LA RESPONSABILIDAD DEL CREYENTE

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LA RESPONSABILIDAD DEL CREYENTE
TEXTO: San Mateo 26; 20-29
PREDICADOR: Samuel David Mejia.
“Cuando llego la noche, se sentó a la mesa con los doce. Y
mientras comían, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me
va a entregar. Y entristecidos en gran manera comenzó cada uno
de ellos a decirle: ¿soy yo Señor? Entonces respondiendo dijo: el
que mete la mano conmigo en el plato ese me va a entregar, a la
verdad el Hijo del Hombre va según esta escrito de él, mas Ay de
aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado,
buenote fuera a ese hombre no haber nacido, entonces
respondiendo Judas, el que le entregaba, dijo: ¿soy yo maestro?
Le dijo: Tú lo as dicho. Y mientras comían, tomó Jesús el pan y
bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: tomad, comed;
esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias,
les dio, diciendo: Bebed de ellos todos; Por que esto es mi sangre
del nuevo pacto, porque por muchos es derramada para remisión
de los pecados. Y os digo que desde ahora no beberé más de este
fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros
en el reino de mi Padre”.
Por creyente entendemos al que cree y a confesado creer, porque
no es solamente al que cree, sino por creyente entendemos al que
cree y a confesado creer. Porque hay quienes creen, pero
secretamente, y el Señor nos dice en su Palabra que para ser salvo
hay que creer en nuestro corazón y confesar con nuestra boca,
que Jesucristo es el Señor y que Dios el
Padre
levanto
a
Jesucristo de entre los muertos.
Hay gente que no se identifica como creyente, ellos se identifican
como simpatizantes; van a la iglesia, les parece hermoso como
cantan los hermanos, magnifico tal vez como predica el pastor.
Usted sabe que cada uno se acomoda donde el Señor le lleva.
Todas las personas que vengan aquí no se van a sentir cómodas
oyendo predicar al pastor que esta de turno, pero las personas que
están, dirán: «me gusta allí porque entiendo».
Bueno todo esto puede ser cierto, pero hay gente que solo lo hace
así, vienen y dicen: «me gusta allí, estoy cómodo», pero nunca
confiesan abiertamente con su boca, ni con hechos, que son
creyentes en el Señor Jesucristo y que han decidido poner sus
vidas todas en las manos del Señor. Así que es un llamado de
atención, un llamado de alerta para que todas las personas que
realmente entienden lo que es la salvación y se dan cuenta lo que
el Señor ha hecho por ellos tomen decisiones firmes con Dios.
Porque en este comino no se puede caminar como un
SIMPATIZANTE, en este camino debemos caminar como lo que
verdaderamente somos: CREYENTES EN EL SEÑOR, HIJOS
DE DIOS POR LA GRACIA DE JESUCRISTO.
Todo creyente tiene responsabilidades, este no es ese camino, que
algunos identifican por tener una Biblia. Hoy día es muy común
que a causa de los problemas y de las dificultades en nuestra
sociedad actual la gente tenga una Biblia, antes decían que el que
leía la Biblia era una persona que se volvía loca, hoy es diferente.
Encontramos que en las mueblerías y en los almacenes mismos
venden unos pulpitos o unos atriles pequeños, para poner en la
sala. Los almacenes los venden ya listos y allí en la librería
venden la Biblia y la gente le compra, la ponen en una partecita
de la sala, abren esa Biblia en el salmo 91; la gente se enorgullece,
yo tengo una Biblia en mi casa, tal vez nunca la halla leído y la
pagina donde la tiene abierta este amarilla, pero a lo menos
encuentro que algunas personas en sus oficinas tiene un nuevo
testamento en sus escritorios, los he visto con Biblias en el
escritorio, y todo eso pues ya es un gran avance, pero yo quiero
decirles que este camino, no es así, no se identifican con los que
algunos piensan; que es un camino donde yo todo lo recibo, pero
nada doy. No, aquí en este camino, cuando realmente tenemos a
Cristo, cuando realmente somos creyentes y cuando de verdad
somos salvos, recibimos muchas cosas, pero tenemos
responsabilidades delante de Dios, la gente usa la Biblia abierta
en el salmo 91, para que el salmo 91 los guarde, pero déjeme
decirle que el salmo 91 no los va a guardar, aunque algunas
personas dicen: «No, hermano explíqueme», mire el salmo 91;1
dice: “El que habita al abrigo del altísimo, morara bajo la
sombra del omnipotente”, así que el salmo 91 no lo va a guardar
usted tiene que abitar al abrigo del altísimo para que pueda morar
a la sombra del omnipotente. Tiene que hacer lo que dice el salmo
91 y el Señor le va a bendecir.
