el_embarazo

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Presentación
Generalmente cada 28 días, en la mitad de dos menstruaciones de una mujer en
edad reproductiva, ocurre la ovulación, o salida de los óvulos desde el ovario
hacia la trompa de Falopio, lo que la hace susceptible de quedar embarazada,
puesto que existe la posibilidad de que el óvulo se encuentre con un
espermatozoide, produciéndose así la fecundación. Si esto ocurre, el embrión se
"siembra", o anida, en el útero.
Ser padres es una de las experiencias más relevantes de la vida. La etapa del
embarazo genera cambios físicos en la madre y cambios emocionales en la
pareja, dando la oportunidad para mejorar el conocimiento de sí mismo y del
compañero(a). Tanto el hombre como la mujer pueden experimentar diferentes
emociones, tales como: alegría, miedo, ira, tristeza, que facilitan, o entorpecen,
el proceso de adaptación a la nueva situación del embarazo, a la relación como
pareja y a las expectativas frente al cumplimiento de los roles como padres en la
crianza de su hijo(a).
Así mismo, pueden surgir temores por las condiciones de salud física y mental del
bebé y la madre, quien puede presentar inestabilidad emocional, irritabilidad,
rechazo a ciertas situaciones y personas y desinterés por la actividad sexual. La
posibilidad de expresar estas emociones y temores tiene un efecto positivo en el
reajuste y el equilibrio afectivo emocional de los padres. La base de la vivencia
constructiva de la nueva situación del embarazo y de ser padres consiste en el
deseo de ambos de tener el hijo(a) que se espera.
Primeros síntomas
La señal más evidente de embarazo, para la mayoría de las mujeres, es la
amenorrea, es decir la ausencia de menstruación. Algunas notan, antes de que se
produzca esta falta, otros cambios como: pechos sensibles y más hinchados,
náuseas, mareos, vómitos, cansancio y necesidad de orinar con más frecuencia.
No es raro que, especialmente durante el primer trimestre, la mujer sufra rechazo
ante alimentos, olores y sabores que antes toleraba. Además puede experimentar
súbitos cambios de humor y estar más sensible, lo que puede repercutir en las
relaciones con su pareja y con su entorno más próximo.
Muchas mujeres recurren, en un primer momento, a las pruebas de orina que se
venden en las farmacias. Éstas detectan la presencia de la hormona
gonadotropina coriónica humana (HCG) que se encarga de segregar estrógenos y
progesterona, al inicio del embarazo, para formar la placenta. También se pueden
realizar análisis de orina más precisos en un laboratorio para detectar la presencia
de esta hormona. Sin embargo, la prueba definitiva es el diagnóstico por
ecografía, donde no existe posibilidad de error.
En cualquier caso, la visita al ginecólogo es obligada. A partir de este momento,
será quien marque los pasos a seguir durante los próximos nueve meses, ya que
no hay dos embarazos iguales.
Visita al ginecólogo
Unos cuidados prenatales adecuados permiten controlar el estado de salud de la
mujer y de su hijo durante todo el embarazo, reduciendo el riesgo de posibles
complicaciones. Lo ideal es que acuda a su ginecólogo antes de la concepción.
Éste estudia su historial médico para comprobar la existencia de algún problema
que pueda afectar al embarazo y le da determinados consejos para un estilo de
vida más saludable.
Es fundamental que la mujer cuente con un ginecólogo de confianza a quien
pueda plantearle todo tipo de cuestiones acerca del embarazo y el parto. El
médico debería proporcionarle información sobre todos los aspectos que le
preocupen. Una buena relación entre la mujer embarazada y su médico
constituye una garantía más para un embarazo, y un parto, sanos y seguros.
Edad gestacional
La gestación es el período comprendido entre la concepción y el nacimiento de un
bebé, durante el cual el feto crece y se desarrolla dentro del útero de la madre.
La edad gestacional es el tiempo medido, en semanas, desde el primer día del
último ciclo menstrual de la mujer hasta la fecha en que se efectúa la medición.
Un embarazo de gestación normal es de aproximadamente 40 semanas, con un
rango de 38 a 42 semanas. Los bebés nacidos antes de la semana 37 se
consideran prematuros y después de la semana 42 se consideran posmaduros.
