¡Es el género, estúpido! Viernes, 09 de Noviembre de 2007 09:24 A la hora de intentar impactar en las relaciones de género en la sociedad, es quizás Presidenta Bachelet quien ha llegado más lejos. la Artículo escrito por María de los Ángeles Fernández Directora Ejecutiva Fundació n Chile 21 Publi cada el 10/2007 Revista Foro Chile 21 . . Hace algunos años, Pippa Norris y Ronald Inglehart escribieron un artículo en que, luego del atentado a las Torres Gemelas en Nueva York, contradecían la tesis de Huntington según la cual la brecha entre Occidente y Oriente se originaba por la ausencia de valores compartidos los que, combinados, generaban la democracia. Para ambos autores, las evidencias más recientes revelaba n un consenso sorprendente entre las sociedades árabes y occidentales en lo relativo a la democracia, considerada como la mejor forma de gobierno. Era otra la línea divisoria, a su juicio, entre ambos mundos: la igualdad de género. . La brecha era profunda por el tradicionalismo de las primeras con relación al rol de la mujer, y tendía a profundizarse porque las nuevas generaciones, e n occidente, 1 / 10 ¡Es el género, estúpido! Viernes, 09 de Noviembre de 2007 09:24 se comportaban de forma crecientemente más liberal en estos temas mientras que el mundo musulmán se resistía a los cambios. . Siguiendo un razonamiento similar, no es del todo descabellado afirmar que uno de los fenómenos que enfrenta el gobierno de Michelle Bachelet que, conviene recordar, forma parte de las únicas dieciocho mujeres que han dirigido o dirigen países hasta el momento, tiene que ver con el género o, dicho de otra forma, con el machismo entronizado en ciertos sectores de la clase política. No es ésta una acusación emitida por feministas afiebradas. Eduardo Dockendorff, ex ministro del ex Presidente Lagos, ha indicado que la Presidenta ha debido enfrentar la "masculinocracia" o "machistocracia", usado indistintamente. Gutenberg Martínez no ha trepidado en expresar ideas parecidas y hasta el senador Alejandro Navarro reconoció, aunque un poco tarde y cuando ya había sido removida del cargo, que la ex ministra de la Secretaría General de la Presidencia y primera mujer que ingresaba en la historia al "core" del comité político, Paulina Veloso, también lo había vivido, y muy particularmente por parte de los parlamentarios de su propio partido. Como contracara, el factor de género también pudiera cumplir un rol inhibidor de la crítica política: más de alguno se autocensurará porque no quiere ser acusado, cuando menos de políticamente incorrecto, cuando no de machista. Adicionalmente, no faltan los que creen que la persistencia presidencial en impulsar una Agenda de Género distrae de los problemas más urgentes que enfrenta el país, tal como lo expresó con su natural desparpajo el presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín. Como siempre, de acuerdo a estas apreciaciones, el género es algo secundario, subsidiario y que puede esperar para una mejor ocasión. . 2 / 10 ¡Es el género, estúpido! Viernes, 09 de Noviembre de 2007 09:24 Podría pensarse que el género como fuente de los dilemas que enfrenta el gobierno es, no sólo una simplificación, sino poco riguroso. Sin embargo, el género importa y mucho. Los estudios que se han realizado sobre liderazgos presidenciales femeninos plantean que uno de los aspectos que puede servir para evaluar el legado dejado por las mujeres que han dirigido sus respectivos países es el efecto que su mandato al frente del gobierno tuvo en relación a las definiciones del género de su sociedad. Así lo plantea Genovese , quien añade que si el género en sí afecta al estilo o a la esencia de la toma de decisiones, lo más probable es que se haga evidente a través del estudio de aquellas mujeres que ocupan los cargos más altos. . Está claro que, en nuestro contexto, los actores políticos enfrentan un importante desafío por cuanto todavía es una rareza que una mujer encabece una institución tradicionalmente androcéntrica como es la presidencia. Es conveniente, además, recordar que Chile