Así que muchas personas tienen la Biblia, para que ella los
guarde, para que la Biblia se vuelva un canal que reciba todas las
bendiciones del cielo y las deje ir derechito a la sala de su casa, o
derechito al escritorio de su oficina, para que venda más, para
que trabaje más, para que haga esto o para que haga aquello, y
hay personas que lo mandan llamar a uno y le dicen: «pastor,
venga ore por mi negocio, para que yo venda, haber pastor venga
ore para que pueda hace este negocio; tremendo, yo algo le doy a
la iglesia» y así sucesivamente, muchas personas tienen el camino
del Señor como el “el club” de lo recibo todo, pero no es eso, hay
responsabilidades.
En el capitulo que hemos leído, el Señor está enfrentando a los
discípulos, con unas de las situaciones más trascendentales, y es
el momento cuando se decide la suerte de la humanidad, usted
sabe que sin el Señor Jesucristo no hay salvación, y sin el Señor
Jesucristo la humanidad entera está perdida, no importa lo que
digan los demás; hay quienes se burlan y dicen que hoy en día
hay que resurgir de la religiosidad en este siglo XXI. Los que
opina a través de los medios masivos de la comunicación, ya sean
hablados o escritos están tomando como burla y dicen que tal vez
será por el fin del siglo, que las personas como una avalancha han
vuelto otra vez a sacar las Biblia, a leer y a creer, y se abren
muchas iglesias y viene mucha gente. Yo le voy a decir algo: ¡No
importa lo que ellos digan, usted sírvale a Dios! Pero aquí se
estaba definiendo la suerte de la humanidad, sin el Señor
Jesucristo, aunque la gente se burle, la humanidad esta perdida,
podrá enviar mas chatarra al espacio en forma de satélites, podrán
inventarse hacer una ciudad de chatarra en la luna, podrán
inventarse como la agencia japonesa que ella esta vendiendo
pasajes a la luna, para vacaciones por tantos días y tantas noches
en le trasbordador espacial, un viaje único, hay quienes ya han
anunciado que reservan su vuelo, la gente podrá hacer un barco
como el que acaban de bautizar en New York; el gran Princess, un
barco de 290 metros de largo; tres cuadras de largo, con cancha
de golf, discoteca, 3 piscinas, 1300 camarotes, las suites de lujo
tiene 150 metros cuadrados, la más sencilla tiene 55 metros
cuadrados, la intermedia tiene 90 metros cuadrados, cuando yo
digo de suites digo el apartamento de lujo que lleva ahí, lleva para
1300, es una inmensidad, tiene la altura desde lo que sobre sale
de la superficie hasta lo alto de 20 pisos , lo que mide un edificio
de 20 pisos, una cosa increíble. La gente podrá hacer lo que
quiera e inventarse lo que quiera, hagan lo que sea, pero sin
Jesucristo la humanidad esta perdida, sin Jesucristo la humanidad
esta perdida, no importa lo que la gente diga, no importa lo que la
gente haga, la condición del corazón del ser humano sigue siendo
la misma condición, así que aquí se estaba definiendo la suerte de
la humanidad, y ahí mientras se esta definiendo esto, juega un
papel muy importante un personaje, porque el Señor Jesucristo
mientras comían les dijo: “uno de ustedes me va ha entregar” y
cada uno de ellos triste de una manera muy grande comenzaron a
decirle ¿Soy Yo Señor? Cada uno, eran doce y cada uno le
presentaba ¿Soy Yo Señor? Y el Señor no quiso decir nombres,
porque si hubiera dicho nombres se resuelve el problema de otra
manera. Pedro saco la espada unas horas más tarde, si el Señor
hubiera dicho el nombre en la mesa también hubiera sacado la
espada, pero recuerde que estamos hablando de la responsabilidad
del creyente, cada persona debe tener conciencia propia para
poder vivir su vida para Dios, y nadie puede esperar que va a vivir
para Dios porque otro le dice, lo lleva, lo empuja, lo trae de la
mano, no Señor. Cuando usted entrega la vida a Cristo y usted se
convierte en un hijo de Dios, usted tiene que saber para donde va,
usted tiene que saber de donde viene, tiene que saber que es lo
que necesita hacer, y tiene que saber que si no camina para Dios
se pierde usted mismo, porque nadie puede tener un pastor las 24
horas del día para el solo, a nadie pueden estar cuidando a la hora
que se va para el trabajo, nadie puede estar esperando que en la
casa van a poner una grabadora o un video para que lo filmen a
ver que es lo que hace, todos debemos que saber que en este
camino hay RESPONSABILIDAD. ¿Queremos servirle a Dios?