Información
Hablando en términos precisos, la edad gestacional del feto o de un bebé es una
medición del tiempo dentro del útero, el cual se puede determinar antes o en el
momento del nacimiento. Antes del nacimiento, el crecimiento fetal intrauterino
se puede determinar con el uso de ultrasonografía con la cual se toman
determinaciones seriadas del diámetro biparietal de la cabeza y de las
proporciones de la circunferencia de la cabeza al abdomen.
Después del nacimiento, la evaluación del peso, talla, perímetro cefálico,
condición de la piel, tono muscular, postura y signos vitales pueden suministrar
información para calcular una edad gestacional de "desarrollo" o edad "relativa",
la cual es posible que no sea igual a la edad gestacional por calendario. Por
ejemplo, un bebé nacido con edad gestacional de 36 semanas puede realmente
tener una edad gestacional de desarrollo de 38 semanas y, por lo tanto,
comportarse como un bebé a término y no como un bebé prematuro.
La determinación de la edad gestacional es un factor importante en el
planeamiento del cuidado para el feto o el bebé, ya que suministra información
importante con relación a los problemas potenciales o que se espera que se
presenten, y hace impacto directamente en el plan de tratamiento médico para
dicho bebé.e
Función del padre en el embarazo
La función del padre no comienza con el nacimiento del hijo. El papá debe
participar en la planeación de la gestación y en el embarazo de la madre. Como
futuro padre usted se preguntará qué puede hacer para ayudar a su pareja
durante el embarazo, sin descuidar sus propias necesidades, pero aceptando a la
vez que su vida y la de la pareja presenten cambios y alteraciones.
Lo fundamental es estar atento a las necesidades de la futura madre, contribuir a
su cuidado y permanecer estrechamente vinculado a todo lo que le está
sucediendo. Durante el embarazo, el parto y después del nacimiento, su pareja
buscará en usted valor y apoyo, si no los recibe, se sentirá sola y angustiada. Es
importante que usted se esfuerce en escuchar, comprender y dar apoyo a su
pareja. En el proceso de ser padre se necesita voluntad y amor para crecer junto
con el hijo: admitiendo los errores, corrigiéndolos y dedicando parte de su tiempo
a estar con su familia, todo esto le ayudará a convertirse en mejor padre.
El padre moderno es más activo y comprometido con su rol de padre en la
educación y satisfacción de necesidades de sus hijos, es así como recibirá de
ellos, momentos irreemplazables de placer, de orgullo y con el pasar de los años,
recibirá horas de compañía, amor, consuelo y felicidad.
La mayoría de los padres que se muestran profundamente interesados durante el
embarazo, conservan ese mismo interés después del nacimiento del bebé.
Estudios han mostrado que el hombre se siente más unido a su hijo cuanto mayor
sea la frecuencia con que lo haya tenido en sus brazos las primeras seis semanas
de vida, y cuanto más receptivo haya sido al llanto del bebé. La actitud del padre
también se ve afectada por la alegría que sienta la madre por su embarazo y
maternidad.
Cuanto más feliz se sienta un padre por el embarazo de su pareja y mayor sea su
deseo de disfrutar la paternidad, el papá sabrá aprovechar las primeras semanas
de vida del bebé, y por consiguiente todo su desarrollo, a través de las diferentes
etapas del ciclo evolutivo. Una relación armónica y cariñosa de la pareja,
disminuye el riesgo del estrés propio del embarazo y de las presiones externas.
s
Cambios físicos y psicológicos en la madre
El proceso del embarazo origina enormes cambios físicos y psicológicos en la
madre. En el primer trimestre es frecuente la aparición de cansancio, sueño y
náuseas. Durante el segundo trimestre la mujer se siente por lo general muy
activa y positiva. En el tercer trimestre es habitual sentir ansiedad ante la
inminencia del parto.
