TU SOMBRA ES NUESTRO REFUGIO Oraciones para el culto de febrero 21 de 2010 Primer domingo de Cuaresma LLAMADO A LA ADORACIÓN (Inspirado en el Salmo 91) Liturgista: “El que habita al abrigo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente”. Congregación: Al comenzar esta época de Cuaresma, Señor, queremos habitar en tu abrigo. Liturgista: “Diré yo al Señor: Refugio mío y fortaleza mía, mi Dios, en quien confío”. Congregación: Tu sombra es nuestro refugio. En ti ponemos toda nuestra confianza. Nos acogemos a este periodo de Cuaresma con tu fortaleza para renovar nuestras vidas y profundar nuestra fe y el amor en ti. Gracias a tu amparo y refugio podemos encarar con valentía aquello que debemos cambiar. Liturgista: “No te sucederá ningún mal, ni plaga se acercará a tu morada, pues Él dará órdenes a sus ángeles acerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos”. Congregación: Dios guarda nuestros caminos como siempre lo has hecho. Protégenos durante estos 40 días de vulnerabilidad, honestidad profunda e introspección. Acompáñanos durante esta peregrinación que haremos junto a Jesús a través de nuestros desiertos espirituales, emocionales y materiales. Envía a tus ángeles para que el revoloteo de sus alas espante toda duda, temor o incertidumbre. Liturgista: “Porque en mí han puesto su amor, yo entonces los libraré; los exaltaré, porque han conocido mi nombre, me invocarán, y les responderé”. Congregación: En ti ponemos nuestro amor. Invocamos la presencia del Espíritu Santo para que habite en este lugar y nos inspire en adoración. Porque hemos conocido tu nombre a través de tus obras, bondades y misericordias en nuestras vidas, venimos ante ti, Señor, para recibir tu consuelo y recibir tu liberación en nuestras alabanzas a ti. Liturgista: “Yo estaré con ellos en la angustia; los rescataré y los honraré, los saciaré de larga vida, y les haré ver mi salvación”. Congregación: Te sentimos presente en nuestros momentos de dolor, noches de desvelo, y lágrimas inconsolables debido a nuestras angustias. Hónranos, ¡oh Dios!, y rescátanos de toda tristeza que no se quiera transformar en gozo y alegría, y en todo mal. Danos la fortaleza para enfrentar toda tentación y debilidad durante este periodo de Cuaresma. TODOS: Porque en ti ponemos nuestro amor; te alabamos para recibir tu liberación; te invocamos para recibir tus bendiciones; y en ti confiamos para recibir tu consuelo y salvación. AMÉN y AMÉN. ORACIÓN DE INVOCACIÓN: Invocamos tu presencia en medio nuestro para que tu fortaleza llueva aquí en este lugar. Invocamos la presencia de tus ángeles para que traigan tu paz y amor sobre todas las personas reunidas para alabarte y adorarte en comunidad. Nos refugiamos en tu abrigo seguro, tierno, sereno, en el cual podemos discernir tu voluntad para con nosotros, tu comunidad y los ministerios de tu iglesia. Esto te lo pedimos en nombre de tu hijo Jesús quien vivió y murió discerniendo y obedeciendo tu voluntad. AMÉN y AMÉN. CÁNTICO: Santo, santo, santo ORACIÓN DE CONFESIÓN: “La palabra está cercana a ti; está en tu boca y tu corazón”. Así nos recuerda esta escritura en Romanos 10: 8b. En nuestros corazones se unen la presencia del Señor invitándonos a examinarnos de forma minuciosa y sincera y la conciencia y memoria, el pasado y presente, para confesar nuestras faltas, nuestros errores y defectos, palabras a medias, compulsiones, inhibiciones y obsesiones, deshonestidades, mentiras, y silencios indebidos. Al comenzar este periodo de Cuaresma de renovación y restauración, venimos ante ti Señor como el barro en las manos del alfarero toma nuestras vidas y hazlas de nuevo que queremos ser un vaso nuevo. Meditemos y reflexionemos honestamente sobre nuestras faltas. CÁNTICO DE MEDITACIÓN: Yo quiero ser, Señor Amante Yo quiero ser, Señor amante, Como el barro en las manos del Alfarero. Toma mi vida, y hazla de nuevo. Yo quiero ser, yo quiero ser, un vaso nuevo. I want to be, my loving Savior Born anew like the clay in the Potter´s hand. Take now my life Lord, transform, remold me. I want to be, I want to be, a brand new vessel. PALABRAS DE SEGURIDAD DE PERDÓN “Si confesamos nuestros pecados, Dios es fiel y justo, y perdonará nuestros pecados y nos limpiará de todo mal”. (1 Juan 1:9) Sintamos y vivamos en el perdón de nuestro Dios misericordioso y amoroso. COMPARTIR LA PAZ DE CRISTO CAMINANDO CON JESÚS: PENITENCIA PARA LA CUARESMA: Durante este periodo de Cuaresma, los creyentes