a las personas.
6) El grado de compromiso de los distintos actores es realmente bajo.
Decidimos entonces constituir una Fundación para abocarnos a la transmisión
de valores cuya visión y misión es:
Visión:
Mejores personas, mejores familias, mejores empresas, mejor sociedad.
Misión:
Acrecentar el capital humano de las organizaciones argentinas.
Fundamentos de la visión:
Las personas son el capital más importante de una organización, de una
sociedad, de un país.
Ellas son el centro y las destinatarias de toda la actividad humana.
El desempeño de toda organización orientada hacia el bien se sustenta en los
buenos hábitos, actitudes y valores.
Su practica cotidiana contribuye al crecimiento de las personas y a hacerlas
más felices y prosperas.
Este proceso de verdadero cambio cultural generará una mejora en ellas, sus
familias, las organizaciones donde trabajan y en la sociedad.
Comenzamos entonces con el dictado de talleres de valores organizados en
cuatro programas:
1) Programa de valores dirigido a todas las personas que trabajan en
empresas.
2) Programa de dirección de personas dirigido a directivos, gerentes y
mandos medios.
3) Programa de valores en escuelas dirigido a docentes.
4) Programa de valores en escuelas dirigidos a alumnos adolescentes.
Programa de valores dirigido a todas personas que trabajan en las empresas:
Hemos preguntado cientos de veces a las personas que asisten a nuestros
talleres: ¿cuáles son los requisitos para contratar una persona para trabajar en
esta empresa en un puesto determinado?
Esta pregunta apunta en definitiva a determinar que tipo de persona buscan las
empresas.
Las respuestas siempre han sido: que sea responsable, honesta, laboriosa,
productiva, veraz, comprometida, leal, buen compañero, ordenada, respetuosa,
que trabaje en equipo, etc.
En síntesis, un conjunto de actitudes, hábitos y valores, que podríamos resumir
en que sea una buena persona.
Muchas veces ni siquiera requieren que tengan conocimientos o habilidades
operativas vinculadas al puesto buscado ya que suponen que tendrá el
potencial para desarrollarlos durante su vida de trabajo.
Descubrimos que más del 70% de los requisitos a cumplir por una persona
para ingresar a una empresa son determinadas actitudes, hábitos y valores.
Asimismo más del 90% de las causas de despido son faltas a esas actitudes,
hábitos y valores.
Sin embargo las empresas capacitan a su gente en el 30% restante que son
conocimientos y habilidades operativas.
Las descripciones de puestos de nuestras empresas reflejan claramente esta
situación.
Contrastando esta realidad con los resultados de la encuesta que comentamos
podemos concluir que para la mayoría de nuestra sociedad los valores son
importantes pero no urgentes, motivo por el cual continuamente se
postergan las acciones tendientes a la formación integral de las personas y a la
conformación de una cultura.
Los objetivos de este programa son:
Consolidar una cultura de trabajo.
Contribuir al crecimiento de las personas y de las empresas.
Optimizar el clima laboral generando unión y compromiso.
Los impactos logrados por el mismo pueden resumirse en:
o Fortalecimiento del compromiso mutuo entre los empleados y la
empresa.
o Sentimientos de unión y pertenencia.
o Notable mejora en la comunicación interna.
o Mejoras sensibles en las relaciones, particularmente la de jefe –
colaborador. Los empleados “descubren” que sus jefes son personas al
igual que ellos.
o Valoración de los empleados por los temas tratados y ante la
sensibilidad de la empresa que se preocupa por ellos como personas.
o Generación de espacios para el intercambio de ideas.
o Personas más responsables por lo que hacen y por cómo lo hacen.
Programa de dirección de personas dirigido a directivos, gerentes y mandos
medios:
Quienes dirigimos empresas o unidades productivas hemos sido
mayoritariamente formados en las ciencias duras. Nuestro mundo son los
números, los resultados, los planes y proyectos, las finazas y es eso lo que
siempre vemos, nos ocupa y nos preocupa, olvidándonos de las personas que
hay detrás de ellos.
Este programa apunta a sensibilizar, a tomar conciencia de la importancia de
las personas y naturalmente a transmitir conocimientos, habilidades y
herramientas para la dirección de personas.
La regla de oro que señalamos para ello es aquella bellísima y sabia
enseñanza de Jesús:
“Todo aquello que quisieras que los demás hagan por vos, hazlo vos por ellos”.
Hemos aprendido que el Evangelio es el más completo y perfecto manual de
dirección de personas a consultar a la hora de ocuparnos de este tema.