Primer trimestre
Algunas mujeres no parecen estar embarazadas durante el primer trimestre. Sin
embargo, en este período su cuerpo se está adaptando al embarazo y está
experimentando grandes cambios hormonales que pronto dejarán sentir sus
efectos:
- Ausencia de menstruación
- Aumento del volumen y de la sensibilidad de los pechos
- Pigmentación más oscura de los pezones
- Sensación de cansancio y sueño
- Posibles náuseas y mareos, sobre todo, por la mañana
- Aumento de peso de entre 1 y 2 kilos
- Aumento del tamaño del útero
- Aumento de las secreciones vaginales
- Molestias leves en la pelvis
- Frecuentes ganas de orinar
- Cambios bruscos de humor
- Inseguridad y ansiedad
Segundo trimestre
Por lo general la mujer comienza a sentirse mucho mejor en este período, ya que
desaparecen algunas de las molestias iniciales:
- Se aumentan cerca de 4 kilogramos de peso
- Los pechos, en algunos casos, segregan calostro
- Se pierde el talle
- Se notan las primeras señales de los movimientos del feto
- Aparece la línea negra debajo del centro del abdomen
- Aparece el cloasma o máscara del embarazo
- Pueden surgir molestias físicas, como ardor de estómago o congestión nasal
- Se tienen sentimientos positivos y una sensación de fortaleza
- La madre sueña con su futuro hijo
Tercer trimestre
En esta última etapa del embarazo, la mujer ya sólo piensa en el parto y en su
deseo de ver al bebé:
- Aumento de entre 3 y 5 kilogramos de peso
-
Aparición de cansancio y dolores de espalda de nuevo
Frecuentes ganas de orinar
Aumento de la transpiración
Contracciones uterinas de Braxton-Hicks
Preocupación y temor ante la llegada del parto
Molestias más comunes
1.- Náuseas
Síntomas: Son típicas de los primeros meses. Normalmente se producen por la
mañana, en ayunas, y sólo raras veces se repiten a lo largo del día. Se deben a
las variaciones en la cantidad de hormonas que circulan por la sangre.
Remedio: Para atenuarlas, basta con tomar el desayuno en la cama o con
fraccionar la alimentación efectuando ligeras comidas distribuidas a lo largo de
toda la jornada. En algunos casos, pueden tomarse fármacos específicos. Por las
mañanas coma galletas saladas o cereal seco antes de dejar la cama. Evite los
alimentos grasos, fritos y condimentados. Tome líquidos fríos entre comidas y no
con ellas.
2.- Dolores de espalda
Síntomas: A lo largo de todo el embarazo pueden aparecer dolores en la región
lumbar. Suelen ser el resultado de esfuerzos físicos excesivos, pero también
pueden indicar una amenaza de aborto.
Remedio: Se debe informar de inmediato al médico para descartar la amenaza de
aborto o de parto prematuro. Debe dormirse sobre colchones duros y evitar los
tacones demasiado altos.
3.- Estreñimiento
Síntomas: Se trata de un trastorno muy frecuente. Está causado por la pérdida de
tono de los músculos que facilitan la movilidad intestinal, debido a las hormonas
que se liberan durante el embarazo.
Remedio: Para prevenir y atenuar el estreñimiento, debe recurrirse a una
alimentación abundante en fibras y beber grandes cantidades de agua (un litro y
medio o dos diarios). Camine diariamente.
4.- Ardor de estómago
Síntomas: A partir del sexto mes, las secreciones gástricas pueden causar reflujos
gastroesofágicos (ardores). Esto se debe a que el estómago es desplazado hacia
arriba por el feto.
Remedio: Comer con frecuencia, efectuando seis pequeñas comidas cada día,
pues las digestiones pequeñas combaten los ardores. También puede recurrirse al
empleo de antiácidos para aliviarlo.
5.- Incontinencia urinaria
Síntomas: Durante las últimas semanas de embarazo pueden producirse
pequeñas pérdidas involuntarias de orina, debidas a la presión del útero sobre la
vejiga.
Remedio: Mantener el tono de la musculatura del perineo‚ por medio de la
gimnasia.
=
Comiendo para dos
Médicos y especialistas en nutrición coinciden en que "hay que comer para dos",
asegurándose que la madre y el bebé reciban todos los nutrientes que necesitan,
sin abusar de los alimentos. En esta época aumentan las necesidades de estos,
pero hay algunos que cumplen un papel protagónico en el desarrollo del bebé en
el vientre, por lo que es necesario prestar especial atención a la dieta.
