CONCEPTO DE CADENA DE VALORES REGRESAR El primer tema que justifica el trabajo en gerencia estratégica de costos tiene que ver con el enfoque de la gestión de gerencia de costos. Expresando esto en pregunta, diríamos: ¿Cómo estructurar nuestra manera de concebir la gerencia de costos? Dentro del esquema de la GEC, una administración eficiente de costos requiere un enfoque global externo ala firma. Porter (1985a) denominó este enfoque cadena de valores. La cadena de valores en cualquier empresa de cualquier área es el conjunto interrelacionado de actividades creadoras de valor, que se extienden durante todos los procesos, que van desde la consecución de fuentes de materias primas para proveedores de componentes hasta que el producto terminado se entrega finalmente en las manos del consumidor. Este enfoque es externo a la empresa, considerando a cada compañía en el contexto de la totalidad de la cadena de actividades creadoras de valor de la cual la empresa es sólo una parte, yendo desde los componentes básicos de las materias primas hasta el consumidor final. En contraposición, actualmente la contabilidad gerencial suele adoptar un enfoque ampliamente dirigido a los factores internos de la empresa: sus compras, sus procesos, sus funciones, sus productos y sus clientes. Dicho de otra manera, la contabilidad gerencial asume una perspectiva de valor agregado, que comienza con los pagos hechos a los proveedores (compras) y termina con los costos pagados por el consumidor (ventas). El asunto clave es maximizar la diferencia (valor agregado) entre compras y ventas. Pero el concepto de cadena de valores es fundamentalmente diferente del concepto de valor agregado. Desde el punto de vista estratégico, el concepto de valor agregado tiene dos problemas: comienza demasiado tarde y termina demasiado pronto. El hecho de iniciar el análisis de costos con las compras hace perder todas las oportunidades de aprovechar los lazos existentes con los proveedores de la compañía. Tales oportunidades pueden ser tremendamente importantes para una empresa. Veamos el siguiente ejemplo: Hace unos años, una de las compañías automotrices más grandes de los Estados Unidos comenzó a implementar los conceptos gerenciales del sistema "justo a tiempo' (JAT) en sus plantas de ensamblaje (Houlihan, 1987). Los costos de fabricación representaban el 30% de las ventas para la compañía automotriz. Se creía que aplicando conceptos JAT se podría eliminar el 20% de estos costos, porque se sabía que los costos de ensamblaje en las plantas automovilísticas del Japón eran inferiores a los de las plantas de los Estados Unidos en más del 20%. Apenas la compañía empezó a administrar sus prácticas en forma diferente, eliminando desechos y estableciendo topes de inventario, sus costos de ensamblaje comenzaron a bajar notablemente. Pero, al mismo tiempo, la empresa padeció graves problemas con sus proveedores principales. Estos comenzaron a solicitar incrementos de precios que superaron ampliamente los ahorros de costos de las plantas de ensamblaje. La primera reacción de la compañía automotriz fue increpar a sus proveedores diciéndoles que ellos también deberían acoger los conceptos del JAT para sus propias operaciones. Una mirada a la cadena de valores reveló una perspectiva muy diferente de la situación general. De las ventas de la compañía automotriz, el 50% estaban representadas en las compras de los proveedores de repuestos; de este monto, el 37% eran compras de los proveedores de repuestos y el 63% restante estaba representado por el valor agregado de los proveedores. De esta manera, los proveedores le agregaban más costo de fabricación al automóvil que las plantas de ensamblaje (63% x 50% = 31.5% contra 30%). necesidades de Cuando la compañía automotriz redujo sus establecer topes de inventario, dedicó importantes esfuerzos a los factores de sensibilidad de fabricación de sus proveedores. Los costos de fabricación de los proveedores subieron más de lo que bajaron los costos de las plantas de ensamblaje. La razón de ello - una vez que se detectó - era muy simple. Las plantas de ensamblaje sufrían variaciones enormes e imprecisas en la programación de su producción. Con una semana de antelación a la producción real, la programación principal era errónea en más del 25%, en el 95% de las ocasiones. Cuando los topes de inventario son eliminados en un proceso de producción altamente impredecible, las actividades de fabricación de los proveedores se convierten en una pesadilla. Por cada dólar de costos de fabricación que las plantas de ensamblaje se ahorraron por el hecho de utilizar los conceptos gerenciales del JAT, las plantas de los proveedores tuvieron que gastar mucho más de un dólar adicional por la inestabilidad de la programación. A causa de esta visión limitada de valor agregado, la compañía automotriz hizo caso omiso del impacto