LA FORMACION DE VALORES MORALES. PROPUESTA METODOLOGICA. Autora: Dra. Nancy L. Chacón Arteaga Presidenta de la Cátedra de Etica Aplicada Centro de Estudio Educacionales Universidad Pedagógica Enrique José Varona La Habana, Cuba. INTRODUCCION En la Cumbre Internacional de Educación, celebrada en México en febrero de 1997, dentro de la comisión de Educación y Valores, presidida por la delegación sindical cubana, se debatió y se reflexionó sobre el siguiente llamado: ¿"Por qué es importante insertar el tema de la de la educación en los valores del humanismo, de la ciencia y de la tecnología en una Cumbre destinada a discutir la responsabilidad social de educar? Porque es necesario educar en valores alternativos a los dominantes en el mundo contemporáneo hegemonizado por el capitalismo salvaje y por contínuas violaciones a los derechos humanos más elementales. Porque es necesario encontrar la forma en que la ciencia y la tecnología se pongan al servicio de la verdad, la justicia, la equidad, el bienestar de los individuos y de los pueblos. Porque en el mundo existe una crisis de valores, que parece colocarnos en la falsa alternativa: o el dogmatismo de cualquier fundamentalismo o el escepticismo del sálvese quien pueda y el todo vale. Porque la educación en valores justamente es uno de los principales nexos entre la sociedad y la escuela. Porque nosotros mismos al enseñar determinados conocimientos tomamos posiciones en relación a los valores de la ciencia y la tecnología, el pensamiento crítico y la resolución ética de los conflictos. La escuela es el modelo más elevado de la vida social... es el tiempo de la esperanza, la vigencia de lo público, la construcción de lo común desde lo diferente" (Mtro. Carlos Cullen, Universidad de Buenos Aires). A diferencia de otros países del planeta, la realidad de la sociedad cubana, aunque no es una excepción dentro de la situación caracterizada, cuenta con una obra educacional cuyos resultados altamente apreciados durante estos 37 años de Revolución, se sustenta en el proyecto social socialista de raíces martianas y marxista. Qué otros argumentos puede añadir el magisterio, la familia y la sociedad cubana en su conjunto, a la pregunta formulada sobre el ppr qué de la necesidad de una educación en valores? l- Que la presente generación de cubanos tiene la alta responsabilidad de educar a las nuevas generaciones con una preparación tal, que garantice la continuidad del proyecto social socialista de la Revolución cubana, sobre la base de una ideología con un rico contenido de valores humanos universales. 2- Que el paradigma humano que aspiramos a formar es: La Personalidad del Joven Cubano, sobre la base de una amplia cultura, general, politécnica, laboral y de los sentimientos, con un fundamento científico y con los valores de la conciencia nacional del sentido de la patria y el patriotismo, la independencia y soberanía nacional, la justicia social y la unidad nacional. Con una actitud revolucionaria, emprendedora y transformadora ante la realidad, de búsqueda de soluciones a los problemas con inteligencia, creatividad y tesón. Con una ideología socialista que rechace el modelo de sociedad capitalista por ser antagónico a los intereses y derechos auténticos de las masas humildes y trabajadoras. 3- Que el perfil moral que da integridad a la personalidad del joven cubano, revolucionario y socialista, está presidido por la trilogía del sistema de valores fundacionales de nuestra nación y de la moralidad histórica del pueblo cubano, tales como: La dignidad humana, la intransigencia e intolerancia ante la dominación extranjera y la solidaridad humana. Estas tres determinaciones cualitativas de la imagen de la Personalidad a formar, tienen sus raíces en las regularidades del proceso histórico cubano como sus premisas sociológicas, la derivación de las mísmas al plano de la formación del profesional de la educación que exige nuestra sociedad se proyecta en: La formación de la Personalidad del Profesor o Maestro Cubano, Revolucionario y Socialista, con un sistema de valores humanos univesrales transferidos a la profesión pedagógica y con el dominio de los métodos para desarrollar su labor educativa con un contenido humanista y axiológico. El reto que presupone para el magisterio y la escuela cubana, el logro de la formación de las nuevas generaciones en estos ideales sociales, está en la elevación de la PROFESIONALIDAD, comprendiendo la necesidad de profundizar en los métodos y acciones que contribuyan a formar valores. DESARROLLO Los valores son una parte importante de la vida espiritual e ideoloógica de la sociedad y del mundo interno