1.- Ácido fólico
Se requiere para la síntesis del ADN, la división de las células, el desarrollo de los
glóbulos rojos, prevención y tratamiento de la anemia durante el embarazo. Su
deficiencia durante la concepción, y en los primeros meses de espera, se ha
asociado con problemas de nacimiento, especialmente defectos en el cerebro y en
el tubo neural, como la espina bífida. La adecuada ingesta de esta vitamina
reduce la incidencia de aborto, parto prematuro y bajo peso al nacer. Consumir
suficiente ácido fólico es especialmente importante para las mujeres que han
tenido varios embarazos, anemia crónica o que están tomando medicamentos
anticonvulsivos. El ácido fólico está presente en varios alimentos como el hígado,
panes integrales, cereales, frijoles, guisantes, vegetales con hojas, frutas y
levadura.
2.- Vitamina D
Es de gran importancia para ayudar a la absorción y distribución del calcio. Para
obtenerla, la mujer embarazada debe exponerse al sol regularmente. Si esto es
imposible, con sólo consumir la leche suficiente para llenar las necesidades de
calcio la obtiene, porque la leche viene fortificada con esta vitamina.
3.- El hierro
Lleva el oxígeno a todos los tejidos del cuerpo, forma parte de los músculos y el
resto se almacena en el hígado, en la médula ósea y en el bazo. Las funciones del
hierro son: transporte de oxígeno, producción de energía en los músculos,
síntesis del ADN. La cantidad de hierro que el organismo necesita aumenta
durante la etapa de crecimiento, edad reproductiva de la mujer, embarazo y
período de lactancia. Las embarazadas deben tomar un suplemento que contenga
30 miligramos de hierro por día durante el segundo y tercer trimestre, que es
cuando el bebé lo acumula para utilizarlo durante sus primeros meses de nacido.
Para asegurar la absorción del hierro combine los alimentos que lo contienen, o el
suplemento, con la vitamina C. Ambos deben estar juntos en el intestino para su
mejor absorción. Se debe tomar un jugo de naranja con cereal fortificado con
hierro en el desayuno, o almorzar brócoli con carne. Por el contrario la leche,
productos lácteos, gaseosas, té y café tienen sustancias que interfieren con la
absorción de este mineral.
4.- Alimentos ricos en vitamina C
Recuerde combinar alguno de estos alimentos con los que son ricos en hierro y
así logrará una mayor utilización de este mineral: limón ácido, naranja, guayaba,
mandarina, mango, espinaca, tomate, pepino, coliflor y repollo.
5.- El calcio
Es el mineral más abundante en el cuerpo. El 99% se encuentra en los huesos. Es
necesario para la formación de la estructura ósea del bebé y para mantener
fuertes los huesos de la madre. La necesidad de calcio es crucial durante el último
trimestre de embarazo, cuando se forman los huesos y los dientes del feto. Si la
dieta de la madre no suple el calcio necesario, el bebé tomará el mineral que está
disponible en el esqueleto materno, provocando el debilitamiento de los huesos.
Las fuentes de calcio son: leche, yogurt, queso, hojas verdes (espinaca, acelga) y
los frijoles de soya.
6.- El zinc
La mayoría del zinc se encuentra almacenado en los músculos, y está altamente
concentrado en las células blancas y rojas. Es de gran importancia para la mujer
embarazada por las funciones que cumple en el organismo y debe asegurarse su
consumo durante todo el período de gestación para evitar, entre otros, el riesgo
de que el bebé nazca con bajo peso. Las fuentes alimenticias con altas cantidades
de zinc son las conchas, el pescado y las carnes rojas (hígado principalmente).
Otras fuentes, con cantidades relativas de zinc son los frijoles, la leche y las
espinacas.
Embarazo después de los 35 años
Desde 1970, la incidencia de mujeres que se embarazan después de los 35 años
ha aumentado drásticamente, en parte porque muchas postergan la maternidad
hasta lograr sus objetivos profesionales, y en parte por los avances en las
técnicas de reproducción asistida.