no se encuentra en el limbo del cambio cultural. Si observamos la última versión de la Encuesta Mundial de Valores para Chile, al año 2006, arroja que nuestro país se ha desplazado, desde 1990 a la fecha, desde el cuadrante más pobre y más tradicional, abandonando el cuadrante más pobre, pero continuando en el más tradicional. Si bien todavía tiene un nivel precario de bienestar material, éste es mejor que el que tenía hace 16 años y continúa con un sistema de autoridad mayoritariamente tradicional, en que la autoridad jerárquica disminuye levemente y sigue predominando como determinante del comportamiento. Lo más contrastante es 3 / 10 ¡Es el género, estúpido! Viernes, 09 de Noviembre de 2007 09:24 que, si bien Chile se transforma económicamente rápido, las transformaciones culturales van a paso de hormiga y se señala que se necesita, al menos, tres décadas para llegar a tener los valores que hoy se identifican con una sociedad moderna. Chile se caracteriza, entonces, y según este importante estudio, por un desfase entre el desarrollo económico y el cultural. . Por tanto, no era de extrañar que se abriera la "Caja de Pandora" de los sesgos y estereotipos desde la primera hora del gobierno. Es cosa de revisar las columnas de los analistas políticos durante el año 2006. Son reveladores, no sólo de los parámetros masculinos para evaluar el ejercicio del poder, sino de abierta animadversión en algunos casos. ¿Cómo entender, si no, que ya se pretendiera evaluar el impacto de la conformación paritaria del gobierno a tres meses de instalado?, ¿sobre la base de qué indicadores?, ¿cómo asimilar que el eje de evaluación del primer año de gestión fuera el concepto de autoridad, centrándose de forma interesada lo que supuso el impacto del movimiento de los secundarios e ignorando otros hitos como cuando la Presidenta Bachelet se negó de manera determinante a avanzar con el proyecto del puente sobre el canal de Chacao o cuando resolvió eficazmente la manera de enfrentar los funerales del general Pinochet?, ¿cómo no preocuparse cuando la prensa evalúa con negatividad las contingencias no previstas que ha tenido que enfrentar tales como el citado movimiento, casos de corrupción que preceden de administraciones anteriores o conflictos en el mundo laboral, cuando lo cierto es que ha reaccionado con flexibilidad y adaptación, al punto de tener que cambiar lo que era una de las características de su gabinete, las caras nuevas, incorporando a exponentes más experimentados y maduros, y reaccionando con la creación de comisiones que son un procedimiento aceptado políticamente de diálogo social y de resolución de las diferencias? Un doble estándar sorprendente es el que evidencia la siguiente evaluación: el que 4 / 10 ¡Es el género, estúpido! Viernes, 09 de Noviembre de 2007 09:24 Ricardo Lagos haya sido el Presidente que, comparativamente, más mujeres nombró en su gabinete, colocando a dos en ministerios de tradicional adscripción masculina (Defensa y Relaciones Exteriores) fue interpretado como un gesto de "audacia". Sin embargo, el que la Presidenta Bachelet haya nombrado un gabinete paritario es interpretado como un "gustito" personal o como la introducción de un criterio que va en desmedro de la integración de los más capaces. . El género, al final del día, parece impregnar todas las variables de análisis. Patricia Lee Sykes-' advierte que, cuando se estudia el liderazgo político femenino no basta con añadirlo a la lista usual de otras variables tales como contexto, estilo, psicología, trayectoria y programa político. El factor género pudiera llegar a impregnar todo lo demás. Esto se revela, por ejemplo, cuando se habla de "Dama de Hierro" para caracterizar un cierto tipo de liderazgo femenino sin averiguar previamente el origen del término. Fueron organizaciones dominadas por hombres las que diseñaron la etiqueta y continuaron haciendo que ésta circulase ampliamente hasta acuñar una fórmula en la que la fuerza y la determinación, cuando es ejercida por una mujer, se transforma en rigidez y falta de sensibilidad. O cuando descubrimos que la mayoría de los informes sobre Margaret Thatcher resulta de fuentes secundarias que se nutren de memorias y revelaciones de quienes fueron sus ministros. Lee Sykes concluye que, como resultado, la mayor parte de las historias sobre Margaret Thatcher y su gabinete revelan más sobre sus fuentes que sobre el sujeto de estudio. Lo cierto es que la "manera de ser" de Margaret Thatcher a cargo del país no parece ser el modelo a seguir por otras mujeres dirigentas quienes más bien tienden a rechazarlo, consciente o inconscientemente. 