M.FETAL (23)

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MUERTE FETAL
Dr. B. Heredia
Definición:
La muerte fetal ha sido definida por la Organización Mundial de la Salud como la previa a
la expulsión o extracción completa del producto de la concepción, independientemente de
la duración del embarazo (1). Se llama muerte fetal temprana a la que se produce antes de
cumplirse 20 semanas de gestación. Muerte fetal intermedia es la que se presenta en las
semanas 20-27 y muerte fetal tardía la que sucede a partir de la semana 28 de gestación. La
muerte está indicada por el hecho de que luego de tal separación el feto no respira ni
muestra evidencia alguna de vida como latidos cardíacos, pulsaciones del cordón umbilical
o movimientos definidos de los músculos voluntarios. (1).
Para evitar diferencias en las estadísticas, la inmensa mayoría de los países considera
muerte fetal a partir de las 20 semanas o con un peso corporal de 500 gramos o más, por
debajo de este peso se considera aborto. (Aunque el aborto es tratado en otro capítulo debe
entenderse que en los aspectos principales de algunos comentarios hay cierta superposición
entre el aborto y muerte fetal) (2).
Incidencia:
La frecuencia de la muerte fetal varía en relación con cierto número de factores; entre ellos,
raza, edad materna, período de gestación, pluralidad de la gestación, tipo de atención
prenatal y del parto, sexo del feto, ubicación geográfica, antecedentes obstétricos y factores
socioeconómicos.
El gran número de variables determinantes hace que sólo los informes de gran cantidad de
casos sean significativos, y los problemas para controlar las variables y la variabilidad de
las definiciones dificultan las comparaciones. En los Estados Unidos la tasa de muerte fetal
disminuyó de 25,6 en 1942 a 15,8 en 1968 y cuando solo se tuvo en cuenta las muertes
fetales por encima de 20 semanas o más de 500 g de peso disminuyó a 12.2 por 1000
nacidos vivos. En 1976 esta tasa llegó a 10.5 cifras similares a la reportada en Cuba y otros
países. El Rigol reporta que se observa aproximadamente en 10 de cada 1000 nacimientos
(2,3,4).
Etiología:
La causa del óbito fetal en un caso en particular habitualmente es compleja y muy difícil de
definir. En la primera edición se planteaba que casi el 40 % de los casos a pesar de las
investigaciones cuidadosas que se efectúan permanecen desconocidas, en la actualidad con
los adelantos científicos aún permanecen desconocidas del 17-33 % de los casos (2,4).
Para obtener cifras útiles es necesario contar con definiciones estandarizadas de las causas
de muerte fetal. Sin embargo aunque en la mayoría de las muertes fetales la causa definitiva
puede no ser reconocida, pueden definirse algunas categorías amplias. En aproximadamente
la mitad de las muertes fetales, la causa inmediata es la hipoxia y la hipoxia es
aproximadamente dos veces más frecuente como causa de muerte fetal intraparto que
preparto (2). Según la estadística inglesa, las causas de muerte fetal más frecuente desde el
punto de vista anatomopatológico son: La asfixia cerca del 40 %, las malformaciones un 10
% y la enfermedad hemolítica por Rh. 10 %.
Desde el punto de vista clínico, las causas pueden ser numerosas y tener su orígen en la
madre o en el huevo (2,4,5).
Causas maternas:
Locales
-
Fibromiomas uterinos
-
Anomalías uterinas
-
Hipertonia uterina
-
Posición supina de la paciente.
Todas estas causas pueden provocar disminución del flujo uteroplacentario y provocar
hipoxia.
Sistémicas:
-
Infecciones crónicas como sífilis, tuberculosis, paludismos, toxoplasmosis, brucelosis,
disleriosis y citomegalovirus.
-
Infecciones agudas como hepatitis, tifoidea y procesos pulmonares.
-
Enfermedades del metabolismo (Tiroides, Diabetes).
-
Enfermedades Hipertensiva durante el embarazo.
-
Incompatibilidad sanguínea (ABO y Rh).
-
Cardiopatías
-
Nefropatías
-
Anemias
-
Ingestión de Drogas teratogenicas (Ej. Citostaticos).
-
Otras causas más raras, traumatismos externos y accidentes del trabajo de parto y parto
y causas patogénicas.
Causas relacionadas con el producto de la concepción:
Ovulares:
-
Enfermedades genéticas o aberraciones cromosómicas
-
Causas placentarias como abruptio placentario, insuficiencia placentaria, placentas
pequeñas, placenta previa e infartos placentarios.