Influencia de la salud materna en el embarazo
Antes de salir embarazada es recomendable que se realice un examen completo,
para descartar la presencia de alguna enfermedad. Se ha demostrado que lo
importante para la evolución favorable del embarazo no es la edad de la madre,
sino su estado de salud preexistente al embarazo. En general, a medida que
avanza la edad, tanto el hombre como la mujer tienen más posibilidad de
presentar enfermedades crónicas como: diabetes e hipertensión arterial, las
cuales pueden repercutir de manera negativa en el embarazo. Por otro lado, se ha
demostrado que las mujeres, después de los 35 años, tienen más posibilidades de
desarrollar alguna de estas enfermedades durante su gestación. Esto demuestra
lo importante de un control prenatal temprano y adecuado, para realizar un
diagnóstico precoz y prevenir complicaciones en el embarazo.
Riesgo de defectos genéticos fetales
El riesgo se incrementa con la edad. La alteración más frecuente es la trisomía 21
o síndrome de Down, el cual es causado por la presencia de un cromosoma 21
extra, en el cual hay anormalidades mentales y físicas. A los 25 años, una mujer
tiene un riesgo de tener un bebé con síndrome de Down de 1 en 1250; a los 30
años, un riesgo de 1 en 952; a los 35 años, un riesgo de 1 en 378; a los 40 años,
un riesgo de 1 en 106; y a los 45 años, un riesgo de 1 en 30. Por eso, a partir de
los 35 años, es recomendable realizar pruebas prenatales para descartar la
presencia de síndrome de Down y otras anormalidades cromosómicas. Alrededor
del 95% de las mujeres que se realizan estas pruebas no presentan alteraciones
fetales. Si estas pruebas son normales y la madre es sana, entonces el riesgo del
bebé de tener malformaciones fetales es igual al de la población general.
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Cigarrillos durante la gestación
El tabaco promueve gran parte de las enfermedades no transmisibles: la
enfermedad cardiovascular, el accidente cerebro-vascular, distintos tipos de
cáncer (principalmente los de pulmón, laringe, esófago, vejiga, útero), la
enfermedad pulmonar obstructiva respiratoria y el enfisema pulmonar; pero en la
mujer que fuma, a todos estos peligros, hay que agregar los riesgos que el
tabaquismo implica para el embarazo e incluso para la concepción de un niño.
El cigarrillo es un problema aun antes de que la mujer quede embarazada: trae
varios problemas relacionados con la concepción. Principalmente, porque la
nicotina es una sustancia química que funciona como un potente espermicida, por
lo que muchas jóvenes que fuman en gran cantidad no pueden quedar
embarazadas. Sucede que el sulfato de nicotina es una sustancia muy tóxica, que
incluso es usado en algunos lugares como plaguicida.
Por otro lado, el cigarrillo en la embarazada favorece numerosos inconvenientes
de distinta gravedad, como el desprendimiento temprano de la placenta, la
muerte prematura del feto, el parto prematuro, el bajo peso del neonato y la
muerte súbita del lactante. Mientras algunos de estos inconvenientes implican
directamente la muerte del bebé en gestación, otros atentan contra la calidad de
vida futura del mismo, pues el parto prematuro y el bajo peso al nacer
comprometen la salud del recién nacido.
Humo femenino en aumento
A pesar de los serios riesgos que implica el cigarrillo para la salud de las mujeres,
junto con el riesgo de suscitar inconvenientes que puedan llevar a mal término el
embarazo, las damas cada día fuman más. Desde el año 1987, el índice de
mortalidad por cáncer de pulmón en mujeres (asociado fuertemente al
tabaquismo) es mayor que el cáncer de mama, y sigue creciendo, mientras que
los índices de cáncer de pulmón en varón se mantienen o disminuyen. Hay
diversos estudios que sugieren que el cigarrillo es más nocivo para la mujer que
para el hombre. Aparentemente hay una mayor sensibilidad en algunos
elementos genéticos característicos de la mujer, tal es así que se estima que un
paquete de cigarrillos que fuma el hombre equivale a 1,7 paquetes de cigarrillo
para la mujer.
Efectos del alcohol en los fetos
Cualquier cantidad de alcohol, por mínima que sea, puede poner en riesgo el
desarrollo del feto, produciendo deficiencias mentales y físicas. Las bebidas
alcohólicas penetran al feto a través de torrente sanguíneo de la madre. Los
daños se producen porque la mamá elimina dos veces más rápido el alcohol de su
sangre que el bebé, forzándolo a realizar una tarea para la cual sus órganos no
están preparados. Incluso el alcohol puede crear una reducción en el coeficiente
intelectual del bebé.
