Novena a Nuestra Señora del Carmen

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INTRODUCCIÓN
La ternura de una Madre, siempre nos llena de emoción y
gozo, cuánto más, la ternura de María, que con su amor
maternal nos cubre a todos, ricos, pobres, niños y ancianos,
hombres de todas las razas y pueblos.
Al iniciar esta novena a nuestra Reina y Madre del Carmelo,
queremos, ante todo, dejarnos cubrir con su santo escapulario,
que simboliza la protección y el cuidado maternal de María
hacia todos nosotros.
Que estos nueve días que anteceden a su fiesta, se conviertan
para cada uno, en un espacio de crecimiento en la fe, de
apertura y cercanía al Señor a través de las actitudes de María,
y en un compromiso de servicio y entrega a los demás.
1. ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Virgen del Carmen, queremos en estos días consagrados a tu
honra y gloria, andar el camino de la oración y reflexión para
crecer en nuestra vida teologal con una meta: conocer, amar y
servir mejor a Jesús y su Evangelio, siguiendo tu ejemplo de
discípula y misionera perfecta de tu Hijo. Día a día queremos
contemplarte en el misterio de Cristo y de la Iglesia. Desde la
experiencia espiritual del Carmelo, te contemplamos como
Virgen orante, Virgen fiel y Virgen servidora que acoge,
medita, vive y proclama la Palabra de Dios, y como Madre y
Maestra de vida espiritual que nos acompaña en el
crecimiento de nuestra existencia cristiana desde el bautismo
hasta la perfecta unión de amor con Dios en el cielo.
Rosa del Carmelo, que al leer el Evangelio y seguir a Tu Hijo,
podamos ser revestidos del buen olor de Cristo en medio del
mundo.
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Estrella del mar, conduce nuestra barquilla en la noche oscura
de la fe, hacia las playas resplandecientes del Reino de los
Cielos. Protege a nuestra gente del mar: marinos y pescadores.
Reina del Cielo que un día, contigo, gocemos de los frutos de
la salvación eterna que tu Hijo Jesucristo nos alcanzó con su
muerte y resurrección.
2. Lectura bíblica para el día
3. Reflexión para el día
4. Gozos(Para todos los días)
Pues sois de nuestro consuelo
el medio más poderoso;
Sed nuestro amparo amoroso
Madre del Dios del Carmelo.
Desde que en la nubecilla
Que sin mancha os figuró,
De virgen Madre adoró
Elías la maravilla:
A vuestro culto Capilla
Erigió el primer modelo;
Sed nuestro …
Tan primeros para vos
Los hijos de Elías fueron
Que por timbre merecieron
Ser de la Madre de Dios:
Es título que por Vos
Les dio su heredado anhelo,
Sed nuestro …
A San Simón General,
El Escapulario disteis,
Insignia que nos pusisteis
De hijos para señal:
Contra el incendio infernal
Es defensivo consuelo;
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Sed nuestro …
Quien bien viviere y muriere
con tal señal es notorio,
Que por Vos del Purgatorio,
Saldrá presto si allá fuere:
Por tu patrocinio espere
Tomar a la gloria el vuelo
Sed nuestro …
Vuestro Escapulario Santo
Escudo es tan verdadero.
Que no hay plomo, ni hay acero
Del que reciba quebranto;
Puede, aunque es de lana tanto,
Vencer al fuego y al hielo,
Sed nuestro …
Flores de vuestro Carmelo
Son la variedad de Santos ,
Profetas, Mártires tantos,
Vírgenes y Confesores,
Pontífices y Doctores,
que hacen vuestro Monte Cielo;
Sed nuestro …
Dando culto a vuestro honor
Durará siempre el Carmelo,
Porque así lo alcanzó el celo,
De Elías su fundador:
Cuando Cristo en el Tabor
Mostró su gloria sin velo;
Sed nuestro …
5. Peticiones para cada día
6. Oración final para todos los días de la
novena:
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“¡Oh Virgen Santísima del Carmen!, llenos de la más tierna
confianza, como hijos que acuden a la protección de su Madre,
nosotros venimos a implorar una vez más los tesoros de tu
misericordia, que con tanta solicitud nos has siempre
dispensado. Reconocemos humildemente que uno de los
mayores beneficios que Dios nos ha concedido ha sido
señalarte a Ti por nuestra especial Abogada, Protectora y
Reina. Por eso, a ti clamamos en todos nuestros peligros y
necesidades, seguros de ser benignamente escuchados. Abre
tu manto, y cúbrenos con él. Te pedimos el acierto para los
magistrados, legisladores y jueces; paz y piedad, para los
matrimonios y familias; santo temor de Dios para los maestros;
inocencia para los niños; y una buena formación para la
juventud cristiana, santidad para los consagrados. Aparta de
nuestras ciudades los terremotos, incendios y epidemias; aleja
de nuestros mares las tormentas, y da la abundancia a
nuestros campos y montañas. Sé el escudo de nuestros
guerreros, y el faro de nuestros marinos, amparo de los
ausentes y viajeros. Sé el remedio de los enfermos, la fortaleza
de los atribulados, el báculo de los secuestrados y la
protectora especial de nuestros jóvenes.Tú eres la Madre de la
divina gracia, consérvanos puros; eres el refugio de los
pecadores, quita las cadenas del error y del vicio; eres el
Consuelo de los afligidos, socorre a las viudas, a los huérfanos
y a los desvalidos; eres el Auxilio de los cristianos, conserva
nuestra fe, y protege a nuestra Iglesia, en especial a sus
obispos, sacerdotes y religiosos.