de los individuos, los mísmos son una producción de la conciencia (social e individual) en el contexto de las relaciones sociales dadas en la actividad del sujeto y existen en unidad y diferencia con los antivalores. Dentro del sistema de valores de la sociedad se encuentran los valores políticos, jurídicos, morales, estéticos, religiosos, filosóficos y científicos. El contenido del sistema de valores son una expresión específica de las condiciones económico sociales y clasista de una época histórico concreta, en su dialéctica con el contenido humano universal que estos encierran. El carácter de orintadores y reguladores internos de los valores morales, hace que estos ocupen un lugar especial como integradores del sistema de valores a nivel social (aspecto objetico) y en las escales de valores subjetiva de cada individuo, formando parte del contenido movilizativo de los restantes valores al estar presentes en la premisa, el fundamento y la finalidad de todo acto de conducta humana en cualquier esfera de la vida. Esto explica el lugar de la moral en su relación con la Política y el Derecho, como componentes fundamentales de la formación ciudadana, patriótica, militar e internacionalista, así como con la educación sexual y familiar responsable, o la educación ecológica y ambiental para un desarrollo sostenible, la formación de una cultura laboral y tecnológica sobre la base del sentido del deber, la responsabilidad, el colectivismo, la solidaridad la honestidad y honradez, entre otros valores, que penetran cualquier propósito o acción educativa. ¿Qué podemos entender por valor moral? El valor moral expresa la significación social positiva, buena, en contraposición al mal, de un fenómeno (hecho, acto de conducta), en forma de principio, norma o representación del bien, lo justo, el deber..., con un carácter valorativo y normativo a nivel de la conciencia, que regula y orienta la actitud de los individuos hacia la reafirmación del progreso moral, el crecimiento del humanismo y el perfeccionamiento humano. ¿Qué componentes de la personalidad debe atender el educador para contribuir a la formación de valores? El cognitivo en estrecha relación con lo afectivo - volitivo, el ideológico y las experiencias morales acumuladas en las relaciones y la conducta de la vida cotidiana en la actividad. ¿Cuáles son las etapas del proceso de formación de valores? Formación de las nociones sobre el mundo más cercano que rodea al niño (en las edades tempranas, prescolar) con un despliegue de sus sentimientos, la ampliación de estas nociones en signififados individuales (escolares de primaria) en su relación con los significados sociales (adolescentes de secundaria básica), fijación y asunción interna de los significados socialmente positivos en forma de convicciones personales (en la juventud). ¿Qué requerimientos metodológicos generales deben tenerse en cuenta para diseñar las estrategias educativas y acciones para la formación de valores morales? -Profesionalidad del maestro. -Condiciones del macro y el micro medio social. Condiciones de la comunicación y su tono, en el marco de las relaciones interpersonales en que se desenvuelve el niño o joven, necesidad de confrontar sus puntos de vista, confronta ción de su autoimagen con la valoración de los demás. Formación de la autoconciencia, conocimiento de sí mismo, reafir mación del yo, en relación con el otro y los otros, ejercicio de la valoración y autovaloración. Atención al mundo espiritual, esfera afectiva-volitiva, despliegue de los sentimientos, emociones, el tesón, la constancia, la voluntad. Métodos de aprendizaje de participación activa, estímulo al talento, la creatividad e independencia. Formación de aspiraciones, intereses, en forma de objetivos personales y sociales, donde la orientación profesional y voca cional tenga un espacio importante. Formación activa, donde es imprescindible experimentar en el acto de conducta, en el comportamiento, las vivencias y experiencias acerca del cumplimirnto de una norma o valor ético, la satisfacción personal que produce, el reconocimiento social que puede provocar, así como también las consecuencias de la viola ción de una norma o valor moral, la crítica o sanción que provoca, el cargo de conciencia, la vergüenza que se siente, y sobre todo el propósito de enmendar tal situación en su vida. Formación de un pensamiento flexible, que refleje las contra dicciones objetivas de su entorno, que transformadas en conflictos o dilemas éticos, provoquen una reacción de compromiso con la realidad a partir de determinadas exigencias morales, del deber, la responsabilidad entre otras. Estimular el