¿Qué es el Síndrome Fetal del Alcohol?
Es un grupo de defectos encontrados en el nacimiento. Los defectos son físicos y
mentales, resultado del consumo de alcohol durante el embarazo. Estos defectos
incluyen retraso mental, deficiencias en el crecimiento, malfuncionamiento del
sistema nervioso, anomalías en el cráneo, pliegue simiesco y desajustes en el
comportamiento.
Algunos síntomas no son obvios hasta que el niño cumple una edad entre tres y
cuatro años. El síndrome hace que el bebé tenga un crecimiento tardío, su
capacidad intelectual está menguada y tenga mayores probabilidades de fallecer
durante su infancia.
Un solo trago, ¿hace daño?
Muchas personas creen que el simple hecho de tomar una copa de vino en el
almuerzo, o en la cena, puede perjudicar de alguna manera al embrión. Según los
expertos, los organismos de cada persona son distintos y reaccionan de manera
diferente ante el alcohol. Algunas mujeres beben para combatir el estrés del
embarazo, para relajarse o en ocasiones especiales.
La solución: Educación
La solución no está en dejar de consumir alcohol cuando hay un conocimiento del
riesgo. Muchas veces el daño ya está provocado y no hay manera de corregirlo.
Según la Organización sobre el Síndrome Fetal de Alcohol, un 20% de los
nacimientos con defectos congénitos son por causa del consumo de licor. El apoyo
familiar, la compañía, un ambiente de armonía y la colaboración de quienes se
encuentren cerca de la madre, en el desarrollo de su embarazo, son un requisito
fundamental para evitar el riesgo de consumir alcohol.
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Ultrasonido del embarazo
Es un método por el cual se obtienen imágenes del feto, y los órganos pélvicos de
la mujer, durante el embarazo. El aparato de ultrasonido envía ondas sonoras de
alta frecuencia, las cuales reflejan las estructuras corporales creando una imagen.
Para realizar el examen se acuesta a la paciente y se aplica un gel conductor
transparente, a base de agua, en la piel sobre el área que se va a examinar para
ayudar a la transmisión de las ondas sonoras. Se mueve el transductor (una
sonda de mano) sobre el abdomen y la pelvis, siendo ésta la técnica
transabdominal convencional. Dado que se requiere que la vejiga esté llena para
obtener buenas imágenes, se le pide a la persona beber 2 ó 3 vasos de líquido
una hora antes del examen y no orinar antes de realizarlo.
Razones por las que se realiza el examen
Los rastreos se deben llevar a cabo en el primer trimestre para: confirmar un
embarazo intrauterino normal; determinar la edad del feto; descartar anomalías,
como embarazo ectópico o amenaza de aborto; evaluar la actividad cardíaca del
feto; determinar la presencia de embarazo múltiple; identificar anomalías en la
placenta, útero y otras estructuras pélvicas.
Los rastreos también se pueden realizar en el segundo y el tercer trimestre para:
determinar la edad del feto, crecimiento y posición; identificar malformaciones
congénitas; descartar embarazo múltiple; evaluar la placenta, el líquido amniótico
y demás estructuras de la pelvis.
Significado de los resultados anormales
Los resultados anormales del ultrasonido pueden ser causados por algunas de las
siguientes condiciones: embarazo ectópico; embarazo múltiple; muerte fetal;
anomalías en la posición del feto; malformaciones congénitas; retardo en el
crecimiento intrauterino; otras anomalías en los ovarios, útero y demás
estructuras pélvicas.
Consideraciones especiales
El rastreo de ultrasonido transvaginal se realiza mediante la colocación de una
sonda en la vagina. Este procedimiento con frecuencia complementa las técnicas
de ultrasonido convencionales, ya que ofrece un mejor detalle anatómico. Se
debe consultar al médico para determinar la técnica más apropiada para la
paciente.o
Preeclampsia
Es el desarrollo de inflamación, presión sanguínea alta y proteínas en la orina
durante el embarazo.