Seamos responsables, ¿queremos caminar con el Señor? Seamos
responsables.
Hay gente que a ratos camina y a ratos no caminan, pero el Señor
no dijo nombres aquí, uno de vosotros me va a entregar, ¿Quién
es Señor? Y Él no dijo nombres; el Señor lo deja a la conciencia
del que lo va a entregar, el solamente dijo: “el que meta su mano
conmigo en el plato” y nadie se dio cuenta a que horas fue,
porque todo el mundo en ese tiempo y en esa cultura, no servían
como ahora uno sirve, las mesas eran diferentes y la forma de
comer era diferente, yo no se si usted ha pensado en eso, pero
toda la gente no come como usted come, yo he visto personas
orientales que comen con dos palitos, increíble, pero así comen, el
arroz, la ensalada, comen todo con dos palitos, agarran dos palitos
con la mano y los maneja a las mil maravillas y con eso cogen
todo lo que ellos necesitan, son dos palitos mas o menos, así de
largo como un lápiz, y delgado, con una media punta que tienen y
con eso lo manejan a las mil maravillas, uno siempre cree que va
a llegar a todas partes y va ha encontrar tenedores de los que usted
y yo utilizamos, ellos las hacen, pero no las mandan a nosotros
porque a ellos no les gustan.
Yo he visto otras personas que no comen ni con tenedor, ni con
ninguna clase de cubiertos, ni con palitos, comen con la mano y el
Señor dijo: “el que mete la mano conmigo en el plato”, hay
muchas cosas que tal vez uno necesita saber, para entender por
que razón no se dieron cuenta quien era, porque si hubiera servido
como nosotros, todo el mundo se da cuenta, cuando uno solo
viene mete la mano en el plato del otro. Pero nadie se dio cuenta
¿por qué? Porque la manera de comer de ellos era diferente a la de
nosotros, entonces nadie se dio cuenta, cuando este caballero
metió la mano en el plato, porque ellos servían ciertas cosas en
común y había que meter necesariamente la mano en un plato.
Usted dirá: ¿Por qué el Señor dijo eso? Porque el Señor esta
dejando a la conciencia y a la responsabilidad de esta persona, el
hecho de que si quiere hacer las cosas para la gloria de Dios o si
quiere perderse y aquí todos nosotros somos llamados a servirle a
Dios, pero nadie puede andar detrás suyo cuidándolo, usted
mismo tiene que ponerse en las manos del Señor, usted con el
Señor para que así sea guardado para Dios. Hay gente que para
venir al culto espera que vaya pasando un hermano recordándole:
«Hermano hay culto»,
que el Pastor este diciéndoles:
«hermanitos por favor vengan temprano, hermanito hay culto,
hermanito hay ayuno». Hay personas que si uno no los llama y no
los visita, no vuelven y cuando unos los visita: «Ay hermano le
extrañaba mucho, hace quince días no venía, ya me había sentido
un poco mal, pero dije vamos a ver si el Pastor vuelve, porque yo
por ahora estoy desalentado de ir a la casa del Señor».
Pero el Señor dijo; el que meta la mano conmigo en el plato y
ninguno se dio cuenta, por la manera como comían ellos, por la
manera en que servían a la mesa. Mire el Señor conoce su
corazón y el mío, yo puedo estar haciendo algo que no esta de
acuerdo a la volunta de Dios y nadie mas se va ha dar cuenta a
menos que el Señor en su infinita misericordia y gracia y porque
lo ame mucho, quiera sacarlo a la luz, públicamente, pero eso es
muy raro, como el caso de Anaias y Zafira por amor al resto del
pueblo el Señor saco eso a la luz pública, pero usted puede estar
haciendo cosas, pero el Señor no le va a decir con nombre propio
delante de todos: «oye tu que lo estas haciendo», cuando el Señor
lo cree necesario lo hace, porque lo a hecho y la Palabra tiene
ejemplos, pero no es esa la manera como el Señor quiere que
vivimos para Él, el Señor quiere que halla responsabilidad en el
corazón de cada creyente.
Cuando el Señor dice: “el que meta su mano conmigo en el plato
ese es”, y luego hace una aseveración que es tremenda, y dice: “A
la verdad el Hijo del Hombre va según esta escrito de Él, más ay
de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado,
bueno le fuera no haber nacido”.