sentido de autenticidad en su actuar, plenitud, libertad, a partir de la sinceridad, honestidad, sencillez. Influencia sistémica de la relación familia - escuela - comunidad, en vínculo con otros elementos del sistema de influencias sociales como los medios de difusión masiva. Estos fundamentos teóricos y metodológicos generales sobre el valor y el proceso de su formación, tienen como base la realización de experiencias pedagógicas desarrolladas en el marco de investigaciones éticas aplicadas a la educación, desarrolladas por un equipo, que trabajó en diversas escuelas secundarias básicas de la capital, con la temática de "La formación de valores morales de la cultura laboral, en el perfeccionamiento del Estudio - Trabajo, en la escuela media" (l990 - l995), los talleres de Etica para Jóvenes "El mundo moral en que vivimos" durante el mismo período y "Moralidad histórica.Premisa para el proyecto de la imagen moral del joven cubano" (l992 - l996, tesis doctoral de la autora). Dentro de los elementos y procedimientos metodológicos acerca de la formación de valores deben considerarse los siguientes: Determinación y jerarquizqción del sistema de valores a formar en los educandos, según la Finalidad de la Educación Cubana, en el contexto histórico concreto, la psicología de las edades y la caracterización correspondiente. Operacionalizacón del concepto de valor moral y sus componentes. Etapas de la formación de los valores, según la concepción de significación social positiva del contenido de dichos valores espirituales e ideológicos. Proceso de subjetivización, en que según las etapas de su formación, el valor se transforma en el contenido de: los principios (reglas o exigencias morales más generales de carácter sociohistórico y clasista), las normas (reglas o exigencias morales más específicas, de carácter sociohistórico y que los individuos eligen ante los conflictos, dilemas y en la convivencia cotidiana) y las orientaciones valorativas que se estructuran sobre la base de las escalas de valores construídas en el transcurso del proceso formativo por el sujeto. El contenido de los valores como parte de los principios, las normas y escalas valorativas, deben transformarse internamente en convicciones, atendiendo al tratamiento de los componentes del valor (cognitivo, afectivo - volitivo, ideológico y de las experiencias acumuladas en la actividad). Solo en la actividad, es donde los sujetos de la educación pueden interiorizar las influencias educativas del significado de los valores, por medio de las relaciones interpersonales directas sujeto - sujeto, la comunicación, los hábitos, las costumbres o tradiciones en determinados tipos de actuaciones y actividades planeadas y previstas con fines educativos. EL PROTAGONISMO DEL SUJETO es decisivo para este proceso de transformación interna y autoconstrucción de su escala de valores (de una moral heterónoma hacia una moral autónoma, Piaget y Vigotski). Es en la actividad, donde se realizan la expresión de los sentimientos asociados a determinados valores, las cualidades personales que van conformando la individualidad de los sujetos, todo lo que pasa por los planos psicológico, ideológico y actitudinal durante el proceso de formación. Por lo que cuando nos referimos al proceso de formación de valores estamos hablando de formación de un conjunto de elementos asociados a estos tales como: los sentimientos, la voluntad, la ideología, las convicciones, los ideales, las cualidades, las actitudes y modos de actuación de los individuos, de ahí la complejidad de este proceso. El proceso de formación de valores aunque tiene etapas, no es un fenómeno que cierra en una edad determinada, hay valores que se incorporan a los principios, convicciones y escalas valorativas personales en la vida de los individuios desde edades tempranas y tienen sus reajustes en el transcurso de la vida, de acuerdo al desenvolvimiento casuístico de cada persona y de las condiciones macrosocial y epocal. Determinación del componente humanista y axiológico en la relación: Ciencia - Valor Ideología, en la Disciplina - Programa - asignatura - clase, por parte del maestro en su actividad metodológica a nivel de asignatura, colectivo de grado y departamentos, teniendo en cuenta la relación interdisciplinaria para las acciones educativas del colectivo pedagógico. Para lo cual se han elaborado indicadores generales a saber: Aporte de los contenidos de la Ciencia al desarrollo de la humanidad. Valoración de las personalidades relevantes, negativas o contradictorias en la Historia, el Arte y la Literatura, la Ciencia, la Política, el deporte u otras esferas. Aporte