5 / 10 ¡Es el género, estúpido! Viernes, 09 de Noviembre de 2007 09:24 . A la hora de intentar impactar en las relaciones de género al interior de la sociedad, es quizás la Presidenta Bachelet quien ha llegado más lejos. Al leer sus discursos del primer año, el género aflora en los más diversos ámbitos, no sólo en el político. Aunque ella ha logrado poner en evidencia los obstáculos que experimentan las mujeres que quieren desarrollar una carrera política al nombrar un gabinete paritario, con conformación equilibrada de hombres y mujeres (en una proporción de sesenta y cuarenta), resulta impresionante hasta para un observador/a externo el diseño de una Agenda de Género que aborda temas tales como la inserción de la mujer en el trabajo, el acoso sexual y el régimen matrimonial, entre otros. Nadie, hasta el momento, no sólo en Chile sino a nivel mundial, había tematizado el género de esta forma ni había sacado la cara por las mujeres de manera tan evidente. Su Agenda Mujer tiene, por objetivos prioritarios, según lo informado en "Chile 2007-2010. La Agenda del Bicentenario. D ocumento de Trabajo", los siguientes: - Mismo trabajo, mismo trato. Castigo a la violencia contra las mujeres. Más protección y mejor calidad de vida para las jefas de hogar y sus familias. Salas cuna para mujeres con trabajo: hijas e hijos bien cuidados. Derecho a una pensión digna. Mayor igualdad en el matrimonio. Mayor participación. 6 / 10 ¡Es el género, estúpido! Viernes, 09 de Noviembre de 2007 09:24 La Agenda de Género del gobierno de la Presidenta Bachelet es temáticamente completa y, yendo más lejos, con la conformación de un gobierno paritario, desafió -al menos simbólicamente- la estructura de poder patriarcal que tan bien está entronizada en la arena política. Ya por este hecho, no es arriesgado afirmar que el liderazgo de Michelle Bachelet puede ser catalogado de transformacional dado que se plantea que dicho tipo de liderazgo es aquel que impulsan los líderes que tratan de cambiar a los ciudadanos, sus estados, sus sociedades y las relaciones entre ellos. Se trata, en definitiva, de la capacidad para crear nuevas dimensiones, distanciándose de la tradición y abriéndose a nuevos caminos. Por ejemplo, se señala que Margaret Thatcher impulsó un liderazgo de este tipo, pero no incluyó la posibilidad de transformar el Estado y la sociedad en un sentido que suponga un avance de los temas de género. Gro Harlem Bruntland estaría más cerca del parámetro transformacional ideal por cuanto, no sólo aprovechó la oportunidad para poner en práctica sus principios feministas y colocó a muchas mujeres en cargos de importancia sino que también promovió la preocupación por el medio ambiente. . Bachelet se acerca más a este perfil. Sin embargo, surge una legítima pregunta relativa a la eficacia en el logro de esta agenda porque, aunque e s altamente probable que la vida de las mujeres mejore sustantivamente durante su mandato, como no hubiera sucedido con un hombre a la cabeza del gobierno, las posibilidades de desempeño de las mujeres como colectivo se evaluará a la luz de su 7 / 10 ¡Es el género, estúpido! Viernes, 09 de Noviembre de 2007 09:24 propio comportamiento como Presidenta. Esto se debe a que, todavía, la mujer carece de una subjetividad autónoma y diferenciada, tal como señala Camps 4 . De acuerdo a esta autora, las mujeres constituimos un colectivo, es decir por encima de las diferencias que se dan entre una y otra, está la diferencia genérica que las une a