¡Óyenos Madre Cruentísima!, y haz que, viviendo unidos en la
existencia por la confesión de una misma fe y por la práctica de
un mismo amor al Corazón de Jesús, podamos gozar un día de
las gracias celestiales. Amén
7. Canto final y compromiso
DÍA PRIMERO: LA ESCUCHA
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1. Canto:
2. Oración para todos los días:
3. Lectura del santo Evangelio según san Lucas
(1, 26-33. 36-38)
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una
ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada
con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se
llamaba María.
Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: "Alégrate, llena de
gracia, el Señor está contigo". Al oír estas palabras, ella se
preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante
saludo.
El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia
ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por
nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo;
el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él reinará
sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá
fin… También tu parienta Isabel va a tener un hijo, a pesar de
que es anciana; la que decían que no podía tener hijos, está
encinta desde hace seis meses. Para Dios no hay nada
imposible". Palabra de Dios.
4. Reflexión tomada de las palabras del Papa
Francisco:
Escucha. ¿De dónde nace el gesto de María de ir a su pariente
Isabel? De una palabra del ángel de Dios: "También tu parienta
Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez"… (Lc. 1,36). María
sabe escuchar Dios. No es un simple "oír" superficial, sino es
“la escucha”, acto de atención, de acogida, de disponibilidad
hacia Dios. No es el modo distraído con el cual nosotros nos
ponemos delante del Señor o ante los otros: oímos las
palabras, pero no escuchamos realmente. María está atenta a
Dios, escucha a Dios.
Pero María escucha también los hechos, es decir lee los
acontecimientos de su vida, está atenta a la realidad concreta
y no se para en la superficie, sino que va a lo profundo, para
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captar el significado. La pariente Isabel, que es ya anciana,
espera un hijo: éste es el hecho. Pero María está atenta al
significado, lo sabe comprender: "porque no hay nada
imposible para Dios"(Lc. 1,37).
Esto también vale en nuestra vida: escucha de Dios que nos
habla, y también escucha de la realidad cotidiana, atención a
las personas, a los hechos, porque el Señor está en la puerta
de nuestra vida y golpea en muchos modos, pone señales en
nuestro camino; está en nosotros la capacidad de verlos. María
es la madre de la escucha, escucha atenta de Dios y escucha
también atenta de los acontecimientos de la vida.
María, mujer de la escucha, abre nuestros oídos; haz que
sepamos escuchar la Palabra de tu Hijo Jesús entre las mil
palabras de este mundo; haz que sepamos escuchar la
realidad en la que vivimos, cada persona que encontramos,
especialmente aquella que es pobre, necesitada, en
dificultad.
5. Gozos
6. Peticiones
Oremos hermanos a Dios nuestro Padre, para que, por medio
de María nuestra Madre, nos alcance las gracias que con tanta
fe le pedimos:
R/ Por intercesión de nuestra Madre del Carmelo, escúchanos
Señor.
- Para que las obras y palabras de la Iglesia, manifiesten el
respeto a la dignidad humana, a la libertad, a la
responsabilidad, a la colaboración. Oremos...
- Para que los servidores de la Iglesia fomenten el diálogo, la
escucha, la reconciliación, la ayuda mutua, el respeto a la
realización humana. Oremos…
- Por los hombres y mujeres de todos los pueblos y todas las
religiones, para que, mientras se esfuerzan por encontrar a
Dios, descubran con alegría que el Señor no vive fuera de ellos.
Oremos
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- Por la paz entre todas las naciones del mundo y por las
necesidades de los países menos favorecidos. Oremos.
- Para que nuestro testimonio de Consagradas, atraiga a
muchos jóvenes a tu servicio, oremos.
- Por todos los lugares donde se están formando religiosos y
sacerdotes, para que se sientan escuchados y sepan descubrir
en tu Palabra y lo que quieres de ellos, oremos.
- Por nuestro Papa Francisco, para que siga siendo en la Iglesia,
testimonio vivo de Jesús, con su sencillez y humildad.
7. Oración final
8. Canto final
Compromiso para hoy:
Salir a buscar a alguien que se sienta solo,
abandonado, triste y servirle de compañía.
DÍA SEGUNDO: DECISIÓN
1. Canto:
2. Oración para todos los días:
3. Lectura del santo Evangelio según san Lucas
(1, 34-40)
María respondió al ángel:«¿Cómo será esto, puesto que no
conozco varón?»
El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el
poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha
de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios.
Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su
vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban
estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios.»
Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según
tu palabra.» Y el ángel dejándola se fue. Palabra de Dios.