a la formación ciudadana (identidad nacional y cultural, conciencia política, patriótca, legalidad vigente - deberes y derechos, convivencia social). Aporte a la educación ambiental. Educación sexual y familiar responsable. Cultura laboral (aporte de los contenidos al significado del trabajo para la humanidad, orientación vocacional y profesional, conciencia económica y de ahorro, aportes de la Ciencia al desarrollo de las Fuerzas Productivas, la Tecnología, la producción o los servicios, habilidades o competencias intelectuales, físicas, manuales y profesionales para el desarrollo de lo laboral). Operacionalización de los valores que son objeto de la labor educativa, para ello debe procederse: definición breve y clara del significado del valor, los rasgos que contribuyen a desarrollar en la personalidad (indicadores de cualidades y actitudes específicas) y las acciones educativas que el maestro se propones para propiciar el desarrollo de estos rasgos, aquí debe tenerse en cuenta qué hace el maestro el tipo de actividad y qué hace el alumno. Deben precisarse las acciones en tres esferas interrelacionadas íntimamente: Acciones de las asignaturas, acciones de las relaciones interpersonales Maestro - Alumno, Maestro - Maestro, Maestro - Familia y Comunidad, así como las acciones en las actividades extradocentes, que abarca el diseño de las actividades educativas generales del centro, según los objetivos propuestos para el curso escolar. En el caso de la formación de maestros abarca el diseño de los componentes estructurales del proceso pedagógico: El académico, la práctica laboral, científico investigativo y extensionista, en los planos de lo curricular, extracurricular y extradocente. El contenido de esta metodología puede utilizarse convenientemente en el diseño y desarrollo de proyectos o estrategias educativas en los centros educacionales adecuado a sus características, para ello es imprescindible un proceso de preparación y superación del personal docente y sobre todo llevar a cabo un proceso de fortalecimiento de la moral profesional en todos los órdenes como signo de elevación de la Profesionalidad, sobre la base del amor a la profesión, la dignidad y el honor pegdagógico que se requiere en estos tiempos difíciles. APROXIMACION A LOS FUNDAMENTOS PSICOLOGICOS DE LAS ETAPAS DEL PROCESO DE FORMACION DE VALORES. La formación de valores es un proceso inherente al desarrollo moral de la personalidad en el que se integra de forma coherente el contenido axiológico en todas sus dimensiones ideológicas tales como: política, jurídica, estética, filosófica, religiosa y científica. El concepto de desarrollo moral de la personalidad es utilizado fundamentalmente por los psicólogos que se han adentrado en el estudio de este complejo proceso, teniendo en cuenta las características psicológicas de las edades en su evolución y el proceso del aprendizaje de los conocimientos en su interacción con la estructuración del juicio moral (valoración moral). En este sentido se destacan dos tendencias: aquellas posiciones que identifican el desarrollo moral de la personalidad como un proceso externo, heterónomo, respecto al individuo, donde el conductismo de Skirnner tiene una profunda huella y las que entienden este desarrollo como un proceso que recorre etapas de lo heterónomo en las edades tempranas a lo autónomo, es decir como una construcción interna del juicio y la autorregulación moral, en el que los aportes de J.Piaget y Lev Semiónoviich Vigotski, tienen una gran importancia. El estudio de estos autores entre otros, como los trabajos del psicólogo cubano Fernando González Rey, permiten encontrar los fundamentos de cómo en el desarrollo moral de la personalidad se da el proceso de la formación de valores en sus diferentes etapas. El problema fundamental en el estudio y comprensión de este proceso está en encontrar los argumentos que explican cómo se produce en el individuo como sujeto activo del proceso formativo la relación de lo cognitivo y lo afectivo - volitivo, en la conformación de los valores como parte del contenido de las formaciones psicológicas de la personalidad. En esta aproximación a tan complejo problema partimos de una comprensión dialéctico materialista del valor, desde las determinaciones filosófica, sociológica y ética de este fenómeno de la realidad espiritual e ideológica de la sociedad y del mundo interno del individuo. Por esta razón es de gran interés la concepción que la psicología ofrece sobre el desarrollo moral de la personalidad, esto coincide con la comprensión de "proceso" que tiene la formación y el desarrollo de valores en los individuos, los que