Eso es importante, la gente que comete sus faltas delante de Dios
sabe que el Señor es real, pero si le falta responsabilidad no se da
por entendido, y el Señor que esta diciendo aquí es; si usted lo
hace, usted es responsable de lo que le pase. Porque a veces uno
oye la Palabra una vez, dos veces, tres veces, cuatro veces, aquel
hombre que iba a entregar al Señor sabia porque el acababa de
negociar, pero el no dijo nada, no dijo perdón, no dijo lo siento,
sencillamente siguió su camino y el Señor dijo: “ay de aquel por
quien el Hijo del Hombre es entregado, bueno le fuera no haber
nacido.” Lo peor que le puede pasar a una persona que conoce a
Dios, su Palabra y este camino de salvación, es perderse después
de haber tenido la salvación en su mano, por eso el Señor dice:
“bueno le fuera no haber nacido”, porque ese aparte de pederse
va a llevar en su conciencia el peso grande de haberse metido con
el Hijo de Dios, pero suponiendo usted no va a entregar al Señor,
porque el Señor fue entregado una sola vez y fue a la cruz una
sola vez, pero esta Palabra sigue vigente, cuando uno se pierde es
mejor que nunca hubiera nacido de nuevo, si ya nació de nuevo y
se pierde, es mejor que no hubiera nacido de nuevo. ¿Sabe por
qué? Porqué le va a doler más, lo va a lamenta más, va a llorarlo
más. El que nunca ha tenido nada se puede quejar de no haber
tenido nada, pero el que ya tuvo y no tiene no solamente se queja
si no que llora por lo que tuvo y ya no existe. Así que hay que
cuidar lo que Dios nos ha dado.
“Entonces respondiendo Judas el que le entregaba dijo: ¿soy yo
maestro?, y Jesús le dijo: Tu lo as dicho.” Y nadie se dio cuenta,
porque aquí en este pasaje el Señor habla de tal manera que
solamente el interesado se da cuenta, los demás no se percatan; en
otra parte del los evangelios dice que ellos creían que le estaba
diciendo que fuera y comprara las cosas que eran necesarias,
porque el era el tesorero, el que llevaba el dinero, este mismo
pasaje en otro evangelio, dice que ellos no entendieron y creyeron
que el Señor les estaba diciendo acerca de compras, pero él si
entendía, el problema nos es si los demás entienden, el problema
es que yo le entienda a Dios, que yo quede claro en mi relación
con Dios. Todos los demás pueden dejar al Señor, pero usted no
tiene absolutamente nada que mirar, usted tiene que saber si le
esta entendiendo al Señor, todos los demás pueden voltearle la
espalda al Señor Jesucristo y pude ser que no entiendan, pero
usted que entiende, usted tienen una responsabilidad.
Y entonces dice que mientras comían, Jesús tomo el pan lo
bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos y dijo: “tomad, comed
esto es mi cuerpo.” En la iglesia hay algo muy hermoso, es el
momento que se participa de la Santa Cena, aunque algunos lo
hacen como un rito religioso, en ese momento estamos
recordando que el Seño entrego su cuerpo; su cuerpo fue partido
por usted, molido por usted, molido por mi, el Señor fue a la cruz,
y le arrancaron con cada latigazo pedazos de su piel y de su carne,
porque el castigo con látigo que daban los soldados romanos no lo
daba cualquiera, tenían un verdugo especial y el látigo tenía
amarrado unas pequeñas bolitas metálicas, que no eran totalmente
redondas eran deformes y cuando caían arrancaban pedazos de
carne, cada latigazo dejaba la persona maltrecha, desecha, y la
Palabra de Dios dice que ellos le azotaron con esos látigos y su
espalda fue destrozada, y por eso el Señor aquí estaba diciendo:
“este es mi cuerpo que por vosotros es partido”, cada latigazo
arranco un pedazo, usted y yo tal vez no lo entendamos en su
totalidad, usted y yo tal vez no lo hemos visto, pero para que
usted tenga uno idea, dice la Palabra de Dios que mientas el Señor
llevaba la cruz por el camino que salía de Jerusalén hacia el
Gólgota, dice que las mujeres de Jerusalén que eran piadosas y
estaban a la orilla del camino mirando, lloraban al verlo, ellas
lloraban de cómo estaba, la forma como lo golpearon con los
látigos y le arrancaron los pedazos y de cómo la sangre corría,
porque la sangre empezó a correr desde antes de la cruz; la sangre
empezó a correr en el momento que al Señor le pusieron una
corona de espinas, y con una vara le daban sobre esa corona y las
espinas se enterraban en su sien, de ahí comenzó la sangre y los
látigos sacaron más sangre y luego que ya estaba desecho y sin
fuerzas lo pusieron a llevar la cruz y dice la Palabra que buscaron
a alguien que le ayudara, porque ya era imposible, después de
haber sido azotado y de esta derramando sangre, ellos mismos;
los soldados vieron que era demasiado fuerte llevar la propia cruz
y consiguieron un hombre, Simón de Cirene para que le ayudara a
llevar la cruz, mucho se a dicho de la raza negra, el color de la
piel para algunos es importante, pero yo quiero decirles que el que
tuvo el privilegio de llevar la cruz del maestro era un hombre de
raza negra, era de Cirene. Y a este lo obligaron a que llevara la
cruz y el maestro fue botando sangre todo el tiempo, y por eso la
Palabra del Señor dice aquí que el Señor partió el pan y les dio, y
les dijo: “tomad comed este es mi cuerpo”, y en el libro de 1
Corintios explica y dice: “este es mi cuerpo que por vosotros es
partido”, por eso hay que tener una gran responsabilidad, porque
nuestra salvación no es cuento, no es que el pastor habla bonito y
convence, nuestra salvación fue comprada por el Señor Jesucristo
con su sacrificio.