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4. Reflexión tomada de las palabras del Papa
Francisco:
Decisión. María no vive "de prisa", con preocupación, sino,
como subraya san Lucas, " María conservaba estas cosas y las
meditaba en su corazón" (cfr. Lc 2,19.51). Y también en el
momento decisivo de la anunciación del ángel, Ella pregunta:
“¿Cómo sucederá esto?” (Lc 1,34). Pero no se detiene ni
siquiera en el momento de la reflexión; da un paso adelante:
decide. No vive de prisa, sino sólo cuando es necesario "va sin
demora". María no se deja llevar por los acontecimientos, no
evita la fatiga de la decisión. Y esto sucede, sea en la elección
fundamental que cambiará su vida: María dijo entonces: “Yo
soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has
dicho” (Cfr. Lc 1,38), sea en las decisiones más cotidianas, pero
ricas también ellas de sentido. Me viene en mente el episodio
de la bodas de Caná (cfr. Jn 2,1-11): aquí también se ve el
realismo, la humanidad, lo concreto de María, que está atenta
a los hechos, a los problemas; ve y comprende la dificultad de
aquellos dos jóvenes esposos a los que viene a faltar el vino de
la fiesta, reflexiona y sabe que Jesús puede hacer algo, y
decide dirigirse al Hijo para que intervenga: "Ya no tienen
vino" (cfr. v. 3).
En la vida es difícil tomar decisiones, a menudo tendemos a
posponerlas, a dejar que otros decidan en nuestro lugar, a
menudo
preferimos
dejarnos
arrastrar
por
los
acontecimientos, seguir la moda del momento; a veces
sabemos lo que tenemos que hacer, pero no tenemos el coraje
o nos parece demasiado difícil porque quiere decir ir
contracorriente. María en la anunciación, en la Visitación, en
las bodas de Caná va contracorriente; se pone a la escucha de
Dios, reflexiona y busca comprender la realidad, y decide
confiarse totalmente en Dios, decide visitar, aun estando
embarazada, a la anciana pariente, decide confiarse al Hijo con
insistencia, para salvar la alegría de la boda.
María, mujer de la decisión, ilumina nuestra mente y
nuestro corazón, para que sepamos obedecer a la Palabra
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de tu Hijo Jesús, sin titubeos; dónanos el coraje de la
decisión, para no dejarnos arrastrar para que otros
orienten nuestra vida.
5. Gozos
6. Peticiones
Oremos hermanos a Dios nuestro Padre, para que, por medio
de María nuestra Madre, nos alcance las gracias que con tanta
fe le pedimos:
R/ Por intercesión de nuestra Madre del Carmelo, escúchanos
Señor.
-
-
-
-
-
Para que el Papa Francisco, como San Francisco de Asís,
oiga la voz de Jesús: “Francisco, ve y restaura mi casa, mira
que está en ruinas” y tenga fuerzas para hacer de la
nuestra, una Iglesia nueva, donde el verdadero poder sea
el servicio. Oremos
Para que los laicos cristianos sean fermento de la fuerza
evangélica en medio del mundo. Oremos...
Para que los líderes de las naciones usen su poder para
socorrer a los hambrientos, a los refugiados, a los que lo
han perdido todo. Oremos
Para que los matrimonios cristianos, en su entrega
amorosa, estén siempre abiertos al don de la vida y sus
familias sean iglesias domésticas donde se respete y
venere el Nombre santísimo de Dios. Oremos.
Para que haya jóvenes que se sientan llamados a seguir a
Jesús pobre, casto, obediente, y a servirlo en los hermanos
a través de los diversos carismas que el Espíritu Santo
suscita en su Iglesia. Oremos
Para que se vayan creando en la Iglesia: parroquias,
comunidades, grupos eclesiales, consagrados y laicos: una
"cultura vocacional" que fomente y favorezca el germen de
nuevas vocaciones. Oremos
7. Oración final
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8. Canto final
Compromiso para hoy:
Prestarle un servicio o hacerle un favor a alguien con
el mismo amor que lo haría María.
DÍA TERCERO: ACCIÓN
1. Canto:
2. Oración para todos los días:
3. Lectura del santo Evangelio según san Lucas
(1, 39-45)
En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la
región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de
Zacarías y saludó a Isabel.
Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó
de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu
Santo;y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las
mujeres y bendito el fruto de tu seno;y ¿de dónde a mí que la
madre de mi Señor venga a mí?Porque, apenas llegó a mis
oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi
seno.¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le
fueron dichas de parte del Señor!». Palabra de Dios.
4. Reflexión tomada de las palabras del Papa.
Francisco:
Acción. María salió de viaje y “fue sin demora”(cfrLc 1,39): a
pesar de las dificultades, las críticas que habrá recibido por su
decisión de partir, no se detuvo delante de nada. Y aquí parte
"sin demora". En la oración, delante de Dios que habla, en
reflexionar y meditar sobre los hechos de su vida, María no
tiene prisa, no se deja tomar por el momento, no se deja
arrastrar por los acontecimientos. Pero cuando tiene claro qué
cosa Dios le pide, lo que tiene que hacer, no tarda, no retarda,
sino que va "sin demora". San Ambrosio comenta: "la gracia
del Espíritu Santo no comporta lentitudes" (Expos. Evang. sec.
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Lucam, II, 19: PL 15,1560). El actuar de María es una
consecuencia de su obediencia a las palabras del ángel, pero
unida a la caridad: va a Isabel para hacerse útil; y en este salir
de su casa, de sí misma, por amor, lleva cuanto tiene de más
precioso: Jesús; lleva a su Hijo.
A veces, también nosotros nos paramos a escuchar, a
reflexionar sobre lo que deberíamos hacer, quizás también
tenemos clara la decisión que tenemos que tomar, pero no
pasamos a la acción. Y sobre todo no nos ponemos en juego a
nosotros mismos moviéndonos "sin demora" hacia los otros
para llevarles nuestra ayuda, nuestra comprensión, nuestra
caridad; para también llevar nosotros como María, lo que
tenemos de más precioso y que hemos recibido, Jesús y su
Evangelio, con la palabra y sobre todo con el testimonio
concreto de nuestro actuar.