como símbolo de los 40 días que Jesús pasó en el desierto en ayuno, escogen una actividad o hábito del que se van a eximir en este periodo litúrgico. La Cuaresma comienza el miércoles de ceniza y culmina el sábado de Gloria. Es una manera de alejarnos de aquello que nos hace daño y que nos mantiene en el pecado y lejos de Dios. En otras palabras, es una manera de acercarnos más a Dios dejando de hacer y poniendo al lado aquello que nos distrae de vivir, respirar y actuar más de cerca en la presencia de divinidad. Luego de reflexionar sobre aquello o aquellas cosas, acciones, actitudes, actividades, obsesiones, adicciones, etc., escogemos una que por los próximos 40 días dejaremos a un lado y de la cual nos privaremos. La determinación y fe de Jesús nos inspira para decidir perseverar durante este tiempo a pesar de las tentaciones, las dudas e incertidumbres que puedan surgir durante este periodo de abstinencia. Pero si Jesús lo logró con el deseo de discernir la voluntad de Dios, también lo podremos lograr nosotros. Quiero también sugerir que durante este periodo en vez de dejar a un lado una actividad o acción, podemos también añadirle algo a la rutina diaria, pues también podríamos lograr el mismo propósito de acercarnos más a Dios; por ejemplo, quizás el médico nos ha recomendado hacer ejercicios tres veces a la semana para ayudar a bajar nuestro colesterol o niveles de azúcar y hemos permitido que la pereza, procastinación o el desgano nos desvíen de comenzar esta nueva rutina. Quizás la nutricionista nos ha recomendado tomar cuatro vasos de agua. Quizás necesitamos tomar un medicamento que rehusamos tomar. Es importante recordar que nuestros cuerpos son el templo del Espíritu Santo y que merecen ser cuidados y atendidos de manera adecuada. Ya sea que dejemos de hacer algo o que incorporemos una actividad, es posible que ambas direcciones se sientan igual de retantes y difíciles; no obstante estaremos adoptando una disciplina que nos prepara para entender el ministerio, vida, muerte y resurrección de Jesús. Se pueden pasar unas tarjetas como parte del programa litúrgico en una canasta antes del acto de confesión y perdón, y las personas pueden escribir lo que van a dejar de hacer o lo que van a retomar. Estas se pueden leer, de forma anónima o personal, durante el culto de la próxima semana para que todos y todas nos mantengamos en oración y apoyándonos. CONCEPTOS TEOLÓGICOS PARA LA OFRENDA- El ayuno por 40 días de nuestro Señor Jesús representó su ofrenda a Dios. Fue el ejercicio físico y espiritual que asumió Jesús para discernir y encontrar las fuerzas y el valor de hacer la voluntad de Dios para con él. Cuando ofrendamos también es una forma de confesar que Jesús es nuestro Salvador. Es una forma en que damos gracias a Dios por todas las bendiciones y una manera de abrirle paso a la gracia y misericordia de Dios en nuestras vidas. Aunque entramos al desierto para acompañar a Jesús en los próximos 40 días, no estamos solos ni desahuciados, nuestra fe nos afirma que Dios estará con nosotros pues es nuestro refugio y amparo. Entramos con las herramientas espirituales y los recursos para crecer como seguidores de Jesús y para acercarnos a Dios aún más. Ofrendemos en gratitud por esta Cuaresma de renovación que comienza como Dios propone en nuestros corazones. BENDICIÓN PASTORAL- [Invitar a que los hermanos y hermanas se tomen de las manos ya sea por fila o en un círculo a través del santuario.] Señor, salimos de este lugar bajo tu amparo y con la seguridad de que eres nuestro refugio en este periodo de Cuaresma que comienza. Danos el valor para entrar en el desierto con Jesús, de entrar en este proceso de penitencia y de aceptar los retos que nos fortalecerán en la fe y como creyentes. Que al salir de este lugar sea tu fortaleza acompañándonos en todo lugar y momento. Que con nuestras acciones y palabras puedan nuestros labios confesar tu amor y misericordia. Te lo pedimos en el nombre de Jesús, amén y amén. TU SOMBRA ES NUESTRO REFUGIO: Oraciones para el culto de febrero 21 de 2010 Primer Domingo de Cuaresma, fueron escritas por Jeanette Zaragoza De León, M.Div. Copyright 2010 Local Church Ministries, Congregational Vitality and Discipleship Ministry Team, United Church of Christ, 700 Prospect Avenue, Cleveland, OH 44115-1100. Permission granted to reproduce or adapt this material for use in services of worship or church education. All publishing rights reserved.