de sus cambios en los costos de sus proveedores. La gerencia pasó por alto la idea de que el JAT incluye una asociación con los proveedores. La gerencia no captó que un elemento importante del éxito del JAT de una planta de ensamblaje de automóviles japoneses es la estabilidad de la programación para sus compañías proveedoras. De hecho, mientras que las plantas de los Estados Unidos normalmente no cumplían la programación con sólo una semana de antelación en un 25% o más, las plantas japonesas se alejaban el 1%, o menos, de sus programaciones que habían sido planificadas con cuatro semanas de anticipación. (Jones & Udvare, 1986. El error de no utilizar una visión de cadena de valores arruinó este importante esfuerzo realizado por una de las principales empresas de los Estados Unidos. La falta de consciencia de la gerencia de esta compañía acerca del aporte que podrían traer los conceptos de la cadena del análisis de costos demostró que era una costosa omisión. ¿Debieran haberles enseñado a los contadores gerenciales los conceptos de la cadena de valores en algún momento de su aprendizaje durante la carrera de contaduría? El análisis de valor agregado tiene otra falla más importante, fuera de la de comenzar demasiado tarde: termina demasiado pronto. Suspender el análisis de costos al llegar a las ventas hace perder todas las oportunidades de aprovechar los lazos existentes entre la empresa y sus clientes. Los lazos con los clientes pueden ser tan importantes como son los lazos con los proveedores. Explotar los lazos existentes con los clientes es la idea clave que fundamenta el concepto de costeo del ciclo de vida. El costeo del ciclo de vida trata específicamente de la relación entre lo que un cliente paga por un producto y el costo total que asume el cliente durante el ciclo de vida de utilización del producto. Forbis y Mehta (1981) muestran cómo la visión del costeo del ciclo de vida en la relación del cliente con la cadena de valores, puede conducir a mayores utilidades. Un estudio específico de los costos del consumidor después de la compra puede conducir a un posicionamiento del producto y a una segmentación del mercado más eficientes. 0 diseñar un producto que reduzca los costos del consumidor después de la compra Puede ser un factor importante para conseguir una venta ' ja competitiva. De muchas maneras, el menor costo del ciclo de vida de los automóviles japoneses importados sirve para explicar el éxito que éstos han tenido en el, mercado de los Estados Unidos. Así como muchos problemas de gerencia de costos no son bien comprendidos, porque no se ve su impacto sobre la totalidad de la cadena de valores, igualmente se desaprovechan muchas oportunidades que brinda la gerencia de costos. Consideremos otro ejemplo: En 1992, los proveedores estadounidenses de papel para empresarios que lo convertían en sobres sufrieron bajas de utilidades porque, sorpresivamente, surgió un cambio significativo en la cadena de valores de los fabricantes de sobres. El paso de máquinas que transforman el papel en sobres a máquinas que convierten el rollo en sobres en una sola operación cambia drásticamente las especificaciones de materias primas para el papel de sobre. Para las máquinas que transforman el papel en sobres, la compañía de sobres compra rollos grandes de papel (de 1 m a 1.50 m de ancho), los cuales se cortan primero en hojas, luego las máquinas cortadoras las cortan en pedazos blancos y' por último, éstos se introducen a mano en las máquinas dobladoras y engomadoras. En el caso de las máquinas que convierten el rollo en sobres directamente, la compañía de sobres compra rollos de papel bastante angostos (de 13 cm a 28 cm de ancho) los cuales son transformados directamente en sobres en una operación combinada. Las máquinas que convierten el rollo en sobres directamente son mucho más caras pero mucho menos costosas de operar. En, el caso de grandes pedidos, éstas representan ahorros generales sustanciales para el fabricante de sobres. Aunque las máquinas que convierten los rollos directamente en sobres fueron lanzadas en los Estados Unidos apenas hacia 1980, producen más del 60% de todos los sobres nacionales. Los fabricantes de papel no quieren complicar su proceso primario de fabricación produciendo directamente en sus máquinas papeleras rollos que sólo tienen de 13 cm a 28 cm de ancho. En vez de eso utilizan máquinas de segundo orden llamadas rebobinadoras-cortadoras, para convertir rollos grandes de papel que salen de las máquinas papeleras en rollos más angostos, que son los que quieren los convertidores. De esta manera, el cambio de vender rollos anchos para ahora vender rollos angostos les agregó una etapa adicional de proceso a los fabricantes de papel. El problema comercial ahora sería cómo reflejar en los precios del papel el cambio producido en la cadena de valores del cliente. ¿Cómo