María, mujer de la acción, haz que nuestras manos y
nuestros pies se muevan "sin demora" hacia los otros, para
llevar la caridad y el amor de tu Hijo Jesús, para llevar,
como tú, en el mundo la luz del Evangelio. Amén”.
5. Gozos
6. Peticiones
Oremos hermanos a Dios nuestro Padre, para que, por medio
de María nuestra Madre, nos alcance las gracias que con tanta
fe le pedimos:
R/ Por intercesión de nuestra Madre del Carmelo, escúchanos
Señor.
-
-
Para que el Papa, los obispos y toda la Iglesia, realicen su
misión evangelizadora en medio del mundo, oremos.
Para que los gobernantes trabajen sin descanso por
establecer una paz estable en todos los pueblos de la
tierra, Oremos
Por las familias que sufren a causa de las enfermedades,
por las que no tienen el pan necesario o viven lejos de sus
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hogares, para que el Señor sea su auxilio y su ayuda,
Oremos.
-
Por las personas que sufren cualquier modo de
discriminación, injusticia, despojo, desalojo, soledad, para
que encuentren en nosotros, los católicos, el apoyo
necesario ante su dificultad, oremos.
-
Por nuestro país, para que, aportando lo mejor de
nosotros mismos, seamos capaces de construir una Nación
donde vivamos con mayor Justicia y Paz. Oremos
-
Para que nuestros jóvenes abran el corazón a Cristo, "que
no quita nada y lo da todo", y se planteen con valentía
¿Señor que quieres de mí?., oremos
-
Para que todos los cristianos aprendamos de María a
pensar en las necesidades de los demás y suplir, de alguna
manera, sus carencias.Oremos.
7. Oración final
8. Canto final
Compromiso para hoy:
Buscar a una familia pobre y compartir con ella
algo de lo que tenemos para nuestro sustento.
DÍA CUARTO: SERVICIO
1. Canto:
2. Oración para todos los días:
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3. Lectura del santo Evangelio según san
Marcos (9, 9-37)
Y saliendo de allí, iban caminando por Galilea; él no quería que
se supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía:
«El Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres;
le matarán y a los tres días de haber muerto resucitará.»
Pero ellos no entendían lo que les decía y temían preguntarle.
Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntaba: «¿De
qué discutíais por el camino?»Ellos callaron, pues por el
camino habían discutido entre sí quién era el mayor.
Entonces se sentó, llamó a los Doce, y les dijo: «Si uno quiere
ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos.».
Palabra de Dios.
4. Reflexión tomada del Padre Fintan Kelly
María se pone a servir a los demás
Existe una persona de quien nosotros somos estirpe, que con
sencillez, con el silencio, nos enseña y muestra que en el Reino
de Dios, mayor es aquel que sirve, y esta es la Virgen María.
María no pensaba en sí misma. Acababa de recibir el anuncio
del ángel que ella iba a ser la Madre del Mesías, enseguida
pensó en su prima Isabel de edad avanzada, que iba a tener
bastante dificultad para dar a luz.
Todos tendemos a ser egocéntricos, a pensar en nosotros
mismos, especialmente cuando tenemos un problema. Nos
parecemos a un sistema solar en el cual nosotros somos el
centro y todo gira en torno nuestro. María estaba en otro
“sistema solar”, en el centro estaban Dios y su prójimo, y fuera
estaba ella girando en torno a este núcleo.
Isabel la felicitó, no por ser la Madre del Mesías o la Madre de
Dios, sino por haber creído en la Palabra de Dios. La grandeza
de María estaba en su fe, era una gigante en la fe. Pero la fe de
María no era algo abstracto sino concreto. Para ella creer era
entregarse a Dios y a los demás.
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Cuando Isabel escuchó la voz de María, el niño, san Juan
Bautista, saltó de gozo en su seno. María es portadora de
Cristo, es como la primera custodia, el primer sagrario. Es el
servicio típico de María, llevar a Cristo a los demás.
En la vida hay muchos servicios que se pueden hacer, pero hay
uno que supera a todos y es llevar a las personas a conocer a
Cristo. Darlo a conocer no sólo de palabra, sino con el
testimonio de una vida de entrega gozosa, generosa, amable y
transparente como lo hizo María.
Señora del servicio, haz que sepamos servir a los demás sin
prejuicios ni intereses; que nuestro deseo de servir esté
siempre iluminado por tu entrega generosa a la Iglesia.
5. Gozos
6. Peticiones
Oremos hermanos a Dios nuestro Padre, para que, por medio
de María nuestra Madre, nos alcance las gracias que con tanta
fe le pedimos:
R/ Por intercesión de nuestra Madre del Carmelo, escúchanos
Señor.
- Oremos por los Pastores de la Iglesia para que pongan al
servicio del pueblo de Dios, las gracias y talentos que el Señor
les ha confiado.
- Para que los médicos, las enfermeras y todos aquellos que
tienen la misión de preservar la vida, la cumplan con
responsabilidad y amor. Oremos
- Para que los educadores y catequistas se sientan
corresponsables en la animación y promoción de las
vocaciones consagradas, en sus encuentros con los niños,
adolescentes y jóvenes. Oremos
- Para que potenciemos el espíritu orante de nuestras
parroquias, grupos y comunidades eclesiales, y testimoniemos
con nuestra vida, lo que hemos escuchado en la oración.