-
Causas funiculares como circulares, nudos, torsiones y roturas.
-
Infecciones del huevo (deciduitis, corioamnionitis etc).
Fetales:
-
Embarazo múltiple. Se conoce la relación que existe entre los gemelos en que se
produce un desequilibrio circulatorio en beneficio de uno y perjuicio del otro.
-
Otras Ej. Postérmino o Postmadurez donde se observa:
-
Infartos hemorrágicos intervelloso, depósitos de fibrina.
-
Degeneración Hialina y Trombosis
-
Engrosamiento de las membranas vasculosincitiales
-
Depósito de fibrinogeno y calcio en placenta
-
Oligoamnios.
INSUFICIENCIA DE LA FUNCION PLACENTARIA
DADA POR LAS DISTINTAS CAUSAS ANTES DESCRITAS
HIPOXIA
FETAL
ALTERACIONES EN EL TRANSPORTE DE O2 Y
NUTRIENTES Y/O INTERCAMBIO DE PRODUCTOS DE
DESECHOS Y DEL METABOLISMO
GLUCOLISIS ANAEROBIA, AGOTAMIENTO DE LAS
RESERVAS DE HIDRATOS DE CARBONO-ACIDOSIS
METABOLICA FETAL
INHIBICION DE LOS SISTEMAS ENZIMATICOS METABOLICOS,
DISMINUCION DEL FOSFATO RICO EN ENERGIA
COLAPSO
CIRCULATORIO FETAL (HEMOCONCENTRACION, HIPERPOTASEMICA
FETAL
ASFIXIA
LESIONES ORGANICAS
INSUF.
(aspiración de (SNC, Sist. Cardiov.
CARDIACA
meconio)
Pulmón, Hígado)
(SHOCK)
MUERTE
INTRAUTERINA
Aunque como dijimos anteriormente aún existen hasta un 33 % de causas de muertes
desconocidas y en algunos reportes es mayor; es un requisito importante para reducir la tasa
de mortalidad fetal la determinación de su causa, y es un objetivo importante del empleo de
nuevas tecnologías para reducir el número de muertes fetales inexplicadas.
Cuadro clínico:
Durante los primeros cuatro meses (período embrionario) del embarazo, los síntomas son
subjetivos y escasos: Desaparición de los signos generales de embarazo, náuseas, vómitos y
otros. Hay detención del crecimiento del útero que puede apreciarse por la palpación
combinada. En el período fetal existen más datos.
Durante el interrogatorio se conoce que los movimientos activos del feto han dejado de ser
percibidos, simultáneamente, puede haberse producido un escalofrío intenso. Las pacientes
refieren así mismo la desaparición de los síntomas subjetivos de embarazo, como la tensión
en los senos, la inapetencia y la sensación de tener un cuerpo extraño en el abdomen (fig
13.1). Además, disminuyen o desaparecen las varices, los edemas y el vientre disminuye
de tamaño. El estado general suele ser bueno, inclusive mejor que antes. Si la muerte del
feto se debe a un estado hipertensivo, la tensión arterial baja.
El psiquismo puede afectarse, si la paciente conoce la muerte del niño. El peso corporal
puede disminuir.
Cuando se realiza la inspección se detecta que el volumen del vientre no se corresponde
con el que debiera tener según el tiempo de embarazo. A la expresión de la mama puede
extraerse calostro. (2,4,6).
Ver Fig 13.1 del Rigol
La palpación establece que el útero es pequeño para el tiempo de gestación, que está en
general blando y no es contráctil, aunque puede estar contracturado. La percepción de las
partes fetales es poco clara y los polos son imprecisos. La cabeza fetal da a veces la
sensación de crepitación (signo de negri).
La medición permite comprobar la regresión del fondo del útero y la disminución del
perímetro abdominal.
Al realizar la auscultación no se perciben los ruidos del corazón fetal. Pueden encontrarse
soplos uterinos y ruidos hidroaéreos. Se aprecia frecuentemente la trasmisión intensa de los
latidos aorticos, por la reabsorción del líquido amniótico (Signo de Boero).
Mediante el tacto vaginal se detecta que la cabeza está mal acomodada y el peloteo fetal no
se produce con facilidad, además puede apreciarse la crepitación ósea.