debieran cambiar los precios ahora que los costos de fabricación cambiaron (como respuesta a los requerimientos de cambio pedidos por el consumidor) a lo largo de la cadena de valores? En la industria del papel, en la cual la contabilidad gerencial no incluye análisis de la cadena de valores o costeo del ciclo de vida, los costos de la rebobinadora-cortadora son considerados simplemente como una pequeña porción de los costos indirectos de fabricación de taller que se asignan a la producción total del papel sobre una base por tonelada. Para una fábrica de papel moderna y grande, los costos de la rebobinadora-cortadora no van más allá del 1 o el 2% del costo total. El impacto en el costo promedio total por tonelada es de menos de US$10. Además, este costo varía muy poco si hay producción adicional porque la fábrica conserva siempre un exceso de capacidad en este departamento tan reducido. Es de simple sentido común asegurarse de que máquinas papeleras de US$300 millones nunca disminuyan su ritmo de producción a causa de un cuello de botella causado por una máquina rebobinadora-cortadora de sólo US$2 millones. La norma en la industria es cobrarles US$11 adicionales por tonelada a los clientes que deseen rollos cortados en anchos limitados (de menos de 28 cm). Las economías que le producen al productor de sobres el utilizar las máquinas que convierten directamente el rollo en sobres son muy superiores a este pago adicional. Infortunadamente, también el costo total que le ocasiona a la fábrica de papel prestar el servicio adicional de rebobinadora-cortadora sobrepasa el valor del pago adicional. El hecho de que un subcontratista externo corte los rollos en anchos limitados puede costar más de US$100 por tonelada. Una visión externa de cadena de valores buscaría que el cliente lograra economías en los rollos angostos y a la vez que disminuyeran los costos adicionales en que incurre la fábrica de papel fijando un precio diferencial en algún punto intermedio. Sin embargo, una visión interna de costeo de la fábrica no contempla en absoluto soluciones de costo. La ausencia de la perspectiva de cadena de valores contribuyó a la falta de interés en aplicar soluciones de costeo de producto. Los US$IL cobrados de más se consideraron como una simple contribución adicional a las utilidades. La consecuencia de esto es un precio antieconómico, cuyo impacto queda sepultado en un sistema gerencial de contabilidad de fábrica que ignora la existencia de las soluciones de la cadena de valores. ¿A los contadores gerenciales de las compañías productoras de papel debían exponerles los conceptos de la cadena de valores en algún momento de su aprendizaje durante la carrera de contaduría? METODOLOGÍA DE LA CADENA DE VALORES La metodología para construir y utilizar una cadena de valores involucro los siguientes pasos: 1. Identificar la cadena de valores de la industria y asignarles costos, ingresos y activos a las actividades de valor. 2. Diagnosticar las causases de costo que regulan cada actividad de valor. 3. Desarrollar una ventaja competitiva sostenible, bien sea controlando las causales de costo mejor que los competidores, o bien reconfigurando la cadena de valores. Estos pasos se consideran en detalle, a continuación. Identificar la cadena de valores La ventaja competitiva no puede ser examinada en toda su significación en el ámbito de la industria como un todo. La cadena de valores descompone la industria en sus diferentes actividades estratégicas. Por consiguiente, el punto de partida para el análisis de costo es definir una cadena de valores para la industria y asignarles costos, ingresos y activos a las actividades de valor. Estas actividades son los bloques de construcción, mediante los cuales las firmas en la industria crean un producto de valor para los compradores. Las actividades deberán aislarse y separarse si: Representan un porcentaje importante de los costos operativos. 0 sí: El comportamiento de costo de las actividades (o las causases de costo) son diferentes. 0 sí: Las ejecutan en forma diferente los competidores. 0 sí: Tienen un alto potencial para crear diferenciación. Cada actividad de valor incurre en costos, genera ingresos y está ligada a activos en el proceso. Luego de identificar la cadena de valores, se les deben asignar costos de operación, ingresos y activos a las actividades de valor, individualmente. Para las actividades de valor intermedias, los ingresos se asignarán ajustando los precios internos de transferencia a precios competitivos del mercado. Con esta información será posible calcular el rendimiento sobre activos para cada actividad de valor. Diagnosticar las causales de costo El paso siguiente es identificar las causases de costo que expliquen variaciones de costo en cada actividad de valor. En la contabilidad gerencial tradicional, el costo es una función, principalmente, de