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-Por cuantos consideran a María como Madre para que, como
ella, acojamos la Palabra de Dios con fe y obediencia, y
sepamos servir con generosidad. Oremos.
7. Oración final
8. Canto final
Compromiso para hoy:
Realizar alguna tarea adicional en nuestra
casa para facilitarles el trabajo a los demás.
DÍA QUINTO: PROTECCIÓN
1. Canto:
2. Oración para todos los días:
3. Lectura del santo Evangelio según san Lucas
(2, 7)
Y dio a luz a su hijo primogénito; le envolvió en pañales y le
acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el
mesón.". Palabra de Dios.
4. Reflexióndel P. Adrián Hernández
Lo envolvió en pañales: es el gesto más humano que nos
narran los Evangelios. Nada de terciopelo, ni de seda, ni de
pañales especiales, tejidos con hilo de oro y traídos por los
ángeles de los talleres del cielo. ¡No! Más bien, unos simples
pañales de tela, como los de los hijos de los hombres humildes
y pobres. ¡Cómo Dios ha santificado incluso las cosas más
sencillas, más pobres...al experimentarlas Él mismo en
persona! En todo como nosotros, excepto en el pecado. La
elección del versículo 2, 7 del Evangelio de Lucas evoca la
“acción de María con su bebé recién nacido”. Esto simboliza
“su cuidado, su cariño, su ternura”. “En Jesús, se manifiesta
más claramente todo el misterio del hombre. El ser humano es
envuelto y recostado con ternura. Es cuidado, amado y tenido
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en cuenta”. María, nuestra Reina y Madre del Carmelo, nos
envuelve a todos, no con pañales, sino con el manto maternal
de su ternura y su bondad. Como diría el Papa Francisco, ella
nos custodia, nos cuida, nos protege.
Señora de la protección: enséñanos a proteger con
cuidados y ternura a las personas que están más cerca de
nosotros; que sepamos cuidar con cariño a los niños y
ancianos que no son capaces de valerse por sí mismos; que
sepamos cuidar con esmero la naturaleza y todas las cosas
que el Señor ha puesto a nuestra disposición.
5. Gozos
6. Peticiones
Oremos hermanos a Dios nuestro Padre, para que, por medio
de María nuestra Madre, nos alcance las gracias que con tanta
fe le pedimos:
R/ Por intercesión de nuestra Madre del Carmelo, escúchanos
Señor.
- Por la Iglesia para que proclame la Buena Noticia del Reino
con palabras y con una vida austera, transparente en su
economía, preocupada principalmente por los pobres y los
más débiles. Oremos.
-
Para que los gobernantes trabajen por la vida de todos,
especialmente de los más débiles,y sometan la economía y
los bienes materiales al servicio de las personas. Oremos
-
Por los enfermos de las parroquias, por los que tienen
miedo al fracaso y no actúan, por los que se sienten solos y
no queridos, por los que lloran la muerte de un ser
querido, para que sientan en su corazón la protección
maternal de María. Oremos
-
Para que la juventud cristiana se esfuerce en vivir su fe
construyendo un mundo más humano y solidario. Oremos
-
Por nuestras familias y amigos, para que siempre sean
refugio y compañía en nuestras vidas. Oremos
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-
Por nuestro Papa Francisco, para que siga siendo en la
Iglesia, testimonio vivo de Jesús, con su sencillez y
humildad, y siga luchando por la protección de los más
débiles. Oremos
7. Oración final
8. Canto final
Compromiso para hoy:
Visitar o acompañar a una madre que tenga dificultades con
su bebé. Llevarle pañales o algo que le haga falta.
DÍA SEXTO: MEDITACIÓN - CONTEMPLACIÓN
1. Canto:
2. Oración para todos los días:
3. Lectura del santo Evangelio según san Lucas
(1, 46-55)
María dijo: Mi alma alaba la grandeza del Señor; mi espíritu se
alegra en Dios mi salvador. Porque Dios ha puesto sus ojos
en mí, su humilde esclava, y desde ahora siempre me
llamarán dichosa; porque el Todopoderoso ha hecho en mí
grandes cosas. ¡Santo es su nombre! Dios tiene siempre
misericordia de quienes lo reverencian. Actúo con todo
poder: deshizo los planes de los orgullosos, derribó a los
reyes de sus tronos y puso en alto a los humildes. Lleno de
bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las
manos vacías. Ayudó al pueblo de Israel su siervo, y no se
olvidó de tratarlos con misericordia. Así lo había
prometido a nuestros antepasados, a Abraham y a sus
futuros descendientes.
4. Reflexión del Cardenal E. Pironio.
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Nos hace bien penetrar sencillamente – con una mirada de
amor—en el alma profundamente contemplativa de María; en
la Anunciación, en la cruz, en Pentecostés.
Se trata de María, la que escucha y recibe: “la Palabra”, la que
“ofrece” generosamente al Padre el Hijo convertido en “varón
de dolores”, la que “siente nacer” en su corazón silencioso y
pobre la Iglesia de la misión y la profecía.