Diagnóstico:
A menudo es la paciente quien primero sospecha la muerte fetal por el cese de los
movimientos fetales. Esto plantea dos problemas fundamentales: Determinar con seguridad
la muerte fetal y establecer la causa. En ocasiones no es fácil realizar el diagnóstico de
muerte fetal, se establece por la sintomatología,
el examen físico y una serie de
exploraciones adicionales entre las que se encuentran: La radiografía y la ecografía, el
estudio del corazón fetal por ultrasonido y electrocardiografía, la amnioscopía,
amniocentesis y las determinaciones hormonales.
Se han descrito más de veinte signos radiológicos de la muerte fetal intrauterina. Estos
signos no se desarrollan hasta el sexto o séptimo mes de embarazo y no se observan, si la
muerte fetal es reciente. Más que signos de muerte fetal son signos de maceración. No son
constantes y además se pueden encontrar en fetos vivos.
Entre los signos más importantes se encuentran los que se mencionan a continuación
(2,4,6).
1- En la Cabeza:
a) El cabalgamiento de los huesos del cráneo (signo de spalding) que ocurre entre 2 y 14
días después de la muerte fetal. Este signo requiere una osificación clara y
especialmente útil entre las semanas 26-36 de gestación, pero no tiene significado luego
del encaje del vértice.
b) El aplanamiento de la bóveda (Signo de Spangler)
c) La asimetría cefálica (Signo de Horner).
d) Halo radiolúcido del cráneo fetal debido a la separación del panículo adiposo
pericraneal y cuero cabelludo que ocurre 2 a 4 días después de la muerte fetal (Signo
de Borell).
e) Caída del maxilar inferior (Brakeman).
f) Aureola de estrías negruzcas alrededor del cráneo (signo de Deuel)
2- En la columna vertebral
a) La posición anormal de la columna cervico dorsal (hiperflexión, cifosis en un ángulo
agudo, hiperextensión)(signo de Yungmann).
b) El apelotonamiento fetal por pérdida de la conformación raquídea normal (ángulo
agudo, hipertensión).(signos de Kostallone-Junghan, Kartey).
3- En el Tórax:
a) El colapso de la caja torácica con derrumbamiento de la parrilla costal.
b) Gas en el corazón y sistema vascular fetal. Este es un signo muy confiable, pero es
difícil de visualizar, ocurre sólo en caso de muerte fetal en el tercer trimestre, y es
transitorio durando aproximadamente 2 semanas(signo de Robert-Davidson)
4- En las extremidades:
La incoordinación evidente de la posición de las extremidades “ensalada de huesos”
5- Otros:
Feto nadador, derrumbe fetal, ausencia de cambios en la posición (en 2 tomas posible
valorar en pocas horas de muerto)- signo de Naujoks, actitud fetal de flexión extremos.
Para algunos tiene valor la amniografía al demostrar la ausencia del material de
contrastr en el estómago e intestino fetal (falta de deglución).
La ecografía:
-
Ausencia del latido cardíaco.
-
Ausencia de movimientos fetales.
-
Achatamiento del polo cefálico y pérdida de la estructura fetal normal
-
Halopericraneal.
-
Falta de crecimiento fetal (Biometría)
-
Contorno irregular del cráneo
-
Múltiples (Ecos) raros en la región del tronco y cráneo fetal.
-
Contornos mal definidos de la estructura fetal por penetración de L.A
La amnioscopía:
Aunque en la actualidad se utiliza poco, puede revelar las
modificaciones de coloración del líquido. En caso de que la muerte fetal sea reciente, dicho
líquido puede estar teñido de meconio por el sufrimiento fetal; pero si la muerte data de 8
días o más puede mostrar una coloración sanguínea o achocolatada (líquido vinoso).
La amniocentesis transparieto-abdominal: Es otra prueba que se utiliza poco en la
actualidad, se utiliza en época avanzada del embarazo. La presencia de meconio en el
líquido amniótico no es una prueba de muerte fetal intrauterina, pero si se une a una clínica
de muerte fetal, si constituye un signo a favor del diagnóstico sospechado así también como
lo es un líquido de color pardo rojizo (Signo de Baldi-Margulies).
Las
determinaciones
hormonales,
como
las
pruebas
biológicas
cuantitativas
(coriogonadotropina coriónica) no son seguras, si el embarazo se encuentra en el último
trimestre, pues normalmente son bajas o frecuentemente negativas.