adquieren concreciones irrepetibles en su conformación, y son los que cualifican la individualidad de cada persona a partir de la expresión de sus sentimientos, cualidades y actitudes personales que lo identifican y distinguen. La idea del desarrollo moral, nos permite entender la existencia de etapas en el proceso de formación de los valores, las que indican un movimiento progresivo en la que cada etapa representa un momento nodal de la organización y reorganización estructural y funcional de la personalidad, cada etapa expresa continuidad y ruptura, negación dialéctica de la anterior y un salto cualitativo en el orden de la conformación de la autoconciencia, su madurez y la autorregulación moral de la conducta. El valor moral como categoría ético filosófica, expresa la significación social positiva de un fenómeno - hecho, acto de conducta, que se refleja en forma de principio, norma o representación del bien, lo justo, el deber, con un carácter valorativo y normativo a nivel de la conciencia, que regula y orienta la actitud de los individuos hacia la reafirmación del progreso moral, el crecimiento del humanismo y el perfeccionamiento humano tanto en lo individual como en lo social. Siendo consecuentes con esta definición, tendremos en cuenta que el valor es un producto de la conciencia humana, de ahí su naturaleza espiritual e ideológica, que expresa un tipo de significación social del objeto para el sujeto, aunque no todo tipo de significación social es un valor, en este caso es la significación social positiva, cuyo criterio objetivo es que reafirma el progreso moral humanista. Al considerar las etapas del proceso de formación o construcción de los valores debemos atender a: - La formación de las nociones en las edades tempranas en prescolar, donde los sentimientos y la comunicación, tienen un importante papel en el niño por la ausencia de los procesos lógicos complejos de abstracción en los primeros años, la ampliación de estas nociones en significados individuales de los fenómenos de la realidad circundante que van conformando las orientaciones hacia ciertos valores en la edad escolar primaria, en relación con la significación social de los fenómenos, que tienen mayor peso en la edad de la adolescencia donde existe un despegue o transición de la niñez a la juventud. En ésta el individuo va adquiriendo independencia, mayor conocimiento del yo (autoimagen, autoestima y voluntad) y seguridad en sí mismo. Este es el momento precedente en que las significaciones sociales positivas, comienzan a transformarse en convicciones como formaciones psicológicas más complejas de la autorregulación y del juicio moral en la etapa de la juventud. En el orden pedagógico, es donde entran a tomar parte de este proceso los sujetos formadores y en formación, los métodos, procedimientos, vías y sistema de influencias del micro y macro medio social que los hacen viable, dado que el escenario en que transcurre el mísmo es en la tríada de la familia, la escuela y la comunidad. El problema estriba en cómo se realiza la relación de lo cognitivo con lo afectivo - volitivo, con lo ideológico y lo actitudinal en el fenómeno pedagógico, cómo se produce en éste la integración de lo instructivo y lo educativo, para avanzar por las etapas del proceso de formación de valores dentro del desarrollo moral de la personalidad. En la base de esta problemática podemos encotrar la esfera de las necesidades, los intereses y los motivos del sujeto que se proyectan en las intenciones, propósitos o aspiraciones (objetivos, metas, fines) y tienen que ver con el grado de autoconocimiento y seguridad en sí mismo y de la realización personal como estado de satisfacción o no consigo o con los otros. ¿Qué lugar tienen las significaciones dentro de este proceso? Las significaciones constituyen importantísimos "componentes" de la conciencia humana (Leontiev 1982), estas constituyen la dimensión humana de las imágenes sensoriales como formas del reflejo psíquico de la realidad, generadas en la actividad del sujeto. "Las significaciones reflejan el mundo en la conciencia del hombre.Aunque el lenguaje es el portador del significado no constituye el demiurgo de las significaciones. Detrás de las significaciones idiomáticas se esconden las formas de acción -operacionessocialmente elaboradas, en cuyo proceso las personas transforman y conocen la realidad objetiva.Dicho de otra forma, en la significación está contenida de manera transformada y reducida al contexto idiomático, la forma ideal de existencia del mundo objetal, de sus propiedades, nexos y relaciones, descubiertas por la práctica social conjunta" (Leontiev 