La contemplación es esencial en María, Dios la hizo
esencialmente contemplativa; porque tenía que cooperar
íntimamente en la obra redentora de Jesús. No hay redención
sin sangre (porque así lo dispuso adorablemente el Padre).
Cristo es el Apóstol contemplativo: su Palabra no es suya, “sino
de Aquel que lo envió”. Por eso, el desierto frecuente y
prolongado; por eso, la oración continua y solitaria. “Se retiró
a un lugar desierto y allí oraba” (Mc. 1,35). “Subió al monte a
rezar y pasó la noche en oración” (Luc. 6,12).
María sigue silenciosamente los pasos redentores y apostólicos
de Jesús. ¡Cuántas horas de contemplación desde la
Anunciación a la Cruz, desde la Cruz a Pentecostés, desde
Pentecostés a la gloriosa Asunción a los cielos! Todo queda
resumido en la sencilla Bienaventuranza de Jesús sobre María:
“Felices, más bien, los que escuchan la Palabra de Dios y la
practican” (Luc. 11,27)
La vida de nuestra Señora fue esencialmente contemplativa.
Fruto de esa contemplación profunda y serena, es el
Magníficat. Allí se nos manifiesta María, “la orante”. Su oración
es un canto de alegría y gratitud a la fidelidad del Padre que
obra siempre maravillas en los pobres. Pero sólo desde la
pobreza de María se podría rezar y contemplar así. Porque sólo
los pobres son verdaderamente contemplativos; como sólo los
contemplativos pueden entender de veras a los pobres.
Señora de la Contemplación, del Monte Carmelo, del
Vedrá, del silencio y la palabra, de la fonte y la noche,
enséñanos a vivir en actitud de profunda
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contemplación, para que vivamos cada vez más
inmersos en el misterio insondable de Dios.
5. Gozos
6. Peticiones
Oremos hermanos a Dios nuestro Padre, para que, por medio
de María nuestra Madre, nos alcance las gracias que con tanta
fe le pedimos:
R/ Por intercesión de nuestra Madre del Carmelo, escúchanos
Señor.
- Por la Iglesia, para que el Señor le conceda pastores
contemplativos, pacíficos, sabios y prudentes que amen,
trabajen y prediquen según el corazón del Padre. Oremos.
-
Por el Papa, los obispos, sacerdotes y religiosos para que a
ejemplo de María vivan y den testimonio de una vida
teologal y de oración comprometida con Dios y el hombre
de hoy. Oremos.
-
Por todos los agentes pastorales de nuestra patria para
que su fidelidad al Evangelio parta de una vida
auténticamente contemplativa. Oremos.
-
Para que el grito silencioso de tantos hombres y mujeres
que no conocen ni han experimentado el amor y salvación
de Dios resuene en el corazón de nuestros jóvenes y
respondan a la llamada vocacional que el Señor les hace.
Oremos
-
Para que Dios Padre, dueño de la mies, envíe abundantes
vocaciones a su Iglesia para el servicio pastoral de sus
hermanos, Oremos
-
7. Oración final
8. Canto final
Compromiso para hoy:
Orar en silencio por tantas personas del mundo que no
conocen o no se interesan por acercarse a Dios.
20
DÍA SÉPTIMO: CONFIANZA EN JESÚS
1. Canto:
2. Oración para todos los días:
3. Lectura del santo Evangelio según san Juan(2,
1-11)
"Al tercer día se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y
estaba allí la Madre de Jesús. También fueron invitados a la
boda Jesús y sus discípulos. Y, como faltase el vino, la Madre
de Jesús le dijo: No tienen vino, Jesús le respondió: Mujer,
¿qué nos va a ti y a mí? Todavía no ha llegado mi hora. Dijo su
Madre a los sirvientes: Haced lo que él os diga. Había allí seis
tinajas de piedra preparadas para las purificaciones de los
judíos, cada una con capacidad de cincuenta a sesenta litros.
Jesús les dijo: Llenad de agua las tinajas: Y las llenaron hasta
arriba. Entonces les dijo: Sacad ahora y llevad al maestresala.
Así lo hicieron. Cuando el maestresala probó el agua
convertida en vino, sin saber de dónde provenía, aunque los
sirvientes que sacaron el agua lo sabían, llamó al esposo y le
dijo: Todos sirven primero el mejor vino, y cuando ya han
bebido bien, el peor; tú al contrario, has guardado el vino
bueno hasta ahora. Así, en Caná de Galilea hizo Jesús el
primero de sus milagros con el que manifestó su gloria, y sus
discípulos creyeron en Él".
4. Reflexión
El evangelista anota que "estaba allí la madre de Jesús" (Jn 2,
1) y, como para sugerir que esa presencia estaba en el origen
de la invitación dirigida por los esposos al mismo Jesús y a sus
discípulos, añade: "Fue invitado a la boda también Jesús con
sus discípulos" (Jn 2, 2). Con esas palabras, san Juan parece
indicar que en Caná, como en el acontecimiento fundamental
de la Encarnación, María es quien introduce al Salvador.
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El significado y el papel que asume la presencia de la Virgen se
manifiesta cuando llega a faltar el vino. Ella, como experta y
solícita ama de casa, inmediatamente se da cuenta e
interviene para que no decaiga la alegría de todos y, en primer
lugar, para ayudar a los esposos en su dificultad.
Dirigiéndose a Jesús con las palabras: "No tienen vino" (Jn 2,
3), María le expresa su preocupación por esa situación,
esperando una intervención que la resuelva.
