LA CONSERVACION DE LA DIVERSIDAD BIOLOGICA EN LA AMAZONIA PERUANA

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En pleno proceso de descentralización el Proyecto SICREL busca contribuir a:
LA CONSERVACION DE LA DIVERSIDAD BIOLOGICA EN LA AMAZONIA
PERUANA
El Perú se encuentra inmerso en un
proceso
de
descentralización
y
regionalización, como parte del cual,
importantes competencias relacionadas
con la gestión de recursos naturales
renovables están siendo transferidas a
los Gobiernos Regionales. Esto genera
enormes oportunidades para llevar
adelante procesos de gestión basados
en el enfoque ecosistémico, acercando
la toma de decisiones al recurso,
facilitando una mayor participación de
los actores locales, y generando una
mayor integración de las diversas
competencias sectoriales dentro de
cada ámbito geográfico.
La legislación peruana sobre áreas
naturales protegidas considera la
existencia de un sistema nacional,
gestionado por el gobierno nacional
pero con espacios de participación para
los diversos actores y niveles de
gobierno, y de áreas de conservación regionales, municipales (locales) y privadas. El
reciente proceso de regionalización brinda ahora la posibilidad de poner en plena
vigencia esta opción legal, mediante el establecimiento de áreas de conservación
regional, y de gestionarlas de manera integrada con las áreas del Sistema Nacional y
las áreas locales y privadas, dentro de un contexto de ordenamiento territorial y
estrategia de desarrollo regional, para contribuir a la superación de la pobreza. La ley
sobre uso y conservación de la biodiversidad considera el establecimiento de áreas
especiales de manejo de estos recursos, por lo que es conveniente incluir en estas las
áreas ricas en diversidad específica y genética (cultivares y parientes silvestres) de
especies cultivadas.
El Estado peruano ha establecido, como parte de su estrategia de conservación
in situ de la biodiversidad a través de la protección de una muestra de la diversidad del
país, un conjunto de áreas protegidas en Loreto e identificado dentro del Plan Director
del SINANPE ocho sitios prioritarios para la conservación.
Los criterios de selección en ese entonces fueron: valor biológico, urgencia de
protección, valor socioeconómico y viabilidad de la gestión. En cuanto al valor biológico,
se tomó en consideración lo siguiente: representatividad del ecosistema en zonas de
vida, presencia de centros de endemismo o centros de evolución; diversidad de
ecosistemas, conectividad, singularidad del área y presencia de aspectos fisiográficos o
geomorfológicos, así como importancia del área para el ciclo biológico de las especies
propias del tipo de paisaje.
Paralelamente, la Intendencia de Áreas Naturales protegidas del INRENA ha
estado desarrollando o recogiendo iniciativas de diferentes actores sobre áreas que
involucran porciones del departamento de Loreto, sobre la base de lo cual se tiene lo
siguiente:
• Dos reservas nacionales (Pacaya-Samiria y Allpahuayo-Mishana) establecidas.
• Porciones del Parque Nacional Cordillera Azul se ubican en Loreto.
• Una zona reservada parcialmente incluida en Loreto (Santiago Comaina), que
podría convertirse en ese sector en una reserva comunal.
• Una zona reservada (Güeppí), totalmente ubicada en Loreto, con procesos de
categorización orientados al establecimiento de un parque nacional y dos
reservas comunales, en fase bastante avanzada.
• Dos zonas reservadas recientemente establecidas, en Pucacuro y Sierra del
Divisor, que posiblemente se orienten a ser categorizadas como santuario
nacional (o reserva territorial indígena) y reserva comunal, la primera, y parque
nacional y reserva territorial indígena la segunda.
• Un sitio Ramsar o humedal de importancia internacional, en el abanico del
Pastaza.
Cabe destacar que en la Región Loreto han tenido lugar diversos esfuerzas e
iniciativas de instituciones regionales para apoyar la constitución y fortalecimiento de
áreas protegidas de nivel nacional. Un ejemplo es la R. N. Pacaya–Samiria, que en
1982, por iniciativa regionales, consolidó sus límites naturales con una ampliación a 2
´080,000 hectáreas. Así mismo, en 1985 fue formulado el Plan Maestro de esta reserva,
primer documento de esta naturaleza elaborado en una región fuera de Lima.
Por su parte, el actual Gobierno Regional de Loreto está retomando procesos
iniciados más de una década atrás en la Región, cuando además de establecer como
área protegida Tamshiyacu-Tahuayo (en 1991, sobre 322,500 hectáreas), inició un
proceso para elaborar una estrategia regional de conservación (ECREL – Estrategia de
Conservación Regional de Loreto) y para un plan para un sistema regional de área
protegidas (LOREPLAN). Ya en esa oportunidad se había adelantado un proceso
preliminar de identificación de sitios para conservación. El diseño de una “Estrategia
regional de diversidad biológica” ha sido impulsado en los últimos años por el GOREL
con apoyo del CONAM y el IIAP (Proyecto BIODAMAZ); esta estrategia está
actualmente está en proceso de implementación.
En este sentido el actual Gobierno Regional de Loreto ha elaborado,
conjuntamente con el IIAP, un mapa de áreas naturales protegidas que incluye, además
de las áreas existentes ya mencionadas, las siguientes áreas propuestas por diversas
organizaciones e instituciones: reserva Requena-Bagazán; ampliación de Tamshiyacu
Tahuayo (superpuesta con la propuesta de Yavarí Miri); dos zonas reservadas en la
cuenca del río Putumayo, Yaguas y Ere-Campuya; reserva comunal Alto Nanay y
bosque de protección Alto Nanay; bosque de protección Morona Pastaza Marañon (en
realidad un antiguo bosque nacional nunca manejado por la administración forestal); y
otras dos reservas comunales, R. C. Quichua del Napo - Curaray y R. C. Matsés, entre
el alto Yavarí – Yaquerana y alto Tapiche.
El mapa identifica, asimismo, otros cuatro sitios de alta prioridad para la
conservación por ser bosques de arena blanca (varillales) o laderas de cerros, con
escaso o nulo potencial para la explotación agrícola o forestal pero con gran potencial
para el turismo: la zona de varillales de Jeberos, los varillales del bajo Morona, los
varillales del Alto Tapiche, y el cerro La Escalera (Yurimaguas). Se indica también una
reserva privada (ACEER) y cuatro sectores con especial potencial para manejo turístico,
diferentes a las ANP propuestas o existentes antes mencionadas (y que también tienen
un potencial uso turístico): bajo Napo, Tamshiyacu, Bagazán y bajo Amazonas. Se
menciona también un área de conservación municipal en el bajo Napo y otra en
Contamana, aunque ésta última se encuentra dentro del ámbito de la Zona Reservada
Sierra del Divisor.
En el tema del uso sostenible y conservación de la diversidad biológica, existen
diversas y muy promisorias experiencias en la región que apuntan a que la clave del
éxito está en la descentralización de la gestión de los recursos naturales. Son conocidas
las limitaciones que tiene una administración central como la del INRENA (Intendencia
de Áreas Naturales Protegidas) a la hora de gestionar áreas distantes miles de
kilómetros de la capital y de difícil acceso. Una gestión descentralizada de áreas
protegidas de los niveles regional y municipal sin duda coadyuvará a mejorar el
escenario regional de la conservación, y contribuirá a fortalecer el mismo Sistema
Nacional de Áreas Protegidas por el Estado (SINANPE).
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