1982). Según este autor, en investigaciones psicológicas realizadas por Piaget y Vigotski, se demostró la diferencia existente entre la formación de ias imágenes genéricas sensitivas y los conceptos en los niños, siendo las primeras el resultado del proceso de aprehensión de significaciones históricas ya "hechas" y que transcurre en la actividad del niño y por medio de la comunicación con las personas que le rodean. Sin embargo el elemento de los intereses en el plano individual en su correlación con los intereses de otros y sociales, matiza el contenido de las significaciones a nivel de la conciencia individual y mueven la conformación de la escala de valores y sus reajustes. Al respecto Leontiev ejemplifica este hecho con la significación que tiene para los estudiantes de mayor edad las notas de los exámenes y las consecuencias de estas, sin embargo para todos no tiene el mísmo sentido, por lo que hace una distinción con relación al concepto de sentido personal. El sentido personal es entendido por el autor como una relación especial de la significación con el individuo en el plano psicológico, más interno, subjetivo, es decir existe una distinción entre las significaciones y los sentidos en la conciencia individual que hacen que las significaciones adquieran una dualidad, al explicar el condicionamiento objetivo de este fenómeno no lo ubica en las particularidades psicológicas internas del sujeto, sino en las condiciones histórico sociales en que éste imteractúa y se desenvuelve, en el estado de enejenación que puede existir en la sociedad, condiciones del medio familiar, puede decirse en otros términos en el tipo de relación individuo - sociedad y la correlación de sus intereses. "A diferencia de las significaciones, los sentidos personales, al igual que la trama sensitiva de la conciencia, no tienen una existencia propia "supraindividual", "no psicológica".Si la sensitividad externa relaciona en la conciencia del sujeto las significaciones con la realidad del mundo objetivo, el sentido personal las relaciona con la realidad de su propia vida dentro de ese mundo, con sus motivaciones.El sentido personal es también lo que origina la parcialidad de la conciencia humana"(2) Estos elementos ayudan a comprender cómo la parcialidad de la conciencia individual está mediatizada por los sentidos personales, los que se manifiestan en las representaciones ideológicas a partir de la situación de clases y social, así como las particularidades de la vida individual, de sus relaciones personales en conflicto, la forma de comunicación, la vida cotidiana, fenómeno en el que interactúan lo interno y externo de forma suigeneris en cada individuo expresando la diversidad y no coincidencia de los sentidos personales y su manifestación por medio de las significaciones. El sentido personal marca la intencionalidad, la parcialidad de la conciencia individual y las significaciones. En este análisis, el autor aborda el aspecto psicológico de las vivencias, que están unidas a la actividad del sujeto y son fuerzas internas que orientan a su vez la actividad, estas matizan el sentido personal que tienen los acontecimientos, permiten analizar la escala de valores sociales en que se desenvuelve el individuo para orientarse o reconsiderarlos. En la profundización de los fundamentos psicológicos de las etapas de la formación de valores, asociadas a la concepción sobre el desarrollo moral de la personalidad, el tema de la significación de los ideales en la motivación humana abordado por el autor cubano Fernando González Rey (1982), ofrece importantes argumentos. En su estudio el autor reconoce el valor metodológico que para la psicología contemporánea tienen los aportes de Piaget en la teoría de los juicios morales, en la que considera el desarrollo moral como un proceso de adaptación del niño a las exigencias sociales, la que transcurre mediante el desarrollo de diferentes tipos de juicios morales que caracterizan las distintas etapas de este desarrollo. En este caso González Rey, considera que Piaget sobrevalora el rol del componente intelectual de la moral subvalorando el significado de las necesidades y los motivos morales, o sea la complejidad de la vida emocional del niño (psicóloga inglesa Susan Isaac), entiende que el desarrollo moral es sobre todo, un proceso de asimilación intelectual de las reglas morales. Esta limitación se considera que no posibilita comprender el rol de los ideales en la regulación de la conducta de los escolares, ya que los mismos son una construcción activa de determinadas exigencias morales sobre la base de las principales necesidades y motivos del sujeto. Tomaremos