La opción de María, que habría podido tal vez conseguir en
otra parte el vino necesario, manifiesta la valentía de su fe
porque, hasta ese momento, Jesús no había realizado ningún
milagro, ni en Nazaret ni en la vida pública.
En Caná, la Virgen muestra una vez más su total disponibilidad
a Dios. Ella que, en la Anunciación, creyendo en Jesús antes de
verlo, había contribuido al prodigio de la concepción virginal,
aquí, confiando en el poder de Jesús aún sin revelar, provoca
su "primer signo", la prodigiosa transformación del agua en
vino.
De ese modo, María precede en la fe a los discípulos que
creerán después del milagro: “Jesús manifestó su gloria, y
creyeron en él sus discípulos" (Jn 2, 11).
Señora de la confianza, de la entrega total, del sí
silencioso, de la espera prudente, enséñanos a
mantener una confianza ilimitada en Jesús, nuestro
amigo que nunca falla.
5. Gozos
6. Peticiones
Oremos hermanos a Dios nuestro Padre, para que, por medio
de María nuestra Madre, nos alcance las gracias que con tanta
fe le pedimos:
R/ Por intercesión de nuestra Madre del Carmelo, escúchanos
Señor.
-
Por nuestro Papa Francisco, para que siga siendo en la
Iglesia, testimonio vivo de Jesús. Oremos
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-
-
-
-
Para que crezcamos cada día en confianza y entrega al
Padre a ejemplo de María, que supo siempre estar abierta
a su voluntad. Oremos.
Para que sepamos contribuir a la fe de nuestros hermanos,
manifestando con nuestro testimonio la confianza que
tenemos en Él. Oremos…
Por los hombres y mujeres de todos los pueblos y todas las
religiones, para que descubran al Señor en cada
acontecimiento de sus vidas. oremos
Para que nuestro testimonio de Consagradas, atraiga a
muchos jóvenes a tu servicio, oremos.
Para que estemos atentos a los más mínimos detalles y
sepamos colaborar en el momento adecuado a nuestros
hermanos.
7. Oración final
8. Canto final
Compromiso para hoy:
Estar en actitud atenta durante el día, para prestar la ayuda
oportuna a una persona que lo necesite, como lo hizo
María.
DÍA OCTAVO: ENTREGARSE A DIOS Y
ENTREGARLO A LOS DEMÁS.
1. Canto:
2. Oración para todos los días:
3. Lectura del santo Evangelio según san Lucas
(2, 21-13)
Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron
por nombre JESÚS, el cual le había sido puesto por el ángel
antes que fuese concebido. Y cuando se cumplieron los días de
la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron
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a Jerusalén para presentarle al Señor (como está escrito en la
ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al
Señor, fueron pues a ofrecer en sacrificio lo que manda la ley
del Señor: Un par de tórtolas, o dos pichones de palomas.
Reflexión
María y José no se sienten privilegiados por tener como Hijo a
Jesús; como todos, van al templo a presentarlo y a presentarse
ante el Señor.
La presentación de Jesucristo toca el timbre de nuestra
conciencia al recordarnos lo importante que es presentarnos,
ofrecernos a Dios. Este presentarse adquiere diversos matices:
primero, la donación que hacemos de nosotros mismos a Dios
al escucharle, al dejar que cada día vaya plasmando su obra en
nuestra vida. Cada persona en particular fue creada con un fin,
con una misión concreta dentro del plan providente de Dios, y
Dios quiere hablar y manifestarse en el mundo, pero necesita
voluntarios. Significa además la entrega de Jesús que hacemos
a todos los que vamos encontrando en nuestro camino.
¡Cuánto puede ayudar una sonrisa! Basta un gesto, una
actitud. Por último, dicha presentación asegura, firma un
pacto, cuyo cumplimiento tendrá lugar en el momento de
nuestro abrazo definitivo con Dios, cuando cansados de
nuestro peregrinar por esta tierra, le podamos decir a Dios:
¡Valió la pena apostar por ti!
No son las grandes predicaciones, no son las grandes obras de
apostolado ni los proyectos de gran envergadura los que
suscitan la verdadera admiración de los hombres. El asombro
viene cuando detrás de todo aquello está una persona que
vive de Dios, un ser que aprendió a presentarse a Dios y a los
demás. María Santísima es experta en llevar nuestras obras a
buen puerto. Basta una decisión libre y un entusiasmo por lo
que tenemos que hacer.
Señora de la entrega generosa, de la donación oculta y
silenciosa: enséñanos a entregarnos a cada instante al
Señor, dando lo mejor de nosotros mismos a los demás.
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4. Gozos
5. Peticiones
Oremos hermanos a Dios nuestro Padre, para que, por medio
de María nuestra Madre, nos alcance las gracias que con tanta
fe le pedimos:
R/ Por intercesión de nuestra Madre del Carmelo, escúchanos
Señor.
- Por nuestro Papa Francisco, para que siga siendo en la Iglesia,
testimonio vivo de Jesús, con su sencillez y humildad. Oremos
- Para que en todo momento sepamos ofrecer nuestra vida al
Señor y que con nuestras acciones, gestos y palabras
revelemos al Dios de la vida. Oremos.