sólo una causal de costo, el volumen de producción] Aunque los conceptos de costo relativos al volumen producido dominan la literatura de la gerencia tradicional de costosa en el marco de la cadena de valores el volumen de producción, como tal, parece captar muy poco de la riqueza del comportamiento de costo. En lugar de estos funcionan múltiples causales del costo. Además, las causales de costo difieren a través de las actividades de valor. El intento de Porter (1985a) de crear una lista comprensiva de causales de costos es más importante que su lista en sí. En la literatura gerencial estratégica existen listados mejores (Riley, 1987. Según Riley, las causases de costo se dividen en dos categorías: 1. Causales de costo estructurales. 2. Causales de costo ejecucionales. La operacionalización de causases individuales también involucro problemas de análisis de costos específicos. Como se anotó en el capítulo 2, el campo de la GEC se mueve muy rápidamente hacia causases ejecucionales porque las consideraciones del análisis, basadas en causases estructurales, muy a menudo están pasadas de moda. Cualquiera que sea la lista de causases de costo, las ideas claves son: El análisis de la cadena de valores es el marco más amplio; el concepto de causal de costos es una manera de entender el comportamiento del costo en cada actividad de la cadena de valores. De este modo, las ideas tales como el CBA son sólo un subconjunto del marco de la cadena de valores. 1. Para el análisis estratégico, el volumen es una forma poca interesante de explicar el comportamiento del costo. 2. Lo que es más útil en un sentido estratégico es explicar la posición del costo en función de las elecciones estructurales y de las habilidades de ejecución que integran la posición competitiva de la empresa. Por ejemplo, Porter (1986b) analiza el clásico enfrentamiento en turbinas de vapor entre General Electric y Westinghouse en 1962, en cuanto a causales de costos estructurales y ejecucionales para cada firma. 3. No todas las causales estratégicas son igualmente importantes siempre, pero algunas (más de una) probablemente sean muy importantes en cada caso. Por ejemplo, Porter (1986a) desarrolló una evaluación estratégica de la posición de DuPont con respecto al bióxido de titanio, basada, principalmente, en la utilización de la escala y la capacidad. 4. Para cada causal de costo es decisivo un marco particular de análisis de costo, a fin de entender el posicionamiento de la firma. 5. Las diferentes actividades de valor en la cadena de valores habitualmente son influenciadas por diferentes causases de costo. Por ejemplo, para la publicidad, la causal de costo más importante habitualmente es la participación en el mercado, mientras qué los costos promocionales normalmente son variables¡ Coca-Cola, por ejemplo, puede realizar economías de escala en publicidad, por su enorme participación en el mercado. En cambio ', una rebaja en el precio (ejemplo de una actividad de promoción de ventas) es estrictamente un costo variable por unidad. EL ABC: UNA HERRAMIENTA ESTRATÉGICA Y NO UN SISTEMA CONTABLE No existen muchas dudas sobre el hecho de que los métodos de costeo de producto basados en volumen, constituyen una falla importante en la mayoría de los actuales sistemas de contabilidad gerencial. Los métodos que asignan amplias porciones del costo total (costos indirectos) utilizando como base la mano de obra o la asignación de horas-máquina son imprecisos, y en ambientes complejos de línea de producto no son utilizables estratégicamente. Tampoco hay muchas dudas en cuanto a que el enfoque ABC es sustancialmente más preciso en la asignación del costo total real a los productos que ocasionan el costo. Pero la superioridad del método ABC sobre el costeo basado en volúmenes al asignar los costos indirectos reales corrientes a los productos no significa que el ABC sea una panacea estratégica o que los sistemas formales de contabilidad de costos deban cambiarse en masa, de las normas que rigen la asignación de costos basándose en volumen a las normas que se basan en actividad. Si se mira el costeo basado en actividad desde la perspectiva de la gerencia estratégica de costos, el ABC se considera como una herramienta financiera muy útil de la gerencia estratégica. Pero el ABC no es necesariamente una herramienta financiera básica, ni siquiera una de las más importantes. Ciertamente, no es una panacea contable de gerencia. Además, nuestra experiencia nos indica que los beneficios que proporciona el ABC en la evaluación de línea de producto y en la actividad gerencial se pueden lograr mucho mejor si se evita su inclusión formal como parte del sistema general de contabilidad. La probabilidad de lograr beneficios estratégicos es inversamente proporcional al grado en que el concepto se rutinice como parte de los sistemas generales de contabilidad