en consideración algunas de las tesis que González Rey aporta en este estudio y que nos aproximan a la comprensión de la etapa de transformación del contenido de los valores (significaciones sociales positivas) en convicciones personales durante la juventud. "El ideal como la autovaloración, es una expresión del carácter mediatizado de la motivación superior del hombre por su autoconciencia, por lo que es una formación afectivo- intelectual, que si bien se expresa en forma de elaboración intelectual es, a su vez, portadora de una fuerte carga emocional que responde a las necesidades expresadas en su contenido.En el ideal, las reflexiones y elaboraciones adquieren carácter emocional, y las necesidades se expresan en forma de conceptos y juicios" (González Rey 1988). El rasgo peculiar del ideal como una formación afectivo - intelectual, revela el vínculo de lo afectivo y lo cognitivo en este elemento de la formación moral de la personalidad. Los ideales morales se caracterizan por su estructura (Raskin 1948) en concretos (representado por un modelo inseparable de la realidad, la persona es tomada como ideal según sus acciones concretas en el medio), sintéticos (aspectos diversos de distintas personas) y generalizado (suma de un conjunto de cualidades abstraídas de distintos modelos concretos), lo más importante en la estructura del ideal generalizado es que este aparece en la adolescencia al surgir la capacidad para el pensamiento abstrcto en los escolares. En esta clasificación de la estructura de los ideales morales, se reconoce como una forma superior el ideal concretizado (Grichanova 1976): "Es un modelo vivo, en el cual se funden lo concreto y lo abstracto en un personaje concreto.Este tipo de ideal trasciende a lo concreto, en el sentido de que no se limita a describir actos concretos del personaje en una situación específica determinada, sino que combina las expresiones concretas de la vida cotidiana del modelo con un profundo análisis de la esencia de su personalidad, y de los rasgos que más lo caracterizan.Este ideal se distingue por el alto nivel de asimilación y de elaboración de sus contenidos por el sujeto" González Rey, considera que aunque el ideal generalizado es la forma más evolucionada del desarrollo de estos, pueden existir dos formas de su expresión: 1- El que se basa en la abstracción pasiva de un conjunto de rasgos de diversos personajes, un ideal formal. 2- La generalización basada en las vivencias, experiencias y necesidades del sujeto y la elaboración activa de su contenido, fundamentado en sus principales aspiraciones y necesidades.En esta forma el sujeto se incluye activamente en su elaboración "la esencia psicológica del mismo deja de ser una simple abstracción, para convertirse en una fundamentación activa de sus distintos aspecros". Esta última idea, apunta hacia un elemento a tener en cuenta en la formación de las convicciones en los jóvenes, esto es la esfera motivacional que mediatiza el fenómeno racional de carácter intelectual, la que realiza un papel de regulación por medio de la autovaloración y los ideales. Particularidades de la esfera motivacional en la edad escolar superior: - Por su contenido, expresan los motivos asociados a los planes de vida y sus intenciones futuras. - La autodeterminación basado en una determinada concepción del mundo. - Por su estructura, carácter jerárquico de los motivos. - Existencia de un sistema de subordinación según los motivos más significativos y valorados para la personalidad. - Por su mecanismo de acción, no son inmediatamente activos, se manifiestan por un objetivo consciente e intenciones conscientemente planteadas. Es importante señalar que en el orden de los estudios psicológicos de los ideales y las motivaciones, González Rey, reconoce que es necesario un nuevo enfoque en la comprensión de la integración de los aspectos cognitivos y afectivos, en la unidad de lo estructural y lo funcional, a lo que aporta que en este campo las reflexiones y los conocimientos adquieren carácter emocional y las necesidades se manifiestan en forma de conceptos y reflexiones. Esta idea se revela en el estudio de las significaciones sociales dentro de las cuales se consideran las representaciones, los conceptos y juicios, así como en los ideales entendidos como forma superior de la motivación humana, las cualidades que este contiene y que el escolar se esfuerza por desarrollar en su persona, constituyen un sistema motivacional estable, cuyas principales motivaciones forman la tendencia orientadora del joven dirigida hacia sus fines y el futuro. 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