En este programa destacamos que la dirección de personas debe contemplar
la plena realización de la persona en su trabajo y que:
o El trabajo apunta a la felicidad.
o El hombre debe disfrutar de su trabajo.
o El hombre tiene el profundo deseo de sentirse útil y valioso, de servir a
otros y de amar y ser amado y el trabajo debe crear las condiciones para
que la persona los haga realidad.
o El hombre trasciende a través de su trabajo.
o Debe ser motivo de orgullo y de profunda alegría.
o Lo más valioso del hombre no es lo que hace ni lo que gana, sino lo que
es.
El programa consta de cinco módulos:
1) Marco y modelos de dirección de personas.
2) Administración del desempeño.
3) Conformación del capital humano.
4) Liderazgo.
5) Cultura empresaria.
Los resultados de este programa son:
o Organización del trabajo de manera participativa.
o Mejor clima laboral. Mayor libertad, responsabilidad y confianza.
o Humanización de la empresa.
o Cambios en las formas de dirigir personas: “ordenes y supervisión” se
reemplazan por “resultados y autogestión”
o Preocupación por la capacitación, formación, desarrollo de las personas.
o Mayor y mejor comunicación.
Programa de valores en escuelas dirigido a docentes.
El programa apunta a realzar la vocación del docente y su enorme contribución
en cuanto a la formación de los alumnos en los valores. Destacamos el valor de
su trabajo, la necesidad de esmerarse y de tener una actitud profesional ante el
mismo.
Programa de valores en escuelas dirigidos a alumnos adolescentes:
El programa para alumnos apunta a señalar la importancia de tener un
proyecto de vida. ¿Hacia dónde vamos en la vida?; que la vida tenga un
sentido profundo.
Personas pro activas y responsables en sus distintos ámbitos (personal,
familiar, laboral y social).
La libertad como medio para realizar el proyecto de vida.
La importancia de la responsabilidad para desarrollar el potencial, superarse e
ir cumpliendo con el proyecto de vida.
Asimismo a destacar el valor de las personas y la importancia de los valores en
las personas.
Los resultados de ambos programas son:
o Crecimiento integral de las personas.
o Mayor conciencia sobre la importancia de tener un proyecto de vida.
o Asimismo que la misma tenga un sentido trascendente.
o Mayor compromiso de los docentes en sus tareas.
o Significativa consolidación del grupo humano. Mejor relación docentes –
alumnos - padres.
o Mejora del clima institucional.
Nuestro crecimiento:
Iniciamos el dictado de talleres en el último cuatrimestre del año 2004,
promediando aquél año 2 talleres por mes, actualmente estamos dando unos
30 cursos por mes.
En los inicios nos abocamos exclusivamente a empresas y con el correr del
tiempo estas se interesaron en llevar estos temas a las escuelas donde se
educan los hijos de sus empleados.
Actualmente tenemos convenios de colaboración con otras ONG para llevar
adelante este programa en sus escuelas.
El año pasado comenzamos con el programa de dirección de personas al
detectar la necesidad de formar en este tema a directivos, gerentes y mandos
medios de las empresas.
Nuestras conclusiones:
Las empresas, organizaciones y escuelas en las que trabajamos vienen
experimentando cambios muy positivos relacionados con la humanización del
trabajo, la consolidación de una cultura laboral, mejor clima, relaciones
humanas, comunicación, compromiso, sentimiento de pertenencia y sentido de
la propia vida.
Los valores conducen a la auténtica prosperidad de las personas y de las
naciones. Hay verdaderamente una rentabilidad de los valores.
Hay un marcado interés por los valores en las personas.
Sin embargo las organizaciones no se ocupan de ellos todo lo que debieran ya
que, como dijimos, los valores son importantes pero no urgentes.
A las personas les gusta hablar de los valores ya que naturalmente hacemos
silencio sobre lo esencial.
Uno de sus artículos del padre Martín Descalzo señala esta situación con
mucha claridad. Al respecto dice “Nos inundan los noticieros, las voces de la
gente, los anuncios que tiran de nuestros ojos desde las calles, pero nadie
habla de lo verdaderamente importante, de aquellas cosas que cree, de las que
en realidad alimentan y sostienen el alma. Se habla, por ejemplo, muy poco de
Dios. ... Se piensa que esas cosas son demasiado íntimas. Se encierran en el
interior del alma y jamás se habla de ellas. Se habla de la última película que
se ha visto, pero no de lo que ilumina nuestra existencia...
Y sin embargo, parece que ha llegado la hora de hablar con descaro de lo que
uno cree, de lo que ama, de lo que sostiene nuestras almas. Y habrá que
empezar a hacerlo pronto. Antes de que se nos deseque el corazón”
Para concluir quiero decirles que quienes trabajamos en estos temas lo
hacemos con una enorme satisfacción y damos gracias a Dios porque a través
de esta labor hemos tenido la magnífica oportunidad de crecer y realizarnos
como personas.
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