Son bastante seguras, las determinaciones de estrógenos en la orina de 24 h, o en sangre,
pues descienden rápidamente después de la muerte fetal. En el último trimestre son
normales cifras de 16 mg de estriol en orina de 24 h, por debajo de 7 mg , puede afirmar la
muerte fetal.
La alfafeto proteína disminuye con la muerte del feto, pero no da certeza.
La citología vaginal funcional: Disminuye las células naviculares
En la práctica médica se utiliza frecuentemente para predecir o vaticinar la muerte fetal las
siguientes pruebas:
-C.T.G simple ante parto e intraparto
-C.T.G estresado
-el
PBF (perfíl biofísico)
En cuanto a determinar la causa de la muerte fetal, si no pudiera aclararse por el cuadro
clínico y el examen anatomopatológico, debe buscarse esta en una diabetes latente, un
conflicto de grupo sanguíneo materno poco frecuente, así como sífilis, toxoplasmosis y
listeriosis.
Evaluación:
Cuando se produce muerte fetal intrauterina, rápidamente comienza la degeneración del
feto y de la placenta. En ausencia de membranas rotas e infección activa del feto, el líquido
amniótico continúa siendo estéril. Debe evitarse la rotura de las membranas hasta que se
haya establecido el trabajo de parto y el parto sea razonablemente inminente. De otra forma
puede promoverse la contaminación bacteriana de la cavidad amniótica donde los
productos de degeneración de proteínas sirven como un buen medio de cultivo. También
debe tenerse en cuenta el mayor potencial de infección si se intenta la inducción del trabajo
de parto por medio de la inyección intramniótica de prostaglandina, solución salina
hipertónica y especialmente glucosa.
Aunque se produce trabajo de parto espontáneo en aproximadamente el 75 % de los casos
en las 2 primeras semanas posteriormente a la muerte fetal, y puede llegar a un 90 % en las
3 semanas que siguen al óbito fetal, actualmente la espera de un trabajo de parto espontáneo
es una elección menos preferida por los obstetras que en el pasado, ya que se cuenta con
mejores y más seguros medios de inducción del trabajo de parto. Además de que una vez
establecida firmemente el diagnóstico de muerte fetal cuestión que también en la actualidad
es más seguro, la inducción alivia el sufrimiento de los padres y previene la posibilidad de
coagulopatía y hemorragia materna asociadas con una retención prolongada de un feto
muerto.
Aunque en la actualidad es raro, creemos obligado describir las consecuencias de la
retención.
Consecuencias anatómicas de la retención:
Las alteraciones postmorten dependen de la época de la muerte fetal. Puede ocurrir:
Disolución, momificación, maceración, putrefacción, así como esqueletización y
petrificación.
La disolución puede ocurrir hasta los 2 meses. El embrión se disuelve, y si esta es completa
no se encuentra nada, es el llamado nuevo claro.
La momificación puede producirse durante el tercer y cuarto mes.
El líquido amniótico se reabsorbe, el feto se deseca y la piel se arruga y se pliega sobre los
huesos. El feto adquiere un color gris, puede sufrir las presiones vecinas y llegar a
constituir un “feto papiráceo”como en los embarazos gemelares.
La maceración suele presentarse después del quinto mes. Clásicamente se decía que
después del tercer día comenzaba a desprenderse la piel y se apreciaban vesículas en los
pies, los maleolos, el escroto, los miembros inferiores, las manos, los antebrazos y en la
cara sucesivamente. Una serosidad decola la epidermis, la dermis desnuda se infiltra de
hemoglobina y se hace violácea; es el llamado feto sanguinolento de Runge. Las vísceras
sufren también la maceración, el hígado se hace fiable y el cerebro se transforma en una
masa gelatinosa. Las articulaciones experimentan una relajación y todo el cuerpo se
reblandece. La estructura ósea de la cabeza adquiere la consistencia de un saco con los
huesos craneales cabalgando entre sí.
La putrefacción ocurre muy raramente. En general, por gérmenes anaerobios productores
de gases destienden al feto (enfisema fetal difuso) y el útero (fisometra). En estos casos
pueden producirse embolias sépticas y la muerte de la madre.
La esqueletización y la petrificación son procesos excepcionales.
La placenta se vuelve edematosa y grisácea, mientras el cordón se infiltra y se torna rojizo.