- Para que seamos generosos con los más necesitados y
compartamos aquellas pequeñas cosas que tenemos y que a
otros les faltan. Oremos…
- Por los hombres y mujeres del mundo, para que siguiendo la
Luz verdadera, sepan orientar a sus hijos por el camino de la
verdad. Oremos
- Por los sacerdotes, religiosos, obispos y todos los miembros
de la Iglesia, para que en todo seamos obedientes a Dios a
imitación de María y José. Oremos.
- Por los diálogos de paz para que los encargados directos no
busquen intereses personales sino el bien de toda la nación.
Oremos
- Por todos aquellos sitios donde hay enfrentamientos y
violencia, para que María, Reina del Carmelo y Estrella de la
paz, los cubra con su Santo Escapulario y les conceda la paz.
Oremos
6. Oración final
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7. Canto final
Compromiso para hoy:
Tener un gesto de solidaridad con alguna persona que
necesite, como una forma de hacer presente al Señor
en su vida.
DÍA NOVENO: FIDELIDAD HASTA LA CRUZ
1. Canto:
2. Oración para todos los días:
3. Lectura del santo Evangelio según san Juan
(19, 25-27)
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su
madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Jesús,
viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba,
dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego dice al
discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el
discípulo la acogió en su casa. Palabra de Dios
4. Reflexión
Ponemos nuestra mirada en Jesús, en la cruz, de cara al Padre
y también de cara a los hombres. Y junto a Él, María, de pie.
Esta actitud tiene el sentido profundo de la fidelidad. El estar
de pie no es solamente una postura física, sino que es una
actitud del alma y un desafío para nuestra vida: quien está de
pie está desafiando a no abandonarse, a no bajar los brazos, a
no desesperar, a no perder la fuerza que viene de Dios para
hacer frente a la cruz que nos toca. Y junto a esta actitud de
Santa María, la fidelidad de su corazón con el corazón sufriente
de su Hijo, la actitud de Jesús también tiene un sentido
profundo de ofrecimiento.
Sobre la cruz, Jesús está en oración porque está de cara al
Padre con la angustia y el desamparo de la agonía. La actitud
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de María también tiene un sentido: no estaba abatida por el
dolor, aunque sin duda como Madre el dolor le apuñalaba el
corazón. Pero estaba al pie, fuera de sí misma, mirando a Jesús
que la miraba también. Lo que la mantenía en pie era
precisamente que era atraída por lo que su Hijo estaba
viviendo, como una madre se siente atraída cuando ve a su
hijo, y cuánto más cuando lo ve sufrir. Ella estaba llena de
ternura, de compasión, y eso le daba fuerzas para mantenerse
en la prueba. No era momento para pensar en sí misma, sino
para pensar en lo que estaba viviendo su hijo, y por su hijo, lo
que íbamos a vivir todos nosotros. Y en ese momento, aparece
también la oración de María, unida a la oración de su Hijo que
se está ofreciendo al Padre. Allí aparece esta escena que no
sólo nos conmueve en el sentimiento sino también nos mueve
en la fe porque se está realizando la obra suprema y allí nos es
dada María como Madre. Entonces nosotros, como hijos y
discípulos, debemos asumir esta primera actitud de la Virgen,
de pie frente a la cruz.
Nosotros sabemos que la presencia de María allí no es un
adorno de estampita, sino que es motivadora de lo que tiene
que ser en la vida del discípulo: si el Maestro ha tenido este
camino, no menos podemos pensar nosotros los discípulos. Y
si María, la primera discípula, estaba experimentando allí esa
asociación a su hijo, que es el Maestro, estaba recibiendo Ella
en ese momento la mejor cátedra para ser también Maestra
nuestra, Maestra fiel al pie de la cruz.
Señora de la hora, de la fortaleza y de la fidelidad,
enséñanos a ser fuertes en la fe y fieles al Señor en todo
momento en especial, cuando sintamos que la Cruz supera
nuestras fuerzas.
5. Gozos
6. Peticiones
Oremos hermanos a Dios nuestro Padre, para que, por medio
de María nuestra Madre, nos alcance las gracias que con tanta
fe le pedimos:
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R/ Por intercesión de nuestra Madre del Carmelo, escúchanos
Señor.
- Por el Papa y todos los que formamos la Iglesia para que
sepamos ser fieles en las exigencias del Evangelio a
imitación de María. Oremos
- Por toda la Orden del Carmen y todos los fieles
comprometidos con nuestro carisma, para que por
intercesión de su Madre, vivamos en santidad de vida y
servicio a la Iglesia. Oremos.
- Por todos los que llevan el Santo Escapulario para que
revestidos de Cristo y del hábito de la Virgen del Carmen
vivan su consagración encarnando las virtudes de María:
fe, escucha, decisión, fidelidad, y con su espíritu de oración
alcancen la unión con Dios en el amor. Oremos.
- Por los transportadores, los marinos, los aviadores, los
miembros del ejército, los obreros y trabajadores del
mundo entero, y todos los que honran a Nuestra Sra. del
Carmen como su patrona, para que experimenten su
protección y encuentren en ella, una luz que los guie en su
camino. Oremos
-
7. Oración final
8. Canto final
Compromiso para hoy:
Descubrir en este día, cuál es la cruz que más nos pesa
y que no queremos asumir, entregársela a María y
pedirle nos ayude a vivirla con altura y fidelidad.
Carmelitas Misioneras – Medellín 2013
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www.carmimed.org
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