“Luego tomo la copa y habiendo dado gracias, les dijo bebed de
ella todos, porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por
muchos es derramada para remisión de los pecados”, o sea para
el perdón de los pecados. La sangre del Señor salio toda, el Señor
no entrego su espíritu sin haber derramado su sangre, toda la
sangre la derramo el Señor, porque la Palabra dice que al final,
cuando el entrego el espíritu, un soldado romano para asegurarse
que el maestro realmente estaba muerto tomo una lanza y con la
lanza le abrió el costado, la enterró y la movió y dice que salio
agua con sangre, ya no quedaba sangre. El derramo su sangre por
usted y por mi, hizo un sacrificio total, por eso estamos hablando
de la responsabilidad del creyente y estamos hablando para que
cada persona se haga conciente de lo que el Señor hizo por usted
y por mi. Cuando nosotros hablamos de la sangre, de la violencia,
a todos nos impresiona, pero ninguno ha derramado su sangre,
como la derramo el Señor; sin haber hecho pecado, sin haber
merecido el castigo, simplemente porque quiso llevar el castigo
suyo y mío, solamente para que no fuéramos castigados, por eso
el Señor derramo su sangre. Porque el Señor lo ama a usted y me
ama a mi, derramo su sangre así. La Palabra dice que al ponerlo
en la cruz, le quitaron la ropa, se la rifaron entre los soldados y al
Señor lo subieron allá, en su cuerpo se veían las heridas y la
sangre se veía correr, pero gracias a Dios que nos amo tanto que
dio a su Hijo para que muriera por usted y por mi.+
Así esta vida sea difícil, así los momentos sean complicados, así
las crisis que enfrentemos nos hagan pensar una y dos veces, pero
recuerde que el Señor lo hizo por usted y por mi. No hay porque
volverle la espalda al Señor. Hay personas que decimos: «no vine
al culto porque tenia pereza», «hoy no ore porque me sentía sin
deseo» o decimos: «yo hace como un mes que ni soy sal ni soy
azúcar» « ¿y qué le pasa hermano?» «No se, he estado pensándolo,
y no se si de verdad vale la pena o no seguir a Cristo». Hay que
tener responsabilidad, su papá no viene, usted no es salvo por su
papá, su esposo no viene, usted no es salvo por su esposo, su
esposa no viene, usted no es salvo por su esposa, que a la gente
del barrio no le gusta, la gente del barrio no lo salva a usted, que a
mi familia no le cae bien el evangelio, que a la novia no le cae
bien el evangelio, que al novio no le cae bien el evangelio,
ninguno de ellos, ni a hecho, ni podrá hacer, lo que el Señor a
hecho por usted. Y si alguno de ustedes fuera botado de su hogar,
porque muchas personas han sido botadas del hogar, olvidados
por la novia, conozco personas que vinieron a Cristo, y la novia
les dijo búscate otra que yo no me caso contigo, no importa, si la
novia ya no lo quiere más, ya no quiere que usted sea salvo, si no
que se valla al infierno, dígale: pues con mucho dolor de mi alma,
pero para atrás no se puede, solo el Señor me a dado la salvación,
si lo botan de la casa diga lo que dice la Palabra: “Aunque mi
padre y mi madre me dejan con todo Jehová me recogerá.”
Lamentablemente hay personas que se olvidan de esto. Pero a
usted no se le olvidara de esto; el Señor a hecho por usted mucho
más de lo que usted se merece, el Señor a hecho por mi mucho
más de lo que yo me merezco. Vamos a decirle al Señor ayúdame
a mantenerme en mi responsabilidad como hijo tuyo.
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