En la actualidad no es posible determinar precisamente el momento en que ocurre la muerte
del feto humano, basándose en las alteraciones regresivas existentes. No obstante es
probable que los procesos autolíticos se verifiquen con mayor rapidez de lo que se pensaba,
pues en la experimentación animal aparecen enseguida, se forma vesícula a las 9 h y se
observa una decamación cutánea a las 12 h de ocurrida la muerte fetal.
Características de la evacuación.
En los primeros meses, el aborto se produce con la sintomatología habitual: Dolor y
pérdidas de sangre de intensidad variable y generalmente, sin complicaciones.
En la gestación avanzada, el parto cursa con algunas peculiaridades:
1- Las contracciones uterinas son a menudo insuficientes.
2- La bolsa de las aguas se hernia a través del cuello uterino en forma de reloj de arena,
cuya parte inferior se extiende y puede hacer pensar en una dilatación avanzada.
3- La mala acomodación de las partes fetales; son frecuentes las atípicas, en especial
hombro y frente.
4- En el alumbramiento es frecuente la retención de membranas y las hemorragias
atonicas.
5- La complicación más importante es el trastorno de la coagulación de la sangre.
El trastorno de la coagulación es un cuadro conocido entre los anglosajones con el nombre
de síndrome de feto muerto. Obedece a una hipofibrinogenemia o afibrinogenemia según
algunos, aunque las causas no están bien aclaradas. Estas coagulopatías pueden aparecer a
los pocos días o semanas pero son raras antes de que transcurra un mes de la muerte fetal.
Cuando la retención demora más, el peligro aumenta y se presenta hasta en el 25 % de los
casos, e incluso puede sobrevenir la muerte materna.
Tratamiento:
Es aconsejable que toda embarazada bajo la sospecha de muerte fetal, debe ser internada en
un centro obstétrico adecuado y sometida a las investigaciones que permiten establecer
firmemente el diagnóstico que evite cualquier tratamiento precipitado (2,4).
Nada se opondría teóricamente a la espera de la expulsión espontánea con el control
adecuado del nivel de fibrinógeno y del estado de coagulación de la sangre. Pero ni la
paciente ni sus familiares pueden comprender que se le deje con un feto muerto en el útero.
El estado psíquico que se desarrolla en la madre, obliga a una conducta activa (La
inducción del parto) que no origina perjuicios, si es técnicamente correcta. (2,4,7).
Cuando el embarazo tiene menos de 3 meses se realiza la dilatación del cuello del útero y el
legrado de la cavidad uterina.
En el segundo y tercer trimestre se utilizó en el pasado métodos o procedimientos
intraovulares, (la inyección intramniótica de solución salina al 20 % de 100 a 250 ml o
solución de glucosa hipertonica al 50 %, después de extraer la misma cantidad de líquido
amniótico. Las contracciones uterinas suelen iniciarse dentro de las primeras 24 horas. El
mecanismo de acción es desconocido. Estos métodos están en desuso, por su baja
efectividad y riesgo de muerte materna.
Los métodos extraovulares son muy utilizados. La sonda de Krause y el Rivanol.
La sonda de Krause es una sonda semirrígida o rectal y se coloca a través del cuello entre la
pared uterina y las membranas ovulares, decolando estos. El taponamiento vaginal evita la
salida de la sonda. Se complementa con soluciones pesadas de oxitocina endovenosa,
administradas gota a gota.
El método de Rivanol se practica colocando una sonda estéril de nelatón No. 16 entre las
membranas y la pared uterina mediante la cual se administra una solución de rivanol al 0.1
% (50 ó 100 ml). Se anuda un hilo de seda para impedir el flujo del líquido al exterior y se
taponea la vagina con una gasa que impide la salida de la sonda, también se debe
complementar con solución de oxitocina. En la actualidad este método es también utilizado
en el 3er trimestre incluyendo el embarazo a término. Algunos autores utilizaron
sensibilizar previamente el miometrio con estrógeno, pero en la actualidad no se utiliza. En
la actualidad se están empleando los llamados abortos e inducciones farmacológicas del
embarazo que no son más que compuesto con prostaglandinas que se utilizan para inducir
por si solo el aborto o el parto, o como madurante del cuello y después se puede
complementar con oxitocina.
Cualquiera que sea el método empleado para evacuar el útero, siempre es necesario vigilar
el nivel de fibrinógeno en la sangre y tener presente la posibilidad de accidentes
hemorrágicos.
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Manual de Diagnóstico y Tratamiento en Obstetricia y Perinatología. La Habana: Ed.
Ciencias Médicas: 1997. 519.
MM (24 A).doc
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