todas. De los hombres, se da por supuesto que son ellos los que sobresalen. El género no los distingue para nada. Con las mujeres, ha sido distinto. Genovese también lo plantea sin tapujos cuando señala que aquella mujer líder a la que se considera muy eficaz contribuye a derribar los estereotipos negativos; en cambio, el hecho de considerar que una dirigente ha fracasado puede reforzar estos estereotipos. Aunque nos cueste reconocerlo, Transantiago les ha venido como anillo al dedo a los comentaristas sesgados así como ha sido la peor pesadilla para las mujeres que aspiran a que, gracias al actual gobierno, el salto numérico de las mujeres en distintos ámbitos de la vida pública fuera considerable. Sin embargo, observamos datos paradójicos: a pesar de los adversos resultados de las encuestas de opinión conocidas últimamente, algunas de las cuales merecen todo tipo de reparos metodológicos, esas mismas encuestas sitúan a Soledad Alvear como la líder concertacionista mejor situada al día de hoy. . Política comunicacional . Impulsar una Agenda de Género no sólo se remite a una cuestión técnica que, incluso, permite ser enfrentada siguiendo ciertos patrones burocráticos de rutina. Nos encontramos frente a un problema de adaptación, que requiere ir más allá del recurso a soluciones conocidas de antemano. Por tanto, cabe 8 / 10 ¡Es el género, estúpido! Viernes, 09 de Noviembre de 2007 09:24 preguntarse íntimamente si enfrentamos limitaciones con este tipo de acciones, y si parece razonable preguntarse acerca de la eficacia de las clásicas recetas, un tanto defensivas (el "cartillazo" a los ministros, como colofón de la crisis del movimiento secundario o llamar la atención a los ministros a través de los medios). Con medidas de este tipo, es probable que se logre un efecto distinto al buscado que era, originalmente, proyectar la autoridad presidencial. En estos casos puede suceder que, aunque se estén haciendo buenas políticas, éstas quedan ensombrecidas por la falta de una buena política. En este caso, la estrategia comunicacional no se sustenta en los recursos tradicionales ni es una mera técnica, dado que están en juego valores, visiones de mundo, estereotipos, costumbres y juicios. Está suficientemente documentada la forma crítica en que los medios reflejan e informan acerca de las mujeres políticas. Por tanto, la política comunicacional en situaciones como ésta, puede llegar a convertirse en "la política". La propia mandataria parece que lo tuvo claro desde el inicio. En una reciente entrevista concedida a la revista Paula, en su edición aniversario, confiesa "siento que cualquier mujer que hubiera estado acá, que adem*s opte por un estilo...no sé si llamarle femenino, pero propio, le habría pasado lo mismo". . La pregunta legítima que surge es ¿por qué aferrarse a un estilo?, ¿por qué atarse una mano a la espalda? Resulta interesante analizar por qué Margaret Thatcher, sorpresivamente desempolvada por estos días luego de un comentado té al que fue invitada a Downing Street por el actual primer ministro Gordon Brown, quien no ha estimado en brindarle elogios, pudo escapar a la condena de su sociedad 9 / 10 ¡Es el género, estúpido! Viernes, 09 de Noviembre de 2007 09:24 por ser poco femenina, habida cuenta de que ha pasado a la historia poco menos que por resumir la síntesis de cualidades masculinas fundidas en una mujer. Genovese nos informa que ella fue una líder flexible, siendo considerada cosas distintas en momentos diferentes. De alguna forma, Thatcher utilizó su género. Al final, dicho autor concluye con una idea que debiera ser escuchada: "El líder experto en reconocer lo que la situación requiere y en adaptar su estilo para encajar esa situación, tiene más oportunidades de alcanzar el éxito que el líder que se adhiere de forma rígida a un único estilo de liderazgo para todas las ocasiones". La Presidenta Bachelet ha dado muestras, en un año y medio de gestión, de adaptación al entorno, pragmatismo y flexibilidad. Quizás tenga, todavía, que ser más flexible, dadas las circunstancias. 10 / 10