Causas:
La causa exacta de la preeclampsia no se ha identificado. Sin embargo, existen
numerosas teorías que comprenden causas genéticas, alimenticias, vasculares y
factores autoinmunes, pero ninguna de estas ha sido demostrada. La
preeclampsia se presenta en aproximadamente un 8% del total de los embarazos
y hay un incremento en el riesgo en los casos de primer embarazo, embarazos
múltiples, madres adolescentes, madres de avanzada edad, y mujeres con
antecedentes de diabetes, hipertensión o enfermedad renal.
Síntomas:
Hinchazón de manos y cara al levantarse; aumento de peso (más de 1 kilogramo
por semana); dolores de cabeza.
Nota: es normal que se presente algo de hinchazón en los pies y los tobillos
durante el embarazo.
Síntomas adicionales:
Disminución del gasto urinario; náuseas y vómitos; inflamación facial; presión
sanguínea alta; agitación; cambios en la visión (luces chispeantes en los ojos);
dolor abdominal.
Tratamiento:
El único tratamiento conocido para la preeclampsia es el parto. Sin embargo, si
éste pudiera ser prematuro, la enfermedad se puede manejar con reposo en cama
y realizar el parto tan pronto como el bebé tenga buenas probabilidades de
sobrevivir fuera del útero. Las pacientes con este problema generalmente se
hospitalizan, pero a veces se pueden tratar en forma ambulatoria con un
cuidadoso control de la presión sanguínea y del peso, además de exámenes de
proteína en la orina. Lo ideal es tratar de mantener bajo control esta enfermedad,
hasta que se pueda lograr un parto después de 36 semanas de embarazo.
Complicaciones:
La preeclampsia puede progresar a eclampsia, es decir presencia de convulsiones.
Las complicaciones fetales se pueden producir por lo prematuro del parto.
Prevención:
Aunque actualmente no se dispone de métodos de prevención, es importante
para todas las mujeres embarazadas obtener atención prenatal temprana y
continua. Esto permite el reconocimiento y tratamiento tempranos de condiciones
como la preeclampsia.
Sangrado vaginal durante el embarazo
Es cualquier tipo de sangrado vaginal durante la época del embarazo. Hasta el
10% de las mujeres lo tienen finalizando el embarazo y se hace aún más común
cuando se esperan mellizos. Para ayudar a prevenir un aborto espontáneo y otros
problemas de sangrado durante el embarazo, se deben evitar: el cigarrillo, las
drogas de cualquier tipo y el alcohol; consumir una dieta balanceada y hacer
chequeos médicos con regularidad. Todo episodio de sangrado vaginal en
cualquier momento del embarazo se debe notificar siempre al médico.
Causas comunes:
El sangrado vaginal durante los 3 primeros meses del embarazo puede ser un
indicador de aborto espontáneo y por lo tanto se debe acudir al médico
inmediatamente. Cuando el sangrado vaginal se presenta del cuarto al noveno
mes del embarazo, podría ser ocasionado por un aborto natural o ser un indicador
de una ubicación anormal de la placenta, como es el caso de la placenta previa o
desprendimiento prematuro de placenta. Un embarazo ectópico es aquél que se
desarrolla fuera del útero, usualmente se presenta con sangrado vaginal súbito y
dolor abdominal severo.
Cuidados en el hogar:
El médico debe evaluar cualquier sangrado que se presente durante el embarazo.
Se recomienda no consumir ningún tipo de medicamento sin previa autorización
médica, evitar las relaciones sexuales hasta cuando se conozcan los resultados, e
ingerir sólo líquidos si el sangrado y los cólicos son severos. Cuando ocurre un
aborto espontáneo, es normal que se presente un sangrado vaginal en pequeña
cantidad que dura hasta 10 días. Se debe evitar el uso de tampones durante 2 ó 4
semanas, y esperar a que se presenten 2 ó 3 ciclos menstruales normales antes
de intentar un nuevo embarazo. Si los sangrados vaginales son ocasionados por
placenta previa, se debe ir inmediatamente al hospital. El reposo en cama en el
hospital es obligatorio por lo menos hasta que desaparezca el sangrado. Si éste
se presenta en una fase muy cercana al parto o si es persistente, es posible que
se deba realizar una cesárea. En caso de que el sangrado sea el resultado de un
embarazo ectópico, es muy factible que haya necesidad de extirpar el óvulo
fecundado que se está desarrollando y de controlar la hemorragia interna.
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